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Cartas a un estudiante de Derecho

La etapa “estudiante universitario” no importa el momento en de nuestra vida en la


que tomemos: si somos universitarios justo después de salir de la preparatoria o si
lo somos cinco, diez años después; es una etapa de grandes retos, que requiere de
estrategias, dedicación, disciplina, esfuerzo y es una experiencia en la que se
aprenden grandes cosas, no solo los conocimientos que se adquieren a través de
las 35 o 50 materias de la carrera universitaria, sino es una etapa donde uno se
forja en los ámbitos personal, social, escolar; donde uno toma decisiones y adquiere
hábitos, donde uno se prepara para su vida profesional.

A través de la lectura Cartas a un estudiante de Derecho Miguel Carbonell podemos


encontrar una “guía” para disfrutar la hermosa experiencia de ser estudiante
universitario de la carrera de derecho, personalmente considero que esta guía
puede transportarse a cualquier carrera, es un libro para compartir a aquella
persona que empezará una preparación profesional.

Esta guía inicia con la descripción de ilusiones y metas que un estudiante tiene al
entrar a la universidad. Tenemos que ser conscientes de que estudiar una carrera
profesional cambia la vida, como nuestro círculo de amistades, nuestros hábitos de
estudio. El estudiante busca latentemente el optimizar las herramientas, los
espacios, el tiempo, adquirir ese lenguaje de la carrera; para construir un futuro
profesional. Carbonell señala que un universitario debe adquirir hábitos formales,
que son aquellos que nos permitirán aprovechar al máximo el tiempo en la carrera;
y además de hábitos sustanciales, que son la sustancia misma de la que se
compone la carrera universitaria: los estudios y el aprendizaje.

Ser estudiante universitario es tomar decisión tras decisión y ni siquiera se es


consciente de esa libertad. Tomar clases, asistir a la escuela, tomar notas, estudiar
más a fondo un tema, definir los horarios de estudio, son solo decisiones que el
estudiante determinará, un universitario es responsable de su propia formación.
Es importante crear hábitos de estudio, administrar el tiempo en todo momento y
ser constante; sobre todo entre los hábitos de estudio es necesaria la consulta y
lectura minuciosa de textos complementarios pues permite una mayor adquisición
de conocimientos y/o mejora la comprensión de otros.

Para un estudiante de derecho uno de los aprendizajes más importantes de la


carrera tiene que ver con el manejo y dominio del lenguaje de los abogados. Es
necesario tener un balance de los tecnicismos jurídicos y el lenguaje común. Se
debe comprender perfectamente los términos del derecho y adquirir la capacidad
de interpretar los enunciados jurídicos. La lectura es indispensable para un
estudiante de derecho, libros, artículos, sentencias, tesis jurisprudenciales, etcétera;
son necesarios para realmente aprender. Actualmente con las tecnologías de la
información y el Internet es mucho más fácil la cercanía con la información jurídica.
Carbonell recomienda hacer uso de anotaciones que permitan al estudiante una
mayor comprensión y sistematización de la información.

Las redes sociales pareciera ser un distractor potencial para cualquier estudiante
universitario. Lo cierto es que el buen manejo de ellas es benéfico, pues ha
cambiado la forma de comunicarnos y de relacionarnos con los demás. Puede ser
una excelente herramienta para acércanos a docentes, investigadores,
dependencias, instituciones y tener puntos de vista nacionales e internacionales de
un tema en específico además de obtener información en tiempo de política,
administración, finanzas etcétera; que permita al estudiante estar a la vanguardia,
ser divergente. El uso de las redes sociales, como se dijo, depende de cada
estudiante.

Hoy en día desde la educación básica el modelo donde acudir a la escuela consistía
en memorizar conceptos y en el examen anotarlos tal cual lo había dictado el
profesor, es una práctica que poco a poco ha pasado a la historia. En un mundo
donde el cambio es lo único constante de poco nos sirve la habilidad de la memoria,
como estudiante de derecho es sustancial entender que el ordenamiento jurídico
tiene un gran dinamismo y lo que va a permitir un éxito profesional no es la
memorización sino la capacidad de interpretación y argumentación. Como
estudiantes de derecho las normas jurídicas estarán presentes en cualquier
momento y en ocasiones la comprensión y aplicación de estas no es nada fácil, en
parte algunas por una pésima sintaxis, en otras ocasiones la interpretación está
vinculada a favorecer los intereses del cliente. Es importante que, desde los
estudios, el estudiante de derecho adquiera la capacidad de interpretar las normas
jurídicas y de dicha interpretación, construir sus propios argumentos.

Como estudiantes de derecho, tenemos que aceptar que la ética profesional nos
permite formarnos como abogados, juristas, que están comprometidos con abatir
las injusticias y mejorar el sistema jurídico nacional. En la profesión jurídica, el
abogado se enfrenta a dilemas éticos, problemas de corrupción, entre otros;
también podrá tener la libertad de elegir qué tipos de casos llevar y esta decisión
puede estar fundamentada en consideraciones éticas.

Ya que toda área de conocimiento es inabarcable, como estudiantes en algún


momento de la carrera tendremos el interés o impulso de especializarnos y que esta
decisión sea congruente con nuestro proyecto de vida y valores que practicamos.
Esta especialización nos la brinda o la podemos obtener en el posgrado Carbonell
expresa que hoy en día es un paso indispensable en la formación de cualquier
abogado que quiera ser exitoso.

La investigación jurídica tiene que hacerse con vocación científica. Quién es


investigador no se fundamentará con solo uno o dos referencias, considero que un
investigador es muy riguroso, minucioso con el manejo de la información; es un
ámbito donde nuevamente el abogado pone en práctica su capacidad de
comprensión y sistematización de la información. Lo primordial es seleccionar un
tema de interés y que este proponga o cambie la realidad y/o pensamiento de los
lectores.
Carbonell hace énfasis de la importancia de la economía y el derecho; lo cual
realmente no lo había analizado de la forma que el autor expone: el derecho permite
regular aquellas acciones que afectan a terceros, y algunas veces es precisamente
lo económico lo que daña a terceros. Como estudiantes debemos considerar las
consecuencias económicas que se pueden generar de alguna decisión tomada.

Esta misma relación, derecho y economía, se ve reflejada en los puestos laborales


del sector público. Considero que muchas veces se desprecian las carreras y/o el
ámbito profesional que desempeñan en la vida cotidiana. Sin embargo, cada una de
las carreras es necesaria, se relacionan la una con la otra y si queremos generar un
estado democrático, con sentido de justicia, equidad y libertad; se requiere que
todas las áreas de conocimiento se unan. Por otro lado, tenemos el derecho como
humanismo, un buen jurista debe buscar una sólida y muy amplia formación
intelectual de carácter humanista.

Los estudios jurídicos brindaran al estudiante de derecho herramientas para tomar


decisiones de lo que es más justo y/o equitativo. La complejidad del mundo, de los
pensamientos, de la vida social realmente hacen difícil el identificar lo que es justo
o no. El abogado siempre debe de tener presente la justicia, ese debe ser su ideal,
su meta. Pierro Calamandrei en su libro El elogio de los jueces nos dice que “Para
encontrar la justicia es necesario serle fiel: como todas las divinidades, se manifiesta
solamente a quien cree en ella”. Así que como estudiantes de derecho tenemos que
ser capaces de ver la injusticia, detectarla a tiempo, y construir remedios para
prevenirla o para sancionarla, solo así estaremos contribuyendo decisivamente a
construir un mundo mejor.

La última carta, es la más reflexiva, ya que habla de la pasión profesional. Tenemos


que enfocar lo que queremos y deseamos lograr; no solo eso, sino trabajar en ello
constantemente. Todo lo que logremos será por nuestro impulso y trabajo, por
compromiso, responsabilidad, persistencia; los factores sociales, económico,
familiares, así como nuestras propias barreras, solo son justificantes que una
persona mediocre puede utilizar en su defensa para justificar que no alcanzo sus
metas personales hasta el grado de convencerse a sí mismo que su destino estaba
escrito. Si uno quiere sobresalir o cumplir sus metas, lo hará, porque hará más
esfuerzos hasta alcanzarlos y el principal motivante de esos sueños es la pasión.

Carbonell expreso en la carta XI “el mejor juicio que puede haber sobre el valor de
una obra no es el que pueda tener el autor, sino el de los lectores”. Cartas a un
estudiante de Derecho es una obra bastante amena, de gran enseñanza. Que como
estudiante te da otro enfoque, otra perspectiva y sin duda en algún momento de la
lectura comparé lo escrito con mi propia experiencia y realicé una autoevaluación
de mi vida como estudiante de derecho. Es una obra reflexiva, pasional y motivante.

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