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Alianza Universidad

Giova.nniLSartori
y Leonardo Morlino (comp.)

La comparación
en las ciencias sociales
Versión española
de Juan Russo
y Miguel A. Ruiz de Azúa

Alianza
Editorial
------------~---,-

·EL MÉTODO COMPARATIVO:


DOS DÉCADAS DE CAMBIOS
David Collier

,,,,

',( La idea de que la comparación sea «algo bueno» nace directa-


// mente de nuestro modo intuitivo de comprender el mundo. La com-
- paración aguza nuestra capacidad de descripción y resulta ser un pre-
cioso estímulo para la formación de conceptos. Nos proporciona los
criterios para someter a verificación las hipótesis, contribuye al des-
cubrimiento por vía inductiva de nuevas hipótesis y a la construcción
de teorías. Harold Lasswell, en el artículo que encetaba el primer nú-
mero de la revista «Comparative Politics», afirmaba que la importan-
cia alcanzada por la comparación en un buen análisis es tal que el mé-
todo científico es inevitablemente comparativo (Lasswell, 1968, 3).

···;·' Una versión distinta de este artículo aparecerá en Comparative Political Dynamics:
Globals Research Perspective, compilado por Dakwart A. Rustow y Kcnneth P. Erick-
•'' ""' son (Harper and Row, 1991) con ocasión del vigésimo aniversario de la revista «Com-
parative Politics». En la revisión y mejora de este artículo he tenido muchas y valiosas
sugerencias de Kenneth Paul Erickson. Otros comentarios útiles me llegaron de Ruth
Berins Collier, James Fearon, Leonardo Morlino y Deborah L. Norde. Muchas con-
versaciones con Christopher Achen y Merrin Shanks han sido importantes en la for-
mación de mis ideas sobre el método comparado. Achen también me ha hecho útiles
comentarios a este artículo. Esta investigación ha sido financiada con contribuciones
de la Fundación Guggenheim del Social Science Research Council y del Institutc of
Governmental Studies de Berkeley.

51
52 David Collier El método comp~rativo: 'dos_ décadas de cambios 53

Dentro de ese sector de la ciencia política que es la política com- cado a los estudios internacionales 3 • Esa literatura ha establecido una
parativa, el interés hacia las técnicas de la comparación está muy vivo; ;erie de normas y de prácticas para los estudios con un «N pequeño»,
la expresión«<método comparativo; se suele usar para referirse a ha traído a primer plano importantes debates acerca de cómo llevar a
aquellos espe~1ales prob1eIIlas metodológicos planteados por el análi- cabo estos análisis y ha creado en el ámbito de la política comparativa
sis sistemático de relativamente pocos casos, o de un «N pequeño». ~n terreno común de acuerdo que ha jugado un importante papel en
Esta tendencia a analizar pocos casos casi parece que venga en parte la práctica de la investigación de ese sector disciplinar. Este es el mo-
del tipo de fenómenos macropolíticos que suelen estudiar los especia- mento de valorar ·las_ temáticas del método comparativo que se han
listas de política comparativa -como las revoluciones, los regímenes discutido en los años siguientes 'Y de considerar sus implicaciones
políticos nacionales y la evolución de los estados-naciones-. El pro- prácticas. ·
blema del N pequeño nace o porque estos fenómenos acaecen de ma- Para ello tomaré como punto de partida el artículo de Lijphart
nera relativamente poco frecuente, o porque, cuando son más comu- 1 publicado en 1971 4, que se destaca de entre todos los estudios de ese
nes, se piensa que se pueden entender mejor mediante un cuidadoso - período por su síntesis cr~ativa de los temas fundamentales de la
análisis de un número relativamente reducido de observaciones 1• En _ comparación y de las relaciones entre el método comparativo y otros
la última década la práctica de concentrarse en pocos casos ha reci- sectores de la metodología. En mi análisis utilizaré la perspectiva de
bido un nuevo impulso con el nacimiento de la escuela de «análisis Lijphart como punto de partida para pasar revista a los nuevos posi-
histórico-comparativo», en la que el estudio de países durante largos cionamientos que se han producido en las dos décadas siguientes.
períodos de tiempo reduce la posibilidad de tener en cuenta un gran
número de casos nacionales 2 • ·-,¡
El estudioso, cuando opta por el estudio de un número de casos La posición de Lijphart
relativamente reducido, se encuentra ante el dilema tradicional del J
que tiene que tratar «con muchas variables y un N pequeño», como ! Lijphart define el método comparativo como el análisis de un nú-
ha dicho Arend Lijphart (1971, 686), dilema que ha producido un im- 1 mero reducido de casos, de dos a menos de veinte. El objeto principal
portante cuerpo de estudios. Si bien tales estudios tienen origen en .
1 de su artículo (Lijphart, 1971, 683-85 y 691-93) es valorar el método
múltiples ámbitos de la metodología de las ciencias sociales -por lo • comparativo en relación a los otros tres métodos -experimental, es-
que en modo alguno están aislados culturalmente- con todo, cabe 1~
tadístico y estudio de caso- a la luz de dos criterios: a) en qué me-
considerarlos como un sector distinto de la metodología aplicada, ¡ dida permiten poner a prueba una teoría mediante la confrontación
que se extiende mucho más allá del terreno de la política compara- 1 entre explicaciones rivales; b) la dificultad de conseguir los datos ne-
tiva, abarcando un amplio espectro de obras que caen dentro del ám- ,i'.! cesarios para emplear cada uno de los métodos (cfr. fig. 1).
bito de la ciencia política, de la sociología, de la economía, de la psi- El método experimental tiene el gran mérito de proporcionar ro-
cología y de la estadística. bustos criterios de eliminación de las explicaciones rivales; pero la-
El final de los años sesenta y los primeros años setenta han sido mentablemente es imposible crear datos experimentales adecuados
testigos de un «boom» de trabajos sobre el método comparativo apli- para la mayoría de los temas importantes en los estudios internacio-
:l'H,
1 En muchos otros sectores la investigación de pocos casos es especialmente fe-

cunda. 3 Por ejemplo: Merrit y Rokkan (1966), Kalleberg (1966), Verba (1967), Smelser
1
Más adelante nos referimos a las obras que se insertan en esta tradición. En la me- (1968), Lasswell (1968), Przeworski y Teune (1970), Merritt (1970), Etzioni y Dubow
dida en que un estudio es longitudinal, el número de casos puede aumentarse mediante (1970), Sartori (1971), Lijphart (1971 ), Vallier (1971 ), Zelditch (1971), Armer y Grim-
la comparación en el tiempo. Sin embargo, dado que el objetivo de muchos estudiosos shaw (1973).
que realizan análisis histórico-comparados es el de explicar las configuraciones globa- 4
En el ámbito de esta discusión hay que poner de manifiesto las concordancias en-
les de los estados concretos así como se han manifestado en períodos largos, estos re- tre el análisis de Lijphart y el excelente artículo de Smelser, publicado anteriormente:
sultados con frecuencia no pueden desagregarse en una serie de observaciones longitu- cfr. Smelser (1968). Smclser ha reelaborado estos análisis en un volumen aparecido al-
dinales. Por lo tanto el número de casos puede seguir siendo reducido. gunos años más tarde (Smelser, 1976).
-~r- - -
54 David Colher , ·.:~.1 El método co1nparat1vo: dos décadas de cambios 55

Método del
estudio de caso
Método
comparado
Método
experimental , i Método del
estudio de caso
Innovaciones en el
método comparado .
Método
experimental

Mérito: permite un Se define como: análisis siste- Méritos: Elimina las Nuevas perspe_cti- 1. Mayor co:nprensión de Difusión de ideas ya conoci-
examen intensivo de mático de un reducido número explicaciones rivales vas sobre lós estu- los tipos de estudio com- das e introducción de nuevas
casos incluso con re- de casos (N pequeño). gracias al control ex- dios de caso: parado q1:Je supone una ideas sobre el diseño de la in-
acentuación del papel de vestigación cuasi-experimen-
cursos limitados. perimental.
1 1. Nueva defensa las investigaciones inter- tal
Méritos: «dada la inevitable es- 1. Se difunde la metodo-
del estudio de pretativas y la idea de un
casez de tiempo, energía y re- «ciclo de inv_estigación>> logía de los cuasi-experi-
caso (Camp-
Problemas intrínse- cursos financieros, el análisis Problemas intrínse- entre los distintos tipos mentos y de las series his-
bell).
cos:: aportación a la intensivo de pocos casos puede cos: El control expe- (Skocpol y Somers). tóricas interrumpidas.
formación de teorías ser más prometedor que un rimental es imposible 2. Mejoras de la ti- 2. Posteriores justificaciones 2. Caso ejemplar de análi-
inferior respecto de análisis superficial estadístico para la rnayor parte 1 pología de Lijp- del N pequeño sis de series históricas inte-
los estudios con más de muchos casos» (Lijphart, de los temas de polí- hart de los estu- 2a. Perseguir un «enfoque rrumpidas: el estudio de
casos. 1971, 685). tica comparada. dios de caso configurativo discipli- Campbell y Ross sobre los
(Eckstein, "'!:i\. nadb» (Verba, Al- lt' efectos de los límites de ve-
George). mond y Genco ). locidad.
Problemas intrínsecos: débil ca- 2b. Evit~r el .problema del 3. La codificación de la
Tipos de estudio de pacidad de confrontar explica- Método estadístico «estiramiento concep- evaluation research contri-
3. El process tra-
caso: ciones alternativas; en especial cing mejora el tual» (Sartori). buye a la difusión de las
el problema de «muchas varia- Méritos: Confronta análisis causal 2c. Facilitar el procedi- i?eas sobre los cuasi-expe-
- ateóricos bles, pocos casos». las explicaciones riva- en los estudios miento de la «descrip- nmentos.
- interpretativos les mediante el con- de caso (George ción densa» y de otras 4. Propuesta de solucio-
- generadores de hi- Soluciones posibles: trol estadístico. y McKeown). formas de comprensión nes estadísticas al pro-
- aumento del número de ca- interpretativa (Geertz y blema del selection bias en
pótesis
4. Crítica de la otros muchos). l- los cuasi experimentos.
-que confirman
una teoría '°'
- atención a los casos que se Problemas intrínsecos: contribución de 2d. Perseguir la profundi-
dad analítica del enfo-
(Achen)
los estudios de
- que debilitan una comparan Límites de tiempo y que «case oriented» Método estadístico
caso en la eva-
teoría'·' - reducción del número de de recursos hacen di- luación de las (Ragin).
- estudio de casos variables fícil recoger informa- teorías (Achen 3. Nuevos debates sobre la Nuevas cautelas y nuevas
dcsviantes. 1. con1binando las variables ciones adecuadas so- y Snydall). solución del problema de soluciones
2. u.tilizando teorías más par- bre un número de muchas variables con N 1. Crítica por parte de un
s1mon1osas casos suficiente. pequeño famoso estadístico de la
3a. El recurso a un mayor práctica común estadística
número de casos se sos- en las ciencias sociales (Fre-
tiene, pero también se edn1an).
FIGURA 1.-Método comparado según Lijphart (1971). critica. 2. Nuevas técnicas esta-
Jb. Discusión entre el re- fo- dísticas relativas al análisis
curso a casos compara- con un N pequeño.
nales. El método estadístico posee la ventaja, débil pero más preciosa, bles y el recurso a casos 3. Caso ejemplar de la
contrastantes (Lijphart aportación de otros estu-
de confrontar explicaciones rivales mediante el control estadístico; el en contraposición a diosos al perfecciona-
problema es que con frecuencia no es posible recoger una cantidad de Przeworski y Teune). miento del análisis estadís-
datos fiables lo suficientemente amplia como para poder recurrir a Je. Nuevas orientaciones tico con un N pequeño: el
para reducir el número debate sobre ncocorporati-
este tipo de análisis. El método del estudio de caso tiene el gran mé- de variables junto al re- vismo y desarrollo econó-
rito de permitir al estudioso con poco tiempo y recursos modestos curso a teorías más mico en Europa occidental
fuertes. (Lange, Garrett, Jackman,
analizar con atención por lo menos un caso. No obstante, las posibi- Hicks, Patterson).

Según Lijphart lo tnáximo que los estudios de caso pueden hacer es debilitar una
teoría. Según este autor no es posible que un estudio de caso falsifique una teoría. FIGURA 2.-Las nuevas perspectivas del método comparado.
56 David Collier El método comparativo: 'dos_ décadas de cambios 57

lidades de un control sistemático de las hipótesis son, con mucho, que son el centro del análisis, permitiendo evaluar más adecuadamente
más limitadas que en los otros métodos. A pesar de ello los estudios Su influencia .. De manera que en la selección. de los casos se introduce
de caso han supuesto una efectiva contribución y Lijphart nos ofrece un sustituto pa'rcial del control experimental o estadístico. En se-
una sugestiva tipología del papel que han cumplido los diferentes ti- gundo lugar, los investigadores pueden reducir el número de variables
pos de estudio de caso en la verificación y en la construcción de las Combinándolas entre sí o bien recurriendo a la parsimonia teórica, es
teorías, proporcionando un excelente examen de los distintos modos decir, a una cuidada elabor'1;ción teórica que permita concentrarse so-
en que pueden ubicarse los estudios de caso en una perspectiva com- bre un número más reducido de factores explicativos.
parativa. Por lo tanto, Lij¡)hart nos ofrece una formulación sintética de las
El método comparativo, tal como viene definido por Lijphart, relaciones entre el método comparativo y las otras metodologías, así
goza de un status intermedio entre las dos dimensiones consideradas. como de las posibles soluciones a los dilemas fundamentales plantea-
Si lo comparamos con el método experimental y el estadístico, ofrece dos por el problema del N pequeño, intrínseco al método compara-
un fundamento más débil para proceder al control de las hipótesis, tivo.
sobre todo debido al problema de las muchas variables con un N pe-
queño, pero, siempre con la finalidad de controlar las hipótesis,
ofrece un fundamento más robusto que el de los estudios de caso. En Los desarrollos más recientes del método comparativo
efecto, el método comparativo, aunque tenga el problema de disponer
de más variables que casos, permite en cualquier caso la posibilidad JI En las dos décadas posteriores al estudio de Lijphart se ha asistido
de proceder a análisis sitemáticos, que, si se utilizan adecuadamente, a numerosas innovaciones en el método comparativo y a un reno-
aportan una contribución a la confrontación entre explicaciones al- vado interés hacia aquellas metodologías que ya estaban disponibles
ternativas. { en el momento en que escribía Lijphart. Muchas de esas innovaciones
La aplicación del método comparativo obliga a recurrir a datos aparecieron en trabajos dedicados explícitamente a la metodología de
con condiciones más severas que en el estudio de caso, pero menos la comparación con un N pequeño, pero otras aportaciones se pue-
estrechas que en una investigación experimental o estadística. Por eso den encontrar en trabajos aparecidos en sectores metodológicos veci-
Lijphart considera que el método comparativo es el adecuado para nos: los métodos experimental y estadístico y el del estudio de caso.
investigaciones que dispongan de recursos modestos y sugiere que 1 Ello ha dado lugar a una mutua fertilización, de la que se han benefi-
esos estudios pueden ser el primer paso hacia el análisis estadístico i.· ciado mucho, o deberían beneficiarse, los estudiosos interesados en el
(Lijphart, 1971, 685 ). ¡ método comparativo. En la fig. 2 se presentan esas innovaciones en
Lijphart, además de realizar esta triangulación entre enfoques di- -·! una visión de conjunto. A diferencia de la fig. 1, en la fig. 2 los recua-
ferentes, trata de encontrar una solución al dilema que plantea al mé- I':.
dros están unidos por flechas para sugerir la potencial contribución al
todo comparativo el problema de muchas variables con un N pe- método comparativo. Las innovaciones de la metodología de la com-
queño (Lijphart, 1971, 686 y ss.). Sus respuestas afrontan el dilema 1 paración con un N pequeño se pueden sintetizar a la luz de los temas
desde ambas vertientes. En lo que se refiere al reducido número de ca- discutidos hasta ahora, incluidas las nuevas definiciones de los objeti-
1
sos, si los investigadores se detienen antes de alcanzar un estudio esta- .;I
vos de la comparación, justificaciones más elaboradas de la oportuni-
dístico, igualmente pueden aumentar el número de casos y entonces dad de concentrarse en pocos casos y nuevas perspectivas para la so-
ampliar el ámbito de la comparación con el fin de controlar las hipó- lución. del problema de muchas variables con pocos casos.
tesis. En cuanto al gran número de variables, Lijphart ha sugerido dos
enfoques. En primer lugar, los investigadores pueden concentrarse en ,_~'-"" Distintos usos de la comparación. En la evaluación del método
«casos comparables», es decir, sobre casos en que: a) se mezclan mu- comparativo y de sus relaciones con los otros métodos se ha dado
chas variables que no son centrales para el análisis teniendo así «bajo una mayor importancia al hecho de que ese método permite confron-
control» estas variables; b) difieren acerca de las variables cruciales tar explicaciones rivales. U na de las direcciones seguidas por esta dis-
58 David Collier El método comparativo~ dos décadas de cambios 59

cusión sobre el método comparativo se refiere a la ampliación de los · ·ción por «contraste de contextos», en la que otro investigador trate
criterios de evaluación. Quizá el ejemplo más apropiado sea el estu- de dar cuenta con mayor precisión del significado de las diferencias
dio de los tres tipos de análisis comparativo realizado por Skocpol y entre contextos. ,En definitiva, conviene nO limitarse a considerar el
Somers (1980) 5 • El primero es el dedicado al examen sistemático de la papel de l~ comparación en la verificación de las explicaciones, sino
covariación entre casos con el objetivo de generar y controlar hipóte- rnás bien ampliar la perspectiva hasta abarcar todos los elementos de
sis 6 • En el segundo el investigador analiza una serie de casos con ob- ese ciclo de investigación.
jeto de mostrar que muchos de ellos se pueden iluminar de manera Todo esto no. quiere décir que la evaluación de las hipótesis no
útil mediante un conjunto de conceptos y categorías o por un modelo siga siendo uno de los objetivos __ principales de la comparación -y
concreto. No se realiza ningún control efectivo de la teoría, en muchos estudiosos seguirían afirmando que es el objetivo principal.
cuanto en realidad el objetivo es el de una demostración paralela de la Sin embargo, esta perspectiva más amplia ofrece un valioso informe
teoría. A pesar de que este enfoque no permita al investigador falsear de cómo se lleva a cabo el trabajo de comparación en una comunidad
una teoría, esa manera de utilizar la comparación cumple un papel de investigación más amplia, poniendo de relieve muy adecuada-
importante en la elaboración de teorías en el ámbito de los estudios mente la interacción entre los estudios orientados al control de las hi-
internacionales. En el tercer tipo el investigador compara dos o más pótesis y los que se realizan con una orientación más interpretativa.
casos con el fin de poner de manifiesto sus diferencias recíprocas; de
ese modo se prepara el esquema para interpretar la manera como en justificación del N pequeño. Una segunda tendencia se mueve en
cada uno de los contextos se producen procesos de cambio contras- 1 dirección hacia una justificación más elaborada de la conveniencia de
tantes. Este enfoque por contraste de los contextos ocupa un papel concentrarse en un número relativamente pequeño de casos. La ex-
central en la vertiente más «interpretativa» de las ciencias sociales y -;I plicación proporcionada por Lijphart, aunque se formule en térmi-
refleja otro modo en el que, con bastante frecuencia, se recurre a la -: nos incisivos, hoy parece más bien inadecua_da en tanto que se refiere
comparación. sólo al problema de la carencia de recursos y considera la compara-
Skocpol y Somers, además de proporcionar una relación muy ar- ción con un N pequeño como una etapa intermedia en el camino ha-
ticulada de los objetivos de la comparación, añaden la fascinante idea cia un análisis estadístico más sofisticado. Y a antes disponíamos de
de lo que se podría llamar el «ciclo de la investigación» entre estos una defensa, contenida en las argumentaciones a favor de un enfoque
distintos enfoques. Este ciclo nace porque la debilidad inherente a
cualquier enfoque puede ser un estímulo para recurrir a otros enfo-
ques. Por tanto un estudioso que recurre a la «demostración paralela» ,
¡ «Configurativo» (Heckschner, 1957), acerca de la conveniencia de
trabajar con un N pequeño o con estudios de caso; pero esa perspec-
tiva ya había sido expuesta de una manera más interesante un par de
puede introducir una nueva teoría tratando de demostrar cómo se -í años antes de la publicación del artículo de Lijphart, en el llama-
aplica a muchos casos; así un estudioso proclive al «control de las hi- miento realizado por Verba a favor de un «enfoque configurativo
pótesis» puede percatarse después de que esa teoría no se adapta a de- disciplinado» (Verba, 1967). En su análisis de Political Oppositions in
terminados casos y, a nivel comparativo, formular y verificar hipóte- Western Democracies (Dahl, 1966), Verba pone de manifiesto la
sis sobre a qué casos se adapta y a qué casos no. A su vez, un estudio complejidad de las hipótesis a que se enfrenta en el libro y la dificul-
orientado al control de las hipótesis, que confronta contextos distin- tad de verificarlas de manera adecuada, como no sea mediante un
tos de manera demasiado apresurada, puede producir una investiga- profundo conocimiento de los casos; de tal modo que Verba llega a
sostener la conveniencia de recurrir a una investigación orientada en
5 Esta perspectiva ha sido elaborada en Skocpol (1984, cap. XI); una formulación sentido configurativo disciplinado. La formulación de Verba es
paralela se encuentra en Tilly (1984, cap. IV). atractiva precisamente porque vincula la orientación al control siste-
6
Skocpol y Sotners le llaman «análisis macro-causal». Sin embargo, además de los mático de las hipótesis y a la construcción de la teoría. Y además une
estudios históricos-comparados que producen y verifican hipótesis y que tienen una
orientación macro, hay otros que tienen una orientación micro y no parece prove-
esa orientación a una evaluación más explícita de la dificultad de
choso excluirlos de esta categoría. Por ese motivo recurro a esta etiqueta alternativa. controlar adecuadamente las hipótesis y de la oportunidad de recu-
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rri!', para obtener el mismo objetivo, a estudios de caso realizados


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que ese signifi~ado encuentra.sus raí.Ces :n .contextos con~retos • Este
8

cuidadosamente. interés primario ha reaparecido baJO d1st1ntas formas, importantes


. ~e ~odría_ afirmar que el problema de un adecuado ~ontrol ?-~ las para la prác~ica de la política comparativ~, entr_e _la_s que podemos ci-
h1potes1s deriva de la escasez de recursos. Con un trabajo lo suf1c1en- tar el análjs1s de las «nubes y de los relojes» d1r1g1do por Almond Y
temente amplio de un número suficientemente alto de expertos, éstos Genco (1977) y el tipo de estudios, mencionados antes, «por con-
podrían llevar a cabo un estudio del tipo del de Political Oppositions traste del contexto» (como los definieron Skocpol y Somers), pa-
en varias docenas de países. Pero el reto parece ser algo diferente a sando por aquellos autores' que recurren a la comparación para con-
como era en la formulación inicial de Lijphart. No se trata tanto del textualizar de manera más rica las conclusiones de su investigación.
hecho de que los recursos sean limitados como de que los problemas The Comparative Method, de Charles Ragin (1987), explora otro as-
de investigación han demostrado ser más complicados de lo que se pecto de estos intereses en su análisis de la orientación «holística»
solía creer en los años sesenta y en los primeros setenta, en el roo- que define como la investigación «orientada al caso» y de los comple-
1:'1ento inicial de entusiasmo por la investigación estadística compara- jos problemas de la «Causalidad coyuntural» -es decir, de los mode-
t1va. Entre estos problemas se ha manifestado como especialmente los causales que varían según el contexto- a los que son bastante
difícil el de crear indicadores que midan, de manera válida y digna de más sensibles los estudiosos orientados a un enfoque configurativo.
consideración, conceptos importantes, en el ámbito de contextos di- Por último, el gran éxitd intelectual que en la última década ha fa-
ferenciados de análisis. vorecido a la escuela del análisis histórico comparativo ha tenido un
Otro paso crucial para aclarar estos problemas de validez y de papel importante en la legitimación del recurso a un N pequeño. ~os
justificación de análisis concentrados sobre un N pequeño es el ar- pioneros de este enfoque han sido Reinhart Bendix (1964) Y Barnng-
tículo de Giovanni Sartori sobre La politica comparata: premesse e ton Moore (1966), a los que se añadieron después Jeffrey Paige (1975)
problemi, cuyos puntos principales han sido reelaborados más am- y Theda Skocpol (1979) 9 • Skocpol (1984) ha resumido después de
pliamente en su posterior Social Science Concepts. Sartori sugiere que una manera muy creativa esta perspectiva analítica. En el ámbito de
la tentación de aplicar los conceptos a una gama más amplia de casos estos estudios la forma especial de análisis varía de manera considera-
puede llevar fácilmente a un «estiramiento conceptual», desde el mo- ble -como se sugería en la tipología de Skocpol y Somers citada au-
mento en que el conjunto de significados conectados al concepto ori- tes- y se desplaza desde el control sistemático de las hipótesis hasta
ginal no se adapta a la realidad que caracteriza los nuevos casos. Los una interpretación cuidadosamente contextualizada dentro de un
conceptos que más fácilmente se aplican a una vasta gama de casos marco conceptual comparativo. En conjunto, sin embargo, estos es-
suelen ser también los más abstractos y los que menos atraen la aten- tudios tienen en común una orientación hacia la comparación cualita-
ción de los estudiosos. Por tanto, una investigación que utilice los tiva sistemática, que con frecuencia abarca un cierto número de uni-
conceptos más interesantes tiene poderosas razones para correen- dades nacionales y suele analizar cada caso nacional durante un
trarse sobre relativamente pocos casos. determinado período de tiempo. En este terreno la investigación vin-
Desde 1970, el creciente interés hacia la ciencia social interpreta- cula estrechamente una meditada comparación con una consideración
tiva, volcada sobre todo a descifrar el significado del comportamiento del contexto histórico; de tal manera que la investigación responde a
y de las instituciones, ha reforzado la justificación de avanzar pru- un interés más amplio por buscar nuevos caminos para «historiZar las
dentemente con relativamente pocos casos 7 • Con su concepto de ciencias sociales».
«descripción densa" (thick description), Clifford Geertz (1973) coloca En realidad esta tradición de investigación ha servido para demos-
una brillante etiqueta a esta línea orientada a sacar a la luz el signifi- trar la ~iabilidad de investigaciones comparativas realizadas sobre un
cado oculto de los fenómenos políticos y a observar el modo en el
8 A veces la «descripción densa» se confunde con una mera «descripción deta-
7
Un panoran1a n1uy útil nos lo ofrecen Rabinow y Sullivan (1979). En 1987 se llada», interpretando mal lo que piensa Geertz.
9 Otro ejemplo reciente es el de Collier y Collier (1990).
publicó una versión modificada y puesta al día.
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62 David Collier El método comparativo': dos décadas de cambios 63

númer~ ?e casos relativamente reducido. Estos estudios han puesto cuantitativo; además, no cabe duda de que la orientación cuantitativa
de man1_f1esto qu~ una.investigación efectivamente comparativa puede ha caído en desgracia cuando muchos investigadores se han dado
s~r sensible a la d1vers1dad de contexto y que la comparación sistemá- cuenta de la gran cantidad de tiempo que hace falta para recoger to-
tica de pocos casos puede producir buenos resultados. Los intentos dos los da.tos necesarios -y con frecuencia mucho más allá de los re-
destinados a codificar estos procedimientos, como los incluidos en conocimientos profesionales que podrían proporcionarles-. Pero
~omparative Method, de Ragin, han reforzado posteriormente la además el enfoque comparativÜ cuantitativo se ha visto dañado por la
idea de que son plausibles los estudios con un N pequeño, entendi- publicación de demasiadoS estudios en los que los conceptos opera-
dos .co~o momentos. intermedios entre los estudios de caso y las in- cionalizados tenían· una dudosa ,.validez y las hipótesis sometidas a
vest1gac1ones estadísticas. control eran débiles, poco convincentes o inapropiadas (Ragin, 1987,
cap. IV).
En todo caso se puede decir que el haber desaprovechado las bue-
li"''' Muchas variables, pocos casos nas oportunidades de hacer investigación cuantitativa ha sido un
error, como lo fue la cuantificación prematura. Ese tipo de investiga-
Las d~ferentes ~oluciones al problema de «muchas variables y un ción puede ser eficaz para afrontar temas analíticos importantes,
N pequeno» han sido el aumento del número de casos, la elección de como demuestra el interesante debate sobre el neocorporativismo y
casos comparables y la reducción del número de variables. En torno a el crecimiento económico en Europa occidental, del que se tratará
cada una de estas opciones han surgido importantes innovaciones y más adelante y que se basa en el análisis estadístico. Además, el poder
debates. disponer de nuevas técnicas estadísticas -a las que me referiré más
abajo- ha hecho mucho más fecundo un análisis cuantitativo con un
a) El aumento del número de casos. Una de las propuestas origi- N entre 12/25 casos. Por lo tanto, todavía sigue valiendo la pena per-
nales de Li1phart para resolver el problema del N pequeño ha sido el seguir la ampliación del número de casos, realizando otros intentos
aumento de número de casos. ¿Cómo evaluar esta recomendación a de esta dirección.
la luz de las posteriores justificaciones, que hemos discutido antes b) Atención a los casos comparables. La propuesta según la cual el
destinadas a.limitar ~l an.álisis a relativamente pocos casos? En parte: investigador debería escoger casos comparables se ha reforzado, pero
por el camb10 del chma mtelectual al que ya nos hemos referido, no también se ha puesto en discusión. A mitad de los años setenta Lijp-
se ha producido entre los investigadores la tendencia a ampliar el nú- hart volvió a analizar de nuevo las implicaciones recíprocas entre el
mero de casos. Por lo tanto, la investigación más reciente ha desmen- objetivo de aumentar el número de casos y el de seleccionar los casos
tido las expectativas que había de que los estudios con datos cuantita- de manera que se acercara el control estadístico (Lijphart, 1975). Evi-
tivos so.bre un gran número de países alcanzarían una importancia dentemente, si se deben seleccionar casos «efectivamente» similares,
predommante. Robert Jackmann (1985) insistió acertadamente en el sea cual sea el significado que se quiera dar a la noción de «similar>>,
hecho de que la investigación estadística comparativa ha tenido más es probable que el número adecuado de casos se reduzca. Respecto a
éxito del que se reconoce normalmente. No obstante, no cabe duda este trade-off, Lijphart opta por la selección más cuidadosa de un
de .que, para bien o para mal, ni la investigación internacional cuanti- número aún menor de casos y así continuó esta vía de reducir la apli-
.. ,.·1
tativa dentro de la política comparativa, ni tampoco el llamado enfo- cación de la categoría «método comparativo» a los análisis q-ue se
que QIP (Quantitative lnternational Politics) en el ámbito de las re- concentran sobre un pequeño número de casos confrontados cuida-
laciones inter;i~~ionale.s han logrado ocupar en sus respectivos dosamente. Esta postura recuerda un punto de vista muy anterior~ se-
terrenos la posic1on dominante que muchos preconizaban. gún el cual el método comparativo es el método del «parangón con-
Como sucede con frecuencia, la reacción quizá haya sido exce- trolado» (Eggan, 1954 ). Más recientemente, Arthur Stinchcombe
siva. Quizá hoy los especialistas de política comparativa son menos (1978) ha ido más allá en esta línea, propugnando la investigación
capaces que hace veinte años de llevar a cabo un análisis comparativo comparada sobre poquísimos casos, confrontados de manera muy
64
-r-
Dav1d Colher El 1nétodo comparativo. dos décadas de ca1nb1os 65

cuidadosa: un enfoque de la comparación que define como «analogía caso el debate apunta en dos direcciones. Hace algún tiempo Rustow
profunda» (deep analogy).
(1968) se declaró favorable a una superación de los estudios de área;
Przeworski y Teune (1970; Przeworski, 1987) han propugnado la de modo que muchos estudidsos estuvieron de acuerdo en la conve-
estrategia contraria. Según estos autores, incluso con una atenta selec- niencia de elegir los casos en función de los específicos requisitos ana-
ción de los casos en el diseño de la investigación definido como «de , líticos de determinados proyectos de investigación, en vez de hacerlo
sistemas más similares», sigue existiendo un problema de «suprade- en base a la contigüidad geográfica, que en el mejor de los casos sólo
terminación», dado que este diseño no elimina muchas interpretacio- supone una aproximación débil a una selección analítica de los casos.
nes rivales, privando al investigador de la posibilidad de escoger_ entre De todos modos, por múltiples razones, los estudios de área cons-
_,_,, ellas. Estos autores, por el contrario, proponen un diseño de la inves- tituyen hoy Un sector en gran expansión. Importantes temas de inves-
,, tigación «de los sistemas más diferentes», basa~o en .una se~ie de_ ~a­ tigación se presentan en grupos de países que pertenecen a una misma
,,;,.'I"
ses lo más diferentes posible, entre los que el investigador identifica región, como en el caso de los países de desarrollo rápido del Extremo
procesos análogos de cambio 10 • Más reciente~e~te P~zewo~ski. ~a Oriente o de los estados burocrático-autoritarios de América Latina.
sugerido 11 que precisamente la fuerza de este diseno de invest1gac1on La investigación sobre estÜs temas puede reforzar la orientación hacia
está, junto a otros factores, en el origen del gran éxito de la reciente los estudios de área. Además, el debate sobre «estudios de área o estu-
literatura sobre la democratización, uno de cuyos mejores ejemplos dios comparativos» sigue vivo y sus términos podrían profundizarse
es el volumen de O'Donnell, Schmitter y Whitehead (1986). Prze- más adelante con el problema de la elección entre diseños de investi-
worski sostiene que esta literatura afronta una gama tan extensa de gación basados en sistemas más similares o en sistemas más diferentes.
casos que los investigadores se han visto obligados a destilar de esa c) Reducción del número de variables. La última solución al pro-
diversidad una importante serie de elementos comunes que han de- blema del N pequeño consiste en la reducción del número de varia-
mostrado poseer un gran poder explicativo. . bles, bien agregándolas en el espíritu de la·«reducción de los datos»,
Esta discusión se puede ubicar adecuadamente reconociendo la re- bien recurriendo a una teoría más fuerte que oriente al investigador
latividad de la noción de «similar» y de la de «diferente». Un par de
hacia un menor número de factores explicativos. En la investigación
casos que desde un determinado punto de vista resultan estrecha- de la parsimonia teórica, el avance más interesante quizá sea la apari-
mente emparejados, desde otra perspectiva pueden diferenciarse nota- ción de varios modelos de «elección racional» y de «interacción es-
blemente. Mi investigación más reciente (Collier y Collier, 1990) uti- tratégica» que tienen precisamente ese objetivo: usar una teoría fuerte 1

liza ambas estrategias partiendo de una serie de ocho países de que sirva para reducir el número de factores explicativos a considerar. i
América Latina, abordables en una primera aproximación con una se- Es interesante destacar que el disponer de una teoría más fuerte no
rie de variables. Entre esos ochos países pasé después a analizar las pa- sólo permite resolver el problema del N pequeño, sino también los
rejas de países que son lo más diferentes posible. La primera fase r:os problemas de la investigación estadística cuantitativa. La necesidad de i

asegura que se trata de contextos de análisis por lo menos parcial- recurrir a proposiciones más bien precarias puede llevar al investigador
i:
'"·1:::•111'' mente similares; en el curso de la confrontación por parejas el análisis a invertir preferentemente en la vertiente de la teoría, en la búsqueda de i i
se concentra en procesos paralelos de cambio, puestos de relieve por nuevos temas, 1nás que a seguir buscando modelos estadísticos para fe- '.
las fuertes diferencias existentes en los contextos respectivos. i'
,,.,,.,,,.,,1 nómenos complejos como la causalidad recíproca. Los.nuevos temas '
El debate entre diseños de investigación con sistemas similares y pueden proporcionar incluso una base teórica para modelos causales
diseños de investigación con sistemas diferentes tiene importantes im- más simples, pretendiendo menos de las técnicas estadísticas 12 • Si cabe
plicaciones para el status de los estudios de área; y también en este afirmar convincentemente que éste puede ser un fecundo avance para
los estudios cuantitativos, no hay razón para no esperar que también
ic Estos dos diseños de investigación corresponden, respectivamente, al método de resulte de ayuda para los estudios comparativos con un N pequeño.
la diferencia y al método de la concordancia de John Stuart Mili (1843).
11
Comunicación personal de Przeworski al autor. 12
Esta sugerencia me viene de conversaciones con Merril Shanks.
66 67

Una exigencia posterior, conectada con ésta, consiste en una i:na- las investigacione~ de política comparativa. En todo caso, en la litera-
yor reflexión sobre la formación de los conceptos. Aparte de la 1m.- tura sobre las va:1antes del método experimental podemos encontrar
portante contribución de Giovanni Sart~ri (1970, 1971 ~ 1984; Sartor1, nuevos aspectos importantes que pueden mejorar el recurso a análisis
Riggs y Teune, 1975), los trabajos anten?res de Me Kmney (1966) y comparativos con un N pequeño. Sin duda, la obra más influyente ha
Kalleberg (1966), y un artículo más reciente de DeFeh~e (1980), s,e sido el clásirn análisis de Campbell y Stanley (1963), que muestra
trata de un tema relativamente desatendido. Los especialistas en poh- como es posible. aplicar la lógica de la investigación experimental a
tica comparativa no reflexionan lo suficiente ~c.erca de ~i les sirven los «cuas1-experu~entos», o sea, a los estudios de observación sobre
bien 0 mal los conceptos y las categorías que utilizan; y sin esta refle- cualquier evento u opción parangonable a una intervención experi-
:),:' xión no tienen manera de saber si realizan las opciones adecuadas al ment~l, pero que se d.e,.sarroll~ en un contexto «natural». Un ejemplo
perseguir la parsimonia teórica. podr1a s~r !a eval~acion del impacto de una nueva política pública
Por fortuna las aportaciones más recientes en el campo de las -un objetivo de investigación que puede parecer simple pero que
ciencias cognitivas nos han proporcionado muchos aspectos nuevos entraña numerosas dificultades.
sobre los procesos de categorización y constr~cción de modelos; se Campbell y St.anley subrayan la gran importancia que adquieren
presenta así una excelente ocasión para recurrir a estos aspectos con e_n los. cu,.a~i-exJ?er1mentos los diseños de investigación basados en se-
el fin de refinar las técnicas analíticas utilizadas en el campo de la po- ries hist~ricas interrumpidas, en las que el investigador analiza una
lítica comparativa. Esas sugerencias pued~n s~carse de. l~ gran síi:tesis larga serie de observaciones realizadas en el tiempo; de tal manera
de las aportaciones más recientes en las cienc.ias ~ognitivas, reahz~~a que el valor de las variables observadas se examina no sólo inmedita-
por George Lakoff (1986). Un ejemplo de aphcac1ón de estas a~qms'.­ r:iente ant~~ y después de un cambio de política o de otra innovación,
ciones es el desafío de las ciencias cognitivas a la «Categorizacion cla- smo tambien mucho antes y mucho después. En su libro (Campbell y
sica» del tipo del utilizado en el trabajo de Sartori sobre l~s categorí~s Stanley, 1963, 38) .e~contr~mos .una interesante representación gráfica
y los conceptos. En su texto Sartori se rdiere a las propi.edade~ ,defi- que n:uestra las d1st1ntas s1tuac1ones en que una larga serie histórica,
nitorias de los conceptos y a la relación inversa entre la intens1on d.e en el 1nterv~lo e~tre dos puntos concretos, puede sugerir errónea-
un concepto (significado) y su extensión (los referentes) (Sarton, n:-:nte l~ .ex1~te~c1a de u~a regularidad en el cambio. La representa-
1970; 1971; 1984). La actual ciencia cognitiva sugiere que esta forma c1on graf1ca 1nd1ca que, SI se observan las series históricas enteras el
de análisis conceptual no llega a dar cuenta de cómo funcionan los tipo. de cambio sugerido por las dos observaciones es claramente dis-
conceptos en realidad y que en cambio el análisis ~e. los conceptos es tor.s1onante. Los autores concluyen que las inferencias causales sobre
más eficaz cuando se centra sobre el modelo cognitivo subyacente al el ~mpacto ~e los a~ontecimientos discretos pueden ser bastante
concepto, sobre la tendencia de los conceptos a difuminarse uno e_n el arriesgadas s1 no se dispone de una amplia serie de observaciones.
otro en vez de presentar perfiles definidos nítidamente y, correlativa- Campbell y Stanley han influido mucho sobre los estudiosos de la
mente, sobre el papel de los casos «ejemplares» en el. anclaje de ~~s política c?mparativa .que trabajan con un N pequeño y que se plan-
conceptos. Es casi seguro que formas nuevas y más eficaces de anál:- tean cont~~uame~te.1nterrogantes acerca del impacto sobre determi-
sis conceptual producirán una síntesis de estos dos enfoques, síntesis nadas poht1cas publicas de acontecimientos como guerras, revolucio-
que hoy por hoy está sin definir. nes o _golpes de es_tado militares. Dos procesos han contribuido
posteriormente a difundir estas ideas. La siguiente investigación de
Campbell, sobre los efectos de la limitación de la velocidad en los ac-
Las investigaciones cuasi-experimentales cidentes de .carretera -publicada con Ross (1968)- ofrece un sor-
p_r~ndente_ eJempl? de aplicación creativa de un diseño de investiga-
El método experimental ofrece un excelente conjunto de pr.oc~di­ c10~. cuas~-e~per1mental a un caso importante de análisis de una
mientos para decidir entre explicaciones rivales. Tales procedimien- pohtica publica.' En efecto, según Przeworski (1987), estudios ejem-
tos, sin embargo, parecen poco importantes para la mayor parte de plares de este tipo suelen tener una influencia real bastante más im-
David Collier El método comparativo: 'dos_ décadas de cambios 69
68

portante sobre la práctica de la investigación que los intentos forma- po~í:i~a. Y Achen d~~uestra cómo _este tipo de investigación exige un
les de «codificar» una correcta metodología 13 . El caso concreto con- anahs1s de la regresion a dos estadios con el método de los mínimos
siderado por Campbell y Ross es, a primera vista, ~ás bien sim~le: cuadrados. Sin esta técnica es bastante difícil resolver el enigma.
cuando en los años cincuenta el estado de Connecticut comenzo a Para el comparatista las implicaciones del libro de Achen pueden
perseguir con severidad los excesos de velocidad y los ~uertos por p'arecer desalentadoras. Puede ser un ejercicio interesante pensar en
accidente de carretera disminuyeron claramente, la relac1on de causa estos problemas de investigación como en cuasi-experimentos, pero
a efecto entre los dos fenómenos parecía obvia. No obstante, Camp- cuando nos encontramos frente al problema de la imposibilidad de
bell y Ross realizan un apretado a~álisis de las potencia~es amenazas a seleccionar los casos con procedimientos casuales nos vemos de
la «validez interna» (¿fue así precisamente como ocurrieron ~as cosas nuevo empujados .hacia una forma <le análisis estadístico que -si es
en Connecticut?) y la «validez externa» (¿se puede generalizar esta fecundo porque dispone de datos apropiados- es difícil de utilizar
conclusión?) de ese estudio. No existe investigador inteligente que con pocos casos. De cualquier modo, quizá sea más fructífero consi-
pueda leer ese artícul~ sin adquiri~ una per:~ecti~a ~ás prl_ldente derar la literatu:a sobre los ~xperimentos y cuasi-experimentos como
acerca de cómo saber si una determinada poht1ca publica se diferen- una fu~nte de rica~ a?vertencias acerca de los peligros que se corren
cia de otra. . al ana.hzar acontecimientos discretos sin distinguir de los verdaderos
Un segundo proceso que contri?uyó de _maner~ importante a di- e~per1mentos. Cuando ~are:emos de series de datos, la mejor solu-
fundir diseños de investigación de tipo cuasi-experimental y basados c1on e~ la de ofrecer explicaciones causales recurriendo lo más posible
en series históricas interrumpidas fue la publicación de much~s tra- al sentido común. No existen soluciones fáciles.
bajos en el campo de la eval~ation researc?·. Entre ellos se c?~sideran
también los estudios sobre uesarrollo pohtico que han codificado de
manera útil los procedimientos para realizar diseños de investigación Innovaciones en estadística
14
de tipo experimental-like en context?s n.aturiles • • •
Aunque buena parte de las publicaciones sobre cuasi-exp~r:me~­ . La re.flexión más reciente sobre el análisis estadístico ha produ-
tos parece ofrecer al comparatista de pequeños números una ut1l guia cido o ?ien nue_vas advertencias sobre los riesgos ligados a estudios
y consejos prácticos, el excelenr_e volumen de Achc~ (1986) pue~e.de­ e~t~dís:1cos, o bien nu~vas posibilidades para análisis estadísticos sig-
jarle en cambio con la sensaci~n de q_ue los desafios me:odo~ogicos nificativos con un numero de casos relativamente modesto. En
lanzados por la idea de los cuasi-experimentos son demasiad~ 1mpo~­ cuanto a las advertencias, el estadístico David Freedman ha lanzado
tantes para ser afrontados. Un problema cent~al de ~o~ _cuas1-exper~­ un fuerte ataque contra el uso de la estadística multivariante en las
mentos es el llamado selection bias, es decir, la 11npos1b1hdad de elegir ciencias sociales (1987). Según Freedman, buena parte del análisis es-
de manera totalmente casual los casos que se someten al «trata- tadístico en las ciencias sociales carece de validez o por la inadecua-
miento» y los que no. Así, una nueva política pública normalmente. no ción del diseño de la investigación o porque los datos utilizados no
se aplica por casualidad a algunos cil_ldadanos y no a otros. Sus crite- sa:isfacen las exig~ncias de las técnica.s estadísticas. Esta crítica puede
rios de aplicación pueden estar relacionados con algunos d~ los e~ec­ de1ar bastante satisfechos a los que siempre han sido escépticos ante
tos hipotetizados y que constituyen el objeto central de la investiga- el recurso a la ~stadística y a los qu.e se confortan con el mayor «con-
ción. Este enigma circular se resuelve construyendo ~n roo.delo de t~ol» del material- que suponen deriva del análisis de pocos casos me-
'11'11.:¡.,_l'.I•'

cómo los ciudadanos se asignan a la categoría de los destinatarios de la di~n:e técnicas más cualitativas. Además, es realista esperar para los
prox1:n?s años un. aun:ento del escepticismo respecto al recurso a la
13 La reimpresión de este artículo en una antología de m~todología de ciencias so- estad1stica en las c1:ncias sociales. De todos modos, como en el caso
ciales ha permitido que sea muy accesible a los científ~cos sociales. , del rechazo de la investigación comparativa cuantitativa discutido
14 Cfr. Hoole (1978). Entre los textos introductorios de metodologia, p_ara un exce-

lente análisis del diseño de la investigación experimental y de la evaluatwn research, más arriba, no sería bueno que la reacción contra los estudios cuanti-
cfr. Babble (1986, cap,. VIII y XII).
tativos fuese excesiva.
70 David Collier El método con1pa~ativo: dos décadas de cambios 71

Para el estudioso orientado a la investigación con un N pequeño, iZquierda en la arena electoral y gubernamental. Analizando ese ar-
la aparición de técnicas estadísticas adaptadas al análisis de relativa- tículo, Jackman ha utilizado los diagnósticos . de la regresión para exa-
mente pocos casos hace particulamente infeliz este rechazo indiscri- minar ciertos casos influyentes cj_ue según él han producido una dis-
minado. Un ejemplo de ello lo tenemos en el desarrollo de las técnicas torsión en los resultados de los dos autores Gackman, 1985). En el
conocidas corno «estrategias de remuestreo» (resampling strategies) árhbito de un debate científico. que todavía dura, estos autores han
(Diaconis y Efron, 1983 ). Estas técnicas utilizan la simulación en el planteado conjuntamente un importante problema sustantivo, un alto
ordenador partiendo de una muestra reducida y. crean artificialmente nivel de conocimientq de un área y de sus casos específicos, la intere-
una muestra mucho más amplia sobre la que realizar después tests es- sante utilización de un modelo estadístico relativamente claro, una
tadísticos. A diferencia de los tests más convencionales, los tests de crítica constructiva basada sobre los diagnósticos de la regresión y
significación estadística que resultan de ello no violan las exigencias a una notable producción de conocimientos acumulativos a través del
que debe obedecer una distribución de los casos, y por lo tanto están análisis sucesivo de la misma serie de datos. Así como el artículo de
menos sujetos a los tipos de error que pueden darse en los análisis Campbell y Ross sobre la limitación de la velocidad en Connecticut
con un N pequeño. Estos tests pueden ser útiles sobre todo para me- constituye un ejemplo de diseño de la investigación cuasi-experimen-
jorar las estimaciones en la comparación entre naciones distintas, en · tal, este debate debería constituir un caso ejemplar de un esfuerzo
las que las unidades son muy heterogéneas. metodológicamente refinado, llevado a cabo por otros estudiosos
El desarrollo de medidas estadísticas fuertes y resistentes consti- para resolver un importante problema de investigación en el ámbito
tuye una vía también muy prometedora (Hampel, 1987; Hartwing, de una investigación cuantitativa con un N pequeño.
1979; Mosteller y Tukey, 1977). Estas medidas son relativamente in- Otro ejemplo posterior de solución simple a un problema com-
munes a los valores tomados por uno o dos casos extremos y des- plejo, entre los estudios con un N pequeño, se refiere a los «efectos
viantes, y así se pueden utilizar para resolver, en especial, el problema -~. medios» en el análisis de la regresión. Es bien sabido que los resulta-
de una investigación con un N pequeño, en el que los resultados pue- dos de la regresión -la más corriente de las técnicas estadísticas mul-
den quedar gravemente distorsionados por un único dato completa- tivariantes- constituyen una media de la fuerza de las relaciones
mente equivocado. causales entre todos los casos considerados. Para que los coeficientes
Otra serie de técnicas que hacen frente al mismo problema son las producidos por la regresión sean interpretables es necesario que estas
definidas como «diagnósticos de la regresión» (Bollen y J ackman, :¡ relaciones causales sean las mismas, o al menos sean análogas, para
1985; Jackman, 1987). Se trata de tests utilizados en el curso del habi- todos los casos. Sin embargo, Charles Ragin (1987, cap. IV), entre
tual análisis de la regresión para establecer si el valor atípico de algún otros, ha afirmado que este asunto no suele tener en cuenta, dada la
caso -definido como caso influyente- ha producido distorsione-s ·" forma compleja de la causalidad coyuntural, lo que es precisamente el
en los resultados. La ventaja del diagnóstico de la regresión sobre las ~bjetivo principal en política comparativa y en sociología compara-
medidas estadísticas fuertes y resistentes es que el primero se puede tiva.
utilizar junto a los habituales coeficientes de regresión. En todo caso, es posible encontrar soluciones a este problema.
El recurso al diagnóstico de la regresión ha sido ilustrado de ma- John Jackson (1986) lo ha afrontado proponiendo una técnica esta-
nera adecuada por el reciente debate acerca de las relaciones entre dística para identificar la presencia de efectos heterogéneos. Entre los
neocorporativismo y crecimiento económico en Europa occidental ' estudios realizados con un N pequeño, Ruth Berins Collier (1982)
(Lange y Garrett, 1985, 1987 y 1989; Jackman, 1986 y 1989; Hicks, proporciona un claro ejemplo de cómo es posible estimar distintos
1988; Hicks y Patterson, 1988). El punto de partida de este debate es efectos causales, incluso con pocos casos disponibles, calculando dos
el artículo innovador de Lange y Garrct, cuyo modelo -basado en ecuaciones distintas de regresión. En su investigación sobre las rela-
un análisis con un N pequeño- incluye un interesante «límite de in- ciones entre comportami:nto electoral y predominio de un partido
teracción» destinado a captar la relación entre fuerza organizativa del e~ los nuevos estados de Africa tropical ha demostrado que no había
movimiento sindical en el mercado de trabajo y fuerza política de la ninguna relación estadística entre las dos variables en un grupo de 26
n lli.OC.~[:'"
estados. Sin embargo, este efecto medio ocultaba las relaciones positi-
oo'"''""''· ''' ~~. • '"'"''"
cedímiento del process-tracing -conectado a la moción de pattern
n

vas y negativas entre subgrupos de estados correspondientes a ante- riiatching de Campbell- han suministrado ,una justificación intelec-
riores divisiones coloniales. El análisis separado de los dos subcon- rual mu?ho más elara para uno de los más importantes enfoques en
juntos dio lugar a un resultado bastante diferente del deducible del el estud10 de_caso: el que añade al control de las hipótesis, basado
análisis de los 26 casos juntos. eh la valoración global del caso, un cuidadoso análisis de la suce-
sión de los acontecimientos en el ámbito de ese caso. Así es que el
estudioso tiene la posibilidad de controlar si la dinámica del cambio
Innovaciones en el estudio de caso verificada dentro de ;,n caso singular refleja de manera plausible el
_ mismo modelo causal sugerido por la confrontación con otros ca-
Cuando Lijphart escribió su artículo en 1971 alimentaba algunas sos.
dudas sobre la oportunidad de insertar un análisis de los estudios de En conjunto estos artículos, junto a la contribución de Yin
caso en una evaluación del método comparativo 15 , pero es una suerte (1984 ), sistematizan en términos nuevos el estudio del caso y, por
que se decidiera a hacerlo. Su útil tipología del recurso al estudio de tanto, constituyen un preciüso punto de referencia para los investi-
caso en el control de las hipótesis y en la construcción de una teoría gadores comprometidos en análisis con un N pequeño. Al mismo
prepara el terrero a posteriores intentos de mostrar cómo se podrían tiempo, continúa el debate acerca del verdadero papel de los estudios
y deberían integrar los estudios de caso en la investigación compara- de caso en la construcción y el control de una teoría. Recientemente
tiva. ~
este debate ha sido objeto de un número especial de la revista
Sobre este tema, quizá la contribución más interesante entre las
aparecidas después sea la de Campbell (1975), quien repudia drásti-
camente la concisa afirmación contenida en su libro de 1963 escrito
!.
f «World Politics» 16 centrado en la contribución que aportan los estu-
dios de caso en un sector del análisis de la elección racional, es decir,
la teoría de la amenaza potencial racional en el terreno de las relacio-
con Stanley y según la cual los estudios llevados a cabo sobre un 1 nes internacionales. En el primer artículo (Achen y Snidal, 1989) se
único caso «no tienen ningún valor científico». Campbell demuestra, ~ afirma que los estudios de caso utilizados por muchos especialistas
~
por el contrario, que los estudios de caso son en realidad el funda-
mento de gran parte de la investigación comparativa, que ofrecen
muchas más posibilidades de lo que normalmente se piensa para fal-
i de relaciones internacionales no se enfrentan de manera adecuada a
los puntos centrales de esta teoría. De este modo se plantea un pro-
blema que quizá ha sido descuidado en el debate sobre el método
sificar las hipótesis principales del investigador, que importantes comparativo: cómo es posible conectar la preocupación metodoló-
comparaciones están normalmente basadas en estudios de caso y que gica de lograr buenas comparaciones con los temas clave de investi-
se puede aprender mucho haciendo explícitos estos parangones. gación definidos por teorías específicas que tienen que ser controla-
Además, cualquier hipótesis relativa a un caso posee implicaciones das. Achen y Snidal también han destacado el problema del selection
para muchos aspectos del mismo caso. Usando el procedimiento del b.ias en los .estudios de caso dentro de la teoría de la amenaza poten-
pattern matching para descubrir la existencia de esas implicaciones, cial, es decir, el problema de que los estudios de caso se suelen con-
el investigador puede multiplicar las posibilidades de control de las centrar en el fracaso de la amenaza potencial, mientras que en reali-
hipótesis en el ámbito de lo que al principio se consideró como caso dad la amenaza potencial funciona casi siempre. Aunque los
único. artículos recogidos en el número de «World Politics» mencionado
Otros artículos de Eckstein (1975) y de George (1979) han acla- no llegan a dar una solución definitiva, considerados en conjunto re-
rado posteriormente cómo es posible reconducir un estudio de caso presentan un primer intento en una dirección qt;ie todavía hay que
a una comparación más amplia y al control de las hipótesis. Ade- 1 explorar: la reflexión sobre el papel de los estudios de caso en el con-
más, la meditada discusión de George y McKeown (1985) del pro- ¡ 16
Me refiero al número especial de la revista World Politics, XII, núm. 2, enero
15 Comunicación personal de Lijphart al autor. 1989.
1

.1
74 El 1nétodo compa'.rativo: 'd.osdécadas de cambios 75
David Collier

trol de una teoría determinada. En este debate sobre la teoría de la quizá el principal interrogante se refiere al modo en que podrán rela-
amenaza potencial es frecuente la tensión intelectual ya mencionada Cionarse entr~ sí. La tradición de investigación sobre la Europa oc-
más arriba, o sea, la tensión entre investigaciones basadas en muchos cidental es un modelo alentador, dado qu~ las conclusiones de los
casos y pocas variables e investigaciones orientadas a analizar pocos comparatistas cuantitativos -Cameron, Hibbs, Lange y Garrett,
casos en toda su complejidad. Schmitter, Wilensky y muchos otros- constituyen un constante
punto de referencia para lqs que estudian Europa occidental recu-
rriendo a otros enfoques. En el sector de los estudios sobre América
Conclusiones Latina, en cambio, lá investigación comparativa de tipo cuantitativo
goza de una consideración inferior .por parte de la mayoría de los es-
El análisis realizad.o hasta ahora nos lleva en~ direcciones. Por tudiosos. Sin embargo, precisamente la presión cruzada que caracte-
una parte, la tendencia de muchos comparatistas a considerar sólo riza la tradición de estudios sobre Europa occidental, en definitiva
pocos casos se ha visto posteriormente alentada por diversos factores: puede dar los mejores frutos. Si la comunicación recíproca es buena,
la aparición de la ciencia social interpretativa, el éxito de los análisis los especialistas en países Concretos y los expertos en comparación
histórico-comparativos, los avances de la metodología del estudio de cualitativa con un N pequeño impulsarán a los comparatistas con un
caso, la persistente tradición intelectual e institucional de los estudios enfoque cuantitativo y un análisis contextualizado más cuidadoso; y
de ár~eª. y del estilo d~ ~nvestigación promovido por tales estudios y, estos últimos incitarán a los especialistas en países concretos y a los
~or :Ultimo, el escept1c1smo q:1e. rodea al análisis estadístico y cuan- expertos en comparación cualitativa hacia una mayor sistematización
titativo, tanto entre los especialistas del N pequeño como entre al- en la medición y en el control de las hipótesis. Así pues, en el ámbit01
gunos estadísticos. La explicación dada al principio, según la cual el del método comparativo un objetivo crucial deberá ser el mantener\
motivo principal del recurso a pocos casos era la insuficiencia de re-· - abierto este canal de comunicación. J
cursos, se ha visto así sustituida o flanqueada por la opinión según la La otra opción importante que tienen ante sí los comparatistas,
cual los problemas de investigación son de más difícil solución de lo también definible en términos de co1nplementariedad, se refiere a
que al principio pensaban algunos expertos. Así, muchos investi- los estudiosos que hacen investigaciones cualitativas con pocos ca-
gado~e~ .consideran poco persuasiva o poco importante la idea de que sos. Una alternativa, la tradición de los estudios de caso, ha su-
el anahs1s con un N pequeño sea un paso hacia estudios basados en puesto importantes progresos en términos de codificación de los
un análisis estadístico más refinado. procedimientos; así, se ha aceptado ampliamente la idea de que los
Por otra parte, las técnicas cuantitativas que utilizan un N relati- estudios de caso siguen siendo la piedra angular de la investigación
vamente peq_ueño permiten afrontar con éxito importantes interro- comparativa.
gantes esenciales. Este enfoque merece una renovada atención, a la La otra alternativa, el análisis sistemático de un número de casos
h_iz de los nuevos tests estadísticos de que se dispone para investiga- relativamente reducido, sigue, naturalmente, en el punto donde es-
ciones con un N pequeño y del éxito ejemplar de estrategias de inves- taba cuando Lijphart comenzó el debate, hace veinte años. Lijphart
tigación cor_rio las afrontadas en el debate entre Lange y Garrett, entonces parecía sugerir que esta alternativa era una mera etapa inter-
Jackman, H1cks y Patterson. Si los estudiosos utilizan estas técnicas media hacia análisis más refinados. En los siguientes años, en cambio, :.1
junto con un buen análisis cuantitativo, con una buena familiaridad esta alternativa se ha reforzado mucho; así, la comparación sistemá-
con los estudios de área y prestando atención al contexto, entonces tica de 3/10 casos (a veces alguno más) es un tipo de investigación im-
pueden llegar a demostrar que los aspectos deducidos de los estudios portante y frecuente. Hoy el método comparativo, en el sentido de la
~e caso y de una inv:est_igación comparativa más cualitativa pueden, a investigación con un reducido número de casos, juega un papel im-
fin de cuentas, const1tu1r avances posteriores en la dirección del análi- portante, y la aplicación de este tipo de análisis sólo se puede mejorar
sis estadístico. si los estudiosos llevan a cabo esas conexiones con otros métodos que
Estas dos tendencias intelectuales tendrán una continuación, y hemos analizado en este artículo.
76 David Collier El método co'mparat~vo: _ dos décadas de cambios 77

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