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INSTITUTO NACIONAL DE LA MUJER/ INAM

COMISION ECONÓMICA PARA AMERICA


LATINA/CEPAL
PROGRAMA DE LAS NACIONES UNIDAS PARA EL
DESARROLLO/ PNUD

PROYECTO

Gobernabilidad Democrática e Igualdad de Género En América Latina y


el Caribe

Fortaleciendo Mecanismos de Participación Equitativa y Democracia


Para Atender las Necesidades y Demandas de las Mujeres en el Marco de
las Reformas del Estado Hondureño.

“Estrategia para viabilizar la Participación Política de las Mujeres


Hondureñas ”

Informe

Blanca Estela Dole Duron


Consultora

Tegucigalpa, Honduras, C.A.


2003-2004
CONTENIDO

Página

I. Presentación 3

II. Breve Contexto Histórico 4-5

III. La Participación Política de las Mujeres


y la Ley de Igualdad de Oportunidades 6-8

IV. Participación Política De Las Mujeres en el actual


Contexto 8-14
4.1 El Aporte del Movimiento de Mujeres al Proceso
Democrático

V. Factores culturales que inciden en la participación 15-17


política de las mujeres.

VI. Retos a seguir 18-20

VII. Marco de las reformas políticas 20-21

VIII. Estrategia de incidencia para la intervención oportuna


en la aprobación del porcentaje de participación política
de las mujeres hondureñas en la ley electoral. 21-22

IX. Resultado de la estrategia 22-24

X. Anexos 25-27
§ Bibliografía
§ Capitulo II, Ley Electoral

2
PRESENTACIÓN

Este trabajo propone una estrategia para la participación política de las mujeres
hondureñas en el contexto de las reformas a la ley electoral, en el marco del proyecto:
Gobernabilidad Democrática e igualdad de género en América Latina patrocinado
por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe - CEPAL, Unidad Mujer
y Desarrollo.

Uno de los propósitos del proyecto es abonar al camino recorrido por el Instituto
Nacional de la Mujer en su esfuerzo por afianzar su institucionalidad en el Estado como
ente rector de las políticas destinadas a mejorar la situación y posición de las mujeres
hondureñas, así como dar cumplimiento a la política Nacional de la Mujer, plan
consensuado con el Movimiento amplio de Mujeres y que fue elevado a rango de política
de estado en Noviembre del 2002. Allí se establece el carácter prioritario de La
participación Social y Política de las Mujeres.

Para realizar este trabajo se consideró tomar como punto de partida los resultados de las
investigaciones que ha patrocinado el Instituto Nacional de la Mujer en el tema de
Participación Social y Política de las Mujeres, deteniéndonos en los factores culturales que
posibilitan la participación de las mujeres en los puestos de elección popula. En tal sentido
para fines de esta trabajo se retoman tanto los datos cuantitativos sobre los procesos
electorales que muestran el porcentaje de participación de las mujeres, como los datos
cualitativos sobre la cultura política que permea la participación política de las mujeres
hondureñas, así mismo las diferentes propuestas desarrolladas por diferentes actores.

Lo anterior nos permitirá contar con un diagnóstico sobre la participación política de las
mujeres, el que fue utilizado para el desarrollo de encuentros donde participaran las
diferentes iniciativas de mujeres tanto del movimiento de mujeres, movimiento fe minista
como las integrantes de los cinco partidos políticos, las congresistas para discutir
estrategias viables que posibiliten la participación de las mujeres en las propuestas de
reformas a la ley electoral.

Este documento recoge los resultados de ese proceso de elaboración, discusión y


aprobación de la Ley Electoral.

3
LA PARTICIPACIÓN SOCIAL Y POLITICA DE LAS MUJERES
HONDUREÑAS

II. Breve Contexto Histórico

Mucho antes de que las mujeres conquistaran el derecho al sufragio, participaban


activamente en la vida política del país como mensajeras, espías, consejeras, propagandistas
en períodos de guerra, movilizándose públicamente, elaborando discursos para la prensa,
alentando a los hombres para que votaran. A finales del Siglo XIX una de las principales
formas de organización de las mujeres hondureñas se dio a través de la creación de “clubes
políticos”, cuyo objetivo era el de apoyar a un determinado candidato durante las campañas
electorales.

Los argumentos ideológicos con que la clase política y la intelectualidad de la época se


negaban a reconocer el derecho de las mujeres al voto, se contradecían con el
reconocimiento que los mismos hacían a su capacidad de movilización y de influencia para
lograr que los caudillos liberales y nacionalistas obtuvieran cargos públicos en el estado.

En tal sentido es importante resaltar la activa participación de las mujeres en las


movilizaciones político partidarias de la época, lo cual queda ampliamente reportada en la
existencia de clubes femeninos orga nizados en diversas regiones del país; Tal y como nos
continúa diciendo Rina Villars “En las elecciones presidenciales de 1923 se formaron
decenas de clubes femeninos en ciudades y pueblos del país... El Alba (Nacionalista, en
el Arenal Yoro); Azul y Blanco (Nacionalista, en Guajiquiro, La Paz); Comité Femenino
Manuel Bonilla (Nacionalista, en Amapala); Club Enma de Bonilla (Liberal, en Yarula,
Intibucá); El Entusiasmo Femenino (Nacionalista, La Encarnación, Ocotepeque)...”
Estos clubes se organizaban y funcionaban en casas particulares y algunas veces eran
promovidos por dirigentes políticos locales”.1

Por otro lado y en alusión a la relación que las mujeres establecieron tempranamente entre
el espacio doméstico-familiar y la política pública, tal como señala Rina Villars “En la
campaña presidencial de 1902 un grupo de señoritas organizó el club “Las Palmeras” en
el pueblo de Guarita, departamento de Lempira, para apoyar la candidatura de Manuel
Bonilla. Doña Carlota de Membreño, una mujer bonillista, expresó que la simpatía de
las mujeres estaba con aquel candidato que mejor supiera garantizar la paz de sus
hogares”.2
____________________
1.COFEMUN-INAM Investigación “Participación Política de las Mujeres Hondureñas, citando a Rina
Villars, Pág. 28.
2. idem, pág.28

4
En las primeras décadas del siglo XX las mujeres participaron en luchas políticas en
defensa de la soberanía nacional y el proyecto unionista centroamericano; En tal sentido
como afirma Rina Villars “El primero de estos actos tuvo su manifestación más notable
en 1913, cuando en el senado de los Estados Unidos se discutía la posibilidad de
convertir a Nicaragua en un protectorado estadounidense. Entonces hubo un rechazo
casi generalizado del pueblo hondureño ante lo que se consideró una afrenta a la
soberanía y dignidad centroamericanas”.3

Las mujeres se incorporaron a este primer movimiento antiimperialista del siglo XX en el


que Visitación Padilla fue una de las voces femeninas que dejó oír con mayor convicción
su defensa a la soberanía nacional. Es elocuente la cita que hace Rina Villars respecto a la
firmeza de sus ideales: “Este grito es el grito de la mujer hondureña a quien me he
permitido representar en esta lucha cívica...”4

Las mujeres obreras no solo formaron la Federación Obrera Hondureña (FOH) sino que
desde esta plataforma reivindicativa se organizaron en comité para la defensa del ideal
unionista. “En Tegucigalpa se organizó el Comité Central Femenino Unionista “Juan
Rafael Mora” el cual fue presidido por Visitación Padilla...en el interior del país se
formaron sub-comités y clubes femeninos unionistas...” en los cuales se destacaron
mujeres como “Carlota Boquín..., Olimpia Varela..., Guillermina Chávez...y Cleotilde
Galindo.”5

Fueron las mujeres liberales las que iniciaron todo una ola de protestas contra el régimen
de Carias. Se destacan en las protestas del 29 de Mayo de 1944 mujeres como Visitación
Padilla, Enma de Bonilla, Argentina Díaz Lozano, Carlota de Valladares, quienes al frente
de mujeres de diversas clases sociales, se enfrentaron públicamente con el régimen.

En un contexto internacional influenciado por la construcción de nuevas formas de


convivencia que dan paso a la elaboración y aprobación de la Declaración Universal de los
Derechos Humanos, así como a la creación del Sistema de Naciones Unidas, el gobierno
de Carias pierde el apoyo recibido por parte del gobierno de Estados Unidos y en 1949
llega a la presidencia Juan Manuel Gálvez quien inicia una nueva etapa en la historia
política del país, en la que se destaca la instalación de procesos electorales como fuente de
legitimación de los partidos políticos y su acceso al gobierno, en coexistencia con formas
de represión frente a protestas populares.

La prolongada dictadura de Carias, la represión ejercida por el gobierno de Juan Manuel


Gálvez y la sobre-explotación de la mano de obra bananera bajo el monopolio de
compañías norteamericanas en la costa norte del país, dan paso a la huelga de 1954, en la
que las mujeres tuvieron una participación protagónica y determinante tanto desde
posiciones de liderazgo como en apoyo a las familias movilizadas.
________________________
3.COFEMUN-INAM Investigación “Participación Política de las Mujeres Hondureñas, citando a Rina
Villars, pág 28 y 29.
4. idem,pág.28 y 29
5. idem,pág.28 y 29

5
Las mujeres a través de la historia han tenido una intensa participación en la vida política,
desde donde han logrado articular demandas comunes a toda la sociedad, tales como la
soberanía y la democracia, con las demandas por el reconocimiento de los derechos
ciudadanos de las mujeres.

III. La Participación Política de las Mujeres y la Ley de Igualdad de


Oportunidades

En el año 2,000 iniciada la campaña de los candidatos(as) a la Presidencia para el periodo


2002-2007, el presidente del Congreso Nacional en funciones presenta apertura para
discutir la propuesta de Ley de Igualdad de Oportunidades, presentada por la presidenta de
la Comisión de la Mujer del Congreso, ello crea una serie de polémicas entre los
parlamentarios, centrándose en él articulo 81, debido a que en el se establece el 30% de
participación de las mujeres en las planillas en puestos elegibles, los argumentos fueron
numerosos en contra del articulo citado, pero la ley fue aprobada dada a la coyuntura del
momento “ El presidente del Congreso se postulaba para la Presidencia de la Republica” ,
el interés por el voto femenino fue determinante.
Sin embargo el contenido del articulo no comprometía a las instancias correspondientes de
hacer cumplir esta disposición, veamos textualmente lo que nos plantea:

El ARTICULO 81 establece que el Estado, a través de las instituciones respectivas,


tomará medidas eficaces para lograr una distribución equitativa de hombres y mujeres en
los cargos de elección popular, acelerando el proceso encaminado a hacer efectivo el
ejercicio de los derechos políticos de hombres y mujeres en igualdad de oportunidades.
Para lograr la participación efectiva de la mujer, se establece una base de treinta por ciento
(30%) en forma progresiva, hasta lo grar la equidad entre hombres y mujeres, aplicable en lo
relativo a los cargos de dirección de los partidos políticos, diputados propietarios y
suplentes al Congreso Nacional, al Parlamento Centroamericano, Alcaldes y Alcaldesas,
Vice-Alcaldes y Regidores en posición elegible de conformidad con una escala basada en
los resultados de tres elecciones precedentes.

En aquellos departamentos donde la representación recaiga en un solo diputado o donde no


se haya expresado voluntad de participación, no serán aplicables las presentes disposiciones

Lo anterior nos llama a la reflexión en cuanto a la actuación que deben tener las mujeres en
los diferentes poderes del Estado, el actuar sin haber generado consensos, sin conocimiento
sobre la jurisprudencia, la falta de análisis político nos conduce al desarrollo de acciones
que provocan adversidad.

Los datos del proceso electoral de 2002 permiten afirmar que la participación de las
mujeres en instancias de toma de decisiones en el ámbito nacional y local continúa por
debajo de la participación masculina. En todos los casos los hombres ocupan posiciones
evidentemente más ventajosas que las mujeres (primeros lugares en las listas de candidatos
y primeros cargos en la mayoría de las instituciones del estado sobre todo en los niveles

6
mas altos de la pirámide. Las elecciones nos muestran la diferencia significativa entre
hombres y mujeres ocupando puestos de toma de decisión en los tres poderes del Estado,
siendo paradójico que existiendo la Ley de Igualdad de Oportunidades la participación de
las mujeres baje en estos puestos. El siguiente cuadro nos muestra los datos que
demuestran lo expuesto:

CUADRO No 1
Representación de Hombres y Mujeres en los más altos
cargos de Toma de Decisión en los Poderes del Estado
Período 2002-2007

PODERES DEL ESTADO Hombres Mujeres Total


Poder Ejecutivo
Designados Presidenciales 2 1 3
Secretarías de Estado 12 3 15
Poder Judicial
Corte Suprema de Justicia 6 9 15
Poder Legislativo
PARLACEN 17 3 20
Congreso Nacional 119 9 128
Gobiernos Locales
Alcaldías 271 27 298
Total 429 52 481
Fuente: Investigación Participación Social y Política de las Mujeres Hondureñas
2003. COFEMUN-INAM

Confirmando esta realidad, el Movimiento de Mujeres Visitación Padilla, llevó a cabo un


proceso de consulta en el ámbito nacional para desarrollar la propuesta de una nueva Ley
Electoral.

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IV. PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LAS MUJERES EN EL ACTUAL
CONTEXTO.

Como constatan los textos oficiales que documentan “la historia” del país, pocas veces se
recupera la participación política de las mujeres hondureñas del pasado y aun en el
presente. En general encontramos una sobre-representación de las figuras masculinas en
calidad de héroes, líderes o ilustres hijos de la patria, y una subrepresentación de las
mujeres, las que en el mejor de los casos son presentadas como honrosas excepciones del
género femenino en el espacio público.

La lucha de las mujeres por conquistar el derecho al voto, se ubica como uno de los grandes
hitos en la historia de participación de las mujeres en el espacio público, en su esfuerzo por
ser incluidas en el concepto de democracia. En este contexto podemos destacar la
participación de la Federación de Asociaciones femeninas de Honduras (FAFH),
acompañada de mujeres profesionales, como la Abogada: Alba Alonso de Quezada, Lucy
Gamero de Medina, Clementina Suárez y muchas otras que no han sido registradas.

En este momento de la historia, las mujeres consideraron que su lucha encaminada a


obtener el derecho al voto era suficiente para que las mujeres incursionaran en la vida
pública a través del ejercicio del sufragio. Sin embargo, la clase política y la intelectualidad
de la época por varias décadas repitieron argumentos con los que justificaban su ne gativa a
reconocer el derecho de las mujeres al voto, ellos se contradecían abiertamente con el
reconocimiento público que los caudillos de la época hacían al aporte de las mujeres, lo
mismo ocurre en pleno siglo XXI, cuando en el Congreso de la República se discute La Ley
Electoral, en donde las mujeres demandan la participación equitativa en las planillas de
elección popular.

Se puede ver cómo los planteamientos del pasado para obstaculizar la participación
política de las mujeres en igualdad de oportunidades, son similares a los del presente, para
ello citamos los argumentos del siglo pasado y los del presente:

“En el año de 1894, siendo declarado Presidente de la República el Señor Policarpo


Bonilla, se somete a debate el artículo 24 de la nueva constitución referente al sufragio, en
ese momento histórico fueron tres diputados los que propusieron el derecho de las mujeres
al sufragio, la moción de añadir “ El sufragio se hace extensivo a la mujer” la realizo el
diputado: Francisco Argueta Vargas, secundada por otros dos diputados.
En esta época el Diputado Alberto Uclés Expreso: “ La ciencia ha consagrado a la mujer
para la Iglesia y el Hogar, y al hombre para el Estado”.
Subyace en este planteamiento la asignación de roles supuestamente asignados por la
ciencia (y no por la naturaleza) por medio de la cual las mujeres estaban destinadas a
ocuparse de los asuntos domésticos y resguardar la moral de la familia, mientras los

8
hombres eran los únicos aptos para participar en el espacio público, que por cierto aparece
distanciado de la familia, de la moral y de la religión.” 6

A ciento diez años, en el año 2004, se introduce en el Congreso Nacional la propuesta de


La Ley Electoral, en donde se contempla un capítulo de Igualdad de oportunidades, en este
momento de la historia, el movimiento de Mujeres hondureñas había dado grandes pasos
en su crecimiento, influyendo en la instalación de políticas públicas (Política Nacional de
la Mujer, Primer Plan de Igualdad de Oportunidades), y mecanismos para
operacionalizarlas ( Instituto Nacional de la Mujer, Comisión de la Mujer en el Congreso
Nacional.), para mejorar la posición y situación de las mujeres, en este proceso las mujeres
del Congreso así como las mujeres ocupando puestos de toma de decisiones han presentado
una apertura al diálogo político asumiendo propuestas y retos.

Es meritorio reconocer el trabajo que desarrolló el Movimiento de Mujeres Visitación


Padilla para elaborar una propuesta de Ley Electoral a través de un proceso de consulta, la
propuesta fue asumida por La Convergencia de Mujeres, instalándose en La Agenda
Mínima como uno de los problemas urgentes a ser retomados por el Gobierno del
presidente Ricardo Maduro.

En esta propuesta se plantea un sistema Proporcional Personalizado, donde la


conformación de las planillas sea de forma alterna, de forma tal que la representación
femenina sea el 50% . Esta propuesta es asumida por muchas organizaciones de la Sociedad
Civil aglutinadas en el Movimiento Cívico para la Democracia.

Las reacciones no se hicieron esperar, antes de discutirse los artículos 133 y 134 que
proponen la igualdad de oportunidades, en la Ley Electoral, el Diputado Oswaldo Ramos
Soto Dijo a la prensa nacional lo siguiente:

“ Creo que hay que apoyar a las mujeres porque sin ellas qué pasaría en el Mundo.
No podríamos reproducirnos”
La cuestión política es compleja porque hay que andar en el campo, cuando un
hombre anda en las montañas y tiene que hacer sus necesidades fisiológicas se hace a
un lado y se mete, pero a las mujeres habría que inventarles un aparato especial
porque hay problemas cuando andan en los carros”. (Diaro: El Heraldo del 25 de
Marzo del 2004)

En este momento de la historia a más de un siglo, los argumentos siguen teniendo las
mismas bases de sustentación, ahora las mujeres no pueden asumir la vida política por
funciones fisiológicas y porque la reproducción de la especie humana es exclusividad de las
mujeres, en cambio a los los hombres si les es permitido descubrir públicamente su cuerpo,
para satisfacer sus necesidades, y continua éste sin asumir la reproducción como su

6
COFEMUN-INAM Investigación “Participación Política de las Mujeres Hondureñas, citando a Rina
Villars, Pág. 24 y 25.

9
responsabilidad distanciándose nuevamente de la moral y la familia, asignándole a las
mujeres los asuntos de la reproducción como responsabilidad exclusiva así como el
resguardo de la moral.

Lo anterior evidencia una cultura política instalada en hombres y mujeres hondureñas a


través de la historia y por lo tanto los cambios que se deben promover deben ir
encaminados a modificar esta cultura.

La posibilidad de promover cambios sustantivos en la cultura política del país caracterizada


entre otros aspectos por la discriminación hacia las mujeres, requiere de un esfuerzo
consciente de recuperación de los aportes dados por éstas, tanto en lo que se refiere a la
conquista de sus derechos ciudadanos como mujeres, así como a las luchas compartidas en
favor de la paz, la justicia social y la democracia.

A pesar de las barreras y obstáculos impuestas por la cultura hegemónica que intenta
confinar a las mujeres en el espacio doméstico, ellas han defendido su derecho de
participación, delimitando estrategias de acercamiento con los hombres para que éstos
asuman las propuestas de las mujeres Eso es de gran importancia en el proceso de
transformación de estereotipos y prejuicios que sirven para perpetuar la discriminación
contra las mujeres.

El paso de las mujeres por posiciones de liderazgo en el espacio público en muchos casos
está directa o indirectamente vinculado a iniciativas que promueven una nueva cultura de
relación entre mujeres y hombres, un nuevo ordenamiento jurídico y un nuevo papel del
estado en la promoción de la equidad de género.

Muchas mujeres que ocupan posiciones de liderazgo en los partidos políticos y/o cargos de
dirección en el estado, han demostrado su compromiso con la promulgación de leyes,
elaboración e impulso de políticas públicas favorables a los derechos de las mujeres y por
ende a la equidad de género; así como a la promoción de mecanismos institucionales que
garanticen la implementación de las mismas por parte del estado hondureño.

En 20 años de retorno a la vida cívico-político de Honduras podemos afirmar que es a


finales de la década de los noventa cuando se visualiza un movimiento de mujeres
desarrollando propuestas en el marco jurídico, proponiendo Leyes y la creación de
mecanismos que garanticen la puesta en marcha de políticas públicas para mejorar la
situación y posición de las mujeres hondureñas.

La instalación de la Comisión de la Mujer del Congreso ha sido otro avance significativo


para las parlamentarias y para el Movimiento de mujeres puesto que ello garantiza
mantener comunicación con un mecanismo directo del Poder Legislativo para tratar Los
Derechos Humanos de las Mujeres, en 1998 esta comisión jugo un papel importante, la
Diputada Soad Salomón de Facusse asumió el reto de defender las propuestas que
significaban un avance para las mujeres, Como presidenta de la Comisión de la Mujer su
compromiso fue determinante en la presentación y defensa de la Ley contra la Violencia
Doméstica, la diputada Victoria Contreras fue otra de las diputadas que se comprometió
con esta ley; en periodos siguientes otras diputadas han retomado la importancia de

10
mantener vigente la Comision de la Mujer, incorporando a todas las congresistas de los
diferentes partidos politicos, la Diputada: Doris Gutierrez, es una de las mujeres que ha
levantado la voz en el seno del Congreso para defender las propuestas de ley encaminadas a
garantizar los derechos humanos de las mujeres, en este recorrido se han destacado tambien
las diputadas: Luz Ernestina Mejía, Gloria Oqueli, estas últimas se destacaron en la defensa
de la ley de Igualdad de Oportunidades, obligando a los Diputados a considerar la
participación de las mujeres diputadas en la discusión y aprobación de esta Ley, en este
periodo, estas mujeres se tomaron las instalaciones del Congreso Nacional cuando los
diputados se encontraban en su interior, coordinando acciones con el Movimiento de
Mujeres, obligando así a las diferentes bancadas de los partidos políticos a generar un
dialogo con el Movimiento de Mujeres.

Acciones como las anteriormente mencionadas muestran claramente la capacidad que las
mujeres han desarrollado conjuntamente para hacer valer sus derechos. Sin embargo es
necesario rescatar que estos procesos han sido acompañados por hombres sensibles y
comprometidos con la lucha de las mujeres, los cuales han sido canales para viabilizar él
dialogo con las dirigencias de los partidos políticos y de los poderes del Estado.

La creación de mecanismos desde el Poder Ejecutivo como La oficina Gubernamental de la


Mujer, dirigida en su inicio por la Designada Presidencial Guadalupe Jerezano, quien jugo
un papel fundamental en el ámbito nacional e internacional, al participar activamente en el
tema de Violencia contra las mujeres.
Posteriormente La Oficina Gubernamental se convierte en Instituto Nacional de la Mujer,
teniendo gran trascendencia la lucha que desarrollo el Movimiento de Mujeres / feminista
en la propuesta de ley para su creación
El Instituto inicia el trabajo de elaboración de la Política Nacional de la Mujer, a través de
jornadas de consulta con el Movimiento Amplio de Mujeres / feminista, coordinado por el
INAM 1

4.1 El Aporte del Movimiento de Mujeres al Proceso Democrático

Durante las últimas tres décadas encontramos un movimiento de mujeres amplio, plural,
heterogéneo y con presencia en casi todo el territorio nacional, aportando desde las
diferentes realidades al proceso democrático nacional
Se pueden destacar algunos puntos fundame ntales que han significado el cimiento de los
aportes del movimiento de mujeres/ feminista Por lo tanto se debe de considerar el aporte
que la academia ha dado a centenares de mujeres en su formación y desarrollo, las que en
la actualidad son lideres del movimiento de mujeres / feminista, el recorrido que a
continuación se detalla habla por sí solo:

1
este proceso iniciado por la Señora Maria Marta Díaz, directora del INAM, el movimiento de Mujeres aporta
propuestas, a través de la instancia de la Convergencia de Mujeres-Honduras, revisando , analizando el documento
borrador, realizando una propuesta completa la que fue retomada en su contenido para el documento final. El proceso de
la política Nacional de la Mujer fue retomado por la Ministra del INAM, Marcela del Mar Suazo , logrando
conjuntamente con el Movimiento de Mujeres que se elevara a Política de Estado, este hecho es de gran relevancia, ya que
por primera vez en la vida de la Institución se da continuidad al trabajo desarrollado en una gestión anterior, ello muestra
que esta practica representa avances en la instalación de políticas publicas. La voluntad política y el compromiso de esta
funcionaria de Gobierno fueron dos aspectos cruciales para contar con esta política de estado.

11
El inicio de los estudios de género a finales de la década de los ochentas, en la Universidad
Nacional Autónoma de Honduras, promovidos estos por El Consejo Superior de
Universidades Centroamericanas 2 Otro de los elementos fundamentales es el surgimiento
de organizaciones de mujeres de diversos sectores ( campesinas, estudiantes, profesionales,
pobladoras, ...)3 .
Realización de encuentros nacionales, regionales e internacionales convocados por el
movimiento feminista, así como su activa participación en conferencias internacionales
convocados por el Sistema de Naciones Unidas, son parte de los hitos que marcan el
proceso de desarrollo de las agendas de las mujeres.

El esfuerzo realizado por las diversas expresiones del movimiento de mujeres para lograr
por parte de las instituciones del estado la formulación e implementación de políticas
públicas que consideren las necesidades específicas de las mujeres en un marco de equidad
de género, se refleja en los siguientes esfuerzos:

Participación de las Mujeres Campesinas en la elaboración de la Política de género en


el agro.

En este proceso las organizaciones de mujeres campesinas( Confederación de Mujeres


Campesinas), participaron activamente a través de talleres y reuniones para plasmar las
necesidades de este sector para que fueran plasmadas en el documento de políticas de
género en el agro. Podemos citar algunos avances:
§ La apertura de una Oficina en la Secretaria de Recursos Naturales para
operacional izar la política.
§ Elaboración del diagnóstico de las mujeres en el Agro
§ Eliminación de los obstáculos referidos a la cuantía de los montos de
prestamos en la política crediticia

Participación de diversas organizaciones de mujeres en la formulación y aprobación


de la Ley de Igualdad de Oportunidades..

En este planteamiento surgieron contradicciones políticas entre diversas expresiones del


movimiento de mujeres / feminista, planteándose dos posiciones diferentes para el
abordaje, en tal sentido las dos posiciones fueron las siguientes:

§ Una de las expresiones, se propuso defender el planteamiento de la diputada


que llevaría la iniciativa de Ley, esta propuesta había sido elaborada por dos
investigadoras las que no consultaron al movimiento tal planteamiento, sino
lo dialogaron directamente con el Presidente del Congreso en ese momento

2
Allí se destacan Ligia Delgadillo, Helga Jimenes, Ligia Martin, responsables del programa de género en este Consejo
con sede en San José Coista Rica, Elsa Lily Caballero Zeitun, Blanca Guifarro, Ana María Soza, Cecilia Sánchez, Blanca
Dole, quienes desarrollaron investigaciones en la academia y promovieron los encuentros nacionales y se involucraron en
el establecimiento de las relaciones con el movimiento de mujeres de la región centroamericana y Latinoamericana.

3
Se destacan Concepción Betanco, Gladys Lanza, Merly Eguigure, Zoyla Madrid, Miriam Miranda, Iris
Aquino, Alicia Cayes, Dinora Ruiz, Sara Elisa Rosales, Narda Meléndez, Maribel Lozano

12
el Profesor: Rafael Pineda Ponce, el que estaba postulándose a la Presidencia
de la República.

§ La otra Expresión del Movimiento de Mujeres, promulgaba por un proceso


de consulta con las mujeres del ámbito nacional y presentar la propuesta en
otro momento de mayor coyuntura política, presentando así un documento
de consenso.

Lecciones aprendidas en este momento histórico, las mujeres plantearon que se


reflejo en este proceso puntos fundamentales para el avance del movimiento de
Mujeres/Feminista:

§ La Lucha por el Liderazgo, siendo hasta la actualidad un punto no


dialogado. Otro aspecto crucial es la no presencia de un Marco Etico de
reracionamiento entre mujeres que permita avanzar en las propuestas
políticas, y otro no menos importante es La Oenegización del Movimiento
de Mujeres/Feminista, asumiendo algunas mujeres de Ongs la representación
del Movimiento de Mujeres/ Feminista en forma inconsulta.

Participación del Movimiento amplio de Mujeres en la formulación de la política de


salud sexual y reproductiva.

Este es un proceso en el que participaron dirigentas de diferentes expresiones del


movimiento de mujeres / feminista, retomando los acuerdos del Cairo y de Beijing, en este
momento la coyuntura fue aprovechada para la elaboración de la política, el movimiento
mantenía buenas relaciones con los y las funcionarias de la Secretaría de Salud, estas
personas presentaron voluntad política, lo que permitió que el proceso fluyera hasta
concluir en el documento de política de Salud Sexual y Reproductiva.

Participación en la elaboración de la Política Nacional de la Mujer- Primer Plan de


Igualdad de Oportunidades, 2002-2007

Este fue un proceso que se dio en dos momentos: Primero para su elaboración, en la cual
participaron todas las expresiones del movimiento de Mujeres/feminista del ámbito
nacional, en este momento podemos destacar la participación de la Convergencia de
Mujeres-Honduras que desarrollo una propuesta de política la cual fue retomada en sus
partes medulares por el Instituto Nacional de la Mujer.
El segundo momento se da con el cambio del Gobierno donde asume la presidencia el Sr.
Ricardo Maduro, asignando la responsabilidad del Instituto Nacional de la Mujer a la Ms.
Marcela del Mar Suazo, persona que presento apertura y voluntad política para continuar
construyendo políticas que beneficien a las mujeres hondureñas, En este marco La
convergencia de Mujeres-Honduras, continuo su proceso de incidencia integrando el
Consejo Directivo del Instituto Nacional de la Mujer, desde donde se logra un dialogo
directo con el Presidente de la República para lograr elevar la Política Nacional de la Mujer
a Política de Estado. Este momento fue acompañado por la Ministra Marcela del Mar Suazo
y la Primera Dama: Aguas Ocaña de Maduro.

13
Del proceso anterior se puede rescatar la importancia del consenso entre las diferentes
expresiones del movimiento de mujeres / feminista, así como la voluntad política de las
funcionarias y funcionarios del Estado hondureño en la construcción de políticas públicas.

Aportes del Movimiento de Mujeres a la estrategia de reducción a la pobreza

En este contexto el Movimiento de Mujeres / feminista elaboró un análisis del documento


propuesto por el gobierno, desarrollando señalamientos en donde se constata que la visión
de genero esta ausente en lo largo y ancho de este plan de reducción a la pobreza, en tal
sentido se cuenta con un documento:La Visión de las Mujeres sobre la pobreza que se
constituye en un documento guía para que las mujeres participen desde sus concepciones
basadas en la cotidianidad, y puedan intervenir en las mesas sectoriales convocadas por el
gobierno para la construcción de metas e indicadores a 15 anos.

Aportes de diversas organizaciones de mujeres a planes de Gobierno

La Convergencia de Mujeres se dio a la tarea de Construir Una Agenda Mínima que


contienen los problemas más urgentes de las mujeres hondureñas y sus posibles solucio nes,
en el marco de los Derechos Humanos de las Mujeres, este es un documento que se
constituye en la base para los diálogos políticos con el gobierno, en tal sentido este
movimiento de mujeres desarrollo el análisis, observaciones y propuestas al Plan de
Gobierno 2002-2007, señalando en todas sus partes la visión de las ciudadanas.

Elaboración de propuestas de reformas a la ley electoral.

Por primera vez en la historia de participación política de las mujeres, estas se atreven a
proponer una nueva Ley Electoral que garantice a la población participar en igualdad de
oportunidades. Esta propuesta fue elaborada a través de consultas en el ámbito nacional
coordinando esta iniciativa El Movimiento de Mujeres “ Visitación Padilla”.
Se logró que muchas organizaciones de la sociedad civil retomaran la propuesta,
elaborando una propuesta en el seno del Movimiento Cívico por la Democracia, en donde
las mujeres plantean un sistema proporcional personalizado, incorporación de la fotografía
en las planillas y en forma alterna, plasmando el 50% de participación de las mujeres.

Generación de procesos de sensibilización y educación.

En el esfuerzo de cambiar la cultura política del país, las organizaciones que integran el
movimiento de mujeres /feminista, han desarrollado múltiples esfuerzos de sensibilización
y educación con mujeres y hombres, para desmontar los estereotipos y prejuicios sobre los
que se sostienen relaciones de desigualdad. Ello probablemente constituye uno de los
aportes transcendentes de las mujeres a la construcción de la democracia.

14
En tal sentido el movimiento de mujeres/ feminista, ha desarrollado acciones tanto
con la sociedad civil como con instituciones gubernamentales para generar un pensamiento
de igualdad y equidad entre los géneros.

Se puede decir que las mujeres en la actualidad continúan ratificando su derecho de


participación en la toma de decisiones en el ámbito público. Tal afirmación implica la
ruptura con estereotipos que subsumen los derechos ciudadanos de las mujeres,
sobreponiendo los roles tradicionales relacionados con el cuidado de la familia y expresan
una nueva comprensión de la ciudadanía como la participación efectiva en los procesos de
transformación social. La participación de las mujeres en el espacio público vinculada con
el ejercicio del poder para generar procesos de transformación social que tomen en cuenta
las necesidades colectivas, representa una nueva comprensión del papel de las mujeres en la
sociedad.

V. FACTORES CULTURALES QUE INCIDEN EN LA


PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LAS MUJERES.

§ La relación entre el Espacio Privado y el Espacio Público Fuente de exclusión


de las mujeres.

Desde los tiempos de la colonia hasta nuestros días la cultura política predominante en
nuestra sociedad se fundamenta en una arbitraria separación entre el espacio público y el
privado, por medio del cual las mujeres son asumidas como “naturalmente facultadas” para
hacerse cargo del trabajo doméstico y de la satisfacción de las necesidades de la familia; en
tanto los hombres aparecen como “socialmente facultados y capacitados” para
representarlos intereses de toda la sociedad en el espacio público.

El espacio público es definido como el ámbito de la razón, de la creación intelectual como


característica de los hombres por excelencia, en tanto el espacio privado es definido como
el de los sentimientos y de la intuición como características “naturales” de las mujeres, las
que en tanto naturales carecen de valor social.

Esta exclusión de las mujeres del ejercicio de sus derechos políticos es la que las ubica en
el marco de sistemas democráticos como “ciudadanas de segunda categoría”, que si bien
por ley son reconocidas como ciudadanas y en tanto tales están obligadas a cumplir un
conjunto de obligaciones, tal reconocimiento no tiene su correlato en el reconocimiento
pleno y efectivo de sus derechos.

La división entre el espacio público y el privado en que se fundamente la división sexual


del trabajo, define a su vez un conjunto de valores, estereotipos y asignaciones de roles a
mujeres y hombres en función de los significados culturalmente asignados a la diferencia
sexual. En tal división se encuentra muchas de las explicaciones al hecho que hombres y
mujeres tengan una serie de permisos y prohibiciones en función de los mandatos que le
están dados por una determinada cultura en función de la pertenencia a determinado sexo.

15
Explicando la división del espacio privado y el público la Doctora Celia Amorós afirma que
“lo privado y lo público constituyen una invariante estructural que articula las sociedades
jerarquizando los espacios: el espacio que se adjudica al hombre y el que se adjudica a la
mujer. El espacio público, al ser el espacio del reconocimiento, es el de los grados de
competencia, por lo tanto del más y del menos. Por el contrario, las actividades que se
desarrollan en el espacio privado, las actividades femeninas, son las menos valoradas
socialmente.”7

Es producto de esa división conflictiva y cada vez más incongruente entre el espacio
público (el de los hombres) y el espacio privado (el de las mujeres), que cuando algunas
mujeres transgreden incursionando en el espacio público, resultan “excesivamente
visibles” y frecuentemente “criticables” para el conjunto de la sociedad.

A pesar de los cambios que se han operado en la participación de las mujeres en el ámbito
público, estas continúan siendo consideradas como “atípicas”, es decir, como mujeres que
presentan una forma de vida que, en la medida que se separa del modelo ideal de mujer y
se acerca a la vida típica de los hombres, se vuelve anormal y sospechosa en algún
sentido.

A esta percepción de anormalidad y sospecha se debe en parte al hecho de que las mujeres,
que a lo largo de la historia han tenido un papel destacado en el ámbito público y
particularmente en el ejercicio del poder público, permanezcan sin dejar rastro alguno en la
historia oficial, la cual continua empeñada en resguardar y heredar a las nuevas
generaciones figuras masculinas emblemáticas (en plural), llamadas a convertirse en
modelos a imitar por el conjunto del colectivo masculino.

En relación inversa el modelo de mujer que se recrea y se refuerza en el imaginario


colectivo a través de diversos mecanismos, es el de “la mujer” (en singular) que cumple a
cabalidad el rol asignado por la cultura tradicional: el de esposa fiel y madre abnegada. En
consecuencia son figuras femeninas comprometidas con causas humanitarias las que pasan
a figurar en la memoria colectiva que se reporta a través de la historia oficial, es decir,
aquella que es reconocida como parte de las experiencias significantes de determinada
sociedad.

En tanto las mujeres que intervienen en ámbitos considerados masculinos y


particularmente en el ámbito de “la política”, escasamente son reconocidas por la historia
oficial y en caso de serlo, aparecen con características exageradas hacia aspectos negativos
en el ejercicio del poder, lo que ha tenido un efecto disuasivo para el común de las mujeres
con interés manifiesto para participar en la política, mientras muchos hombres se basan en
tales referencias para sostener una actitud de sospecha hacia el liderazgo de las mujeres.

Sin embargo como lo muestran las evidencias, a pesar de los múltiples obstáculos que
enfrentan las mujeres en el ámbito individual y colectivo para participar en la política, un
cambio importante de las últimas décadas es precisamente el incremento significativo de las

7
Amorós Puente, Celia: Mujer, Feminismo: Igualdad y Diferencia, Pág. 25

16
mujeres que muestran interés por participar no solo en el espacio público en general, sino
en las instancias de toma de decisiones desde posiciones de liderazgo.

§ El poder: fuente de dependencias para las mujeres

Culturalmente las mujeres hemos sido construidas para ejercer un poder


subordinado, es decir, un poder por designación que siempre deberá ser refrendado por
aquellos que detentan “el poder” en última instancia. Tal condición si bien tiene su máxima
realización en el ámbito de la familia, donde la mujer ejerce un poder en representación del
padre, se replica en el ámbito público en donde las mujeres, o bien ejercen un poder
carente de reconocimiento - comúnmente llamado “influencia”- o necesariamente deben
pagar el reconocimiento alcanzado, con grandes inversiones de lealtad, obediencia y
entrega total a “la causa”.

De acuerdo con la Doctora Celia Amorós “La especialización genérica, la capacidad


de actuar/ saber/ poder, es un atributo del genérico masculino, que se ejerce en el ámbito
público. Este es el espacio del reconocimiento entre “los iguales” constituidos por negación
de lo femenino. Los hombres desmarcan de sus vínculos naturales – separándose de las
madres y del ámbito privado - e inauguran un espacio de autonomía por el cual se
instituyen como sujetos e interlocutores válidos. Las mujeres son excluidas de esta
capacidad y relegadas al ámbito privado, que es el ámbito de “las idénticas”. Se constituye
así la “hemofilia del poder” y la emergencia de lo político por autoengendramiento,
reconocimiento y reproducción de lo semejante por lo semejante”. 8

Con relación a como se autoriza a las mujeres a ejercer el poder Amelia Valcárcel afirma
que “el único lugar donde está siendo permitido que el sexo femenino tenga acceso mas o
menos parejo al masculino al poder es la detentación del poder legítimo, es decir, el
político. 9
Aclara sin embargo, que “el poder explícito y a la vez legítimo por excelencia es el poder
político”, 10 y que en el caso de algunas mujeres tienen cierto grado de experiencia en el
poder inexplícito que también suele llamarse “influencia”.

En el mismo sentido afirma que “las mujeres tienen para detentar el poder explícito y
legítimo una normativa inexplícita enormemente fuerte”11 . En tal sentido señala tres rasgos
con características normativas que establecen como una mujer debe detentar este poder, a
saber: Detentan este poder sin la “completa investidura”; detentan el poder con los tres
votos clásicos: pobreza, castidad y obediencia; a las mujeres les es permitido detentar este
poder siempre que a él lleven las virtudes de fidelidad y abnegación.
Agrega a las características antes señaladas, la afirmación de que “el poder femenino es
genéricamente no significativo”.“Dado el deber de sumisión, distinto del deber de

8
Aguilar, dole, Herrera, Montenegro, Camacho, Flores: Movimiento de Mujeres en Centroamérica,
Pág. 31
9
Valcárcel, Amelia: La Política de las Mujeres, pág. 113
10
Ídem, Pág.114
11
Ídem. Pág. 115

17
obediencia, dada la no completa investidura, dadas las condiciones especiales de la
detentación del poder, este poder es necesariamente inestable: lo detenta alguien, pero ese
poder no se hace extensivo como detentación al colectivo completo al que ese alguien
pertenece significativamente”.12

VI. RETOS A SEGUIR

La Construcción de la Ciudadanía y el ejercicio de la misma.

Desde la practica acumulada de las mujeres el principal reto es continuar en la


construcción de la ciudadanía, concibiendo la misma, en primer termino como una función
actuante, protagónica, activa, participante y que se vive en relación directa con las
condiciones y oportunidades que tienen hombres y mujeres de determinada clase o grupo
social.
El segundo aspecto que se concibe es que la misma es producto de procesos continuos de
construcción y deconstrucción de conceptos, valores, aspiraciones, demandas, por medio de
los cuales los individuos y los grupos van tomando conciencia de sus derechos y ampliando
la capacidad de enunciar y reclamar para sí nuevos ámbitos de reconocimiento social.

La ciudadanía se ejerce en la medida que logramos articular los intereses individuales con
los colectivos, teniendo a estos últimos como fin último de la participación ciudadana. La
ciudadanía está directamente relacionada con otros conceptos como el de autonomía,
participación, integración de formas colectivas de participación, entre otros.

La ciudadanía es también la búsqueda de identidad, de reconocimiento a la diversidad, pero


fundamentalmente es la capacidad de concertar propuestas encaminadas a garantizar el bien
común. En tal sentido encarna un valor de solidaridad.

La ciudadanía está directamente relacionada con el concepto de poder. “El poder tiene
múltiples determinaciones y es síntesis de diversas jerarquías sociales, por lo que ejercerlo
y enfrentarlo implica hacer planteamientos sobre el Estado y sus instituciones políticas,
jurídicas e ideológicas, incluyendo aspectos relacionados con el ámbito de lo privado, de
la ética, de la cultura y la economía”13

El poder tiene una aplicación positiva cuando se ejerce en función del bienestar colectivo,
para la ampliación del reconocimiento de derechos, para transformar estructuras que
discriminan y excluyen a determinados grupos sociales, y cuando se da en un contexto de
participación democrática.

El ejercicio de la ciudadanía de las mujeres está marcado por las desigualdades de género
que prevalecen en determinadas sociedades. De ahí que a pesar que desde hace varias

12
Ídem. Pág. 125 y 126
13
Aguilar, Dole, Herrera, Montenegro, Camacho, Flores: Movimiento de Mujeres en Centroamérica,
Pág. 32

18
décadas las mujeres conquistaron el derecho al voto, el reconocimiento de derechos y la
igualdad de oportunidades en los ámbitos sociales, políticos, económicos y culturales
continúa siendo una materia pendiente para la democracia moderna.

Las mujeres sobre la base de sus experiencias vitales marcadas por la falta de autonomía,
por una participación pública limitada a los escasos tiempos que se pueden liberar del
trabajo doméstico y del cuidado de la familia, y orientada principalmente a satisfacer las
necesidades de “otros”, en muchos casos se ven obligadas a retraerse de participar en el
espacio público; o refuerzan la tendencia a participar en actividades que de cierta manera
son la reproducción de la “ética del cuidado” que se desarrolla en el espacio doméstico-
familiar, evitando otro tipo de participación política que implique mayores exigencias.

Las escasas oportunidades que tienen las mujeres para acceder a la información y para el
desarrollo de habilidades, frecuentemente hacen que el ámbito público se presente como un
escenario difícil, desconocido, hostil y en muchos casos peligrosos.

La sub. Representación de las mujeres en las instancias de toma de decisiones en el ámbito


público es una de las expresiones más reveladoras y por eso mismo más polémicas, que
pone en cuestión el ejercicio de la ciudadanía de las mujeres y por ende la calidad de la
democracia.

“Si las cuestiones denominadas “políticas” pertenecen por excelencia al mundo


masculino, el interés de las mujeres por construir un nuevo concepto de lo político y
promover nuevas formas de hacer política, tiene al menos dos implicaciones
fundamentales: en primer lugar implica “reconceptualizar el territorio que abarca la
política para que en él tengan cabida las relaciones de poder entre los géneros, y para que
sea reconocido el carácter político de las acciones que las mujeres emprenden para
cambiar las relaciones de opresión. En segundo lugar, supone feminizar los espacios
políticos logrando una mayor presencia de mujeres en los espacios de gestión institucional
e incorporar las necesidades y propuestas de las mujeres en las agendas de tales
espacios”14 .

A lo largo de la historia de nuestras sociedades tal y como lo señalan las autoras del libro
Movimiento de Mujeres en Centroamérica: “El sujeto subalterno es heterogéneo y su
construcción como sujeto político implica la promoción de la democratización de la
sociedad, incorporar lo cotidiano en la vida política y definir nuevos valores y objetivos
liberadores para la sociedad, lo que pasa entre otras cosas por la readecuación o
construcción del discurso. Lo que a su vez implica la definición de elementos articuladores,
de organicidad, de mecanismos de interlocución y de negociación frente al Estado y otros
actores”15

El movimiento de mujeres como elemento articulador de nuevos discursos con


nuevos objetivos y valores, han aportado nuevas dimensiones a los conceptos de poder,

14
Aguilar, Dale, Herrera, Montenegro, Camacho, Flores: Movimiento de Mujeres en Centroamérica, Pág. 32
15
Idem. Pág. 33

19
democracia y ciudadanía, articulando las demandas que se derivan de las relaciones de
subordinación construidas en el ámbito privado, con aquellas relacionadas con la
discriminación que ocurre en el espacio público; en tal sentido también han logrado una
profunda articulación entre los así llamados intereses prácticos, con los intereses
estratégicos de las mujeres.

Las feministas han mostrado que es en la construcción cultural de relaciones desiguales de


poder entre mujeres y hombres, está la base de la violencia sexual, los prejuicios acerca de
la sexualidad, la maternidad como mandato sin protección social, la irresponsabilidad
paterna, la explotación del trabajo femenino en principio por la vía del trabajo doméstico no
remunerado, las desigualdades económicas entre mujeres y hombres, así como el creciente
empobrecimiento de las mujeres, la todavía limitada participación de las mujeres en el
poder político, entro otros aspectos de la discriminación.

En tal sentido han identificado que en el marco de una cultura de discriminación, las
representaciones del cuerpo y de la sexualidad se constituyen en pilares de la subordinación
de las mujeres, toda vez que el cuerpo de las mujeres y su capacidad reproductiva se
convierten en los principales factores de control de los hombres para sostener relaciones de
dominación mediante las cuales se le niega a las mujeres su derecho a tomar decisiones en
principio sobre su cuerpo pero también sobre el uso y control de bienes simbólicos y
materiales que idealmente están al alcance de todos los ciudadanos.

Las diferentes oportunidades que mujeres y hombres tienen para el desarrollo de


capacidades necesarias para el ejercicio del liderazgo; el acceso diferenciado a recursos,
los obstáculos que viven particularmente las mujeres por pertenecer a un sexo
culturalmente considerado inferior, son obstáculos a vencer por las mujeres y hombres para
el ejercicio pleno de su ciudadanía.

VII. EL MARCO DE LAS REFORMAS POLÍTICAS

Las reformas políticas fue un tema central de discusión por los diferentes actores, partidos
políticos, movimiento de mujeres, sociedad civil y los candidatos a la presidencia en la
campaña electoral del 2001.
En tal sentido los candidatos a la presidencia establecieron una serie de compromisos con
los diferentes actores mencionados.
Estos compromisos son retomados en El Dialogo Nacional –2003, establecido por el actual
gobierno que dirige el Licenciado Ricardo Maduro, en donde los partidos políticos asumen
el liderazgo a través de las bancadas de los partidos políticos representados en el Congreso
Nacional de la República, estipulando una serie de reformas a la Ley electoral, sin
considerar las propuestas de las mujeres tanto del movimiento de mujeres como de las
mujeres que integran los propios partidos políticos. Vale la pena explicitar que después de
conversar con las mujeres, introdujeron él capitulo de igualdad de oportunidades,
retomando textualmente él articulo 81 de la Ley de Igualdad de Oportunidades.
Frente a esta situación, el Movimiento de Mujeres Visitación Padilla, integrante de la
Convergencia de Mujeres-Honduras se presenta con su propuesta al Movimiento Cívico por

20
la Democracia logrando establecer una negociación para que se consideraran las propuestas
del Movimiento de Mujeres en la propuesta global de este movimiento.

Por otra parte las Mujeres de los cinco partidos políticos, aglutinadas en el grupo consultivo
del Foro por la Democracia se suman a la propuesta del movimiento cívico y piden la
participación del 50% en puestos de toma de decisión.

Las Mujeres diputadas introdujeron en el congreso una iniciativa de reforma a la Ley de


Igualdad de Oportunidades, la que es avalada por todas las diputadas.

En este contexto el INAM, desarrolló dos estudios, el primero proporciona un análisis legal
sobre las diferentes propuestas de reformas a la ley electoral que están desarrollando los
diferentes actores, y la segunda un análisis sobre el porcentaje de Cuotas establecido en La
ley de Igualdad de Oportunidades.

Podemos afirmar que tanto las mujeres que integran los cinco partidos políticos como el
Movimiento de Mujeres/feminista, y el mecanismo del estado responsable de las políticas
públicas destinadas a mejorar la posición y situación de las Mujeres hondureñas, crearon un
ambiente de interés frente a las reformas políticas, específicamente lo relacionado a la
elaboración de la Ley Electoral a ser discutida en el Congreso Nacional.

Frente a esta situación el Instituto Nacional de la Mujer a través de su Ministra Marcela del
Mar Suazo planteo la necesidad de contar con un espacio donde se delimiten estrategias
comunes para la participación política de las mujeres

VIII. ESTRATEGIA DE INCIDENCIA PARA LA INTERVENCIÓN


OPORTUNA EN LA APROBACIÓN DEL PORCENTAJE DE
PARTICIPACIÓN POLÍTICA DE LAS MUJERES HONDUREÑAS
EN LA LEY ELECTORAL.

Un punto de partida fundamental para delimitar la estrategia de incidencia en el proceso de


aprobación de la Ley Electoral fue las condiciones que se habían creado desde los
diferentes espacios de la ciudadanía y las coincidencias, intereses y compromisos de las
mujeres de los partidos políticos, el Movimiento de Mujeres/feminista y el Mecanismo de
la Mujer el INAM.

Contando con un contexto favorable se considero poner en practica la siguiente estrategia :

Desarrollar un proceso de acercamiento entre las diferentes expresiones del movimiento de


mujeres /feminista , mujeres de los cinco partidos políticos, mujeres parlamentarias y
funcionarias del Instituto nacional de la mujer para la generación del dialogo y acuerdos
políticos frente a la discusión y aprobación de la Ley Electoral.

21
Integrar a las mujeres se convirtió en la tarea principal, fueron dos las preguntas
principales:
¿ Cómo hacer para que las mujeres de los cinco partidos políticos se sentaran a un dialogo
político?
¿ Cómo hacer para que las mujeres del movimiento amplio y feminista integraran la mesa
del dialogo político?

El Instituto Nacional de la Mujer, como ente rector de la las Políticas públicas destinadas a
mejorar la posición y situación de las mujeres hondureñas se propuso llevar a cabo un
proceso participativo en el eje de participación política de las mujeres, para ello contó con
investigaciones, reuniones, encuentros nacional y regional y la conformación de una
comisión integrada por mujeres de los partidos políticos, congresistas, del movimiento
amplio de mujeres y feminista y funcionarias del Instituto que guiaban el proceso, apoyadas
por una consultora nacional

La estrategia fue puesta en practica retomando la conducción el Instituto Nacional de la


Mujer a través de la convocatoria a todos los espacios de mujeres interesadas en la
participación política.

Con la participación de todas las mujeres representantes de los diferentes espacios se


delimito un plan de acción a corto plazo, en donde el principal componente fue el
intercambio de visiones de las mujeres de los espacios locales y nacionales para trabajar
sobre las coincidencias desde la identidad de mujeres, la conformación de comisiones para
generar el dialogo con los diputados jefes de Bancadas de los partidos políticos, la
comisión de dictamen de la Ley Electoral, los(as)congresistas y las direcciones de los
partidos políticos.

Se considero de vital importancia proyectar públicamente la visión de unidad de las


mujeres, para ello se preparo la marcha del 8 de Marzo día Internacional de las Mujeres con
el tema: La participación política de las Mujeres: Nuestro Derecho al 50%,” La Mitad del
Poder para las Mujeres”. Se acordó poner en practica la creatividad y utilizar la diversidad
de colores. En esta marcha se preparo una manta de varios metros con la firma de todas y
todos los participantes, para hacer entrega al Presidente del Congreso Nacional.

IX. RESULTADO DE LA ESTRATEGIA

Podemos afirmar que esta experiencia de dialogo, concertación y acuerdos entre mujeres
para unificar criterios y hacerle frente a una propuesta que plantee sus derechos, es una
estrategia valida y con alcances positivos. Esta estrategia dio muestras del avance que las
mujeres hondureñas tienen en materia del respeto a la diversidad de pensamiento y de la
capacidad de dialogar entre mujeres para buscar el consenso en un punto de interés común.
Una vez más se confirma que delimitando estrategias comunes las mujeres adquieren
fortaleza y pueden establecer diálogos y acuerdos.
Fueron dos semanas de intensa discusión en el Congreso Nacional, las mujeres ya sabían
que la Comisión de dictamen recomendaba solamente el 30% de participación política,

22
pero las diputadas de todos los partidos políticos se mantuvieron en la propuesta acordada
con el Movimiento de Mujeres/Feminista establecer el 50%. De participación política.
Es necesario rescatar el nombre de dos mujeres del Movimiento Visitación Padilla que
acompañaron a las Diputadas en todo momento de esta lucha en el interior del Congreso:
Gladys Lanza y Merly Eguigure, mujeres que se instalaron día y noche con teléfonos en
mano para estar llamando a cada diputado y recordarle su compromiso con las mujeres.
Así mismo debemos de registrar los nombres de esas mujeres que no dieron un paso atrás
en su posición: Doris Gutiérrez, Dilma Quezada, Victoria Contreras, Argentina Valle,
Guillian Guifarro, María Antonia Botto Handal, Marta Luisa Chávez, Rosa Adelina Pavón,
Ada Gabriela Mejía Mejía, estas mujeres mantuvieron su propuesta, es meritorio reconocer
en este proceso la solidaridad manifestada por hombres de los diferentes partidos
reconocer que fueron acompañadas por Diputados de los diferentes partidos políticos
destacándose: Ramón Villeda Bermudes, Jorge Arturo Reina, Arnold Sánchez, Omar
Cerna, Cesar Ham, Olvan Valladares y otros que no explicitaron su acuerdo pero votaron a
favor de la Igualdad de Oportunidades para las Mujeres.

Este proceso, se cristaliza en las dos semanas de discusión en el Congreso Nacional, los
artículos referentes a la equidad e igualdad de género, se pospusieron día a día por
considerarlos artículos en conflicto, los dejaron hasta él ultimo día, aprobándose por
mayoría calificada que no sería considerada la participación de las mujeres, es hasta horas
de la madrugada en la lectura del Acta que reconsideran su posición y a propuesta de un
diputado del Partido nacional que se había opuesto totalmente a la participación de las
mujeres, El diputado Rodolfo Zelaya, propone que se incorpore la participación con el
30%, eliminando las sanciones, quedando de esta forma el porcentaje de participación en el
Capitulo II de Igualdad de Oportunidades Políticas en el artículo 105.de La Ley Electoral. (
Se adjunta en anexo él capitulo).

Podemos señalar lo que la reunión de evaluación de este proceso planteó como ganancia en
este proceso. Las mujeres que participaron en toda la puesta en marcha de la estrategia
consideran que este proceso significa ganancia política y sobre todo la ganancia del
reconocimiento entre mujeres, podemos mencionar por lo menos los siguientes aspectos:

1. La firme voluntad y la unidad de todas las Diputadas votando por la propuesta de


las mujeres sin importar Partido Político.

2. Haber mantenido durante todo el periodo de discusión de la Ley Electoral en el


seno del Congreso Nacional, el tema de la igualdad de derechos políticos de las
mujeres

3. Lograr que los medios de comunicación mantuvieran en diferentes espacios la


noticia y la participación del público para opinar sobre el tema de la igualdad de
derechos de las mujeres.

4. Evidenciar a la mayoría de Diputados, como opositores a las propuestas de las


mujeres en cuanto a la igualdad de derechos, razón que puede tener un peso enorme
a la hora de las elecciones.

23
5. Identificación de los Diputados que tienen sensibilidad ante el tema de los
derechos de las mujeres y los cuales manifestaron su adhesión a la propuesta de las
mujeres, a pesar de haber recibido órdenes precisas para votar en contra, así como
también los Diputados que sin ningún escrúpulo acataron la orden.

6. La convergencia plena del Movimiento amplio de mujeres en torno al proyecto de


la nueva Ley Electoral.

7. La motivación de todas las Diputadas para su activa participación en las


discusiones y defender con toda propiedad su posición en las discusiones de la Ley
en el pleno del Congreso Nacional.

8. La propuesta de continuar construyendo estrategias para hacer efectivo el 30% de


participación de las Mujeres.

9. El reconocimiento del Instituto Nacional de la Mujer como ente capas de continuar


liderando el proceso.

10. El reconocimiento de la experiencia acumulada del Movimiento de


Mujeres/feminista en materia de la Defensa de los Derechos Humanos de las
Mujeres y el aporte que este puede dar en un proceso de seguimiento.

24
ANEXOS

Bibliografía

v COFEMUN-INAM, Investigación Cualitativa Participación Política de las


Mujeres Hondureñas,2003.
v Diario El Heraldo, Marzo, 2004
v Informe de Reuniones con dirigentas del Movimiento de Mujeres, Blanca
Dole.
v La Política de las Mujeres, Amelia Valcárcel, Ediciones Cátedra S.A.,
Madrid España,1997.
v La Revolución Simbólica Pendiente: Mujeres, medios de comunicación y
política. Sofia Montenegro. Centro de Investigaciones para la comunicación,
CINCO, Agosto 1997
v Mujer, Participación, Cultura Política y Estado, Celia Amorós Puente,
Ediciones de la Flor, Argentina 1990.
v Memoria Talleres sobre Participación Política de las Mujeres, Lorena
Camacho, Nov-2003
v Memoria: Encuentro de Mujeres políticas, INAM- Blanca Dole
v Reuniones de Dialogo con Comisión de Dictamen Ley Electoral.

25
LA GACETA
Diario Oficial de la República de Honduras
Año CXXVII, Tegucigalpa, Honduras C.A.
Número 30,390
Sábado 15 de Mayo del 2004

PODER LEGISLATIVO, DECRETO 44-2004

LEY ELECTORAL Y DE LAS ORGANIZACIONES POLÍTICAS

Capítulo II

Igualdad de Oportunidades Políticas

ART. 103.- Igualdad de Oportunidades


El Estado garantiza la democracia participativa y el ejercicio pleno de los derechos
ciudadanos tanto a hombres como a mujeres, en igualdad de oportunidades.

Los Partidos Políticos deben crear las condiciones materiales que permitan la incorporación
real de las mujeres en todos los aspectos de la vida partidaria.

ART. 104.- GARANTÍA DE NO DISCRIMINACIÓN


El Estado por medio del Tribunal Supremo Electoral, vigilará que en las estructuras de
gobierno de los Partidos Políticos y en las candidaturas a cargo de elección electoral, no exista
discriminación por razón de género, credo, raza, religión y cualquier otra forma de
discriminación.

Para garantizar la no discriminación por razón de género, los Partidos Políticos aprobarán
internamente, con la participación de las mujeres, una política de equidad de género; cuyo
cumplimiento será supervisado por el Tribunal Supremo Ele ctoral. Los Partidos Políticos
estarán obligados a presentar al Tribunal un informe del cumplimiento de la política de
equidad de género, seis meses antes de la convocatoria a las elecciones internas y
primarias.

La violación por parte de los Partidos Políticos de cumplir con la política de equidad de
género será sancionada con una multa equivalente al cinco por ciento (5%) de la deuda
política.

ART. 105.- DISTRIBUCIÓN EQUITATIVA EN LOS CARGOS DE ELECCIÓN


POPULAR
Para lograr la participación efectiva de al mujer, se establece una base de treinta por
ciento (30%) como mínimo, aplicable a los cargos de dirección de los Partidos Políticos,

26
Diputados propietarios y suplentes al Congreso Nacional, al Parlamento Centroamericano,
Alcaldes, Vice Alcaldes y Regidores.

En aquellos departamentos donde la representación recaiga en un solo diputado, no serán


aplicables las presentes disposiciones.

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