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A esta pregunta podemos dar dos respuestas, una sería una versión fiel a lo
que se puede leer en los medios de comunicación, un mundo preclaro,
donde todas aquellas divisiones que se nos venden para clasificarlo todo son
reales, tangibles... Izquierda, Derecha, Tercer Mundo, Primer Mundo,
Globalización, Capitalismo, Mercado, etc... Utilizando esta visión, nuestro
fundo sería simple, fácil, sencillo, feliz... La felicidad del ignorante tal vez.
La otra respuesta que podemos dar nos situa en un mundo en el que hay
sombras, enigmas, mil motivos de inquietud, donde los límites no existen,
donde la claridad ha desaparecido, donde no hay blanco y negro, si no que
todo es una extraña gama de grises con infinidad de matices. En la
democracia actual existe una clase dirigente, es más la democrácia en el
mundo es escasa y para rizar el rizo diríamos que escasamente democrática.
Los medios de comunicación son herramientas imprescindibles para
mantener una opinión pública concreta, la que interesa a los grupos
mediáticos que persiguen una política de ocultación y distorsión de los
acontecimientos de acuerdo con los intereses de sus gestores propietarios,
en el mejor de los casos, en el peor, nos encontramos ante un programa
acelerado y premeditado de embrutecimiento ante el cual el “panem et
ciercenses” de la antigua Roma constituye una mera anécdota.
Podemos pues, contestar que siendo casi el 48% de las empresas y bancos
más importantes del mundo de EEUU, el 30% de la UE y el 10% de Japón...
Es decir casi un 90% de las corporaciones más grandes que dominan los
sectores de la industria, los bancos y el comercio son estadunidenses,
europeas y japonesas. El poder económico, el dinero, los intereses
particulares, el mercado... Son quienes gobiernan el mundo sí, pero dicho
poder, dicho mercado, dichos intereses particulares se encuentran anclados
territorialmente. Por ende son dichos territorios, estados-nación, unidades
territoriales quienes gobiernan el mundo y no conceptos vacíos como
Imperio sin imperialismo o corporaciones multinacionales sin territorio. Dentro
de este sistema el poder económico imperial de Estados Unidos sigue siendo
dominante. Esto resulta claro si examinamos de cerca los sectores
económicos clave. Cinco de los diez bancos principales son
estadounidenses, así como seis de las diez empresas farmacéuticas y
biotecnológicas, cuatro de las diez compañías de gas y petróleo más
importantes, nueve de las diez compañías líderes de seguros y nueve de las
diez principales empresas generales de comercio al por menor.