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Los ojos del Señor están sobre los justos, Y atentos sus oídos al clamor de ellos.
La ira del Señor contra los que hacen mal, Para cortar de la tierra la memoria de
ellos.
Claman los justos, y el Señor oye, Y los libra de todas sus angustias.
Cercano está el Señor a los quebrantados de corazón; Y salva a los contritos de
espíritu.
Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará el Señor.
El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado.
Matará al malo la maldad, Y los que aborrecen al justo serán condenados.
El Señor redime el alma de sus siervos, Y no serán condenados cuantos en él
confían.
Salmo 34:15-22
Por esto, mis amados hermanos, todo hombre sea pronto para oír, tardo para
hablar, tardo para airarse; porque la ira del hombre no obra la justicia de Dios.
Por lo cual, desechando toda inmundicia y abundancia de malicia, recibid con
mansedumbre la palabra implantada, la cual puede salvar vuestras almas.
Pero sed hacedores de la palabra, y no tan solamente oidores, engañándoos a
vosotros mismos.
Porque si alguno es oidor de la palabra pero no hacedor de ella, éste es
semejante al hombre que considera en un espejo su rostro natural.
Porque él se considera a sí mismo, y se va, y luego olvida cómo era.
Mas el que mira atentamente en la perfecta ley, la de la libertad, y persevera en
ella, no siendo oidor olvidadizo, sino hacedor de la obra, éste será bienaventurado
en lo que hace.
Santiago 1: 19-25
Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda
del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra.
Santiago 1:6
Todas las cosas me fueron entregadas por mi Padre; y nadie conoce al Hijo, sino
el Padre, ni al Padre conoce alguno, sino el Hijo, y aquel a quien el Hijo lo quiera
revelar.
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré descansar.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended de mí, que soy manso y humilde de
corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas;
porque mi yugo es fácil, y ligera mi carga.
Mateo 11:27-30
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de
Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias.
Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones
y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
Filipenses 4:6-7
SU FORTALEZA
¿Está alguno entre vosotros afligido? Haga oración. ¿Está alguno alegre? Cante
alabanzas.
¿Está alguno enfermo entre vosotros? Llame a los ancianos de la iglesia, y oren
por él, ungiéndole con aceite en el nombre del Señor.
Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido
pecados, le serán perdonados.
Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis
sanados. La oración eficaz del justo puede mucho.
Santiago: 5 13-16
EN DOLOR Y DUELO
Le dijo Jesús: Yo soy la resurrección y la vida; el que cree en mí, aunque esté
muerto, vivirá.
Y todo aquel que vive y cree en mí, no morirá eternamente. ¿Crees esto?
Juan 11: 25-26
Oyeron que fue dicho: Ojo por ojo, y diente por diente.
Pero yo les digo: No resistan al malo; antes, a cualquiera que te golpea en la
mejilla derecha, vuélvele también la otra;
Mateo 5: 38-39
No paguéis a nadie mal por mal; procurad lo bueno delante de todos los hombres.
Si es posible, en cuanto dependa de vosotros, estad en paz con todos los
hombres.
No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios;
porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor.
Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de
beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
No seas vencido de lo malo, sino vence con el bien el mal.
LA SALVACION
Contra ti, contra ti solo he pecado, Y he hecho lo malo delante de tus ojos; Para
que seas reconocido justo en tu palabra, Y tenido por puro en tu juicio.
He aquí, en maldad he sido formado, Y en pecado me concibió mi madre.
He aquí, tú amas la verdad en lo íntimo, Y en lo secreto me has hecho
comprender sabiduría.
Purifícame con hisopo, y seré limpio; Lávame, y seré más blanco que la nieve.
Hazme oír gozo y alegría, Y se recrearán los huesos que has abatido.
Esconde tu rostro de mis pecados, Y borra todas mis maldades.
Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, Y renueva un espíritu recto dentro de mí.
No me eches de delante de ti, Y no quites de mí tu santo Espíritu.
Salmo 51: 4-11
SU AMOR
Dios, Dios mío eres tú; De madrugada te buscaré; Mi alma tiene sed de ti, mi
carne te anhela, En tierra seca y árida donde no hay aguas,
Para ver tu poder y tu gloria, Así como te he mirado en el santuario.
Porque mejor es tu misericordia que la vida; Mis labios te alabarán.
Así te bendeciré en mi vida; En tu nombre alzaré mis manos.
Como de meollo y de grosura será saciada mi alma, Y con labios de júbilo te
alabará mi boca,
Salmo 63: 1-5
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para
que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3: 16
SU PROTECCION
Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que
el mundo sea salvo por él.
Juan 3: 17
SU PRESENCIA
SU GUIA
Hijo mío, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos;
Porque largura de días y años de vida Y paz te aumentarán.
Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Atalas a tu cuello, Escríbelas en
la tabla de tu corazón;
Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres.
Fíate del Señor de todo tu corazón, Y no te apoyes en tu propia prudencia.
Reconócelo en todos tus caminos, Y él enderezará tus veredas.
No seas sabio en tu propia opinión; Teme al Señor, y apártate del mal;
Porque será medicina a tu cuerpo, Y refrigerio para tus huesos.
Proverbios 3: 1-8
El que habita al abrigo del Altísimo Morará bajo la sombra del Omnipotente.
Diré yo al Señor: Esperanza mía, y castillo mío; Mi Dios, en quien confiaré.
El te librará del lazo del cazador, De la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá, Y debajo de sus alas estarás seguro; Escudo y adarga
es su verdad.
No temerás el terror nocturno, Ni saeta que vuele de día,
Ni pestilencia que ande en oscuridad, Ni mortandad que en medio del día
destruya.
Caerán a tu lado mil, Y diez mil a tu diestra; Mas a ti no llegará.
Ciertamente con tus ojos mirarás Y verás la recompensa de los impíos.
Salmo 91: 1-8
SU CUIDADO
El Señor, hasta los cielos llega tu misericordia, Y tu fidelidad alcanza hasta las
nubes.
Tu justicia es como los montes de Dios, Tus juicios, abismo grande. Oh Señor, al
hombre y al animal conservas.
¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia! Por eso los hijos de los hombres se
amparan bajo la sombra de tus alas.
Serán completamente saciados de la grosura de tu casa, Y tú los abrevarás del
torrente de tus delicias.
Salmo 36: 5-9
SU PERDON
Juan 1: 8-10
SU FIDELIDAD
SU AMISTAD
Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea
cumplido.
Este es mi mandamiento: Que os améis unos a otros, como yo os he amado.
Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos.
Vosotros sois mis amigos, si hacéis lo que yo os mando.
Ya no os llamaré siervos, porque el siervo no sabe lo que hace su señor; pero os
he llamado amigos, porque todas las cosas que oí de mi Padre, os las he dado a
conocer.
No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto
para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que
pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé.
Esto os mando: Que os améis unos a otros.
Juan 15: 11-17
SU PAZ
Escucharé lo que hablará el Señor Dios; Porque hablará paz a su pueblo y a sus
santos, Para que no se vuelvan a la locura.
Ciertamente cercana está su salvación a los que le temen, Para que habite la
gloria en nuestra tierra.
La misericordia y la verdad se encontraron; La justicia y la paz se besaron.
La verdad brotará de la tierra, Y la justicia mirará desde los cielos.
El Señor dará también el bien, Y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia irá delante de él, Y sus pasos nos pondrán por camino.
Salmo 85: 8-13
Porque si creemos que Jesús murió y resucitó, así también traerá Dios con Jesús
a los que durmieron en él.
Por lo cual os decimos esto en palabra del Señor: que nosotros que vivimos, que
habremos quedado hasta la venida del Señor, no precederemos a los que
durmieron.
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel, y con trompeta
de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
Luego nosotros los que vivimos, los que hayamos quedado, seremos arrebatados
juntamente con ellos en las nubes para recibir al Señor en el aire, y así estaremos
siempre con el Señor.
Por tanto, alentaos los unos a los otros con estas palabras.
1 Tesalonicenses 4: 14-18
SU PLAN PARA TI
Porque la paga del pecado es muerte, mas la dádiva de Dios es vida eterna en
Cristo Jesús Señor nuestro.
Romanos 6:23
Dios te bendiga.
NOTA: Jianny esta es la primera página la introducción que fue escrita por
nosotros para cambiarla.