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Mensaje a Matrícula APPU

Miércoles, 1ro diciembre 2010

LAS TRETAS DE LA ADMINISTRACIÓN MÁS


ANTIDEMOCRÁTICA
Ahora le tocó al Consejo de Estudiantes en Río Piedras…justo ayer en la tarde
les niegan el receso académico para reunirse y no le aprueban los fondos para
pagar el sistema de sonido.

Cada cual con su conciencia , si usted va a reunir sus clases, es su


derecho y que cada estudiante decida dónde estar: en su salón o en
su asamblea sin receso oficial, pero evitemos tomar represalias
contra los estudiantes que hoy decidan ejercer su derecho a
asociarse, reunirse, expresarse y protestar aquello que más que
una cuota son también principios .

La semana pasada la APPU y CONAPU convocamos a los docentes a una asamblea de docentes afiliados
y no afiliados para discutir la situación de la probatoria en la acreditación de diez recintos, el asunto de
la negociación del Plan Médico y nuestras condiciones laborales cada vez más precarias. La reacción de
la Administración universitaria fue visceral: tienen mucho miedo a la democracia, a la discusión de
problemas que afectan a la institución, a que los docentes tengamos derecho a asociarnos, reunirnos,
hablar, proponer ideas o acciones concretas de protesta o soluciones alternas a la crisis que se fabricó
para la Universidad de Puerto Rico para doblegar la autonomía universitaria e imponer las agendas
partidistas de forma descarada.

Ygrí Rivera, Ibis Aponte, De la Torre y hasta Marcos Rodríguez Pujada (Ema) advirtieron, amenazaron
públicamente, despotricaron contra los que convocamos la asamblea, amedrentaron para que no
tuviésemos quórum. Estos no sólo son síntomas de prepotencia o estilos dictatoriales sino que el
miedo que sienten a que en este juego que diseñaron para transformar/destruir/cerrar/deshumanizar
la UPR para su venta/alquiler/trueque o adquisición de fondos para campañas electorales lo altere ese
“otro” que somos: los docentes, los no docentes, los estudiantes o sea, la comunidad universitaria. Por
eso hacen el papel diseñado por la terapia del shock de hacer de adultos que regañan a los
universitarios/pueblo que venimos a ser los niños que debemos o-be-de-cer y ca-llar-nos a su antojo.
Desinformarnos para dominar, se contrarresta con informar/discutir/ analizar/proponer alternativas
viables y, por supuesto, movilizarnos y actuar. Las asambleas son consideradas proscritas alegando
cualquier excusa (que si la acreditación, que si el cumplimiento de las horas de clases, etc.), cuando
saben de sobra que quien ha llevado a esta institución a una probatoria es la intención de esta
administración universitaria con apariencia de torpeza y paso firme en la transformación de la
educación pública superior -sin los universitarios- por eso incurren en fallas serias en la gobernanza
(arte de gobernar) y agudizan aún más este criterio con amenazas que atentan contra nuestros
derechos democráticos protegidos por nuestra Constitución: el derecho a asociación, el derecho a
reunión, el derecho a la libre expresión y el derecho a protestar.

No le tuvimos miedo a los que tienen miedo: no van a amedrentar a los docentes porque tienen
precariedad moral e intelectual aquellos que toman decisiones en la UPR porque les asiste un carnet
de un partido en el Poder o porque son serviles destruyendo el patrimonio de un pueblo, y para ello
atropellan la democracia, y rehúyen el diálogo con la comunidad universitaria, suspenden reuniones
de cuerpos deliberativos o ni asisten, como algunos rectores que delegan sus funciones ministeriales
de presidir sus senados académicos. (Ej. Ana Guadalupe).

Nos reunimos, discutimos, tenemos las mismas preocupaciones, hemos recibido los mismos embates
de medidas cautelares, de la Ley #7 aplicada a la trágala sin medir consecuencias en nuestro quehacer
académico y cómo afectan esas medidas nuestra calidad de vida. Nos reunimos y nos reuniremos, con
o sin sus amenazas, porque es nuestro derecho y no lo vamos a ceder. Los docentes sabemos cómo
reponer clases y hacemos arreglos con nuestros estudiantes y la administración lo sabe….Lo que
sucede es que lo que están poniendo en práctica los Workshops que recibe la Junta de Síndicos para
“transformar mentalidades” en un enfoque higiénicamente empresarial y para lograr sus metas (las
que ellos solos trazaron para la UPR desde el Plan de Organización Núm 2 del Gobernador Fortuño/
Informe de los Contadores Públicos/Ley #7 y su relación con un bufete entronizado en la
Administración Central) nos someten a miedos, amenazas burdas, insultos como los que profirió R.
Pujada “ son profesores rémoras” , como si ellos no fueran los tiburones detrás del botín de nuestra
institución…

Ahora le tocó al Consejo de Estudiantes…justo ayer en la tarde les niegan el receso académico para
reunirse con sus representados y no le aprueban los fondos para pagar el sistema de sonido. Ya los
profesores sabían del receso y contaban con ello en su planificación, los estudiantes también estaban
enterados, pero una carta firmada por la Rectora Interina, Sonia Balet, lo que demuestra es miedo y
nuevamente la terapia del shock…a última hora la negativa para tratar al liderato estudiantil como
criminales que violentan decisiones (unilaterales) y se les niegan fondos (que les toca por Reglamento
a los Consejos provenientes del por ciento de la matrícula / dinero que si no gastan, pasan a las arcas
del fondo general).

Es cierto que han celebrado otras asambleas, pero el escenario que enfrentan los estudiantes y todos
los universitarios es cambiante día a día, por eso es terapia del shock. Cuando de principios se trata, el
diálogo, la mesura, la prudencia deben mantenerse como norte porque los que pretenden cerrar los
pocos espacios de deliberación, oficiales o no, buscan que fallemos por cansancio en las tomas de
decisiones. No basta con teorizar la democracia, cuando un gobierno y sus funcionarios se atreven
amenazar u obstaculizar el ejercicio de democracia, cuando el poder lo ejerce un minúsculo sector y el
pueblo ya no lo tiene, eso se llama DICTADURA. Cuando nos niegan la democracia, la praxis, la acción
concertada, debe ser su rescate, atrevernos a contravenir las amenazas, reunirnos, discutir,
informarnos, unirnos con los demás, los excluidos del poder. Somos más y trascenderemos en el
ejercicio práctico de defender nuestros derechos democráticos o laborales en tiempos de tiburones.

Cada cual con su conciencia, si usted va a reunir sus clases, es su derecho y que cada estudiante
decida dónde estar: en su salón o en su asamblea sin receso oficial, pero evitemos tomar
represalias contra los estudiantes que hoy decidan ejercer su derecho a asociarse, reunirse,
expresarse y protestar aquello que más que una cuota son también principios. Los medios para
alcanzar esos principios y que se hagan realidad son múltiples y podemos o no coincidir con las
estrategias, pero no seamos parte del problema de falta de democracia en la UPR, al contrario,
propiciémosla, eduquemos para defenderla hoy más que nunca. No nos acostumbremos a la pérdida de
derechos civiles y humanos, son tretas que no debemos aceptar. Tenemos un deber que cumplir
con las nuevas generaciones de ciudadanos: actuemos…

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