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CAPÍTULO 11
CONSTITUCIÓN, PERSONIFICACIÓN
Y REPRESENTATIVIDAD DEL SINDICATO
1. Etapa preparatoria
ideología, ahora no condicionada por la guerra fría. Poco a poco, los simpa-
tizantes del sindicato adoptan medidas, toman decisiones y llegan a acuerdos
carentes de obligatoriedad, pero que van dibujando la entidad que quieren.
La idea inicial se va ampliando y reforzando con propósitos más concretos
y definidos. Se esquematiza el proyecto y se adopta un plan de acción que
conlleva tres aspectos centrales: la decisión de constituir la organización; la
redacción y aprobación de los estatutos; y la primera convocatoria a asamblea
general, para tomar los acuerdos que legitimen la organización para efectos
de inscripción o depósito, y efectuar el nombramiento de personeros y admi-
nistradores. Con todo, mientras estos actos no se registren o depositen, la
persona jurídica no existiría, según la mayoría de legislaciones.
En esta fase preliminar, es de fundamental importancia la vigencia de varios
aspectos de la libertad sindical. Por una parte, los trabajadores y los emplea-
dores ‘‘sin ninguna distinción y sin autorización previa, tienen el derecho de
constituir las organizaciones que estimen conveniente’’, así como el afiliarse
y desafiliarse a esas organizaciones. Sobre este tema el artículo 2° del Con-
venio número 87 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre
libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, es una garantía
jurídica descollante. Por otro lado, es de particular relevancia el derecho de
esas organizaciones ‘‘a redactar sus estatutos y reglamentos administrativos,
y el de elegir libremente sus representantes, el de organizar su administra-
ción y actividades y el de formular su programa de acción’’ (artículo 3°, idem).
Además, las autoridades públicas deben garantizar tales derechos y abstenerse
de toda intervención que tienda a limitarlos o a entorpecer su ejercicio legal.
Cabe señalar, asimismo, que en esta fase previa es cuando determinados
patronos se muestran más proclives a la violación de la libertad sindical por
medio del despido arbitrario, particularmente en la fundación del sindicato de
empresa. Y para tratar de frenar esta violación la doctrina y el derecho com-
parado han ideado y puesto en práctica diferentes alternativas, que serán es-
tudiadas en otro capítulo. La OIT también ha hecho lo propio.
A partir del inicio de esta fase preparatoria rige el derecho apuntado por
el Convenio 87 precitado, en el sentido de poder constituir la organización
‘‘sin autorización previa’’.
Esta es una garantía que tienen por igual los trabajadores y los patrones al
constituir el sindicato, y hace referencia a que la constitución de la organiza-
ción se efectúe sin que medie autorización previa del Estado. El principio de
libertad sindical se podría lesionar, si las gestiones propias de esta primera
etapa estuvieran condicionadas a una autorización de las autoridades públicas.
En opinión del Comité de Libertad Sindical (OIT), esto no quiere decir que
los fundadores de una organización estén exentos de cumplir con las forma-
lidades prescritas en la ley. ‘‘Sin embargo, en la práctica, tales formalidades
no deben surtir efectos análogos a los de una autorización previa, ni deben
crear un obstáculo que de hecho equivalga a una prohibición’’ (Manual de
educación obrera sobre libertad sindical, OIT). Las normativas de una ley o
reglamento no deben, tampoco, interpretarse ni aplicarse de modo que demo-
ren o impidan la creación del sindicato.
A. El acuerdo constitutivo
B. Requisitos necesarios
3. Estatutos
1. Representación y representatividad
el criterio que debe ser aplicado. Cuáles sean esos otros elementos, lo podre-
mos deducir con base en las regulaciones hechas en algunos países que, a su
vez, sirven para la determinación del sindicato más representativo para otros
propósitos. Así, se toman en consideración el monto de las cotizaciones, la
antigüedad de la organización, las luchas que haya dado en representación de
sus afiliados, los resultados de las elecciones sindicales a nivel nacional, el
establecer una representación proporcional a la fuerza que demuestren las di-
ferentes centrales sindicales nacionales, la determinación para la negociación
concreta de cuál es el sindicato que obtienen mayor apoyo, el mayor número
promedio de afiliados cotizantes sobre la cantidad promedio de trabajadores
que intente representar, o los resultados de elecciones de delegados en los
consejos de salarios o cajas de compensación de asignaciones familiares u
otros organismos de integración análoga o la antigüedad o continuidad e in-
dependencia de la organización.
Se han utilizado para la determinación de los delegados no gubernamenta-
les, en el ámbito de la OIT, otros criterios, en tanto cuenten con el consenti-
miento de las organizaciones interesadas, lo que garantizaría que no se pre-
sentarían reclamos. Entre éstos estaría el de la organización mayoritaria, o
también el de la rotación en la integración de esas delegaciones entre las
diferentes centrales sindicales de un determinado país, de tal manera que un
año forma parte de una de ellas, el segundo otra, y así sucesivamente.
El criterio numérico es muy importante por su actualidad y objetividad,
aunque necesariamente su determinación tiene que estar claramente establecida
con base en procedimientos transparentes, precisos y rápidos, pues si no puede
ocurrir que sea la contraparte patronal, en el caso de negociaciones colectivas
respecto de las que varias organizaciones se proclamen como mayoritaria, la
que llegue a determinar la contraparte sindical con la que negociará, provo-
cando conflictos intersindicales de difícil solución y viciando la autenticidad
de la negociación. Seguramente la mejor instancia para ese propósito sea la
inspección general de trabajo, que en aquellos países en que es obligatorio
para los sindicatos informar periódicamente al ministerio del trabajo sobre el
número de sus afiliados, dispondrá ahí de una información actualizada que le
sirva de base en su determinación.
En cuanto a la participación en funciones públicas, pueden presentarse si-
tuaciones inconvenientes por falta de adecuada regulación, toda vez que si
bien puede reconocerse la presencia de representación sindical, por ejemplo,
en juntas o mesas directivas de organismos públicos, si no se establece un
mecanismo adecuado de selección, pueden resultar electos miembros de un sin-
dicato que no sea el más representativo, pero si más afín a la línea política
IV. BIBLIOGRAFÍA