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Id Cendoj: 28079370282010100031
Órgano: Audiencia Provincial
Sede: Madrid
Sección: 28
Nº de Recurso: 269/2009
Nº de Resolución: 40/2010
Procedimiento: Recurso de apelación
Ponente: JOSE ZARZUELO DESCALZO
Tipo de Resolución: Sentencia

AUD.PROVINCIAL SECCION N. 28

MADRID

SENTENCIA: 00040/2010

AUDIENCIA PROVINCIAL DE MADRID

SECCIÓN 28

C/ General Martínez Campos nº 27.

Teléfono: 91 4931988/89

Fax: 91 4931996

ROLLO DE APELACIÓN Nº 269/09.

Procedimiento de origen: Juicio Ordinario nº 352/07

Órgano de Procedencia: Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Madrid.

Parte recurrente: Don Virgilio

Procurador: Doña Margarita López Jiménez

Letrado: Don Jorge de la Llave Cisneros

Parte recurrida: AVÍCOLA MORALEJA, S.A.

Procurador: Doña Virginia Salto Maquedano

Letrado: Don José María Sanhonorato Vázquez

SENTENCIA Nº 40/2010

Ilmos. Sres. Magistrados:

D. ÁNGEL GALGO PECO

D. ENRIQUE GARCÍA GARCÍA

D. JOSÉ IGNACIO ZARZUELO DESCALZO

En Madrid, a 19 de febrero de 2010.

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La Sección Vigésimo Octava de la Audiencia Provincial de Madrid, especializada en materia


mercantil, integrada por los Ilustrísimos Señores Magistrados mencionados, ha visto el recurso de
apelación, bajo el núm. de rollo 269/2009, interpuesto contra la sentencia de fecha 14 de octubre de 2008,
dictada en el juicio ordinario núm. 352/07 seguido ante el Juzgado de lo Mercantil nº 2 de Madrid.

Han sido partes en el recurso como apelante Don Virgilio , representado por la Procuradora Doña
Margarita López Jiménez y defendido por el Letrado Don Jorge de la Llave Cisneros, siendo apelada la
entidad AVÍCOLA MORALEJA, S.A., representada por la Procuradora Doña Virginia Salto Maquedano y
asistida del Letrado Don José María Sanhonorato Vázquez.

ANTECEDENTES DE HECHO

PRIMERO.- Las actuaciones procesales se iniciaron mediante demanda presentada en fecha 6 de


julio de 2007 por la representación de la entidad AVÍCOLA MORALEJA, S.A. frente a Don Virgilio , en su
condición de administrador de la sociedad COMERCIAL JUAN MIGUEL, S.A., en la que, tras exponer los
hechos que estimaba de interés y alegar los fundamentos jurídicos que consideraba que apoyaban su
pretensión, suplicaba el dictado de Sentencia por la que:

1º) Como petición principal, se condene a Don Virgilio a pagar a la actora la suma de 5.181,14 euros
de principal que adeuda, los intereses legales de dicha cantidad desde su constitución en mora, es decir
desde la fecha de la interpelación judicial efectuada con fecha 10 de marzo de 2006 mediante requerimiento
por procedimiento monitorio, con imposición de las costas del procedimiento y de las devengadas en el
procedimiento de ejecución de títulos judiciales seguidos ante el Juzgado de Primera Instancia núm. 9 de
Madrid por la actora frente a la entidad COMERCIAL JUAN MIGUEL, S.A. según auto de 1 de junio de 2006
del que se deriva la presente reclamación por inactividad de aquella empresa.

2º) Como petición subsidiaria y para el caso de no acogerse la principal se interesa la condena a Don
Virgilio a pagar a la actora la suma de 5.181,14 euros de principal que adeuda, los intereses legales de
dicha cantidad desde su constitución en mora, es decir desde la fecha de la interpelación judicial efectuada
con fecha 10 de marzo de 2006 mediante requerimiento por procedimiento monitorio, de conformidad con lo
prevenido en el artículo 63 del Código de Comercio y las costas de este procedimiento.

SEGUNDO.- Tras seguirse el juicio por sus trámites correspondientes el Juzgado de lo Mercantil núm.
2 de Madrid dictó sentencia, con fecha 14 de octubre de 2008 , cuyo fallo es el siguiente: " Que, estimando
íntegramente la demanda formulada por AVÍCOLA MORALEJA S.A. contra D. Virgilio , debo condenar y
condeno a éste último a que abone a la actora AVÍCOLA MORALEJA S.A. la suma de CINCO MIL CIENTO
OCHENTA Y UN EUROS CON CATORCE CENTIMOS y su interés legal desde la fecha de interposición de
la demanda. Todo ello con especial imposición a dicha parte demandada de las costas originadas en el
proceso".

TERCERO.- Publicada y notificada dicha resolución a las partes litigantes, por la representación de
Don Virgilio se formuló recurso de apelación que, admitido por el mencionado juzgado y tramitado en legal
forma, ha dado lugar a la formación del presente rollo ante esta sección de la Audiencia Provincial de
Madrid, que se ha seguido con arreglo a los trámites de los de su clase. En fecha 18 de febrero de 2010 se
celebró la deliberación, votación y fallo del recurso.

CUARTO.- En la tramitación del presente recurso se han observado las prescripciones legales.

Es magistrado ponente D. JOSÉ IGNACIO ZARZUELO DESCALZO, que expresa el parecer de la


Sala.

FUNDAMENTOS DE DERECHO

PRIMERO.- Se ejercitó en el presente procedimiento por la representación de la entidad mercantil


AVÍCOLA MORALEJA, S.A. frente a Don Virgilio , en su condición de administrador de la sociedad
COMERCIAL JUAN MIGUEL, S.A., acción de responsabilidad frente al demandado solicitando la condena
de éste al pago de cantidad en los términos ya consignados en los antecedentes de hecho de la presente
resolución y con base en lo dispuesto tanto en los artículos 133 y 135 de la LSA , como en la
responsabilidad establecida en el artículo 262.5 del mismo texto legal, por la existencia de la deuda
derivada de las relaciones comerciales mantenidas entre las partes en el año 2004, de las que resultaron los
impagos que se reclamaron por procedimiento monitorio seguido ante el Juzgado de Primera Instancia nº 9
de Madrid y procedimiento de Ejecución de Títulos Judiciales ante el mismo, resultando que la sociedad

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COMERCIAL JUAN MIGUEL, S.A., como se declara por el propio demandado al momento de realizarse el
requerimiento de pago, no existe en su domicilio, se encuentra carente de toda clase de bienes, paralizada
en su actividad y sin haberse instado su disolución y liquidación, sin que se presentasen cuentas en el
Registro Mercantil desde el ejercicio de 1998.

Declarado el demandado en situación procesal de rebeldía se dictó Sentencia estimando


íntegramente la demanda al estar acreditada la existencia de la deuda y la responsabilidad del demandado
en base a las circunstancias expuestas y dada la dejación absoluta en sus funciones por parte de dicho
administrador.

Se formula el presente recurso de apelación por la representación del demandado mostrando su


disconformidad con la condena indicando que no se cumplirían todos los presupuestos para declarar su
responsabilidad, debiendo ser su incumplimiento culposo y no se cumpliría porque siempre informó de que
no podía pagar y en cuanto podía abonaba algunas cantidades, actuando sin mala fe, entendiendo que la
responsabilidad siempre tiene que estar limitada al capital de la sociedad y únicamente se debe saltar ese
límite por actos graves y negligentes y él solo tuvo la desgracia de cerrar su negocio después de 30 años,
reiterando los fundamentos de su contestación a la demanda (sic.)

SEGUNDO.- Resulta evidente que el recurso de apelación no puede prosperar pues, con los
elementos de prueba aportados con la demanda y dado el propio reconocimiento por el demandado sobre la
paralización de la sociedad e inexistencia de actividad, aparece evidenciada de forma contundente la
responsabilidad del demandado en su actuación, que no cabe sino calificar de negligente y ajena a todos
los cánones que deben regir la actuación del ordenado empresario, estando constatada la deuda, la
paralización de la sociedad, la falta de presentación de los registros contables desde el ejercicio de 1998
-último presentado-, la inexistencia de bienes y la falta de atención al requerimiento de pago, con la
manifestación del propio demandado de que la sociedad ya no existe, sin que se haya procedido legalmente
a la disolución y ordenada liquidación de la sociedad limitándose a eliminarla de hecho del tráfico jurídico,
por lo que es incontestable la concurrencia de responsabilidad del demandado por cualquiera de las
causas aducidas con la demanda.

Efectivamente, la acción que ampara el artículo 262.5 del Texto Refundido de la Ley de Sociedades
Anónimas no requiere para su prosperabilidad más que la concurrencia de los hechos objetivos que allí se
señalan como presupuestos de la responsabilidad del administrador, que aparece así configurada como
una responsabilidad cuasi objetiva, en la medida en que se anuda ineludiblemente al mero incumplimiento
de la obligación que se le impone, ante la concurrencia de determinadas causas de disolución, de realizar,
en los plazos señalados, las actuaciones para la disolución de la sociedad o declaración de concurso
respecto de la misma que se indican en la norma, sin requerirse la existencia de nexo causal entre el crédito
accionado y la inactividad de los administradores, ni la concurrencia de otra negligencia que la que valora
o toma en cuenta el propio precepto (STSS de 26 de septiembre de 2007, con cita expresa de la de 30 de
octubre de 2000 , y las 16 de febrero y 26 de junio de 2006 y 8 de marzo de 2007, también citadas en
aquella, así como las de 20 de febrero y 5 de diciembre de 2007).

En el caso que nos ocupa pocas dudas caben acerca de la concurrencia de los presupuestos
determinantes de la apreciación de la responsabilidad del Sr. Virgilio en base al referido precepto y con
sustento en la documental aportada con la demanda que acredita la desaparición del tráfico de
COMERCIAL JUAN MIGUEL, S.A. (desaparición del domicilio social que invoca el propio demandado al ser
requerido de pago y del cese de toda actividad empresarial, falta de depósito de las cuentas anuales desde
el ejercicio de 1999) y de la absoluta carencia de bienes con los que hacer frente a la deuda de la que trae
causa el presente procedimiento (que se revela en el testimonio de las actuaciones judiciales seguidas ante
el Juzgado de Primera Instancia núm. 9 de Madrid), por lo que resulta evidente la concurrencia de la causa
de disolución prevista en el artículo 260.1.3º del Texto Refundido de la Ley de Sociedades Anónimas
(imposibilidad manifiesta de realizar el fin social), lo que unido a la omisión por el apelante de los deberes
impuestos en el artículo 262.5 del mismo cuerpo legal, determinaba la imposibilidad de alcanzar otra
solución que el pronunciamiento de condena dictado en primera instancia.

TERCERO.- Por otra parte, con las circunstancias que se han indicado, también había de prosperar la
demanda desde la vertiente de la acción individual de responsabilidad y puesto que la aceptación del
cargo por parte del demandado como administrador de la entidad COMERCIAL JUAN MIGUEL, S.A.
implicaba la asunción por éste de una responsabilidad en la gestión de la sociedad de la que no puede
hacer dejación ante terceros. Y ha resultado acreditado en este litigio que el demandado lleva a la sociedad,
que ahora carece de activos y hasta de establecimiento, a una situación de desaparición de hecho de la
sociedad sin proceder a la disolución y liquidación ordenada. Por lo que puede concluirse que la imputación
de responsabilidad a dicho administrador también estaba justificada al amparo de la acción prevista en el

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artículo 135 del TRLSA , pues jamás actuó con la diligencia exigible al ordenado administrador (artículo 127
del TRLSA ) al enfrentarse a la situación de crisis de la sociedad sin proceder a una ordenada liquidación de
la misma, quebrantando así los principios de confianza y buena fe que han de regir en el tráfico mercantil y
causando con ello daño a los acreedores que, como la demandante, han visto cercenadas las posibilidades
de ver atendido, siquiera en alguna medida, su crédito contra la sociedad paralizada y desaparecida del
tráfico mercantil.

La no liquidación del patrimonio social en forma legal cuando la sociedad está en situación de
insolvencia ya es de por sí susceptible de crear un daño directo a los acreedores y por tanto de generar
responsabilidad del administrador por tolerarlo, incumpliendo así sus deberes legales, resultando posible
en tal caso exigírsela al amparo de los artículos 133 y 135 del TRLSA. La jurisprudencia ha señalado que
constituye un comportamiento negligente de los administradores el limitarse a eliminar a la sociedad de la
vida comercial o industrial sin liquidarla en cualquiera de las formas prevenidas legalmente (sent. TS 4 de
noviembre de 1991, 22 de abril de 1994, 6 de noviembre 1997, 4 de febrero de 1999 y 14 de marzo de
2007), ya sea mediante la desaparición del domicilio social, el cierre de facto de la empresa o la
volatilización del activo. Tal conducta incurre en una vía de hecho, al realizarse al margen de los intereses
de los acreedores, que tienen derecho a que sus créditos sean atendidos en la medida de lo posible y en
cualquier caso de modo ordenado, lo que sólo se garantiza bien mediante un procedimiento liquidatorio o
bien acudiendo al proceso concursal. Basta con demostrar el daño -sufrido por la parte acreedora
demandante, inherente al hecho de cercenársele la posibilidad de cobrar su crédito, y el cierre de facto del
establecimiento en el que radicaba la sociedad deudora, o la volatilización de sus activos por la vía de
hecho, ni siquiera cuestionado en este caso, para que el nexo causal entre uno y otro se presuma, salvo
prueba en contra del administrador demandado (sentencias de esta sección 28ª de la AP de Madrid de 15
de junio de 2006, 19 de abril de 2.007, 7 de febrero de 2008 y 18 de marzo, 27 de marzo, 14 y 22 de mayo
de 2009 , entre otras) que en este caso no se ha facilitado puesto que por el contrario se reconoce la
carencia de activos, la paralización de la sociedad y, en definitiva su desaparición de facto sin disolución y
ordenada liquidación, por lo que en cualquier caso procedía declarar la responsabilidad del mismo y por
ello que no pueda ser atenjdido el recurso por cuanto se limita a invocar la actuación de buena fe del
demandado que, al margen de las meras manifestaciones en tal sentido realizadas con dicho escrito por vez
primera, no se encuentra en modo alguno constatada.

CUARTO.- La desestimación del recurso planteado por el demandado conlleva la imposición a la


parte apelante de las costas ocasionadas con su apelación, tal como se prevé en el nº 1 del artículo 398 de
la LEC .

Vistos los preceptos citados, concordantes y de general y especial aplicación

FALLO

En atención a lo expuesto, la Sala acuerda:

1.- Desestimar el recurso de apelación interpuesto por la representación de Don Virgilio contra la
sentencia dictada el 14 de octubre de 2008 por el Juzgado de lo Mercantil núm. 2 de Madrid en el
procedimiento ordinario núm. 352/07 del que este rollo dimana.

2.- Confirmar íntegramente la mencionada resolución.

Así, por esta nuestra Sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos los Ilustrísimos Señores
Magistrados integrantes de este Tribunal.

PUBLICACION.- Dada y pronunciada fue la anterior Sentencia por los Ilmos. Sres. Magistrados que la
firman y leída por el Ilmo. Magistrado Ponente en el mismo día de su fecha, de lo que yo la Secretario
certifico.

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