SEMBLANZA

Buenas Noches:

Señores miembros de la Mesa de Honor, Queridos padres de Familia, Compañeros,

amigos e invitados todos. Hoy estamos reunidos aquí por un motivo muy especial,
que es culminación de nuestros estudios en esta noble y reconocida UNIVERSIDAD
NACIONAL DE INGENIERÍA,

Permítannos empezar agradeciendo a nuestros padres y familiares que siempre

confían en nosotros y que no estuviéramos acá si no fuera por ellos y a nuestros
profesores quienes han significado una pieza clave en nuestra formación, sin cuyo
esfuerzo dedicación y aliento no hubiésemos podido alcanzar nuestros objetivos.

Hoy les contaremos la historia de cómo fueron nuestros 5 años en la universidad y

como no mencionar las situaciones más anecdóticas y vivencias más resaltantes
por los miembros de nuestra promoción aquí presentes.

Empezaremos recordando cómo fue nuestra llegada a la universidad, la gran

mayoría tuvo que pasar primero por la academia, otros más afortunados ingresaron
directo de colegio; algunos ingresaron a la primera, a otros le gustaba mucho la
academia; pero lo que todos tenemos en común es el gran esfuerzo que cada uno
de nosotros realizamos para ingresar a la universidad.

Algunos de nosotros ya se conocían, por las clases introductorias que tuvimos

previamente. Todos entusiasmados nos dirigimos a nuestra primera clase, que era
Física 1; ahí aprendimos que las cosas no serían fáciles en la universidad.
Recordemos cuando dimos nuestro parcial, fue una total masacre, todos
terminamos deprimidos y pensábamos que jamás pasaríamos tal curso; después
de este suceso, muchos del código ya no volvieron a aparecer hasta el día de los
exámenes finales. A medida que pasaban los ciclos nos íbamos haciendo amigos y
formando grupos; ya podíamos conocer cómo era cada uno, quién era la más
estudiosa, el renegón, el que ponía chapas a los profes, la tardona, los dormilones
de clase, el comelón, hasta el más chelero.

Todos ya nos conocíamos mucho más, la confianza en unos a otros aumentó y

comenzaron las amanecidas de estudio grupales, algunos padres no creían que su
hijo iba a hacer una amanecida un viernes por la noche y razón no les faltaba porque
en algunos casos el estudio era hasta medianoche luego no faltaba alguien que de
casualidad llevó alcohol y empezaba la confraternidad. O cuando decían que se
iban amanecer estudiando, luego uno se iba a dormir y pedía que lo levanten
después, y así sucedía en cadena hasta que el que tenía que despertar al resto se
quedaba dormido. Pero lo cierto es que la gran mayoría de veces terminamos con
grandes ojeras después de haber leído libro tras libro y practicado problema tras
problema que nos ayudaban en nuestra formación profesional.
Muchos de nosotros recordaran aquellas reuniones inolvidables del código, donde
muchas situaciones graciosas sucedieron, como aquel compañero que tenía la
manía de quedarse dormido en las escaleras, para luego traerlo cargado en brazos,
o el rumor de que un compañero hablaba con las plantas, en específico con una
sábila, según mis fuentes; el que se volvía bailarín después de un par de tragos, o
el amigo que se volvía consejero amoroso. Además del amigo elegido, que se
dedicaba solamente a tomar fotos de estos momentos graciosos, para luego hacer
los típicos memes. En particular cuando se hacían las amanecidas en semanas de
exámenes, muchos de nosotros veníamos a madrugar al comedor para desayunar
y sacar turno, antes de que nos quiten el almuerzo… los cachimbos. Justamente
muchos de los que se amanecían, es porque viven lejos de la Universidad, como
aquellos amigos de Puente Piedra, Ventanilla, Ancón o de Lurín, que por poco más
y vienen en buses interprovinciales. Además de que varios de ellos llegaban algo
tarde a clases, por dicha situación, ahh… pero cuando se daban eventos deportivos
o alguna otra actividad, siempre eran los primeros en estar en la UNI. (Ya sabrán a
quienes me refiero)

Claro Franco, me acuerdo haber tomado interprovincial un par de veces y hablando

de comedor también recuerdo que un compañero el primer ciclo se le cayó la
bandeja de comida y fue tal el roche no volvió a ir al comedor en todo el ciclo hasta
superar el trauma. Bueno, ya que hablaste de actividades deportivas es imposible
no mencionar el primer aniversario de la facultad que asistimos, hubo gimkana y
otros eventos que nos unieron mucho más pero no tanto como nuestro primer tono
de la facultad ¿recuerdan muchachos que se ganó el campeonato de vóley que
significó 2 cajas de chela gratis? Inolvidables tiempos, si ahí algunos terminaron
durmiendo en las bancas, otros más avezados sacaron las publicidades de las
elecciones y terminaron durmiendo sobre ellas en el Petroparque. Y si de aguas
heladas se habla; como olvidar el club del ingeniero, un centro de diversión donde
se realizaban las más profundas conversaciones, donde se mataban las penas de
los exámenes y donde también se celebraba los fines de ciclo. Bueno, cambiaremos
de tema, no vaya a ser que nuestras familias piensen que somos borrachos.

Tienes razón Mario, cambiemos de tema, ya que mi familia está que me mira mal
desde hace rato. Algo que podríamos volver a recordar, fueron nuestros primeros
laboratorios, como el de física, donde contamos frejoles varias veces durante 3
largas horas, y cuando hacíamos los cálculos, no nos salía la gráfica que nos pedía
el profesor… y ahí venía nuestro ingenio, ya que por arte de magia todo cuadraba
al final, modificando algún dato. Y si hablamos de los laboratorios de química,
cuaaantas veces nos hemos olvidado traer el mandil, y a última hora, todo
desesperados, teníamos que pedirle a la Señora de la tienda, que nos alquile uno,
y no importaba si nos quedaba o no, el fin era poder ingresar al laboratorio, si o si;
o cómo no mencionar a nuestros compañeros que alguna vez rompieron una
probeta, u otro material. Ya que por ellos muchos terminamos perjudicados, en
especial, el representante del grupo, ya que no nos devolvían nuestro carnet
universitario hasta pagarlo…
La universidad era cada vez más difícil, hubo muchos caídos, llegó el quinto y sexto
ciclo y empezamos a llevar cursos de carrera, los petroleros y petroquímicos
empezamos a distanciarnos cada vez más pero momentáneamente porque siempre
nos juntábamos para algún campeonato o alguna fiesta que había en la UNI. Los
petroleros empezamos a viajar a talara para hacer nuestra visita técnica al lote IX
de unipetro, convivir todos juntos por casi una semana hizo que nos conozcamos
aún más, siempre estaba el dormilón, los que hacían ejercicio en la noche y hasta
el que escondía la comida bajo su cama. Muchos nos dimos cuenta que nos gustaba
más el campo, otros prefirieron más la oficina, pero cada uno de nosotros pudimos
incrementar mucho más nuestro conocimiento.
Los ciclos iban avanzando y se hicieron también más complicados, las juergas
disminuyeron y las amanecidas de estudio reales aumentaron. Hubo cursos y
profesores muy difíciles, hasta algunos les hicieron llorar, pero aprendimos mucho
de todo ello y con esfuerzo y dedicación supimos salir adelante.

Eso es muy cierto, … y a todos nos consta que la luchamos para poder terminar
esta gran etapa universitaria. Cada momento que hemos pasado, es un recuerdo
inolvidable de la gran convivencia que tuvimos. Hoy es un día de mucha alegría
para nosotros y a la vez nos da nostalgia dejar la universidad. Desde ahora
comenzaremos a tomar un nuevo rumbo en nuestras vidas, y espero que cada uno
de nosotros pueda cumplir las expectativas que se han trazado.
Son tantas ocurrencias que faltan por contar y si las hiciéramos, no terminaríamos
hoy. Solo me queda decir que frente a ustedes tienen a 31 jóvenes que realmente
dieron lo mejor para estar acá, sacrificando muchas cosas, pero siempre pensando
en nuestros seres queridos. Somos jóvenes que nos estamos graduando de 2
especialidades muy importantes para el desarrollo energético del país y que, sin el
apoyo de ustedes, no hubiéramos llegado a donde estamos en estos momentos.
Muchas gracias a todos mis compañeros por cada momento que vivimos en estos
5 años, nos volveremos a ver. Y muchas gracias a todos nuestros seres queridos
por ser parte de este día inolvidable.