1- Que vienen los presentes actuados a conocimiento de este
Tribunal de Casación Penal a fin de resolver el Recurso de Queja articulado por el Dr.Germán A. CORONEL, defensor de los imputados Alvaro Cristián TREPPO, Sara Carina ZAPATA y de Darío Alexis MONZÓN contra el pronunciamiento efectuado por los Sres. Vocales del Tribunal de Juicio y Apelaciones de esta ciudad, Dres. María Carolina CASTAGNO, Gustavo PIMENTEL y Elvio GARZÓN quienes en fecha 22 de noviembre de 2019 declararon inadmisible el recurso de casación interpuesto por el Dr. Germán CORONEL contra la resolución de fecha 12 de noviembre de 2019 dictada por ese Tribunal. En primer lugar señaló la inconstitucionalidad del art. 46 – última parte – del C.P.P. en la que aparece una limitación recursiva de la letra del código procesal penal sancionado por el legislador entrerriano, en el art. 46 – in fine – del CPP, que deja “sin recurso alguno” al imputado frente a la decisión del tribunal a quo que resuelve en instancia única y contradictoria, el rechazo de la recusación ante el juez de garantía, lo que viola ostensiblemente el principio constitucional del “doble conforme”. Destaca que se trata de una garantía mínima, la de la doble instancia y la del juez imparcial, que debe observarse en los procesos penales para toda persona inculpada de delito. Menciona que la jurisprudencia en la que el Máximo Tribunal ha declarado la inconstitucionalidad de una norma procesal que impedía la segunda instancia o el doble conforme y que no daba la adecuada garantía señalada, al imputado de delito. En segundo lugar realiza una breve reseña de los antecedentes del caso refiere que en fecha 03.10.2019 dedujo incidente de recusación ante el Dr. Bonazzola, en razón de encontrase incurso en las previsiones del art. 38 inc. a) del CPP, atento a que en la misma causa, ya se había expedido (negativamente) sobre una solicitud de sobreseimiento, lo que lo colocaba en estado de manifiesta imparcialidad objetiva para resolver nuevamente dicha solicitud de esta defensa. Manifiesta que en fecha 24.10.2019, el Dr. Bonazzola rechazó su recusación y elevó el incidente para el tratamiento en apelación al Tribunal de juicio y apelaciones Nº 7 de Paraná el que en fecha 12.11.2019, resolvió rechazar el planteo recusatorio formulado. Señala que contra dicha resolución, el día 20.11.2019 dedujo Recurso de Casación, solicitando a dicho tribunal que “oportunamente haga lugar formalmente al Recurso de Casación Penal deducido, previa declaración de inconstitucionalidad del art. 46 – última parte – del CPP". En tercer lugar se refiere a la admisibilidad formal del recurso destaca que la resolución equiparable a definitiva recaída en estos autos denegó arbitrariamente la concesión del recurso deducido por esa defensa técnica, en el excesivo rigor formal de una interpretación del C.P.P., sin tener en cuenta “según su sana discrecionalidad” y los precedentes del mismo tribunal a quo, máxime si se tiene presente la trascendencia institucional del tema en debate, circunstancia que torna ineficaz la posible apertura de la vía extraordinaria que se intenta e impide descalificar a la sentencia de arbitraria. Afirma que el criterio sustentado por el Tribunal de la causa no ha sido debidamente fundado y, por ende, el recurso ha sido mal denegado. Entiende que tal afirmación dogmática lesiva debe ser descartada de plano, y enmendarse por este tribunal, ya que surge de forma palmaria que la resolución cuestionada trae consigo un agravio irreparable a sus defendidos, que se vincula con la circunstancia de habérseles denegado en forma arbitraria la posibilidad de que este tribunal pueda revisar por medio del recurso, el fallo o resolución que oportunamente resolvió declararlo inadmisible, y por el cual quedó confirmada la sentencia de grado que rechazo el pedido de recusación del Dr. Bonazzola frente a una situación especial, ya juzgada por este en contra de sus defendidos de forma injusta e ilegítima. En consecuencia se trata de una resolución equiparable a una sentencia definitiva, porque no evita que sus defendidos sean escuchados en la instancia del art. 397 y s.s. y conc. del C.P.P. (pedido de sobreseimiento) por el mismo juez que ya resolvió en una instancia anterior una solicitud de sobreseimiento en la misma causa, conforme lo reconoció el juez recusado en su resolución desestimatoria. Entonces concluye en que cuestionada la “imparcialidad objetiva” del juzgador, se exige una consideración inmediata en tanto ello constituye la única oportunidad para su adecuada tutela, purgando el vicio grave de nulidad que pudiera ostentar este juicio, en atención al “temor de parcialidad” que padecen sus defendidos. Destaca que el pronunciamiento impugnado por motivos excesivamente ritualistas, conlleva sin más a que se cierre indefectiblemente toda posibilidad de que los recurrentes puedan conseguir la apertura de la vía casatoria a efectos de acudir a este tribunal para que revise una sentencia o resolución donde se han visto lesionadas concretas garantías constitucionales de un modo arbitrario, temática que merece ser puesta en conocimiento y decisión de éste Tribunal por su trascendencia. Indica que el fallo o resolución recurrido encuadra entre los previstos en el art. 511 y conc. del CPP, ya que se trata de una resolución equiparable a una sentencia definitiva del Tribunal a quo que viola, en lo que es materia de agravios, la ley adjetiva con menoscabo a derechos sustanciales de sus defendidos, en razón que ha ignorado la revisión de los planteos legítimos en la instancias correspondientes, incurriendo en un excesivo rigor formal, frustrando además el segundo conforme, declarando arbitrariamente inadmisible la posibilidad de recurrir el auto que confirmo la cuestionada resolución del juez de garantía que se declaró competente y rechazo la recusación objetiva fundada y formulada por esta parte. Agrega que no se ha tratado adecuadamente la inconstitucionalidad deducida, ya que se observa de sus argumentos que, en las condiciones expresada y con gran dogmatismo al repasar doctrina constitucional para concluir que se trata de la “última ratio”; la misma se apoya en argumentos que le otorgan fundamentos sólo “aparente”. Señala que el tribunal en el punto 3.2) de dicha resolución cuestionada por esta Queja, manifiesta que no se observa en el este caso “la incompatibilidad denunciada entre la normativa procesal atacada -art. 46 in fine CPP, que consagra la limitación recursiva frente al rechazo de planteo recusatorio, y las garantías constitucionales denunciadas como conculcadas, del doble conforme y del juez imparcial, con lesión a la tutela judicial efectiva...”. Menciona que vuelve sobre los fundamentos de su resolución cuestionada por casación, incurriendo en el vicio del excesivo rigor formal al considerar que Bonazzola, en definitiva, al no ser el juez que dictará “sentencia en la presente causa”, no sería recusable o su recusación sería “inocua”, lo que denota que dicho razonamiento judicial, peligroso en un Estado de Derecho bajo la tutela de los tratados sobre derechos humanos; aparece como una afirmación voluntarista y dogmática (no tiene sustento legal), toda vez que se omite el más elemental análisis de las cuestiones esenciales planteadas con respecto a la pretensión de sus defendidos, ya que las mismas se encuentran huérfanas de todo apoyo legal, por lo que mueve necesariamente a recordar que el examen de la concurrencia del recaudo aludido pide una apreciación atenta de la realidad comprometida con el objeto de establecer cabalmente si las secuelas que llegan a producir los hechos que se pretenden evitar (el temor a la imparcialidad en una etapa del proceso crucial), pueden restar eficacia al reconocimiento de los derechos en juego, operado por una sentencia posterior (Fallos: 306:2060, consid. 10). Refiere de ahí que el pronunciamiento recurrido, se vuelve en este aspecto, falto de argumentación que respalde la desestimación adoptada, con violación a los principios que se desprenden del art. 65 de la C.P. y 18 de la C.N. Sostiene que el desconocimiento de los derechos invocados, se dan por el sólo hecho – como lo ha dicho el fiscal – de no estar en presencia de una sentencia condenatoria o resolución equiparable, lo cual dicen que “no sucede en el presente caso”. Refiere que se ha ignorado el principio de la tutela judicial efectiva y el acceso irrestricto a la justicia de manera grave porque se trata de jueces del sistema democrático provincial, que deberían aplicar la convencionalidad de los tratados sobre DD HH que también son derecho interno conforme las previsiones del art. 75 inc 22 de la C.N. Y el art. 1.1. de la CADH, no existiendo en el caso “margen de apreciación nacional”. Concluye que la expresión “equiparable a definitiva”, implica desde la perspectiva legal del fallo, qué efectos o consecuencias se siguen para el legitimado que se agravia, ya que la resolución o sentencia recurrida ha privado en el caso a los imputados del “doble conforme” por argumentos arbitrarios, dogmáticos y aparentes de excesivo rigor formal frente a un agravio de falta de motivación del auto apelado, que le resta o priva a sus defendidos del análisis en la etapa procesal correspondiente de la posibilidad real de un acto judicial libre de parcialidad y de la culminación anticipada del caso. Destaca que ello afecta y repercute en su línea de defensa en su proyección sobre el interés o la posición jurídica del afectado por la trascendencia de la decisión, ya que se alza dicha resolución recurrida del juez a quo con aptitud eventual para adquirir eficacia de cosa juzgada (al igual que la resolución recurrida), en atención a los agravios expuestos, ya que no se ha tenido en cuenta o no se ha considerado que éstos, puede no ser susceptible de ser atendidos en ulterior y reiterado planteo, habiendo sido desestimado sin fundamentación alguna. Efectúa Reserva del Caso Federal y culminan peticionando se haga lugar a la Queja articulada declarando que el Recurso de Casación fue deducido dentro del plazo previsto por el art. 512 del CPP. 2- Atento constancias adjuntas por el presentante, el recurso de queja en cuestión ha sido presentado en legal término, de acuerdo a las prescripciones del art. 520 del Código de forma (Ley 10317).- 3- Efectuada la consideración precedente y entrando al análisis de la cuestión traída a resolver, esta Cámara de Casación Penal, en orden al sistema de control de admisibilidad recursiva establecido por el ordenamiento procesal vigente, tiene dicho que: "El Capítulo I del Libro Cuarto, establece como su título lo indica, las disposiciones generales para todos los recursos. Estas normas contienen los requisitos que se deben verificar cuando se interponga cualquier tipo de recurso. Ese primer control lo debe hacer el organismo ante el cual se presenta el remedio impugnativo a fin de constatar: que se recurrió por el medio y en los casos expresamente establecidos en el Código, que lo interpuso un sujeto legitimado, en las condiciones de tiempo y forma determinadas, con específica y separada indicación de los motivos en que se sustenta. (...) Ahora bien, sin perjuicio del examen preliminar mencionado, el art. 495 establece que el Tribunal que debe resolver el recurso también debe examinar lo relativo al plazo de interposición, a la legitimación del recurrente, a la observancia de las formas prescriptas y a la procedencia de la vía recursiva intentada. Una interpretación armónica y razonable de la legislación, indica que la intención del legislador ha sido justamente que se realice un doble control para evitar la tramitación de recursos manifiestamente improcedentes, y para asegurar que al Tribunal de Alzada ingresarán sólo aquellos recursos que reúnan todos los elementos para ser considerados tales; y entonces -de este modo- logra hacerse operativa la disposición del art. 496, que establece que sólo serán objeto de conocimiento del Tribunal que deba resolver: los motivos de la interposición del recurso -que varían según el medio de que se trate- y las causales de nulidad absoluta." Colazo Daniel Enrique - Homicidio simple agravado por el empleo de un arma de fuego en concurso real con portación de arma de fuego de uso civil condicional asimilable a la de guerra s/RECURSO DE CASACIÓN", resolución del 22/12/2015.- Entonces, corresponde determinar si efectivamente nos encontramos ante un planteo recursivo inadmisible, como lo entendieron los Dres.CASTAGNO, PIMENTEL y GARZÓN, al ejercer el control de admisibilidad de la resolución oportunamente notificada a la defensa que declara inadmisible la vía casatoria. Allí sostuvieron que no se trata de una sentencia definitiva, como así que tampoco resulta factible interpretar que se trata de una resolución de la que, excepcionalmente, pudiera ser asimilada por sus peculiares efectos a una sentencia definitiva, en tanto el rechazo de una recusación no pone fin a la acción, ni a la pena, ni hace imposible la continuación de las actuaciones, ni tampoco deniega la extinción, conmutación o suspensión de la pena. En este punto afirmaron que no se desconoce el precedente "LLERENA" (Fallos: 328: 1491) en el cual el máximo Tribunal expresó que la decisión relativa a la imparcialidad objetiva del Tribunal, resulta equiparable a sentencia definitiva en tanto produce un perjuicio de tardía e insuficiente reparación ulterior, ya que se cuestiona la imparcialidad objetiva del juzgador en un momento determinado del proceso, que por su naturaleza exige una consideración inmediata en tanto constituye la única oportunidad para su adecuada tutela (Fallos: 316:826 y sus citas; 322:1941, disidencia de los jueces Boggiano y Fayt, y 326:3842, disidencia de los jueces Maqueda y Vázquez). Mencionaron que la garantía constitucional de imparcialidad objetiva del Tribunal y la necesidad de evitar toda dilación indebida del proceso imponen, a su vez, que el enunciado legal que impide la recurribilidad de las decisiones que resuelven una recusación (art. 46 in fine del C.P.P.), sea objeto de una interpretación conforme a tales máximas, para que los excepcionales casos en que la recusación planteada se vincule de manera inmediata con la mentada imparcialidad objetiva, no queden comprendidos dentro de las decisiones que la referida disposición proclama irrecurribles. Agregaron que el recurrente ha puesto en tensión la constitucionalidad de la referida norma procesal aplicable, a saber el art. 46 in fine del C.P.P., al considerarla violatoria de principios constitucionales del "doble conforme" y del "Juez imparcial", con lesión a la tutela judicial efectiva (arts. 18, 19, 28 y conc. de la Const. Nac. y art. 65 Const. Pcial.); que genera consecuencias para la suerte del recurso. Destacaron que ante tal planteo de inconstitucionalidad, se debe recordar una vez más, como lo ha dicho reiteradamente nuestro máximo Tribunal, que el control de Constitucionalidad de nuestro Poder Judicial, debe ejercitarse con mesura (cfr. ALEXY, R. en "Ponderación, Control de Constitucionalidad y Representación", en LL, 9/10/08), pues la declaración de inconstitucionalidad es la última instancia del ordenamiento jurídico, toda vez que para decretar la invalidez de una norma deben mediar motivos reales que así lo impongan una demostración concluyente de su discordancia sustancial con los preceptos de la Constitución que se dicen vulnerados. Indicaron que surge claro, que sólo cuando se encuentra cuestionada la futura intervención de un juez o cámara, que ya tuvo participación en otra instancia del proceso, como tribunal de juicio, se encuentra prima facie activada la garantía a fin de reconocer la impugnabilidad objetiva de la decisión que resuelve en sentido adverso a la pretensión de la parte, extremos, que no se verifican en el caso bajo examen.- Refirieron que conforme éste Tribunal se pronunció en la resolución cuestionada, la intervención del Dr. BONAZZOLA como Juez de Garantías consistió en denegar el pedido de sobreseimiento de los asistidos del Dr. CORONEL, decisión que adoptó en el ejercicio de su potestad jurisdiccional, y si bien implicó la obligación para los justiciables de seguir sometidos a proceso, resulta incuestionable que tal decisión no pone fin al mismo, pues no reúne, por regla, la calidad de sentencia definitiva, conforme lo ha expresado reiteradamente la CSJN (Fallos 298:408) y, en especial, caso "ROMERO FERIS" del 02/12/2008, del cual se extrae que: "las resoluciones cuya consecuencia sea la obligación de seguir sometido a proceso criminal no reúnen, por regla general, la calidad de sentencia definitiva". Explicaron que ese tipo de decisiones queda fuera del ámbito del "agravio irreparable", pues el ordenamiento procesal garantiza el derecho de defensa que le asiste a los imputados, toda vez que prevé la posibilidad de efectuar nuevamente el planteo respectivo no solo en la oportunidad prevista en el art. 404 C.P.P., luego de ser notificado del requerimiento de remisión de la causa a juicio formulado por la Fiscalía; sino también en la instancia plenaria, ya que tratándose de una cuestión de fondo, como lo es la atipicidad de la conducta, es factible que sea analizado con mayor debate y rigor durante la etapa del contradictorio, donde deberá darse con toda amplitud la contradicción de partes y la incorporación definitiva del material probatorio. Indicaron, que aún en el marco de la audiencia de remisión a juicio, que contempla la norma del art. 405 C.P.P. el legislador impone al Juez de Garantías, que “El juez evitará que en la audiencia remisión a juicio se discutan cuestiones que son propias del juicio oral y resolverá exclusivamente con la prueba que presenten las partes”, conforme lo prescripto en el párrafo quinto de la norma de mención, siendo terminante al establecer la irrecurribilidad del auto de remisión a juicio, dejando sólo a salvo la posibilidad de impugnación de la sentencia definitiva que se dictare luego del contradictorio, lo cual reitera en el art. 403 in fine C.P.P. Agregaron que el pedido de apartamiento del Dr. Bonazzola del modo como fue propuesto por el recurrente, no se basó en rigor en la causal por él invocada, pues la decisión denegatoria del pedido de sobreseimiento adoptada por el Juez de Garantías lo fue en el ámbito de las funciones que le asisten, por una vía que es la prevista por la ley en garantía de los derechos comprometidos, circunstancia que mal podría constituir prejuzgamiento o afectar su imparcialidad. Sostienen que deviene evidente que no se está en presencia de aquellos casos en los que se verifica la inmediata conexión de la recusación con la garantía de imparcialidad objetiva, y en consecuencia, queda debidamente activado el enunciado legal que establece la irrecurribilidad de la resolución que resuelve sobre el planteo recusatorio (art. 46 in fine C.P.P.), pues aquí no se discute la futura participación de un magistrado que debe dictar sentencia, al resultar obvio, atento al sistema acusatorio vigente en ésta jurisdicción, que no será el Dr. Bonazzola quien en definitiva juzgará en instancia de juicio a los imputados y emita un juicio de certeza por carecer de dicha competencia, al ser un Juez de Garantías, como acertadamente sostuvo el mismo en su descargo "...no he dictado ni habré de dictar sentencia en la presente causa ..." (cfr. fs. 7/9). Mencionan que ello lleva a su vez a descartar de plano la colisión de la norma procesal con la garantía del "doble conforme" establecida por el art. 8, párrafo 2° inc. h de la "Convención Americana de Derechos Humanos", pues ésta tal como correctamente lo señala el Sr. Fiscal en su dictamen, aún analizada del modo más extensivo posible conforme doctrina y jurisprudencia nacional e internacional, está referida a sentencias condenatorias o resoluciones equiparables, lo cual no sucede en el presente caso. 4- Ahora bien, teniendo en cuenta los fundamentos de la declaración de inadmisibilidad de la concesión del recurso de casación y los agravios reseñados, advertimos que el recurso de casación ha sido declarado inadmisible de manera correcta y enjundiosamente fundada. En efecto tal como lo sostuvieron los vocales en su resolución, a cuyo fundamento me remito en su totalidad, no se trata de una sentencia definitiva, como así tampoco resulta factible interpretar que se trata de una resolución que, excepcionalmente, pudiera ser asimilada por sus peculiares efectos a una sentencia definitiva, en tanto el rechazo de una recusación no pone fin a la acción, ni a la pena, ni hace imposible la continuación de las actuaciones, ni tampoco deniega la extinción, conmutación o suspensión de la pena. Tampoco se está en presencia de aquellos casos en los que se verifica la inmediata conexión de la recusación con la garantía de imparcialidad, no se discute la futura participación de un magistrado que deba dictar sentencia en una causa en la que ya intervino, como ocurrió en los casos citados por el recurrente resueltos por la Suprema Corte. La irrecurribilidad de las decisiones por las cuales se deniega la recusación de los jueces naturales, tiene como razón fundamental no dejar librado a intereses partivos la aplicabilidad de tan caro principio y la alegación de inconstitucionalidad de una norma, por la gravedad que supone, debe superar el carácter de una mera alegación genérica. Por las razones expuestas se impone el rechazo de la queja en examen.- Por ello, SE RESUELVE: I- RECHAZAR el Recurso de Queja articulado por el Dr.Germán A. CORONEL, defensor de los imputados Alvaro Cristián TREPPO, Sara Carina ZAPATA y de Darío Alexis MONZÓN. II- IMPONER las costas causídicas al recurrente vencido (arts.583 y ccdtes del CPPER.).- III- COMUNICAR al Tribunal recurrido lo aquí resuelto, con remisión de copia íntegra de la presente.- IV- Protocolícese, notifíquese y, oportunamente, archívese.-