EL PROBLEMA DEL MODELO Y DE LA INTERPRETACION EN LOS CONFLICTOS

SOCIALES: El DERECHO DE RESISTENCIA

Acabamos de experimentar un proceso de convulsión social a propósito de medidas

económicas generadas por la fórmula recetaria del Fondo Monetario Internacional-FMI- y que el
gobierno del Presidente Moreno las acogió Stricto Sensu, que a modo de la visión del
gobernante, solucionaría los problemas del déficit fiscal, generada por la deuda pública con las
instituciones crediticias asiáticas en condiciones desventajosas. Que el gobierno anterior dejó
como herencia. A más del enorme desarrollo burocrático de un estado que no aguanta las
exigencias monetarias de su población.-

Y es que la situación del manejo administrativo del Estado ecuatoriano, desde que asumió
la presidencia el actual mandatario rayaba en el mismo modelo de endeudamiento a cambio de
las riquezas del país, y esas condiciones en algún momento debían explotar como una bomba de
tiempo con espoleta retardada. La sociedad ecuatoriana está compuesta por un sinnúmero de
capas sociales que generan conflictos entre sí, mas aún con la carga de una migración venezolana
que también requiere atención por las cuestiones de seguridad.

Estas variables deben tener un modelo de gobierno flexible y además de vigilancia

constante de sus distorsiones, entonces el equipo de gobierno debe prever que estas variables
deben ser controladas muy cercanamente. Algún dirigente indígena los trato de vagos en la mesa
de negociaciones de la noche del día 13 de octubre.

Sin este control constante, el cambio del modelo económico podría causar la reacción
social o sea las variables tendrían per sé, que buscar un punto de apoyo para que no se dispare la
reacción a una gran escalada de protestas. Nadie de los ministros hablaba ese idioma. El
utilitarismo de las medidas era la visión de futuro del equipo. Y el modelo a escala que debía
haberse probado en lo social, no se lo experimentó. Ni siquiera se percibió que las reacciones del
tejido social sean de tal magnitud y que incluso la estabilidad democrática fuera a estar en
peligro. Los regímenes de este lado del mundo cada cierto tiempo se desestabilizan y la salida de
manera traumática son las recetas que buscan los que pretenden hacerse del poder sin llegar a
elecciones.
 El primer golpe fue reactivo a los taxistas y a los gremios del transporte. Aquí nos
pasamos los primeros tres días de los 12 de este caos. El alma del flujo económico local es la
transportación como medio de movilización de personas y logística de mercaderías, y que son
manejados por gremios corruptos. El gobierno al no tener analistas sociales se equivocó al sólo
negociar una salida y que fue económica, al dar mejores prebendas a estos gremios de la
transportación.

Pero existía una variable que nunca se previó analizar, ya que la transportación es solo
una parte, se creyó que apaciguando a los transportistas se iba a volver a la calma y las medidas
se mantendrían. El equipo de gobierno se equivocó rotundamente, ya en el manejo de la crisis
todos volvieron los ojos hacia la Ministra que maneja la política y la seguridad interna, pero las
manifestaciones arreciaban aún con mayor fuerza. Los indígenas pusieron su enojo en la
movilización de masas, buscaban al presidente por todos los lados, que inclusive tuvo que
cambiar la sede del gobierno a la ciudad de Guayaquil. Una vez mas se equivocaba el equipo de
gobierno, el estado de Excepción no dio resultados esperados, los indígenas por un lado y los
infiltrados destruyeron monumentos históricos de la capital. El Edificio de la Contraloría General
del Estado y de la Fiscalía fueron incendiados por vándalos. Acciones para sembrar el pánico en
la población de la capital. Es de resumir que las protestas iban acompañadas de acciones directas
entre policías y manifestantes, se armaron barricadas y las imágenes en vivo y directo eran
transmitidas vía redes sociales, la Televisión local pasaba Spots noticiosos y la población se
volcó a las redes. Se perfilaba una acción de movimiento subversivo, poco faltaba para que los
manifestantes se armaran y llevaran la protesta al campo de una guerra civil.