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INTRODUCCIÓN

Al irrumpir en el estudio y la investigación del tema de la ejecución


Forzosa de la sentencia se observa que presenta una amplitud en su
desarrollo como última fase del proceso civil venezolano, en la búsqueda de
la verdad cuando una persona acude a los Tribunales a dirimir un conflicto,
donde procura que le sean restituidos el o los derechos que siente que le han
sido conculcados, bien sea que la pretensión procurada sea de dar, hacer o
no hacer, la litis atravesará una serie de pasos, lo que componen en un todo
el proceso en sí.

La ejecución de la sentencia ha sido definida por algunos


procesalistas como el conjunto de actividades dirigidas en su fin a que el
vencedor consiga por obra de los órganos jurisdiccionales, el bien
garantizado por la ley, según las declaraciones contenidas en la ley, por lo
que el accionante puede solicitar que el Tribunal ejecute forzosamente la
sentencia, ello no es para causarle mayores gravámenes al accionado, sino
para que se cumple el principio de la tutela judicial efectiva, a objeto de que
la sentencia no quede ilusoria, y ante la negativa de cumplir el administrador
de justicia obligue al demandando a dar cumplimiento al fallo judicial.

La ejecución forzosa de la sentencia, aplica cuando es inútil que el


sujeto pasivo del proceso cumpla de manera voluntaria asuma lo estipulado
en la sentencia deviene como garantía procesal, a fin de otorgar seguridad
jurídica evitando que se burle a la justicia y quede ilusoria una sentencia que
vendrá a restituir un derecho vulnerado, como tal lo contempló el legislador
en el Código de Procedimiento Civil, al ubicar la ejecución de la sentencia
como punto final en el proceso judicial venezolano, en cualesquiera de sus
instancias.
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La necesidad de hacer esta investigación constituye un aporte desde el


punto de vista metodológico, practico y social a ese justiciable, pues la
ejecución de la sentencia presenta un largo y controvertido desarrollo como
última fase del proceso, al mismo tiempo que se convierte en una
herramienta de información para profundizar el tema, al aportar material
actualizado que sirva de apoyo y a la vez satisfaga las inquietudes de juristas
y quienes se interesan en el estudio de esta ciencia.

En lo que respecta a la metodología, el presente trabajo de grado está


dividido en capítulos, los cuales se mencionan a continuación: en el Capítulo
I: se presenta el planteamiento del problema y los objetivos de la
investigación, así como la justificación. El alcance y las limitaciones, así
como el marco metodológico, en él se presentan la metodología utilizada, se
explica el diseño, tipo y Técnicas de recolección de datos seguido en el caso
de estudio. En su Capítulo II: Se desarrolla el marco teórico que sustenta la
investigación, las bases legales, fundamentación y definición de términos y
se realiza un estudio crítico de los medios de prueba en el proceso civil
venezolano y en el Capítulo III: Contiene las Conclusiones y las
Recomendaciones. Finalmente se encuentran las Referencias.

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CAPITULO I
EL PROBLEMA

Planteamiento del Problema

Todo proceso civil culmina con un fallo, con un dictamen, mejor dicho,
con una sentencia. En Venezuela existe un Estado de Justicia y de Derecho,
tal como lo estipula el preámbulo y el Artículo 2 de la Constitución de la
República Bolivariana de Venezuela, la cual entró en vigencia en el año
1999. De igual modo, la Carta Magna consiente que toda persona pueda
acudir a los órganos de justicia a fin de solicitar que le sea restituido algún
derecho que le fuere conculcado. Cuando una persona concurre un Tribunal
e incoa una litis en contra de otro, se inicia n proceso judicial, donde las
partes en conflicto harán sus probanzas a fin de sostener la veracidad o
falsedad de lo alegado en la demanda.
Por lo tanto, el proceso, en este caso en materia civil, consta de una
serie de procedimientos, y bien sea por el proceso ordinario o el abreviado,
dependiendo del caso, éste culminará con una sentencia que es la resolución
a la cual llega el Juez La sentencia declara o reconoce el derecho o razón de
una de las partes, obligando a la otra a pasar por tal declaración y cumplirla,
ésta debe ser debidamente fundamentada; otorgando un lapso para que se
cumpla. Cuando la parte vencida no cumple la sentencia en su contra, a
excitación de la parte vencedora el Tribunal procederá a ejecutar de manera
forzosa dicha sentencia, otorgando justicia con este acto.
En este sentido, la ejecución, como última fase o etapa del proceso,
hace que el mandato general contenido en la sentencia se cumpla, se
materialice en el mundo de lo físico, ya que de otra manera se frustraría la
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finalidad del derecho procesal, que no es otra que la de hacer efectivo el


derecho, quedando reducida la sentencia a un estudio con valor
exclusivamente lógico o pedagógico, y sin eficacia práctica, si el Estado no
dispusiera de los medios para hacer cumplir el fallo; De modo pues que la
ejecución de la sentencia forma parte del oficio del Juez y comprendida
dentro de su función jurisdiccional.
No obstante, al tratar el tema sobre la jurisdicción como función y como
actividad, suele señalarse que la jurisdicción como función presenta un doble
contenido: En primer término es una facultad de decisión que se manifiesta
en el poder del órgano jurisdiccional para conocer de las demandas o
peticiones que le sean presentadas por los particulares, proveer sobre la
misma y en último caso para pronunciarse y decidir. Una segunda facultad,
es facultad de coerción, imperium o ejecución.
En concordancia, Cabrera (2012) señala:

La fase de ejecución de la sentencia hace posible que el mandato


concreto contenido en la sentencia pueda ser prácticamente
operativo. El estado debe disponer de los medios prácticos para
hacer cumplir el fallo. Tal como lo sostiene la Doctrina más
calificada la ejecución de la sentencia no puede dejarse a manos
del acreedor quien probablemente abusaría de ello ni a la voluntad
del deudor porque este no siempre daría cumplimiento a lo
sentenciado, por tanto es necesario proceder a esa ejecución
mediante la intervención del Poder Judicial. (p. 09)

La ejecución forzada de la sentencia será desarrollada por el órgano


jurisdiccional a efectos de lograr la satisfacción del crédito del ejecutante y de
los terceros legitimados que hayan concurrido al proceso. Para ello, se
procede a enajenar judicialmente los bienes afectados del deudor.
En tal sentido, el Código Procesal Civil regula la ejecución forzada en el
artículo 528 ejusdem. Así, para iniciar la ejecución forzada es preciso que
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existan bienes afectados del deudor, con los cuales se pueda garantizar el
cumplimiento del crédito que éste tiene a favor del acreedor ejecutante. Una
vez afectados dichos bienes se procede a la ejecución forzada de los
mismos, para lo cual es necesario que el acreedor ejecutante presente una
solicitud ante el juez, a fin de que éste inicie la ejecución forzada.
Sin embargo, para que se produzca la ejecución forzada, debe haber
claro incumplimiento de aceptar el mandato del Tribunal de manera
voluntaria. Como ya se ha mencionado supra, todo proceso judicial culmina
con el fallo del Juez, quien de forma motivada determinará la acción en
contra de la parte vencida, cuyo mandato deberá ser de estricto
cumplimiento, en materia civil, del deudor, so pena de aplicar la ejecución
forzosa por vía judicial.
En este contexto, Rueda (2011) expone:

El Código de Procedimiento Civil venezolano sobre la ejecución de


la sentencia señala que esta última fase del proceso hace posible
que el mandato concreto contenido en la sentencia pueda ser
prácticamente operativo, porque de otro modo, la finalidad del
derecho y de la jurisdicción misma, quedarían frustradas si el
Estado no dispusiese de los medios prácticos para hacer cumplir
el fallo. (p. 21)

La ley adjetiva civil vigente considera la ejecución forzada como parte


integrante del oficio del juez y comprendida por tanto dentro de la función
jurisdiccional. La ejecución no es objeto de una nueva acción, ni da origen a
una nueva relación jurídica procesal, sino que constituye el desenvolvimiento
final de la única relación jurídica procesal que se constituye entre las partes
desde el momento mismo en que la demanda judicial es notificada al
demandado.
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En este mismo orden de ideas, es necesario reiterar que la ejecución


forzada de la sentencia se da en aquel supuesto en el cual el obligado se
niega o no cumple voluntariamente la prestación, de modo que el que resulta
beneficiado por la resolución (el acreedor de la prestación) se ve obligado a
acudir al órgano jurisdiccional para que actúe coactivamente, realizando los
requerimientos necesarios e, incluso si es preciso, empleando el auxilio de la
fuerza pública.
Sobre el particular Moreno (2013) indica:

Es menester definir la ejecución forzosa como aquel


procedimiento mediante el cual los órganos jurisdiccionales y a
través de medios coercitivos pretenden la ejecución obligada de
los derechos subjetivos privados a una prestación, la misma se
aplica una vez que vencido el lapso, el deudor no ha cumplido la
obligación impuesta de manera voluntaria. (p. 56)

Desde la perspectiva de lo hasta aquí señalado, surgen las siguientes


interrogantes: ¿Se logrará la realización de la examinación del modo de
procedencia para la aplicación de la ejecución forzosa en el marco del
proceso civil venezolano? ¿Es posible el estudio de las diferencias entre
ejecución voluntaria y ejecución forzosa de la sentencia como última fase en
el proceso civil de Venezuela? ¿Será posible el logro de la investigación de
los efectos jurídicos de la ejecución forzosa en el proceso civil venezolano?

Objetivos de Investigación

Objetivo General
Analizar la Ejecución forzosa como última fase del proceso civil
venezolano
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Objetivos Específicos

Examinar el modo de procedencia para la aplicación de la ejecución


forzosa en el marco del proceso civil venezolano
Estudiar las diferencias entre ejecución voluntaria y ejecución forzosa
de la sentencia como última fase en el proceso civil de Venezuela
Investigar los efectos jurídicos de la ejecución forzosa en el proceso
civil venezolano.

Justificación de la Investigación

De acuerdo al marco constitucional patrio todas las personas tienen el


derecho de acudir a los tribunales, a la vía jurisdiccional a fin de solicitar la
restitución de un derecho que consideren conculcados. En materia civil, sin
distingo de cuantía, es común que en Tribunales se incoen demandas por
diversas causas, lo actores pueden reclamar acciones de dar, hacer o no
hacer, cumpliendo las formalidades que establece el Código de
Procedimiento Civil vigente, y una vez admitido el libelo de demanda,
comienza a trabajar la maquinaria judicial con todos sus engranajes.
Por lo general este tipo de controversia tiene dos grandes protagonistas
un Acreedor que reclama sus derechos y un Deudor, que bien puede tratar
de poner fin a la litis por medio de la autocomposición procesal, o bien se va
al contradictorio a tratar de desmentir los hechos que se le atribuye, o bien,
un Deudor contumaz que no se da por enterado que hay una demanda en su
contra y nada hace por ejercer su derecho a la defensa, salvo que en el
momento procesal preciso el Tribunal le designe un Defensor Ad-Litem
En muchas de las causas que rielan en los Tribunales en materia civil,
mercantil y del tránsito las partes en controversia se van al contradictorio,
cada una esgrimiendo sus alegatos, los cuales son reforzados con los
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medios probatorios que consideren idóneos y que sean lícitos y que llenen
las formalidades establecidas en la Ley. Luego de todo el proceso, éste tiene
una parte final: La Sentencia, es allí donde el Juez de manera razonada y
debidamente fundamentado, expondrá su decisión sobre la litis, si el
Acreedor resultare vencido, se da por extinguido el proceso; pero si por el
contrario es el Deudor quien resulta vencido, el Juez lo condenará a una
acción de dar, hacer o no hacer, tal como se señalara supra.
En este orden de ideas, es necesario reiterar que una vez dictada
sentencia firme, el Deudor de manera voluntaria, y en un lapso establecido
entre 3 y 10 días deberá cumplir la decisión impuesta por el Tribunal, en caso
de incumplimiento, por contumacia demostrada, el Acreedor deberá solicitar
la ejecución forzosa de la sentencia, a fin de que se materialice el fallo y no
quede ilusorio. Es allí donde el Juez emitirá el decreto correspondiente
iniciando alguna de las acciones establecidas en el Código de Procedimiento
Civil a fin de resguardar la apariencia de buen Derecho y de ser necesario
utilizando la fuerza pública.
Una vez pronunciada la sentencia la cual ha quedado firme, si no ha
sido cumplida voluntariamente, el victorioso tiene derecho a que se cumpla
de manera forzosa, en los términos que la misma establezca, teniendo
derecho el ejecutante a los daños y perjuicios por el incumplimiento, en caso
de dolo, negligencia o morosidad. El final de la ejecución forzosa está sujeta
a una condición resolutoria como es la completa satisfacción del acreedor
ejecutante. La finalidad de la actividad ejecutiva es otorgar la tutela
demandada por el ejecutante, la que sólo se consigue con la plena
satisfacción del derecho reconocido a aquél en el título de ejecución, dentro
de los límites de la propia demanda ejecutiva.
El ánimo del legislador al incluir este precepto no ha de verse como
regla concreta emitida con ánimo de exclusividad, sino como un tenor
programático emitido como recordatorio de concreción del derecho a la
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protección jurisdiccional que en el ámbito del proceso de ejecución no cesa


hasta la completa realización de las resoluciones jurisdiccionales.
De allí que el legislador patrio para asegurar tanto la tutela judicial
efectiva, principio que ostenta rango constitucional, como la apariencia de
buen derecho y evitar una sentencia ilusoria que burle el imperio de la ley,
previó en la ley adjetiva civil venezolana la aplicación de la ejecución forzosa
de la sentencia, que bien pudiera ser la fase final de un controvertido proceso
judicial.

ALCANCES Y LIMITACIONES

Alcances

El alcance del presente trabajo de grado está orientado a la realización


del análisis der la Ejecución forzosa como última fase del proceso civil
venezolano, por lo tanto para lograrlo se siguen los siguientes pasos, se
examina el modo de procedencia para la aplicación de la ejecución forzosa
en el marco del proceso civil venezolano, se realiza el estudio de las
diferencias entre ejecución voluntaria y ejecución forzosa de la sentencia
como última fase en el proceso civil de Venezuela y se investigan los efectos
jurídicos de la ejecución forzosa en el proceso civil venezolano.

Limitaciones

Limitado tiempo para llevar a cabo la investigación


Vacilancia en la escogencia del tema a investigar
Dudas al momento de la selección de la metodología
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Perspectiva Metodológica

El marco metodológico permite adquirir información en relación a lo que


en realidad está ocurriendo en el objeto de estudio, dentro de un nivel más
concreto, se ubica un conjunto de reglas operativas y técnicas seleccionadas
por el investigador en concordancia con el problema planteado.
Rangel (2009), define el marco metodológico ubicado dentro de un
contexto dinámico, se refiere al estudio, a partir de sus elementos
estructurales, elección de diseño y la operacionalización. A la luz de cada
uno de ellos, se explican las distintas actividades que el investigador debe
cumplir para continuar adentrándose en el proceso de investigación científica
y así traducir el marco teórico a nivel empírico (p. 39).
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Tipo de Investigación

La presente investigación está caracterizada por ser de naturaleza


cualitativa, de tipo descriptiva, apoyada a su vez en un diseño bibliográfico
porque está basada principalmente en la realización de un estudio, análisis e
interpretación de diferentes fuentes bibliográficas referentes al tema en
cuestión con el objeto de obtener datos concisos y precisos que coadyuven
al cumplimiento de los objetivos que permitan la recolección de datos y a su
vez determinar la autenticidad de los mismos.
Según Medina (2006) conceptualiza a las investigaciones de tipo
descriptivas son las que se basan en describir y analizar de forma
sistemática las características de los fenómenos estudiados sobre la realidad
de hechos. Por tal motivo, y atendiendo al área bajo estudio se considera
adecuado el desarrollo de este tipo de investigación debido a que se ubica
sobre problemas planteados a nivel teórico.
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En este sentido, Medina (Ob. Cit), considera que las investigaciones de


tipo documental proporcionan un conjunto de procedimientos de carácter
tecno-operacionales que se deben tomar en consideración para lograr mayor
y mejor eficiencia en lo que respecta al manejo de las fuentes documentales
que coadyuven a formar las bases y orientar las formulaciones de la
investigación en cuestión.
De igual manera, establece que las investigaciones documentales o
bibliográficas se caracterizan por permitir la obtención de diversos
conocimientos sobre la materia a estudiar basados exclusivamente en
soportes y fuentes secundarias tales como antecedentes de estudios
realizados por personas que hayan escrito sobre el tema, informes, autores
de libros y demás investigaciones que estén vinculadas a la problemática
estudiada entre otros. La investigación se enmarca dentro de los paradigmas
mencionados ya que pretende analizar la Ejecución forzosa como última
fase del proceso civil venezolano

Diseño de la Investigación

Según Arias (2006), el diseño de la investigación representa las


estrategias que adopta el investigador para responder el problema planteado,
es decir los pasos que debe seguir para el desarrollo de la investigación: se
debe indicar de manera estructurada y funcional las etapas del proceso. Es
decir, ubicar el trabajo de grado en algunas de las alternativas de
investigación existentes, así como también el nivel que se pretende alcanzar.
A través del tipo de investigación y diseño de la misma anteriormente
mencionada, se logró que estas actúen en forma dependiente y permitan
que la información recolectada y el posterior desarrollo, análisis e
interpretación conlleven al lector a tener una visión clara y precisa de los
distintos elementos de juicio que se exponen en el presente estudio.
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La investigación se enmarca dentro de estos parámetros porque la


misma se evaluó desde una perspectiva documental, es decir con base
material bibliográfico

Procedimiento de la Investigación

Con el objeto de dar cumplimiento con las diversas fases de la


investigación en aras de identificar y definir las estrategias, métodos y
técnicas aplicadas que permitieron obtener de forma clara y ordenada la
información necesaria con respecto al estudio que se realizó, se efectuó un
conjunto de actividades subdivididas en fases entre las cuales se encuentran:
Revisión Bibliográfica, la cual se encuentra enfocada exclusivamente a la
obtención, indagación y clasificación de la información requerida sobre el
estudio, que permite inicialmente definir y seleccionar el problema de la
investigación e indagar sobre los antecedentes del estudio.
Procedimental, puesto que esta fase es donde se analizó y procesó la
información obtenida en la primera fase, es decir, a raíz de la revisión literaria
permite consecuentemente la selección e identificación de las fuentes
primarias y secundarias así como obtener información bibliotecaria y
electrónica.
Analítica, en donde se estructuraron, organizaron e interpretaron los datos
sobre la información obtenida, entre las cuales se destacan las
observaciones documentales, operacionales para el manejo de la
información, resumen analítico, análisis crítico, síntesis, estructuración y
presentación del informe y presentación resumida de textos entre otros.
De igual forma se organizaron las fuentes bibliográficas, las
conclusiones y recomendaciones del presente estudio y preparado el informe
final de acuerdo a la normativa y exigencia de la institución.
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CAPITULO II

MARCO TEÓRICO

En la realización de esta investigación es de gran importancia hacer


referencia a diversos autores que han escrito sobre temas relacionados con
el estudio; contribuyendo así a una mejor comprensión de las variables
involucradas en el estudio y por ende, del logro de los objetivos y propósitos
predeterminados.
Según Ávila, E. (2009)

Es un cuerpo de ideas explicativas coherentes, viables,


conceptuales y exhaustivas, armadas lógica y sistemáticamente
para proporcionar una explicación envolvente pero limitada,
acerca de las causas que expliquen la fórmula del problema de la
investigación. Po lo tanto luego de realizar una investigación
minuciosa, y una revisión acerca del tema objeto de estudio de
investigación se encontraron los siguientes antecedentes que
guardan relación con el tema planteado. (P.82)

EL Marco Teórico, puede ser definido como el compendio de una serie


de elementos conceptuales que sirven de base a la indagación por realizar

Antecedentes de la Investigación

En torno a ello, el manual para la elaboración de trabajos de grado y


tesis Doctorales de la Universidad Fermín Toro (2001) son referidos a
Trabajos de Grado, Tesis e investigaciones desarrolladas (Nacionales y/o
internacionales) con títulos similares o relacionados con la investigación que
se esté desarrollando, es decir, información de primera mano.
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Por lo tanto, los antecedentes investigativos son trabajos degrado y/o


Tesis Doctorales, que han sido llevados a cabo con anterioridad, cuya
temática está centrada en la misma que la presente investigación. Por lo
tanto luego de realizar una investigación minuciosa, y una revisión acerca del
tema objeto de estudio de investigación se encontraron los siguientes
antecedentes que guardan relación con el tema planteado:
En este orden de ideas, Castañeda María Alejandra (2010) presentó un
trabajo de grado en la Universidad de Oriente para optar al grado de
Magíster Scientiarum en Derecho Procesal Civil, el cual es titulado: Estudio
analítico de la Ejecución forzosa como última fase del proceso civil
venezolano, cuyo objetivo es: Realizar un Estudio analítico de la Ejecución
forzosa como última fase del proceso civil venezolano, la metodología
utilizada es documental-Bibliográfica, de tipo descriptiva.
La autora concluye señalando: La ejecución de una sentencia dictada
en oposición por falta de comparecer no la hace cosa juzgada sino cuando
ha transcurrido el plazo para apelar. Si no consta el momento en que el
demandado se entere de los actos de ejecución, es necesario admitir que
ese conocimiento lo obtuvo el mismo día en que interpuso el recurso de
apelación, por lo cual su recurso es admisible. Las sentencias dictadas por
los tribunales de apelación son de ejecución inmediata en materia privada, la
cual sólo puede ser suspendida tras el ejercicio del recurso de casación por
ante la Suprema Corte de Justicia. Se trataba de una condenación en daños
y perjuicios y no de un lanzamiento y desalojo de lugares, por lo que el fallo
no era ejecutorio de pleno derecho
El trabajo de grado descrito es antecedente de la presente
investigación, por cuanto ambos llevan a cabo un análisis de la Ejecución
forzosa como última fase del proceso civil venezolano
Así mismo, Córdova José Luis (2012) presentó en la Universidad
Fermín Toro, un trabajo de grado para optar al título de Especialista en
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Derecho Procesal Civil, el cual es titulado: Formas de ejecución de la


sentencia en el proceso civil venezolano, la metodología utilizada es el
diseño documental de tipo descriptivo, apoyado en el paradigma cualitativo.
El autor concluye, señalando: dado que el mandamiento de ejecución
está dirigido en términos generales a cualquier Tribunal competente de la
República, éste debe ser entregado al ejecutante, a fin de que persiga al
deudor y así satisfacer el crédito ejecutado. Finalmente, cabe advertir que
sólo se puede librar un solo mandamiento de ejecución, aun cuando éste
puede presentarse ante distintos Tribunales de una misma o distinta
circunscripción judicial, y sólo podrá librarse nuevo mandamiento de
ejecución en el caso eventual de que este mandamiento de ejecución se
extravié o destruya.
El trabajo de grado descrito es antecedente de la presente investigación
por cuanto ambos coinciden que el estudio de la ejecución forzosa de la
sentencia en el Proceso Civil Venezolano se da en aquel supuesto en el cual
el obligado se niega o no cumple voluntariamente la prestación, de modo que
el que resulta beneficiado por la resolución (el acreedor de la prestación) se
ve obligado a acudir al órgano jurisdiccional para que actúe coactivamente,
realizando los requerimientos necesarios e, incluso si es preciso, empleando
el auxilio de la fuerza pública.

Bases Teóricas

En este segmento se desarrollan los fundamentos teóricos que


engloban la realización de esta investigación, para así dar conocimiento de
los temas relacionados con el presente estudio.
Según Hernández. Fernández y Baptista, (2012), las bases teóricas:
“Son un conjunto técnico de definiciones y proposiciones adicionales entre sí,
que representan un punto de vista sistemático de fenómenos definiendo
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relaciones entre variables con el objeto de explicar y predecir los fenómenos”


(p. 40).
Las bases teóricas escogidas permitirán orientar en un contexto más
amplio el desarrollo de la presente investigación, estas se ubicaron en la
bibliografía de diversos autores experto en la procedencia de la privación
judicial preventiva de la libertad en el marco del proceso penal venezolano,
con el propósito de proporcionarle autenticidad y credibilidad al contenido de
la investigación.

De la ejecución de la Sentencia

La declaración jurisdiccional de certeza, individualiza la ley elimina para


siempre toda posibilidad legal de falta de certeza, o de discusión respecto de
aquella que es el derecho del caso concreto; pero una vez declarado cierto el
mandato, es posible que el mismo permanezca prácticamente sin ejecutar.
Resuelto a través de la fase de la jurisdicción que se llama la cognición, el
problema de la certeza del derecho, queda abierto el problema de la
ejecución práctica del derecho declarado cierto.

Una vez que haya una declaración oficial de certeza, puede suceder que la
conducta del obligado se ajuste, al precepto, o que la ejecución voluntaria no
sea posible, o que el obligado se niegue a obedecer el mandato ya
indiscutible. En este caso ¿de qué modo asegura el Estado la observancia
del derecho? A través de la función jurisdiccional que se conoce como la
ejecución forzada (Calamandrei, 1997,19).

El vocablo jurisdicción recuerda etimológicamente la fase de declaración de


certeza, a través de la cual el Estado declara la certeza, mediante aquel
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procedimiento lógico, acerca de cuál es el mandato individualizado que


regula el caso concreto; incluso en un tiempo se enseñaba que la función
jurisdiccional se agota en el juzgar, esto es, en la sola fase de cognición.

En el sistema de la legalidad la función jurisdiccional comprende, no solo la


actividad que el Estado realiza para aplicar la norma general y abstracta, ya
existente, al caso concreto y para poner en claro el mandato individualizado
que de ella nace, sino también la actividad ulterior que el Estado lleva a cabo
para hacer que este mandato concreto sea prácticamente observado aún, en
caso de necesidad, utilizando la fuerza física, orientada a modificar el mundo
exterior y a hacerlo corresponder a la voluntad de la ley.

Aparece la declaración de certeza en todos aquellos casos en que la misma


no basta para obtener, por la sola virtud de la proclamación de autoridad en
ella contenido, la observancia del derecho como premisa y como condición
para poder pasar, en la fase de ejecución, al empleo práctico de la fuerza.

Para alcanzar los fines de la jurisdicción, no es necesario que a toda


declaración de certeza siga la ejecución forzada, se puede obtener a través
de una decisión del juez, puede servir para tres fines distintos; mientras, en
ciertos casos la declaración de certeza tiene por objeto la realizada
trasgresión del precepto primario, y la consiguiente entrada en vigor del
precepto sancionatorio determinante de los medios prácticos que el estado
se compromete a poner en práctica para restablecer la observancia del
derecho, en otros casos, la declaración de certeza tiene por objeto el
precepto primario no transgredido todavía, pero incierto o bien la existencia
de las condiciones jurídicas exigidas a fin de que el Estado pueda ordenar un
cierto cambio jurídico.
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En estos dos últimos casos, la garantía jurisdiccional es completa y se agota


en la decisión; basta la decisión para garantizar la observancia del derecho,
es decir, en el primer caso, para vencer la falta de certeza del precepto
primario que constituía en si misma un peligro de trasgresión y en el segundo
caso, para operar el cambio jurídico que la ley conecta a la verificación de las
condiciones cuya certeza se ha declarado.

Al respecto Couture, (1978) dijo:


“Se dice, para justificar el carácter no jurisdiccional de la ejecución, que
ésta no constituye un derecho de petición ante la autoridad, sino una
manifestación pública del derecho de propiedad. Es decir; Toda
propiedad del deudor constituye una garantía común de todos sus
acreedores y esa garantía sólo se puede hacer efectiva merced a la
actividad de la jurisdicción. No subsisten, salvo excepciones de muy
escasa significación, formas de ejecución privada” (p. 443).

Por otra parte, toda propiedad de un acreedor afecta los bienes del deudor;
pero sólo los afecta materialmente a través de la jurisdicción. La actividad
ejecutiva es actividad jurisdiccional. Los órganos de la jurisdicción no pierden
en ningún momento, dentro de ella, la actividad cognoscitiva, y si bien en los
hechos la actividad de los auxiliares es más visible que la actividad de los
magistrados, no es menos cierto que sólo actúan dentro del derecho por
delegación de éstos.

En qué consiste la ejecución de la sentencia

En su acepción común el vocablo ejecución alude a la acción y efecto de


ejecutar. Ejecutar es, a su vez, realizar, cumplir, satisfacer, hacer efectivo y
dar realidad a un hecho. El lenguaje jurídico no difiere, en lo sustancial, de
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estas acepciones. Pero el vocablo sufre una especie de desdoblamiento.


Bajo estas premisas, las normas adjetivas venezolanas, establecen el
procedimiento a seguir en los casos en que el deudor por su propia voluntad
a no cumple con su obligación, que como se dijo antes, ya no lo hace sobre
su persona sino que recae sobre sus bienes. Así el deudor debe cumplir su
obligación en el plazo y forma convenida, si no lo hace o persiste en su
negativa de cumplir, la ley le concede al acreedor el derecho y los medios de
exigir su cumplimiento en defecto de una ejecución voluntaria, el acreedor
puede acudir a los órganos jurisdiccionales para demostrar su derecho y
obtener el cumplimiento efectivo de tales obligaciones a través de la
ejecución forzosa.

Al respecto expresa Couture (1978), “Se habla de ejecución de las


obligaciones para referirse a la acción mediante la cual el deudor cumple con
lo que debe, dando, haciendo u omitiendo alguna cosa.
Es ésta la forma voluntaria, normalmente espontánea, del derecho” (p. 437).

Pero el vocablo adquiere una nueva significación, cuando se alude a la


llamada ejecución forzada. En ella, a diferencia de la ejecución voluntaria, no
es el deudor quien satisface su obligación. Ante su negativa, expresa o tácita,
de cumplir con aquello a que está obligado, el acreedor debe ocurrir a los
órganos de la jurisdicción, éstos proceden entonces coercitivamente. El
procedimiento se denomina, en esta circunstancia, ejecución forzada, por
oposición a ejecución voluntaria.

Como las sentencias declarativas y constitutivas no imponen el dar, hacer u


omitir algo, viene a resultar así que la ejecución forzada, o simplemente
ejecución es el procedimiento dirigido a asegurar la eficacia práctica de las
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sentencias de condena. Las sentencias cautelares promueven, por su parte,


procedimientos de ejecución provisional.

En el mismo sentido señala Planiol, et al (1997):


“No siempre es posible dar una satisfacción efectiva al acreedor al
procurar la ejecución real de su derecho, por medio de una coerción
ejercida contra el deudor. Para saber en qué casos no es posible la
ejecución efectiva y forzosa, debemos distinguir el objeto de las
deferentes obligaciones según su diversa naturaleza” (p. 617).

Por su parte, Portillo (1992), agrega:


“En las obligaciones de no hacer, el derecho está lesionado cuando se
contravenga a ellas aquí la violación del derecho forma parte del
fundamento de la acción, por lo tanto quien afirma explícitamente no
sólo su derecho sino también el acto positivo ajeno que le lesiona. Por
el contrario en las obligaciones de dar o hacer, la acción no nace como
consecuencia de una acto positivo de lesión de Derecho, sino que nace
directamente en cuanto la obligación está satisfecha basta la omisión
del cumplimiento para que la obligación se agregue a la acción” (p. 8)

Se desprende entonces que, si los procesos se deciden con una sentencia


que declare con lugar o sin lugar la pretensión del demandante, se corre el
riesgo de desvanecer la actuación práctica de la voluntad de la ley y por lo
tanto, carece de efectividad, motivo por el cual existe la ejecución de lo
decidido por el órgano jurisdiccional en su sentencia, concretamente en la
parte dispositiva del fallo, logrando de esta forma la materialización de la
sentencia.
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Así acerca de las sentencias de condena Couture (1978) citado por Duque
(1985), expresa que “ya no se está en presencia de un obligado sino de un
subjectus o sea de un sometido por la fuerza coercible de la sentencia” (p.
72).

En relación a lo expuesto anteriormente, Portillo (1992, 70), expuso que para


el estudio de la ejecución de sentencia tiene particular importancia la
sentencia de condena. Este tipo de sentencia presupone dos cuestiones:
a) La existencia de una voluntad de la ley que garantice un bien o alguien
imponiendo al demandado la obligación de una prestación.
b) La combinación del Juez, basándose en la sentencia a través de los
órganos del estado a la ejecutabilidad de la sentencia.

La condena no es respecto de la parte que interviene en el litigio un acto


voluntario del Juez sino un mandato contenido en la Ley. Una condena
puede estar fundada en un conocimiento incompleto donde se ha examinado
y rechazado algunas cuestiones previas, preservando el examen de otras,
por esto la presentación puede no ser debida pero el condenado no está
obligado entre tanto a cumplir para evitar la obligación. Cosa que no ocurre
en la sentencia de mera declaración.

Mientras en la sentencia de mera declaración no hay otro elemento fuera de


juicio lógico que declara la existencia o inexistencia de una relación jurídica
relevante, en la sentencia de condena hay también un acto de voluntad que
acompaña al juicio lógico. La sentencia de mera declaración no tiene más
esfuerzo que la fuerza obligatoria de la misma (cosa juzgada); mientras la
sentencia de condena, además de este efecto tiene el de construir un título
para la ejecución forzosa de la relación declarada (título ejecutivo). Por lo
22

tanto, la distinción entre declaración y sentencia de condena debe hacerse


en relación con la ejecución (op. cit., 9-10).

De la misma manera, Chiovenda (1997) expresa:


“...referente de la sentencia de condena en su doble función de
producción de certidumbre jurídica y de preparación de ejecución
forzosa, hemos partido de la suposición que en el proceso hay una sola
decisión irrevocable de un solo Juez. Si esta hipótesis respondiera a la
realidad la sentencia sería a la vez definitiva y ejecutiva; por lo cual los
conceptos de conocimientos definitivos y de ejecutoriedad
coincidirían”(p. 95).

Para la doctrina dominante existen tres clases de sentencias de fondo a


saber: las declarativas, las de condena y las constitutivas.

Por su parte, Pineda (1980), dijo:


“No todas las sentencias pueden ser susceptibles de ejecución forzada,
hay sentencias meramente declarativas que comportan en sí mismo,
con sus pronunciamiento, la ejecución de lo resuelto por ejemplo, una
sentencia meramente declarativa que declara la autenticidad de los
documentos privados no necesita la ejecución por que la sentencia
cambia el Cádiz de ese documento que antes no tenía sino la fisonomía
de un documento privado. Otras sentencias son susceptibles de
ejecución sin llegar a medios forzados ya que en algunos casos basta
con su protocolización, publicación o inserción en los libros de Registro
del estado civil” (p. 91).

Las sentencias ejecutables son las definitivamente firmes, contra las cuales
no procede ningún recurso ordinario o extraordinario, y no sólo son
23

ejecutables las sentencias definitivas, sino también las interlocutorias, tengan


o no, fuerza de definitivas y pongan o no fin al pleito. Según se ha citado,
doctrinariamente se clasifica la sentencia con arreglo a varios criterios, así
Rengel (1987) hace una distinción señalando “por la posición que ocupa la
sentencia en el proceso: en definitivas e interlocutorias. Por el contenido
específico de la sentencia: en declarativas, de condena, constitutivas y
dispositivas o determinativas” (p. 290).

La sentencia definitiva es la que dicta el juez al final del juicio y pone fin al
proceso, acogiendo o rechazando la pretensión del demandante. Es la
sentencia de mérito. La sentencia interlocutoria es la que se dicta en el curso
del proceso, para resolver cuestiones incidentales, como las que plantean,
por ejemplo, las cuestiones previas; la admisión o negativa de una prueba; la
acumulación de autos. Las sentencias declarativas, de condena y
constitutivas son aquellas que recaen sobre una pretensión de esas diversas
especies.

Como las sentencias declarativas y constitutivas no imponen el dar, hacer u


omitir algo, viene a resultar así que la ejecución forzada, o simplemente
ejecución, es el procedimiento dirigido a asegura la eficacia práctica de las
sentencias de condena. Las sentencias cautelares promueven, por su parte,
procedimientos de ejecución provisional, o cuando preventivas, anticipos de
ejecución.

De manera general, en las disposiciones relativas a la ejecución de la


sentencia establece Sánchez (1988) “se encuentran los principios
fundamentales que rigen este procedimiento constituido por el embargo de
bienes, el depósito de los bienes embargados, la oposición, suspensión
efectos del embargo, el remate de bienes, justiprecio, subasta, venta y
24

cancelación del precio del remate, acto este con el cual concluye la fase
ejecutoria” (p. 57).
Con relación a la ejecución de la sentencia se encuentran innovaciones muy
importantes, como la facultad de las partes para convenir en la suspensión
de la ejecución mediante actos de composición voluntaria. Si se considera a
la ejecución de sentencia como una medida coercitiva para el cumplimiento
de las obligaciones, mal podría hablarse de un procedimiento arbitrario por
parte del juez en perjuicio del condenado, puesto que la ley establece los
mecanismos necesarios para que éste cumpla su obligación en forma
voluntaria, ya queda de parte del deudor cumplir o no, a sabiendas de que si
no cumple es la propia ley quien establece el procedimiento a seguir para
hacerlo cumplir con lo debido y no el órgano jurisdiccional por su propia
libertad.

Por tal razón el legislador ha regulado las normas necesarias para que sean
acatadas dentro de determinado proceso, en particular en el que nos ocupa,
y que son de obligatorio acatamiento por parte de quienes participan en un
juicio, como garantía de un proceso limpio y justo para la defensa de sus
derechos. La nueva Constitución de la República Bolivariana de Venezuela
(1999) al referirse a la tutela jurídica efectiva prevé en su artículo 26 que
“toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración de
justicia para hacer valer sus derechos e intereses”.

Establece así mismo, al hacer referencia a lo que antiguamente se conocía


como prisión por deuda, hoy inexistente, pues se fijó como una garantía, en
su artículo 49, numeral 6 que “Ninguna persona podrá ser sancionada por
actos u omisiones que no fueren previstos como delitos, faltas o infracciones
en leyes preexistentes”. Según se ha visto, la ejecución de sentencia recae
sobre los bienes del deudor y no sobre la persona. Así lo refuerza el Código
25

Civil (1982), artículos 1863 y 1864, que recoge el principio de que el obligado
personalmente está sujeto a cumplir con sus bienes habidos y por haber y el
principio de que el patrimonio del deudor es la prenda común de sus
acreedores.

Hecha las consideraciones anteriores, la ejecución de sentencia es una


función del Estado de carácter jurisdiccional, así lo dispone el artículo 523 del
Código de Procedimiento Civil (1987), cuando pauta “La ejecución de la
sentencia o de cualquier otro acto que tenga fuerza de tal, corresponderá al
Tribunal que haya conocido de la causa en primera instancia...”. De otro
modo, el artículo 10 de la Ley Orgánica del Poder Judicial (1998), establece
que es a los Tribunales de República a quienes les compete la ejecución de
sus sentencias.

Obligaciones de dar, hacer y no hacer

Respecto a la obligación de dar, esta consiste en la entrega de una cosa a


otro o en la transmisión de un derecho, conforme a los actos conducentes. A
la transferencia material o simbólica que integra la obligación de dar, el
legislador añade obligaciones de hacer, como conservar la cosa o derecho
con adecuada diligencia, entre el compromiso de dar y la real dación; y
también obligaciones de no hacer, la otra especie opuesta o distinta.

Variedad de la obligación de dar, con minuciosa regulación legal, son:

a) la de cosa cierta;
b) la de cosa incierta;
c) la de cantidad de cosas;
d) la de suma de dinero.
26

Las obligaciones de hacer son obligaciones positivas que consisten en la


realización e servicios, prestación de trabajo manual o intelectuales favor del
acreedor. Surgen principalmente de los contratos de locación de servicios,
contrato de trabajo, sociedad, mandato. Se cumplen realizando el deudor la
prestación del modo o manera como fue la intención de las partes y en
tiempo adecuado, oportunamente interesa en estas obligaciones; la eficacia,
la perfección y la oportunidad del servicio.

En cuanto a su oportunidad puede o no haberse fijado plazo par ala iniciación


o la conclusión del servicio, el plazo puede ser expreso tácito cuanto resulta
de las circunstancias. A falta de plazo, este puede ser señalado por el Juez.

En lo atinente a las obligaciones de no hacer, es la que impone el deudor una


abstención. La prestación, en este caso es negativa. La obligación de hacer
no reviste mauro importancia, particularmente en el derecho civil, ante lo
elemental de su juego, que estriba en una actitud puramente negativa.

De igual forma Couture (1978) establece:


“Si la obligación establecida en la sentencia consiste en hacer y el
deudor es remiso en satisfacer la obligación, entonces se realiza por su
cuenta y riesgo. Es, una vez más, el oficial de justicia acompañado de
los artesanos que deben realizar la obra, y de la fuerza pública si
hubiere resistencia a tolerar la realización de ella, el que se convierte en
conductor y organizador de la ejecución. Así la obligación de levantar
un muro medianero, la de alejar los árboles próximos a la pared común”
(pp. 459-460).
27

Una variante de esta forma consiste en deshacer lo hecho en violación del


contrato, de la sentencia, de la ley o de la disposición administrativa. La
noción que corresponde subrayar es la de que la sentencia debe ejecutarse
in natura, tal como está mandado. La doctrina angloamericana llama
ejecución específica, a la realización de las obligación es de dar, hacer o no
hacer, en los términos dispositivos del fallo.

En sus verdaderos términos, el problema surge de la insolvencia del deudor


obligado a dar, hacer o no hacer. Pero como es bien sabido la dificultad no la
crea tanto la insolvencia real como la insolvencia aparente. En la vida
moderna, son frecuentes los métodos para simular la insolvencia. El derecho,
por lo menos, es impotente frente a ellos.
Los acreedores con frecuencia se hallan en desamparo ante deudores
acaudalados que han tomado precauciones para hacer ilusoria la condena en
daños y perjuicios.

En estos casos, la opción que se da al acreedor no es entre dos formas de


ejecución igualmente eficaces, sino igualmente ineficaces. La condena
específica se hace ilusoria cuando la cosa se ha ocultado, o ha
desaparecido, cuando la obligación de hacer no es susceptible de realizarse
por un tercero, o cuando el obligado a no hacer, hace caso omiso de la orden
judicial. En ese caso, tan ilusoria como la condena, es la reparación de daños
y perjuicios, cuando el deudor no tiene un patrimonio visible para cobrarse en
él.

La injusticia de la solución se subraya, todavía, si se tiene en cuenta que los


daños y perjuicios sólo podrán hacerse efectivos luego de un nuevo proceso
de condena del deudor, o de un largo proceso de liquidación de los mismos.
28

Todo esto configura, de hecho, aunque no de derecho, una denegación de


justicia.

Al respecto señala Bonnecase (1997):


“La ejecución forzosa directa de la obligación es una vía de derecho,
que tiende mediante la intervención judicial, .a que el deudor cumpla la
prestación objeto de la obligación. La ley pone a disposición del
acreedor diversos medios; pero éste debe principiar con la constitución
en mora, porque la ejecución forzosa supone, en su base, la
constitución en mora, es decir; el acreedor está obligado a poner en
mora al deudor, antes de proceder en contra de éste. Por regla general,
el vencimiento del plazo y la exigibilidad de la obligación, no produce la
constitución en mora. Supone un acto regular, que ordena cumplirla y
que autoriza la ejecución forzosa. La constitución en mora resulta de
una interpelación, de un requerimiento, o de una demanda judicial. Es
necesario en principio, pero admite, sin embargo, algunas excepciones,
principalmente convencionales” (p. 885).

Para que la organización jurídica que preside el cumplimiento de las


obligaciones fuese perfecta sería necesario que la ejecución forzosa
condujera al mismo resultado que la voluntaria. En otros términos, un sistema
perfecto implica, para todas las obligaciones, la ejecución forzosa y directa,
sólo puede aplicarse a las obligaciones de dar, y la indirecta a las de hacer o
no hacer.Toda obligación de hacer o de no hacer se resuelve, en caso de
incumplimiento, en el pago de daños y perjuicios, sin embargo, este principio
se refiere a la inviolabilidad de la persona humana, y de ninguna manera
significa que no pueda aplicarse la ejecución directa a las obligaciones de
hacer o de no hacer.
29

En el caso de la ejecución forzosa directa de las obligaciones de dar en la


mayoría de los casos es posible la ejecución forzosa directa. Si la obligación
recae por ejemplo, sobre una cosa determinada, por tanto la obligación de
dar, entendida en el sentido de transmitir la propiedad, se ejecuta en el
mismo momento, pero la entrega, en sentido estricto, no se efectúa, y se
transforma en una obligación de dar. En igual sentido, la obligación de dar no
sólo se encuentra en las transmisiones de propiedad, sino siempre que se
trate de entregar una cosa a un tercero.
Si la obligación de dar recae sobre una cosa fungible; la ejecución directa es
posible en todos los casos. Se embargan y rematan los bienes del deudor, y
con el dinero que se obtiene se adquiere el objeto de la obligación. Pero, no
siempre es posible esto, tratándose de cosas determinadas; si la que es
objeto de la obligación se destruye por culpa del deudor, la obligación se
transforma en el pago de daños y perjuicios. No existe en este caso la
ejecución directa de la obligación, sino por equivalente
.
Respecto a las obligaciones de hacer, aparentemente se encuentra el
principio opuesto a las de dar, cuyo objeto sea una cosa determinada o una
suma de dinero. La negativa del deudor en la obligación de dar no impide la
ejecución forzosa. Lo contrario acontece con la obligación de hacer; en la
mayoría de los casos, si el deudor no la cumple, su ejecución será indirecta o
por equivalente, ejemplo, cuando el deudor prometió la redacción de un libro
y posteriormente se niega a cumplir, puede exigírsele el cumplimiento
directo? No; no puede imponérsele este hecho por la fuerza, puesto que
exige el concurso espontáneo de la voluntad del deudor.
.

En principio según el espíritu de la ley, la obligación de hacer se reduce al


pago de una suma de dinero debido a que las personas no comprometen
30

nunca jurídicamente su libertad, sino sólo sus bienes, es más fácil ejercitar
una acción sobre la propiedad, que sobre la libertad, la violencia sobre los
bienes por medio de una acción, es legítima; en cambio, la violencia contra
las personas repugna a la mentalidad contemporánea, ya que la perturbación
social que de ello resultara, sería superior a la utilidad social que se
obtendría; por ello la ley moderna sólo admite las vías de ejecución sobre los
bienes, y no sobre la persona, salvo lo que aún queda del apremio personal.
Sin embargo, algunas veces puede obtenerse la ejecución forzosa directa, si
la obligación no pone en movimiento las cualidades del deudor, como en los
casos en que el trabajo prometido pueda ser realizado por otra persona, por
ejemplo los de albañilería, puede autorizarse al acreedor, en caso de falta de
cumplimiento, a ejecutar por sí, y a costa del deudor, la obligación. A la
ejecución de las obligaciones de no hacer, se le aplica la misma regla, por
ejemplo, un autor se compromete a no aparecer en escena; se presenta,
debe daños y perjuicios, pero no puede ser separado de ella manu militari.

En algunos casos, cuando sin derecho se hacen algunas construcciones se


permite demolerlas y hacerlas desaparecer, de la misma manera, si a pesar
de una prohibición se abre un establecimiento comercial, dentro de
determinado perímetro, puede clausurarse, por virtud de una ejecución
directa y forzosa. Es así como se presenta la ejecución forzosa de la
obligación de hacer y de no hacer.

Ejecución Forzosa

En cuanto a esta determinación, puede decirse inicialmente, que en


sentido general toda sentencia puede ser susceptible de ejecución, la cual
31

está representada por la necesaria conformación de la realidad de la vida


jurídica a la voluntad de la ley expresada en la sentencia, o sea, el adecuarse
de la realidad al contenido, al dispositivo del fallo definitivamente firme, o bien
como expresa el procesalista Alsina "la sentencia es la expresión de la
voluntad concreta de la Ley”.
Sin embargo, en un sentido más estricto, y si se quiere técnicamente
más propio, de ejecución se habla con referencia a una categoría
determinada de sentencias y no en referencia a todas las sentencias. Esta
categoría de sentencias respecto de las cuales se habla propiamente de
ejecución, es la llamada sentencia de condena, la cual siguiendo enseñanzas
pasadas, difiere de la sentencia declarativa y de la sentencia constitutiva, en
que la sola sentencia de condena no realiza plenamente la tutela jurídica
invocada; para la plena realización de la tutela jurídica se requiere, en la
sentencia de condena, de una actividad ulterior, jurídicamente y plenamente
regulada, dirigida esa actividad a lograr para el actor victorioso, esto es, para
el titular del derecho declarado en la sentencia, el bien jurídico que constituye
el objeto de ese derecho declarado en el fallo.
Esta actividad necesaria es la que recibe el nombre de ejecución, y en
los casos en que esa ejecución implica o comporta una agresión a la esfera
jurídica del obligado, recibe el nombre de ejecución forzosa o forzada, y en
este sentido Chiovenda (2003) señala:

Ejecución Forzosa es el conjunto de actividades dirigidas en su fin


a que el vencedor consiga prácticamente por obra de los órganos
públicos, el bien que le fue concedido o reconocido por la ley,
según la declaración contenida en la sentencia”.(p.123)

Se infiere que es cuando el deudor o ejecutado esta remiso al


cumplimiento de la sentencia transcurrido el lapso para la ejecución
32

voluntaria se procederá a la ejecución forzada siempre y cuando el ejecutado


no haya cumplido voluntariamente con la sentencia.
En este sentido, el Artículo 526 del Código de Procedimiento Civil
expone: "Transcurrido el lapso establecido en el artículo 524, sin que se
hubiese cumplido voluntariamente la sentencia se procederá a la ejecución
forzada."
En este sentido, vale la pena remitirse al Artículo 524 del Código de
Procedimiento Civil el cual señala:

“Cuando la sentencia haya quedado definitivamente firme, el


Tribunal, a petición de la parte interesada, pondrá un decreto
ordenando su ejecución. En dicho decreto el Tribunal fijará un
lapso que no será menor de tres días ni mayor de diez, para que el
deudor efectúe el cumplimiento voluntario, y no podrá comenzarse
la ejecución forzada hasta que haya transcurrido íntegramente
dicho lapso sin que se hubiese cumplido voluntariamente la
sentencia”.

Se infiere entonces que una vez que el Juez haya dictado


firmemente la sentencia, este dará un lapso entre tres y diez días para
que el deudor lleve a cabo su cumplimiento de manera voluntaria, en
caso contrario se dará inicio a la ejecución forzosa.
En este sentido, El mandamiento de ejecución ordenará: Va
dirigido a cualquier Juez Ejecutor de Medidas. Es una orden general
para afectar los bienes de la propiedad del deudor o ejecutado ubicados
en una localidad diferente a aquella donde el Juez ejecutor tiene su
sede (Art. 527 CPC)
Que se embarguen bienes pertenecientes al deudor en cantidad
que no exceda del doble de la cantidad y costas por las cuales se siga
la ejecución.
Que se depositen los bienes embargados
33

Que a falta de otros bienes del deudor, se embargue cualquier


sueldo, salario o remuneración de que disfrute, siguiendo la escala de
ley.
Se debe entender que el Auto que ordena el cumplimiento
voluntario precedente al mandamiento, sino aquel posterior, que
establecido que no hubo cumplimiento voluntario, el Tribunal decretará
la ejecución forzosa, es a partir de este decreto (forzoso) que tiene
derecho la parte Accionante a solicitar la indexación o corrección
monetaria sobre las cantidades condenadas, la cual debe ser calculada
desde el decreto de ejecución (forzosa) hasta su materialización,
entendiéndose por esto último la oportunidad del pago efectivo.
Es decir se consagra a partir de este Decreto de Ejecución
Forzosa de la Sentencia Definitivamente Firme, la facultad a los jueces
de sustanciación, mediación y ejecución de ordenar “nuevo ajuste por
inflación” en aquellos casos que liquidada la condena el ejecutado no
cumpliera con la misma, lo cual constituyó una consagración legislativa
de la evolución jurisprudencial del criterio de nuestra Sala Social sobre
la Corrección Monetaria.

Elementos Personales o Sujetos que Intervienen en la Ejecución


Forzosa
De acuerdo a Aveledo (2010) son tres los Elementos Personales o
Sujetos que Intervienen en la Ejecución Forzosa

a) Órganos y personal interviniente: Con respecto a los órganos que


intervienen en la ejecución forzosa, podemos encontrar dos sistemas:
el seguido en Francia, donde la ejecución de la sentencia se atribuye a
un órgano independiente del que la dictó. Y el seguido en Venezuela,
donde el órgano juzga y hace ejecutar lo juzgado
34

.
b) Partes que intervienen: Son aquellas que aparecen como acreedores
y deudores de la prestación en el título. Ejecutante quien instó la
ejecución y ejecutado quien viene obligado por la ejecución. También
cabe incluir a los herederos de ambos.

c) Terceros que intervienen: Son aquellos sujetos que pueden intervenir


en la ejecución forzosa de la sentencia sin tener cualidad de parte
ejecutante o ejecutado. Son, entre otros, los siguientes: terceristas de
dominio, adjudicatarios e intervinientes en la subasta. y acreedores
posteriores que aparezcan en el registro de la propiedad.

Presupuestos de la Ejecución.
Según Aveledo (Ob. Cit) La Ejecución para su realización requiere la
presencia de determinados presupuestos:
El derecho a la ejecución, es preciso señalar que ningún sentido tendrá
el proceso como institución si, una vez lograda una sentencia favorable sobre
el fondo, no se estableciesen los instrumentos necesarios para que ésta
tuviese plena efectividad práctica; de otra manera la jurisdicción carecería
totalmente de razón de ser. Además, este derecho exige por parte de los
órganos judiciales el mejor uso posible de los mecanismos que la ley
establece, ya que de nada sirven unas buenas herramientas si no son
usadas correctamente.
El derecho a que se respeten y ejecuten las resoluciones judiciales
firmes en sus propios términos no ínsitas a ellas. Este derecho sin la tutela
judicial se vería reducido a producir decisiones puramente declarativas que
no ampararían los intereses de quienes la impetrasen. Y ciertamente, la
ejecución ha de hacerse en los propios términos de la parte dispositiva de la
35

resolución a ejercitar, pues lo contrario supondría igual fraude al derecho a la


tutela judicial efectiva, causando indefensión a la parte que se viera
perjudicada por semejante modificación.
Por lo tanto, según Aveledo (Ob. Cit) la Doctrina patria distingue lo
siguientes Presupuestos de la ejecución:
1.- La existencia de un título ejecutivo o Presencia de una sentencia
que apareje ejecución. Constituido por una sentencia definitiva y firme,
contra la cual se haya agotado o no se hayan interpuesto oportunamente los
recursos que contra ella concede la ley, lo que permite a la misma, adquirir el
carácter de cosa juzgada y por ello no sometido a cambios o modificaciones.
2.- Una instancia ejecutiva, es decir, Presencia o exigencia de la ACTIO
JUDICATI. El acreedor tiene la facultad de hacer efectivo el cumplimiento de
la condena contenida en la sentencia, sobre el patrimonio del deudor; pero si
no hay la instancia de la ejecución, no podrá procederse a la misma. Esa
instancia de parte supone tanto el requerimiento para el cumplimiento
voluntario, como para la ejecución forzosa cuando aquel no se ha producido.
3.- Un patrimonio ejecutable o sea Existencia de bienes sobre los
cuales debe recaer la ejecución. Sin patrimonio ejecutable no hay posibilidad
de ejecución de la sentencia. El ejecutado no podrá cumplir ni voluntaria ni
forzosamente la sentencia si carece de patrimonio que sea factible de
ejecutar, distinguiendo que existen también otras categorías de sentencia,
como las declarativas y las constitutivas de estado, que agotan la ejecución
con el solo pronunciamiento.
4.- Inejecución voluntaria del fallo por parte del deudor A manera de
corolario, amplío la temática sobre presupuestos de la ejecución. En el
artículo 529 del Código de Procedimiento Civil, Tal como es evidente, el
referido artículo se encuentra contemplado entre las normas generales que
rigen la Ejecución de la Sentencia.
En este sentido, Sánchez (2009) expone:
36

El Proceso de cognición se inicia con la demanda y concluye con


la sentencia o mediante un auto de composición-transacción,
convenimiento, desistimiento. Al producirse la sentencia de fondo,
sin que la parte contra quien obre el mandato contenido en la
misma ejerza los recursos ordinarios o extraordinarios que le
concede la ley, o cuando habiéndolos ejercido no hubieren
enervado los efectos del fallo, la sentencia alcanza ejecutoriedad y
por ello procede su ejecución. No obstante, llegado tal estado, la
sentencia sólo será ejecutable una vez que el interesado lo
solicite, y sólo a partir de ese momento el fallo entra en la etapa de
ejecución propiamente dicha. (p.265)

El Proceso de conocimiento se le da inicio una vez introducida la


demanda y finaliza al llevarse a cabo la sentencia o cualquier otra vía, no
obstante llevado a cabo este importante paso la parte contraria no agotado
los efectos del fallo, la sentencia alcanza ejecutoriedad y por ello procede su
ejecución.
Más adelante Sánchez (Ob. Cit) refiriéndose a los Presupuestos de la
Ejecución, señala: “1.La existencia de un título ejecutivo: constituido por una
sentencia definitiva y firme, contra la cual se hayan agotado o no se hayan
interpuesto oportunamente los recursos que contra ella concede la Ley, lo
que permite a la misma adquirir el carácter de cosa juzgada y por ello no
sometida a cambios o modificaciones-nulla executio sine título-.Así deriva del
contenido del artículo 1.930 del Código Civil, en concordancia con el artículo
524 del Código de Procedimiento Civil al establecer que “ cuando la
sentencia haya quedado definitivamente firme, el Tribunal a petición de parte
interesada pondrá un decreto ordenando su ejecución”.
Los Presupuestos Procesales según Rivera (2010)

Los presupuestos procesales son los requisitos necesarios para


que pueda constituirse un proceso válido, o una relación procesal
válida, por lo tanto, son las condiciones que deben existir a fin de
37

que pueda tenerse un pronunciamiento cualquiera, favorable o


desfavorable, sobre la demanda, esto es, a fin de que se concrete
el poder-deber del juez de proveer sobre el mérito. (p.45)

Pudiendo inferir La ejecución para su realización requiere de la


presencia de determinados presupuestos, tales como la Presencia de un
Título que apareje ejecución; presencia o exigencia de la Actio Judicati; la
existencia de bienes sobre los cuales deba recaer la ejecución, y la
inejecución voluntaria del fallo por parte del deudor condenado en la
sentencia.

Normas para la ejecución de las Resoluciones Judiciales


Según Rivera (Ob.Cit) la ejecución forzosa se acatarán y se
observarán las siguientes reglas generales:
Se llevará a efecto en forma adecuada para que tenga pronto y debido
cumplimiento;
Se procurará no ocasionar al ejecutado molestias o gravámenes
innecesarios, y que no se traspasen los límites de la resolución que se
ejecuta;
La ejecución únicamente afectará al deudor y a su patrimonio, y no a
terceras personas, cuyos bienes y derechos deben ser respetados al
efectuarla; y,
Se procurará, para no originar trastornos a la economía social, llevar a
cabo la ejecución en forma tal que permita conservar abiertas las fuentes de
producción y de trabajo.
El plazo para el cumplimiento voluntario será el que fije la sentencia, en
caso de no señalarlo el plazo voluntario será de 5 días, los cuales serán
contados a partir de la fecha en que la resolución sea susceptible de
ejecución en los casos de sentencias que condenan a prestación futura, el
38

plazo para el cumplimiento voluntario comenzará a contarse desde que la


prestación se haya hecho exigible. Cuando hubiere plazo de gracia, aquél
plazo empezará en la fecha en que expire la ejecución podrá ser solo a
instancia de parte legitima y podrá llevarse a cabo una vez transcurridos los
plazos señalados.

Ejecución Cuando la Obligación sea de Hacer.

Si la resolución a ejecutar contiene obligación de hacer se procederá de


la siguiente forma.
Cuando se pida la ejecución, el Juez señalará al condenado, si antes no
se fijó, un plazo prudente para el cumplimiento, tomando en cuenta las
circunstancias que medien, procediéndose en igual forma si el hecho debe
ser prestado por un tercero.
Si el hecho fuere personal del obligado y no pudiere prestarse por otro,
cuando se hubieran elegido sus conocimientos especiales o sus cualidades
personales se le compelerá empleando los medios de apremio más eficaces,
sin perjuicios del derecho para exigirle la responsabilidad civil;
Si el hecho pudiere prestarse por otro, el Juez nombrará persona que lo
ejecute, a costa del obligado, en el plazo que le fije;
Si en el contrato se estableció alguna pena por el no cumplimiento,
podrá decretarse la ejecución por el importe de esta pena. Si no se
estableció, el importe de los daños y perjuicios será fijado por el ejecutante
cuando transcurrido el plazo para la prestación del hecho por el obligado
mismo, el demandante optare por el resarcimiento de daños y perjuicios, y en
este caso, el juzgador deberá moderar prudentemente la cantidad señalada.
Para la fijación de la cantidad líquida se seguirán las reglas establecidas en
el artículo anterior;
39

Si el hecho consistiere en el otorgamiento de algún documento, o la


celebración de un acto jurídico, que el obligado se negare a cumplir, el Juez
lo ejecutará por el obligado expresando que se otorgó en rebeldía;
Si se tratare de juicios sobre arrendamiento de inmuebles, en el caso de
que el arrendatario, al contestar la demanda, confiese o se allane a la misma,
el Juez concederá un plazo de cuatro meses para la desocupación del
inmueble.
Ejecución de bienes cuantificables, diversos al dinero.
Cuando la resolución que deba ejecutarse contenga la obligación de
entregar bienes, que sin ser dinero, se cuenten por número, peso o medida,
se seguirán estas normas:
Si no se designa la calidad de la cosa y existieren varias clases en
poder del deudor, se embargarán las de mediana calidad;
Cuando hubieren sólo calidades diferentes a la estipulada, se
embargarán si así lo pidiera el ejecutante, sin perjuicio de que en la sentencia
interlocutoria se hagan los abonos o ajustes recíprocos correspondientes; y,
En caso de que no existieren en poder del demandado cosas de escasa
calidad, se despachará ejecución por la cantidad de dinero que señale el
actor, debiendo moderarla con prudencia el juzgador, sin perjuicio de lo que
señalare por daños y perjuicios moderables también.
Ejecutante: acreedor
Ejecutado: deudor
Ejecución forzosa si la obligación es de abstenerse.
Si la resolución que se ejecute condena a no hacer, su infracción se
resolverá en el pago de daños y perjuicios al actor, quien tendrá el derecho
de señalarlos para que por ellos se despache la ejecución, sin perjuicio de la
pena que señale el documento base de la sentencia. La pretensión para
pedir a ejecución de una sentencia, transición o convenio durara 5 años
40

contados desde el día que se venció el plazo judicial para el cumplimiento


voluntario de lo juzgado y lo sentenciado.
Incumplimiento de las obligaciones: cuando el deudor no paga la
obligación se hace exigible por tener un plazo determinado o bien se
cumplan los requisitos legales para ello se incurre en mora que tiene en el
derecho las siguientes consecuencias:
a) exigir el cumplimiento exacto de la prestación no cumplida con el
pago en caso de su indemnización moratoria que comprende los daños y
perjuicios que sufra el acreedor por el simple retardo en el cumplimiento de la
obligación.
b) origina la indemnización llamada compensatoria es decir el pago de
los daños y perjuicios que se causan al acreedor por el incumplimiento de la
obligación.
La doctrina señala como elementos de la responsabilidad civil a la:
Mora, Daños y perjuicios, Culpa contractual
Mora: es el injusto retardo en el cumplimiento de una obligación sin
embargo no todo retardo hace incurrir en mora al deudor pues existen
causas justificadas para no cumplir puntualmente una deuda por lo que se
dice que el deudor incurra en mora cuando injustificablemente no cumple en
forma puntual con su obligación que ya se hizo exigible
Daño: se trata de un elemento dicen los doctrinarios necesario de
enumerar porque todo adeudo presupone un interés jurídico para el acreedor
y por lo tanto su incumplimiento se traduce en la lesión de un derecho y en
consecuencia en un daño.
Culpa contractual: señala que en realidad queda sobreentendido en la
ley que todo deudor que falta al cumplimiento se presume que lo hace por
culpa a no ser que se demuestre que ha sido por caso fortuito o fuerza mayor
siendo el deudor quien debe demostrar que por esas razones no pudo
cumplir con la pretensión de culpa.
41

El acreedor no tendrá que demostrar que el deudor falto al


cumplimiento de su obligación por dolo o negligencia.
Responsabilidad civil: indemnización moratoria: retardo.
Daños y perjuicios
Indemnización compensatoria: incumplimiento simple.
Acción pauliana: Es la facultad del acreedor para que el juez deje sin
efectos la disposición de una cosa que verdaderamente ejecuto el deudor y
que produjo su insolvencia el efecto de esta acción es que devuelvan al
patrimonio del deudor los bienes de los que dispuso y con valor de ellas, se
haga el pago al acreedor que ejercito la acción es un acto jurídico real .es
cuando el deudor vende sus viene por un valor inferior al real a un tercero
con el objetivo de no perder sus bienes. Si el acto fue gratuito tendrá lugar a
la recisión del mismo aun cuando ha habido buena fe.
La pretensión de nulidad cesara cuando el deudor satisfaga su deuda o
adquiera bienes con que pueda cubrirla.
Daños y perjuicios: nuestra legislación civil señala que el que tenga la
obligación de prestar un bien o un hecho y deje de prestar uno o no los
preste conforme a lo convenido sea responsable por el solo hecho de del
incumplimiento o la indemnización compensatoria o moratoria en los
siguiente términos:
Si la obligación fue a plazo de responsabilidad civil comenzara desde el
vencimiento de este.
El que contravenga una obligación de no hacer pagara daño y perjuicios
por el solo hecho de la contravención.
Se entiende por daño: la pérdida o menoscabó sufrido en el patrimonio
por falta de cumplimiento de una obligación.
Perjuicio: es la privación de cualquier ganancia lícita que debiera
haberse obtenido con el cumplimiento de la obligación.
42

Acción de simulación: se presenta cuando se declara falsamente o se


confiesan situaciones que en realidad no existen;
La simulación puede ser: Absoluta o relativa
Absoluta: es cuando se declara un acto que no tiene nada de real.
Relativa: cuando a un acto jurídico se le da una falsa apariencia que
oculta su verdadero carácter tiene algo de cierto. Endosan el documento.
Se presume que hay simulación en los siguientes actos: cuando se
enajene la cosa en un precio irrisorio menor a la mitad del justo precio.
Cuando la enajenación se realice entre parientes, consorte, adoptante,
adoptado o con persona con quien exista íntima amistad.

Análisis de la Ejecución forzosa como Última Fase del Proceso Civil


Venezolano

Como inicio es menester el indicar que cuando en el marco de las


obligaciones, siempre existirá un deudor así como un acreedor, ambos tienen
deberes mutuos; sin embargo, a pesar de que preexista un contrato, bien sea
verbal o escrito, bien por documento privado o público, no son pocas las
oportunidades en donde el deudor por diversas razones desconoce el pacto
suscrito con quien ahora es su contraparte, tratando de burlar lo acordado,
por lo que el reclamante pasara a convertirse en actor de una demanda que
como pretensión busca que le sea restituido el derecho vulnerado obligando
por la vía jurisdiccional a que quien de manera artera trató de desconocer lo
pactado sea constreñido a realizar el pago en cuestión.
Es allí como se da inicio al proceso judicial, donde el demandante
acude bajo el amparo de la tutela judicial efectiva a reclamar por intermedio
de los Tribunales que la deuda que con él mantiene o mantienen les sea
honrada, por lo que al incoar la demanda se pone en marcha la maquinaria
43

judicial, cuyo norte y fin principal es la búsqueda de la verdad y otorgar


justicia a quien la reclama.
En el proceso judicial ambas partes, demandante y demandado podrán
mediante sus alegatos y medios de prueba ofrecidos el uno atacar y el otro a
defenderse, el primero a buscar la satisfacción de su demanda y el otro a
desvirtuar los señalamientos en su contra; dándose el caso que no son pocas
las veces en que se llega a una formula anticipada de sentencia, mediante un
acto conciliatorio que ponga fin a la litis trabada.
Sin embargo, al no producirse la autocomposición procesal, la
controversia continua en diferentes etapas hasta llegar a la sentencia, donde
uno resultara vencedor y el otro vencido. En caso de que sea la parte
demandante quien salga airoso del lance el Juez constreñirá al vencido a
pagar la deuda mantenida o a la entrega de la cosa que originara la actividad
jurisdiccional, de ser el caso.
Es por ello que el legislador nacional determinó que al culminar el
proceso y dictarse sentencia al vencido se le otorga un lapso comprendido
entre tres y diez días para que cumpla de manera voluntaria, de igual modo,
las partes podrán de mutuo acuerdo que conste en autos, suspender la
ejecución por un tiempo que determinarán con exactitud, así como también
realizar actos de composición voluntaria con respecto al cumplimiento de la
sentencia. Cumplido el termino, se continuara con el procedimiento hacer
cumplir la sentencia, si no se ha satisfecho lo dictaminado por el Tribunal, de
manera voluntaria, es ahí el momento procesal para iniciar la ejecución
forzosa, a objeto de que la sentencia emanada no quede ilusoria.
En concatenación con lo antes expuesto, en materia civil existen dos
formas de cumplimiento de obligaciones, como ya se explicara con
anterioridad; en la primera ambas partes actúan voluntariamente en cuanto a
la prestación de un servicio como al pago de éste. Sin embargo, cuando el
pago no se da debidamente como se estableció puede darse la ejecución
44

forzosa, en donde el acreedor debe acudir ante un órgano jurisdiccional para


que coactivamente obligue al deudor a resarcir el pago.
Es uno de los efectos de las obligaciones que confiere al acreedor una
obligación para exigir el cumplimiento de una acción que se ejerce contra el
deudor incumplido y se concreta sobre su patrimonio. Para su cumplimiento
debe el acreedor contar con un título ejecutivo para hacer constar que existe
una obligación a cargo del deudor; puede aplicar medidas cautelares a éste
para asegurar el cumplimiento de la deuda mediante embargos y secuestros
sobre sus bienes activos.
El
 fundamento
 teleológico
 de
 esta
 ejecución,
 en
 definitiva,
 es

que
las sentencias de
 condena
no siempre
 son

suficientes
para
la
eficaz
tutela
de
los
derechos
lesionados,
en
el
proce
so civil
son
de
naturaleza
patrimonial
ordinariamente;
y
esto
porque
 el

condenado
 puede
 negarse
 a
 cumplir
 voluntariamente
 el
 mandato

contenido
en
ellas.
Por
esto
es
preciso
que
el
Estado
provea
de
los
me
dios
precisos
para
conseguir
el
cumplimiento,
aunque
sea
sin
o
contra
l
a
voluntad
del
deudor.
A
tal
fin,
la
ejecución
 no
 es
 más
 que
 una

actividad
 del
 órgano
 jurisdiccional
 mediante
 la
 cual
 se
 actúan

forzosamente
las
consecuencias
queridas
por
la
norma
en
un
caso
conc
reto
y
sobre
un sujeto determinado.
Al respecto, el artículo 526 del Código de Procedimiento Civil es
diáfano, y de manera lapidar y taxativa lo dispone. Indica el mandato legal,
que una vez que el Juez establece el lapso para el cumplimiento voluntario
de la sentencia proferida, sin que medie tal cumplimiento, se procederá a la
ejecución forzada de la misma, para lo cual debe tenerse en cuenta de qué
tipo de sentencia se trata, si es constitutiva, mero declarativa o de condena,
toda vez que son éstas últimas las únicas que se pueden ejecutar
45

forzosamente, y están referidas a aquéllas en las que el Juez ordena al


demandado a cumplir con una prestación de dar, hacer o no hacer.
En la ejecución forzosa de la sentencia debe prevalecer la pretensión
de condena, que como su nombre lo indica, es aquella en que se pide al juez
la condena del demandado a una prestación, de dar, hacer o no hacer, como
se señalara anteriormente.
En estos casos, generalmente el sujeto activo de la pretensión trata de
obtener la satisfacción de un derecho mediante el cumplimiento de la
obligación recíproca que está a cargo del deudor y que ha quedado
insatisfecha, por lo que el demandante, que es acreedor de la obligación,
considera que el demandado, esto es, su deudor, ha incumplido una
obligación, que ha habido una violación del derecho por parte del obligado, y
mediante la pretensión, este demandante exige que el demandado le cumpla
la prestación debida y en caso de que no la cumpla, que el tribunal Condene
a que la cumpla.
Por lo que para poder pronunciar la condena, el tribunal debe encontrar
que la demanda está fundada en derecho, esto es, que examinado su
contenido, y analizadas las pruebas, el tribunal encuentre que las
afirmaciones de hecho o de derecho expuestas en la pretensión son
verdaderas y justifican la resolución pedida. Esto supone una previa
declaración del tribunal acerca de la existencia de la obligación reclamada y
posteriormente, en caso de incumplimiento de la condena, la ejecución
forzada jurisdiccional.
Por ello, en toda pretensión de condena se pide al tribunal la
declaración oficial sobre la existencia del derecho reclamado y de la
obligación insatisfecha, y también la condena del deudor a la prestación
debida. Y si vencido el plazo para el cumplimiento voluntario, el actor podrá
solicitar al Tribunal la ejecución forzosa o forzada de la sentencia que ha
quedado definitivamente firme.
46

Bases Legales

Las bases Legales, como su nombre lo indica es la parte


fundamentada por las leyes venezolanas
En este sentido Martínez (2006), señala:

Tal como la denominación de la sección lo indica, se incluyen


todas las referencias legales que soportan el tema o problema de
investigación. Para ello, se pueden consultar: (a) la constitución
nacional; (b) las leyes orgánicas; (c) las gacetas gubernamentales;
entre otros dispositivos apropiados. La investigación se sustenta
en una serie de documentos jurídicos (p. 45)

Para la presente Investigación se ha considerado pertinente utilizar


como bases legales a la Constitución de la República Bolivariana de
Venezuela (1999) y el Código Orgánico de Procedimiento Civil (1990)

Constitución de la República Bolivariana de Venezuela (1999)

Artículo 26

Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de administración


de justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso los colectivos o
difusos, a la tutela efectiva de los mismos y a obtener con prontitud la
decisión correspondiente.
El Estado garantizará una justicia gratuita, accesible, imparcial, idónea,
transparente, autónoma, independiente, responsable, equitativa y expedita,
sin dilaciones indebidas, sin formalismos o reposiciones inútiles.
Del citado Artículo Constitucional se infiere que el derecho a una tutela
judicial efectiva; el derecho a que todo ciudadano pueda acezar a la
47

administración de justicia, además de que es obligación del Estado lograr


una justicia expedita, equitativa, gratuita y autónoma, entre otros principios.

Código Orgánico de Procedimiento Civil (1990)

Título IV De la Ejecución de la Sentencia

Capítulo I Disposiciones Generales

Artículo 523

La ejecución de la sentencia o de cualquier otro acto que tenga fuerza de


tal, corresponderá al Tribunal que haya conocido de la causa en primera
instancia. Si fuere un Tribunal de arbitramento el que haya conocido en
primera instancia, la ejecución corresponderá al Tribunal natural que hubiere
conocido del asunto de no haberse efectuado al arbitramento.
De acuerdo a lo establecido en el citado Artículo cualquier otro acto que
tenga fuerza de tal y/o la ejecución de la sentencia incumbirá al Tribunal que
haya conocido de la causa en primera instancia. No obstante, en el caso de
que haya sido un Tribunal de arbitramento quien hubiere conocido en
primera instancia, concernirá al Tribunal natural que hubiere conocido del
asunto de no haberse efectuado al arbitramento.

Artículo 524

Cuando la sentencia haya quedado definitivamente firme, el Tribunal, a


petición de la parte interesada, pondrá un decreto ordenando su ejecución.
En dicho decreto el Tribunal fijará un lapso que no será menor de tres días ni
48

mayor de diez, para que el deudor efectúe el cumplimiento voluntario, y no


podrá comenzarse la ejecución forzada hasta que haya transcurrido
íntegramente dicho lapso sin que se hubiese cumplido voluntariamente la
sentencia.
Se evidencia de lo señalado en este Artículo que el Tribunal, a petición
de la parte interesada, pondrá un decreto ordenando su ejecución una vez
que la Sentencia se firme. Para ello dará un plazo, para que pueda darse
inicio a la Ejecución forzosa

Artículo 525

Las partes podrán de mutuo acuerdo que conste en autos, suspender la


ejecución por un tiempo que determinarán con exactitud, así como también
realizar actos de composición voluntaria con respecto al cumplimiento de la
sentencia.
Vencido el término de la suspensión o incumplido el acuerdo,
continuará la ejecución conforme lo previsto en este Título.
De lo que expone este Artículo, las partes de mutuo acuerdo podrán
fijar un tiempo determinado suspender la ejecución, ello debe constar en
auto, sin embargo, si una vez vencido el lapso para el acuerdo y este no se
ha llevado a cabo, se continuará la ejecución, siguiendo los parámetros
exigidos por la Ley.

Artículo 526

Transcurrido el lapso establecido en el artículo 524, sin que se hubiese


cumplido voluntariamente la sentencia, se procederá a la ejecución forzada.
49

Se evidencia de lo expuesto en este Artículo que una vez transcurrido


los diez días de plazo máximo que da el tribunal una vez que se haya
ejecutado la Sentencia, si no ha habido cumplimiento voluntario de dicha
sentencia, se dará paso a la Ejecución forzosa

Artículo 527

Si la condena hubiere recaído sobre cantidad líquida de dinero, el Juez


mandará embargar bienes propiedad del deudor que no excedan del doble
de la cantidad y costas por las cuales se siga ejecución. No estando líquida
la deuda, el Juez dispondrá lo conveniente para que se practique la
liquidación con arreglo a lo establecido en el artículo 249. Verificada la
liquidación, se procederá al embargo de que se trata en este artículo.
El Tribunal podrá comisionar para los actos de ejecución, librando al
efecto un mandamiento de ejecución en términos generales a cualquier juez
competente de cualquier lugar donde se encuentren bienes del deudor.
El mandamiento de ejecución ordenará:
1° Que se embarguen bienes pertenecientes al deudor en cantidad que
no exceda del doble
de la cantidad y costas por las cuales se siga la ejecución.
2° Que se depositen los bienes embargados siguiendo lo dispuesto en
los artículos 539 y
siguientes de este Código.
3° Que a falta de otros bienes del deudor, se embargue cualquier
sueldo, salario o remuneración de que disfrute, siguiendo la escala indicada
en el artículo 598.
Artículo 528 Si en la sentencia se hubiere mandado a entregar alguna
cosa mueble o inmueble, se llevará a efecto la entrega, haciéndose uso de la
fuerza pública, si fuere necesario.
50

Si no pudiere ser habida la cosa mueble, podrá estimarse su valor a


petición del solicitante, procediéndose entonces como si se tratara del pago
de cantidad de dinero.

Artículo 529

Si en la sentencia se hubiese condenado al cumplimiento de una


obligación de hacer o de no hacer, el Juez podrá autorizar al acreedor, a
solicitud de éste, para hacer ejecutar él mismo la obligación o para destruir lo
que se haya hecho en contravención a la obligación de no hacer a costa del
deudor.
En caso de que el acreedor no formulare tal solicitud o de que la
naturaleza de la obligación
no permitiera la ejecución en especie o la hiciere demasiado onerosa,
se determinará el crédito en una cantidad de dinero y luego se procederá
como se establece en el artículo 527.

Artículo 530

Si en la sentencia se hubiere condenado alternativamente a la entrega


de una de varias cosas y el deudor a quien corresponda la elección no diere
cumplimiento a la sentencia en el lapso indicado en el artículo 524, el
acreedor puede pedir la entrega de una cualquiera de ellas, a su elección, y
se procederá como indica el artículo 528 de este Código, todo sin perjuicio de
lo previsto en la Sección Tercera, Capítulo II, Título Tercero, Libro Tercero,
del Código Civil para los casos en que ha perecido una o todas las cosas
prometidas alternativamente.

Definición de Términos
51

Acción de simulación: se presenta cuando se declara falsamente o se


confiesan situaciones que en realidad no existen;

Acción pauliana: Es la facultad del acreedor para que el juez deje sin
efectos la disposición de una cosa que verdaderamente ejecuto el deudor y
que produjo su insolvencia el efecto de esta acción es que devuelvan al
patrimonio del deudor los bienes de los que dispuso y con valor de ellas, se
haga el pago al acreedor que ejercito la acción es un acto jurídico real .es
cuando el deudor vende sus viene por un valor inferior al real a un tercero
con el objetivo de no perder sus bienes. Si el acto fue gratuito tendrá lugar a
la recisión del mismo aun cuando ha habido buena fe.

Daño: detrimento, perjuicio o menoscabo que una persona sufre a


consecuencia de la acción u omisión de otra, y que afecta a sus bienes,
derechos o intereses

Daño Moral: es la consecuencia de un hecho generador capaz de causar un


Estado de Dolor y sufrimiento en la Victima que cambia su estabilidad
Psíquica y Social, ya que a partir de ese hecho su vida más nunca será igual,
.
Daños y perjuicios: La legislación civil señala que el que tenga la obligación
de prestar un bien o un hecho y deje de prestar uno o no los preste conforme
a lo convenido sea responsable por el solo hecho de del incumplimiento o la
indemnización compensatoria o moratoria en los siguiente términos:

Mora: retraso culpable o deliberado en el cumplimiento de una obligación o


deber. Así pues, no todo retraso en el cumplimiento del deudor implica la
existencia de mora en su actuación.
52

Simulación Absoluta: es cuando se declara un acto que no tiene nada de


real.

Simulación Relativa: cuando a un acto jurídico se le da una falsa apariencia


que oculta su verdadero carácter tiene algo de cierto vgr. Endosan el
documento
53

CAPITULO III

CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES

Conclusiones

El modo de procedencia para la aplicación de la ejecución forzosa en el


marco del proceso civil venezolano tal como lo estima el Código de
Procedimiento Civil, se da una vez dictada sentencia se otorga un lapso no
menor de tres días ni mayor de diez, para que el demandado cumpla de
forma voluntaria la acción impuesta, cumplido éste lapso y si el
incumplimiento es notorio, el actor solicitara la ejecución forzosa o forzada de
la sentencia a objeto de que el derecho sea restituido y el fallo tribuna licio no
quede ilusorio.
Las diferencias entre ejecución voluntaria y ejecución forzosa de la
sentencia como última fase en el proceso civil de Venezuela se distinguen
por cuanto, la ejecución voluntaria es viable cuando el demandado accede a
cumplir lo estipulado en la sentencia por sí mismo, bien sea una acción de
restitución, de hacer o no hacer o pagar cantidades dinerarias cuando éste
sea el caso. Por otro lado, la ejecución forzosa de la sentencia es el poder
que tiene el Juez para obligar judicialmente al accionado a cumplir las
obligaciones que posee con el actor, bien sea a través de embargo,
secuestro de bienes muebles o inmuebles, cumpliendo las formalidades que
otorga la ley adjetiva civil patria.
Para los efectos jurídicos de la ejecución forzosa en el proceso civil
venezolano, una vez cumplido el lapso de tiempo para la ejecución
voluntaria, y proceder a la ejecución forzada de la sentencia, el Tribunal debe
54

ordenar el embargo de bienes, cuyo valor no exceda del doble de la cantidad


demandada, así como cubrir las costas procesales.
En caso de que los bienes se encuentren fuera de jurisdicción el
Tribunal podrá comisionar a otro Juez, competente para que proceda al
embargo de bienes.
En caso de que la sentencia recaiga sobre obligaciones de hacer o no
hacer el Juez podrá ordenar al deudor a efectuar la obligación impuesta, en
caso de que la obligación sea de no hacer podrá ordenar que se destruya lo
que se haya hecho en contravención a la obligación de no hacer a costas del
deudor.
Los efectos jurídicos originados en la ejecución forzosa de la sentencia
pueden resumirse en secuestro, embargo, hacer cumplir la obligación de
hacer o no hacer, por lo que el deudor deberá cumplir el mandato judicial
bajo pena de incurrir en desacato y por ende ser acreedor de sanciones, así
como al final deberá efectuar la obligación impuesta.

Recomendaciones

Una reforma al Código de Procedimiento Civil, donde se instaure el


sistema oral en las demandas por restitución de derechos a objeto de que el
proceso sea rápido y expedito, tal como lo contempla el espíritu del legislador
en relación a la tutela judicial efectiva y a los principios de celeridad y
economía procesal.
Revisión profunda de la ley adjetiva civil, en virtud de que para poder
llegar a una sentencia, bien sea por el procedimiento breve o procedimiento
ordinario, se deben cumplir lapsos procesales largos y engorrosos. Más aun,
cuando a pesar de haber un fallo pudiera incluso oponerse a la sentencia de
ejecución forzosa, una vez que el deudor no ha podido demostrar en el juicio
que posee la razón. Por ello, el actor puede verse en estado de indefensión,
55

ya que a pesar de haber salido vencedor en la litis trabada existen elementos


que frenarían o dilatarían la forzada ejecución de la sentencia, jugando en
contra de sus intereses.

Que en la Carrera de Derecho y en estudios de postgrado, se


modernicen los pensum de estudios a objeto de que el tema de la ejecución
forzada de la sentencia sea le otorgue un tratamiento especial, donde se
analice sus alcances, limitaciones y formas de proceder a fin de que el
estudiante obtenga los conocimientos plenos para que en el ejercicio de su
profesión puedan desarrollar los conocimiento adquiridos en provecho de sus
representados.
56

REFERENCIAS

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Editorial Mc Graw – Hill. Interamericana de España, S.A.

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Ejecución Forzosa. Editorial McGraw Hml México D.F

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Castañeda, María (2010) Estudio Analítico de la Ejecución forzosa


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Chiovenda (2003) La Ejecución Forzosa en la Última Fase del


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Código de Procedimiento Civil (1990) Gaceta Oficial Nº 4.209


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Código Civil Venezolano (1990) Gaceta Oficial Nº 2.990 de fecha 26 de


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Córdova José (2012) Formas de ejecución de la sentencia en el proceso


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Fermín Toro

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Editorial Mc Graw – Hill. Interamericana de España, S.A.
57

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