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¿QUIÉN GOBIERNA EL MUNDO?

¿QUÉ PUEDEN HACER LOS


CIUDADANOS?

ASIGNATURA: RELACIONES INTERNACIONALES


PROFESOR: JOSÉ ELÍAS ESTEVE MOLTÓ
ALUMNO: JULIO LLEONART I CRESPO
¿Quién Gobierna el Mundo?

A esta pregunta podemos dar dos respuestas, una sería una versión fiel a lo
que se puede leer en los medios de comunicación, un mundo preclaro,
donde todas aquellas divisiones que se nos venden para clasificarlo todo son
reales, tangibles... Izquierda, Derecha, Tercer Mundo, Primer Mundo,
Globalización, Capitalismo, Mercado, etc... Utilizando esta visión, nuestro
fundo sería simple, fácil, sencillo, feliz... La felicidad del ignorante tal vez.

La otra respuesta que podemos dar nos situa en un mundo en el que hay
sombras, enigmas, mil motivos de inquietud, donde los límites no existen,
donde la claridad ha desaparecido, donde no hay blanco y negro, si no que
todo es una extraña gama de grises con infinidad de matices. En la
democracia actual existe una clase dirigente, es más la democrácia en el
mundo es escasa y para rizar el rizo diríamos que escasamente democrática.
Los medios de comunicación son herramientas imprescindibles para
mantener una opinión pública concreta, la que interesa a los grupos
mediáticos que persiguen una política de ocultación y distorsión de los
acontecimientos de acuerdo con los intereses de sus gestores propietarios,
en el mejor de los casos, en el peor, nos encontramos ante un programa
acelerado y premeditado de embrutecimiento ante el cual el “panem et
ciercenses” de la antigua Roma constituye una mera anécdota.

Una gran cantidad de libros y artículos sobre globalización, corporaciones


multinacionales e imperio se han publicado sin que exista la más mínima
noción de la estructura real del poder mundial, puesto que cada uno de ellos
tiene su propia concepción de quien realmente se encuentra detrás de las
manipulaciones más bien tejidas de la historia de la humanidad. Entre ellos
podemos destacar los tres libros sobre los que el profesor de la asignatura
de Relaciones Internaciones, José Elias Esteve Moltó, nos encomendó leer
para responder a las preguntas de ¿Quién Gobierna el Mundo? Y ¿Qué
pueden hacer los ciudadanos?

En el libro Economía Canalla de Loretta Napoleoni se analizan las fuerzas


económicas oscuras que están dando una nueva forma al mundo,
convirtiendo en víctimas a millones de personas normales cuyas vidas están
atrapadas en el mundo de fantasía del consumismo, en lo que la autora
llama un mundo Matrix , lleno de mentiras y fantasías consumistas donde
podemos comprar de todo y nos parece vivir en el mejor de los mundos. En
el mundo globalizado se está globalizando también la "economía canalla",
corrupta y del pillaje que explica, por ejemplo, cómo determinados alimentos
han tenido que ser retirados al ser nocivos, cómo funciona la industria
farmaceútica o porque la ayuda que llega a África es de alimentos de alto
contenido en azúcar lo que está provocando epidemias de diabetes, igual
que sucede en Estados Unidos donde crece la obesidad y los problemas de
salud relacionados con el azúcar, algo que se está expandiendo también en
otros países. En este libro se muestra que en la actualidad coexisten la
democracia, pero también la esclavitud a través de la explotación en
plantaciones agrarias, las fábricas chinas o la explotación sexual de miles de
jóvenes apodadas "natashas", en un nuevo y "productivo" mercado basado
en la prostitución. Es la economía canalla que evidencia las paradojas del
actual sistema, pero no es algo nuevo. Su base es antigua y procede de la
Revolución industrial y la fiebre del Oro.

En el libro El Imperio de la Vergüenza, su autor Jean Ziegler parte de la


premisa de que el mundo está volviendo al sistema feudal. En su opinión, los
nuevos sistemas feudales capitalistas están dirigidos por las quinientas
multinacionales más poderosas del mundo. Y los atentados del 11-S han
provocado una «aceleración dramática» del proceso de vuelta al sistema
feudal. «Ha sido la ocasión para los nuevos déspotas de aprovecharse del
mundo». En esta misma línea, Ziegler afirma que el derecho internacional
esta en estado «agónico» y que la Organización de las Naciones Unidas y su
secretaría general son «maltratados» y «difamados».

El libro se divide en cinco partes. En la primera, el autor se plantea cuáles


son los obstáculos que se alzan hoy en día ante el derecho del hombre a
buscar la felicidad y cómo desmantelar estos obstáculos. En esta parte,
titulada «El derecho a la felicidad», se describe el movimiento de vuelta al
feudalismo que han emprendido las sociedades capitalistas privadas
transcontinentales, el régimen de violencia estructural que han instituido y las
fuerzas todavía oscuras que se alzan contra ellas. En la segunda parte, se
plantean las relaciones causa y efecto entre la deuda económica y el hambre
en el mundo. Como ejemplo en la tarcera y cuarta parte, Ziegler expone los
casos de dos países totalmente opuestos: Etiopía, afligida por una hambruna
crónica y por el desmoronamiento del precio del único producto exportable: el
café; y Brasil, donde asegura que «se está poniendo en marcha una
revolución silenciosa». La última parte del libro se centra en estas nuevas
experiencias de lucha o resistencia contra la «arrogancia» y el poder de los
«grandes señores de la guerra económica».

El libro de Susan George, Otro Mundo es Posible si... Lo dejaré para la


respuesta de ¿Qué pueden hacer los ciudadanos? Puesto que
realmente se trata de una defensa a ultranza de la existencia de otro mundo,
de una alternativa al actual modelo de globalización neoliberal: un mundo
más participativo, ecológicamente sostenible, más equitativo y más
consciente de sí mismo. Potencialmente posible, dice Susan George, si los
movimientos sociales asumen su enorme responsabilidad y desarrollan su
"capacidad para presionar a nuestros gobiernos y hacer que nos escuchen".
Volviendo a la pregunta de ¿Quien Gobierna el Mundo? Entrelazando
estos tres libros, los artículos leídos en el periódico online Rebelion, el
periódico impreso Le Monde Diplomatique en castellano capitaneado por
Ignacio Ramonet y los suplementos que se editan por parte de este periódico
en castellano. Los artículos escritos por el eurodiputado de los verdes David
Hammerstein. Numerosas conferencias, libros, manuales etc... Entre los que
incluiría también varios del profesor de la UV Joan Navarro, o el reconocido
sociologo Anthony Gidens, u otros autores como Ulrich Beck, Samuel
Huntington, Samir Amin, Amartya Sen, Noam Chomsky...

Podemos pues, contestar que siendo casi el 48% de las empresas y bancos
más importantes del mundo de EEUU, el 30% de la UE y el 10% de Japón...
Es decir casi un 90% de las corporaciones más grandes que dominan los
sectores de la industria, los bancos y el comercio son estadunidenses,
europeas y japonesas. El poder económico, el dinero, los intereses
particulares, el mercado... Son quienes gobiernan el mundo sí, pero dicho
poder, dicho mercado, dichos intereses particulares se encuentran anclados
territorialmente. Por ende son dichos territorios, estados-nación, unidades
territoriales quienes gobiernan el mundo y no conceptos vacíos como
Imperio sin imperialismo o corporaciones multinacionales sin territorio. Dentro
de este sistema el poder económico imperial de Estados Unidos sigue siendo
dominante. Esto resulta claro si examinamos de cerca los sectores
económicos clave. Cinco de los diez bancos principales son
estadounidenses, así como seis de las diez empresas farmacéuticas y
biotecnológicas, cuatro de las diez compañías de gas y petróleo más
importantes, nueve de las diez compañías líderes de seguros y nueve de las
diez principales empresas generales de comercio al por menor.

El sector de las aseguradoras es el único en el que la Unión Europea se lleva


la mejor parte del pastel con respecto a Estados Unidos (por un margen de
cinco a cuatro). El poder imperial estadounidense está diversificado a lo largo
de varios sectores económicos, pero particularmente la fuerza dominante la
tienen en las finanzas, la industria farmacéutica y biotecnológica, de la
información y el software, y el comercio al por menor. Dicho de otra forma,
las gigantescas compañías estadunidenses poseen una red poderosa que
controla los sectores de la Nueva Economía, las finanzas y el comercio.

La concentración del poder económico de Estados Unidos se hace más


evidente si se consideran las 10 principales empresas del mundo: el 90% son
de origen estadounidense; de las 25 principales, el 72% son propiedad de
Estados Unidos; de las 50 más importantes, el 70% son de ese país, y de las
cien líderes, el 57% también. Africa y América Latina brillan por su ausencia
en la lista. Y los llamados Tigres Asiáticos cuentan con tres empresas en la
lista de las 500 más grandes, esto es, contribuyen con menos de uno por
ciento.

Por ende la respuesta a la pregunta de ¿Quién gobierna el mundo?


Sería sencilla para aquellos que nos planteamos un mundo en el que hay
sombras, enigmas, mil motivos de inquietud, donde los límites no existen,
donde la claridad ha desaparecido, donde no hay blanco y negro, si no que
todo es una extraña gama de grises con infinidad de matices... El mundo
está gobernado por interesas particulares, ocultos, por compañías
multinacionales adscritas a territorios concretos, por grupos de presión, por
lobbies, todo ello conformando un complejo entramado territorial en el que el
mal llamado Primer Mundo, pretende mantener encerrado, subdesarrollado,
a un Tercer Mundo que podría suponer de ser posible una alternativa, el
desbancamiento del Primer Mundo como dominante poder económico
mundial.
En cuanto a la pregunta de ¿Qué pueden hacer los ciudadanos? La
respuesta es más bien compleja... Fácil sería para aquellos que mentábamos
al principio, para los felíces en su ignorancia. Sinceramente, bajo mi humilde
opinión, conceptos como volver a empezar una revolución, luchar por una
justicia social planetaria, informar y hacer transparentes las prácticas de
aquellos que se comportan como los nuevos señores feudales, la agregación
de los nuevos movimientos sociales, un nuevo contrato social... Son por
desgracia utópicos por estar al alcance de unos pocos. Por enfrentarnos
contínuamente al poder establecido y dominante de aquellos que dominan
los medios de comunicación, al poder de aquellos que a través de
coorporaciones, de grupos de presión, de lobbies pretenden configurar el
mundo a su imagen y semejanza y en base a su interés, sólo podemos
esperar recibir a cambio el ostracismo más absoluto, la desesperación de
aquellos que aun sabiéndose en posesión de la verdad reciben miradas de
extrañeza y acusaciones de conspiranoide locura por parte de quienes
felices en su ignorancia, ven el mundo en una versión fácil, digerida, dirigida
de la realidad.

Aún así, la alternativa es peor, el doblegamiento, el asumir haber perdido la


batalla ante los molinos de viento. Permítame pues, profesor, volver a
ponerme utópico, utillarme con una desvencijada armadura, subirme a un
desnutrido jamelgo, armarme con el desconocimiento de lo imposible que
una vez hizo cruzar a un grupo de personas la cordillera de los Andes,
porque... No sabían que era imposible.

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