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El hombre, por ser tal y para ser más hombre, esto es, más humano, está
“condenado” a leer; o mejor, debe leer:
“leer. (Del lat. legĕre). tr. Pasar la vista por lo escrito o impreso
comprendiendo la significación de los caracteres empleados. || 2.
Comprender el sentido de cualquier otro tipo de representación gráfica.
Leer la hora, una partitura, un plano. || 3. Entender o interpretar un texto
de determinado modo. || 4. En las oposiciones y otros ejercicios
literarios, decir en público el discurso llamado lección. || 5. Descubrir por
indicios los sentimientos o pensamientos de alguien, o algo oculto que
ha hecho o le ha sucedido. Puede leerse la tristeza en su rostro. Me has
leído el pensamiento. Leo en tus ojos que mientes. || 6. Adivinar algo
oculto mediante prácticas esotéricas. Leer el futuro en las cartas, en las
líneas de la mano, en una bola de cristal. || 7. Descifrar un código de
signos supersticiosos para adivinar algo oculto. Leer las líneas de la
mano, las cartas, el tarot. || 8. p. us. Dicho de un profesor: Enseñar o
explicar a sus oyentes alguna materia sobre un texto. ¶ MORF. Conjug.
Modelo”.
(Biblioteca de Consulta Microsoft® Encarta® 2005)
Yo digo, fundamentalmente que leer es comprender.
La principal preocupación que tenemos cuando nos comunicamos con otras personas, es
entendernos. Para hacernos entender, elegimos cuidadosamente las palabras que mejor
expresen aquello que queremos decir. De la misma manera, para comprender a nuestros
interlocutores, prestamos mucha atención a las palabras que utilizan cuando nos hablan, o nos
escriben.
Cuando se cruzan ambos vehículos, la mujer que manejaba el otro automóvil, le grita
al hombre: "Cerdo!" A lo que él responde: "C#!!!HTF&*@!"... atribuyéndole una serie
de calificativos, nada halagadores.
A los pocos metros, el hombre gira con su vehículo ante una curva y se estrella
contra un enorme cerdo negro...
Pensar que el significado está en las palabras, es una falacia. Cuando buscamos en el
diccionario, éste no nos da significados, sino definiciones. Dicho de otro modo, contiene
información, pero no comprensión. Desde luego, un diccionario es un libro de consulta muy útil,
que nos economiza tiempo, nos orienta en la ortografía, en el contexto de uso de una palabra y
en las formas en que se utiliza en una oración, pero no siempre nos facilita la comunicación. Si
dos personas desacuerdan acerca del significado de una palabra, no hay garantías de que
resuelvan sus diferencias recurriendo a un diccionario.
Así como creemos que las palabras son las que tienen significados, también solemos pensar que
existe una relación directa entre las palabras y las cosas. Si bien podemos afirmar que hay
palabras que refieren directamente a cosas que existen en el mundo y a sus características, la
referencia a la realidad nunca nos dará su significado. Pensemos en una palabra concreta como
"perro". Aunque la entidad física "perro" no motiva diferencias (nadie confundiría un perro con
un ave), la palabra "perro" tiene una historia diferente para cada persona, que se desprende de
su experiencia. Ante la noticia "Un perro mordió a un niño", una persona para quien el perro es
"el mejor amigo del hombre", posiblemente pensará que el niño provocó -o dañó- primero al
animal. En cambio, a alguien que fue mordido en su infancia, esa noticia le hará pensar en cuán
poco vigilan las personas a sus mascotas, o en la inconciencia de algunas familias que tienen
perros de razas consideradas peligrosas. Cada palabra esconde asociaciones, recuerdos,
sentimientos y muchos matices que influyen en el significado que le da una persona.
Como dijo el escritor Julio Cortázar, "lenguaje quiere decir residencia en una realidad".
Creer que el significado está en las palabras y que las palabras tienen una relación directa con
las cosas es muy natural, porque así aprendimos y enseñamos el lenguaje. Cuando somos
niños, nos muestran un objeto para enseñarnos una palabra: por ejemplo, nos muestran una
pelota y aprendemos a decir "pelota". Aprendemos los "significados", asociando palabras con
objetos.
En realidad, las palabras son solamente símbolos, que nos permiten representar
nuestros propios significados. Los significados son producto de nuestra experiencia personal
y del entorno socio-cultural en el que estamos insertos. Todo esto nos lleva a inferir que:
- una palabra nunca tiene exactamente el mismo significado para dos personas. Por más que
una palabra represente lo mismo, siempre existirá una mínima diferencia en el significado que
le atribuya cada persona.
- los significados no son fijos, cambian conforme cambia la experiencia individual y social. Es
decir, no vienen dados, sino que están en permanente construcción. Más que productos, los
significados son procesos.
En definitiva, el significado está en las personas, no en las palabras. Está en el uso que
hacemos de las palabras cuando nos comunicamos, no en la catalogación de convenciones del
diccionario. El significado está más próximo a nuestra interpretación, que a una "correcta" o
"verdadera" definición. Si bien esta distinción puede sorprendernos, resulta fundamental para
tener comunicaciones más efectivas en todas nuestras relaciones”.
Y ¿qué es un texto?
Por la forma de uso del código lingüístico, los textos pueden ser orales,
escritos y electrónicos.
Pues, leo haciendo uso o manejo de una técnica, alternativa a 2L2S2R (Leer,
Leer de nuevo, Subrayar, Sintetizar, Repetir, Repasar); PQRST de Thomas
Staton (Preview, Question, Read, Self Recitation, Test) o EFGHI (Examen
preliminar, Formulación de preguntas, Ganancia de Información mediante la
lectura, Habla para la exposición de los temas leídos, Investigación sobre los
conocimientos adquiridos) EPL2R de Robinson (Explorar, Preguntar, Leer,
Recitar, Repasar) CRILPRARI (Concéntrate, Revisa, Interrógate, Lee, Produce,
Repasa, Autoevalúate, Refuerza, Interconecta) que es SACA-F.
¿Qué subrayar? Pues, las oraciones que contienen las ideas principales.
¿Qué acotar?
Hay que acotar o poner cotos o marcas como elipses, asteriscos, flechas,
paréntesis, corchetes, llaves, signos de interrogación, signos de admiración,
junto a las palabras, frases, párrafos que convocan nuestra atención o
anotaciones breves al margen de los textos.
¿Qué consultar?
Aquí está la parte medular de la técnica. Ya que, hay que consultar con muchos
y muy variados materiales.
En primer lugar, el DICCIONARIO, llamado por nuestros ancestros “Mataburro”,
y por García Márquez “Tumbaburros”:
¿Qué anotar?
¿Qué fichar?
-FIGUEROA ESTEVA, Max, Problemas de Teoría del lenguaje. Edic. Ciencias Sociales. La
Habana, Cuba, 1982.
-GARCÍA MÁRQUEZ, Gabriel, Vivir para contarla. Grupo Editorial Norma S. A. Colombia,
2000
(Hoja de vida)
-Vio la luz por vez primera un 17 de abril de 1949, en Tarapoto.
-Es hijo de don Francisco del Águila García y de doña Aurora García Torres.
-Ha ejercido la docencia por espacio de 24 años en los niveles: secundario, superior no
universitario y superior universitario. Habiendo cesado en 1992.
-Es creador de un “Disco Lingüístico”, publicado en tres ediciones: 1998, 2003 y 2005.
-Es autor del libro sui generis “Damero y Análisis Lingüístico Global” publicado en 2001 y
reeditado como “100 Dameros y Análisis Lingüístico Global” en 2005.
-Es inventor de una técnica de lectura de estudio: SACA-F (Subrayar, Acotar, Consultar, Anotar
y FICHAR); publicado primero en Tríptico en el 2000 y en un Pentágono el 2005.
-Es ganador del III Concurso Regional de Educación “Julia Rodríguez de Caro” 2003,
organizado por la Dirección Regional de Educación de San Martín: Primer Puesto en el género
Ensayo con la obra “Cómo desarrollar lúdicamente la Inteligencia Lingüístico-Verbal”.
-Se le ha otorgado en el 2004, con ocasión del Día del Maestro, Medalla de Honor al Mérito
“Francisco Izquierdo Ríos”, como destacado docente cesante.
-Se le ha otorgado en el 2005, con ocasión del XIV Concurso Nacional Horacio 2005, Mención
Honrosa, por su obra “Cómo desarrollar lúdicamente la Inteligencia Lingüístico-Verbal”, género
Ensayo.
-Es autor de muchos artículos especializados, publicados en revistas de la región y del país, y
en dossier y libros de eventos nacionales e internacionales en los cuales ha participado como
ponente.
-Se desempeña, ahora, desde 2004, como Docente Universitario en la UCV Tarapoto donde
tiene a su cargo la Cátedra Vallejo.
J. NIETO (10/02/2006) La escritora Almudena Grandes abogó ayer en Oviedo por acercar la
lectura a los jóvenes e instó a los padres y profesores a que inculquen a los niños "que tienen
que leer por egoísmo, para ser felices". Grandes estuvo ayer en Oviedo donde ofreció la
conferencia La lectura como placer: hacer lectores desde la infancia , preámbulo del taller de
animación a la lectura que organiza FETE-UGT de Asturias. La autora de Las edades de Lulú se
mostró muy contenta con la invitación, porque actos como éste "deberían ser una militancia
constante para que los escritores expliquen a los enseñantes la importancia que
tiene la literatura para la vida".
Para Grandes "la literatura es vida, sin leer no se puede vivir". La autora de Atlas de
geografía humana habló de su propia experiencia como lectora y señaló que nunca habría
escrito libros si no hubiera leído antes. Vivir sin leer o vivir sin escribir? Almudena Grandes
aseguró que, aunque siempre "quise escribir, sería feliz con otras cosas como con un
huerto o una papelería", pero "sin leer sería no vivir". La novelista indicó que la escritura
y la lectura son "dos caras de un mismo espejo".
Vinculada al mundo editorial desde hace años, la escritora adquirió el reconocimiento del gran
público con Las edades de Lulú, que recibió el premio de narrativa erótica La Sonrisa Vertical.
Grandes apuntó que animar y formar en la lectura es un capítulo fundamental en la vida. La
autora de Te llamaré Viernes añadió que hay que hacer "que la gente pierda el miedo a los
libros y que descubran que leer es una manera de vivir". Animó a los niños a que lean
tebeos "o lo que sea".
http://www.lavozdeasturias.com/noticias/noticia.asp?pkid=253134