Você está na página 1de 8

CARACTERISTICAS DE LOS DISPENSACIONALISTAS​.

¿Cuáles son, entonces, los distintivos de la enseñanza dispensacional?

En primer lugar, los dispensacionalistas creen en la inspiración e inerrancia de la Biblia. Es necesario abrazar
esta perspectiva de la Escritura, especialmente cuando se cree en un plan profético que tiene todavía que
cumplirse en la historia por un Dios que va a mantener Su Palabra.

En segundo lugar, los dispensacionalistas son consecuentes al estudiar las Escrituras con una metodología
histórico-gramatical o «literal». De Génesis a Apocalipsis, la Biblia es interpretada mediante las mismas
normas de gramática y de lenguaje que rigen la interpretación de la literatura en general.

En tercer lugar, los dispensacionalistas creen que Dios expuso Su plan de las edades de manera progresiva, es
decir, que no todo ha sido explicado de golpe. Por ejemplo, las doctrinas de la Trinidad y de la iglesia fueron
reveladas «línea sobre línea». Las sucesivas generaciones bíblicas recibieron una revelación en progresivo
desarrollo hasta que cada doctrina quedó plenamente desarrollada.

En cuarto lugar, Dios ha tratado de manera diferente con la humanidad en tiempos distintos de su historia. El
Señor obró de manera diferente con Abraham que con Moisés e Israel más tarde. Ahora obra de modo
diferente con Su iglesia que como lo hacía con los judíos bajo la Ley. El dispensacionalismo es el
reconocimiento de esas distintas administraciones en la historia bíblica.

En quinto lugar, la historia del mundo no terminará repentinamente con el regreso de Cristo. Para Sus propios
propósitos divinos, el Señor estableció un plan para los acontecimientos del tiempo del fin. Este plan
involucra el arrebatamiento de la iglesia, la restauración de los judíos a su prometido Rey y reino, y el juicio
de la Tribulación sobre las naciones. Luego sigue un juicio de los perdidos y cielos nuevos y tierra nueva. El
dispensacionalismo reconoce estos y otros eventos proféticos y los mantiene en su orden apropiado.

Finalmente, aunque la salvación de los escogidos forma parte del plan misericordioso de Dios, los
dispensacionalistas creen que las Escrituras enseñan que las operaciones de Su providencia resultarán en la
gloria a Él mismo, no simplemente en la salvación de los perdidos. Lo que Dios se ha propuesto para los
ángeles, los perdidos, la nación de Israel y la Creación misma redundará en último término para honra y gloria
de Él.

e lo que vendrá, Parte I

por Alberto Roldán


Los últimos tiempos y sus aconteceres han cautivado siempre la atención de la iglesia. La vehemencia
de su tratamiento ha llevado no pocas veces a la división y el rencor permanente, no hay duda que
estos deben ser analizados a la luz de la Palabra...

Parte I: El Premilenarismo Histórico

El Premilenarismo Histórico (PH) es la corriente teológica que sostiene que la Segunda Venida de
Jesucristo ocurrirá antes del Milenio y lo describe como un remado de mil años de Jesucristo sobre
la tierra. Se lo denomina "histórico" a efectos de distinguirlo del Premilenarismo Dispensacional
(PD) y en razón de que su origen histórico se remontaría a los primeros siglos del Cristianismo, a
través de los escritos de algunos Padres de la Iglesia.

El PH reconoce a Ireneo de Lión (cerca del 200 d.C.) como el primer autor que sistematizó las ideas
premilenaristas. En efecto, uno de los exponentes contemporáneos del PH, George Eldon Ladd, indica: "Una
de las más antiguas formas de esperanza escatológica la encontramos en Ireneo (c. 200 d.C.), cuyos escritos
contienen la primera excelente y detallada interpretación de la esperanza cristiana. La segunda venida de
Cristo no implicará la terminación inmediata de la existencia terrenal, será seguida de una Era final de historia
humana, cuando el Reino de Cristo será manifestado en el mundo por un período de mil años antes de la
consumación final" (Vendré otra vez, pág. 29).

Resulta difícil rastrear con exactitud el curso histórico del PH, no obstante, Luis Berkhof, luego de sintetizar
las ideas que hacen a esta corriente de teología, menciona a autores que se identificaron con la misma, siendo,
entre otros: Bengel, Alford, Ellicott, Zahn, Moorehead y Trench (Teología Sistemática, pág. 850).
Contemporáneamente, han suscripto a estos postulados el ya citado Ladd y William Sanford La Sor, entre
otros.

Varios aspectos que hacen al esquema del PH sólo pueden ser comprendidos en relación con otras corrientes
escatológicas, en particular, el PD. Se distingue de éste a pesar de los estrechos vínculos entre ambos,
particularmente (acaso en lo único) en lo referido al Milenio terrenal. Ladd lo pone así: "...están
estrechamente emparentados pero no son términos sinónimos. El dispensacionalismo es una variante del
Premilenarismo. Todo dispensacionalismo es premilenarista, pero muchos premilenaristas no son
dispensacionalistas" (Vendré otra vez, pág. 29).

El PH interpreta literalmente los "mil años" referidos en Apocalipsis 20.1-6. En ese pasaje, (en rigor, el único
que explícitamente habla de un milenio como período) se habla de dos resurrecciones, entre las que se
intercalan los mil años del reinado de Cristo. En este punto coinciden ambos premileniarismos. Pero la
divergencia está en el tipo de milenio, ya que mientras el dispensacionalismo lo concibe en términos judaicos,
el PH lo visualiza simplemente como una extensión del actual reinado de Cristo sobre su Iglesia. Además, el
PH no afirma, como lo hace el PD, que haya una futura restauración de las 12 tribus y mucho menos que
durante el Milenio se reanuden los sacrificios del Antiguo Testamento.

Se sostiene que Jesús no vino a ofrecer a los judíos un reino terreno a modo de reinstauración del reino
davídico, mientras el PD concibe al Reino que Jesús ofreció a Israel de nacional y terreno. Ladd, en Crucial
Questions, (pág. 114) dice: "Nosotros no estamos en la obligación de interpretar la oferta del Reino por parte
de Jesús a la luz de la comprensión judía acerca del mismo, así como tampoco tenemos la obligación de
interpretar su mesiazgo a la luz de la interpretación judaica. Es el registro inspirado, no la teología judaica, lo
que debe guiarnos".

Los argumentos del PH para sostener que el Reino que Jesús ofreció no era nacional y terreno, más o menos
siguen las líneas siguientes: a) las parábolas del Reino (por ejemplo: Mt 13) implican un reino espiritual "en
misterio", que debe interpretarse como la forma actual no consumada del Reino de Dios; b) que a partir de
Juan 3, al Reino de Dios se ingresa por nuevo nacimiento, lo cual implica un reino actual y espiritual; c) que
aunque nacionalmente Israel rechazó el mensaje del Mesías, un significativo grupo de israelitas sí lo
aceptaron y es a partir de ellos que se integra este nuevo pueblo de Dios: la iglesia.

En otro orden de cosas, el PH interpreta el Reino de Dios no sólo como el ámbito en el cual Dios ejerce su
soberanía, sino también como ".. .el activo poder salvador de Dios que ha venido al mundo en la persona y
actividad de Cristo para redimir a los hombres del reino de Satanás" (George E. Ladd, Crucial Questions, pág.
89). Dicen los históricos que en la primera venida de Jesús el Reino de Dios se acercó a los hombres. A ese
Reino se ingresa por nuevo nacimiento y bajo las condiciones de arrepentimiento y fe (Mr. 1.14-15; Jn. 3). EI
Reino de Dios manifestado en Cristo ha dado pruebas más que evidentes de su presencia entre los hombres,
tales como milagros, liberaciones, etc. (Mt. 10.1ss; 12.22-28). Inequívocamente, Jesús afirma que el reinado
de Dios estaba actuando entre los hombres de su tiempo. (Lc. 17.20-21). El PH interpreta las parábolas del
Reino, particularmente la de la semilla de mostaza, como indicativa del carácter originalmente insignificante
del reino y su posterior desarrollo.

Desde esta postura se rechaza definitivamente la teoría de la posposición del Reino (El PD propone que Jesús
ofreció el Reino a los judíos y que, al rechazarlo éstos, lo pospuso hasta el Milenio) y dice que ese Reino ha
continuado y que esa afirmación puede probarse a la luz de pasajes tales como Mateo 24.14; 13.10 y Hechos
8.12;20.25:28.31.

Según el PH hay un único pueblo de Dios: la iglesia. La argumentación incluye:


1. aunque Israel como nación rechazó el Reino, algunos judíos sí lo aceptaron y a partir de
ellos se forma la Iglesia, la comunidad del Reino;
2. los términos e imágenes para el pueblo de Dios en el Nuevo Testamento están tomados
del Antiguo, por caso: vid verdadera (Jn.15.1 con Is. 5), Ekklesía (el término griego para
"iglesia" evoca el hebreo Kahal que era referido a Israel en el AT);
3. la simiente de Abroncan es interpretada por Pablo en Gálatas 3 como referida a Cristo
(luego, para ser hijos de Abraham, hay que estar en Cristo y al estar en Cristo "ya no hay
judío ni griego"-Gá.3.28-);
4. los capítulos 9 al 11 de Romanos muestran el carácter único del pueblo de Dios integrado
por judíos y gentiles, toda vez que para ingresar al mismo sean imprescindibles la elección
y el llamado de Dios y la recepción o reconocimiento de Jesús como Señor; Dios cultiva un
único "olivo", del cual se desgajaron ramas naturales (judíos incrédulos) para, en su lugar,
insertar ramas silvestres (gentiles creyentes);
5. la obra de Cristo en la cruz ha derribado definitivamente la pared que separaba a ambos
pueblos (judíos y gentiles) para formar un solo pueblo, de modo que por la fe en el Mesías
Jesús, los gentiles creyentes, antes lejos de la ciudadanía de Israel, ahora son
conciudadanos de los santos judíos y miembros de la única familia de Dios. Los
adherentes al PH ven la continuidad entre Israel y la Iglesia, en que muchas de las
designaciones del AT en cuanto a Israel han sido ahora transferidas a la Iglesia (2 Co.
6.16-18; 1 Pe. 2.9-11; Tit 2.14. etc.)
La venida de Jesucristo estará precedida por ciertos eventos escatológicos. No hay inminencia. El
PH no cree que la segunda venida de Cristo pueda ocurrir en cualquier momento o que sea algo
inminente como enfatiza el PD. Ateniéndose a ciertos pasajes paulinos sobre el tema, considera
que el retorno de Cristo será precedido de ciertos acontecimientos. En A Theology of the New
Testament, y luego de señalar la actitud de expectativa que aparentemente caracterizaba a los
tesalonicenses, Ladd señala: "Como resultado de ello, algunos creyentes en Tesalónica llegaron a
estar trastornados y excitados y algunos pretendieron tener revelaciones de Dios o una especial
palabra de Pablo indicando que el fin estaba sobre ellos y los eventos del Día del Señor realmente
habían empezado (2 Ts. 2.1-1). Pablo corrige este erróneo punto de vista de la inminencia al decir
que antes de que el fin comience, aparecerá un maligno gobernante, el hombre de ilegalidad, quien
se arrogará por sí mismo toda autoridad, tanto secular como sagrada y demandará total sumisión a
los hombres a su gobierno, incluyendo adoración (2 Ts. 2.3-4)" (pág. 559).

Los términos que eI Nuevo Testamento utiliza con referencia a la Segunda Venida de Cristo no implican
diferencias sustanciales entre ellos sino que más bien señalan matices distintos para una misma realidad. Las
tres palabras que describen el retomo del Señor son: Párusía, que significa "presencia" o "arribo" (Fu. 2.2; 1
Co. 16.17; 2 Co. 7.7; 2 Ts. 2.1; 2.8; 1 Ts. 2.19; 3.13; 4.15; 5.23), Apokálypsis, que significa "revelación",
"descubrimiento", "debelación" e implica la revelación al mundo de la gloria de Cristo Señor (2 Ts. 1.7; 1 Co.
1.7; 1 P. 1.7,13), Epifaneia, que significa "aparición" y que indica la visibilidad del retomo (en 2 Ts. 2.8 Pablo
une epifaneia y parousía al referirse al "resplandor de su venida"),
En lo que se refiere a los "días" que el Nuevo Testamento indica en los contextos escatológicos, el PH busca
diferencias de significado. Según esta postura, tanto el "Día del Señor" (1 Ts. 5.2; 2 Ts. 2.2) como "día del
Señor Jesús" (1 Co. 1.8), "día de Cristo Jesús" (Fil. 1.6) y "día de Cristo" (Fil. 1.10; 2.16) son diferentes
formas para indicar el mismo evento.

La esperanza de los cristianos no sería un "rapto secreto" sino una manifestación visible y gloriosa de Cristo.
En este sentido, el PH sostiene que no hay tal cosa como "rapto secreto", pretribulacional. El PD propone dos
futuras venidas de Cristo: una para la Iglesia y otra para el mundo ("rapto" y "revelación", respectivamente).

Apuntes Pastorales, Volumen VI - Número 1, todos los derechos reservados.

© Copyright 2003-2009, Desarrollo Cristiano Internacional. Todos los derechos reservados.


Prohibido el uso parcial o total de este material sin expresa autorización.

Parte II: El Premilenarismo Dispensacional (PD)

Esta es la corriente teológica que, privilegiando el método histórico literal de interpretación de la Biblia,
afirma que la Segunda Venida de Cristo ocurrirá en dos etapas: rapto secreto y revelación, y concibe al
Milenio como una restauración de las 12 tribus de Israel, la reedificación del templo de Jerusalén, la
reanudación de los sacrificios del Antiguo Pacto y el gobierno mundial de Cristo desde Jerusalén por mil
años.

Esta concepción es parte de un todo, el cual comprende también que Dios se ha revelado en distintas
dispensaciones o economías, que hay dos pueblos de Dios (Israel y la Iglesia). Según esta postura, Cristo vino
a Israel a ofrecerle el Reino en términos davídico teocráticos, el cual, al ser rechazado por los judíos, quedó
suspendido y, en su lugar, se fundó la Iglesia.

El PD indica que en los primeros siglos de la Iglesia la fe milenial fue una constante sostenida por todos o la
mayoría de los Padres. Erich Sauer sostiene que "en la primera época de la Iglesia todos los cristianos creían
firmemente en el establecimiento del Reino visible de Dios en esta tierra"(El Triunfo del Crucificado, pág.
201). Otro autor, Lewis Sperry Chafer, en su Teología Sistemática y valiéndose de un trabajo realizado por
Jorge N.H. Peters, ofrece un listado de autores que, en los primeros siglos, sostuvieron el premilenarismo,
incluyendo a Andrés, Pedro, Felipe, Tomás, Santiago y Mateo.

Siguiendo las líneas históricas trazadas por Norman Kraus en ​Dispensationalism in America​, puede decirse
que el sistema dispensacional fue propagado en los Estados Unidos de América y Canadá a través de las
conferencias proféticas. John Nelson Darby realizó varios viajes por los Estados Unidos a fines del siglo
pasado, propagando sus ideas sobre escatología. Dentro de su denominación (Piymouth Brethren) fue donde
se desarrolló más sistemáticamente la teología dispensacional; referente a esto, un autor de esa comente como
lo es Charles Ryrie, dice: "No cabe duda que los Hermanos de Piymouth... tuvieron mucho que ver con la
sistematización y propagación del dispensacionalismo" (Rispensacionalismo Hoy, pág. 85). Pero el
instrumento que dio mayor auge y difusión al sistema fue la famosa Biblia Scofield que vino a resultar de
gran ayuda para popularizar el sistema.

El PD sostiene que el único método válido para interpretarla Biblia es el histórico literal y éste es uno de sus
principales énfasis. En efecto, Dwight Pentecost dedica los cuatro primeros capítulos de su obra Eventos del
Porvenir a la cuestión hermenéutica. Afirma que "quizá la consideración primaria en relación con la
interpretación de la profecía es que, como en todos los demás campos de la interpretación bíblica, debe
interpretarse literalmente? (pág. 47). John Walwoord, citado por Hoyt, sostiene que "el pre-milenarismo está
fundado principalmente sobre la interpretación del Antiguo Testamento. Si se interpreta literalmente, el
Antiguo Testamento da un claro cuadro de la expectativa profética de Israel... La interpretación premilenial
ofrece el único cumplimiento literal para cientos de versículos del testimonio profético. (The Meaning of the
Millenium, Four Views, pág. 67).

Los dispensacionalistas proponen que Jesús ofreció a Israel el reino davídico teocrático, el cual, al ser
rechazado quedó suspendido (teoría de la posposición del Reino). Es utilizado el esquema de Mateo para
demostrar que el Reino fue ofrecido a Israel, que éste lo rechazó y que, por ende, quedó suspendido. Hermán
Hoyt sintetiza del siguiente modo este hecho: "Claramente, la nación de Israel llegó a estar empedernida en su
pecado (Mt. 12.24-45). Esto finalmente culminó en la muerte de Cristo, el rechazo del Reino y su suspensión
para el presente (Mt. 12.38-40). Habiendo rechazado al Rey, la nación de Israel rechazó el reino que Cristo
vino a establecer. (pág. 86, The Meaning of the Millenium, Four Views).

A raíz del rechazo del Reino por parte de Israel, Jesús inicia un nuevo programa no previsto en el Antiguo
Testamento: la Iglesia. Dentro de esta perspectiva, la Iglesia no es la comunidad mesiánica final. No es el
pueblo de Dios prefigurado por el Israel del Antiguo Testamento. Es un segundo pueblo que no hubiera
surgido de no haber mediado el rechazo de Israel. En forma inequívoca, Pentecost afirma: "En las parábolas
(Mt 13.1-50) el Señor reseña el programa del desarrollo del Reino teocrático durante el período de ausencia
del Rey, y anuncia el comienzo de un programa completamente nuevo, no anunciado, e inesperado: la iglesia
(Mt. 16.13-20) (Eventos del porvenir, pág. 351). Este aspecto no es un accesorio del sistema, sino por el
contrario, como dice Ryrie, "la clara diferencia entre Israel y la Iglesia... es parte vital del
dispensacionalismo". (Dispensacionalismo hoy, pág. 178).

La Segunda Venida de Cristo ocurrirá antes del Milenio y será en dos etapas. La primera es llamada el "rapto
secreto". Su base escriturad está especialmente en 1 Tesalonisenses 4.13-17 y Apocalipsis 4.1. En el primer
pasaje Pablo dice que los que vivamos al momento de la Parusía "seremos arrebatados juntamente con ellos?
(los muertos que resuciten). Sobre el segundo pasaje (Ap. 4.1), donde el vidente Juan oye una voz que le dice:
"Sube acá", la nota de la Biblia Scofield dice textualmente: "Esta invitación parece indicar claramente el
cumplimiento de la primera cita 1Tesalonisenses 4.14-17". En la practica, estas dos etapas constituyen dos
segundas venidas, tal como lo pone Samuel Vila que, luego de discurrir referente al problema de la
interpretación de la enseñanza paulina y del discurso escatológico de Jesús, dice: "Pero todo queda aclarado y
en su lugar, aceptando la hipótesis, bastante probada, de que tendrán lugar dos venidas, una secreta y otra
pública". (Cuando El venga, 134).

Luego del rapto secreto de la Iglesia, habrá en la tierra un período de Gran Tribulación. Algunos
dispensacionalistas dividen ese período en dos etapas de 3 años y medio cada una (42 meses), citando
Apocalipsis 13.5 y Daniel 7.25. Durante este período, se predicará el Evangelio del Reino y 144.000 judíos se
convertirán (Ap. 7.8ss). También habrá convertidos de entre las naciones. (Biblia Scofield, nota de Ap. 7.14).

Al término de la Gran Tribulación, se producirá el regreso de Jesucristo, inaugurando así el Milenio que
consistirá en un reinado de mil años literales sobre la tierra. En cuanto al carácter del Milenio, se sostiene que
será una teocracia, es decir, la restauración del reinado davídico bajo el Ben David (Hijo de David) y que ese
reino será de paz, justicia, santidad, prosperidad económica, etc. Durante el mismo, aparte de la restauración
de las 12 tribus de Israel y de la reedificación del templo de Jerusalén, se reanudarán los sacrificios del
Antiguo Testamento.

Siguiendo con el PD, al final del Milenio. Satanás hará un último intento por rebelarse y lograr la hegemonía
universal, pero será derrotado y lanzado al lago de fuego (Ap. 20.7-10). Los muertos resucitarán y
comparecerán ante el Gran Trono Blanco donde serán juzgados. Así se inaugurarán el cielo nuevo y la tierra
nueva.

Otros articulos de la serie:


● Parte I
Apuntes Pastorales, Volumen VI ? Número 2

© Copyright 2003-2009, Desarrollo Cristiano Internacional. Todos los derechos reservados.


Prohibido el uso parcial o total de este material sin expresa autorización.

Sobre lo que vendrá, Parte III

por Alberto Roldán


El retomo de Cristo será precedido por ciertos signos: predicación del evangelio a todas las naciones,
conversión de la plenitud de Israel, gran apostasía, gran Tribulación...

Parte III: El Amileniarismo


El Amilenarismo ​(A) es la corriente teológica que, a partir de una interpretación simbólica de Ap.
20.1-6, sostiene que el Milenio no es un período definido que ocurrirá en el futuro sino que es una
expresión referida a la era iniciada con la obra de Cristo y que se extenderá hasta Su Segunda
Venida en gloria.
El ​A también dice que la Segunda Venida, la que en su opinión será un solo evento escatológico,
dará lugar en forma inmediata al juicio final y al estado eterno. Esta postura teológica no ve base
bíblica suficiente para esperar ni un Milenio literal futuro ni un mejoramiento moral del mundo o una
conversión del mismo antes de la Parusía.
David Bruce, en su artículo Formas de acercamiento a la profecía bíblica (Approaches to biblical
prophecy), dice que varios Padres de la Iglesia habrían suscripto al punto de vista amilenarista.
Policarpo, Bernabé, Clemente y probablemente el documento La Didaché son colocados por David
Bruce en su lista de amilenaristas. Pero, sin dudas, el escritor más destacado del A, y de gran
influencia en el pensamiento cristiano del siglo IV en adelante, fue el africano Agustín de Hipona,
considerado por varios historiadores como la mentalidad más brillante del cristianismo después de
San Pablo. Los reformadores también se identificaron, generalmente, con el A Se encuentran
algunas referencias de Lutero y Calvino hacia ese sentido. En la actualidad podría asegurarse que
el A es la perspectiva teológica a la que suscribe la mayor cantidad de los llamados cristianos en el
mundo. Si bien es imposible dar una lista completa de teólogos y exégetas que adhieren a esta
posición, a modo ilustrativo pueden mencionarse los siguientes a F.F. Bruce, William Hendriksen,
León Morris y John Stott.
ÉNFASIS Y CARACTERÍSTICAS
Los amilenaristas, al menos varios de ellos, han objetado el término Amilenarismo por considerarlo
insatisfactorio como descriptivo de su posición. Ese término parece sugerir que los adherentes al
sistema no creen en absoluto en alguna forma de Milenio, como si ignoraran prácticamente los
primeros versículos de Apocalipsis 20. Se ha propuesto reemplazarlo por expresiones tales como
"milenarismo realizado " u otros parecidos. De todos modos, el cambio no es tan importante y, de
hecho, históricamente a esta escuela se la ha conocido como Amilenarismo.
La primera venida de Cristo representa para el A una "escatología inaugurada". Cristo ha ganado
una victoria decisiva sobre el pecado, la muerte y Satanás. Para los A el día más importante de la
historia ha ocurrido en la cruz del Calvario.
Existe un único pueblo de Dios, compuesto por judíos y gentiles. En esto, hay total coincidencia
con el Premilenarismo histórico.
El reino de Dios es tanto presente como futuro. Los A no creen que el reino de Dios sea
primariamente un reino judaico que incluya la restauración literal del trono de David. Ellos creen
que el Reino ha sido iniciado por Cristo y está operando en la historia ahora, siendo destinado a
revelarse en plenitud en el futuro. Por eso, el Reino es tanto presente como futuro. Presentan
textos tales como: Mt. 12.28; Lc. 17.20-21; Mt. 7.21-23; 8.11; 12; Ro. 14.17; 1Co. 4.19-20; Col.
1.13-14; 1 Co.6.9; Gá.5.21; Ef.5.5;2 Ti. 4.18.
Aunque el último día es todavía del futuro, desde el Hecho de Cristo en la cruz ya vivimos en los
últimos tiempos. Apelan a los siguientes pasajes:
Hch. 2.16-17; 1 Jn. 2.18; Jn. 6.39-40; 6.44,54; 11.24; 12.48; Ro.8.23; 2Co.5.17; lCo.6.19; Col.
3.9-10.
El retomo de Cristo será precedido por ciertos signos: predicación del evangelio a todas las
naciones, conversión de la plenitud de Israel, gran apostasía. Gran Tribulación y venida del
Anticristo. Estos signos tendrán un clímax justamente antes de que el Señor retome. Esto será,
según el A, un solo evento. No habría en su estudio lugar para dos futuras venidas ni dos etapas
de la Segunda Venida.
Después de la resurrección, cuando ocurrirá a la venida del Señor, los creyentes que estén vivos
serán inmediatamente transformados y glorificados. Aquí se concretará el arrebatamiento de que
habla 1 Tesalonicenses 4.13 y ss. Luego del juicio final que tendrá como propósitos revelar la
glorificación de Dios en el destino final asignado a cada persona, y después de saber el grado de
castigo que cada uno recibirá, se verificará el comienzo del Estado Final. (Los pasajes bíblicos
citados son: Ap. 21,22; Ro. 8.19-22; Is. 65.17; 66.22; ml 5.5; 2 Pe. 3.13). Es allí, en los cielos y
tierra nuevos, donde los A ven el cumplimiento de las profecías velero testamentarias que los
dispensacionalistas toman como referencias al milenio terrenal. Dice Hoekema: "Los amilenaristas,
por lo tanto, no sienten necesidad de poner un milenio terrenal para proveer el cumplimento a
profecías de esta clase; ellos ven tales profecías como señalando un glorioso y eterno futuro que
espera a todo el pueblo de Dios. (The Meaning...).
Apuntes Pastorales, Volumen VI -Número 3, todos los derechos reservados

© Copyright 2003-2009, Desarrollo Cristiano Internacional. Todos los derechos reservados.


Prohibido el uso parcial o total de este material sin expresa autorización.

Sobre lo que vendrá, Parte IV

por Alberto Roldán


Posmilenarismo es el punto de vista sobre las últimas cosas que sostiene que el Reino de Dios está
ahora siendo extendido en el mundo, a través de la predicación del evangelio y la obra salvadora del
Espíritu Santo en los corazones de los individuos...
Parte IV: El Posmilenarismo

Un destacado autor de esta corriente escatológica define al Posmilenarismo (P) del siguiente
modo: Posmilenarismo es el punto de vista sobre las últimas cosas que sostiene que el Reino de
Dios está ahora siendo extendido en el mundo, a través de la predicación del evangelio y la obra
salvadora del Espíritu Santo en los corazones de los individuos.Afirma también que el mundo será
cristianizado totalmente y que el retomo de Cristo ocurrirá al finalizar un largo período de justicia y
paz, comúnmente denominado Milenio. De allí su nombre.

Aparentemente, existieron varias escuelas de ​P​. En un artículo al respecto, Ernest F. Kevan distingue dos
tipos de ​P​: uno antiguo y otro más reciente. "Algunos concibieron al milenio como algo del pasado, mientras
que otros creyeron que pertenecía al futuro, posiblemente justo antes de la segunda venida", dice Kevan en su
Diccionario de Teología. Pero lo que hoy se conoce como ​P​, generalmente responde a la segunda definición.

El no parece tener representantes entre los Padres de la Iglesia. Sus principales exponentes habrían sido los
puritanos de la Gran Bretaña y autores de reconocida trayectoria como Charles Hodge, John Bunyan (el autor
de El Progreso del Peregrino), Matthew Henry (famoso por su comentario de toda la Biblia), Benjamín
Warfield y Juan Murray. Con referencia a los puritanos, Juan Murray dice que "la fuente de esta influencia (la
que ellos ejercieron) fue su teología y, dentro de ella, fue una actitud hacia la historia y al mundo lo que los
distinguió como hombres de esperanza". (The Puritan Hope).
Precisamente, esa característica de esperanza y optimismo frente al futuro conoció su mayor
esplendor en el siglo pasado, luego sufrió un colapso en ocasión de ocurrir las dos guerras
mundiales acaecidas en este siglo. Hoy puede decirse que el ​P no goza de muchos adherentes y,
por ende, carece de muchos adversarios.

ÉNFASIS Y CARACTERÍSTICAS

El ​P enfatiza la literalidad de los mil años, entendiéndose por ello un período de tiempo antes de que Cristo
vuelva. El Milenio representa una edad de oro, de prosperidad espiritual, durante la presente era de la iglesia.
Los ​P creen que al fin del Milenio habrá un gran avivamiento, tanto entre los gentiles como entre los judíos y
que éstos últimos se convertirán masivamente, en cumplimiento de Romanos 11.25-27. Por otra parte.
también en esta época se manifestará la apostasía y el hombre de ilegalidad (2 Ts. 2.11 y subsiguientes).
Finalmente, ocurrirá la Segunda Venida de Cristo, Satanás será derrotado, los muertos resucitarán y habrá
Cielo nuevo y Tierra nueva.

Otros articulos de la serie:


● Parte I
● Parte II
● Parte III
Apuntes Pastorales, Volumen VI - Número 2

© Copyright 2003-2009, Desarrollo Cristiano Internacional. Todos los derechos reservados.


Prohibido el uso parcial o total de este material sin expresa autorización.

Você também pode gostar