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MAESTRÍA RC / CONTINUUM RC
En la evaluación de la actuación el alumno debe proporcionar una muestra lingüística, de modo hablado o
escrito, por medio de una prueba directa. Por su parte, la evaluación de los conocimientos requiere que el
alumno conteste una serie de preguntas (pueden ser de diferentes tipos de ítems) con el fin de proporcionar
evidencia acerca de su grado de control lingüístico y el alcance de sus conocimientos. Esta casilla resulta
conflictiva porque en un examen el candidato siempre proporciona algún tipo de actuación. En este sentido,
se plantea la duda de si es posible, o no, mantener la dicotomía competencia / actuación de Chomsky en el
campo de la evaluación. El MCER (Consejo de Europa, 2003a: 188) afirma que
Por desgracia, nunca se pueden evaluar las competencias directamente. Hay que basarse siempre en una serie de
actuaciones a partir de las cuales se intenta generalizar una idea del dominio lingüístico, que se puede considerar
como competencia «en uso», llevada a la práctica. En este sentido, por tanto, todas las pruebas evalúan sólo la
actuación, aunque partiendo de esa evidencia se puede intentar extraer inferencias respecto a las competencias que
subyacen.
8. EVALUACIÓN SUBJETIVA / EVALUACIÓN OBJETIVA
La evaluación subjetiva exige que sea una persona (evaluador) la encargada de calificar una prueba
o valorar la calidad de la actuación del candidato. En la evaluación objetiva, por el contrario, los
resultados de la prueba se califican de modo mecánico a través de la lectura óptica o mediante
plantillas de corrección. Sin embargo, la oposición entre subjetividad y objetividad es compleja,
dado que las consideradas como pruebas objetivas son corregidas por personas que, además,
también se encargan de la redacción de los ítems, del diseño de las especificaciones, etc.
Por una parte, este factor subjetividad se considera negativo debido al daño que causa en la
fiabilidad, requisito básico que toda prueba debe tener, y a las cuestiones de ética y profesionalidad
de los evaluadores. Pero, también, por otra parte, evaluar una lengua subjetivamente es positivo
dado que responde a la propia naturaleza de la lengua y la comunicación que no permite su
fragmentación y, por tanto, la evaluación de un aspecto específico de la competencia o de la
actuación de un candidato es complicada.
La valoración mediante lista de control consiste en evaluar a un candidato de acuerdo con las
descripciones especificadas en una lista de aspectos que se consideran adecuados para un nivel o
módulo concreto. También la valoración mediante escala determina en qué nivel o banda
concreta de una escala está una persona pero, a diferencia de las listas, sí hay jerarquización de
niveles. En este sentido, el MCER (Consejo de Europa, 2003a: 189) destaca que en la valoración
mediante escala el énfasis es «vertical: ¿a qué altura de la escala se encuentra? El sentido de las
distintas bandas o niveles debería aclararse mediante descriptores de escala»; por el contrario, en
una lista de control se muestra el camino recorrido y el énfasis es «horizontal: ¿qué cantidad del
contenido del módulo se ha realizado con éxito? La lista de control se puede presentar en forma
de lista de elementos, igual que un cuestionario; se puede presentar, por otro lado, como si fuera
una rueda, o con cualquier otra forma».
10. IMPRESIÓN / VALORACIÓN GUIADA
Coevaluación: la evaluación se lleva a cabo entre iguales, los aprendientes se evalúan recíprocamente
(Atienza Cerezo et al., 2008).