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Cosméticos para uñas

Además de proteger las puntas de nuestros dedos, contribuir al sentido del tacto y facilitar la manipulación de objetos pequeños,
las uñas acentúan el buen aspecto de las manos siempre que lucen limpias, recortadas y saludables. Por ello, la industria
cosmética ha creado amplia variedad de productos cosméticos que mejoran la apariencia de estas laminillas y que, en
consecuencia, ayudan a que quien los usa proyecte imagen de pulcritud.

Enemigos de las uñas

Las uñas son estructuras formadas por varias capas de células sin núcleo rellenas de una proteína, queratina, además de que
contienen pequeñas cantidades de fósforo, hierro, azufre, magnesio, calcio, agua y grasa. Crecen continuamente a partir de su
matriz localizada en una porción del dedo, el lecho ungueal, y en su interior no existen terminaciones sanguíneas ni nerviosas; sin
embargo, éstas son abundantes alrededor, por lo que son muy sensibles a estímulos como temperatura o golpes.

Contrario a lo que se pudiera pensar, el cuidado de las uñas requiere dedicación para evitar que se maltraten, de modo que la
aplicación de cosméticos en ellas debe seguir indicaciones especiales, mismas que a continuación detallamos.

Cremas para el cuidado de las uñas

Como se mencionó, las uñas están formadas por células y proteínas más que por minerales, de modo que están propensas a
sufrir debilitamiento a causa de exposición constante al agua y detergentes. Por ello es muy recomendable proteger las manos con
guantes plásticos mientras se realizan labores de limpieza, pero sobre todo aplicar crema humectante para nutrirlas.

Existen en el mercado creciente número de productos para las manos que también especifican su utilidad para hidratar y
preservar la salud de las uñas, ya que contienen ingredientes que limpian y renuevan su estructura interna, entre ellos cistina,
calcio, alfahidroxiácidos, glicerina, aceites y extractos vegetales, así como vitaminas E y B6 (retinol).

Toda crema para manos y uñas tiene las siguientes recomendaciones generales:

Debe emplearse todos los días, cada vez que se laven las manos y siempre que la piel se encuentre perfectamente seca.
Para que las sustancias que favorecen la regeneración surtan efecto, el producto deberá aplicarse mediante suave masaje
cuando menos una vez al día; de preferencia antes de dormir.
Los mejores resultados se observarán cuando las uñas estén libres de barniz, lo cual no quiere decir que no deban aplicarse
cuando éste todavía permanezca en las uñas.
Una vez al mes puedes disolver una cucharada de crema en una taza de agua templada y sumergir en esta solución la punta
de los dedos durante 2 o 3 minutos, moviéndolas en círculos.

La adecuada humectación de las uñas puede complementarse con el uso de aceites vegetales como los de ricino, oliva o
almendras dulces, un par de veces por semana; se aplican dando masaje, el cual también ayuda a activar la circulación sanguínea
local. Si no se cuenta con una crema especial, se puede emplear una crema corporal siguiendo las mismas indicaciones para el
cuidado de las uñas, si éstas no están muy maltratadas.

Mascarillas para nutrir las uñas

Cuando el deterioro y la resequedad de las uñas son muy notables, lo ideal es recurrir a mascarillas nutritivas y humectantes, ya
que cuentan con mayor concentración de elementos. Su potencial hidratante y regenerativo es mucho mayor que el de las cremas,
y ayudan incluso a contrarrestar los efectos del envejecimiento.

Muchos de estos productos cosméticos han sido elaborados originalmente para las manos, pero las nuevas fórmulas incluyen
una combinación de agentes de origen vegetal y mineral que ayudan a mejorar el estado de la queratina. Para que su trabajo sea
más eficiente, se recomienda aplicarlas una vez al mes, antes de dormir, y proteger las manos con guantes de algodón, a fin de
que los ingredientes cumplan su cometido.

Revitalizador o fortalecedor

Son aceites y soluciones de tratamiento intensivo que cuentan con acción prolongada; se recomiendan para uñas frágiles y
quebradizas, al igual que las mascarillas, debido a que aportan elementos nutritivos básicos, es decir, vitaminas y minerales para
favorecer el sano crecimiento de las uñas, además de que crean resistencia ante posibles infecciones por hongos.

Los especialistas sugieren que se apliquen diariamente en las uñas limpias y libres de esmalte, dando ligero masaje mediante un
algodón empapado en el producto hasta su total absorción. En casos de maltrato severo es recomendable no aplicar barniz
durante varios días (una semana más o menos, dependiendo de la gravedad del caso) para recuperar la resistencia y elasticidad
naturales.

Removedor de cutícula

Se trata de soluciones o cremas que se colocan en la piel que cubre la base de la uña (lúnula) y que se elaboran con sustancias
como hidróxido potásico al 2 o 5%. Luego de actuar durante un par de minutos hace más manejable la cutícula, a la que se puede
empujar o moldear con ayuda de un palito de naranjo. Una vez terminada esta labor se deben sumergir los dedos en agua tibia
hasta eliminar el exceso de producto.

Se recomienda emplear este producto cosmético removedor y nunca cortar la cutícula por dos motivos: en primer lugar porque
volverá a crecer e incluso será más gruesa, y en segundo término porque sirve para proteger a la uña del ataque de gérmenes que
pueden ocasionar infecciones.

Endurecedor de uñas

Es útil en caso de uñas quebradizas o que se astillan demasiado. Incluye principios activos regeneradores, como vitaminas y
minerales pero, sobre todo, compuestos con azufre (muchos de ellos derivados del ajo) o calcio, los cuales tienen la finalidad de
dar rigidez a las moléculas estructurales. Es adecuado complemento de cremas, mascarillas y revitalizadores, y en algunos casos
reafirma la tonalidad natural, por lo que está disponible en diversos colores.

Casi siempre se trata de una solución que se aplica con pincel o pequeña brocha sobre toda la superficie de la uña, misma que
deberá estar libre de esmalte o crema. Para mejores resultados, deberá utilizarse durante varios días sin barniz, a la vez que se
sugiere no emplearlo sobre la cutícula para evitar que endurezca y sea más difícil de empujar. Una vez que la salud de las uñas
se haya restablecido, puede aplicarse una capa antes del esmalte.

Base o brillo

Se trata de un barniz transparente que se coloca antes del de color para proteger a las uñas y evitar que éstas luzcan
amarillentas. Su aplicación es también mediante un pincel, y debe dejarse secar por completo antes del uso de cualquier otro
producto. Algunas marcas lo fabrican de acuerdo al tipo de uñas: normales o débiles y quebradizas.

Dicho cosmético también recibe el nombre "brillo" porque puede colocarse sobre el esmalte empleado en días anteriores, siempre
que éste continúe íntegro y sin descarapelarse, a fin de realzar su luminosidad. También es útil cuando se prefiere lucir manos
naturales, sin color, y para dejar descansar a las uñas del esmalte.

Protector de esmalte

Muy parecido al anterior, sólo que su uso específico es sobre el barniz y no antes de éste. Se emplea para intensificar el tono del
esmalte, así como para retocar al barniz aplicado 1 o 2 días antes, el cual, con el uso, puede lucir opaco.

Barniz o esmalte

Es uno de los productos cosméticos para uñas más populares en el mercado y es complemento perfecto para proyectar una
imagen acorde con las necesidades de cada mujer: juvenil, formal, alegre o elegante. Las fórmulas más innovadoras se encargan
también de brindar atención a las uñas gracias a sus ingredientes cuidadosamente seleccionados.

Además de que el tiempo de secado de estos cosméticos es cada vez menor, muchos se encuentran enriquecidos con minerales
(calcio y magnesio) que previenen el efecto de posibles golpes, así como con vitaminas que garantizan crecimiento sano y evitan
cuarteaduras. Otros compuestos permiten a la uña respirar por sus diminutos poros, lo cual evita infecciones generadas por
hongos.

El uso de barniz o esmalte debe incluir los siguientes pasos:

Antes de aplicarlo es conveniente quitar la grasa de cremas hidratantes o removedor de cutícula, lavándolas con agua
caliente y jabón suave, como el de glicerina.
La humedad impide la adherencia del esmalte y reseca la uña, por lo que se recomienda secar perfectamente la superficie y
dejar pasar unos minutos antes de colocarlo.
Se aconseja también la aplicación de una capa de base para esmalte, a fin de prolongar su duración.
Al secar la base, se coloca la primera capa de barniz en todas las uñas, desde el centro hacia las orillas; debe hacerse en
cantidad moderada para evitar aspecto apelmazado y que se formen burbujas.
Para mejor acabado, se aplica una segunda y última capa de esmalte, pero sólo hasta que la primera haya secado.
A fin de evitar burbujas en el barniz, el envase debe agitarse mediante movimientos circulares, colocando el frasco entre las
dos manos y moviendo éstas como si se frotaran. Las pequeñas bolsas de aire se generan al mover violentamente el
producto de arriba hacia abajo.
No deben combinarse marcas de esmalte u otros productos para las uñas, ya que cada línea tiene componentes diferentes
que al mezclarlos pueden alterar el efecto deseado.
El esmalte seca superficialmente en poco tiempo, pero lo hace por completo hasta media hora después; debido a ello nunca
se deben secar las uñas al Sol ni bajo un foco, para no arruinar el acabado.
Se debe evitar el uso de aceites esenciales, jabones y cremas muy agresivas, ya que pueden oscurecer el tono.
Si el esmalte alcanza a la piel, presione con un hisopo de algodón impregnado de quitaesmalte justo en los sobrantes.
Para evitar que el esmalte se endurezca en el frasco, limpie el borde superior después de usarlo con un algodón empapado
con quitaesmalte; así cerrará perfectamente.
Aunque el esmalte de uñas protege y fortalece a las uñas, se recomienda no llevarlas pintadas más de cinco días a la
semana.
El acelerador de secado se esparce sobre las uñas una vez que se han barnizado, y ayuda a evitar problemas derivados del
largo tiempo de secado, tales como apelmazamiento.

Quitaesmalte

Tiempo atrás se utilizaba únicamente acetona para retirar el barniz, pero esta sustancia genera resequedad en las uñas porque
altera la capa de grasa natural que las cubre. Hoy la industria cosmética ha creado quitaesmaltes que suavizan la acción de este
solvente gracias a que incluyen vitamina E, aceites humectantes, minerales, queratina y extractos de plantas como sábila (aloe
vera) y ajo.

Los también llamados removedores de esmalte son indispensables para eliminar restos de barniz que hacen que las uñas se
resequen y luzcan maltratadas; además, como se mencionó en el apartado anterior, ayudan a quitar residuos de esmalte que
pudieran haber salpicado o manchado la piel de los dedos. Sin embargo, incluso los productos suaves no deben aplicarse a diario
para evitar debilitamiento, fragilidad y astillamiento.

Uñas postizas

Las uñas postizas son productos sintéticos que, al ser utilizadas apropiadamente, pueden limarse, cambiar de color a diario y
mantenerlas del tamaño deseado sin que se astillen o quiebren, ya que se reparan con relativa facilidad. Se dividen en dos tipos:
prefabricadas y las que se moldean de acuerdo a las necesidades de cada mano. Entre las más conocidas de ambos grupos
están:

Uñas de gel. Son de plástico y lucen naturales, aunque muchas veces no se ajustan al cien por ciento a la anatomía de la
mano; también pueden ser demasiado curvas y no adherirse bien. Para colocarlas se utilizan capas de gel, luego se ponen a
secar bajo una lámpara de luz negra, y para terminar se liman y pulen.
Uñas de lino o seda. Se forman a través de capas de tela superpuestas hasta dar la forma deseada; se ajustan al limarlas y
pulirlas. El inconveniente es que también interviene una uña de plástico como soporte, así que tienen la desventaja de que
no siempre se adaptan de manera ideal.
Uñas de acrílico o porcelana. Son las más recomendables, ya que se elaboran con un molde para formar uñas idénticas a
las de la persona. Además, permiten definir la forma de la punta, ya sea un poco curveada hacia arriba o abajo ("de ave"). Al
ser transparentes es fácil ver el estado de la uña natural; también es posible cambiarles a diario el color del esmalte.
Uñas de acrílico de color. Su elaboración es idéntica a las anteriores, con la diferencia de que el material con que se
fabrican tiene una tonalidad. Aunque nunca se despintarán, tienen el inconveniente de que no permiten verificar que la uña
natural se encuentre en buen estado.

A pesar de sus ventajas, presentan algunos inconvenientes. Uno de los problemas más comunes es una posible infección de
hongos debido a la humedad que acumulan. Estos invasores microscópicos tienen apariencia blanquecina al principio y, poco a
poco, adquieren coloración verdosa; si no se eliminan pueden ocasionar la pérdida de la uña natural, por lo que cualquier
modificación en su coloración es motivo para acudir al especialista en dermatología.

Otra dificultad a considerar es la posibilidad de que los productos empleados generen alergia, la cual se manifiesta a través del
enrojecimiento e inflamación de las cutículas; también es probable que al tallarse los ojos o la piel con los dedos se genere
irritación. En estos casos se recomienda dejar de usar estos productos.

Finalmente, hay que señalar que el adhesivo que se emplea en muchas ocasiones se fabrica a base de metacrilato, el cual puede
generar o acentuar un problema de uñas quebradizas.

En todo caso el buen mantenimiento de las uñas postizas requiere control periódico, por lo que aún sin haber problemas se
aconseja acudir cada dos semanas al salón de belleza para que la o el manicurista efectúe las reparaciones pertinentes y evalúe
su estado; asimismo, no se recomienda morderlas ni utilizarlas como herramientas para abrir cartas o atornillar objetos.

Recomendaciones finales para mantener la salud de las uñas

El buen estado de las uñas requiere, además del uso de estos productos, otras medidas que ayudarán a mantenerlas
saludables:

Usar guantes para que no se debiliten con productos de limpieza o durante trabajos de jardinería.
Emplear jabón suave al lavarse las manos.
Estimular la circulación de la zona a través de suave masaje.
No exponer las uñas a largos periodos en el agua.
No morderlas ni forzarlas con acciones como abrir broches o bolsos, recoger monedas de la mesa o el piso, o marcar un
número telefónico.
Seguir dieta rica en zinc, azufre, hierro, calcio, vitamina A y complejo B, ya que son componentes que favorecen la formación
de las uñas. Incluya ajo, espinacas, acelgas, perejil, zanahoria, papaya, durazno, uvas, pepitas de calabaza, amaranto,
ajonjolí, cereales integrales, mariscos, pescados, gelatina y lácteos.
Evitar estados de estrés mediante técnicas de relajación; así reducirá la tentación de cortarlas con los dientes y disminuirá el
gasto innecesario de minerales útiles para su regeneración, lo cual es propio de los momentos de nerviosismo y ansiedad.
Acudir a un especialista en belleza para someterse periódicamente a manicura.
La alergia a productos cosméticos para uñas es rara, pero existe. Si las laminillas se ponen amarillas, hay inflamación de
cutículas o irritación en cara o cuello luego de llevarse las manos a estas regiones, suspende de inmediato el uso del
producto y acude al dermatólogo.
Personas con alergia o pie sensible pueden emplear productos hipoalergénicos.

Consulta a tu dermatólogo

SyM
Última actualización: 03-2017

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