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El Dharma
Cómo Practicar
el Dharma
Edición
Gordon McDougall
Traducción
Mercedes Pérez-Albert
Corrección
Amaia Zabala Altube
EDICIONES DHARMA
© de esta edición:
Ediciones Dharma, 2016
Elias Abad, 3 bajos
03660 Novelda (Alicante)
www.edicionesdharma.com
ISBN: 978-84-96478-98-5
Depósito legal: A 156- 2016
Agradecimientos
9
Prólogo
13
Apéndice
239
Glosario
243
Bibliografía
263
1
Desde el segundo curso de Kopan en 1972, hasta el Retiro de Mani en el Intituto
Vajra Yoguini, en 2009, los números del ARCHIVO empleados en la revisión final
son: 005, 017, 022, 027, 028, 029, 081, 091, 092, 107, 111, 144, 158, 163, 170,
181, 266, 280, 328, 333, 335, 350, 394, 395, 436, 476, 488, 511, 513, 514, 576,
582, 634, 758, 823, 855, 856, 872, 946, 1047, 1055, 1061, 1067, 1159, 1227, 1229,
1240, 1331, 1344, 1372, 1379, 1420, 1443, 1472, 1580, 1604, 1605, 1606, 1700,
1783. (Puedes obtener más información sobre las enseñanzas que estos números de-
notan empleando la función «Search the Archive Database» en la página web Lama-
Yeshe.com.)
2
Los cursos de meditación que se llevan a cabo cada año en otoño en el monasterio
principal de la FPMT, el Monasterio de Kopan, en Katmandú, Nepal, actualmente
dirigidos por Lama Zopa Rimpoché y un maestro occidental. El primero fue im-
partido en 1971.
3
Lama Zopa Rimpoché está reconocido como la reencarnación del Lama de Lawu-
do. Ver El Lama de Lawudo.
4
En 1957. Los capítulos 18 y 19 de El Lama de Lawudo relatan detalladamente el
viaje y estancia de Rimpoché en Tíbet.
5
Este texto es la base del libro La puerta de la satisfacción. En el prólogo, Rimpoché
menciona que lo descubrió durante su visita a Lawudo en 1974. El Lama de Lawudo
menciona que Rimpoché descubrió Abrir la puerta del Dharma durante su segunda
visita, en 1970.
6
Uno de los muchos proyectos actuales de Rimpoché es ofrecer tres comidas vegeta-
rianas al día a los 2.600 monjes del Monasterio de Sera Je, en el sur de India. En los
últimos veinte años, se han servido más de quince millones de comidas.
Como era travieso, tuve dos maestros de alfabeto, que eran también
mis gurus, Ngawang Lekshe y Ngawang Guendun. Ngawang Lekshe te-
nía barba. Solía esculpir muy bellamente el mantra OM MANI PADME
HUM7 en las rocas próximas a la carretera para que la gente las circunva-
lara. Esculpir un solo mantra en la roca le llevaba meses.
Ngawang Lekshe trataba de enseñarme el alfabeto pero, cuando entra-
ba en casa para preparar la comida, surgía en mí el pensamiento de escapar
y me ponía a correr hacia mi casa; creo que debía de ser porque allí podía
jugar y no tenía que hacer nada especial. Transcurridos dos o tres días,
mi madre me enviaba de nuevo arriba, al monasterio, y alguien me subía
montado sobre sus hombros.
Como seguía escapándome, mi tío me envió a Rolwaling, muy cerca de
las montañas nevadas. El viaje, de tres días, era muy peligroso. La zona
es muy bella y está considerada como uno de los lugares ocultos de Pad-
masambava, ya que contiene muchas de sus cuevas y también su trono.
Permanecí allí siete años, sin volver a casa más que en una ocasión. To-
das las mañanas tomaba los ocho preceptos mahayana y, durante el resto
del día, memorizaba las oraciones de Padmasambava y leía largos textos,
como El sutra del cortador del diamante. Este sutra lo leí muchas veces.
Aparte de las horas de las comidas, me distraía siempre que podía. Cuan-
do salía a hacer pis o caca, jugaba un poquito y me quedaba afuera todo lo
posible. Cuando mis maestros iban al bosque a cortar árboles para hacer
leña, yo recogía ramitas y me las llevaba al monasterio. Allí las alineaba
en posición vertical, como si fueran mis lamas, y tocaba música para ellos
con dos cosas redondas que simulaban címbalos. En realidad, no estaba
recitando oraciones de memoria, sólo imitando las melodías.
Cuando tenía que leer todos los volúmenes del Prajñaparamita y otros
textos que la gente me pedía que leyera para las puyas, como el Kanguiur,
también me portaba muy mal. Todos esos importantes textos pertenecían
al monasterio pero, como me dejaban solo con frecuencia, a veces dibu-
jaba en ellos círculos negros con carbón. No recuerdo si mi maestro me
llegó a pegar por eso o no.
A los diez años aproximadamente, fui a Tíbet, al monasterio de Domo
Gueshe Rimpoché, en Phagri8, donde recibí la ordenación. Por la ma-
7
El mantra de Chenresig, el Buda de la Compasión.
8
Ver El Lama de Lawudo, pág. 236 y siguientes para la historia completa.
9
El campo de refugiados en el oeste de Bengala, al que muchos monjes y monjas
acudían cuando huían de Tíbet tras la invasión china, en 1959.