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Senderos de la retórica

indígena y europea
en México
Silvia Aquino
En recuerdo a Helena Beristáin

A ntonio López Eire, lin-


güista, filólogo clásico, excelen-
te traductor, magnífico orador
y maestro querido de una de las
universidades más antiguas de
Europa, la Universidad de Sala-
manca, fallecido en 2008, es tam-
bién una autoridad intelectual en
el ámbito de la retórica. Al hacer
el prólogo del homenaje a Helena
Beristáin, cuyo título es Encomio
de Helena, nombre tomado de la
singular obra de Gorgias de Leon-
tinos (ca. 483-372 a. de C.), nues-
tro estimado rétor afirma:

el ilustre sofista puso los


fundamentos de la Retóri-
ca y la Poética al descubrir

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el escasísimo alcance epis- por el contrario, un libro breve,
temológico del lengua- que nos permite encontrar proble-
je en comparación con su mas retóricos importantes; prime-
insondable capacidad para ro, de las culturas prehispánicas
la persuasión y el enhe- (la náhuatl, la maya, la huichol,
chizamiento […] Helena la quechua) junto con el análisis
Beristáin, la sabia maes- preciso de la comunicación verbal
tra mexicana experta en de la rebelión zapatista de Chiapas
poética y retórica, que con inscrita en la “guerra de la tinta e
su entusiasmo contagio- internet” y, segundo, las dificul-
so y su trabajo incesante tades retóricas de la lingüística
y de calidad se ha hecho a las que se enfrentaron algunos
acreedora a un reconoci- célebres frailes evangelizadores,
do y merecido prestigio como Bartolomé de las Casas, José
a ambas orillas del mar de Acosta, Diego Valadés o Pablo
océano, siguió con acier- Helena Beristáin y Gerardo Ramírez Vidal (comps.), José de Arriaga, que pretendían
La palabra florida. La tradición retórica indígena y
to el camino iniciado por el novohispana, México, UNAM, 2004, col. Bitácora de difundir de manera oral o escrita
Retórica, núm. 19.
autor del Encomio de Hele- la ideología que ellos considera-
na, convencida de que el ban la mejor y única, y la que se
conocimiento de persua- a la música, un lengua- sentían obligados a transmitir por
sión y enhechizamiento je ritualizado para que los medio de la enseñanza y la per-
pueden mejorar al hombre seres humanos celebren suasión a los indios americanos.
(2004: 19). con él, cantando o recitan- Asimismo, la compilación abor-
do, la alegría que propor- da aspectos que, como dice el pro-
López Eire concluye diciendo de ciona la amistad (p. 21). loguista Gerardo Ramírez Vidal,
Beristáin: hace falta estudiar con mayor pro-
Con estas palabras como preludio, fundidad, entre ellos, los avances
Ella ha estudiado el Len- quisiera expresar algunas ideas en torno a diversos problemas de
guaje en acción y nos ha y sentimientos que surgieron de la retórica contemporánea. Adicio-
enseñado a muchos que el la lectura del libro intitulado La nalmente, la bibliografía de cada
lenguaje nos está pidien- palabra florida. La tradición retó- artículo refiere toda una biblioteca
do a gritos que lo emplee- rica indígena y novohispana, que, de saberes a la cual podemos recu-
mos para la persuasión, aunque fue publicado hace ya rrir para nuevos estudios.1
para suavizar las relaciones diez años, no es un libro caduco,
1 Señalaré los artículos que figuran en
humanas, para apreciar más como podremos ver en seguida.
La palabra florida… que no se discu-
a nuestros interlocutores y En primer lugar, se debe obser- ten aquí: Lilian Álvarez de Testa, “Los
perfeccionarnos nosotros var que no estamos ante un μέγα discursos de los viejos. Filosofía moral
de los antiguos mexicanos”; Patrick
mismos mediante la amis- βυβλίον, μέγα κακόν “un gran K. Johansson, “Retórica náhuatl o la
tad, y que lo convirtamos libro, un gran mal”, como dijera teatralidad del verbo”; Jorge Miguel
en poesía, que es el len- Calímaco —poeta helenístico grie- Cocom Pech, “Retórica en los libros
del Chilam Balam de Chumayel y del
guaje que más persuade, go que vivió en Alejandría y fue Chilam Balam de Tuzik”; Michela
que más suaviza, un len- director de la biblioteca más famo- Craveri Slaviero, “La boca y el ojo en
la comunicación oral: lenguaje e imá-
guaje capaz de adaptarse sa del siglo III a. de C.—, sino
genes del Rabinal Achí”; Paula Cómez

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Vayamos ahora a la segunda la invitación y suave moción de la la importancia que tuvo la
parte del libro, “La retórica clási- voluntad” (p. 221), lo cual tiene memoria3 retórica en los autores
ca en la Nueva España”, en donde como fondo los conceptos tradi- clásicos grecolatinos, desde
se encuentra una hipótesis inte- cionales de la cultura occidental, Aristóteles hasta Quintiliano,
resante de Don Paul Abbott, de la que son la justicia, la equidad, la y los comentaristas cristianos
Universidad de California, quien virtud y la religión. de éstos: Alberto el Grande,
afirma que “la retórica del Nuevo Contraponiéndose a este racio- Santo Tomás y Averroes. Gómez
Mundo representa el inicio, aun- cinio, el misionero José de Acos- Alonso encuentra un desarrollo
que sea tentativo, de una nueva ta retoma la tradición de Cicerón, de “los sistemas mnemotécnicos
retórica” (p. 229).2 Sin olvidar, autor y orador latino para quien orientados a la comprensión
por supuesto, la persuasión muy lo más importante era ‘enseñar, y basados en la conjunción de
poco pacífica que los conquista- complacer y mover’. De Acosta elementos abstractos y de la
dores realizaron, Abbot parte de consideraba que los predicadores cultura oral” (p. 262), aportación
la idea de que los hombres del debían de persuadir a los indios de llevada a cabo por el fraile
Renacimiento leían a los clási- América “más por las emociones franciscano Diego Valadés,
cos griegos en latín y tenían una que por la razón” (p. 227), usan- nacido en Tlaxcala en 1533, que
idea fija del cristianismo; ade- do con frecuencia en sus sermo- publicó en 1579 en Perugia, Italia,
más analiza a dos personajes sin- nes figuras retóricas como “los su Retórica cristiana, escrita en
gulares, uno es Bartolomé de las apóstrofos, las exclamaciones y latín. La idea de Valadés deriva
Casas, cuyo argumento central otras figuras… de la oratoria” (p. de la forma novedosa en la que
es el de la “uniformidad esencial 228). De ahí que el estilo de los la memoria artificial figurativa se
de los seres humanos”. Este frai- frailes sea persuasivo, sencillo y daba entre los indios americanos.
le creía en la búsqueda de la per- nada rebuscado, a diferencia del Por un pasaje citado en el artículo
suasión “por medio de razones y que se empleaba en ese entonces de Gómez Alonso, se comprende
López, “La función retórica y la cate- en Europa. claramente el hecho:
goría de modo: el asertor de registro En fin, la nueva retórica que
formal en huichol”; Rose Lema, “Los
diálogos del Calepino de Motul: ex-
plantea Abbott está en sincronía Hay un ejemplo admirable
ploraciones en la historiografía de la con el público al que iban dirigi- de esto, en el comercio y en
otredad”; José Alejos, “Hablar del otro dos los mensajes de los evangeli- los contratos de los indios,
en mitología maya”; Soledad Flores
Gutiérrez, “Retórica en La Chaska- zadores del Nuevo Mundo, pues los cuales, aun careciendo
ñawi. Funcionamiento de los tro- la audiencia de éstos se expre- de caracteres para la escri-
pos en el quechua”; Victoria Pineda,
saba en varias lenguas y poseía tura […], se comunicaban
“Retórica y política territorial en la
conquista de América”; Santa Arias, una conceptualización del mundo unos a otros lo que que-
“Profesando la preceptiva humanista: diversa, por pertenecer a culturas rían por medio de ciertas
la política y la poética misionera en
distintas. figuras e imágenes. Sue-
la Retórica Cristiana de fray Diego
Valadés”; Juan Carlos Gómez Alonso, Otra interpretación interesante len grabarlas en lienzos de
“La memoria artificial en la retórica de la retórica novohispana puede seda, o en papel poroso,
actual: fray Diego Valadés como an-
tecedente”, y Eva Marqués López,
apreciarse en el trabajo de Juan hecho de hojas de árbo-
“Pablo José de Arriaga y la retórica Carlos Gómez Alonso, de la les. Tal costumbre ha per-
clásica en el Nuevo Mundo. Teoría y Universidad de Madrid, quien durado hasta el presente,
práctica”.
2 A partir de aquí, las citas pertenecen a reflexiona sobre las técnicas
La palabra florida. La tradición retóri- actuales de la comunicación y 3 Memoria es uno de los cánones en que
ca indígena y novohispana, por ello, se divide el proceso de elaboración de
su aspecto visual, y menciona
sólo se apunta el número de página. discursos.

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en las tablas de sus cuen- por Bartolomé de las Casas en su narrador omnisciente son las
tas (p. 233). Historia de las Indias, Himelblau estrategias de Bartolomé de las
encuentra numerosas aporías; Casas, con las que destruye “cual-
Así, la escritura jeroglífica que- una, muy significativa, se refiere quier impresión de verosimili-
da circunscrita a un elemento al famoso préstamo de las joyas tud”, afirma Himelblau (p. 199).
comunicativo entre los indios y de la reina española Isabel la Los ejemplos presentados son
sus predicadores, pero, al igual Católica para la armada de Cris- numerosos y la conclusión de su
que ocurre con nuestra escritura tóbal Colón que habría de descu- trabajo lleva a un reconocimiento
alfabética, es también un medio brir América y que, en los textos literario, aunque no histórico, de
para preservar en la memoria históricos, siempre se presenta la obra de este fraile:
pensamientos e ideas que han de como un cuento para niños, De
expresarse en lugares concretos las Casas refinado estilista y hábil
(templos, casas) y en imágenes narrador de las temerarias
palpables (grabados, dibujos). no pudo haber estado pre- hazañas humanas reali-
Cabe destacar el texto de Jack sente cuando tal conver- zadas en lejanas, exóti-
J. Himelblau, de la Universidad sación se efectuó (es decir, cas tierras. Visto desde
de Texas, titulado “Una lectu- el diálogo de la Reina con esta perspectiva, Las Casas
ra deconstructiva de la Historia Luis de Santángel, quien prueba ser uno de los
de las Indias de Bartolomé de las estaba haciendo el trámi- mejores escritores, si no
Casas: la transformación retórica te para Colón) ni […] las el mejor, de prosa creativa
de los hechos en ficción” y tradu- palabras de aquéllos pudie- en español de su tiempo y
cido por Lizbeth Concha Dimas; ron haber sido grabadas uno de los mayores contri-
en él, Himelblau identifica la for- o registradas por ningún buyentes en la innovación
mación retórica ciceroniana de medio en el momento en de la narrativa española
Bartolomé de las Casas, así como que fueron dichas (a fines del siglo XVI (p. 217).
la influencia que tuvo el historia- de 1491 o principios de
dor judío Flavio Josefo (37-95 d. 1492). Más aún, sin citar De la primera parte de El lengua-
de C.) en la educación de este frai- alguna fuente conocida, je florido…, “La tradición retó-
le dominico, alejado de los histo- pareciera que el autor se las rica indígena ayer y hoy”, se
riadores clásicos que mezclaban arregla de algún modo para distingue el texto “El lenguaje del
fábulas y ficciones erróneas en obtener, después de 1527, poder entre los mayas antiguos”,
un ‘lenguaje verboso, elocuen- cuando habían transcurri- de Ramón Arzápalo Marín, de la
te y abundante de palabras’, con do ya veintisiete o veintio- Universidad Nacional Autóno-
lo cual, a final de cuentas, enga- cho [sic] años, las palabras ma de México, quien nos infor-
ñaban a sus lectores. Himelblau dichas por los personajes ma de la historia de la lengua
refiere que De las Casas se iden- en su prístino estado oral, maya a partir del lenguaje cifra-
tificaba con aquellos hombres y presentarlas, verbatim, en do denominado suyúa, el mismo
sabios que habían sido partíci- forma escrita para el rego- que se menciona explícitamen-
pes u observadores de los hechos cijo de toda la posteridad te en los libros Chilam Balam y
y poseían una integridad intelec- (p. 217). El Ritual de las Bacabes. El autor
tual y ética que daba credibilidad hace una traducción directa de
a sus narraciones. Sin embargo, Aporías, metátesis temporales, los textos que trabaja, puesto que
al analizar los hechos narrados errores en su anamnesis y un no se fía de “las fragmentarias,

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insuficientes y, a menudo, fal- y el vestido, ante mí” Aquí es donde, ¡oh fuego!
seadas traducciones de los textos “Así ha de ser, padre mío”. Te asé los ojos.
coloniales, debido en gran medi- Lo que solicita Y luego te asé todo.
da a los escasos conocimientos de es una pava [fe luna] Maldito diente: ¡el
las figuras contenidas en el regis- Para comérsela. coño de la madre
tro empleado por los cultos sacer- En cuanto a bajarle la enagua de tu miembro! (p. 89).
dotes mayas” y, además, “las y el vestido
interpretaciones de los hechos significa quitarle las plumas El médico sacerdote se expresa
históricos, basadas en dichas tra- para asarla de modo irreverente, refirién-
ducciones” (p. 83) impiden com- y comérsela. dose al ámbito religioso, por lo
prender de manera verídica los Es lenguaje de Suyúa. que “dentro de los parámetros
textos. Veamos sólo un ejemplo etnocéntricos de algunos estu-
del Chilam Balam de Chumayel, [Manuscrito Chumayel: diosos de la lengua maya” (p.
que consta de “acertijos de rico 40, trad. de R. Arzápalo] 89) no se comprendía el texto
contenido en metáforas”: (pp. 85-86). y, ahora, Ramón Arzápalo lo
explica: se trataba de un médi-
Mehene, Aquí el inquisidor tiene una acti- co sacerdote que maldecía a la
ca a talez ten tud de clara superioridad social y deidad maligna, pues el tex-
huntul cħuplal su interlocutor está al comienzo to tiene por nombre Para los
hach cichpam del proceso iniciático celebrado gusanos en las muelas.
hach zac u uich antes de la llegada de los euro- El autor termina con una
hach yan [uol] <uool> tii. peos a la península de Yucatán. profecía inquietante, en su opi-
Uay in pulic u pic Es obvio que los conquista- nión, tal vez al inicio de este
[y] <yeetel> yipile tin tane. dores impidieron la escritura en milenio renacería la etnia ahau
Cay bacac be, yume. la lengua original y “la noble- katun, que aparece en alguno
Hex lic u katic za indígena iba desaparecien- de los textos analizados, y sos-
huncot ix tux ulum do oficialmente a medida que el tiene que quizás se sienta ya el
u hantante. aparato administrativo español arribo del Katun.
Hex u pulic u pice ocupaba estratégicamente todos El artículo de June Nash,
[y] <yeetel> yipile, los puestos de poder” (p. 85). Un de la Universidad de Chicago,
lay u thocol u kukmele pasaje muy interesante de este podría unirse ahora, empezan-
ca tun kaktabac estudio tiene que ver con los ras- do con la expresión ‘ya basta’,
u tial hanal. gos característicos del lengua- de raíz maya, que los zapa-
Zuyua than. je de suyúa, lleno de metáforas, tistas revolucionarios de las
donde hay profecías o curacio- cañadas de la selva Lacan-
“Hijo mío, nes, como en el siguiente texto: dona formularon hace vein-
ve a traerme te años en varias lenguas,
a una joven 115 La tah kakil incluida el español. La preten-
muy bella 116 tin [kelci] <keelci> a uich. sión de los zapatistas es “for-
y de muy blanco 117 Ca tin kelheche. mar una sociedad pluricultural
semblante; 118 Co y pluriétnica en la que puedan
tengo deseos de ella. <pel u naa> vivir sin jerarquías de domina-
Aquí he de bajarle la enagua 119 ta uach ción” (p. 176). Sin embargo, el

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trabajo realizado por Nash tie- la enseñanza de la retórica y que
ne que ver con la nomencla- Isócrates, rétor y maestro ilustre
tura retórica de los elementos de la misma disciplina, defendía
contrapuestos: el antiguo PRI a capa y espada la soberanía del
que usaba un lenguaje distin- logos, considerándolo útil para
to al de los partidos de oposi- la participación política activa y
ción, mientras que la sociedad para la historia, y la literatura;
civil transnacional se articula- pero también nuestros indios,
ba en inglés y en algunas len- sin manuales de retórica, y sin
guas romances, de allí que el haber concebido el mundo a la
título sea ilustrativo y aclare manera occidental, expresaron
las circunstancias que aún per- lo mismo: “Si alguna cosa te es
sisten en Chiapas: “‘La celebra- dicha, te es comunicada, bien la
ción de la palabra’ versus ‘Una escucharás, bien la pondrás en tu
guerra de tinta e internet’: la corazón, para que no la olvides y
retórica de la rebelión de Chia- obres bien. No le darás vuelta, no
pas”. Para recordar nuestra his- la desdeñarás, no la rechazarás,
toria reciente vale la pena leer no le harás desaire: es ella la
este artículo. palabra” (p. 39). LC
Para finalizar, debo decir
que el apartado con el que ini-
cia el libro constituye un clásico Referencia
ejemplo de claridad, serenidad
Antonio López Eire (2004), “Prólogo”, en
y emotividad del muy ilustre Tatiana Bubnova y Luisa Puig (edito-
nahuatlaco Miguel León-Porti- ras), Encomio de Helena. Homenaje a
Helena Beristáin, México, UNAM, Ins-
lla, quien retoma los famosos tituto de Investigaciones Filológicas,
Huehuetlatolli, que contienen col. Ediciones especiales, núm. 33.
consejos, muestras del cami-
no y elementos persuasivos y
nos siguen emocionando has-
ta ahora por su difrasismo tra- Silvia Aquino López. Maestra en Letras
dicional como águilas o tigres, Clásicas por la Universidad Nacional Au-
tónoma de México. Investigadora asocia-
para los guerreros; flor o canto, da de tiempo completo en el Instituto de
para la poesía; el aliento o la Investigaciones Filológicas de la UNAM.
Sus líneas de investigación están centra-
palabra, para la enseñanza. Y
das en la lengua y la literatura griegas,
constituyen “un legado de una desde el siglo IV, épocas helenística y
literatura en verdad universal: helenístico romanas, hasta los inicios del
cristianismo. Ha estudiado y traducido
la de todos los tiempos, todas al español los Seis discursos judiciales
las lenguas y todos los seres de Isócrates (prosa, retórica y argumen-
tación) y los mimiambos de Herodas.
humanos” (p. 39). Actualmente imparte las asignaturas de
Bien es cierto que los Literatura griega III y IV en la Facultad
de Filosofía y Letras. Secretaria de redac-
antiguos griegos crearon los
ción de la revista Nova Tellus, Anuario
manuales metodológicos para del Centro de Estudios Clásicos.

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