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Contenidos
Presentación.
Introducción.
3
Anexo N° 16
Anexo N° 17
Anexo N° 18
Escolástica Ramírez y Guillermina Gallegos en el imaginario del campesinado
ayavaquino.
Actividad N° 19
4
INTRODUCCION
5
Debemos señalar que la Historia de Piura en su versión oficial privilegió
el estudio de la época colonial y de la coyuntura de la independencia. Su discurso fue
una exaltación a lo hispano. Esta historiografía olvidó la presencia nefasta de la
Internacional Petroleum Company y la prepotencia de los agentes del gamonalismo.
Olvido sospechoso que conspiró contra la memoria colectiva de los piuranos y
piuranas.
6
conocimiento de la realidad histórica. En el estudio de la Historia de nuestra región,
la literatura Regional es una vía que posibilita el conocimiento de nuestras raíces
históricas y contribuye de esta manera en la formación de nuestra identidad.
El autor.
7
Las Montoneras de Chalaco de 1883.
Uno de los antecedentes más importantes de las montoneras de 1883 relacionado al problema
agrario lo encontramos en las asonadas y disturbios ocurridos en Morropón en 1868.
Toribio Seminario arrendatario de este latifundio había expulsado a varios colonos de este
fundo. El 27 de enero de 1868 una montonera conformada por ex colonos de las haciendas de
Morropón, Bigote y Salitral atacaron e incendiaron la hacienda de Morropón.
También incendiaron las haciendas de Pabur, Monte de los Padres y Chapica. Saquearon y
quemaron las viviendas de Juan León Seminario, Administrador de la hacienda de Morropón;
de Ramón Romero, Gobernador del distrito, y la de Toribio Seminario. Entre los montoneros
destacan Gervasio Orejuela, Florentino Távara, Felipe Palacios y Juan Manuel Carnero.
Otro hecho relevante que incidió en la toma de Piura por parte de los chalacos está
relacionado con la presencia de las tropas chilenas en Morropón ocurrida en octubre de 1882.
Sobre este hecho tres años después el hacendado Pedro Arrese y Paredes afirmaba: “Durante
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la ocupación chilena se hizo creer al enemigo, por algunos espíritus mezquinos y envidiosos
de nuestra fortuna, que los chalacos que se habían posesionado de Morropón representaban
un bando patriota que después de los desastres de San Juan de Miraflores sostenían aún el
pabellón nacional.
El invasor prestó oídos a esta noticia, y habiendo enviando un fuerte destacamento de la
fuerza que tenía en Lambayeque, desalojaron a los chalacos y, en reparación de la falta de
éstos, nos impusieron a nosotros un cupo de cinco mil soles de plata que fue inmediatamente
satisfecho”(2)
Sobre el mismo acontecimiento Wilfredo Kapsoli nos presenta otra versión. Al respecto este
historiador sostiene que las tropas chilenas que se encontraban en Lambayeque en la
persecución de las montoneras que merodeaban los pueblos de Jayanca y Olmos, llegaron a
las haciendas de Bigote, Buenos Aires y Morropón, e impusieron cupos a los propietarios de
estos fundos. (3)
Las motivaciones
Este movimiento campesino tuvo como propósitos: la defensa de las tierras de la comunidad,
deponer a las autoridades pro iglesistas y establecer un gobierno popular para continuar la
resistencia contra las tropas chilenas.
Hay suficientes argumentos para sustentar que este movimiento social no fue una acción
anárquica organizada y conducida por bandoleros. Fue algo diferente. Las montoneras de
chalaco de 1883, fue un movimiento cuya connotación política tuvo motivaciones que superó
el contexto regional y nacional. Cito aquí a Maticorena: “El movimiento campesino de 1883
muestra una triple motivación local, departamental e incluso internacional.
El problema económico social agrarista se confunde con la crisis nacional originada por la
Guerra del 79. Se entrecruzan instancias locales o agrarias, políticas nacionales, incluso el
eco doctrinal de la Comuna parisina” Luego sostiene: …, no fue una simple aventura de
bandidaje sino un movimiento en el que confluyen la reivindicación agraria y una actitud
frente a la paz con Chile propuesta por Iglesias, más un eco popular de la Comuna de París
de 1871” (5)
En enero de 1883 ante la falta de atención a sus reclamos por parte de las autoridades los
chalacos al mando de Vicente García, Santiago Palacios y Juan Seminario y León marcharon
hacia Piura. En el trayecto incendiaron haciendas y destruyeron los cepos que utilizaban los
hacendados para castigar a los campesinos, negros y chinos.
9
la ciudad. Los montoneros en retirada con Vicente García se refugiaron en la casa de Manuel
Frías, ubicada en la esquina Libertad y Apurimac. Por orden del Prefecto Fernando Seminario
y Echeandía Váscones se prendió fuego a la vivienda porque los montoneros no se rendían.
Juan Seminario y Vascones, padre del montonero victimado en una carta dirigida al General
Lizardo Montero narra la forma sangrienta de cómo fue debelado este movimiento. Según
Seminario las atrocidades que cometió el Prefecto superó largamente los daños y destrozos
ocasionados por los chilenos. (6)
_____________
(1) Archivo regional de Piura. Causas Criminales. Legajo 257. Exp.5592. Año 1868.
(2) MACERA, Pablo. Parlamento y Sociedad en el Perú. Pág.72.
Recurso presentado por Pedro Enrique Arrese y Paredes solicitando a la Asamblea
Constituyente rechazar el proyecto de expropiación de la hacienda de Morropón. 16 de
marzo de 1885. Las palabras en cursiva son nuestras.
En esta cita se deja entrever la posición de los terratenientes frente a la invasión chilena.
Para los hacendados la ocupación de Lima significó la culminación de la guerra y estaban
preocupados por la agudización de los conflictos internos; y algo ma´s, estaban
atemorizados por una posible reedición de la Comuna de París de 1781. Véase Wilfredo
Kapsoli “Lambayeque en la coyuntura de la Guerra del Pacífico” En: La Guerra del
Pacífico. Volumen II Lima. UNMSM 1984.
Oleo que se encuentra en la Casa Museo Grau. En este cuadro el pintor busca perennizar la
obra política del Prefecto Fernando Seminario y Echeandía Vascones. Para unos fue un
exterminador de montoneros, para otros, representaba el orden y la autoridad.
10
11
LA TOMA DE PIURA POR LOS CHALACOS
“... lo que el niño Pasión López nunca olvidó fue la llegada a Chalaco
de la expedición punitiva encabezada por el Prefecto y las
atrocidades que cometieron como escarmiento...”
Miguel Gutiérrez.
En octubre de ese año, los chilenos impusieron cupos a las haciendas de Bigote,
Buenos Aires y Morropón. En Bigote exigieron 153 animales vacunos, en Buenos
Aires y Morropón cobraron 2500 pesos en cada hacienda.
La crisis originada por la Guerra del Pacífico agudizó los conflictos sociales.
Hubo enfrentamientos entre los distintos grupos sociales y entre las fracciones de los
sectores dominantes. El distanciamiento entre Lizardo Montero, Presidente elegido, y
Miguel Iglesias, apoyado por los chilenos, dividió a los hacendados piuranos.
1
Agrupación armada conformada por individuos de diferentes grupos sociales dirigida por un caudillo, a veces,
desclasado o marginal pero que tiene un estatus relativamente elevado a nivel regional o local.
12
Recreando la historia de este movimiento social, Miguel Gutiérrez en su obra
“Hombres de Caminos” señala que la toma de Piura tuvo como propósitos: la
defensa de las tierras de la comunidad, deponer a las autoridades pro iglesistas y
establecer un gobierno popular para continuar la resistencia contra las tropas
chilenas.
En enero de 1883 ante la falta de atención a sus reclamos por parte de las
autoridades, los chalacos al mando de Vicente García Córdova y Juan Seminario y
León marcharon hacia Piura. En el trayecto incendiaron las casas haciendas y
destruyeron los cepos que utilizaban los hacendados para castigar a los campesinos,
negros y chinos.
La memoria colectiva del pueblo piurano conservó por mucho tiempo el triste
recuerdo de este horroroso episodio; conocido como La Casa Quemada.
Según el autor de esta cita las atrocidades que cometió el ex prefecto superaban
largamente los daños y destrozos ocasionados por los chilenos. Asimismo, una nota
publicada en un diario de la capital sindicaba al ex prefecto Fernando Seminario
como el principal responsable del horroroso carácter que tuvo la guerra civil en
nuestro departamento. Agrega la nota, que bajo su administración hubo saqueos,
incendios y asesinatos de prisioneros.3
Dos años más tarde. Los diputados Genaro Carrasco y Manuel Barriga
presentaron un Proyecto de ley sobre la expropiación de la hacienda de Morropón y
la venta de sus tierras, en subasta pública, a favor de la comunidad de Chalaco o de
cualquier otro postor. Esta proposición fue desestimada por las Comisiones de
Justicia y Hacienda del Congreso.
2
Carta de Juan Seminario y Váscones al general – Almirante Lizardo Montero.
3
Diario ¨ El Comercio ¨ viernes 5 de abril de1895.
13
Una década después, el Concejo Provincial de Piura expresaba al ex Prefecto la
“gratitud de esta ciudad por el bien que le hizo salvando el honor, la vida y la propiedad de
sus habitantes”.4
Días después el mismo diario publicaba la siguiente nota: “En relación con el
artículo del colaborador F.H. que sobre la entrada de los Chalacos a Piura publicada
en nuestra edición hemos recibido dos cartas firmadas por A.T.P. en las cuales se
afirma que el movimiento de enero de 1883 no tuvo el carácter comunista que se
quiere darle, sino que por lo contrario, respondió a un profundo anhelo de justicia-
acrecentado por las exacciones de los gamonales de entonces que trataban de
apropiarse por medios vedados de los terrenos pertenecientes a la comunidad de
Chalaco”. 6
Existen suficientes elementos para sostener que este suceso no fue una acción
anárquica propia del bandolerismo. Fue algo diferente. Se trató de un movimiento
con cierta connotación política cuya repercusión tuvo un alcance a nivel regional.
4
Diario ¨ La Industria ¨ 25 de enero de 1925. Pág. 3 á.
5
Idem. El subrayado es nuestro.
6
Idem. 30 de enero de 1925. Pág. 3á.
14
Local del Cabildo de Piura – 1883
Anexo 1*
Nota – Los cuarenta y tantos fusilados, en el cuartel por órdenes del prefecto D.
Fernando Seminario, no han podido ser apuntados porque no se saben sus nombres,
así como los demás muertos en la casa incendiada y en el combate.
A todos se les ha dado sepultura.
*
Fuente: Parroquia San Miguel Arcángel. Libro de Defunción Nº 13 Folio 258 s/n.
15
CHINOS EN HUANCABAMBA
Un poco de historia
Por esa época ante el grado de postración de la agricultura del país, la clase
latifundista fiel con su mentalidad esclavista exigía al Estado brazos para trabajar sus
tierras. Es así, que el gobierno de Ramón Castilla promulgó la Ley General de
inmigración, medida que favoreció a la inmigración china.
Impulsados por su pobreza extrema y atraídos por falsas promesas, los coolíes
eran contratados en China por un período de 8 años. El viaje duraba 90 días
aproximadamente. En la travesía morían entre ¼ y 1/3 de los inmigrantes por causas
de la mala alimentación, maltratos físicos y enfermedades. A su llegada al país, en los
puertos, los traficantes traspasaban los contratos a los hacendados, a quienes en
adelante se debían los asiáticos.
La semiesclavitud china
Al Perú llegaron cerca de 100 000 coolíes, es decir, chinos en condición de semi
esclavos. Se calcula que casi el 90% de estos semi esclavos fueron destinados a la
agricultura costeña donde había una expansión del cultivo del algodón y de la caña
de azúcar cuyo destino era el mercado internacional. Un porcentaje menor de ellos
también laboró en las islas guaneras, en la construcción de los ferrocarriles y como
servidumbre.1
La segunda mitad del siglo XIX fue para la costa peruana la historia de cómo se
explotó a los coolíes. Por su parte los coolíes respondieron a esa situación con
revueltas y levantamientos contra los abusos de los hacendados.
1
RODRÍGUEZ Humberto. Los trabajadores chinos Culies en el Perú. Lima 1977.
16
Chinos en Huancabamba
Este asiático cuya edad era de 35 años se desempeñaba como peón en el fundo
de Felipe Adrianzén.
Ramírez Porras declara: “...Horas antes de este suceso el agresor ha ido a casa
de don Manuel Arméstar, de don Bacilio Ubillús a buscar cápsulas de revólver lo que
manifiesta el plan que ha tenido de asesinarme el asiático (...) Pocos momentos antes
de la muerte del asiático, don Estanislao Orihuela puso en mi conocimiento que los
chinos tenían el plan de asesinarme, que manifiesta también que el mencionado
asiático no ha procedido aisladamente”.2
Este expediente hace referencia a una funda ocupada por varios asiáticos.
Asimismo se menciona a varios chinos que se encontraban en la cárcel de esa
localidad. Esto es un indicio de la presencia de chinos en esta zona de la serranía
piurana.
2
Archivo Regional. Leg. N°45. Corte Superior de Justicia Huancabamba. Causas criminales año 1883- 1884.
17
LA PESTE BUBÓNICA EN PIURA.
Jacobo Cruz.
Jorge Basadre afirma que los primeros casos de peste bubónica en el Perú
aparecieron en el mes de mayo de 1903 en el Callao. Se presume que esta enfermedad
había sido traída por el barco Amasis procedente de Calcuta.
En el caso de Piura parece que la peste bubónica llegó por Paita por ferrocarril en los
cargamentos de arroz infectado.
Este terrible flagelo social estigmatizaba a los enfermos. En esa misma nota de prensa
se agregaba:
“Tenemos conocimientos que la peste ha invadido la parte central de
población y que varias personas visibles del lugar están atacadas del mal
y se están curando ocultamente.” 2
La peste en Piura.
18
“Con motivo de haberse presentado un caso de peste en el arriero Enrique
Castillo del barrio de Castilla, la Inspección de Higiene ha dictado medidas
haciendo incinerar la casa donde se guareció el enfermo y desinfectar la
casa donde se hospedo momentáneamente a su llegada del interior.
Castillo falleció en la barraca después de su ingreso.” 3
En este centro de salud cada paciente era socorrido con 40 centavos diarios, con
atención médica y medicinas.
Citas.
(1) Confederación Obrera “Unión y Confraternidad” Semanario El Obrero Piurano No.11 . 30 de
diciembre de 1913. pág.1
(2) Idem.
(3) Idem. Semanario El obrero piurano No.53. 8 de noviembre de 1914.pág.1.
(4) Idem. Semanario El Obrero Piurano No. 248. 7 de diciembre de 1918. pág. 2.
19
20
LAS PRIMERAS HUELGAS EN TALARA
21
En esa oportunidad el Prefecto de Piura, Oscar Grau, hijo del Caballero de los
Mares, viajó a Lobitos y se entrevistó con el Gerente Scotl e intercedió por la solución
del conflicto a favor de los obreros, gesto que fue elogiado por la población del lugar.
En los dominios de los enclaves petroleros no regían las leyes del Estado
Peruano sino de la IPC y de la Lobitos Oilfields. Estas Empresas despojaron de todo
derecho civil, de toda libertad a los trabajadores y a la población.
1
Seminario “El Obrero Piurano” 3 de junio de 1916 pag. 2
(El subrayado es nuestro)
2
Idem 14 de octubre de 1916 pag. 2
3
Ídem 05 de noviembre de 1916 pág. 3
22
Con mucha frecuencia la Compañía despedía intempestivamente a los obreros.
Además era una práctica constante de los jefes imponer castigos sin causa alguna a
los trabajadores.
Frente estos abusos los obreros se solidarizaron con los trabajadores despedidos
y expulsados, y finalmente decretaron un paro el 17 de octubre de 1916.
4
Ídem
23
PIURA DURANTE LA PRIMERA GUERRA MUNDIAL
Para contrarrestar los efectos de la guerra el gobierno de Oscar Benavides adoptó las
siguientes medidas:
Para la población piurana las medidas del gobierno central y las ordenanzas
municipales no constituían la solución del problema, solamente tenían un carácter
paliativo.
1
Concejo Provincial de Piura.
Boletín Municipal N°. 240 30 de noviembre de 1916.
24
Con el propósito de manifestar su adhesión a la iniciativa del congresista
piurano la Confederación Obrera convocó a la población a un mitin en la Plaza de
Armas para el domingo 23 de septiembre, a horas 4 p.m.
Otra medida adoptada por los empresarios piuranos fue el despido masivo de
trabajadores y la rebaja de un 40% de sueldos4.
2
Confederación Obrera “Unión y Confraternidad”
El Obrero Piurano N° 172 - 12 de mayo de 1917. Pág. 2
3
Ídem
El Obrero Piurano N° 157 - 20 de enero de 1917. Pág. 2
4
Ídem
El Obrero Piurano N° 44 - 30 de agosto de 1914.
25
Por otro lado, los dirigentes de la Confederación Obrera y del Proletariado
Obrero solicitaron al Alcalde interceda ante los propietarios de las viviendas para
lograr la rebaja de alquileres.
5
Confederación Obrera Semanario Nº 101 El Obrero Piurano - 20 de noviembre de 1915. Pág. 2
6
Ídem El
Obrero Piurano N° 99 - 6 de noviembre de 1915. Pág. 2
7
Ídem
El Obrero Piurano N° 146 - 28 de octubre de 1916. Pág. 2
26
lado, ante la escasez de los productos de pan llevar se incrementó los precios, lo que
incidió en el proceso inflacionario.
27
NEGRITOS: LA HUELGA DE 1916
Un periodista del semanario “El Obrero Piurano” dejaba entrever que los
funcionarios de la London Pacific Petroleum al igual que sus homólogos
norteamericanos de la Cerro de Pasco Copper Corporation sobornaban a los
prefectos y subprefectos de estos departamentos. De esta forma compraban la
28
complicidad de estas autoridades, quienes permitían los abusos y atropellos de estas
empresas.
29
LA HUELGA PETROLERA DE 1917
Esta medida de fuerza de los trabajadores se realizó entre los meses de abril y
noviembre de 1917.
La huelga en Talara
Este dinero pasó a poder de Juan C. Murro, jefe de la Zona Militar. Según esta
autoridad este fondo sería abonado a favor de la Compañía para cubrir los gastos
que demandaba la reparación de los daños supuestamente ocasionados por los
obreros en la huelga realizada en 1916.
30
El paro en Negritos
Los esfuerzos de estos dos dirigentes para dialogar con el Prefecto Ramón Valle
Riestra y los directores de las Empresas Pollan, Snider y Scotl resultaron estériles.
Y la huelga continuaba.
Ese mismo día se remitió a este buque en las mismas condiciones a otro grupo
de dirigentes entre ellos el compositor Pedro Miguel Arrese.
1
Semanario “El Obrero Piurarno” Nº 201 – 17 diciembre 1917 pag. 4
2
Idem Nº 181 – 21 de julio 1917 pag. 3
3
Idem Nº 201 – 17 de diciembre de 1917 pag. 2
31
Empresa “Chira Littl” y luego pasaron en calidad de prisioneros al crucero
“Bolognesi”.
Víctor Colina nos dice: “...., desde allí vimos, desde la cubierta del buque
cuando se nos sacaba al escusado, la humareda de las casas que se incendiaban para
que no se asilen en ellas los que no querían inscribirse para trabajar en la Empresa”. 4
La masacre en Lobitos
En diciembre de ese año, Víctor Colina interpuso una querella civil y criminal
contra el Prefecto Ramón Valle Riestra por abuso de autoridad y complicidad en el
asesinato de obreros indefensos, exacción e incendio de sus ranchos.
4
Idem Nº 201 – 17 de diciembre de 1917 pag. 4
5
Idem Nº 199 – 30 de noviembre de 1917 pag. 5
32
Anexo 2
Memorando *
“La Empresa reabrirá sus trabajos el día 29 del presente mes, para lo cual se
procederá á hacer la inscripción de los que deseen trabajar y han tenido ocupación
antes de ahora en estos asientos petrolíferos siendo entendido que volverán al trabajo
pero sin aumento alguno de salario.
Carlos A. Rubio
Teniente Gobernador.
*
Fuente: El Obrero Piurano. Confederación Obrera “ Unión y Confraternidad”
Piura, 17 de Diciembre de 1917. No. 201 pág.2
33
VALDELOMAR EN PIURA
La actuación se inició con la presentación del escritor por parte del Presidente
de la Confederación Obrera, señor Víctor A. Colina.
1
“El Obrero Piurano” Nº 233 – 17 Agosto 1918. Pág. 1
Órgano de la Confederación Obrero “Unión y Confraternidad”
2
Ídem. Pág. 2
34
admiración para el Prefecto Bruno Vargas, de quien dijo que sus manos no se habían
manchado con sangre de los trabajadores.
35
LAS SUBSISTENCIAS EN PIURA EN 1919
“Está visto que la Comisión nombrada para el abaratamiento está sorda y ciega y es
por ello que ciertos comerciantes que especulan con los artículos de primera necesidad los
están subiendo un 50 por ciento más del precio de ayer. Hoy el café y la harina solo serán
artículos para los que tienen fortuna holgada”.
La Primera Guerra Mundial originó una fuerte alza del costo de vida en nuestro
país, alza que se acentuó en los años posteriores a la guerra.
En mayo de ese año los diarios de la localidad daban cuenta de la escasez de los
productos de primera necesidad y de los elevados precios de estos artículos. La
población piurana criticaba la actitud indiferente de las autoridades municipales
frente este problema.
1
Diario La Industria - 7 de abril de 1919. Pag. 3
36
Por esa fecha, la libra de carne se vendía a 50 centavos, el hueso a 40 centavos,
la libra de papa a 35 centavos y una calabaza se cotizaba a 20 centavos. Las multas a
los malos comerciantes fluctuaban entre dos y cinco soles.
En tal virtud se acordó dividir la ciudad en cuatro sectores: norte, centro, sur y
el barrio de Castilla, determinando la zona de cada uno y los jefes responsables de
organizar las secciones respectivas en el orden siguiente: el sector norte comprendía
hasta la calle Lambayeque, cuyo jefe era F. Hilbeck y Compañía. El sector del centro
2
Confederación Obrera Unión y Confraternidad. “El Obrero Piurano” Nº 265 19 de abril 1919 Pág. 2
37
comprendía desde la calle Lambayeque hasta Ayacucho, Jefe los señores Ducan Fox y
Compañía y L. Nosiglia. El sector sur comprendía de la calle Ayacucho y su jefe N.
González y Compañía. 3
3
Diario La Industria. 31 de mayo de 1919. Pag. 2 y 3
38
La huelga de 1922 en Negritos y Lagunitos.
Las condiciones de la vivienda de los trabajadores eran infrahumanas. Las casas eran
de madera y carecían de luz eléctrica Los obreros vivían en pabellones denominados
canchones. Los campamentos obreros, con sus viviendas estrechas e insuficientes
originaban el problema de la promiscuidad. Existía un déficit de vivienda, al extremo
que a la muerte o despido de un trabajador inmediatamente esa vivienda era
ocupaba por otro obrero.
Además, los trabajadores eran visitados por sus familiares sólo los fines de semana.
Juan Aldana escribe:
Los obreros y sus familiares sufrían constante los abusos y la prepotencia del
Gobernador Abel Colonna , y del Jefe de la oficina central, Enrique Colonia, hermano
de esta autoridad política.
39
Esta huelga buscaba la conquista de algunas reivindicaciones económicas y sociales
de los petroleros de estos yacimientos, fue liderada por Sinforoso Benites.
El pliego de reclamos fue redactado por el profesor Cataquense José María Calle y
Feliz Espinoza. Este documento consideraba los siguientes puntos:
Uno de los hechos que desencadenaron esta medida de lucha fue la orden de
desalojo de la vivienda que habitaba la viuda e hijos del trabajador Ventura Millán.
Según los obreros esta orden fue tomada por la empresa, a través del gobernador.
Los petroleros lograron algunos puntos de este pliego de reclamos, pero los
dirigentes fueron victimas de represión por parte de la empresa y de las autoridades.
40
41
LA LEY DE CONSCRIPCIÓN VIAL EN PIURA
A inicios el siglo XX, las distintas zonas de esta parte del país no estaban
debidamente integradas. La insuficiente red vial impedía la articulación entre las
ciudades. El transporte resultaba una empresa sumamente difícil y peligrosa. Con
mucha frecuencia ocurrían asaltos. El bandolerismo como problema social era un
asunto no resuelto por el Estado.
En esa época en Piura, al igual que en otras ciudades de esta región, el proceso
de urbanización era incipiente, las urbes como tal casi no existían. La población en su
gran mayoría se encontraba dispersamente distribuida en el área rural. Las haciendas
tradicionales de la sierra no estaban articuladas al mercado regional.
En 1925, José Bolívar viajó de Lima a Piura en dieciocho días. En ese mismo año
el Touring Club Peruano organizó la primera carrera por las rutas de estas dos
ciudades.
1
Diario La Industria – 15 de agosto de 1919. Pág. 3. Archivo Regional de Piura.
42
Esta cita hace alusión al proceso de modernización capitalista que
experimentaban las haciendas algodoneras. Modernas máquinas, infraestructuras de
riego, trabajadores y capital constituían los elementos del progreso industrial. Por esa
época, la presencia del capital inglés, a través del Banco del Perú y Londres en la
producción algodonera era evidente.
La ley vial
Dos días más tarde, el Concejo Provincial de Piura mediante oficio disponía la
instalación de las Juntas Directivas. Es así como se constituyeron las Juntas en
Castilla, Catacaos, Yapatera, Sechura, Vice, Tambogrande, La Capilla y la Muñuela.
Estos dos últimos, años más tarde darían origen al distrito de la Unión.
43
Abusos e intransigencias
2
Confederación Obrera “Unión y Confraternidad” El Obrero Piurano N°. 501. 19 de enero de 1930. Pág. 1.
3
Concejo Provincial de Piura. Boletín Municipal. 31 de mayo de 1922. Pág. 1.
4
Idem. Boletín Municipal N°. 404. 16 de agosto de 1923. Pág. 1.
5
Idem. Boletín Municipal N°. 369. 15 de abril de 1922. Pág. 1.
44
En 1925 Piura fue duramente castigada por el fenómeno El Niño. Frente a esa
emergencia los Presidentes de la Confederación Obrera, del Proletariado Obrero y
otras Sociedades elevaron un memorial al Presidente de la República solicitando se
les exima de ese trabajo durante ese año.
Esta ley fue derogada por el piurano Luis M. Sánchez Cerro, el 31 de agosto de
1930.
6
Confederación Obrera. “Unión y Confraternidad” N°. 501. 19 de enero de 1930. Pág. 1.
45
Anexo Nº 3
Ellas han arruinado nuestras casas, han acarreado multitud de epidemias que
hoy producen alarmante mortalidad, han paralizado el tráfico de trenes, trayendo la
carestía de la vida con motivo de las enormes dificultades que hay para el transporte
de los artículos de primera necesidad, ya sea de los pueblos del interior, ya de otros
lugares, y lo que es peor y más grave, han disminuido notablemente el trabajo con la
paralización de muchas industrias, lo que para nosotros es sumamente penoso y
duro. Atravesamos, señor Presidente, en la actualidad por una crisis desesperante
que es preciso salvar no solo por patriotismo, sino por humanidad, por lo cual es
indispensable que contribuyamos todos y especialmente nuestros gobernantes.
*
Semanario El Obrero Piurano Pág. 3 Mayo de 1925. Confederación Obrera “Unión y Fraternidad”.
46
seguridad de que, por las poderosas razones que dejamos anotadas é informaciones
que Ud. tiene de la catástrofe, seremos atendidos por ser de justicia y equidad.
47
LA CONSCRIPCIÓN VIAL: ABUSOS EN CATACAOS
José C. Mariátegui.
Conflictos en Catacaos
La aplicación de esta ley en Catacaos al igual que en otras zonas del país fue
motivo de muchos abusos. Para evidenciar esta aserción basta citar la denuncia
formulada por el campesino Pedro Huertas Castillo: “El gobernador don Julián
Martínez me tomó preso, poniéndome el cepo, en donde estuve a todo sol y sereno
hasta el lunes 27, que una amistad me alcanzó un plato de almuerzo. En la tarde de
este día fui sacado del cepo y maltratado a punta pies para que me comprometiera a
pagar doce soles al gobernador Correa.”1
El cobro arbitrario por las libretas de los conscriptos era una forma de
usufructo. En diciembre de 1923 se denunciaba este tipo de delito.
1
Diario La Industria. 30 de junio de 1927. Pág. 3á. Archivo Regional de Piura.
2
Idem. 28 de enero de 1925. Pág. 3á.
48
El 26 de junio de 1927, la paz y la tranquilidad del pueblo cataquense fueron
violentamente interrumpidas cuando oficiales, guardias y personal de tropa en
estado de embriaguez allanaron domicilios y atropellaron a las autoridades y vejaron
a ciudadanos, so pretexto de conducir a los conscriptos viales de este distrito a
trabajar en el camino de la Encantada. Los cataquenses expresaron su voz de protesta
ante las autoridades piuranas y la opinión pública a través de un memorial. El
Alcalde Imaz envió un telefonema al diario “La Industria” informando sobre lo
sucedido. Por su parte, los dirigentes de la Confederación Obrera, El Proletariado
Obrero, la Sociedad Defensora Comunidad de Catacaos, y de las Sociedades “Sáenz
Peña”, San Pablo y San José responsabilizaron de estos excesos al subprefecto
Valeriano Rubio y exigieron al gobierno central su destitución. Las sociedades
obreras convocaron a un mitin en la Plaza de Armas de Piura para el domingo 6 de
mayo de 1928 para exigir la remoción de esta autoridad. Medida que no se concretó
porque la Prefectura no concedió el permiso respectivo.
A los pocos meses de estos hechos, el Mayor Víctor Abad, integrante de la Junta
Vial Provincial denunciaba al Subprefecto Rubio ante el Juez de Primera Instancia
Dr. Enrique López Albújar. La denuncia comprendía los siguientes cargos:
irregularidades en las cuentas y trabajos del camino hacia la Encantada y los sucesos
de Catacaos.
Alcalde IMAZ
49
LA CONSCRIPCIÓN VIAL EN AYABACA
Francisco Febre.
Lo anecdótico
“En esa época era peligroso viajar. Había bandas de asaltantes. Para
ir a Piura la gente viajaba en caravana. Una caravana estaba
conformada por diez a quince personas”.
La ley vial
51
Algunas compañías que se dedicaba a la construcción de caminos mediante
contrato directo con el Estado también se beneficiaron con esta ley. En un diario
local se lee:
Los conscriptos eran trasladados a sitios lejanos de sus tierras de origen, con
climas totalmente diferentes a los que estaban acostumbrados. El campesino
Francisco Febre nos relata:
Esta Ley fue derogada por Luis M. Sánchez Cerro, el 31 de agosto de 1930.
_____________________________
CITAS
(1) Diario La Industria – 30 de septiembre de 1925. pág. 3.
(2) Idem. 2 de Octubre de 1929. pág. 3.
52
LA LEY DE VAGANCIA EN AYABACA
Las personas acusadas de vagos eran arrestadas por treinta a sesenta días,
durante ese tiempo eran ocupadas en alguna obra pública.
Esta norma legal negaba a las personas acusadas de vagancia, todo derecho, y
toda garantía. Ningún “vago” extranjero o nacional podía utilizar en su favor el
recurso de habeas corpus contra los arrestos, expulsiones o trabajo, que, respecto de
ellos decretasen las autoridades policiales.
Los gamonales utilizaron esta ley para acosar y reprimir a los dirigentes
campesinos. En 1935, Sinforoso Benites fue acusado de vago y recluido durante un
año en el penal El Sexto.
53
Muchos comuneros recuerdan el uso obligatorio de la libreta de ocupación.
Uno de ellos, don Silvestre Amaningo ex – dirigente de los yanaconas de la hacienda
de Cujaca, manifiesta:
NOTAS:
(1) Ley Nº 4891 Represión de la vagancia
54
La periodista Ángela Ramos realizó una campaña contra esta ley, argumentando que esta norma
legal tenía un carácter discriminatorio: no se sancionaba al “ocioso” de los sectores pudientes. EL
subrayado es nuestro.
El BANDOLERISMO EN PIURA.
55
Una de las primeras manifestaciones de cimarronaje en el Perú ocurrió en Piura entre 1544 –
1548, esto sucedió en el marco de la rebelión de los encomenderos contra la corona. En esa
oportunidad los negros cimarrones establecieron un palenque a las afueras de la ciudad.
Se tiene información que los cimarrones de Piura constituyeron familias uniéndose a mujeres
indígenas.
El cimarronaje, forma defensiva de los dominados durante el virreinato, es considerado como
una manifestación del bandolerismo social. El historiador Alberto Flores Galindo sostiene que
el bandolerismo en cierta medida, era funcional a la sociedad colonial. No atacaba a los
centros de poder, ni a los mecanismos de extracción. El bandolerismo no llegó a unirse con
ningún movimiento de masas, era esencialmente reformista; en el mejor de los casos se
limitaba a castigar o a sancionar a los ricos, pero no buscaba su abolición como clase. (1)
En el Perú, el bandolerismo más fuerte está después del siglo XVIII, muy activo desde la
guerra de la Independencia (1820 -1824), las primeras décadas republicanas y con intensidad
a fines del siglo XIX y en la primera mitad del siglo XX:
A inicios de la república una de las tareas del ejército fue combatir a los bandoleros.
En 1836, el bandolero León Escobar ingreso a la ciudad de Lima y saqueó el domicilio del
Arzobispado y establecimientos comerciales. Los militares establecieron el orden y el General
Vidal ante la presencia de 10 mil personas fusiló a este temible bandido.
Otro bandolero que asoló la Ciudad de los Reyes en la década de los cuarenta del siglo XIX
fue Pedro León.
Alberto Flores Galindo escribe:
“El bandolerismo y las montoneras fueron manifestaciones elementales
de la anarquía política y del malestar social…Es preciso comprender
que el bandolerismo puede ser una forma de protesta social, aunque
espontánea y poco efectiva, y no sólo un medio desesperado de
subsistencia.” (2)
56
populares”.(3)
57
_________________________________
58
CIUDADANOS AL SERVICIO DE LOS SEÑORES
“...eran pocos los que tenían libreta, pero todos estaban al mando del patrón, él les
ordenaba cual era candidato que debían apoyar’’
Jorge Quevedo Rentaría. Ayabaca
Un poco de historia:
En la década de los cincuenta del siglo XIX los Estados de estos dos países
decretaron la libertad de esclavos. Pero conservaron hasta la década del siglo
pasado una estructura agraria que se desarrolló bajo las relaciones entre el latifundio
y minifundio
Como siervos.
59
El yanaconaje en el Perú y el arrimazgo en el Ecuador fueron formas de
opresión del sistema de servidumbre a través del cual se materializó la
simifeudalidad.
“.... una especie de propiedad sobre las personas, como una modalidad
de la esclavitud que ellos – los patrones – imponían, nos obligaban a
trabajar como peones, pero éramos como animales...” Manuel
Guerrero Amaluza. Ecuador.
“Y por acá abajo, por este lado de Usaime por ahí decían que habían
marcado a uno al cachete, con marca de hierro para ganado ¿Por qué?
Digo, para tenerlos seguros, para ser como animales, dueño de patrón
de la gente....”.
60
Los diezmos y las primicias fueron cargas feudales que graban la producción
de los campesinos una proporción de diez a una y de siete a una, respectivamente.
Lo difícil que resultaba hacer efectiva su recaudación obligó a los sacerdotes
arriendar a particulares su cobró.
Otro Testimonio:
“Antes se pagaba el diezmo y la primicia, se daba su arroba de
granos, maíz, arveja, o algún animalito, el cura los vendía y
comenzaban a recoger desde el mes de Julio en tiempo de la cosecha”.
José Toledo – Pampa Larga.
“La vial era de que había que pagar una semana de trabajo. Yo
recuerdo que mi papá me mando a trabajar a la vial en esa parte de La
Arama , por esos caminos por ahí nadie le daba agua, teníamos que
llevar nuestra comida. Las personas que no querían ir a trabajar lo
mandaban a la cárcel”.
Otro testimonio:
‘’A la gente de aquí la notificaban para ir a trabajar a Culqui. Unos
venían y otros no. Unos no iban a trabajar la vial a Culqui. Por medio
a la terciana. Y de los regresaban, algunos venían a morir de
paludismo’’ Francisco Febre. Ayabaca.
Dos décadas más tarde, en la provincia de Loja, los arrimados agobiados por la
pobreza y la sequía tomaron las tierras de las haciendas. En esas acciones el 2 de Julio
de 1968, en la hacienda Santa Ana, mueren ocho arrimados entre ellos la campesina
Agripina Berrú.
61
62
EL IMPUESTO A LA CHICHA Y LA PROTESTA DE LAS CHICHERAS
Un poco de historia
El impuesto a la chicha
1
La Nueva Era. Semanario Político, Literario y Noticioso. 22 de abril de 1901. Pág. 4. Archivo
Regional. Piura.
2
Confederación Obrera “Unión y Confraternidad”. El Obrero Piurano N° 205. 12 de enero de 1918.
Pág. 2.
63
Mientras esto sucedía, don Francisco Pérez Rosas, director del Colegio San
Miguel, exigía por escrito al alcalde provincial adoptar las medidas convenientes
para efectivizar la recaudación de este impuesto3.
La implantación de la ley incentivó al gremio de las chicheras a realizar dos
movilizaciones de protesta. Un diario local de esa época publicaba: “Chicheras en
movimiento. Ayer como hoy numerosos grupos de chicheras se han acercado a las
oficinas de la Municipalidad y la Prefectura, con el objeto de protestar por el nuevo
impuesto a la chicha S 1-léase-un sol-por botija que en conformidad con la ley debe
cobrarse a este artículo. El grupo de hoy que llegaba a 81 pertenecientes la mayor
parte a Castilla, y el resto al barrio 24 de julio de esta ciudad, se acercó después de las
4 de la tarde donde el señor Prefecto, con el objeto de presentarle el memorial
respectivo”4.
3
Colegio San Miguel. Oficio N°. 92 del 10 de agosto de 1926. Archivo Concejo Provincial de Piura.
4
Diario “La Industria”. 1 de mayo de 1926. Pág. 3. Archivo Regional Piura.
5
Prefectura de Piura. Oficio N° 48 del 1 de mayo de 1926 en Diario “La Industria”, 02 de mayo de 1926. Pág. 3.
Archivo regional de Piura.
64
Hay que destacar que por un lado, las dos instancias gubernamentales
denegaron la petición de las chicheras; mientras que por otro lado el gobierno central
exoneraba temporalmente el pago del impuesto a los exportadores de azúcar.
6
Concejo Provincial de Piura. Oficio N° 1023 del 17 de mayo de 1933. Archivo Regional Piura.
7
“El Pueblo”. Piura, 9 de agosto de 1947.
65
En 1936 en nuestro departamento se estableció también el impuesto al gremio
de lustradores de calzado. Mientras que en otras regiones del país se agravó con un
impuesto a la chancaca y al guarapo. Si en Piura esta medida motivó una resistencia
y protesta pacífica, en algunos pueblos de la sierra las movilizaciones indígenas
tuvieron un carácter violento, tal como sucedió en Yanahuara, provincia de Caraz, en
febrero de 1924. En ambos casos se incentivó a la polarización social.
Debemos indicar que estas protestas sociales tuvieron un carácter local, pues no
alcanzaron una articulación orgánica a nivel regional ni mucho menos nacional.
66
Anexo 6
El Presidente de la República
Por cuanto:
Artículo 2: Este impuesto será recaudado por las Municipalidades del mencionado
departamento en sus respectivas jurisdicciones, debiendo percibir dichas
instituciones el treinta por ciento del producto que se obtenga y entregar el setenta
por ciento restante al Colegio San Miguel de Piura.
Dado en la Sala de Sesiones del Congreso en Lima, a los veinticinco días del mes de
enero de mil novecientos veinticuatro.
67
LA CONSCRIPCION MILITAR EN PIURA
Tres décadas más tarde, durante el gobierno de Leguía, José María Arguedas
tuvo la oportunidad de contemplar por primera vez en Lima un desfile militar . Al
percatarse de los rasgos étnicos que caracterizaba al personal de tropa , el escritor
señaló : “Ni un solo hombre de los que llamamos blanco, “blanquiñoso” no
únicamente por el color de la piel, sino por tantos otros detalles, desfiló en la tropa
.La tropa, toda, soldado a soldado eran indios o negros.”1
En la segunda década del siglo pasado los diarios locales, con mucha
frecuencia informaban a la comunidad piurana sobre los hechos relacionados con la
vida militar.
Literatura y realidad
Y de pronto, los conscriptos perdían de golpe toda esperanza e interés por la
vida.
68
a su cabalgadura. Un jalón repentino y brutal tiró de la cintura a Braulio, que habría
caído al suelo de no ir amarrado estrechamente al pescuezo de la bestia y Braulio
empezó a correr al paso acelerado de las mulas.”3
3
César Vallejo Mendoza El Tungsteno pág. 112
4
Diario La Industria 4 de junio de 1919 pág. 3.
5
ADP. CSJA. Adm. 354 sn. 1909
6
ADP. CSJA. Adm.360 sn. 1934
69
LA CRISIS DE 1929 EN PIURA
Una de las crisis más profundas y agudas que registra la historia del
capitalismo fue aquella que ocurrió entre los años 1928 y 1933.
Pronto se dejaron sentir las severas repercusiones de esta crisis en nuestro país:
disminuyeron los créditos e inversiones extranjeras, bajó drásticamente los precios de
nuestros productos de exportación, disminuyeron o paralizaron las actividades
productivas de las diversas empresas mineras, petroleras y agrícolas controladas por
el capital extranjero.
Esta crisis desencadenó una crisis política. En Arequipa, Luis Sánchez Cerro
lideró la rebelión contra el dictador Leguía, aperturando lo que Jorge Basadre
denominaría el Tercer Militarismo.
70
Piura en los tiempos de la crisis
En el plano social, por esos años los gendarmes y la Guardia Civil combatían a
los últimos elementos del bandolerismo.
71
Uno de los primeros efectos de la crisis fue la fuerte caída del precio del
algodón. El diario “La Industria” informaba que el precio de la paca del algodón
había bajado cuatro dólares1
1
Diario La Industria, 7 de noviembre de 1929, p.2
2
Boletín de la Cámara de Comercio, agricultura e Industria, N° 5,15 de abril de 1930.
3
Diario La Industria, 16 de enero de 1930, p.2.
72
Aprovechando la existencia de una sobreoferta de petróleo a nivel mundial la
I.P.C. implementó un lock-out (cierre) por quince días y despidió 8,000 obreros.
Meses más tarde este banco clausuraba las Agencias de Piura, Sullana y las
otras que tenían a nivel nacional.
4
Diario La Industria, 30 de noviembre de 1929, p.4.
73
TALARA 1931: ESTADO DE SITIO Y REPRESIÓN
“Después de los sucesos acaecidos la ciudad está como un cementerio porque casi toda la
población ha huido despavorida”
74
Los socialistas denuncian la prisión de los delegados de los trabajadores y la
persecución constante de la policía contra el asesor jurídico de los obreros el Doctor
Luciano Castillo, Secretario General del Partido Socialista del Perú.
6
Diario La Crónica 15 de junio de 1931
7
BASADRE, Jorge Historia de la República del Perú
Tomo 12 pág. 3141.
75
realizó en perfecto orden, con beneplácito que la mayoría de obreros y pueblo en
general que aplauden vuelta normalidad”.8
8
Diario La Industria 19 de junio de 1931.
76
Anexo N°
Testimonio del Dirigente petrolero Pedro Miguel Arrese (*)
(Fragmento)
77
Incidentes de una fuga apresurada y una aclaración necesaria.
En aquel sábado trágico, los dirigentes eran buscados tenazmente, de
canchón en canchón, para ser liquidados. La jauría estaba dirigida por un tal Muga,
que era administrador de aduana e incondicional de la Internacional, seguido por un
grupo de soplones y adulones, secundados por soldados del ejército con su
respectivo jefe.
(… )
Cuando Muga y sus adulones, andaban en nuestra busca, de canchón en
canchón y cuando ya se había producido la masacre, la gendarmería andaba en
estado de ebriedad, patrullando las calles y atemorizando a la población que huía de
Talara, en caravanas, para Sullana. Nosotros estábamos refugiados en casa de la
familia Mogollón; conmigo se ocultaban Julio Jorge Delgado que era el Presidente o
Secretario General de la Federación de Trabajadores, Juan Hoyos, Samuel Benites,
Sául Alcántara, Julio Mogollón y Romualdo Cornejo.
La casa, donde nos ocultábamos, tenía por jefe de familia a un soplón de Muga;
pero su esposa que era una mujer valiente y muy identificada con los trabajadores,
amenazó a su esposo. Nos preguntó si teníamos alguna arma de fuego y yo le mostré
un revólver que llevaba para defendernos. Luego de pedírmelo, sentenció a su
marido:”Mira, si vas donde Muga a delatar a estos hombres que están bajo nuestra
protección, te juro que te mato con este revólver” El marido, efectivamente, no se atrevió a
delatarnos. El refugiarnos en esa casa nos salvó la vida, puesto que Muga que no
dejaba casa sin registrar, cuando llegó ante la vivienda de esta familia, dijo a sus
secuaces:” A esta casa, no”, porque para él era una casa de confianza, donde vivía uno
de sus soplones, y no se imaginaba que allí se pudieran esconder dirigentes
sindicalistas.
Al día siguiente, a las diez de la mañana, decidimos abandonar la casa,
previamente había cambiado de traje con uno de mis camaradas, él me prestó su
terno y yo le entregué el mío. Presté una alforja a la señora y con esa indumentaria
fugamos de allí. Agradecimos a la señora y nos dispusimos a salir de la vivienda; en
la puerta Jorge Delgado flaqueó, tuvo temor y quiso entrar nuevamente a la casa,
pero la señora no le permitió entrar ya.
78
En nuestra salida de la zona petrolera, tuvimos la ayuda de algunos camaradas,
como Zapata, a quien apodaban “El Empalao”, quien en la sección 45 nos brindó una
gran hospitalidad. Ahora, para salir de esa zona había un gran obstáculo, que eran
los reflectores de la Brea que desplazaban su iluminación por amplios sectores de la
pampa que debíamos atravesar. Felizmente por dicha zona habían unos canales, por
donde reptamos para evitar la luz de los reflectores. Luego, contamos con la ayuda
de un ganadero, “El Cojo Gondra”, quien nos llevó a una majada, donde estuvimos
unos días. Posteriormente nos dirigimos a pie hasta Miramar, pasando duras
privaciones alimenticias, alimentándonos de raíces. Después de habérsenos unido
Edmundo Talledo Vilela, partimos con rumbos distintos, ante un aviso de que
nuestros captores nos seguían la pista. Así fue como sucedieron los hechos.
__________________________
(*) Testimonio recogido por el escritor Genaro Maza Vera, publicado en la
revista La
Provincia, septiembre de 1982.
79
Anexo N°
“He podido darme cuenta muy de cerca de la situación topográfica del asiento
petrolífero de Talara y de la vida que se lleva en esa zona tan rica, que se haya
explotada por la International Petroleum Compañy. Esta población tiene más o
menos alrededor de 10,000 habitantes; de esa cantidad, la quinta parte son
trabajadores de la empresa. La población está dividida en cuatro categorías.
La parte baja, es otro Estado, allí existe otra clase de habitantes, los que tuvieron la
osadía de casarse con peruanas. Pero por este mero hecho viven aislados, como
cumpliendo un castigo.
Por último tenemos el Puerto, que queda en la parte norte, es otro barrio donde viven
unos cuantos pescadores.
Talara está bajo el mando del Administrador Civil Gerente del Pueblo. Este es una
especie de Virrey, un gamonal, que vigila a la población. Este sujeto se llama Rogelio
GUIS LEIN
Nadie puede ingresar a este territorio sin el permiso de este personaje, él todo los
sabe y todo lo ve por medio de sus soplones. Por añadidura es Alcalde Municipal,
“ad hoc” Agente Consular de varios países y el autor del obsequio de un castillo de
oro al tirano Leguía.
80
El viajero que ingresa a Talara, sea por negocio o por turismo, sea por mar o tierra
tiene que llenar las formalidades antojadizas de este personaje. Primero, dar nombres
y apellidos, edad, raza, estado civil, misión, certificados de buena conducta, capital
que trae y profesión. Segundo, no puede permanecer más de 8 días en la localidad, ni
ocupar alojamiento en los “canchones” aunque tuviese familiares. Cumplido este
tiempo el hotelero (chino) notifica la inmediata desocupación del cuarto, a pesar de
estar al día en su pago y como todo Talara es propiedad de la International
Petroleum Company no hay otro remedio que salir antes que las autoridades
policiales (empleados de ellos) vengan con un camión y lo boten al “Portachuelo”
(lugar donde termina la propiedad de la Empresa)
Algo más triste y espeluznante, es el hecho de que los pobres obreros se ven privados
de no tener al lado de ellos a sus padres o hermanos, porque no son trabajadores de
la Empresa. Si por casualidad son sorprendidos, son lanzados sin compasión. Aquí
las leyes peruanas no existen, nadie puede protestar, no hay las garantías del caso.
Aquí la ley que domina es la Estándar Oil.
(*) BRENE, Ricardo .Semanario El Obrero Piurano No 503. 12 de Octubre de 1930 Pág. 1.
81
LA BASE AÉREA EL PATO
Convenio secreto
Se estipulaba que la vigencia de este convenio duraría mientras los EE.UU. esté
comprometido en esa guerra. Asimismo, se contemplaba entre otras condiciones que
a la expiración de este pacto, la infraestructura y el material de aviación quedarían en
beneficio de la Fuerza Aérea del Perú.
Las protestas
El atentado del que había sido víctima el oficial de la Marina motivó la protesta
unánime de los distintos sectores de la sociedad civil y por ende el gobierno de Prado
fue objeto de duras críticas.
82
condiciones o la forma en que se había autorizado su establecimiento. Las atendibles
y fuertes razones de guardar un secreto militar no podían funcionar en este caso, ya
que a todos constaba que esa cesión se había efectuado y no era posible suponer que
un hecho tan difundido y tan visible pudiera quedar oculto entre los países en
beligerancia. El gobierno debió haberlo anunciado en su oportunidad como debió
más tarde, producido por fortuna el triunfo de las Armas de las Naciones Unidas,
iniciar los pasos necesarios para que esa base militar cuyo mantenimiento ya no
podía estimarse necesario fuera devuelta al país”1.
Una nota de prensa del periódico “El Obrero Piurano” afirmaba que con las
protestas producidas por este motivo ha profundizado el afecto por nuestra tierra y
ha enraizado en nosotros el sentido del honor nacional. Ahora ya sabe el pueblo
peruano que los autores del incidente del 28 de julio en Talara serán juzgados de
acuerdo a nuestras leyes… Que los Estados Unidos de Norteamérica se vayan dando
cuenta que los pueblos van despertando y que es hora que nos traten como naciones
independientes y no como simples colonias”2.
1
Citado por el Diario La Industria. 9 de agosto de 1946. Pág. 1.
2
Confederación Obrera “Unión y Confraternidad” El Obrero Piurano N°. 778. 21 de septiembre de 1946. Pág. 1.
3
Diario La Industria. 31 de octubre de 1946. Pág. 3.
83
TALARA : UN FEUDO DE LA IPC
Este petróleo
pertenece a la Patria
y es de la tierra mía.”
Los enclaves
En las primeras décadas del siglo XX, el sector externo de la economía peruana
se adaptó a los requerimientos del mercado mundial, necesitado de materias primas.
Se dio un fuerte impulso a la actividad agrícola de exportación, a las actividades
mineras y petroleras.
84
lunes 16 el Teniente Gobernador notificó a Morales para que se embarque en la lancha
“Rosalía”que va a Paita ¡qué sarcasmo sin duda este suelo es yanqui y no pertenece al Perú,
porque así se acostumbra con todo hombre que despide la empresa, la autoridad política lo
hace desocupar la población”4.
Todo foráneo que no explicase su estadía en Talara con razones aceptables para
la compañía, debería abandonar inmediatamente la ciudad. Los trabajadores no
podían recibir a un familiar que viniese de fuera, sin permiso de la empresa.
Don Pedro Ramírez Córdova, ex-dirigente petrolero, nos cuenta: “... las
empresas: Lobitos y la I.P.C. tenían su Administración de Campamento y allí tenían su
Servicio de Inteligencia. Los gringos sabían quiénes eran las personas que llegaban a visitar a
determinadas familias. Si llegaba un familiar, ellos te notificaban. Una vez llegó un familiar a
visitarme y al día siguiente me llamaron a la Administración y me preguntaron quién era la
persona que había llegado a mi casa. Yo les dije que era una prima hermana. Me preguntaron
¿y qué tiempo se va a quedar en su casa? Yo les dije: un mes. Y me volvieron a preguntar ¿un
mes? Y ¿a partir de cuándo?- Les dije a partir de tal día. Al mes me volvieron a llamar, y me
dijeron: -A usted le dimos permiso un mes. Tenga usted la bondad de decirle a su pariente que
por favor se vaya. La Administración de la Compañía no permite tener gente extraña...”6
4
Semanario “El Obrero Piurano”Nº 150 – 4 Nov. 1916. Pág. 3 Confederación Obrera Unión y Fraternidad.
Piura.
5
Idem. Nº 344 – 23 – 07- 1921. Pág. 3
6
Entrevista 07 – 04 – 2001.
7
Semanario “El obrero Piurano” Nº 250 – 21 – 12 – 1918. Pág. 1.
85
Los abusos de la I.P.C. según un testigo de esa época generaba en la memoria
colectiva el estigma de la humillación y la autoimagen de parias en nuestro país. Y
frente a la prepotencia y tiranía de la compañía norteamericana Civilo A. Carnot
preguntaba:“¿Las Empresas Petrolíferas que se sujetan sólo a su voluntad como Ley,
que pagan autoridades para que sirvan conforme a sus caprichos, que en distintas
ocasiones han hecho abalear al pueblo por el delito de pedir un pan más..., que han
expulsado de sus canchones por cualquier pretexto frívolo al que le ha venido en
gana, que han hecho incendiar so pretexto de higiene pública los ranchos donde se
asilaban los trabajadores y que dicen ser los únicos dueños de aquellas regiones,
tendrán algún interés por guardar la soberanía nacional en ese rincón que se llama
Perú y eso será de algún interés nacional para nosotros?8
8
Idem
86
HACIENDAS: YANACONAS Y SERVIDUMBRE
El yanaconaje fue una variedad del sistema de servidumbre a través del cual se
materializó la semifeudalidad.
La Servidumbre
87
En las haciendas piuranas la servidumbre de los yanaconas adquirió diversas
modalidades.
Expliquemos algunas de ellas.
b) El servicio de arriería:
2
Pliego de reclamos presentados por los yanaconas de la Hacienda Monte de los Padres contra el propietario de
la hacienda. Ministerio de Justicia y trabajo. Causas civiles. Leg. 1 Setiembre de 1934
3
Exp. Seguido por los yanaconas de la hacienda Huapalas contra Eleuterio Ramos y Francisco Sojo. Ministerio
de Justicia y Trabajo. Enero 1941
4
Exp. Seguido por Andrés Pintado Córdova contra el propietario de la hacienda de Pillo – Frías. Ministerio de
Justicia y Trabajo. Agosto 1944
5
Memorial presentado por los yanacunas de la hacienda de Pillo, dirigido al Prefecto de Piura. Julio 1934.
Ministerio de Justicia y Trabajo
88
c) El rodeo
e) Exacciones
89
En las haciendas de la serranía piurana se mantenía algunas costumbres
de corte feudal. Sobre el particular, los campesinos de la hacienda de Simirís
denunciaban: “Todavía aquí existe el tributo de primicias al cura del distrito,
quien vende este derecho al mayordomo en dinero efectivo y éste nos cobra a
nosotros en productos de nuestra cosecha duplicando el valor pagado por él al
cura”. 9
f) Abusos usuales
9
Memorial presentado por los yanaconas de la hacienda de Simirís, dirigido al Prefecto de Piura. Ministerio de
Justicia y Trabajo. Julio 1934
10
Memorial presentado por los yanaconas de la hacienda Las Lomas, dirigido al Prefecto de Piura. Marzo 1934.
Ministerio de Justicia y Trabajo
11
Memorial presentado por los yanaconas de la hacienda de Pillo, dirigido al Prefecto de Piura. Julio 1934.
Ministerio de Justicia y Trabajo
90
EL CEPO
91
Por su parte, don Leonor García Valle manifiesta: “El hacendado don
“Manongo” era muy malo, nos castigaba y nos ponía en el cepo. El
patrón era muy grosero, sino uno no lo saludaba, sacándose el
sombrero, ahí mismo lo mandaban al cepo, que era el castigo y aquí a
cualquiera le daban palo y veta. En los tiempos de la hacienda, la ley del
patrón era la ley del cepo. El cepo eran dos maderas de hualtaco, con
huecos, aquí se castigaba al que se portaba mal con el hacendado. Ahí
se metía a los que no cumplían con las obligaciones, también a los que
robaban algunas yuquitas de las tierras del patrón.” (3)
Hoy como ayer la historia se repite. Como dice la canción de los Kjarkas:
“La historia de nuestros abuelos parece no tener fin” . Así es. Si bien es
cierto, que hoy en día ya no existe el cepo, los mayordomos, ni esas
92
formas semifeudales de sometimiento; sin embargo, en la actualidad
encontramos nuevas formas y estrategias de dominación impuestas por la
modernización capitalista.
Asimismo, aún persisten patrones autoritarios de funcionamiento de la
sociedad que hacen inviable la formación y el desarrollo de la ciudadanía
en un amplío sector de nuestra sociedad, especialmente en el
campesinado. Vivimos en un país en el que predominan las imposiciones,
en la que el consenso cumple un papel relativamente secundario y en la
que los mecanismos de dominación de carácter coercitivos son muy
fuertes. Un ejemplo: el conflicto generado por la empresa minera Río
Blanco (ex minera Majaz) en las comunidades campesinas de las
provincias de Ayabaca y Huancabamba corrobora lo que estamos
afirmando.
Citas.
(1)Testimonio de Leonidas Viera Calle ex yanacona de la hacienda
Tejedores, vecino del caserío Puerta Pulache. Las Lomas.
(2) Idem.
(3)Testimonio de Leonor García Valle, ex yanacona de la hacienda de
Tejedores. Caserío Puerta Pulache. Las Lomas .
(4)Testimonio de Isabel Toledo Zapata, ex yanacona de la hacienda de Las
Lomas.
93
Anexo 8
Bases a las que queda sujeto todo colono arrendatario de la Hacienda Solana
QUINTA.- Las mejoras quedan a beneficio del fundo, sin remuneración alguna para
el propietario, aún cuando se haya rescindido el contrato.
94
SÉTIMA.- Corren de cuenta del arrendatario las contribuciones que graven el
contrato.
Hacienda
Solana, .............................................................................................................................
95
Anexo No. 9
Memorial de los colonos de la hacienda “San Martín” presentan al señor Prefecto del
departamento en demanda de garantías para sus derechos de trabajadores y de seres
humanos.
Señor Prefecto:
b) Aparte de esto se nos obliga a trabajar los días feriados en el corte de madera,
reparación de cercos, etc.;.
h) A los que tenemos bestias de nuestra propiedad se nos obliga a trabajar como
empleados de campo de la hacienda, a ordenes del respectivo Mayordomo, en
96
rodeo de ganado, comisiones, etc. durante todo el año, pagando siempre el
arriendo respectivo por nuestra chacra;
Esta angustiosa situación en que hace ocho años vivimos los colonos de la
hacienda “San Martín” ha tenido que culminar en una justa actitud defensiva
por nuestra parte mediante la huelga, que es la única defensa efectiva de los
trabajadores; y así es como el 28 de del corriente nos hemos negado a cumplir
aquellas obligaciones personales que se nos tiene impuestas para interponer
nuestro justo reclamo ante el digno despacho de Ud. Señor Prefecto, a fin de
que intervenga en la solución pacífica de este conflicto, haciendo justicia a
nuestros derechos de trabajadores y de seres humanos , ya que ni como tales
somos tratados por los medios de explotación que ligeramente dejamos
anotados.
97
Anexo No.10
PRIMERO. Son causales de expulsión de los pisantes y colonos del feudo, las
siguientes:
a) Por incumplimiento en el pago de los arriendos.
b) Por faltamiento de palabra u obra a cualquier representante de la hacienda.
c) Por robos ó causa manifiesta de mala conducta, o reincidencia en caso de
falta leves.
d) Por falta de asistencia a los trabajos del fundo cuando fueren notificados,
salvo causa justificada.
e) Por propaganda subversiva, desacato a las órdenes de la hacienda, o
contravención a las órdenes de la Policía.
f) Por robo de agua para el riego.
g) Por daños ocasionados por los animales de su propiedad, siendo
manifiesta su culpabilidad.
h) Por coger leña, romper o abrir portillos en cualquier de los cercados de la
hacienda.
i) Por dar hospedaje en sus casas a personas extrañas sin conocimiento de la
hacienda, o que hayan sido expulsadas de ella, estando obligadas a poner
en conocimiento de la hacienda de cualquier persona sospechosa o de mala
conducta, mujeres casadas o hijas de familia que soliciten hospedaje.
SEXTA. Está prohibido el hacer cercados sin previo permiso de la Dirección. Así
mismo está prohibido golpear, coger y matar animales en cercados cuyas cercas se
encuentran en malas condiciones.
SÉPTIMA. Todo rozo que se quiera abrir en el campo debe ir precedido de la orden
respectiva de la Administración de la hacienda.
98
NOVENA: El colono que se le encontrara en estado de beodez en los días hábiles de
trabajo y que dé origen á la formación de escándalos y desórdenes, será multado con
la suma de uno a cinco soles. Las multas que se cobren por este concepto se
dedicarán a mejorar el local de la Escuela.
99
Anexo No 11
Acta de lanzamiento.
Seguidamente siendo las cinco de la tarde del expresado día ocho de octubre de mil
novecientos cuarenta y tres el señor Juez con los actuarios de su actuación apoderado
del demandante don Eduardo Leigh, señor Alfredo Castro, del señor Gobernador
Carlos Pasapera y Policía antes citada y del Administrador del Fundo don Filomeno
Mondragón se constituyeron para finalizar esta diligencia de lanzamiento en la casa
y posesión que ocupa el desahuciado Pedro Pintado ubicada en el sitio Quisual
comprensión de la Hacienda Pillo no encontrándolo presente sino a la esposa Sara
Córdova quien manifestó con sus familiares que no les daba su gana de desocupar el
arriendo hasta que regrese de Lima su representante Andrés Pintado a quien le
habían entregado los arriendos procediendo a ejercitar actos de violencia contra las
autoridades que allí se encontraban pasando a los hechos con piedras y armados de
garrotes (palos) con los que empezaron atacar y que felizmente mediante la zaga y
enérgica actitud de la Policía se pudo contener procediendo acto seguido a lanzarlos
de la casa choza con todos sus enseres en trastos prendas de ropa, útiles de cocina,
ollas de barro mates y granos de maíz y arvejas, hasta dejarlos en camino público,
pampa con dirección a Arrendamientos donde dijeron tenían su casa pero que se
irían cuando les de su regalada gana y esto cuando su representante Andrés Pintado
les ordene. También se deja constancia que en su corral se encontrara veinte ovejas,
en el potrero que es materia de desahucio veinte reses y quince bestias que fueron
puestas en camino público con lo que se dio por terminado la presente diligencia y
firmaron.
Felizandro A. Flores.
100
101
Escolástica Ramírez y Guillermina Gallegos: en el imaginario colectivo del
campesinado ayabaquino.
A pesar del tiempo transcurrido la memoria colectiva del campesino aún recuerda la
heroicidad civil de estas dos mujeres íntegras y consecuentes con los ideales
socialistas.
Hacienda y servidumbre
102
En 1946 el Partido Socialista liderado por Sinforoso Benites impulsó la formación de
sindicatos en las haciendas ayabaquinas, lo que ocasionó la paralización de las
labores agrícolas, conflicto que se solucionó con la firma de pactos colectivos entre el
campesinado y los hacendados.
Su carácter y figura aparecen delineados en este testimonio que nos brinda don Juan
Soto:
Escolástica se vestía como toda campesina, usaba dos trenzas, sombrero. A ella le
gustaba viajar en acémila, usaba cinturón y llevaba su machete y su lazo en el brazo
izquierdo.”
“ Los campesinos pensaban que ella era una salvadora y la seguían, la admiraban, en
cambio la gente pudiente la rechazaban, como ocurre en la política” (2)
103
Jorge Quevedo, vecino de la ciudad de Ayabaca aún recuerda las represarías a que
fue victima doña Escolástica por parte del hacendado, y nos dice:
“Su casa se la quemó el propietario de la hacienda de Culucán, por esa razón ella
siempre luchó contra los hacendados.” (3)
´´ Era una mujer que medía un metro cincuenta de estatura, más menos. Era delgada,
color piel canela, su pelo era negro. Se vestía con vestido y pantalón. Se destacaba
por su buena voz, cantaba muy bonito, tuve la oportunidad de acompañarla con
guitarra en varias actuaciones, cantaba valses, tristes, propios del campesinado. Poco
usaba sombrero, solamente para viajar lejos. Estudio primaria en la Escuela N° 32 de
esta ciudad.
Su carácter era jovial con sus amistades, pero cuando se trataba de una polémica su
voz cambiaba totalmente, era fuerte en su carácter.
Guillermina en cada momento trataba de levantar el ánimo a los yanaconas para que
no se dejen explotar por los latifundistas. Ella pensaba que los hacendados eran unos
estafadores, porque se aprovechaban del trabajo de los campesinos.
Los campesinos la seguían, porque ella tenía sus conocimientos avanzados, la gente
la respetaba y admiraban porque siempre asumía la defensa de los más pobres, en
cambio los hacendados pensaban que ella era una mujer mala que estaba engañando
a la gente. ‘’ (4)
Guillermina al igual que otros dirigentes socialistas de esa época fue victima de la
represión de las autoridades y del grupo de poder. En su incesante lucha en busca de
justicia para el campesinado, se libró de numerosos atentados, siempre vivió en
constante peligro. En cierta oportunidad la quisieron envenenar y en muchas
ocasiones se vio obligada a huir a Cariamanga y a Loja ( Ecuador). Sin embargo, estas
vicisitudes de la vida no atenuaron su amor por sus semejantes ni apagó su alegría.
104
Muerto Andrés Pintado y asesinado Elías Algendonis, Guillermina Gallegos asumió
la dirigencia del Partido Socialista en la provincia de Ayabaca. Olvidada por la
dirigencia del Partido, años más tarde integró el Comité Provincial de Acción
Popular.
(1) Citado por Hildebrando Castro Pozo. En: El Yanaconaje en las haciendas
piuranas. pág.97.
(2) Testimonio de Juan Soto
(3) Testimonio de Jorge Quevedo Rentería.
(4) Idem.
105
Bibliografía.
A. Fuentes primarias.
ARCHIVO REGIONAL DE PIURA.
a. Juzgado Primera Instancia 1827- 1835. Causas civiles.
Causas criminales.
b. Gobierno Político Militar.1821- 1827.
c. Intendencia.
d. Protocolos notariales.
B. Fuentes secundarias.
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1989 Cipca. Instituto Francés de Estudios Andinos. Lima.
10. HERNÁNDEZ GARCÍA, Elizabeth del Socorro. La élite piurana y la independencia del
Perú: La lucha por la continuidad en la naciente
2008 república (1750- 1824)
Universidad de Piura. Pontificia Universidad Católica
del Perú. Instituto Riva- Agüero. Lima.
14. LUQUE VELARDE, Martha y Otros. El Problema Agrario en el valle del Chira (Piura)
106
1982 Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima.
107
BIBLIOGRAFIA
1. ALDANA GONZALEZ, Juan Historia del Sindicalismo.
Sinamos. Talara. 1969.
2. ALDANA RIVERA, Susana
DIEZ HURTADO, Alejandro. Balsillas, piajenos y algodón.
Procesos históricos en el extremo norte. Cipca. Tarea
Lima. 1994.
3. BASADRE GROHMANN, Jorge. Historia de la República del Perú.
1922-1933.
4. CASTRO POZO, Hildebrando. El yanaconaje en las haciendas
piuranas. Compañía de Impresiones y Publicidad. Lima
1947.
5 . CRUZ VILLEGAS, Jacobo. Catac ccaos. Origen y evolución
histórica
de Catacaos. Cipca. Piura 1982.
6. FLORES GALINDO, Alberto. Bandolerismo de la Costa.
En: Aristocracia y plebe (1760- 1830) Lima Azul. 1984.
Idem. Militarismo y la dominación
británica
1825 – 1845. En: Nueva Historia General del Perú. Editorial
Mosca
Azul. 1973
7. HOCQUENGHEM, Anne Marie. Para vencer la muerte.
Piura y Tumbes .Raíces. En el bosque seco y en la selva
alta. Horizontes
en el Pacífico y en la Amazonía. Instituto Francés de
Estudios Andinos.
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Lima. 1999.
8. KAPSOLI ESCUDERO, Wilfredo. La Guerra del Pacífico.
Volumen II. Universidad Nacional Mayor de San Marcos. Lima
1984.
9. LECAROS, Fernando. Historia del Perú y del Mundo S. XIX
Ediciones Rikchay Perú Lima 1980.
10. MATICORENA ESTRADA, Miguel. La Comuna y los Chalacos
de
Piura en 1883. (mimeo) Cipca. Piura. 1990.
11. MOSCOL URBINA, Jorge. 100 Años conquistando el desierto.
Cámara de Comercio de Piura. 1991.
12. REYES FLORES, Alejandro. La guerra del Pacífico.
Volumen II. Universidad Nacional Mayor de San Marcos.
Lima 1984.
13. RODRIGUEZ PASTOR, Humberto. Los trabajadores chinos
en el Perú. (mimeo) Lima 1977.
En esos tiempos para enfrentar a los gamonales se tenía que superar muchos
inconvenientes: liberarse de las relaciones “ personales”, sello distintivo de la semifeudalidad,
para optar por la respuesta colectiva, organizada en el Sindicato, en el Partido; defenderse de
los atentados de los sicarios de los hacendados (2), y luchar contra los agentes del
gamonalismo: los tinterillos, las autoridades políticas, policiales.
110
y el “Yanaconaje”. Estos legisladores señalaban que en el Perú en ese tiempo, aún se
mantenía la explotación de los indígenas bajo un régimen feudal similar a la colonia.
Que los campesinos prácticamente eran unos siervos, pues carecían de derechos y
beneficios sociales. Que no existía una reglamentación específica de las relaciones
laborales.
En cuanto se refiere al yanaconazgo, formularon los siguientes puntos
centrales: Se prohibía la prestación de fuerza de trabajo al hacendado; los yanaconas
tendrán libre disposición sobre el producto de las cosechas o venta facultativa al
hacendado al precio de cotización de los mercados más cercanos; los yanaconas, en
razón de su antigüedad, tendrán preferencia en las renovaciones del contrato; y en caso
de desahucio, los yanaconas deberían recibir un pago por el valor de las plantas.
Otros manifestaban:
111
Femenino del Partido Socialista. Estas dos dirigentes asumieron también el cargo de
Delegadas de los yanaconas de las haciendas de Culucán y Vilcales, respectivamente.
---------------------------------------
(1) ARP. MJT . Legajo N° Expediente N°………………
(2) Un sicario de una hacienda acabo con la vida de Elias Algendonis Seminario, un jóven
de 22 años, militante del Partido Socialista. Algendonis se interpuso entre el sicario y
Sinforoso, salvando la vida del Dirigente.
(3) CASTRO POZO, Hildebrando. El Yanaconaje en las Haciendas Piuranas. Pág. 30.
112
NICOLAS CUEVA PALACIOS.
Licenciado en Sociología.
Licenciado en Educación, especialidad Ciencias Histórico Sociales.
Como educador ha ejercido la docencia en los colegios secundarios de
Sapillica, Ayavaca,, José Cayetano Heredia de Catacaos, en el Instituto
Superior Pedagógico de Piura, así como en los Institutos Pedagógicos
Privados y Universidades de Piura.
Coordinador del Programa Binacional Ecuador y Perú.
Publicaciones.
- La enseñanza de la Historia: teoría y técnicas.
- Cómo aprender Historia.
- PIURA: Historia prehispánica.
Texto escolar. Primer Grado de Educación Secundaria.
- Historia e Identidad Local y Regional.
Textos escolares para Tercer, Cuarto y Quinto Ciclo de Educación
Primaria.
Distrito Las Lomas.
- Promoción Educativa Comunal.
Es coautor de:
- Estudio de los niños en el Perú de los 90. Balance y Perspectivas.
Región Grau.
- PIURA: Descentralización para la calidad educativa.
113
*
Zona de estudio del Proyecto “Reaprender las costumbres comunes de los pueblos de la cuenca de Catamayo –
Chira”, promovido por el Proyecto Binacional Catamayo – Chira, ejecutado dentro del contexto del Plan Binacional de
Desarrollo de la región Fronteriza Ecuador – Perú, con el financiamiento de la Agencia Española de Cooperación
Internacional”