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➋ Despolarización: potencial de acción. Cuando una neurona es estimulada, su membrana se vuelve más permeable y se produce una redistribución de los iones, de
tal manera que el potencial de reposo varía. Se abren los canales iónicos de sodio y estos
entran en la célula en favor de su gradiente de concentración, ya que inicialmente resultan
atraídos por la carga negativa del interior del axón. Esta despolarización (inversión
momentánea de la polaridad de la membrana, que se vuelve más positiva adentro que afuera)
produce el denominado potencial de acción, el cual genera el impulso nervioso.
Los estímulos que no producen potencial de acción se llaman subumbrales, y los que sí lo originan, umbrales.
La neurona genera siempre el mismo potencial de acción, aun cuando la intensidad del estímulo supera el
umbral. Esta afirmación es conocida como la Ley del todo o nada.
«Una neurona puede excitarse o no, pero cuando lo hace, utiliza siempre el mismo potencial de acción».
SIN XAPSIS Y TRANSMISION DEL IMPULSO NERVIOSO
1. Sinapsis Eléctrica
Existen dos tipos de sinapsis, la de tipo Eléctrico y la de tipo Químico. Las de tipo eléctrico
se realizan en los músculos y aparecieron primero en la evolución de los organismos. La
Sinapsis eléctrica corresponde a las uniones Gap o Nexus, observables en los tejidos
epiteliales y en el músculo estriado cardiaco. En ella el espacio sináptico es notoriamente
El Sistema Nervioso Autónomo (SNA) está formado por neuronas que llevan
información desde los componentes sensitivos (receptores), ubicados
fundamentalmente en las vísceras, hasta el SNC, y por neuronas que conducen
información desde el SNC hasta los músculos lisos, como los del sistema digestivo, el
músculo cardíaco y las glándulas. Como la contracción de estos músculos y glándulas
no es consciente, se considera al SNA como involuntario.
La capacidad de pensar y de contestar una pregunta, la creación de un cuadro, una pintura o una poesía y la respuesta a los cientos de estímulos del medio externo y
el interno –de manera voluntaria o involuntaria– son controlados por el SNC.
El SNA, por su parte, es responsable de recibir la información sensorial (estímulos), de transmitirla al SNC y de enviar las respuestas a los órganos efectores. Todo esto
es posible gracias a los nervios.
El Encéfalo:
1. Área somatosensitiva. Recibe las sensaciones de la piel, los músculos y las vísceras.
2. Área somatopsíquica. Integra e interpreta las sensaciones recibidas por el área somatosensitiva.
3. Área auditiva. Interpreta las características básicas de los estímulos sonoros.
4. Área de asociación auditiva. Interpreta y asocia en forma consciente los estímulos sonoros. A través de ella, se interpreta el lenguaje.
5. Área visual. Recibe los estímulos visuales e interpreta los colores, la forma y el movimiento de los objetos.
6. Área de asociación visual. Interpreta y asocia de manera consciente los estímulos visuales. Identifica y evalúa los objetos observados.
7. Áreas del gusto y del olfato. Reciben los estímulos gustativos y olfativos.
8. Áreas de asociación del gusto y del olfato. Interpretan los distintos sabores y olores.
9. Área gnóstica. Asocia e integra los estímulos provenientes de las distintas áreas y da origen a uno solo y general. Analiza las causas y las consecuencias de los
hechos.
10. Área de motricidad consciente y voluntaria. Controla los movimientos musculares voluntarios.
11. Áreas del lenguaje. El área de Broca controla la capacidad de hablar y el área de Wernicke se relaciona con la comprensión del lenguaje.
12. Áreas del pensamiento abstracto y la memoria. En el lóbulo prefrontal se encuentran los centros de la reflexión y de la memoria reciente (de corto plazo, por
ejemplo, la memorización de un número telefónico), de la interpretación de los cálculos matemáticos, el pensamiento abstracto, las leyes sociales y morales y el dolor
afectivo. Las distintas estructuras del sistema límbico (hipocampo, amígdala) se asocian más bien con la memoria remota (evocación de un recuerdo).
Además de los huesos, los órganos del SNC se hallan protegidos por un conjunto de membranas, las meninges, y por el líquido cefalorraquídeo.1. Meninges. Son tres
capas de tejido que cubren todas las estructuras del SNC.
Duramadre. Se encuentra en contacto directo con los huesos del cráneo. En la médula, la duramadre está separada de la vértebra por el espacio epidural, y de la
aracnoides por el espacio subdural.
Aracnoides. Capa delgada de tejido separada de la piamadre por el espacio subaracnoideo, por el cual circula el líquido cefalorraquídeo.
Piamadre. Se encuentra en contacto directo con el encéfalo y la médula espinal. Es muy delgada.
2. Líquido cefalorraquídeo. Líquido transparente y alcalino semejante al plasma, cuya función es amortiguar los golpes, transportar algunas sustancias y participar en
el intercambio de nutrientes. Rellena el espacio subaracnoideo y las cavidades denominadas ventrículos. Finalmente, se incorpora a la sangre a través de las
granulaciones aracnoideas.
La Médula Espinal.
Los nervios craneales (hay 12 pares: tres sensoriales, cinco motores y cuatro mixtos) emergen de distintas zonas del encéfalo y se dirigen a los diversos órganos del
cuerpo. Se designan con números romanos, que indican la secuencia con la que salen del encéfalo.
Sistema nervioso periférico (SNP), conformado por Sistema Nervioso Somático (SNS) y el Sistema Nervioso Autónomo (SNA).
Sistema Nervioso Somático (SNS).Constituido por: nervios que salen del encéfalo (craneales) y de la médula espinal (raquídeos). Función: conexión del SNC con el
resto del cuerpo y el ambiente. Su acción es voluntaria y consciente.
Sistema Nervioso Autónomo (SNA). Constituido por: nervios y ganglios. Se distinguen dos sistemas: el simpático y el parasimpático. Función: conexión del Sistema
Nervioso Central (SNC) con las vísceras. Su acción es involuntaria e inconsciente.
El sistema nervioso periférico está constituido por neuronas cuyos axones se extienden desde el sistema nervioso central a los tejidos y órganos del cuerpo. Incluyen
tanto a neuronas motoras eferentes como a neuronas sensoriales, aferentes. Las fibras de las neuronas motoras y de las neuronas sensoriales están unidas formando
nervios: los nervios craneales y los nervios espinales. Pares de nervios espinales entran y salen de la médula a través de espacios entre las vértebras.
Los cuerpos celulares de las neuronas sensoriales están en los ganglios de la raíz dorsal por fuera de la médula espinal, y las fibras sensoriales llegan al lado dorsal de
la médula espinal -en donde pueden establecer sinapsis con neuronas de proyección, interneuronas o neuronas motoras- o bien ascender hacia el cerebro. Las fibras
de las neuronas motoras emergen de la zona ventral de la médula espinal. Los cuerpos celulares de las neuronas motoras localizados en la médula espinal pueden
recibir señales de neuronas de proyección, de interneuronas y de neuronas sensoriales. Los cuatro tipos de neuronas frecuentemente están interconectadas en los
arcos reflejos.
Las terminales nerviosas libres de la piel, cuando se estimulan de manera apropiada, transmiten señales a lo largo de la neurona sensorial a una interneurona en la
médula espinal. La interneurona transmite la señal a una neurona motora. En consecuencia, las fibras musculares se contraen. Las neuronas de proyección, que no se
muestran aquí, también son estimuladas por la neurona sensorial y llevan la información sensorial al cerebro.
El sistema nervioso somático se divide en "voluntario" -controla los músculos esqueléticos que pueden moverse a voluntad- e "involuntario" -incluye los nervios
motores que controlan al músculo cardíaco, las glándulas y el músculo liso-.
Anatómicamente, las neuronas motoras del sistema somático son distintas y están separadas de las del sistema nervioso autónomo, aunque los axones de ambos
tipos pueden ser llevados dentro del mismo nervio.
Las divisiones del sistema nervioso autónomo -simpática y parasimpática- son anatómica, fisiológica y funcionalmente distintas. Funcionalmente, los sistemas
simpático y parasimpático son generalmente antagónicos. La mayoría de los órganos internos están inervados por axones de ambos sistemas y la regulación
homeostática del cuerpo depende de la cooperación de estas divisiones del sistema autónomo y de la actividad de las glándulas endocrinas. El sistema parasimpático
está involucrado primariamente en las actividades restauradoras del cuerpo.
La estimulación parasimpática hace más lenta la frecuencia cardíaca, incrementa los movimientos del músculo liso de la pared intestinal, y estimula la secreción de las
glándulas salivales y de las glándulas digestivas del estómago. El sistema simpático, por el contrario, prepara el cuerpo para la acción. Los rasgos físicos del miedo,
como el aumento de las frecuencias cardíaca y respiratoria, entre otros, resultan de la descarga aumentada de neuronas del sistema simpático.
Los movimientos del intestino y el estómago no son voluntarios, de hecho ni siquiera tomamos conciencia del momento y de la intensidad con que ocurren. Estos y
otros movimientos musculares de nuestras vísceras son coordinados por centros nerviosos y por nervios que funcionan independientemente de nuestra voluntad y
forman el SNA.
El SNA se divide en simpático y parasimpático; estos actúan en la mayoría de los casos en forma antagónica: mientras uno estimula determinada función visceral, el
otro tiene a cargo su inhibición.
El SNA, a través de sus divisiones simpática y parasimpática, responde de manera involuntaria a los estímulos provenientes del medio interno del organismo.
¿En qué se diferencian los nervios del SNA de los del SNS? Desde el punto de vista anatómico, las neuronas motoras del SNS son diferentes y están separadas de las
del SNA, aunque a veces pueden estar incluidas en el mismo nervio. Mientras que los axones del SNS (que surgen del SNC) llegan directamente a los órganos
efectores, los del SNA primero establecen sinapsis con las neuronas motoras que están ubicadas en los ganglios. Las neuronas que salen del SNC y llegan hasta los
ganglios se denominan preganglionares; y las que llegan a los órganos efectores, posganglionares.