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3° DOMINGO – TIEMPO ORDINARIO

EVANGELIO (MATEO 4, 12-23)


Mateo resumen la misión de Jesús como predicación del evangelio en lugares en que
no se conoce a Dios, invitación a la conversión y llamada a una nueva forma de vida
que acabe con todos los males. La compañía de muchos voluntarios acelerará el
proyecto.
SUGERENCIAS PARA MEDITAR
Luz, iluminar, lucido, luminoso, ilustrar señalan en el vocabulario humano cuanto tiene
que ver con el concepto de luz, cierto pero inalcanzable a la tentación que tenemos de
dominar y manipular todo. Con ellos señalamos los contenidos de otros términos
nobles como la alegría, el orden, la vida, la belleza y también el mundo divino.
Lo mismo ocurre en el lenguaje bíblico que usa el término "luz" para designar la belleza
y la salvación, la realidad de Dios y la irradiación del evangelio en los cristianos.
El tercer domingo del Tiempo Ordinario propone a Jesús como luz del mundo. Si en la
semana pasada, la liturgia nos invita a seguirlo como "Cordero de Dios que quita los pe
cados del mundo", ahora nos pide ser capaces de iluminar los espacios oscuros en que
se mueven los seres humanos, a partir de la conversión.
Primera lectura.
El profeta Isaías anuncia que el dominio de una potencia extranjera sobre Israel va a
tener fin. Para ello, se sirve del contraste entre luz y tinieblas. La luz le sirve para hablar
de la liberación que Dios le va a otorgar; y con las "tinieblas" indica la situación de
dominio, prepotencia y miedo que habían dominado al pueblo hasta entonces. Al
mismo tiempo, la imagen de la iluminación equivale a la situación renovada con que
Israel experimenta su relación con Dios.
Segunda lectura.
En su Primera carta a los Corintios, el apóstol Pablo los invita a extraer consecuencias
positivas del evangelio, entre las que se cuentan:
 impedir que a Cristo se le rompa en pedazos, o sea: que unos buscan a Pedro,
otros a Pablo y algunos más a Apolo como a sus salvadores;
 evitar la discordia en sus palabras y la desunión en sus actos e intenciones;
 y lograr que todos se fijen en Cristo, el único crucificado, que puede salvarlos, en
cuyo nombre los creyentes han sido bautizados.
Evangelio.
Por su parte, el evangelista Mateo nos presenta a Jesús comenzando su predicación en
Galilea, territorio antiguamente dominado por otros pueblos. Siguiendo al profeta
Isaías que habla de "luz" para señalar la liberación, el evangelista alude a la conversión
como requisito para atender a la llegada de Dios. Por otra parte, Jesús quiere hacerse
ayudar de cristianos que apoyan su mensaje, de modo que los creyentes en otra o en
ninguna divinidad se conviertan a quien sí puede entregarles la verdad de Dios.
Así pues, en el mensaje que nos propone la liturgia de la palabra para este día, se nos
invita a pasar de las tinieblas a la luz, esto es:
 dejar de lado cuanto nos impide ver y vivir;
 adoptar la conversión del corazón como remedio a nuestro mal y recurso para
transformar nuestros ambientes dominados por el miedo;
 involucrarnos en cuanto programa lleve a cabo la liberación del ser humano en
cualquier esfera de la vida, llámese ignorancia intelectual o desconocimiento del
reinado de Dios, presente ya entre nosotros.
Además, Jesús pide la conversión no sólo a los alejados y a los llamados "pecadores",
sino a la misma comunidad cristiana. Esta, por ser acompañante y mensajera suya, es
la primera necesitada de conversión en su entusiasmo, empeño y métodos de distribuir
y vivir su evangelio, ya que solo podrá participar a los demás en la medida en que se
convierta y, convertida, les hable de lo que es la conversión.
Dicho de otra manera y como preguntas: ¿Qué puede hacer un cristiano para iluminar
a los demás, si no esta convertido? ¿Qué fe puede mostrar el cristiano que desconoce
el mensaje y valor del arrepentimiento y del perdón de Dios? ¿Cómo puede ser luz para
otros aquel cristiano que no refleja el brillo del reinado de Dios o del evangelio de Cristo
en su conducta y trabajo y, menos aún, en su presencia, mirada o palabra?

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