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Rogelio G. Guerrero
El siguiente texto es parte del argumento para trabar la discusión sobre la (im)posibilidad de
pensar el territorio en la literatura producida desde y hacia el norte de México; pasando por
América Latina; fuera de los marcos y precintos teóricos y críticos con los que se le aborda
tradicionalmente. Para hacerlo, me conduzco con cuidado por los conceptos usados para
definir una “alta literatura” o literatura del canon; y una “literatura menor” o, ¿literatura?
elaborar una definición; sin embargo, lugar donde se entabla la discusión crítica que
del arte.
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Ver en entrevista a Jaques Derrida: “Estoy en guerra contra mí mismo”.
dialécticamente los lugares internos y externos2 a la obra, al intelectual, el territorio y el
lenguaje. Cuestionamientos que requieren ser atendidos desde espacios intermediales, sin
nuestra lectura, ésta vira hacia un trabajo de investigación que requiere el cuidado y la
actual producción literaria en discusión con los estudios teóricos y críticos. Un análisis y
(re)lectura que atraviesa espacios como el de la academia, el texto, el artista, los dispositivos
territorio a un espacio de enunciación y a un artefacto estético que tensa las categorías con
las que estamos pensando actualmente el lugar del territorio (para fines del estudio me centro
latinoamericana).
Diversas son las condiciones que confluyen en la obra gardeana que la posicionan
como objeto de análisis a partir del cual se puede especular, estudiar y problematizar la actual
producción literaria de frontera norte en relación dialéctica con la producción del pasado. Sus
2
Pienso en los espacios internos y externos del texto atravesados por un carácter político-social-económico
que posibilita pensar los imaginarios simbólicos de la ideología de la literatura y de la ideología en la literatura,
tal como lo puntualizó Ludmer en las Clases de 1985 y que dan pie a plantearse las preguntas sobre ¿qué es
la literatura?, ¿cuál es su función?, ¿cómo se lee?, ¿qué es la objeto estético o cómo se produce literatura
como institución? El planteamiento es medular a la discusión, ya que nos permite dialogar con los conceptos
empleados para definir si existe o no una literatura latinoamericana, específicamente trasladad al norte de
México, y cuáles son las condiciones de posibilidad para pensarla en el presente. Ver Ludmer, Josefina. “Clase
2 (20/11/1985). Teoría literaria y teorías. El problema de la ideología en relación con la literatura” en Clases
1985. Titivillus.
textos construyen momentos de corte histórico en su narrativa, que discuten con el valor de
lo literario, los estilos descriptivos,3 la posición del intelectual, el archivo, el territorio y los
sujetos.
de un presente que posibilita los campos de (re)lectura de los neoformalismos, los nuevos
pregunta por la literatura, por las formas, la totalidad, la diferencia, el realismo, la ideología,
Entreverado por las reflexiones anteriores, las interrogantes que conducen el presente
la literatura, incluso en sus diferencias? Más que ofrecer una respuesta, lo que se plantean
son vías de acceso hacia las condiciones de posibilidad del pensamiento crítico y teórico con
el que se ha intentado, y se intenta, abordar dichas preguntas, lo cual nos conduce por el
camino para interpelar los espacios “oficiales”, mistagógicos, que validan los conceptos y
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Un texto clave para acercarse a las descripciones gardeanas es Mímesis de Erich Auerbach. Los momentos
de interrupción narrativa que configuran las características subjetivas del presente; si bien no a través de un
vasto ejercicio de descripción, sí de un lenguaje fronterizo atravesado por las condiciones del territorio (en el
capítulo sobre el lenguaje gardeano profundizaré más sobre los elementos estilísticos que caracterizan su
narrativa).
argumentos que se usaron para definir la literatura y que, a su vez, nos permiten desplazar la
delimitados por las condiciones políticas y económicas del territorio y el tiempo en el que se
producen. Así como interrogarnos a nosotros mismos, desde un espacio academicista4, sobre
el sentido o la noción que hemos adquirido de la literatura a partir de la lectura de las grandes
gustaría hacer un breve paréntesis al respecto del espacio de enunciación para pensar la
académica en las carreras literarias, a través de los consejos encargados de elaborar los planes
académicos que reúnen a los autores y textos que se estudian a lo largo de los semestres. En
concreto, me refiero a los planes de estudio en las universidades de México; más específico,
en donde cursé mis estudios en letras, donde pude experimentar el cambio de nombre de
Recupero esta experiencia porque pienso que encaja perfectamente con la discusión
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A partir de los textos de William Spanos El fin de la educación y Heidegger y la crisis del humanismo
contemporáneo: el caso de la academia norteamericana conduzco la reflexión sobre la elaboración de los
programas de literatura en las academias. Hago la pregunta a partir de los espacios de posgrado donde se
lleva a cabo una labor crítica y teórica con estudiantes provenientes de diversos programas alrededor del país,
México, que responden a formaciones diversas, trazadas, en algunos casos, por regionalismos esencialistas y
que deben confluir en un mismo programa que los incorpore, lo que resulta interesante de profundizar a partir
de la producción de pensamiento que se centra en los trabajos de investigación.
contemporánea que envuelve el pensamiento, desde el exterior, de los lectores. Me refiero a
este momento concreto a partir del espacio, el tiempo y las condiciones desde donde surge el
narrativas, retóricas o semióticas que los constituyen desde su interior con respecto a la
enunciación —desde un lugar ya configurado por las condiciones del espacio de frontera—.
Un tiempo moderno en el que el texto literario está atravesado por la industria editorial y se
constituye a partir de las fórmulas de mercado —se lanzan concursos, surgen generaciones
de escritores, se fabrican antologías y se organizan bibliotecas virtuales con temas del norte—
, que ponen en funcionamiento elementos que se piensan como esenciales para describir los
textos literarios de frontera. Mientras que en las facultades de literatura se estudia a los
clásicos, se organizan los elementos que constituyen a una obra como literaria y no se llega
global/nacional; así como al cuestionamiento por los marcos teóricos con lo que se está
analizando lo literario. ¿Cómo se está pensando? ¿Desde dónde se está accediendo y leyendo
los textos? Al respecto, vinculo directamente la función económica del tardocapitalismo a las
con los requisitos del mercado global tecnológico, por lo que su interés es en la inversión en
capital humano en un mutuo acuerdo con las universidades para generar pensamiento y
Esta lógica de la actual discusión del sector de la industria privada con el Estado, que
no es nueva, es importante atenderla, ya que bajo ella es que se puede introducir el tema del
críticos como Liliana Weigmer, cómo desde hace años las editoriales tienen un papel que
el caso de México, hay un creciente interés por las formas de violencia que lo atraviesa al
interior de las ciudades, que se relacionan con temas como el narcotráfico, migrantes o tráfico
de personas, que despiertan un siniestro interés por dichas narraciones; un interés económico,
político y cultural sobre las dinámicas de violencia imperantes en los territorios. El mercado
aumenta el número de ejemplares en las librerías con temas de violencia. Las editoriales
ponen en la mesa los ojos para ver y pensar el mundo. Se ofrecen viajes de acceso a través
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Revisar Acuerdo de Chapultepec, firmado en septiembre de 2005.
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Ver en Barrera, E. “Entradas y salidas del fenómeno literario actual o la ‘alfaguarización’ de la literatura
hispanomaericana”. Disponible en http://sincronia.cucsh.udg.mx/alfaguar.htm.
se pone en operación la (re)configuración del concepto de diferencia en los marcos de un
mismo territorio, y nos dejamos de preguntar sobre cómo están operando dichos dispositivos.
Estos momentos enmarcan el panorama respecto a cuáles son los textos a los que
mercado, que se ven atravesados por las condiciones de valor —bajo el influjo de las políticas
universitarias y las exigencias culturales—. Cuáles son los conceptos que aprendemos para
valorar una obra literaria, que a su vez nos distancia y nos coloca, con un aura intelectual, en
la posición para poder decir lo que es o no literatura, y que en muchos casos nos olvidamos
por preguntar por las condiciones que atraviesan un territorio, como un paso anterior, y que
posibilita las narrativas al interio/exterior de los textos y los espacios, y que nos permite, a
su vez, cuestionarnos sobre qué pensamos cuando se hace una pregunta, desde lo académico,
fundador de pensamiento, atravesada por el mercado, se emplaza a través de una mirada del
discurso decolonialista —que no se puede dejar de lado dadas las condiciones del espacio al
cual se hace referencia—, sobre el desarrollo del pensamiento latinoamericano que funda sus
bases en el despliegue del orden occidental sobre América Latina, el cual a su vez despliega
(en esta línea sigo el pensamiento de Rita Segato) una segunda realidad, una realidad
especular en la que opera y se desarrolla una segunda economía, la cual a través de acciones
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Parto de la idea de sistema-mundo como “la articulación del proceso de «acumulación originaria» que
estudia Wallerstein, y la producción de la primera cultura o estructura simbólica de orden mundial. Como
explica Mignolo: la conquista de América habría determinado el nacimiento del capitalismo, pero sobre todo
marcó la irrupción de la «diferencia colonial» (Mignolo, 2003).” Cfr. Castro Orellana, R. Sistema-Mundo y
Transmodernidad: Una lectura crítica. Universidad Complutense de Madrid, España, 2016.
como el blanqueamiento de capital8 es capaz de producir diferencias en los límites con
y no dejarlo de lado, porque lo considero el paso anterior para pensar las configuraciones de
subjetividades en el territorio; el olvido consecuente que conlleva estar dentro de los marcos
del tardocapitalismo.
respecto, discuten autores como Moreiras, Spanos, Villacañas o Segato cuando se preguntan
desarticulación de las subjetividades, territorios e identidades con las cuales nos hemos
producidos como sujetos de esta segunda realidad, y que permite teorizar, en un momento
discusión teórica), con conceptos como el de infrapolítica, para conducirse por el estudio
decolonialización, que pretendo establecer como la base para leer la actual producción
contemporánea en relación dialéctica con las obras del pasado, en un momento en específico
con la producción gardeana de finales de los setenta, es con la finalidad de revisar las
diferencias, accediendo a espacios que develan los vínculos estructurales de las violentas
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En Ludmer operan dichas dinámicas como las configuradoras de los territorios de violencia en la modernidad,
por la que se puede hacer transitar a sujetos como el migrante o el narco.
(im)posibilidad de la representación del territorio como configurador de las subjetividades
Son estos los ejes por los que conduzco el argumento, para aterrizar sobre la crítica
partir de la dialogización de las voces al interior y exterior del texto literario y la teoría, abrir
un espacio que descentre el punto fijado por, en este caso, la frontera norte, que despliegue
las diferencia hacia lo que concebimos como lo ‘tradicional’, y podamos sustraernos bajo los
preceptos políticos que norma la conducta y las acciones en los textos narrativos; pensando
cartografiar y desplazar los discursos para no caer en un olvido y normalización del discurso
literario.
El territorio: subjetivación
subjetividades al interior y exterior de los dispositivos estéticos como del territorio. Pensar
territoriales atravesados por la violencia fundacional que a su vez atraviesa los cuerpos, los
cuales son partícipes de dinámicas identitarias y culturales por las cuales transitan de manera
espontánea y no premeditada, pero que llevan inscrita la diferencialidad del carácter político
funcionan como operadores que dan paso a la red de significación que articula la escritura —
las categorías que generan ideas con las cuales participamos de lo real.
Una crítica que articula el pensamiento es la que hace Ludmer en Aquí América
La isla urbana, la nación, la lengua, el impero. Cada territorio (cada posición territorial) es
una noción, una imagen y un régimen de sentido para pensar el nuevo mundo. Las formas de
territorialización son instrumentos conceptuales: diagramas, delimitaciones y topologías con
sujetos. […] En la fábrica de realidad, el territorio es un articulador, un principio general que
recorre todas las divisiones, que es preindividual y que compartimos con los animales.
“Territorio” es una delimitación del espacio y una noción electrónica-geográfica-económica-
social-cultural-política-estética-legal-afectiva-de género-y de sexo, todo al mismo tiempo
[…] (2010: 119-120).
Son los territorios internos a la ciudad y al centro donde se fabrica realidad, desde los
cuales puede ser leído, en lo que no se dice, las condiciones del territorio sobre los que se
desplazan los sujetos. Al respecto, hay dos tipos de territorios sobre los cuales se descentra
ciudades, a los que Ludmer se refiere con el nombre de islas, espacios como la cárcel, la
clínica, la universidad, el tianguis. Hay una transición del espacio que deviene de finales del
boom, con las descripciones del territorio geográfico con la capacidad de configurar lo rural
que deviene en un espacio al interior del territorio que, con articulaciones como la
occidental.
escindir el carácter mimético de la enunciación del mundo, vaciar y llenar el nombre del
con lo cual se revele un lugar crítico de la estructura enunciativa en los espacios, que
representación con las que accedemos al mundo, y esto despierta la urgencia de la crítica por
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Cuando me refiero al concepto de modernidad estoy partiendo de la discusión que presenta Bolívar
Echeverría en el texto ¿Qué es la modernidad?, a partir de tres fenómenos que la articulan: la técnica
científica, la secularización de lo político y el individualismo. En dicho texto se refiere a tales términos en
tanto que: “los fenómenos modernos presentan su modernidad como una tendencia civilizatoria dotada de
un nuevo principio unitario de coherencia o estructuración para la vida social civilizada y para el mundo
correspondiente a esa vida; de una nueva ‘lógica’ que se encontraría en proceso de sustituir al principio
organizador ancestral, y desde la que éste se percibe como obsoleto y se tolera como ‘tradicional’.”
(Echeverría, 11)
tomar posición respecto a las consecuencias sociales y políticas que esto conlleva dentro del
adentroafuera generado por las condiciones históricas y políticas; y la labor quizá sea la de
atender la producción artística contemporánea y los precintos críticos que se han ceñido sobre
las mismas, impuestos por las editoriales, ya que si bien esto claramente responde a un
artística, que asegura un campo de trabajo para los escritores y un amplio mercado de venta
para las editoriales, la discusión que “inaugura” es sobre las posibilidades de pensar la labor
obra misma, a través de su proceder estético y político. Por otro lado, pensar en las
posteriori. Sin embargo, la pregunta que queda es sobre qué es lo que falta, qué está por-
venir.
Bibliografía
Althusser, Louis. Ideología y aparatos ideológicos del Estado. Buenos Aires: Nueva Visión,
1988.
Iberoamericana, 2018.
Ludmer, Josefina. Aquí América Latina. Una especulación. Buenos Aires: Eterna Cadencia
Editora, 2010.
-------------------- Clases 1985. Algunos problemas de teoría literaria. Titivillus [Epub] 2016.
Luiselli, Valeria. Los niños perdidos (Un ensayo en cuarenta preguntas). México: Sexto
Piso, 2017.
Rodríguez Freire, Raúl. Sin retorno. Variaciones sobre archivo y narrativa latinoamericana.
Villalobos-Ruminott.
Weinberg, Liliana. “The Oblivion We Will Be: The Latin American Literary Field after