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I Presentación
II Introducción
III En el mismo mundo, ¿otra ciencia?
IV Modelos científicos
a) ¿Cómo concebían la ciencia los pueblos mayas?
b) Las ciencias del cielo: matemáticas, astronomía, astrología
1. Las evidencias principales: calendarios y códices
2. Matemáticas
3. Astronomía
4. Astrología
c) Las ciencias de la tierra: medicina, historia y adivinación
1. Medicina
2. Historia
3. La ciencia de la adivinación
V Bibliografía
La ciencia de los antiguos mayas
I. Presentación
Esta es una modesta aproximación a las ideas que fundamentaron la ciencia que
desarrolló este singular pueblo. En los inicios del siglo XXI es mucho lo que se ha
descubierto de este mundo pero es mucho más lo que se ignora. Quienes
estudiamos la tierra de los mayas o vivimos en ella, somos tocados por su
cosmovisión y aun lejanamente participamos de ésta; sus nahuales nos capturan y
nos dejan libres a ratos; sus tormentas eléctricas y sus cada vez más frecuentes
huracanes nos recuerdan que los Dioses están siempre encima de nuestras
cabezas, y bajo nuestros pies; Venus nos mira desde lo alto mientras el tiempo
pasa y los ciclos se cumplen. Somos pequeños. Somos los mismos humanos de
hace mil, dos mil, o diez mil años ante el abismo de lo desconocido.
II. Introducción
El ser humano crea una cultura y una civilización para sobrevivir como grupo y
para llevar a cabo sus sueños y realidades interiores; para lograrlo necesita, por
una parte, crear una comunidad de ideas que le permita direccionar la plasmación
y por otra, crear instrumentos para conocer el mundo y manejarlo. La ciencia es
una gran caja de herramientas, aunque no la única, al servicio de un grupo
humano que necesita modificar un entorno cambiante y mantener una forma
civilizatoria que terminará por desgastarse y fenecer cuando quienes la vitalizan
pierdan las ilusiones, los sueños, las imágenes mentales y la visión de grandes
ideales colectivos.
En razón de lo anterior, es de suponer que todos los grupos humanos que han
llegado a constituir una civilización han conocido la ciencia, pero seguramente su
concepción científica ha sido acorde a su concepto de la vida, el ser humano, el
Universo y Dios, lo que equivale a decir que no la han concebido exactamente
igual que nosotros. No obstante es probable que si se pudiera seguir la pista a las
formas que ha tomado la ciencia en las diferentes civilizaciones, al final del camino
se puedan establecer puntos de convergencia que nos asombren, pues lo que ha
cambiado no es el mundo, sino el concepto del mundo que los humanos tienen en
un determinado tiempo y lugar y por consiguiente, el concepto de ciencia.
El concepto del mundo y de la ciencia está basado en una visión religiosa del
universo y de la vida, según la cual todo se origina en las energías sagradas que
se manifiestan en la multiplicidad de la naturaleza. La unidad entre lo celeste y lo
terrestre y los grandes conceptos cosmológicos aparecen continuamente y se
manifiestan en todas sus creaciones, desde sus ciudades hasta sus mitos, códices
e historia sagrada. Estos mitos, que son conocidos por una parte de la población
maya actual, explican el nacimiento del mundo y la moral humana. En ellos está
dicho que el hombre está integrado al universo por contener en su ser sustancias
vegetales, animales y divinas, es a la vez uno y múltiple, y tiene como misión
fundamental mantener a los Dioses. En alguna clave, soporta las fuerzas del
cosmos y de todos los humanos, el rey es quien está en el centro donde
convergen el cielo, la tierra y el infierno, en el punto central de la cruz y en su
base.
Dice la tradición que los Dioses crearon el cosmos con una sola finalidad: la
conservación de su propia existencia a cargo del hombre, que es a su vez
intermediario entre el cielo y la tierra. Pero ambos constituyen una unidad y el ser
humano esta en el centro, desde donde acata la voluntad de los Dioses como
creador de la vida, la suya propia y de aquella que se plasma a través de sus
actos cotidianos colectivos. Debe conocer el mundo y sobrevivir en el sin obstruir
el flujo de las fuerzas sagradas y sin oponerse al destino que esas mismas
potencias le han asignado.
Ante esta concepción unitaria del universo el conocimiento científico resulta difícil
de parcelar. Así, medicina, astronomía, matemáticas, física, arquitectura,
astrología, agronomía, política, historia, otras ciencias y diversas técnicas prestan
servicios al ser humano y actúan en continua interrelación, pues el mundo es uno
e integral, la ciencia es el conocimiento del mundo y su utilidad no cambia siempre
y cuando se aplique en el mundo terrestre conforme a la voluntad de los seres
divinos. Dice Mercedes de la Garza:
Sin especialización del trabajo no puede surgir una sociedad compleja ni mucho
menos una civilización, pero por su concepto unitario de la vida es probable que el
especialista haya sido mas bien un generalista, sobre todo en algunas profesiones
como la medicina y el sacerdocio. Sin duda conocían las ciencias y las técnicas
como lo demuestran sus creaciones materiales e inmateriales pero los límites de
los campos de acción eran más difusos.
Los oficios que aparecen claramente señalados en los testimonios hasta ahora
descifrados son el sacerdocio, cuya especialidad es hoy en día el conocimiento del
calendario pero que en época clásica estaba diferenciado en varias funciones, 2
músico y/o actor,3 médico, comerciante, pintor, tallador y el amanuense o escriba. 4
Diego de Landa reseña:
“El oficio de los sacerdotes era tratar y enseñar sus ciencias y declarar las
necesidades y sus remedios, predicar y echar las fiestas, hacer sacrificios y
administrar sus sacramentos. El oficio de los chilanes era dar al pueblo las
respuestas de los demonios y eran tenidos en tanto que acontecía llevarlos en
hombros. Los hechiceros y médicos curaban con sangrías hechas en la parte
donde dolía al enfermo y echaban suertes para adivinar en sus oficios y todas
cosas. Los chaces eran cuatro hombres ancianos elegidos siempre de nuevos
para ayudar al sacerdote a hacer bien y cumplidamente las fiestas. Tacones eran
dos oficios, el uno perpetuo y poco honroso porque era el que abría los pechos a
las personas que sacrificaban; el otro era una elección hecha de una capitán para
la guerra y otras fiestas, que duraba tres años. Este era de mucha honra.” (1978:
49)
Las mismas fuentes revelan actividades varias, sin que por eso hayan sido las
únicas que la persona desempeñaba. Tales son: jugador de pelota 5, orfebre,
carpintero, guerrero, cazador y labriego. En documentos de la conquista y colonia
española, de donde provienen muchas referencias, no se hace mención explicita a
los arquitectos, astrónomos y matemáticos.
Cada día estaba regido por uno de los nueve Señores de la Noche que se
sucedían en progresión a manera de nuestra semana de siete días. También se
contabilizaba en el calendario el crecimiento y decrecimiento de la luna y la
posición del planeta Venus, por lo que cada día tenía un mensaje personalizado e
inconfundible.
Para períodos mayores de tiempo se utilizaba la Cuenta Larga basada en eras.
Permitía contabilizar ininterrumpidamente el transcurso de los días en un sistema
de referencia temporal que podía adentrarse por igual en el tiempo pasado y en el
futuro. Su base unitaria era el tun o período de 360 días o un año; 20 tunes
conformaban un katun o 20 años, 20 katunes constituían un baktun o 400 años, 20
baktunes hacían un pictun de 8,000 años, 20 piktunes formaban un calabtun de
160,000 años y así sucesivamente.
Los cuatro códices mayas6 que se aceptan como originales contienen información
astronómica, en especial el Dresden, que contiene tablas calendarias que señalan
eclipses futuros, visibles o no desde el área maya, y tablas de visibilidad del
planeta Venus. Además contiene otras series de datas y tablas que describen
fenómenos importantes ocurridos en el cielo; ortos y ocasos heliacos de los
planetas y sus conjunciones. Los códices también contienen datos sobre
ceremonias religiosas y otras ciencias. Fray Diego de Landa, en el siglo
XVI, mandó quemar millares de ellos por lo que se perdió valiosa información
científica e histórica
2. Matemáticas
3. Astronomía
4. Astrología
Todavía queda otro enigma. A la fecha ha sido imposible determinar como este
pueblo llego a realizar lo que Thompson llama la proeza intelectual: poseer tan
enormes conocimientos astronómicos pues la observación del cielo que se
concreta en ciencia es una tarea acumulativa de varias generaciones e implica el
uso de instrumentos sofisticados al máximo.
“No debemos olvidar tampoco las condiciones en las cuales trabajaron estos
astrónomos. En las primeras horas de la mañana la neblina es frecuente un la
selva húmeda de las tierras bajas del país maya y durante las largas estaciones
de lluvias lo obligado es un cielo lleno de nubes. Un tiempo tan traicionero debe de
haber frustrado completamente la observación de los ortos heliacos una y otra
vez…” “En tales circunstancias deben de haberse requerido muchas
generaciones de observadores para alcanzar finalmente la exactitud que lograron:
¡un error de un día en apenas algo mas 6000 años!” (1988:207)
Concebían las enfermedades como naturales las contraídas por efecto del “mal
tiempo” como la lluvia y los vientos fríos, por la ingestión de agua con parásitos, o
por el efecto del trabajo; y como sobrenaturales las relacionadas con “influencias”
o “vientos” producidos por personas, animales, plantas u objetos, o directamente
por los “seres sobrenaturales”. El Popol-Vuh describe admirablemente las
enfermedades que padecía la población maya por influencia de la corte infernal al
servicio de los jueces supremos del infierno, Hun-Came y Vucub-Came:
“Eran, pues, Xiquiripat y Cuchumaquic, Señores de estos nombres. Estos son los
que causan los derrames de sangre de los hombres. Otros se llaman Ahalpuh y
Ahalgan´a, también Señores. Y el oficio de estos era hinchar a los hombres,
hacerles brotar pus de las piernas y teñirles de amarillo la cara.”…”Otros eran el
Señor Chiamabac y el Señor Chamiaholom, alguaciles del Xibalba12, cuyas varas
eran de hueso. La ocupación de estos era enflaquecer a los hombres hasta que
los volvían solo huesos y calaveras y se morían y se los llevaban con el vientre y
los huesos estirados.”…”Otros se llamaban el Señor Ahalmez y el Señor
Ahaltogob. El oficio de estos era hacer que a los hombres les sucediera alguna
desgracia, ya cuando iban para la casa, o frente a ella, y que los encontraran
heridos, tendidos boca arriba en el suelo y muertos.”…”Venían en seguida otros
Señores llamados Xic y Patan, cuyo oficio era causar la muerte a los hombres en
los caminos, lo que se llama muerte repentina, haciéndoles llegar la sangre a la
boca hasta que se morían vomitando sangre. El oficio de cada uno de estos
Señores era cargar con ellos, oprimirles la garganta y el pecho para que los
hombres murieran en los caminos, haciéndoles llegar la sangre a la garganta
cuando caminaban”… (123-123:1947)
Entre estas divinidades, la principal era Itzamna, Señor del Cielo, de la Vida y de
la fertilidad. Ixchel, su esposa, era considerada la diosa de la luna, del agua y de
las inundaciones; quizá la que más se acerca al honor de llamarse Diosa de la
Medicina, pues era su protectora así como de las parturientas, se le suponía
inventora del arte de tejer. Otros dioses de la medicina eran Cit Bolon Tun y Ahau
Chamahez. Dioses menores en medicina eran los llamados Bacabs, cuatro
hermanos que colocados en cada uno de los puntos cardinales sostenían el
universo, y que se asociaban a fenómenos naturales como la lluvia y el viento que
también podían traer enfermedades. En la parte opuesta, la de los dioses
malvados, destaca el llamado dios de la muerte Ah Puch (también llamado Cum
Hau, Hum Hau, Ahal Puch) y los antes mencionados Señores del Xibalba.
2. Historia
¿Es posible que un pueblo con tanta preocupación por el tiempo haya carecido
de sentido histórico? Nuevamente aparece la reflexión acerca de qué
llamaremos ciencia ¿Nuestro paradigma científico o la noción de utilidad para
navegar por el río de la Vida?
El nombre maya del oficio era Aj Dzib y quienes lo practicaban pertenecían a los
estratos sociales más altos de esta sociedad, como lo demuestra el estudio de un
vaso cilíndrico del sitio de El Naranjo, en que el amanuense además de poner su
firma, refiere su parentesco real.14 En el sitio de Copán, la fachada del edificio
principal del grupo residencial conocido como “Sepulturas” estaba adornada con
esculturas de escribas. El palacio fue propiedad de Mac Chanaal, la persona más
importante de ese grupo de construcciones, amanuense que vivió durante el
reinado de Yax Pac, último de los grandes reyes de Copan y que gobernó entre el
763 d.C. y probablemente el 830 d.C. 15
Los primeros textos datan del Preclásico Tardío, 300 a.C. al 100 d.C. y según
Schele, éste fue el principio de la historia para los mayas y el principio de la era de
los grandes reyes.16 Su escritura preservó no solo la historia de sus reyes sino el
significado que tenía para ellos el poder y el carácter sagrado de sus majestades.
Los relatos míticos del Popol –Vuh reflejan nada menos que la historia de la
humanidad y sus sucesivas creaciones y destrucciones. En dichas
narraciones, que no contienen fechas absolutas y presentan la memoria de un
pueblo que se remonta al tiempo eterno, se distingue el poder de los Dioses por
sobre los humanos, que son su proyección. Esta actitud profundamente religiosa
los llevó a hacer esfuerzos por entender a los seres sin tiempo y sus
manifestaciones en la tierra.
Los testimonios escritos mayas sobre el pasado son referencias a los grandes
linajes y sus hazañas, a los orígenes de la comunidad, guerras, fundación de
ciudades y entronizaciones. Para lograr esta narración ha primado un criterio que
puede seleccionar ciertas experiencias pasadas como relevantes, lo
que implica reflexión sobre el pasado, aunque su grado reflexivo, sus
motivaciones y utilidad no sean conocidas por nosotros como para afirmar una
actitud científica como hoy se concibe. Se puede entonces afirmar una conciencia
histórica y un quehacer tendiente a formar una memoria colectiva que sustente la
identidad de una comunidad humana y que asegure sus vínculos permanentes
con los Dioses.
3. La ciencia de la Adivinación
Modernos intérpretes han visto en allí el eclipse solar de 1999, el cambio climático,
el paso de cometas que ponen en peligro la vida humana, cambios que favorecen
la vida espiritual, y el fin del mundo…. Pero al estar contenido en un libro maya no
puede ser otra cosa que el fin de un gran ciclo y el comienzo de otro, en un nivel
más elevado. Dice la profecía que después de 4 soles, nace el quinto sol.
El ciclo que comenzó el 13 de Agosto del 3,114 a.C., según consta en la estela de
Cobá, Palenque y Quiriguá, llegará a su fin tras algo más de cinco mil años 18 el 21
de diciembre del año 2012. Será el día 4 Ajau, 3 Kankin, regido por el Sol, Noveno
Señor de la Noche. La luna tendrá ocho días de edad y será la tercera lunación de
una serie de seis. ¿Qué ocurrirá ese día?
(De la profecía del katún, del Libro del Chilam Balam de Tizimín (Coe.2001:296)
V. Bibliografía
Libros y artículos: