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RESUMEN
INTRODUCCIÓN
La vida en sociedad ha acarreado siempre, desde sus más primitivas manifestaciones, una
constante contraposición de intereses, lo cual trae como consecuencia la inminente existencia
de conflictos. Para ellos el Derecho ha desplegado todo tipo de mecanismos para su resolución
y para el mantenimiento del orden social, siendo necesario sujetarse a una serie de normas y
reglas que conducirán a que las partes logren solucionar las diferencias que tengan. Estos
intereses contradictorios darán inicio al proceso a través de la propuesta de la solución de un
conflicto. El encargado de dirigir el proceso y quien por consiguiente tiene la labor más
importante es el juez, quien se va enfocar en condensar los intereses en una decisión final,
siendo esta una clara manifestación de autoridad y voluntad autónoma. Pues bien, es necesario
aclarar que no solo la jurisdicción se encargará de dirimir el conflicto y atender esta pretensión
principal que le dio inicio, sino también existen pretensiones cautelares. Esto responde a la
resistencia que puede surgir de adoptar las medidas que se definieron en la sentencia; así que,
de esta forma, mientras se define la pretensión, se busca asegurar su eficacia. El siguiente
trabajo tendrá entonces como objetivo el tratamiento de estas medidas cautelares, las cuales
guardan una íntima relación con todo tipo de proceso y pretensiones, así como también las
condiciones y consecuencias que acarrea su presencia. De esta manera, a través de la consulta
a diversos trabajos y bibliografía certificada, lograremos describir el panorama del Derecho
actual en el país y criticar de igual forma su continuo desarrollo. La ambición de este trabajo es
meramente informativa, además que intenta cumplir con la tarea impuesta de descifrar la
incógnita propuesta sobre las medidas cautelares ejecutadas antes del inicio del proceso
principal cuando la demanda es rechazada. La lectura de este trabajo de investigación permitirá
poseer un elemento de juicio adicional sobre las problemáticas que no solo afectan a las
personas inmersas en el mundo jurídico, sino también a aquellas que, si bien están alejadas de
esta materia, por ser parte de una sociedad que se mueve sobre el tapiz del Derecho es
totalmente recomendable que las conozcan. Las conclusiones a las que se lleguen son materia
de debate y de una sana reflexión sobre el funcionamiento nuestras instituciones jurídicas.
Primeramente, debemos recalcar en todo sentido la finalidad que deben cumplir las medidas
cautelares, que es la de asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva. De esta forma en
nuestro ordenamiento se expresa esta finalidad en el artículo 608° del Código Procesal Civil:
“Todo juez puede, a pedido de parte, dictar medida cautelar antes de iniciado un proceso o
dentro de éste, destinada a asegurar el cumplimiento de la decisión definitiva.” La misma
finalidad se puede verificar en el artículo 618° del Código Procesal Civil, la cual expresa: “Además
de la medida cautelar regulada, el Juez puede adoptar medidas anticipadas destinadas a evitar
un perjuicio irreparable o asegurar provisionalmente la ejecución de la sentencia definitiva.”
INICIATIVA
Las medidas cautelares se promueven a iniciativa de parte, siendo esto confirmado por el
artículo 608°, el cual establece que podrán ser dictadas a pedido del litigante; además del
principio general del art. IV del Título Preliminar del C.P.C
Sin embargo, el magistrado está habilitado para para dictar sin pedido de parte las medidas de
seguridad indispensables para evitar la caída de un bien en situación de ruina o inestabilidad.
Hay que resaltar la diferencia entre una medida cautelar decretada por la iniciativa del juez y
otra la facultada judicial de, una vez planteada la pretensión cautelar, cambiar el tipo de la
requerida disponiendo otra, para evitar el abuso del derecho de quien formuló la solitud.
De manera regular la medida cautelar se solicita al tiempo o luego de iniciado el proceso por la
parte actora. O bien por quien piensa deducir demanda o en general por el que busca proteger
su derecho al sentirlo amenazado o afectado. De igual forma el que cree que será demandado
podría en ciertas ocasiones intentar una cautelar destinada a tratar de impedir que el eventual
actor concrete su propósito.
Se considera la posibilidad de que las medidas cautelares pueden ser pedidas con relación a las
costas y costos del juicio por quien resultar acreedor a los mismos, sea actor o demandado.
OPORTUNIDADES GENERICAS
El decreto de las medidas cautelares puede variar según el momento en el que se dan, antes o
después de la promoción de la demanda. De esta manera se puede utilizar estas medidas de
manera previa a la iniciación del juicio o durante el mismo. Ahora bien, hay que tener en cuenta
la naturaleza de la medida, ya que en algunas ocasiones se impone que solo se presente después
de iniciada la demanda.
OPORTUNIDADES ESPECIFICAS
1
CONCESIÓN DE RECURSOS. – Ley autoriza a quien ha obtenido sentencia favorable a pedir
medida cautelar, aun cuando la misma se encontrase impugnada; esto se determina en el
artículo 615° Caso especial de procedencia. Es procedente el pedido de medida cautelar de quien
ha obtenido sentencia favorable, aunque fuera impugnada. El pedido cautelar se solicita y
ejecuta en cuerda separada ante el Juez de la demanda, con copia certificada de los actuados
pertinentes, sin que sea preciso cumplir los requisitos exigidos en los incisos 1 y 4 del artículo
610°
PRESUPUESTOS Y CARACTERES
El requerimiento para las medidas cautelares son los siguientes presupuestos; los cuales se
pueden dividir en presupuestos de procedencia y de efectivización. Los primeros no configuran
requisitos sino situaciones básicas cuya existencia es imprescindible par que los pedidos puedan
ser concedidos. Los presupuestos son tres: verosimilitud del derecho, peligro en la demora y
otros motivos justificantes.
La medida cautelar tiene como tiempo de duración natural el del proceso hasta el cumplimiento
efectivo de la sentencia o si se hubiere desestimado la pretensión principal, hasta que quede
firme. Tal el principio sin perjuicio que la ley pueda establecer otras soluciones (art. 625° C.P.C)
En el artículo 625° C.P.C se establece el límite de duración de una sentencia cautelar: Toda
medida cautelar caduca a los dos años de consentida o ejecutoriada la decisión que amparó la
pretensión garantizada con esta. La caducidad opera de pleno derecho, siendo inimpugnables
los actos procesales destinados a hacerla efectiva.
Toda medida cautelar caduca a los cinco años contados desde la fecha de su ejecución.
INCUMPLIMIENTO DE CARGAS
MEDIDAS FUERA DEL PROCESO. – Ley impone cargas cuyo incumplimiento significa la caducidad
de la medida cautelar efectivizada u ordenada. Sí, si la medida fue pedida y ejecutada antes de
la iniciación del proceso, dentro de los diez días posteriores a este acto el beneficiario debe
interponer la demanda ante el mismo juez. Si no se interpone oportunamente o es rechazada
liminarmente, la medida caduca de pleno derecho.
En el caso de que se ejecute la medida antes de iniciado el proceso principal, el beneficiario debe
interponer su demanda ante el mismo juez, dentro de los diez días posteriores. Cuando el
procedimiento conciliatorio extrajudicial fuera necesario para procedencia de la demanda, el
plazo para la procedencia se computará a partir de la conclusión del procedimiento conciliatorio,
el cual deberá ser iniciado dentro de los cinco días hábiles de haber tomado conocimiento de la
ejecución de la medida.
La medida cautelar fuera del proceso es aquella que se solicita en momento previo a la
interposición de la demanda, pudiendo tramitarse y ejecutarse antes de que esta se presente
ante el órgano jurisdiccional. Esta obedece a la urgencia del mandato cautelar por ser inminente
el perjuicio que se quiere evitar con ella o potencial peligro en la demora.
Quien tiene competencia para dictar una medida cautelar antes de la iniciación es el Juez
competente por razón de grado para conocer la demanda próxima a interponerse. El artículo
608° del C.P.C establece que: El juez competente para dictar las medidas cautelares es aquel que
se encuentra habilitado para conocer las pretensiones de la demanda, pudiendo, a pedido de
parte, dictar medida cautelar antes de iniciado el proceso o dentro de este. Además, que todas
las medidas cautelares fuera del proceso, destinadas a asegurar la eficacia de una misma
pretensión, deben solicitarse ante el mismo Juez, bajo sanción de nulidad de las resoluciones
cautelares dictadas.
BIBLIOGRAFIA
Armando Rivas A. Las medidas cautelares en el Derecho peruano. Lima: Jurista Editores; 2005
Hinostroza Minguez A. Comentarios al Código Procesal. Lima: Instituto Pacífico S.A.C; 2016