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INTRODUCCIÓN
En la actualidad en las escuelas del estado, los estudiantes podrían atravesar
por el trastorno de déficit de atención con o sin hiperactividad. En Honduras es
bien sabido, que dentro del sistema educativo no se cuenta con la metodología
específica, para evaluar el trastorno de la atención; lo anterior, debido a la falta
de información suficiente, como sucede en los otros tipos de trastornos que son
atendidos, como: Problemas de lenguaje, audición, deficiencia mental,
trastornos neuromotores autismo y niños con capacidades y aptitudes
sobresalientes.
Desatender la detección de este tipo de problema tiene como consecuencia
que los niños en su mayoría abandonen sus aulas de clase, por una percepción
que son problemáticos y calificarlos como problemas de mala conducta, que
buscar la causa del problema o que el niño repita el año escolar por no haberle
diagnosticado su enfermedad. No obstante, el fracaso escolar, el abandono de
la escuela, las conductas adictivas y los problemas con la justicia se
encuentran entre los resultados más preocupantes que se asocian con el
TDAH su carácter crónico hace que el problema persista en proporciones
preocupantes en la adolescencia y en la etapa de vida adulta. Aunque los
problemas de los niños hiperactivos suelen reducir su severidad, muchas de
sus dificultades en el ajuste socio personal, sobre todo cuando no se han
tratado, se mantienen en la juventud y en la adultez.
Otro aspecto, al que se enfrentan los niños con TDAH, es el rechazo escolar de
parte de la mayoría de sus compañeros. Lo anterior, coincide con lo mostrado
por Weiss (1986), el cual señala que dicho problema se asocia con
delincuencia, la cual se muestra a través de indicadores de riesgo como
hiperactividad, impulsividad, desordenes o deficiente atención, falta de
concentración, problemas de habla, inhabilidad para retrasar la gratificación.
Los anteriores factores interactúan con las variables: familia, educación y
comunidad, la exclusión, falta de atención y mecanismos inapropiados para el
abordaje del trastorno, hace probable que los niños con TDAH pasen a
engrosar
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las filas de la delincuencia juvenil, de los embarazos no deseados, de
problemas severos de conducta, personas con baja autoestima y
riesgosamente más vulnerables a problemas de drogadicción
1.2 JUSTIFICACIÓN
Debido a la incomprensión y de la desinformación inherentes por parte de los
docentes hacia el diagnóstico y reconocimiento de dicho trastorno y las
repercusiones que conlleva que pase desapercibido este problema en la vida
académica, emocional y social de los niños que lo padecen es el motivo a
presentar el trastorno de déficit de atención como temática investigativa de
trabajo, por lo que el enfoque va encaminado a la sospecha y prevalencia de
este trastorno, para el reconocimiento de dicho trastorno y su manejo
subsiguiente tanto en el área escolar, como también que puedan informar a los
padres del menor para su manejo subsiguiente en este caso medico; ya que es
un problema multidisciplinario en el cual tiene que involucrarse todo lo que este
en contacto con el niño para brindarle una mejor calidad de vida y desarrollo de
sus diferentes actividades.
Por parte del postgrado de pediatría, no existe un estudio orientado al TDAH en
escolares y el tener un porcentaje de este tipo permite conocer el grado de
afectación y la magnitud de sus consecuencias en la población estudiantil de
educación básica.
(1) Seis (o más) de los siguientes síntomas de desatención han persistido por
lo menos durante seis meses con una intensidad que es desadaptativa e
incoherente en relación al nivel de desarrollo:
Desatención
1. a menudo no presta atención suficiente a los detalles o incurre en errores por
descuidos en las tareas.
2. a menudo tiene dificultades para mantener la atención en las tareas o en
otras actividades lúdicas
3. a menudo parece no escuchar cuando se le habla directamente.
4. a menudo no sigue instrucciones y no finaliza tareas escolares, encargos u
obligaciones en el lugar de trabajo (no se debe a un comportamiento
negativista
5. a incapacidad para comprender instrucciones)
6. a menudo tiene dificultades para organizar tareas y actividades
7. a menudo evita, le disgusta o es reacio a dedicarse a tareas que requieren
esfuerzo mental sostenido (como trabajos escolares o domésticos)
8. a menudo extravía objetos necesarios para tareas o actividades (por
ejemplo, juguetes, ejercicios escolares, lápices, libros o herramientas)
9. a menudo se distrae fácilmente por estímulos irrelevantes
10. a menudo es descuidado en las actividades diarias
(2) seis (o más) de los siguientes síntomas de hiperactividad-impulsividad han
persistido por lo menos durante seis meses con una intensidad que es
desadaptativa e incoherente en relación al nivel de desarrollo:
Hiperactividad
1. a menudo mueve en exceso manos o pies, o se remueve en su asiento
2. a menudo abandona su asiento en la clase o en otras situaciones en las que
lo natural es que permanezca sentado
3. a menudo corre o salta excesivamente en situaciones en que es inapropiado
hacerlo (en adolescentes o adultos puede limitarse a sentimientos subjetivos de
inquietud)
4. a menudo tiene dificultades para jugar o dedicarse tranquilamente a
actividades de ocio.
5. a menudo “está en movimiento” o suele actuar como si tuviera un motor
6. a menudo habla en exceso.
Impulsividad
1. a menudo se precipita a responder antes de que se haya completado la
pregunta
2. a menudo tiene dificultades para guardar el turno
3. a menudo interrumpe o se inmiscuye en las actividades de otros (por
ejemplo, se entromete en conversaciones o juegos)
B. Algunos síntomas de hiperactividad-impulsividad o desatención que
causaban alteraciones estaban presentes antes de los siete años de edad.
C. Algunas alteraciones provocadas por los síntomas se presentan en dos o
más ambientes (por ejemplo, en la escuela o el trabajo y en casa).
D. Deben existir pruebas claras de un deterioro clínicamente significativo de la
actividad social, académica o laboral.
E. Los síntomas no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno
generalizado del desarrollo, esquizofrenia u otro trastorno psicótico, y no se
explican mejor por la presencia de otro trastorno mental (por ejemplo, trastorno
del estado de ánimo, trastorno de ansiedad, trastorno disociativo o un trastorno
de la personalidad).
Códigos basados en el tipo:
314.01 Trastorno de déficit atencional con hiperactividad, tipo combinado: si
durante los últimos seis meses se han cumplido los criterios A1 y A2
314.00 Trastorno de déficit atencional con hiperactividad, tipo
predominantemente desatento: si durante los últimos seis meses se ha
cumplido el criterio A1 pero no el A2
Pueden ser bioquímicas o estructurales. No debería ser una sorpresa que los
rasgos del TDAH estén combinados normalmente con ciertos aspectos de
déficit ejecutivo. Cuando el déficit ejecutivo es severo, el diagnóstico de TDAH
se hace superfluo. Pero cuando es leve, cuando lo que destaca es el deterioro
atencional pero el déficit ejecutivo es mínimo, entonces el diagnóstico de TDAH
se hace adecuadamente. En la mayoría de tales casos está presente un
trastorno bioquímico que afecta las conexiones del lóbulo frontal, pero no hay
daño estructural real a los lóbulos frontales. En algunos casos, el déficit
atencional está altamente concentrado y puede coexistir con una capacidad
máxima de planificación y previsión. (16)
El déficit de atención en el TDAH suele ser selectivo. Está presente sólo en las
actividades “poco interesantes”, pero está ausente en las actividades
“interesantes”. Si el paciente disfruta de la tarea (un juego de ordenador o un
evento deportivo) y obtiene placer de ella, su atención está al máximo (estado
de flujo). Pero la atención se escapa de cualquier tarea privada de recompensa
instantánea, tal como asistir a una conferencia o leer un libro de texto. Esta
observación liga claramente el TDAH con la disfunción del lóbulo frontal. Se
confirma el papel de la corteza prefrontal en el establecimiento de objetivos, la
volición y la gratificación diferida. (17)
Entre los déficit atencionales, la combinación con la hiperactividad es el caso
más importante. Es habitual distinguir entre trastorno por déficit de atención
TDA y trastorno por déficit de atención con hiperactividad TDAH. Puede ser
muy bien que la forma hiperactiva esté más comúnmente asociada con
disfunción sutil de la corteza orbitofrontal y sus caminos. Por eso es por lo que
el TDAH se suele asociar con la volatilidad del afecto que habitualmente se
observa en el daño orbitofrontal. Por el contrario, es más probable que la forma
no hiperactiva esté asociada con disfunción sutil de la corteza dorsolateral y
sus caminos. (18)
La distinción entre TDA y TDAH es sólo el principio. Probablemente existen
numerosas formas de déficit de atención, que requieren diferentes soluciones.
A medida que aprendamos más sobre los lóbulos frontales y sus conexiones,
8.2 RECOMENDACIONES
1. A la secretaria de educación: Implementar el Test de Conners, para la
identificación temprana de TDAH
2. A las escuelas: crear un programa donde los maestros puedan identificar a
los niños con problemas tipo TDAH y un protocolo a seguir para la remisión de
ellos.
3. Al postgrado de pediatría: seguir realizando este tipo de investigaciones no
solo para identificar esta enfermedad sino también para encontrar la probable
etiología de la misma.
4. A la secretaria de salud: atender las necesidades de estos niños.
CAPITULO 9: BIBLIOGRAFIA
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INSTRUMENTO DSM-V
Criterios del DSM-V para el diagnóstico de TDAH
Por favor, seleccione con una “X”, los criterios que usted considere, que su
hijo(a) presenta:
Criterio A:
Inatención: Síntomas presentes por lo menos durante seis (6) meses.
__ Incapacidad para atender a los detalles durante las tareas escolares o en
otras actividades. Cometer errores por descuido.
__ Con frecuencia tiene dificultad para concentrarse en las tareas o en los
juegos.
__ Con frecuencia parece no escuchar.
__ Dificultad para seguir instrucciones y con frecuencia es incapaz de terminar
las tareas escolares o laborales en su sitio de trabajo (no es atribuible a
comportamiento oposicional o desafiante, ni a problemas de comprensión
verbal).
__ Dificultad para organizar sus tareas o actividades
__ Con frecuencia evita, le disgusta o le repugna comprometerse en tareas que
requieren atención sostenida o esfuerzos mentales.
__ Con frecuencia pierde o extravía los útiles u objetos necesarios para realizar
sus tareas o participar en juegos.
__ Se distrae con facilidad por estímulos irrelevantes.
__ Es olvidadizo en las actividades de la vida diaria.
Hiperactividad: 6 o más de los siguientes síntomas durante por lo menos seis
(6) meses.
__ Movimientos frecuentes de las manos y los pies mientras está sentado.
__ Se levanta del puesto con frecuencia durante las clases o en otras
situaciones que requieren permanecer sentado.
__ Corretea y trepa con frecuencia en momentos y situaciones inapropiados
(En adultos o adolescentes puede manifestarse como sensación permanente
de inquietud).
__ Dificultad para jugar con tranquilidad o para relajarse en situaciones de ocio
y reposo.
__ Parece permanentemente “en marcha” o como si tuviera “un motor por
dentro”.
__ Habla excesivamente y de cuestiones no relevantes.
Impulsividad:
__ Con frecuencia contesta o actúa antes de que se le terminen de hacer
preguntas.
__ Dificultad para guardar o respetar los turnos.
__ Con frecuencia interrumpe las actividades o las conversaciones de los
demás.