Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
~~" NACIONAL
DE COLOMBIA
SEDE PALMIRA
FAC ULTAD DE CIENCIAS
AGROPECUARIAS
Las Endomicorrizas:
Expresión bioedáfica de importancia en el trópico
LAS ENDOMICORRIZAS:
EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL
TRÓPICO
ISBN 978-958-44-0523-4
Diseño de portada:
Creación colectiva del grupo de Agroecología
Imágenes de portada:
Agroecosisterna: Fundación para la investigación y el desarrollo agrícola FIDAR --Cali.
5x: Efecto de raíces y microorganismos en el suelo en formación de agregados. Andrés
Mondragón y Marina Sánchez de P., 2006. UNALP
lOx: Raíces micorrizadas de maíz. Andrés Mondragón y Marina Sánchez de P. , 2006.
UNALP
16x: Hifa externa de HMA formando redes y bioagregados. Lyda Zárate, 2006. CIAT
100x: Arbúsculo de HMA transportando P a la planta de maracuyá. Eyder Gómez, 2003.
UNALP
350x: Cofia de soya con colonización fungosa. José Alejandro Arroyave, 2006. CIAT
FRANK, 1. A. B.
Abril de 1885, traducido por Trappe, J. 1984
EWALD SIEVERDING
1986. Investigador alemán que trabajó el tema en Colombia
FRITJ OF CAPRA
2003
Autores
Agradecimientos ........................................................................................................ 19
Presentación ............................................................................................................... 23
8
LAS ENDOMICORRlZAS: EXPRESiÓN BlOEDÁFlCA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Capítulo cuatro: Las micorrizas: estrategia compartida para colonizar el suelo ..... 115
Introducción ........................................................................................................ 115
Breve historia de su conocimiento ............................................................. .. ...... 116
Aproximación al término micorriza ................................................................... 117
Tipos de micorrizas .................................................................................... ........ 118
Ectomicorrizas ............................................................................................... 119
Endomicorrizas ...................................................................................... ........ 119
Micorrizas arbusculares (MA) ........................................................ ........ 121
Endomicorrizas en orq uídeas ......................................................... .......... 121
Endomicorrizas ericoides ................................................................. .. ...... 122
Ectendomicorrizas ........................................................................... ... ...... 122
9
UNIVERSIDAD N AC IONAL DE C OLOMBIA - SEDE P ALM IRA
10
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRES IÓN BIOEDÁACA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Segunda parte
Endomicorrizas en el trópico: estudio de casos ............... ................. ..... ........... ... .... 177
11
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Caso 8
Papel del micelio externo de HMA asociado a barbechos
mejorados en suelos degradados de Pescador - Cauca ................................. 251
Caso 9
Micelio externo de HMA asociado a barbechos mejorados
y su participación en la agregación de suelos del Cauca ............................... 262
Caso 10
Actividad microbiana en un andisol Typic Distrandept
manejado con diferentes alternativas conservacionistas
en la rotación yuca-fríjoL .............................................................................. 277
Caso 11
Evaluación del efecto de la micorriza arbuscular (MA)
sobre la absorción de nutrientes en suelos cultivados con
caña de azúcar (Saccharum spp) en Santander de Quilichao,
Corinto y Miranda (Cauca) ............................................................................ 283
Endomicorrizas en orquídeas y ericáceas ................................................................ 290
Caso 12
Endomicorrizas en orquidáceas en dos transectos de
la cordillera Central. ...................................................................................... 290
Caso 13
Enraizamiento de esquejes de azalea Rhododendron indicum
en diferentes condiciones de sustrato y presencia de micorrizas ................... 301
12
Lista de tablas
13
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
14
Lista de figuras
15
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
16
LAS ENDOM ICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
17
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Figura 43. Posibles vías en el metabolismo del carbono en el micosimbionte ..... 148
Figura 44. Captación de P por MA. ...................................................................... 151
Figura 45. Esquema hipotético de la longitud de las hifas
y volúmenes de suelo a explorar por HMA. ........................................ 153
Figura 46. Transporte de P desde el suelo hasta los arbúsculos .......................... .155
Figura 47. Esquema hipotético de producción de biomasa por
plantas con MA y sin MA ................................................................... 162
Figura 48. Volumen de suelo y nutrientes disponibles en una
planta con rnicorriza arbuscular y sin ella ........................................... 164
Figura 49. Esquema de transporte de N desde el suelo hasta
la planta micorrizada .............................................................. ............. 166
Figura 50. Modelo hipotético del metabolismo y transporte
de N, P Y C en la MA. Las vías metabólicas A, B, C y D
se especificaron en la Figura 43 ...... .................. .. .... ........................... .l67
Figura 51. La biomasa radical y el efecto
rizosférico, incl~ida la micorriza, se convierte
en importante factor de conservación de suelos
y en la bioacumulación de agua ......................... ...................... ........... 175
18
Agradecimientos
19
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
20
Prólogo
21
UNIVERSIDAD NACIO NAL DE COLOMBIA - S EDE PALMIRA
22
Presentación
23
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
nomio suelo-raíz que trae consigo modificaciones o efectos mutuos de interés para el
desarrollo de la planta.
Se avanza en el tercer capítulo en el tema de la rizosfera, punto de convergencia que
da lugar a la interfase raíz-suelo con efectos importantes para la vida de la planta y de los
organismos que crecen en este ámbito tan privilegiado. Se alude a las rizodeposiciones
ya su relación con el flujo de carbono, a los organismos que habitan la rizosfera y a su
número, así como a las interacciones de los grupos de microorganismos. Este capítulo da
el soporte para que quien quiera trabajar con microsimbiontes, sepa cuál es el escenario
en el que deberá actuar la flora zimógena que se trata de introducir.
El tema de las micorrizas -corazón de la obra- es una versión muy actualizada
de esta simbiosis, ya planteada por la doctora Marina Sánchez de Prager en su libro
publicado en 1999. Llama la atención el acelerado progreso que se ha dado en este
campo, lo cual se testimonia con una revisión de literatura que pone al día los avances
en esta materia. Los estudios sobre el particular han podido profundizar por virtud de
las nuevas técnicas de la biología molecular y del conocimiento de la bioquímica de
los procesos que se dan entre el hongo y la planta que lo acoge. Podría decirse que la
obra ha tomado en cuenta el criterio según el cual "lo más práctico que hay en ciencia
es una buena teoría".
El estudio de casos del cual se ocupa el capítulo quinto es el resultado de muchos
años de investigación de un equipo humano conformado por profesionales de la Uni-
versid ad Nacional de Colombia-sede Palmira, del CIAT y de otras instituciones, así
como de estudiantes de pregrado y posgrado de aquella universidad, con el liderazgo
permanente de la doctora Marina Sánchez de Prager.
El libro es la consecuencia de trabajar una verdadera línea de investigación con re-
sultados evidentes. Esto se comprueba al leer y analizar la información que se presenta
en torno a la micorriza arbuscular en los agroecosistemas con especies tan diversas
como la yuca, el pimentón, el maracuyá, el plátano y otras, que se visualizan y trabajan
en el contexto de la conservación y manejo del suelo. También es interesante encontrar
que hay trabajos o "casos" que estudian la simbiosis con plantas ornamentales como
las orquídeas y las ericáceas. En fin , el libro que se presenta y la investigación que se
adelanta sobre la endomicorriza en Palmira, recurre a un diálogo permanente entre la
teoría y la práctica.
24
Aproximación al contenido
Cuando se habla de trópico es necesario hacer una reflexión acerca de las caracterís-
ticas que confluyen en su identificación. Una de ellas, es su ubicación geográfica entre
los trópicos de Cáncer y de Capricornio, las diferencias ecológicas que dan origen en
esta franja intertropical a trópicos húmedos y secos -selvas húmedas y desiertos-, y
todo el contexto socio-cultural ligado a esta localización (Márquez, 2004).
Desde la perspectiva ecológica uno de los rasgos ampliamente reconocidos en la
zona tropical es la oferta de luz -por lo tanto de energía- durante todo el año, la elevada
complejidad, diversidad y estabilidad de los ecosistemas que se asientan en esta zona,
disponibilidad de agua, variedad climática, abundancia y diversidad de organismos,
acumulación, ciclaje de la materia orgánica y uso eficiente de nutrientes a través de
diferentes estrategias -entre ellas la presencia de micorriza, fijadores de nitrógeno,
amplia gama de descompositores y bioacumuladores-. La madurez alcanzada por los
ecosistemas tropicales naturales hace que sean muy sensibles a las transformaciones
que en ellos se introduzcan y, por lo tanto, fácilmente degradables.
Colombia se encuentra situada dentro del trópico húmedo, en particular en la zona
ecuatorial, su cobertura actual incluye biomas que van desde páramos, sabanas en Ama-
zonia, Orinoquia y Caribe, manglares, desiertos y matorrales, hasta áreas fuertemente
intervenidas (Márquez, 2004).
Las condiciones especiales anotadas generan oportunidades pero también grandes
amenazas a los ecosistemas tropicales naturales y aquellos establecidos artificialmente
y manejados con prácticas agronómicas pensadas y desarrolladas para zonas templadas,
que contribuyen a acelerar su deterioro.
La biodiversidad característica del trópico no sólo se expresa en plantas y animales,
sino también en microorganismos, que forman un activo "caldo microbiano" en eco-
sistemas naturales, el cual es necesario conservar -cuando está presente- y, recuperar
y/o estimular -cuando se ha degradado- en los ecosistemas establecidos por el hombre.
25
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
26
L AS EN DOMICORRIZAS : EXPRES IÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANC IA EN EL TRÓPICO
Para el avance en el desarrollo de esta rama del saber, en países como Colombia
se requiere la constitución de redes de investigación que conecten a las diferentes
instituciones nacionales e internacionales que adelantan trabajos al respecto, faciliten
e integren el conocimiento recién generado con el fin de colocarlo al servicio de los
usuarios: científicos, técnicos, estudiantes, agricultores y sociedad civil.
En nuestros ecosistemas establecidos artificialmente, la vulnerabilidad generada por
su concepción de monocultivo, erradicación de plantas acompañantes, eliminación de la
materia orgánica, uso intensivo de fertilizantes y agroquímicos, hacen que el recurso MA
esté seriamente comprometido. Este riesgo se acentúa dada la localización de muchos
de estos agroecosistemas en zonas de ladera y en la región andina.
De allí la necesidad de trazar políticas y estrategias nacionales que promuevan y
estimulen la conservación de los recursos microbiológicos, incluidos los HMA, in situ,
como también la oferta de inoculantes a nivel del país, dentro de criterios de manejo
conservacionista y disminución de la dependencia por insumos de síntesis, con sus conse-
cuencias sobre la economía nacional, del agricultor y de la calidad de los ecosistemas.
Dentro de esta perspectiva, la obra Las endomicorrizas: Expresión bioedáfica de
importancia en el trópico hace énfasis en micorriza arbuscular (MA) -la más cotidiana
en nuestros ecosistemas, está orientada a divulgar el conocimiento enmarcado dentro
del sistema suelo y sus propiedades emergentes de fertilidad y calidad, y dentro del
sistema planta hospedera, adaptada evolutivamente para colonizar el suelo, a través de
estrategias como la raíz y la rizosfera, y haciendo parte de ella la MA.
La concepción de este escrito surgió como idea para contribuir al enriquecimiento
de la docencia, investigación y extensión en nuestra Universidad y en el país. Por ello
está dirigido a investigadores, profesionales, estudiantes, agricultores y amantes de la
naturaleza, como ayuda que propicie el conocimiento de este recurso, la actualización
y trazar líneas-base en investigaciones a emprender y/o continuar, decisiones y actua-
ciones inicialmente frente a la MA, pero unida a ella, frente a los ecosistemas naturales
o establecidos. Parodiando a Capra (2003 a y b), busca contribuir en la búsqueda de
desarrollar un pensamiento sistémico que necesariamente lleva involucrada la visión
de procesos, antes que de componentes individuales.
Nuestro mayor anhelo es que nuevos investigadores y nuestros estudiantes refuercen
este camino, que en las instituciones y universidades este tema sea de obligado cono-
cimiento no solamente por profesionales del agro, sino también de las ciencias y aun
de aquellos involucrados en decisiones políticas que comprometan la conservación de
nuestros ecosistemas naturales y el manejo de los agroecosistemas.
27
Primera parte
WIENER, 1950
Introducción
Gran parte de la biosfera terrestre reside en el suelo; sin embargo, durante mucho
tiempo éste se consideró como soporte inerte que daba sostén a las plantas y a las
actividades humanas como la agricultura, construcción, transporte e industria, entre
otras. Dentro de esta concepción se estudiaron ampliamente sus características físicas y
químicas, sin desconocer su función de asentamiento, de por sí importante. Por fortuna,
hoy en día estamos comprendiendo que el suelo es un sistema vivo, donde los organis-
mos que lo habitan no son temporales, sino parte inherente con profunda influencia en
las propiedades del suelo y sus atributos de fertilidad, calidad, salud, sostenibilidad y
resiliencia, esenciales para la producción continua de cultivos, conservación del medio
ambiente y el bienestar humano. Hoy comprendemos a cabalidad por qué toda la vida
sobre la tierra firme se inicia en el suelo.
31
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
32
LAS ENDOM ICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓP ICO
• Material parental
(roca madre u otros materiales,
(lixiviación, erosión superfi-
cial)
• Cartografía
t
en espacios localizados) • Translocaciones (expresión geográfica)
(eluviación - iluviación, calci-
• Topografía ficación-decalcificación, sali- t
nización-desalinización, alca- Clasificaciones
• Tiempo linización , desalcalinización , interpretativas
melanización-Ieucinización,
podzolización, laterización, t
• Hombre marronización-gleización Expectativas sobre condicio-
(a través de prácticas cultura- nes de fertilidad, calidad, sa-
les y/o efectos de desarrollos • Transformaciones lud, sostenibilidad y resiliencia
industriales) podzolización, laterización del suelo
descomposición-síntesis
formación de humus
maduración-mineralización
marronización-gleización
~
Monogénesis
Poligénesis
~
Horizontes morfogenéticos
~
Horizontes diagnósticos
Fuente: Elaborada con base en Buol , Hole y McCracken, 1981 ; Primavesi , 1982; IGAC, 1995; Malagón
2001.
Las energías físicas y químicas se disipan a través del proceso de formación del
suelo en escalas de miles de años y en escalas espaciales mínimas de, por ejemplo,
el área de una cuenca hjdrográfica. Por el contrario, la energía biológica se disipa en
33
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMlRA
escalas de tiempo y espacio mucho más pequeños, aunque no menos importantes para
el funcionamiento del suelo. Figura 1. Los microorganismos, las raíces de las plantas y
la fauna del suelo tienen estrategias adaptativas complementarias, por lo cual influyen
en tres procesos muy importantes en el suelo: uno, la descomposición y dinámica de
la materia orgánica en el suelo; dos, la fonnación y mantenimiento de la estructura del
suelo, y tres, el suministro de agua y nutrientes a la planta.
tt
Atmósfera I Millones de años/planeta
tt
Clima
tt
Arcilla + Nutrientes
1000s de años, km 2
tt
Vegetación y Calidad de fuentes
100s de años, ha
tt años, 10m 2
Macroorganismos
días, mm 3
Microorganismos
Interacciones biológicas
tt
Procesos del suelo
Fuente: Adaptado de Lavelle, 1997; Schlesinger, 2000.
Figura 1. Modelo jerárquico de los factores que detenninan los procesos fonnadores
del suelo en ecosistemas terrestres.
Teniendo en cuenta que tanto la escala evolutiva a largo plazo como lo que sucede
aquí y ahora están interconectados, es entonces la visión como sistema y, fuera de ello,
como sistema vivo la que pennite mayor comprensión de lo que ocurre en el suelo y las
interacciones que tienen lugar en los flujos de materia y energía que aseguran su fonna-
ción, funcionamiento y conservación. Esta visión como sistema pennite comprender la
34
LAS EN DOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
relación de doble vía entre factores y procesos formadores y el impacto de lo que sucede
en el suelo sobre la atmósfera y el medio ambiente del planeta tierra (Figura 1). Nos
permite comprender que fenómenos que acaecen actualmente como el calentamiento
global, pérdida de la capa de ozono, procesos de deshielo en los polos, lluvia ácida,
entre otros, están ligados al suelo dentro del gran ecosistema terrestre.
35
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Con relación a la materia orgánica viva están las raíces de las plantas que constituyen
una expresión macroscópica de la vida en el suelo, y los organismos del suelo, desde
los grandes mamíferos y el hombre hasta los microorganismos, cada uno de los cuales,
ya sea que vivan en la superficie de la Tierra o en el suelo, afecta el desarrollo de este
cuerpo natural, en una forma o en otra, como se verá más adelante.
Los minerales del suelo, la materia orgánica y los organismos forman agregados que
determinan rnicroambientes, en los cuales transcurre la trama del suelo vivo. Dentro de
los agregados o entre ellos quedan espacios (poros) que son ocupados por el agua y/o
los gases, que constituyen la atmósfera del suelo.
El agua como integrante de la fase líquida es componente fundamental del clima,
circula una y otra vez entre los organismos vivos y el ambiente abiótico, condiciona
la evolución y funcionamiento de los suelos, pues es el principal agente de formación
y cambio en ellos, además de ser esencial para la supervivencia y crecimiento de las
plantas y los organismos del suelo. En la Figura 2 se resume el ciclo del agua o sistema
hidrológico, íntimamente ligado al suelo.
Evapotranspiración
~
\
\
\
\
\
• 1, '
Evaporación
--L ~
--"-
/"---
'--
--------- /- (1, )\1
J It
(Océanos, ríos, lagos, etc.)
.~ll\1
~
Figura 2: El ciclo del agua o sistema hidrológico está íntimamente ligado al suelo.
36
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFlCA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
La característica del agua de fluir en el suelo mediante las raíces, tallos, hojas y de
ahí al aire la amplía Odum (1995), así: "Se evapora de la vegetación, los lagos y otras
superficies, se filtra en el suelo y se convierte en agua subterránea, y corre por ríos y
arroyos hacia el mar. No importa cómo salga el agua del ecosistema, finalmente debe
ser repuesta por la lluvia (o lluvia prehistórica almacenada como agua subterránea)
para que el comercio, la agricultura, la recreación o cualquier parte de la vida humana
continúe como antes". Díaz, 2005, enfatiza la función del suelo como bioacumulador
de agua y regulador de los efectos climáticos, cuando manifiesta que "en los suelos se
almacena el 40% de toda el agua dulce del planeta".
Es de tener en cuenta que el agua contenida en el espacio poroso o que se mueve
a través del suelo contiene amplia diversidad de materiales disueltos y suspendidos en
ella: orgánicos, inorgánicos y órgano-minerales, es decir, constituye la solución del suelo
encargada de proveer agua a la planta y los nutrientes disueltos en ella.
Los gases presentes en el suelo son los mismos que se encuentran en la atmósfera
superficial (02, N2, C02) y otros que provienen del metabolismo de raíces y organismos
del suelo (como CH4 y H 2S). Pueden estar presentes como parte de la atmósfera del suelo,
disueltos parcialmente en la solución del suelo o adsorbidos por algunos componentes
del suelo (Lavelle y Spain, 2001). La circulación de estos gases está estrechamente
ligada a la estructura del suelo.
Las fases sólida, líquida y gaseosa sólo se consolidan como sistema suelo cuando
conforman un todo que se expresa en propiedades físicas, químicas y biológicas, de cuya
interacción aparecen propiedades emergentes, fruto de la sinergia y acción integrada de
las tres fases y sólo posibles en los sistemas vivientes: fertilidad, productividad, salud,
calidad de suelo, sostenibilidad y resiliencia. Figura 3 (Sánchez de P. , 2003).
Tiempo
37
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
38
LAS ENDOMICORR IZAS : EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
'---~---..,-:,r"\_-:....~_::_
1
~PosicionaS
/,1/1'
11/
/---
7~// .-
1~/1~/ILluVia Viento /
1 Sequía./'
./
Bacterias
V~~V)~ ~~ ~\\\~r:.
Inmovilización Predación
de nutrientes
maduro
Fuente: Adaptado de Paul y Clark, 1989 (Dibujo del maestro Hemando Rocha).
39
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
y la forma de los fragmentos en los que se desintegra (Jackson y Raw, 1981; Sánchez
de P. y Gómez, 2000; Sánchez de P., 2004).
Los agregados pueden formarse por la fragmentación de partículas grandes
como terrones o a través de la aglomeración de las pequeñas, ser resultado de
la acción de las raíces de las plantas, fauna y microbiota del suelo o construidos
naturalmente. Figura 5.
Lavelle y Spain (2001) dicen que la unidad básica de estructura del suelo es el
agregado o ped, descrito como "una asociación de partículas que tienen mayor grado
de cohesión interna y externa que aquellas que lo rodean. Los terrones en contraste
con los agregados, son más grandes, aproximadamente 25 mm, creados por el corte y
compresión del suelo durante las operaciones de labranza".
40
LAS ENDOMlCORRlZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁACA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
como macroagregados a los mayores de 0.25 mm (> 250#) más susceptibles a la ruptura
por efecto de labranza; éstos se mantienen ligados por agentes cementan tes como los
óxidos de hierro, aluminio, polisacáridos, polímeros húmicos (Lavelle y Spain, 200 1)
Y las glomalinas (Rillig y Steinberg, 2002).
Entre los agregados se generan espacios -poros-, a través de los cuales se movi-
liza el agua en el perfil del suelo. De la presencia, distribución del tamaño de poros
y la interconexión entre ellos depende la infiltración del agua, su movimiento lateral
y vertical, almacenamiento y asequibilidad para las plantas. De acuerdo con Siqueira
el al., 1994, el volumen total de poros puede llegar a representar en un suelo ideal,
50-60% de su volumen, siendo ocupados entre 15 y 45% de ellos por el agua y el resto
por los gases.
En la formación de la estructura del suelo intervienen agentes físicos, químicos, or-
gánicos e inorgánicos que generan fuerzas de cohesión que dan estabilidad y durabilidad
a los agregados, puede ser en forma transitoria, temporal o permanente o persistente a
largo plazo. En su modelación están envueltas fuerzas físicas como procesos de secado
y humedecimiento, congelación y descongelación, compresión de las partículas por las
raíces, movimiento de fauna y compactación (Paul y Clark, 1989).
La estructura permanente o persistente a largo plazo está ligada a la presencia de
cationes multivalentes en el suelo que hacen de puente y unen firmemente las arcillas
con la materia orgánica o microorganismos y confieren estabilidad al agregado. Tam-
bién hay arcillas que contienen altas concentraciones de hierro y aluminio que ayudan
a estabilizar la materia orgánica y aseguran de esta forma la agregación. Es el caso de
muchos suelos tropicales, especialmente los que tienen arcillas alofánicas, ricas en
hierro y aluminio. También las macromoléculas húmicas presentan gran cantidad de
radicales orgánicos que interactúan de forma distinta con la superficie del mineral y
confieren alta resistencia a los microagregados - (Tisdall y Oades, 1982; Paul y Clark,
1989; Torres el al., 2000; Lavelle y Spain, 2001).
Entre los agentes agregantes transitorios figuran los polisacáridos que resultan de la
degradación de materiales orgánicos, polisacáridos microbianos asociados con las raíces
y la biomasa microbiana en la rizosfera. Algunos de ellos se degradan rápidamente y
otros pueden durar varios años, ligados a iones metálicos, taninos y/o adsorbidos a la
superficie de las arcillas (Paul y Clark, 1989; Torres et al., 2000). Bayer y Mielniczuk
(1999) detallan que los polisacáridos del suelo son mucílagos provenientes del meta-
bolismo microbiano, de la descomposición de raíces, residuos vegetales y animales y
de los exudados radicales, los cuales intervienen tanto en la formación de micro como
de macroagregados.
En la estructura temporal intervienen las acciones mecánicas y químicas que ejercen
los organismos. Dicha estructura está conformada por grumos o agregados estables al
agua, depende de coloides o "cola orgánica" producida por bacterias, filamentos de
algas e hifas de hongos como aquellos de la micorriza, que se renuevan periódicamen-
41
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
te. Se caracteriza por tener persistencia media; sin embargo, básica para la agregación
del suelo, especialmente la formación de macroagregados (Primavesi, 1982; Tisdall y
Oades, 1982; Reyes, Barrios y Sánchez de P., 2004).
De acuerdo con Lavelle y Spain, 200 1, en suelos agrícolas o sin disturbar, con
concentraciones adecuadas o altas de carbono, los macroagregados estables al agua
permanecen unidos por una red tridimensional de pequeñas raíces, hifas de hongos
micorrízicos y saprofitos y otros organismos. En contraste, los macroagregados ligados
por agentes transitorios se encuentran en suelos con bajo contenido de materia orgánica.
En la Figura 6 (a 1 ya 2) se ilustra la participación de hifas de hongos en la formación
de agregados, donde se aprecia cómo el micelio distribuido en el suelo enlaza y une
microagregados y, en la Figura 6 (b), raíces de plantas participando en la formación de
macroagregados. La Figura 7 recoge el modelo de Tisdall y Oades, 1982, modificado
por diferentes autores.
42
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Directo
Macroagregado
>25011'"
~I Macroagregado
Mk:roagregado
Arena fina
(200 11m)
R~a.eHifas 1 Raíz
l.:;;::;:2~====::::.J Agregados
Limo
1
(5Qvm)
Hitas
Rest08 de plantas y
hongos incrustrados con Bacterias
materiales inorgánicos 2O¡¡m
(persistentes a largo plazo) Paquetes de
arcillas
Indirecto
Pelos radicales
(10).1m)
Poros llenos
Residuos miaoblanos,
humus, incrustrados con 21lf1l
materiales inorgánicos.
1 Residuo microbiano
(Materiales hlímioos)
a-o.03MPa
Aluminosilicatos amarlos,
Oxidas y pollmaros
OIgánicos (húmicoe)
1@ Láminas de arcila
ArdUa
Bacterias
adeorbIdos a
8uperficies O.21lf1l
de arcillas y liganles _'" "l.-....l Poros llenos
eJectrostáticos, ftocutación a -1 ,5 MPa
(perai8lentes a muy largo tiempO) '-------' AgenI.. cementante8
Arcillas finas
Fuente: Adaptado a partir de Tisdall y Oades, 1982; Paul y Clark, 1989; Lavelle y Spain, 200 l.
43
U NIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
44
LAS ENDOM ICORRIZAS: EXPRES IÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Fotosíntesis Respiración
Insumos Energía radiante (luz) (CH 20 )n
C02 (Carbohidratos, lípidos, pro-
H2 0 teínas , metabolitos secunda-
Clorofila (Sistema enzimá- rios)
tico) Oxígeno (02)
Nutrientes (N, P, K, Ca, Mg, Fe, Sistema enzimático
Cu, Mn, B, Mo, Co, CI, Zn, entre
otros) provenientes del suelo
Productos Metabolismo primario C02
(CH 20 )n H2 0
(Carbohidratos, lípidos, pro- ATP
teínas) Calor (oC)
su energía de fuentes diferentes de luz solar o las plantas, generando diferentes tipos
nutricionales (Tabla 3), todos de importancia dentro de las redes alimenticias, ciclos
biogeoquímicos y equilibrio dinámico del sistema (Sánchez de P, Marrnolejo y Bravo,
2000; Coyne, 1999,2000).
Diversos organismos en el suelo pueden obtener su energía y compuestos básicos
para sus procesos de síntesis (anabolismo) de fuentes similares o distintas de materia
orgánica, iniciar su metabolismo a partir de las moléculas donde otros finalizan, y de esta
manera, formar redes tróficas o cadenas alimenticias que conducen a la desintegración
(mineralización) de las moléculas orgánicas e inorgánicas y a la presencia de un variado
caldo enzimático en el suelo que propicia los procesos metabólicos degradativos y de
síntesis. A los organismos capaces de fabricar alimentos de los cuales se nutren ellos
mismos y otros organismos, incluido el hombre, se los denomina Productores, y a los
que dependen de ellos para alimentarse, Consumidores.
45
UNIVERSIDAD N ACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Compuesto Orgánico
(CH,O)n
Flujo de carbono.
®
Respiración
Aeróbica
! Flujo de electrones
~ _1 ATPI
Flujo de carbono
Compuestos Orgánicos
Fermentación
1 Flujo de electrones
Compuestos Orgánicos r-:-::-l
(más simples) -~
ILUZI ®
Fotosíntesis
""J",a,oo~..1
¡- ~H20)n
r-:-::-l~ ~~~íntesis
~ (biomasa)
46
LA S ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Fuente Fuente
Tipo Microorganismos
de energía de e
Cianobacterias, algas: verdes, pardas y
rojas.
Fotoautótrofos Las bacterias de las familias Rhodospi-
(Fotótrofos, o fotoli- ril/aceae Chromatiaceae y Ch/orobiaceae
Luz C02
tótrofos o fotolitoau- cuando utilizan fuentes inorgánicas de C.
tótrofos) Fuera del mundo microbiano, este tipo
de alternativa nutricional es propio de las
plantas.
El género Rhodopseudomonas y, en
general , las Rhodospirillaceae (bacterias
pú rpuras no sulfú reas) Chromatiaceae
Fotoorganótrofos Compuestos
Luz (bacterias púrpuras súlfúreas) y Ch/o-
(Fotoheterótrofos) orgánicos
robiacaea (bacterias verdes sulfúreas).
Todas ellas cuando utilizan fuentes orgá-
nicas de C.
Bacterias nitrificantes: Nitrobacter, Ni-
trospira, Nitrosomonas, Nitrococcus,
Nitrosococcus, Nitros%bus.
Ouimiautótrofos Bacterias del Hidrógeno: Hydrogenomo-
Oxidación de
(Ouimiótrofos, qui- nas
compuestos C02
miolitótrofos Ouimio- Bacterias oxidantes del azufre: Thioba-
inorgánicos
litoautótrofos) cil/us, Beggiatoa, Thiotrix, Sulf%bus,
entre otras.
Bacterias que depositan Fe u óxidos de
Mn: Familia Siderocapsaceae
Hongos, bacterias como Escherichia,
Oxidación de Pseudomonas, Xanthomonas, Bacil/us,
Ouimiorganótrofo Compuestos
compuestos entre otras, nematodos y protozoos. Este
(Ouimioheterótrofo) orgánicos
orgánicos tipo de nutrición lo presentan el hombre
y los animales.
Fuente: Pelczar y Reid y Chan , 1982; Burbano, 1989; Madigan ; Martinko y Parker, 1999; Sánchcz de P. ,
Marmolejo y Bravo, 2000; Coyne, 2000; Labrador, 2001.
47
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
~
'----------"
PRODUCTORES
/ --+
.--,----,
CONSUMIDORES
---. CONSUMIDORES
CARNíVOROS
PRIMARIOS HERBíVOROS
----. ---~
U OMNíVOROS
.. ~""'""" t
1 ///*
I
I
I I
I I
I I
*
I I
~ ..
I I
I I
I I
I
I
"'4
SUELO ORGANISMOS
.------- DESCOMPONEDORES
t
Convenciones: Flujo de energía (----.), ciclos de nutrientes (- - ~ y pérdidas de energía ( O)
Fuente: Labrador, 200 l.
48
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Recordemos que estos procesos metabólicos requieren agua y aire, por lo cual el
suelo está estrechamente relacionado con estos dos elementos a través del ciclo hidro-
lógico o ciclo del agua, pues sin agua activa no hay vida (Díaz, 2005).
Así, se comprende que los flujos de energía química que se originan en el suelo
circulan a través del ecosistema y son resultado de complejas interacciones tróficas
que conllevan la movilidad de los elementos (ciclos de nutrientes). Los organismos del
suelo y su actividad metabólica son fundamentales en el movimiento de los nutrientes,
distribución con pérdidas mínimas, al igual que en la velocidad con que son reciclados
(Figura 9) (Labrador, 2001).
En resumen, a través del metabolismo del suelo sucede el ciclaje de nutrientes,
estrechamente ligado con la descomposición de la materia orgánica, a través del pro-
ceso de mineralización, resultado de la actividad de enzimas extracelulares liberadas
por microorganismos del suelo. El carbono orgánico es reciclado a la atmósfera como
CO 2 y éste, a su vez, llevado a moléculas más complejas mediante la fotosíntesis; el
nitrógeno circula de los compuestos orgánicos nitrogenados a amonio y nitratos; el
fósforo orgánico se mineraliza a fosfatos y éstos se acomplejan en formas orgánicas;
lo mismo sucede con el azufre y otros nutrientes (Figura 10). Este ciclaje de la materia
orgánica, además de asegurar disponibilidad de nutrimentos para las plantas, mediante
la mineralización, hace que circulen y recirculen hidrógeno y oxígeno; todos ellos,
necesarios para fabricar o sintetizar moléculas fundamentales para la vida (Burbano,
1989; Sánchez de P. y Tofiño, 1999; Schlesinger, 2000; Labrador, 2001).
49
UNIVERSIDAD NAC IONAL DE COLOMBIA - S EDE PALMIRA
Íi
Materiales recalcitrantes y
aquellos inmovilizados
temporalmente
en los organismos
Otros minerales
Lixiviación parcial
de CO;, NO; y SO;
50
LAS ENDOM ICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁR CA DE IM PORTANCIA EN EL TRÓPICO
51
UN IVERS IDAD NAC IONAL DE COLOMB IA - SEDE PALMIRA
52
LAS EN DOMICORRIZAS: EXPR ES IÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
53
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE P ALM IRA
o, CO,
,(~ /
Plantas --.. Animales - - . Micro-orgánisnos
M
1 CO,
N H,O
E NH; o
R NO,' M Rápida
A po;
L SO","
1 Cu ~,
Z Mn»
A Ca- 1.-M...l.JI.!'IJíL __ Polimerización
e Fe- . Ié Neosíntesis
1 Gases y Reorganización
Ó
N
Otros , -'-~'------------~
(M) 02 C02 ' o, ,
Complejo soluble
o
Complejo adsorbenlc
Fuente: Adaptado de Siqueira y Franco, 1988 ; Siqueira et al., 1994; De Oliveira, De Araújo y Marinho,
1999; Coyne, 1999; Labrador, 2001.
Cuando surgen los desequilibrios, el suelo también puede envejecer y morir. Este
envejecimiento y muerte puede ser ocasionado por procesos como: a) erosión, b) de-
gradación física, c) degradación química, d) degradación biológica y e) agotamiento o
disminución de la fertilidad, que producen el desgaste de la superficie terrestre por las
fuerzas del agua, del viento y/o por acciones del hombre.
54
L AS ENDOMICORRIZAS: EXPRES IÓN BIOED ÁFlCA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
55
UNIV ERSIDAD NAC IONAL DE COLOMBIA - S EDE P ALMIRA
Como se dijo con anterioridad, la fertilidad del suelo dentro del paradigma dominante
de agricultura posindustrial se ha centrado en su interpretación con base en la química
inorgánica y en el manejo de lo físico a través de equipos de labranza, pensados para
regiones templadas, no tropicales. Se han diseñado agroecosistemas que imitan el uso
eficiente de nutrientes en ecosistemas naturales y la remoción continua del suelo, nue-
vamente desde la perspectiva físico-química, olvidando que todos los factores presentes
en el ambiente de la planta tienen influencia en la tasa de asimilación de nutrientes, en
su productividad y sanidad, por lo tanto, ellos son parte de la fertilidad del suelo, es
decir, el enfoque sistémico ha estado ausente.
Odum, 1993 , en su libro Ecología: peligra la vida conceptúa, citando a Salt, 1979,
que " . .. una propiedad emergente de un nivelo unidad ecológica es una que resulta de
Autorregulación que ocurre dentro de ciertos límites del sistema suelo, ligados a su capacidad de resi-
liencia.
2 Entropía: unidad de medida de desorden en términos de la cantidad de energía irrecuperable en un
sistema termodinámico cerrado.
56
LAS EN DOMICORRIZAS: EXPRES IÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
/
Productividad
Fertilidad
Calidad de
Tiempo Sueto
Figura 13. La fertilidad, calidad, salud, sostenibilidad y resiliencia del suelo son
propiedades emergentes.
El concepto de la fertilidad de un suelo como "el todo", la red que integra la quí-
mica, biología y física del suelo dentro de un entorno y tiempo limitados, sólo se ha
difundido en las últimas décadas, aunque algunos investigadores y agricultores3 han
entendido y practicado por siglos la concepción que recreamos actualmente, con ma-
yores elementos teóricos que en el pasado (Scholes, Dalal y Singer, 1994; Scholes et
al., 1995 ; Sánchez de P., 2003).
La comprensión del suelo como sistema vivo y finito, contribución de las visiones
agroecológica y sistémica, ha creado espacios para que conceptos como calidad y resi-
liencia del suelo, al igual que sostenibilidad, cobren vigencia, justifiquen por sí mismos
3 Nuestras comunidades indígenas y campesinos de los Andes, al igual que investigadores agroecólogos.
57
UNIV ERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
58
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRES IÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
4 "El desarrollo sostenible defiende un crecimiento con la naturaleza en lugar de contra ella; . ."(EI Tiempo,
2004) .
59
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
60
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
61
U NIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBI A - SEDE PALMIRA
Capítulo Dos
La llegada de las plantas
Marina Sánchez de Prager
62
L AS EN DO MICORRIZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTAN CIA EN EL TRÓ PICO
Funciones de la raíz
Según Izco et al., 1997, la raíz es un órgano generalmente de geotropismo positi-
vo, y en sentido estricto lo presentan las antofitas y los helechos. En el embrión de las
antofitas está marcada la polaridad con un ápice caulinar que dará origen al tallo, y un
ápice radical que originará la raíz primaria.
Mauseth (2003) señala tres funciones fundamentales para la mayoría de las raÍCes:
1) anclar la planta firmemente a un sustrato, dándole estabilidad, 2) absorción de agua y
minerales, facilitada por su forma cilíndrica, filamentosa (Salisbury y Ross, 1994) Yalta
relación superficie/volumen, cualidades que permiten que se incremente la capacidad
absortiva, y 3) producción de las hormonas citoquinina, giberelina y reguladores de
crecimiento (Wild, 1992) importados al tallo desde la raíz. Esta dependencia del tallo
por las hormonas producidas en la raíz dan significado a la integración entre los dos
sistemas de las plantas. Wilson y Loomis, 1968, señalan, además, 4) el transporte de
estos materiales desde el lugar donde son absorbidos hasta la base del tallo, y 5) que
algunas de ellas actúan como órganos de almacenamiento de sustancias nutritivas y,
por tanto, de reservas comestibles.
También algunas raíces, o parte de ellas, pueden especializarse en funciones respira-
torias, como los neumatóforos de plantas que crecen en medios anegados y deficientes
en oxígeno, por ejemplo los manglares. Otras pueden originarse en órganos aéreos,
las raíces aéreas, que exhiben geotropismo positivo, aunque no alcancen el suelo. En
ellas, su función puede dirigirse hacia la absorción de nutrientes y aun la fotosíntesis,
como es el caso del velamen en las orquídeas, que en períodos secos se llena de aire
pero en invierno retiene agua como una esponja y la traslada al resto de los tejidos, y
también realiza fotosíntesis. En otros casos estas raÍCes aéreas se conectan al suelo y
sirven de apoyo a la planta -como en muchos Ficus-; se denominan raÍCes fúlcreas
(lzco et al., 1997).
63
UNIV ERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PA LMIRA
64
L AS ENDOMICORRIZAS : EX PR ESiÓN BIOEDÁFI CA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Estructura de la raíz
Observación externa
En un animal todas las partes del cuerpo crecen simultáneamente -a esto se llama
crecimiento difuso-, a diferencia de las raíces y tallos de las plantas que se elongan
sólo a partir de una pequeña región meristemática (crecimiento localizado). Aunque hay
grandes diferencias genotípicas y fenotípicas en el crecimiento de las raíces, hay al gunas
características morfológicas comunes sobre las cuales se centrará esta descripción.
Dado que la raíz crece en la matriz del sustrato, es imposible para todas las partes
extenderse de una vez, así que con el crecimiento apical, sólo el extremo se mueve
a través del suelo, protegido por una capa gruesa de células llamada cofia, caliptra o
65
UNIVERSIDAD NA CIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
pilorriza, observable externamente (Figura 15), la cual, mediante las sustancias que
secreta, lubrica el camino de la raíz y ayuda a que los nutrientes del suelo se liberen y
difundan a mayor velocidad. La cofia se convierte en importante región de la raíz, capaz
de percibir variedad de señales físicas, químicas y biológicas y traducirlas en respuestas
de crecimiento o regulación (Wild, 1992; Marschner, 1995).
Inmediatamente de la cofia, hacia la región basal de la raíz, se encuentra el meris-
temo subapical radical, integrado por un tejido en permanente división celular que se
desan·olla alrededor de un centro quiescente -centro meristemático de soporte- (De la
Cruz, 2005).7
Arriba de la cofia y el meristema subapical está la zona de elongación o alarga-
miento (Figura 15), comprendida por unos milímetros donde las células experimentan
divisiones y expansiones. A continuación de ella se presenta la región de maduración,
caracterizada por la formación de tejidos primarios y porque muchas de las células de
la epidermis se extienden dando origen a los pelos radicales. Estos se forman sólo en
partes que no están en alargamiento.
_______Tejida
vacllla.
,-----:;::..---.RIket
...'11"
1 I Aoema
11 I XiIema
Zona de medwKión
Zona de .....u-niento
Zona rNristemitlee
CofIe
66
LAS ENDOMI CORRI ZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IM PORTANCIA EN EL TRÓPICO
millones de raíces laterales con 500 km de longitud de raíz y área superficial de 200
m2 . Con abundante producción de pelos radicales una planta puede doblar el área de
contacto. Su diámetro (alrededor de 10 flm) permite que puedan entrar a los poros del
suelo (en aquellos con diámetros menores de 100 flm) y en cualquier grieta para extraer
agua y minerales. Marschner, 1995 localiza la longitud de los pelos radicales entre 50
y 1500 flm. Por otra parte, el C02 liberado procedente de la respiración de los pelos
radicales se combina con el agua del suelo y forma ácido carbónico que ayuda a liberar
iones de la matriz del suelo.
A continuación de la zona de pelos radicales se ubica la región donde emergen
las raíces laterales nuevas (Figura 15), que pueden ocurrir alineadas o aparecer al
azar sobre la raíz principal. Su crecimiento hacia el exterior depende a menudo del
microambiente del suelo. Si las raíces principales crecen en suelo rico, con suficiente
humedad, se forman numerosas raíces laterales y el lugar es totalmente explorado; por
el contrario, si es pobre, duro o seco, se forman pocas raíces laterales (Mauseth. 2003).
En la Figura 16 a y b se ilustran algunas de estas zonas observadas desde el exterior en
raíces de maíz y rábano.
67
UNIVERSLDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMlRA
Cilindro central
Pannqulma
cortical
(Corteza)
Prolodermis :"'\
Merislema
Sub-aplcal-radlcal
cona l .
Según Foster, Rovira y Cock, 1983, citados por Curl y Truelove, 1986, estudios
con fucosa -metabolito producido por la cofia- marcada con 14C han mostrado que el
gel se produce en vesículas de los dictiosomas, las cuales son especialmente numero-
sas y activas en las células de la cofia. Estas se mueven en el plasmalema y empujan a
los carbohidratos a través de la pared celular hasta la superficie radical y dentro de los
espacios intercelulares. La continuidad de las secreciones acompañadas de hidratación
del gel llevan a que células de la cofia se desprendan y formen una zona mucilaginosa
alrededor del suelo. Estas, ricas en almidón, como se dijo con anterioridad, ayudan a
68
L AS EN DOMI CORRI ZAS: EXPRES IÓ N BIOEDÁFIC A DE IMPORTANC IA EN EL T RÓ PI CO
las raÍCes a sobrevivir en el suelo hasta por tres semanas, tiempo en que continúan se-
cretando mucílago. Después colapsan y se autolisan, tomando formas irregulares y se
convierten en alimento de los microorganismos, especialmente bacterias, procedentes
de la materia orgánica y se adhieren a ésta ya las arcillas contactadas por la raíz en su
proceso de crecimiento. Autores como Mauseth (2003) estiman que sólo pasan de 4 a 5
días desde la formación de las células en la cofia hasta su degradación y observaciones
efectuadas por la autora coinciden con los registros de este autor. Consecuentemente la
cofia está en constante regeneración. Wild, 1992, expresa que el espesor de esta capa
mucilaginosa puede alcanzar hasta 1 J.l de espesor.
Después de la cofia se localiza el meristema subapical o ápice vegetativo de la
raíz, el cual establece el patrón de los tejidos que se desarrollarán a continuación de
él (Figura 17). Wilson y Loomis (1968) describen que comprende un grupo central de
células relativamente inactivas, llamadas centro quiescente (Mauseth, 2003), rodeadas
de células con activa división, que dan origen a tres sistemas de tejidos fundamentales:
la epidermis, la corteza y el tejido vascular de la raíz. Todas las células de la raíz se
originan a partir de la división de este pequeño número de células, llamadas también
iniciales. Estas no se desarrollan sólo en el extremo, sino también en las regiones
aledañas, normalmente en forma de cono. Las células meristemáticas iniciales son de
paredes delgadas, pequeñas, con citoplasma denso y núcleo relativamente grande, en
comparación con el tamaño de las demás células (Curl y Truelove, 1986).
Se ha implicado a las células de la región meristemática del ápice radical en la sín-
tesis de hormonas vegetales y sustancias reguladoras de crecimiento, principalmente
auxinas (ácido indolacético), citoquininas, ácido abscícico (ABA) y ácido jasmónico
(Wild, 1992; Marschner, 1995).
69
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
metaftoema. Entre el tejido provascular y la protodermis hay una capa de tejido funda-
mental, parenquimatoso uniforme, que se diferenciará luego en la corteza radical.
En la zona de elongación todos los tejidos son muy permeables, los minerales pue-
den penetrar profundamente, por difusión, dentro del apoplasto simplificado y estrecho,
entre las paredes jóvenes totalmente hidratadas y espacios intercelulares. Esta zona es
tan pequeña que la absorción que ocurre allí probablemente sea usada para el propio
crecimiento de las raíces (Curl y Truelove, 1986; Mauseth, 2003).
70
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Dicotiledónea Monocotiledónea
(b)
Fuente: Wilson y Loomis, 1968.
71
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
2003). En las monocotiledóneas hay con frecuencia una división desigual de las células
epidermales para producir pequeñas células especializadas llamadas tricoblastos, de las
cuales emergen los pelos radicales. Los pelos radicales pueden aumentar la superficie
del sistema radical 5 a 18 veces, pero su producción varía de unas especies a otras
(Wild, 1992). Marschner (1995) sugiere la posibilidad de que el etileno juegue papel
importante en la formación de los pelos radicales.
Curl y Truelove, 1986, sostienen que la absorción de agua a través de los pelos
radicales posiblemente no es mayor que la que ocurre a través de la epidermis que no
los posee, pero al ser largos y delgados, estar en gran número y distribuidos radialmente
alrededor del suelo, pueden ayudar a explorar algunos depósitos de agua no disponi-
bles para las raíces más gruesas. Por su parte Wild, 1992, dice que los pelos radicales
tienen diámetros aproximados de 10 a 20 JI Y los poros de este tamaño se vacían de
agua por succiones alrededor de 15 a 30 kPa. Dado que la capacidad de campo corres-
ponde a una tensión de unos 5 a 10 kPa, dependiendo del tipo de suelo, mucha agua
disponible está en poros que son inaccesibles a las raíces y a los pelos radicales. No
está totalmente aclarado cómo las células de la raíz mantienen el contacto con el agua
en poros con diámetro inferior a 10 JI. En esta acción las hifas externas de los hongos
que forman micorriza arbuscular (HMA) juegan papel destacado por su abundancia,
longitud y diámetro microscópico, que les permite acceder a sitios donde no llegan los
pelos radicales.
Los pelos radicales son importantes para la absorción de iones que se mueven hacia
la raíz, principalmente por difusión (por ej. fosfatos) porque expanden de manera efectiva
la superficie de la raíz. El crecimiento de los pelos radicales se ve afectado por muchos
factores ambientales, entre ellos las propiedades físicas de los suelos. Generalmente
duran unos días más en algunas gramíneas (Wild, 1992).
Además de sus funciones en la absorción de agua y minerales, se ha encontrado
que las lectinas envueltas en procesos de reconocimiento, por ejemplo, en la simbio-
sis leguminosa-rizobios, son secretadas en los pelos radicales. La colonización de las
raíces por actinomicetos en géneros como Casuarina, Alnus, Ceanothus, en micorriza
arbuscular (MA) y en endomicorriza en orquídeas, puede ocurrir, también, vía pelos
radicales (Foster, Rovira y Cock, 1983; Orozco, 1999; Madigan, Martinko y Parker,
1999; Sánchez de P. , 2003)
Primavesi , 1982, localiza la mayor absorción de la raíz en la zona de pelos radica-
les, cuando aún no hay suberización -1 a 2 mm arriba del extremo de la radícula-, lo
cual lleva a que haya producción permanente de tejido radical, muerte y renovac ión
permanente de raíces que aseguran el crecimiento y al mismo tiempo, enriquecen el
suelo con materia orgánica. Wild, 1992, por su parte, manifiesta que además de la ab-
sorción, que ocurre en la zona de pelos radicales, con el uso de trazadores radioactivos
se ha demostrado "que ni el movimiento radial del fósforo y potasio en las raíces, ni el
transporte de esos iones a la parte aérea, están confinados a la "zona de absorción". Han
encontrado absorción y translocación de fo sfatos desde regiones alejadas 40 cm o más
del ápice, mientras que para la cebada, la absorción de calcio y hierro se ha encontrado
restringida a la parte apical.
72
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
• Endodermis
En casi todas las plantas vasculares la capa más interna de la corteza se diferencia
dando origen a este tejido, que difiere fisiólogica y estructuralmente de las células
73
U NIV ERSIDAD NA CIONAL DE COLOMBIA - S EDE PALMIRA
que lo rodean (Curl y Truelove, 1986; Izco et al., 1997). Mauseth (2003) describe la
endodermis como un cilindro monoseriado compuesto por células gruesas con paredes
tangenciales que encierran el tejido vascular y la corteza (Figura 18 a y b).
Izco el al. (1997) dicen que "las cuatro paredes radiales, las caras en contacto con
otras células de la endodermis -arriba, abajo y a ambos lados del cilindro- poseen una
especie de cincha, llamada Banda de Caspary", recubierta con lignina y suberina. La
suberina está relacionada químicamente con la quitina y ceras y es extremadamente
hidrofóbica. Este complejo causa que la pared sea hidrofóbica. Así, la banda de Caspary
está involucrada en el control de las clases de minerales que entran en el xilema con las
corrientes de agua, creando una ruta espacio intercelular - pared celular, la cual se ex-
tiende desde la corteza hasta el tejido vascular (Curl y Truelove, 1986). Mauseth (2003)
hace an alogía con una chimenea cilíndrica, construída con ladrillos, que representan la
capa de células gruesas, el cemento es el análogo a las bandas de Caspary. Esta banda
puede variar con las especies de plantas y puede llegar a cubrir una tercera parte de la
superficie radial de la pared.
Mauseth, 2003, afirma que las células corticales no ejercen control sobre el movi-
miento de minerales dentro de los espacios intercelulares, sin la endodermis los mine-
rales de cualquier tipo podrían moverse desde el suelo entre los espacios, luego en el
xilema y posteriormente en todas las partes de la planta. Sin embargo, las bandas de
Caspary, al ser impermeables, hacen que los minerales puedan entrar en la endodermis
sólo si los protoplastos de la endodermis los absorben desde los espacios intercelulares
del apoplasto de la corteza, o desde las células corticales y luego los secretan dentro
de los tejidos vasculares.
Muchos minerales dañinos son excluidos por la endodermis, aunque esta no es una
barrera perfecta contra el movimiento apoplástico incontrolado, especialmente cuando
éste sucede en la zona de elongación donde la endodermis aún no está madura. Así,
algunos minerales tienen acceso libre al protoxilema, pero, aparentemente, este movi-
miento incontrolado es muy pequeño. Un número considerable de glándulas y cavidades
secretoras tienen bandas de Caspary, que previenen que los productos secretados se
filtren a los tejidos circundantes.
Cuando una parte dada de la raíz envejece, su color cambia del blanco al marrón
claro y se deposita una banda de suberina, sustancia cérea, en las paredes radiales y
transversales de las células endodérmicas (Wild, 1992). Entonces, como resultado de esta
continua suberización se forma un conducto impermeable alrededor de los haces vascu-
lares en las partes más viejas de la raíz, ésta funciona para mantener el agua dentro.
La absorción de minerales en la zona radical ocasiona una fuerza de absorción de
agua y se construye una presión de agua llamada presión radical. Si no fuera por la
endodermis madura, la presión radical forzaría al agua a salirse o a rezumarse dentro
de las partes más viejas de la corteza, en lugar de moverse hacia los brotes. Presumi-
blemente esta es una función de la endodermis en los rizomas y estolones, pues si el
agua se rezuma en la corteza y llena los espacios intercelulares, la difusión de oxígeno
se evitaría y los tejidos podrían asfixiarse (Mauseth, 2003).
74
LAS EN DOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFlCA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
-+l':-i,*,,~~....- t - - - Xilema
M 'l.l}(k;;W.'''f''¡=H-- Floema
~~9~ó-!I!fOIIII~~~?fI~f-~.l--- Cambium
vascular
C~tg~~~~!~~~~~~~~r-- Endodermis
75
U NIV ERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
En sección transversal se observa que las células del xi lema presentan una disposición
radiada, integrada por brazos que parten del centro; las células del floema se agrupan
dentro de estos brazos (Figura 19). El número de brazos es generalmente constante en
una misma especie y varía generalmente de 2-4 en las dicotiledóneas, mientras que en
las monocotiledóneas es mayor y puede llegar a 20 (Wilson y Loomis, 1968; Izco el al.,
1997). En cada radio del xi lema las células externas son las más antiguas en el proceso
de formación y tienen cavidades más estrechas -se denominan protoxilema-, mientras
que las centrales han madurado de último, tienen radio más ancho y se las conoce como
metaxilema. Igual sucede con el floema, llamándose en este caso proto y metafloema,
respectivamente (Curl y Truelove, 1986; Izco el al., 1997; Mauseth, 2003).
Según Izco el al., 1997, el cambium se origina a partir de células que forman una
banda sinuosa entre los haces primarios del floema y xilema, este tejido produce floema
hacia fuera y xilema hacia dentro, mientras se desplaza hacia el exterior, de forma tal que
la estructura secundaria de la raíz termina por semejarse a la del tallo, con dos cilindros
concéntricos de xilema y floema. A nivel del periciclo se forma corcho, que produce
una peridermis suberosa hacia el exterior, la cual provoca la ruptura y desprendimiento
de la epidermis y células corticales, convirtiéndose la peridermis, en este caso, como
el tejido más externo de la raíz.
• Raíces laterales
se inician con divisiones celulares del periciclo (Figura 20); algunas de estas células
tornan más denso el citoplasma, con vacuolas más pequeñas y la actividad mitótica se
reanuda. Esta actividad se localiza en unas pocas células que forman un primordio que se
organiza como meristemo apical que empuja, produciendo hinchamientos en la corteza;
la endodermis puede romperse y experimentar división celular para formar una cubierta
al primordio. En ese crecimiento hacia fuera las nuevas raíces laterales destruyen las
células de la corteza y epidermis que impiden su camino y por último la endodermis.
Con el tiempo la raíz lateral emerge, a menudo, en lugares adyacentes a ramales de
protoxilema maduros, forma la cofia y sus primeros protoxilema y protofloema que se
han diferenciado, y establece conexión con los tejidos vasculares de la raíz parental.
Las auxinas (ácido indolacético AlA) juegan papel importante en la regulación del
crecimiento y desarrollo radical. Esta hormona se forma en los brotes o retoños y/o en
el endospermo y se mueve hacia los ápices radicales, donde se puede acumular (Mars-
chner, 1995, citando a varios autores). Estas auxinas promueven la formación de raíces
laterales o al menos su iniciación.
Por otra parte, estas zonas apicales son los principales sitios de síntesis de citoqui-
ninas (CIT) en las plantas. Contrario a las auxinas, altas concentraciones de CIT no
solo inhiben la elongación de los ejes principales sino también la formación de raíces
laterales. ASÍ, estas dos hormonas juegan importante papel en la regulación de la elonga-
ción de los principales ejes radicales y en la formación de raíces laterales. Como se dijo
con anterioridad, la formación de estas moléculas principalmente en la raíz, estrechan
la interrelación raíz-parte aérea de las plantas (Marschner, 1995). (Figura 21) . Según
76
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFlCA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Marschner, 1995, el papel del ácido abscícico (ABA) y del etileno en la regulación del
crecimiento de las raíces aún no es muy claro; aunque Michael, 1990, citado por Mars-
chner, 1995, sostiene que hay evidencias circunstanciales de la influencia del etileno
en la formación de pelos radicales.
...-
Pelos radicales
Zona de alargamiento
t
t
Zona meristemática
[?J +
77
U NIVERSIDAD NA CIONAL DE COLOMBIA - SEDE P ALMIRA
78
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Figura 22. Plantas de maíz sembradas en suelos arcillosos con riego y sin él (a,b) y
también sembradas en arena (c). Como se puede observar, dependiendo
de la condición, el "esfuerzo" de crecimiento de la planta se concentra en
mayor o menor desarrollo radical a costa del aéreo.
Las sales minerales que están disponibles con mayor facilidad para las raíces son
las que se encuentran disueltas en la solución del suelo, si bien su concentración puede
ser baja. Estos nutrientes llegan a la raíz, de tres maneras: mediante difusión a través de
la solución del suelo, por transporte pasivo junto con el agua que entra al interior de las
raíces por movimiento en masa (flujo de masas) y por crecimiento de las raíces hacia
ellos (Salisbury y Ross, 1994). Marschner, 1995, denomina a este último, intercepta-
ción, que ocurre cuando las superficies radicales se desplazan a través de los espacios
del suelo que contienen nutrientes asequibles, por ejemplo, adsorbidos a las superficies
arcillosas, y los interceptan. Manifiesta que algunos autores no aceptan este proceso
aparte, sino que lo incluyen como parte de la difusión, y consideran que el movimiento
de solutos en el sistema suelo-raíz sólo ocurre por flujo de masas y difusión.
Mientras que el flujo de masa, como su nombre lo indica, corresponde a movi-
miento de agua y nutrientes disueltos en la superficie de la raíz que son conducidos por
transpiración; en la difusión, la fuerza de transporte es un gradiente de concentración.
79
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - S EDE PALMIRA
Como se dijo con anterioridad, las sales minerales son absorbidas y transportadas a
partir de la región que contiene pelos radicales y también de zonas más antiguas ubicadas
a varios centímetros del ápice de la raíz, a través de rutas apop lásticas y simplásticas.
La ruta del apoplasto comprende procesos de difusión y flujo masivo de agua de una
célula a otra, "a través de los espacios que hay entre los polisacáridos que conforman la
pared celular". Esta vía se extiende desde los pelos radicales u otras células de la epider-
mis hasta la endodermis, donde la banda de Caspary de la endodermis, impermeable al
agua, fuerza la entrada de sustancias a través de las membranas selectivas de las células
endodérmicas y/o exodérmicas, en algunas angiospermas. Una vez los iones penetran,
pueden desplazarse a través de una célula a otra, hasta llegar al xilema, vía simplasto
(Salisbury y Ross, 1994; Wild, 1992; Mauseth, 2003). Figura 23.
El movimiento de un ión vía simplasto conlleva que éste debe atravesar primero la
epidermis de células vivas, posiblemente una exodermis, varias células corticales y el
periciclo. Según Salisbury y Ross, 1994, "puede implicar transporte directo pared celu-
lar-pared celular, la lámina media compartida y las membranas plasmáticas de células
adyacentes. De manera alternativa, el ión puede pasar vía plasmodesmos, estructuras
tubulares que atraviesan paredes celulares adyacentes y la lámina media de casi toda
80
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
--._--
\ " - _- - l......:o-..J
d..J'
Fuente: Adaptado a partir de Salisbury y Ross, 1994; Wild, 1992; Marschner, 1995 ; Mauseth, 2003.
Figura 23. Rutas para la absorción de iones en los tejidos radicales: a) vía apoplasto,
b) vía simplasto, c) vía apoplasto-simplasto, d) viceversa.
81
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
resistencia por unidad de área transversal que otras formas; esta configuración, junto con
una caliptra protectora, ayuda a las raíces en crecimiento a hacer a un lado partículas
de suelo sin que la raíz se rompa". "La forma filamentosa de las raíces les posibilita
explorar un volumen de suelo mayor por unidad de volumen radical que si fuesen es-
féricas o discoidales (Wiebe, 1978, citado por Salisbury y Ross, 1994). La exploración
de grandes volúmenes de suelo es importante cuando las raíces tienen que crecer hacia
donde hay iones yagua ... " y con mayor razón, cuando éstos son poco móviles.
Se entiende que el mecanismo de crecimiento de las raíces se basa en alargamien-
tos longitudinales y radiales de células meristemáticas subapicales, crecimiento que
se produce cuando la presión de turgencia dentro de estas células es suficiente para
vencer el marco de las paredes celulares y las limitaciones externas causadas por la
matriz del suelo
La comprensión de la organización de las zonas de crecimiento en la raíz, como
estrategia de enfrentar el ambiente y cumplir eficientemente con su tarea absortiva y el
conocimiento de los tejidos que conforman el sistema radical maduro, permiten entender
la especialización de células, aSÍ: en funciones de orientación, regulación y respuestas
al ambiente, la cofia o ca1iptra; en defensa y transporte, epidermis; en protección , trans-
porte y almacenamiento, corteza; en selectividad y defensa, endodermis; en absorción
y conducción de agua y minerales, xi1ema, y de alimentos, floema.
La especialización de las células, que conlleva diferentes estrategias morfológicas y
fisiológicas, está orientada a un objetivo común: absorción eficiente de agua y nutrientes,
que permite al sistema radical integrarse a la misión del sistema planta y hace posible
el soporte y la nutrición del tallo, hojas, flores y frutos -Figura 24-.
Como se verá más adelante, en la interacción con microorganismos , caso concreto
en la simbiosis micorriza arbuscular (MA), la corteza maximiza su función de trans-
porte de nutrientes, entre ellos el fósforo , actividad que en las plantas no micorrizadas
se restringe a las células más externas de la raíz (Gianinazzi-Pearson y Azcón-Aguilar,
1991; Sánchez de P, 1999,2001).
Los pelos radicales, cuyo número y extensión están ligados a la genética de la es-
pecie vegetal , adquieren dimensión especial como estrategia de incremento de áreas de
contacto y membranas de intercambio a través del tiempo y el espacio.
De igual manera, la constante dinámica de desarrollo, envejecimiento, muerte y
producción de nuevas raíces ilustra la necesidad de adaptación y equilibrio entre las
cambiantes condiciones del suelo y las necesidades de las plantas.
El uso de diferentes vías de transporte en el sistema radical, para mover los ele-
mentos esenciales al crecimiento de la planta: apoplasto, simplasto y su combinación,
es una manifestación de alternativas viables caracterizadas por un paradigma natural:
eficiencia, autorregulación y economía energética (Odum, 1993).
Normalmente los cambios que sufre la raíz en su interacción con el ambiente, a los
que más se les hace referencia son a aquellos relacionados con las condiciones físicas ,
químicas del suelo y del clima expresado sobre estos factores.
82
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
CO'''--. Asimilación
H,O
CO'#( so;
H,O
HPO,
83
U NIVERSIDAD NAC IONAL DE COLOMBIA - S EDE PALMIRA
Capítulo tres
La rizosfera: estrategia de colonización del suelo
Marina Sánchez de Prager
HILTNER, 1904
84
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
espacio y tiempo
85
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
86
LAS ENDOMICORRIZAS: EX PR ESiÓN BIOEDÁFICA DE IM PORTANCIA EN EL TRÓPICO
ra. Como se dijo con anterioridad, los exudados radicales comprenden solutos de alto
y bajo peso molecular, liberados o secretados por las raíces. Los componentes más
importantes de los solutos de alto peso molecular son mucílagos y exoenzimas y entre
los de bajo peso molecular están ácidos orgánicos, azúcares, fenoles y aminoácidos,
incluyendo fitosideróforos.
M'CrOOrg:,sm.s ~ 1
So lutos de
bajo peso molecular
87
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMLRA
Curl y Truelove, 1986; Siqueira y Franco, 1988; Marschner, 1995, Lucadamo, s.f.,
consideran los exudados radicales como compuestos de gran diversidad química, de
bajo y alto peso molecular y generalmente solubles en agua, liberados o secretados por
la raíz a su superficie o ambiente radical. Estos exudados ocurren predominantemente en
88
LAS EN DOMICORRIZAS: EXPR ESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANC IA EN EL TRÓPICO
89
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
1991, citados por Marschner, 1995, registran que el mucílago de maíz puede incrementar
la proporción de agregados estables al agua desde cerca de 2% hasta 40%, y contribuye
a la correlación positiva encontrada, en campos de cultivo, entre densidad, longitud
de raíz y proporción de agregados estables al agua.
El estrecho contacto raíz-suelo vía mucílagos juega importante papel en la absorción
de minerales, particularmente micronutrientes, fósforo, algunos metales pesados tóxicos
y aluminio. En suelos secos hay mayor liberación de mucílagos como respuesta a la
impedancia mecánica, y esto probablemente facilita el transporte de zinc a partir de las
partículas de suelo (Marschner, 1995).
El mucigel es el material gelatinoso que cubre la superficie de la raíz, incluye
mucílagos naturales o modificados, células microbianas, especialmente bacterias y sus
productos metabólicos, minerales coloidales y materia orgánica mezclados, formando
una capa compleja entre la raíz y el suelo, conocida también como matriz de naturaleza
órgano-mineral.
Según Foster, Rovira y Cock, 1983, en la medida en que el diámetro de la raíz se
incrementa y su extremo fuerza un camino a través del suelo, las partículas minerales
taladran y desgarran la cutícula que rodea la pared celular primaria y algunas de estas
partículas quedan inmersas en su mucílago. Esta ruptura permite que este mucílago
fluya en la rizosfera y embeba partículas del suelo y colonias microbianas. En secciones
de TEM se pueden observar granos de cuarzo profundamente enterrados en el gel y
partículas de arcilla que pueden localizarse en las paredes secundarias de las raíces.
De acuerdo con Siqueira y Franco, 1988, el mucílago y el mucigel, junto con las
células desprendidas, pueden alcanzar hasta 48 mg/g de raíz seca, formando una matriz
de gran complejidad química, que recubre casi toda la superficie de la raiz. Esta matriz
incrementa el contacto entre las raíces y las arcillas, facilitando el intercambio iónico,
reduciendo la fricción entre los extremos de la raíz y el suelo, es decir, actuando como
lubricante. Permite entonces la extensión de las raíces en suelos secos, ejerce protección
contra la desecación, los daños mecánicos y los microorganismos invasores.
Hale et al., 1981, citados por Curl y Truelove, 1986, consideran también como
integrantes de la rizosfera algunos materiales que especifican como "de pérdida", de-
nomin ados por nosotros como materiales gaseosos. Estos son compuestos de bajo peso
molecular que se difunden en el apoplasto y, por esta vía, se mueven hacia la superficie
de la raíz, o se desprenden directamente a partir de las células epidermales o corticales.
En esta categoría ubican compuestos volátiles como el etanol, metanol, formaldehído,
acetaldehído, propionaldehido, acetona, etileno, propileno, ácidos grasos, ácidos or-
gánicos como valérico y propiónico, fórmico, compuestos que contienen azufre como
el isotiocianato y otros, que son capaces de esparcirse a través del suelo y afectar la
actividad microbiana más allá de la rizosfera.
En la Figura 27 se presenta un esquema que pretende ilustrar los diferentes com-
ponentes de la rizosfera y las zonas que en ella se delimitan.
90
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRES i ÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTA NCI A EN EL TRÓPICO
Epidermis --_----f,.
.....
" -'~ l'
,.'•
m:'r.~.--~,':'-' Lisados
• I
(~
Rizosfera --"'I""'J
(1·2 mm) ~
Endodermis ~_~==
Endorrizosfera¡
Pelos radicales -+--:::--~:-
Secreciones
y exudados
Corteza - _.....-!rw-"'!t- y
Meristemo
apical ---I:.- ........~
'1'-.-- Bacterias
SUELO
~ )·2 mm -j+- 2 mm -1+- 1. 2 mm 4
Fuentes: Elaborado por Tofiño y Sánchez de P., 1999 con base en Siqueira y Franco, 198 8; Cardozo y
Freitas, 1992.
91
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Los más frecuentemente registrados han sido la glucosa y la fructosa (Curl y True-
love, 1986). Se han encontrado diferencias entre plantas, condiciones ambientales y
metodologías de separación empleadas para obtener los exudados radicales.
Dentro de los aminoácidos los registros más frecuentemente corresponden a lisina y
ácido aspártico unidos a nódulos de leguminosas. En semilleros de garbanzos de 14 días
de edad se han registrado hasta 20 aminoácidos. En plántulas de pepino, fríjol y trigo
creciendo en arena de cuarzo, Vancura y Hanzliková (1972) citados por Curl y Truelove
(1986) encontraron que el nitrógeno como parte de aminoácidos libres predominaba
sobre el nitrógeno en forma de proteínas o péptidos.
Tabla 8. Compuestos y moléculas orgánicas encontrados en los exudados de las
raíces (rizodeposiciones) de diferentes plantas.
En cuanto a los ácidos orgánicos, se conoce que juegan papel importante en el meta-
bolismo celular, afectan el pH de la rizosfera y la actividad microbiana. Se ha observado
92
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
que muchas plantas son capaces de secretar, vía raíces, sustancias, generalmente ácidos
orgánicos, con acción secuestrante o quelatante de elementos metálicos. En esta forma,
mediante acción sobre el pH de la rizosfera y los agentes complejantes, los vegetales
pueden aprovechar mejor los metales presentes en el suelo.
Las investigaciones se centran principalmente en la capacidad de aprovechar el
hierro, de ahí que a estas sustancias con capacidad secuestrante se les llame sideróforas.
Sin embargo, este nombre se ha utilizado para denominar genéricamente las sustancias
capaces de quelatar metales, no solo hierro sino también Mn o Cu, por ejemplo, po-
niéndolos al alcance de las plantas o bacterias. En el caso de plantas se les da el nombre
de sustancias fitosideróforas.
Los ácidos grasos libres y esteroles -a menudo esenciales en las actividades de
algunos microorganismos- eran raramente incluidos en la lista de componentes de los
exudados radicales, hasta la década de 1980. En fríjol se ha registrado la presencia de
ácidos palmítico, esteárico, oleico y linoleico. En los exudados radicales de maní se
han identificado colesterol, campesterol, estigmasterol y sitosterol. (Curl y Truelove,
1986).
Las vitaminas que se encuentran en la rizosfera y que constituyen factores de cre-
cimiento, según Curl y Truelove (1986), pueden provenir de tres fuentes: a) ser sinteti-
zadas por algunos microorganismos, b) de la descomposición o autólisis de los tejidos
de plantas y animales y, c) de los exudados radicales. West en 1939 registró la presencia
de tiamina (vitamina B 1) Y biotina en exudados radicales de plantas que crecían en
soluciones asépticas. La biotina y el ácido pantoténico se han encontrado en cantidades
significativas en exudados de alfalfa, trébol blanco, fríjol y tomate. Sulochana, 1962b,
citado por Curl y Truelove (1986), en bioensayos con una cepa mutante de Neurospora
crassa aplicada a plantas de algodón sanas, registraron niveles de vitamina B de 46.6
flg/250 mI de exudados radicales.
Con relación a enzimas, entre los primeros estudios figuran los de Knudson y Smith,
1919, quienes no lograron detectar su presencia en plantas cultivadas en condiciones
asépticas. Vinieron posteriores estudios como el de Krasilnikov, 1958, quien sugirió la
presencia de diferentes enzimas en la rizosfera, capaces de romper moléculas de almi-
dón, glicerolfosfato, glucosa fosfato, ácido ribonucleico y otros sustratos. Rogers el al.
(1942) sugirieron la presencia de actividad de fosfatasas en raíces de maíz y tomate,
y Miskovic el al. (1977), de deshidrogenasas en la rizosfera de maíz (citas de Curl y
Truelove, 1986).
Actualmente se conoce que las enzimas presentes en el suelo provienen de a) se-
creción de células vivas, plantas, animales y microorganismos durante su crecimiento y
división celular, b) de células muertas o desechos de las mismas y c) aquellas presentes
en la solución del suelo provenientes de células rotas (Lynch, 1983; Wood, 1989; Al-
biach, 1997, Sánchez de P., 2003).
A menudo ocurren aumentos en los niveles de las enzimas en la rizosfera y su
presencia le significa ventajas a las plantas. Según Dick y Tabatabai (1992), en 1962,
Libbert y Paetow demostraron que el indol-3-acetonitrilo y el indol-3--acetaldehído se
93
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - S EDE PALMIRA
Fuera de las moléculas citadas, en la rizosfera se han detectado otras que se han
calificado como "misceláneas", en cuya comprensión se ha avanzado en los últimos
años. Por ejemplo, se ha encontrado que algunas de ellas como las saponinas tienen
efectos alelopáticos en Vigna radiata, las cuales son promisorias para el control de
plagas y enfermedades. Otras biomoléculas, como los fenoles, inhiben la germinación
de plantas acompañantes de aquella que los produce; otros metabolitos estimulan y/o
inhiben la presencia de microorganismos.
Tomashow, Bonsall y Weller (1996), citados por Weller y Tomashow, 1999, revisaron
la producción de antibióticos en rizosfera y encontraron nueve metabolitos que actúan
como agentes de biocontrol, entre ellos el ácido phenazine-I-carboxílico, en la rizosfera
de trigo, 2-4 diacetylphloroglucinol en estudios en rizosfera artificial y natural de trigo,
pyrrolnitrin, en espermosfera de cebada y rizosfera de algodón, pyoluterin , en rizosfera
de trigo, todos estos metabolitos producidos por cepas de Pseudomonas fluorescens;
94
L AS EN DOMICORRI ZAS: EX PR ES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓ PICO
herbicolina, producido por Erwinia herbícola, en trigo; iturina, por Bacillus sublilis,
en suelo rizosférico, y entre los producidos por hongos, chaetomina en Chaefomium
globosum, y la gliotoxina, de Gliocladium virens, ambas extraídas de suelo.
En términos generales, además de los compuestos producidos en el metabolismo
primario de los vegetales y biota rizosférica, otros -de diferente naturaleza-, produci-
dos a través del llamado metabolismo secundario de las plantas o de los organismos
presentes en la rizosfera, están relacionados con procesos de comunicación entre las
comunidades que allí se establecen, en algunos casos como atrayentes , en otros, como
repelentes y/o en la defensa de la misma planta o de algunas de sus poblaciones acom-
pañantes (Sánchez de P. y Prager, 2001).
El conocimiento del papel de estos metabolitos, en comunicación y regul ación,
permite al hombre manipularlos en pro de la productividad, sanidad, manejo biológico
de los problemas fitosanitarios con criterios de sostenibilidad económica y ambiental
(Collado, Durán y Hernández, 1999; Cutler, 1999; Golovko, 1999; Weller y Thomashow,
1999; Hoagland, 1999; Blum, Austin y Shafer, 1999; Waller el al. , 1999, Chiapusio el
al. , 1999; Huang el al. , 1999; Souza, el al. , 1999; Sánchez de P. y Prager, 2001 ).
El estudio de estos compuestos a finales del siglo xx ha permitido acercarse a la
comprensión del papel de estas biomoléculas en la naturaleza, y a comienzos del siglo
XXI la alelopatía constituye una ciencia para el futuro , con mayor razón cuando es
urgente acudir a enfoques ecológicos y ambientales ante la magnitud de los problemas
que se viven por manejo inadecuado de los agroecosistemas y la naturaleza (Cabrera,
2002; Fernández-Larrea, 2001; El Tiempo, 2004).
Regiones en la rizosfera
Los microorganismos de la rizosfera viven en ambientes ricos en energía y difi eren de
aquellos que habitan el resto del suelo, en que estos últimos contienen grandes cantidades
de materiales de almacenamiento como el polyhidroxibutirato, el cual forma glóbulos
transparentes y polifosfatos que tienen la apariencia de pequeños gránulos den sos al
microscopio electrónico. Aunque la rizosfera no es una zona uniforme, es posible dife-
renciar en ella algunas regiones: rizosfera, rizoplano y endorrizosfera (Figura 27) .
La región más externa a la raíz se la conoce como rizosfera y constituye el área de
mayor contacto en la interfase raíz-suelo. Su delimitación no es clara, algunos autores
suponen un alcance de 1-2 mm de espesor, otros le calculan hasta 3 mm, y en al gunos
cultivos como las gramíneas pratenses que presentan sistemas radicales fasciculados
95
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
muy ramificados, la región rizosférica sería prácticamente la mayoría del suelo bajo su
influencia (Wild, 1992). En seguida se encuentra el rizoplano ubicado sobre la superficie
de la raíz, y a partir de allí se extiende la endorrizosfera, que abarca el tejido cortical,
como se aprecia en la Figura 27.
Tabla 9. Algunos factores que afectan la exudación radical y sus consecuencias.
Factor Efectos
Metabolismo de la planta Plantas C4 producen más exudados que las C3.
Reduce la exudación total de serina, ácido glutámico, B-alanina y
Baja luminosidad azúcares. La presencia o ausencia de luz altera inclusive la suscep-
tibilidad de las plantas a patógenos.
Humedad del suelo La sequía incrementa la exudación de aminoácidos.
Fuera del rango óptimo, altera la permeabilidad y reduce el metabo-
Temperatura
lismo y la exudación .
Fuera del rango óptimo, aumenta la exudación. En la rizosfera pue-
den presentarse valores de pH hasta 2.4 unidades menores que en
pH y potencial osmótico
el suelo no rizosférico, con sus consecuencias en la disponibilidad
de nutrientes.
Presencia de microorganis-
Aumenta la exudación y altera el espectro de exudados.
mos
Anaerobiosis Se altera el espectro de exudados y se favorece la desnitirificación.
Daño físico Se incrementa la exudación de azúcares e inositol.
Poda o deshoje Aumenta la exudación de fructosa y cisteína.
Reduce la exudación de compuestos aminados y favorece la presencia
Deficiencia de nitrógeno
de hongos.
Aumenta la permeabilidad de las membranas y la exudación de
Deficiencia de fósforo
azúcares, aminoácidos y favorece presencia de hongos.
Deficiencia de potasio Aumenta los exudados y favorece las bacterias.
Aumenta la permeabilidad de las membranas y reduce la exudación
Deficiencia de calcio
de algunos azúcares.
Aumenta la exudación de varios azúcares, aminoácidos y reduce la
Fertilización foliar (urea)
de ácidos orgánicos.
Fertilización (excesos) Estrés osmótico de las raíces y microorganismos de la rizosfera.
El cloranfenicol reduce la exudación de aminoácidos y azúcares.
Aplicación de antibióticos
Favorece la presencia de hongos y reduce las bacterias.
El 2-4-0 Y otros aumentan la exudación, principalmente de ami-
Herbicidas
noácidos.
Reduce la exudación de azúcares e inositol. El Captan inhibe la
Fungicidas
nodulación de rizobios.
Fuente. Siqueira y Franco, 1988, basados en Hale y Moore, 1979 y Cardoso y Freitas, 1992; Luca-
damo , s.f.
96
LAS ENDOM ICORR IZAS ; EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPI CO
97
UNIV ERSIDAD NA CIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
98
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
99
UNIVERSIDAD NAC IONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
100
LAS EN DOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Densidad Microbiana
25
20
~o 15
u
.¡:;
.Qj
1ñ
.~ 10
o
Ü
.!
w
5
Fuente: Elaborada con base en datos de Singh, 1984, citado por Burbano, 1989; Siqueira y Franco, 1988;
Díaz, Sánchez de P. y Gómez, 2002.
101
UNIVERSIDAD NAC IONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
colonias y tienden a localizarse donde el mucílago es más grueso o donde hay altas
tasas de exudación. Estos sitios incluyen las ranuras entre las células de la epidermis, los
extremos y bases de los pelos radicales y áreas donde ocurren roturas laterales a través
de la superficie de las células corticales. Las lesiones causadas por patógenos (hongos,
nematodos) o por rupturas de la raíz, de diferente índole, son sitios de preferencia para
que ocurra la colonización microbiana (Foster, Rovira y Cock, 1983).
Estudios de rizosfera con microscopía electrónica muestran que muchas bacterias
se localizan en las primeras 10 ¡tm de la epidermis y no se pegan a ella por su material
capsular como tampoco crecen en la superficie del gel. Tales bacterias pueden perderse
durante el proceso de lavado y tinción para microscopía de luz. Esta pérdida cuenta, par-
cialmente, para la discrepancia en la cobertura microbiana observada y aquella calculada
a partir de la tasa de exudación y los coeficientes de sostenimiento microbiano.
Un rango amplio de especies de bacterias, hongos y actinomicetos se han aislado a
partir de raíces de diferentes plantas. Las bacterias incluyen miembros de los géneros
Bacillus, Pseudomonas, Xanthomonas, Erwinia, Caulobacter, Arthrobacter, Micro-
COCCllS, Clostridium, Phyllobacterium, Chromobacterium, Azotobacter, Acetobacter,
Beijerinckia, Azospirillum, Rhizobium, Bradyrhizobium e Hyphomycrobium, entre
otros (Foster, Rovira y Cock, 1983; Aguilar y Sánchez de P. , 1998; Zapata, Sánchez de
P. y Azakawa, 2002; Díaz, Sánchez de P. y Gómez, 2002). Sin embargo, comparando
la taxonomía de aislamientos de la rizosfera, se observa que quedan por fuera un gran
grupo de tipos que no corresponden a las características descritas en los manuales y
otros que no se pueden cultivar en los medios tradicionales. 8
Al microscopio óptico las bacterias raramente pueden ser identificadas, aunque se
pueden distinguir su forma, tamaño, estructura de la pared, y en el microscopio elec-
trónico se logra avanzar sobre su ultraestructura. Esto ha llevado a que se identifiquen
por la morfología, reacciones a tinciones y propiedades bioquímicas, más que por otras
características. A esto se suma que muchas bacterias del suelo son pleomórficas (Fos-
ter, Rovira y Cock, 1983). La incursión en las técnicas del ADN está llevando a que
se revalúen muchas de las identificaciones que se han hecho, sin embargo, aún hay un
largo camino para recorrer, pues los estudios que usan estas técnicas se han centrado
en algunas poblaciones específicas como las bacterias nitrificantes y especies fungosas
y bacterianas patogénicas habitantes del suelo.
Entre los géneros fungosos que se han encontrado en la rizosfera figuran Alternaria,
Aspergillus, Bipolaris, Ceratobasidium, Chaetomiun, Cladosporium, Curvularia, Cylin-
drocarpon, Embellisia, Fusarium, Gaeumannomyces, Helminthosporium, Mortierella,
Mucor, Penicillium, Trichoderma, Phytium, Rhizoctonia, Syncephalis, Verticillium,
Phoma, Gliocladium, Nigrospora, Cephalosporium, Rhyzopus, Periconia, Bipolares,
Botrytis, Chaeotoseptoria, Chalardopsis, Humicola, Epicoccum, Escopulariospsis, entre
otros (Foster, Rovira y Cock, 1983; Domsch, Gams y Anderson, 1980; Fraser et al.,
8 Act ualmente sabemos que los microorganismos que conocemos en los diversos ambientes -con las
técnicas que se han venido utilizando- corresponden a la minoría de los existentes.
102
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFlCA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
1988; Sánchez de P., Gómez Z y Sieverding E., 1990; Gómez L, 1997; Gómez el al.,
2000; Díaz, Sánchez de P. y Gómez, 2002). En la Figura 30 se ilustran algunos géneros
fungosos de amplia ocurrencia en la rizosfera.
En este ecosistema tan rico en especies y en nutrientes la presencia de predadores es
predecible. Entre las bacterias en el rizoplano se pueden ver bacterias predadoras tales
como Bdellovibrio y hongos que son "ramoneados" por amebas, flagelados, colémbolos
y ácaros. Tales "ramoneos" pueden estimular el crecimiento de la raíz.
.,.
Ii'
C/adosporium sp. lbx '
Fotos: Gómez L. y Diaz, 2002.
Ecofisiología de la rizosfera
En el ambiente rizosférico, como se puede inferir, ocurren numerosas interrela-
ciones ecofisiológicas, algunas de ellas difíciles de visualizar individualmente dada
la cantidad de factores que interactúan en este microsistema: 1. Raíz-suelo (factores
físicos y químicos), 2. Raíces (raices de diferentes poblaciones en una comunidad ve-
getal), 3. Microbiota-suelo, 4. Microorganismos-microorganismos, 5. Interacciones con
103
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
104
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
acopio de materia orgánica, economía del agua, nutrición y defensa, hasta el punto de
dar origen a términos como "plantas amigas y enemigas", haciendo alusión a relaciones
alelopáticas, simbióticas y, en general, de convivencia (Sánchez de P. y Prager. 2001;
Mejía, 2001; Collado, Durán y Hernández, 1999; Cutler, 1999; Golovko, 1999; Weller
y Thomashow, 1999; Hoagland, 1999; Blum, Austin y Shafer, 1999; Waller el al., 1999,
Chiapusio el al., 1999; Huang et al., 1999; Souza, el al., 1999).
Figura 31. Efectos de falta de agua y nutrientes en plantas. a). Plantas de maíz de la
misma edad, sembradas en arena (izquierda) y en suelo franco (derecha),
sometidas al mismo régimen de humedad, b) Plantas de rábano sembradas
en suelo arcilloso sin riego (izquierda) y en el mismo suelo, con riego
(derecha).
105
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
1
legumlnosll
Blomasa rica en
celulosa y lignlna
Cobertura más
durable
Albergadores de liMA y de
microorganismos rlzosféricos
Figura 32. Algunas de las posibilidades que surgen en la interacción de las rizosferas
de leguminosas-gramíneas.
Competencia
La competencia se encuentra directamente relacionada con la tasa de crecimiento.
Explica por qué bacterias con tiempos de generación cortos llevan a que esporas de
hongos no germinen en la naturaleza, ya que los nutrientes que requieren son metaboli-
zados antes por las células bacterianas evitando que las estructuras fungosas alcancen su
106
LAS EN DOMICORRIZAS: EXPR ESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Antagonismo o amensalismo
El amensalismo, conocido también como antagonismo, es una interacción en la cual
una población microbiana produce una sustancia capaz de inhibir a otras poblaciones.
Existen diferentes formas de amensalismo. Algunas de las más conocidas son la inhi-
bición por sustancias inorgánicas, la antibiosis, la fungistasis , la bacteriostasis, ciertos
tipos de lisis saprofítica y la ejercida por bacteriocinas.
Diversas especies de actinomicetos, bacterias y hongos son capaces de sintetizar
antibióticos. Un agente fungistático es aquel que inhibe pero no mata a un hongo, algo
similar se puede decir de uno que ejerce bacteriostasis.
Otro tipo de amensalismo o antagonismo lo presentan bacterias como Pseudomo-
nas putida, que produce una mezcla de ácidos hidroxámicos (hidroxamatos) llamados
sideróforos que poseen elevada afinidad con el hierro. La presencia de esta bacteria en
la rizosfera hace que este elemento sea quelatado y se forme un complejo Fe-sideróforo
con alta estabilidad química; en esta forma se reduce la disponibilidad de Fe para algu-
nos microorganismos, especialmente para las esporas de Fusarium que no germinan en
ausencia de este elemento y así se evita su proliferación y patogenicidad. Mediante este
mecanismo se ha explicado el fenómeno de los suelos supresivos. (Siqueira y Franco,
1988; Sánchez de P. y Prager, 2001).
Predación
La predación puede ser ho10zoica, en la cual ocurre la ingestión inmediata de la
presa, o lítica, en cuyo caso los predadores emiten enzimas que la destruyen y poste-
riormente el predador consume los productos de la lisis. Los protozoarios ilustran el
primer caso y los hongos predadores de nematodos, el segundo, como por ejemplo,
Nematophora gynophilia y Verticillium clamidosporium que parasitan huevos y hembras
de Heterodera avenae.
Parasitismo
El parasitismo es otra forma de interacción en la cual la población que parasita se
beneficia y la hospedera se afecta. Especies del género Trichoderma han sido regi stradas
como micoparásitas de otros hongos como Rhizoctonia sotani, Fusarium spp, Phyto-
phthora sp, Rhyzopus sp, etc. Los protozoarios también están sujetos al ataque parasítico
de algunas bacterias y hongos. Los microorganismos ectoparásitos pueden causar lisis
a cierta distancia. Se han registrado lisis bacterianas por parte de mixobacterias como
Myxococcus, Poliangium, por cepas de Bacillus, Ftavobacterium, Micromonospora,
Pseudomonas y Streptomyces (Burbano, 1989; Alexander, 1994; Sánchez de P. y Prager,
2001, citando a varios autores).
107
U'IIVERSIDAD NACION.\L DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Comensalismo
E n el comensalismo uno de los asociados microbianos se beneficia, como sucede
cuandll una población sintetiza metabolitos sin los cuales otra población no se puede
multiplicar, o aquella situación donde un grupo bacteriano baja el potencial redox al
consumir el 02 y da lugar al establecimiento de poblaciones anaerobias. También es
conocido que algunas bacterias como Pseudomonas y Rhizobium propician la coloni-
zación de raíce~ por HMA, en la medida en que secretan sustancias que alteran la per-
meabilidad de la membrana celular (Siqueira y Franco, 1988; Burbano, 1989; Cardoso
y Freitas, 1992).
En la Figura 33 b se ilustran algunas de estas relaciones estudiadas in vitro a partir
de microorganismos aislados de la rizosfera de maracuyá (Pasiflora edulis variedad
Flavicarpa).
108
LAS EN DOMI CORRI ZAS: EXPRESiÓN BI OEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓ PI CO
109
UNIVERSIDAD NACIONA L DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Funciones de la rizosfera
Aunque las propiedades físicas, químicas y biológicas del suelo no rizosférico son
muy importantes para el crecimiento, disponibilidad de los nutrientes minerales y pro-
ducti vidad de las plantas, la irrupción de las raíces por sí solas modifica las condiciones
del suelo a través de su actividad, pues mediante su metabolismo liberan H+, HCO-3
y COl que cambian el pH, consumen 02 y puede alterar el potencial redox; algunas
forman fitosideróforos, entre otras posibilidades.
Si a la presencia de las raíces se le suma la existencia de la rizosfera, cualidad
permanente desde que haya raíces y difícil de individualizar, el papel de esta interfase
es deci sivo como modificadora del suelo y expresión del conjunto, parte área vegetal-
raíz-suelo-ambiente.
Segú n Marschner, 1995, la condición en la rizosfera varía considerablemente con
respecto a lo que sucede en el suelo a alguna distancia de las raíces, pues éstas no sólo
actúan como sifones para transporte de minerales a la superficie radical por flujo de
masas y difusión, sino que también absorben iones y/o agua preferencialmente, lo cual
permite el agotamiento o acumulación de iones.
110
LAS ENDOMICORR IZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁ FICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
9 Hipótesis planteada por Lovelock, 1965. Según Lyn Margulis ... "La hipótesis GAlA dice que la superficie
de la Tierra, que siempre hemos considerado como el entorno de la vida, es en realidad parte de ésta. El
manto del aire -la troposfera - debe ser considerado como un sistema circulatorio, producido y mantenido
por la vida .... Cuando los científicos nos dicen que la vida se adapta a un entorno especialmente pasivo
de química, física y rocas, están perpetuando una visión seriamente distorsionada. En realidad , la vida
hace, conforma y cambia el entorno al que se adapta. Este entorno a su vez, retroalimenta a la vida que
cambia, actúa y crece en él. Hay interacciones cíclicas constantes" (Tomado de Capra, 2003a, p.124).
111
UNI V ERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
112
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
113
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
114
LAS ENDOMICORRIZAS: EX PRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Capítulo Cuatro
Introducción
Las micorrizas son reconocidas como simbiosis compatibles e íntimas entre las raíces
de las plantas y algunos hongos del suelo. En la actualidad se conoce que la condición
micorrícica es el estado usual de la mayoría de las plantas en su hábitat natural.
Se consideran ligadas al salto evolutivo que permitió a los vegetales colonizar la
superficie terrestre, ya que su presencia se registra desde el Devónico temprano, hace más
de 400 millones de años (Taylor et al., 1995; Sánchez de P., 1999; AlIen et al. , 2003)
Según Siqueira y Franco (1988), la comprensión del proceso de coevolución que
tuvo lugar entre hongos y raíces de las plantas permite afirmar que las micorrizas son
el resultado de un alto grado de especialización nutricional de hongos saprofíticos -vi-
ven a expensas de la materia orgánica muerta- que evolucionaron del necrotrofismo
al biotrofismo obligatorio. Esta coevolución ha conllevado profundas modificaciones
genotípicas y fenotípicas en las plantas hospederas para hacer posible la irrupción y
establecimiento permanente del micosimbionte, que a su vez también ha sufrido cambios
(Johnson, Graham y Smith, 1997; Sánchez de P., 1999).
Las micorrizas, en general, son factores determinantes en la estabilidad de las co-
munidades de plantas en los ecosistemas globales. Se han encontrado desde los polos
hasta las selvas tropicales y desiertos y se estima que más del 80% de las plantas te-
rrestres son micorrícicas. El 95% de este valor corresponde a endomicorriza arbuscular
(MA), cuya evolución ha estado ligada a los trópicos, en donde alrededor del 71 % de
las especies vegetales la forman y un 16% otros tipos de endomicorrizas (Sieverding,
1991; Sánchez de P., 1999,2001,2003).
Los avances en el conocimiento de las micorrizas han llevado a que se modifiquen
conceptos de Botánica, Fisiología, Nutrición vegetal, Ecología, Suelos, Fitopatología,
entre otras ciencias y que surjan campos de trabajo interdisciplinario como la Micorri-
zología y se fortalezcan otros como la Biología y Microbiología de Suelos, al aceptarse
que la absorción de nutrientes por la mayoría de las plantas ocurre a través de órganos
dobles raíz - hongo y que la simbiosis va más allá del plano nutricional, con profundas
implicaciones en la salud y adaptación de las plantas, el manejo y conservación de los
ecosistemas y agroecosistemas.
115
UNIV ERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
11 En México, en la selva lacandona (Estado de Chiapas) en el año 1989 fue registrada la especie holosapró-
fita: Lacandonia schismatica. Estas especies son únicas y de notable interés para entender la simbiosis
micorriza (Martínez y Ramos, 1989; Palacios y Pérez, 1993; México, 2004).
116
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDAFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
12 En textos de personas muy calificadas hemos observado el uso del término micorriza para describir
a la planta o al hongo individualmente, lo cual es incorrecto. En ese caso, deben referirse a la planta
micorrizada o al hongo micorrízico o al hongo que forma micorriza. En caso de que se trate de micorriza
arbuscular, entonces, al hongo que forma micorriza arbuscular (HMA).
117
U NIVERSIDAD NAC IONAL DE C O LOMBIA - S EDE PALMIRA
que las coloni zan en forma característica y definen una integración estructural y meta-
bólica propia de la simbiosis, como se verá más ade lante.
Tipos de micorrizas
Las micorrizas han sido agrupadas con base en el patrón de colonización que se
observa en las plantas asociadas. Los dos principales grupos corresponden a las ecto-
micorrizas y endomicorrizas. Existe un tipo intermedio denominado ectendomicorrizas,
como también plantas que no forman ningún tipo de micorriza. Algunas de sus carac-
terísticas distintivas se incluyen en la Tabla 12.
Tabla 12. Algunas características de los diferentes tipos de micorriza.
Ectendomicorriza Endomicorriza
Características Ectomicorriza
Ec/endom Mono/ropa Arbu/oide MA Orquidea Ericoide
Septación de
t - t - t t - (t) t t
hitas
Hifas dentro de
+ t t t t +
I
células
Enrollamientos
+- t +
hifales
Arbúsculos +
Manto t (-) + (-) t +
Red de Hartig t + t t
Vesículas +-
Hospedero Gimnospermas y Plantas
Monotropaceae Ericales Orchidaceae Ericales
vegetal angiospermas vasculares
Clorofila + + +- + + t
Micosimbionte Mayoría B, algunos Asco y Zygo Glomeromycota Deutero y B Asco YB
Fuente: Harley y Smith, 1983; Brundett, 1991 ; Sánchez de P., 1999.
Convenciones: + = presente, - = ausente, (+) = algunas veces presente, (-) = algunas veces ausente, +
- = presente o ausente, B = Basidiomycetos, Asco - = Ascomycetos, Zygo = Zygomycetos, Deutero =
Deuteromycetos
Lo común es que las especies vegetales formen uno u otro tipo de micorrizas. Sin
embargo, algunos géneros forman endo y ectomicorriza. Por ejemplo, Prunus, Populus,
Salix, Acacia, Casuarina y Eucaliptus, entre otros (Harley y Smith, 1983; Marschner,
1995 y Sánchez de P., 1999, citando a varios autores). En otras plantas como las legu-
minosas, aunque el 90% de ellas se registran como micorrÍcicas en algunas como el
género Lupinus , la simbiosis no se encuentra naturalmente (Baker, Tagu y Delp, 1998;
Sánchez de P. , 1999).
118
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Ectomicorrizas
Dominan en bosques de coníferas y eucaliptos de climas templados y boreales de
donde son naturales, y también se han establecido en regiones subtropicales y tropi-
cales. Ocurren sobre todo en árboles maderables y sólo ocasionalmente en herbáceas
y gramíneas perennes. A escala global, son más abundantes en los bosques boreales y
templados con horizontes superficiales húmicos y en ecosistemas con limitaciones de
nitrógeno (Marschner, 1995).
Las ectomicorrizas están presentes en la mayoría de las Gimnospermas -en las
Pinaceae y Cupressaceae; y en algunas Angiospermas, especialmente en Betulaceae,
Fagaceae, Salicaceae, Dipterocarpaceae, Bignoniaceae, Caesalpinodeae, Casuarina-
ceae, Juglandaceae, Myrtaceae, Papilonaceae, Rhamnaceae, Rosaceae, Rubiaceae,
Tiliaceae y Ulmaceae-. Los micosimbiontes se encuentran dentro de la familia de los
Basidiomicetos y algunos Ascomicetos, y la mayoría de ellos pueden crecer en cultivos
puros in vitro (Sánchez de P., 1999).
Las ectomicorrizas (ECM) tienen como principales características: i) algunas hifas
del hongo simbionte envuelven externamente los segmentos de raíces colonizadas y se
entretejen alrededor de ellos formando una estructura anatómica denominada manto,
ii) otras hifas penetran al interior de la raíz, colonizan los espacios intercelulares de
las células corticales y forman una red de micelio, denominada red de Hartig, iii) en la
mayoría de las ECM, a partir del manto se forman cordones hifales, a manera de hilos
enrollados sobre ellos mismos, llamados rizomorfos que se extienden alrededor del
suelo (Figura 35, Tabla 12).
La captación de solutos del suelo y traslado a la raíz, en la zonas más cercanas lo
hacen las hifas individuales que se prolongan desde el manto, y en la medida en que
la distancia se hace mayor, los rizomorfos asumen este papel, así como tambi én ellos
pueden dar origen a cuerpos fructíferos hipógeos y epígeos de los hongos Basidiomi-
cetos o Ascomycetos asociados. El intercambio de solutos entre el simbionte fungoso
y el hospedero vegetal tiene lugar en las células corticales, a través de la red de Hartig
(Marschner, 1995; Sánchez de P., 1999,2003).
Endomicorrizas
Como se dijo antes, las endomicorrizas son más frecuentes en la naturaleza que las
ectomicorrizas. Aunque son cosmopolitas, tienen su mayor incidencia en las regiones
tropicales , con suelos más secos, en pastizales y árboles deciduos con alto ciclaje de
materia orgánica y donde el suministro de fósforo es limitante (Marschner, 1995).
Las endomicorrizas se caracterizan: i) por la colonización de las células cOJ1icales
por el micosimbionte, el cual vive entre ellas y dentro de ellas, inter e intracelularmente,
ii) hay ausencia de manto en su formación y de modificaciones anatómicas y citológicas
que evidencien a simple vista su presencia, como sí sucede con las ectomicorrizas. Los
micosimbiontes pertenecen a diferentes phyllum, clases y familias, dependiendo del
tipo de endomicorriza.
119
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Figura 35. a) Visión externa del manto en Pinus patuta (a 1) Yde éste y la red de Hartig
en corte microscópico (a2), b) rizomorfos y c) basidiocarpos de Amonita
sp. que forma ectomicorriza en Quercus humboldtii (roble); d) hifas de
Rhi::.octonia sp. que forma endomicorrizas en orquídeas terrestres.
De los diferentes tipos de endomicorrizas, las más extendidas dentro de las especies
vegetales son las conocidas como micorrizas vesículo-arbusculares (MVA) o mico-
rrizas arbusculares (MA), y algunas formas muy específicas como las Orquídioide y
Ericoide.
120
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Endomicorrizas en orquídeas
Las orquídeas son cosmopolitas y la mayoría de sus representantes se encuentran en
las regiones tropicales. Todas las orquídeas, posean clorofila o no, pasan por un estado
de semillero prolongado, durante el cual no fotosintetizan, con el agravante de que las
semillas contienen escasas reservas de almidones o lípidos. Esto hace que el desarrollo
del embrión dependa del suministro exógeno de carbohidratos que, en la naturaleza, es
proporcionado por el simbionte micorrízico y en condiciones artificiales, en cultivos
in vitro, a través de soluciones nutritivas, aportes que hicieron, con sus estudios en
orquídeas, Noel Bernard, Burgeff y Knudson en los primeros treinta años del siglo xx
(Sánchez de P., 1999).
Esta micorriza difiere de otras en que el hongo micorrízico provee carbono al hos-
pedero vegetal, mientras que en los otros tipos los compuestos carbonados son suplidos
por la fotosíntesis de la planta y el transporte ocurre hacia el micosimbionte (Harley y
Smith, 1983; Read, 1985; Hadley, 1986; Silveira, 1992, Siqueira et al., 1994; Lovato
et al., 1995).
Dentro de los géneros de orquídeas más estudiados están: Neottia, Goodyera, Co-
rallorhiza, Ophrys, Dactylorchis, Bletilla y Cattleya, entre otros. Por otra parte, como
121
UNIVERSIDAD NA CION AL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Endomicorrizas ericoides
Este tipo de micorriza es común en arbustos y árboles pequeños que proliferan en
suelos de los páramos, ácidos y turbosos, caracterizados por alto contenido de materia
orgánica y compuestos polifenólicos, muy pobres en nitrógeno y fósforo.
Se encuentran en plantas con sistemas de raíces muy finas, como lo son la ma-
yoría de las Ericoideae, Vaccinioideae y Rhododendroideae, de la familia Ericaceae,
Epacridaceae y Empetraceae. Este tipo de micorriza se ha descrito en especies como
Calluna vulgaris y en los géneros Rhododendron, Vaccinium, Erica, Gaultheria, Ledum
y Kalmia, entre otros.
Se ha observado que numerosas hifas septadas se desarrollan a nivel de la raíz y
form an un tejido frágil, muy ligero, sobre la superficie de la raíz; una vez en el interior
de las células de las hifas se desarrollan extensivamente y forman enrollamientos. Una
gran cantidad de tejido fungoso se asocia con las raíces.
Dentro de los micosimbiontes se ha estudiado extensamente el complejo Hymenos-
cyphus ericae - Scytalidium vaccinii (He lo tia les) y Oidiodendron maius (Onygenales).
También se han registrado los ascomicetos Pezizella ericae, Elaphomyces sp. y algunas
especies del basidiomiceto Clavaria. Estos hongos se pueden multiplicar en medios de
cultivo y son muy eficientes en la degradación de polímeros orgánicos, cualidad que los
capacita para intervenir en el cicJaje de N y P, facilitando una vía directa a los autótro-
fos que crecen en los biomas paramunos (Harley y Smith, 1983; Read, 1985; St. John
eta!., 1985; Berta y Gianinazzi-Pearson, 1986; Gay y Debaud, 1986; Burteta!. , 1985; Siquei-
ra y Franco, 1988; Silveira, 1992; Read y Kerley, 1995; Read y Pérez-Moreno, 2(03).
Ectendomicorrizas
En este tipo de micorriza concurren las características de las ectomicorrizas, al
tiempo que hay penetración al interior de las células corticales por hifas septadas (Tabla
12). La identidad de los hongos simbiontes fue una incógnita durante muchos años y se
los designaba genéricamente con el nombre de "E-strains". Estos hongos se encuentran
asociados con coníferas, principalmente en plantas de vivero y con representantes del
orden Ericales, como los géneros Monotropa, Arbutus y Arctostaphylos. Los hongos
asociados son reconocidos como formadores de ectomicorrizas, lo cual se convierte
122
LAS ENDOMlCORRIZAS : EXPR ESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
en un argumento para que esta asociación se considere como un caso especial de este
tipo de simbiosis (Harley y Smith, 1983; Hacskaylo, 1985; Siqueira y Franco, 1988;
Sieverding, 1991).
El orden Ericales es atractivo para el estudio de la simbiosis, puesto que en él co-
existen una serie de formas derivadas de ectomicorrizas. Se incluye dentro de este grupo
la micorriza llamada "arbutoide" por haber sido descrita en Arbutus unedo; patrones
similares de colonización se han encontrado en otras Arbutoideae como Arctostaphylos
y en Pyrolaceae, como Pyrola. En algunas de las especies arbóreas que forman este
tipo de micorriza los sistemas de raíces se dividen en raíces cortas y largas, como en
ectomicorriza; las cortas están rodeadas de un manto que conecta no sólo las hifas con
el suelo, sino también con la red de Hartig. También ocurre penetración a las células
epidermales, al principio por una hifa simple y más tarde por enrollamientos de hifas
que se desarrollan en el interior (Robertson y Robertson, 1985; Hadley, 1986).
El orden Ericales incluye al género Monotropa, cuya simbiosis ha sido denominada
micorriza "monotropoide", específica para la familia Monotropaceae que incluye sólo
holosaprofitas. En ella las raíces de las plantas son encerradas por un manto fungoso
compuesto de varias capas de hifas gruesas, el cual se conecta con la red de Hartig
envolviendo las capas más externas de las células del hospedero, forma haustorios que
penetran las células epidermales.
El sistema radical de Monotropa hypopitys, el más estudiado de esta familia , forma
un ovillo, del cual parte el micelio que se extiende, ramifica y penetra las raíces y mico-
rrizas de las plántulas de especies forestales; forma entonces un tejido complejo donde
se entremezclan las raíces y micorrizas del árbol y de Monotropa. Bjorkman (1960)
llamó a este comportamiento "epiparasitismo", pues Monotropa obtiene su alimento a
partir de las plántulas de árboles como pinos y abetos, donde el hongo micorrizógeno
actúa como mediador. La literatura acerca de esta simbiosis es supremamente prolífica.
Como hongos asociados se han encontrado especies del género Soletus. Armillaria me-
l/ea se ha encontrado asociado con M. uniflora en Estados Unidos (Kamiensh 1882;
Bjorkman, 1960; Harley y Smith, 1983; Read, 1985; Siqueira et al., 1994).
Las ectendomicorrizas por su especificidad en Ericales podrían ser consideradas
poco importantes, pero en la medida en que se estudian se encuentra que participan en
la conservación de los ecosistemas naturales, especialmente en suelos en procesos de
formación.
123
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Harley y Smith, 1983; Sieverding, 1991; Siqueira et al., 1994; Hamel, 1996; Barker,
Tagu y Delp, 1998; Sánchez de P., 1999).
Fuente: Barker, Tagu y Delp, 1998. Convenciones: Ep: Epidermis; C: Corteza; En: Endodermis; E: Espora;
he: Hifa externa; ap: apresorio; hi: Hifa intercelular; a: Arbúsculo; ei: enrollamiento intracelular;
y V: Vesícula
Figura 36. Algunas características de las MA tipo Arum (A) y tipo Paris (B).
124
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Se ha descrito al tipo Arum como el más frecuente, sin embargo, estudios recientes
demuestran que la morfología tipo Paris ocurre en más taxa de plantas que el tipo Arum
(Smith y Smith, 1997; Cavagnaro etal., 2001).
Según Barker, Tagu y Delp, 1998, se han encontrado herbáceas que presentan el tipo
Arum, en las cuales se precisa un extensivo crecimiento intercelular de los hongos que
penetran la corteza radical y posteriormente forman arbúsculos. Cuando se presentan
vesículas pueden estar inter o intracelular (no todos los HMA forman vesículas). Una
característica adicional del tipo Arum es la acentuada, rápida y sincrónica colonización
del tejido cortical.
También el tipo Paris se ha observado en herbáceas, en las cuales el crecimiento
fungoso dentro de las raíces es escaso, y es especialmente intracelular, caracterizado
por la presencia de enrollamientos u ovillos "coils" dentro de cada célula, con escasos
o raros arbúsculos estructurados, según algunos autores; para otros, están presentes
normalmente, aunque con menor tamaño, dentro de las mismas células corticales co-
lonizadas por ovillos hifales. Cuando hay vesículas, son intracelulares (Smith y Smith,
1997; Cavagnaro el al., 2001; Franken y Requena, 2001).
En diversas investigaciones reseñadas por Smith y Smith (1997) se han descrito
en diferentes familias de Angiospermas, ambas morfologías de MA dentro de especies
pertenecientes a un mismo género, como también la presencia de un tipo intermedio.
La atención en los diferentes tipos de MA se ha centrado en si la variación mor-
fológica influye en la fisiología y eficiencia de la simbiosis en términos de beneficios
nutricionales y costos para la planta y qué factores determinan que se presente uno u
otro tipo de MA. Se han propuesto como predisponentes, por ejemplo: diferencias en
las paredes celulares de los hospederos, continuidad o discontinuidad entre los espacios
corticales, u otras características anatómicas de las plantas.
Aunque se ha establecido que el genoma de la planta hospedera controla la presencia
de la MAy la extensión de la colonización, es posible que el genoma fungoso ejerza con-
trol significativo sobre las estructuras de MA a desarrollarse: tipo Arum o Paris (Smith y
Smith, 1997; Barker, Tagu y Delp, 1998). La elucidación de muchos interrogantes hacia
el futuro va a llevar a cambios en conceptos, como por ejemplo los sitios de transferencia
e intercambio de nutrientes, la denominación de las MA y a mayores precisiones con
respecto a las características de la MA que se estudian y su expresión.
Los simbiontes
Es importante recordar que la condición MA requiere la conjunción hospedero ve-
getal, hongo que forma micorriza arbuscular (HMA) y las modificaciones anatómicas
y fisiológicas que surgen cuando hace presencia la simbiosis.
125
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
inducida. Sin embargo, hay señales visibles que permiten suponer la simbiosis y aun
más su efectividad.
Cuando se induce la MA a través de inoculaciones, es posible detectar a simple vista,
(mediante comparación con testigos no inoculados con HMA, cambios que suceden en
la altura, vigor, área foliar, estado nutricional, sanitario y rendimientos de las plantas
(Sieverding, 1991; Johnson, Graham y Smith, 1997; Munyanziza, Kehri y Bagyaraj,
1997; Sánchez de P., 2003).
Al nivel de la raíz micorrizada también se pueden hacer mediciones que permitan
estimar la densidad y peso radicales, su distribución, extensión y aun estado sanitario.
La Tabla 13 ilustra esta situación con café (Coffea arabica L., variedad Colombia), en
un bioensayo en suelo de la zona cafetera del Valle del Cauca (Colombia), sometido a
diferentes niveles de fertilización fosforada, que se esterilizó (D), se inoculó con Glomus
manihotis (D+I) y se dejó en condiciones naturales (N). A las plantas que requerían
inoculación se les aplicó en promedio 200 esporas del HMNplanta, aisladas y suspen-
didas en agua destilada estéril y aplicadas sobre la raíz desnuda. Se halló la respuesta
a los 180 días después de trasplante.
Para observar las modificaciones anatómicas y citológicas que se presentan en
las células radicales es necesario recurrir a la microscopía o a pruebas indirectas que
detecten su actividad y/o presencia. Descripciones en este sentido se harán en la parte
concerniente al establecimiento y fisiología de la simbiosis.
Tabla 13. Efecto de la presencia y ausencia de HMA sobre algunas variables en café
Coffea arabica L. variedad Colombia, con diferentes niveles de P.
126
LAS ENDOMICORRIZAS: EX PRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
(Simon et al., 1993; Harrison, 1999; Franken y Requena, 2001; Schüssler, Schwarzott,
y Walker, 2001; AlIen et al., 2003).
La taxonomía de los HMA se ha basado en características morfológicas de las espo-
ras. Géneros y familias se han distinguido por la conexión hifal o modo de formación
de las esporas y la estructura más detallada de las paredes celulares de ellas ha sido
muy importante al momento de identificar.
Los HMA han estado clasificados dentro de la clase Zygomycetos, orden Glomales,
agrupados hasta hace poco en tres familias: Glomaceae, Acaulosporaceae y Gigaspo-
raceae y seis géneros: Glomus, Sclerocystis, Acaulospora, Entrophospora, Gigaspora
y Scutellospora (Morton y Benny, 1990, citado por Sánchez de P , 1999).
Simon et al. , 1992 condujeron los primeros estudios de filogenia y detección
molecular de HMA. El uso de técnicas como la reacción en cadena de la polimerasa
(PCR), unida a otras técnicas moleculares: SSCP, RFLP, RAPD, entre otras , ha per-
mitido elucidar la taxonomía y composición de las comunidades de HMA (Tuinen et
al., 1998; Kjy;ller y Rosendahl , 2000; Redecker, 2002) (Tabla 14).
Tabla 14. Clasificación taxonómica de los HMA.
127
UNIV ERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
128
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
129
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
130
LAS ENDOM ICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Micelio interno
El micelio interno se inicia cuando una hifa entra en contacto con la raíz, forma un
apresorio (Figura 38a), penetra la epidermis, da origen a nuevas hifas que crecen entre
y al interior de las células corticales, se extienden en ellas y colonizan poco a poco
hasta llegar a las células más internas de la corteza. Es de recordar que la descripción
del profuso crecimiento intercelular corresponde sobre todo a MA tipo Arum; en el tipo
París es escaso o ausente.
Arbúsculos
En el micelio interno, en el tipo Arum, hifas intercelulares atraviesan la pared ce-
lular y colonizan el interior de células corticales, cuya membrana celular se invagina y
rodea la estructura fungosa , que se ramifica en forma dicotómica muchas veces dando
lugar a una estructura tridimensional arborescente, denominada arbúsculo (Figura 38d).
Cuando las células corticales no están activas y/o las raíces se suberizan, los arbúsculos
cesan su desarrollo, función y tampoco hay colonización por HMA (Bonfante, 1992,
citado por Varma, 1995).
En el tipo París, después de la colonización de la epidermis, los HMA penetran en
el interior de las células, donde forman ovillos y también arbúsculos, tal vez menos
desarrollados que en Arum. El mayor desarrollo intracelular lleva a que se cuestione el
papel del arbúsculo en el intercambio de nutrientes.
Micelio externo
Tal vez uno de los cambios más importantes cuando se establece la MA es el que
ocurre en la interfase raíz-suelo, debido al micelio extrarradical que, en muchos casos,
prolifera en el suelo más que los pelos radicales. La zona ocupada por las hifas externas
se ha denominado hifosfera y da lugar al concepto de micorrizosfera (Linderman , 1988
y Garbaye y Klett, 1996).
El micelio externo (Figuras 38b y 38c) conforma una red que se proyecta desde la
raíz colonizada y penetra en el suelo. Posee, por una parte, hifas gruesas - más de 27 Jlm
de diámetro- que, aunque absorben nutrimentos en especial, sirven de soporte y base
temporal al tejido micelial en el suelo, se las denomina hifas " runner" . Estas a su vez dan
origen a hifas delgadas - dos a siete flm de diámetro-, que se dividen dicotómicamente,
se extienden en el suelo, cuya función se centra en la absorción de nutrimentos para
transportarlos al hospedero, denominadas hifas absorbentes. Su pequeño diámetro les
permite explorar los poros más finos del suelo ,13 donde los pelos radicales no alcanzan
a penetrar, poniendo de esta manera a di sposición de la planta las arcillas, materia or-
gánica, nutrientes yagua contenidos en ellos (Varma, 1995, Sánchez de P. , 1999).
13 Recordemos que un microporo puede tener alrededor de < 9 micras y que en él la solución del suelo
-agua y nutrimentos- son retenidos a altos potenciales mátricos que los hacen inasequibles para las
raíces de las plantas. Este hecho es relevante en épocas de sequía.
131
UNIVERSIDAD NAC IONAL DE COLOMBIA - S EDE PALMIRA
El micelio externo de los HMA, entonces, permite que el hongo extienda la zona de
absorción de nutrimentos más allá de la rizosfera que, como se dijo en el Capítulo tres,
se estima en unos cuantos milímetros en el entorno radical e incrementa el volumen de
suelo a explorar, en intensidad y extensión, por la planta micorrizada, como lo muestra
la Figura 38c (Sanders y Tinker, 1971; Abbott y Robson, 1985; Jakobsen y Rosendahl,
1990; Friese y Allen, 1991; O'Keefe y Sylvia, 1992; Jakobsen, 1995; Varma, 1995).
Barea el al., 1991, sugieren extensiones de micelio externo entre 12 -20 cm, que se
traducirían en mayores volúmenes de suelo a explorar en beneficio de la planta mico-
rrizada. En estudios llevados a cabo en Colombia se han encontrado extensiones hasta
de 34 mlg de suelo seco (Torres, 2000; Reyes, 2001).
En el micelio externo se forman esporas y en algunos géneros de HMA, Gigaspora
y Scutellospora, se pueden formar, además, células auxiliares (Figura 38e) aisladas o
agrupadas, cuya función no se conoce con exactitud (Sánchez de P., 1999,2001).
Esporas
Los HMA se caracterizan porque sus esporas poseen paredes gruesas que les con-
fieren resistencia al medio, su origen es asexual y hasta el momento no se ha registrado
la fase sexual, aunque no se ha confirmado por estudios genéticos. (Rosendahl y Taylor,
1997; Sánchez de P., 1999,2001; Jun el al., 2002).
En una raíz joven una vez se establece plenamente la MA, el HMA completa su
ciclo de vida y se forman en el micelio externo las esporas asexuales características de
la especie del micosimbionte que se encuentra presente. Algunos de ellos también las
forman en el micelio interno y son observables al microscopio (Figura 38f).
En cultivos monoaxénicos en fase de esporulación se han contado gran cantidad de
esporas. Se han hecho estimativos de 14000 a 38000 propágulos por raíz (Azcón-Aguilar
en comunicación personal con Bago, Pfeffer y Shachar-Hill, 2000). El 45 a 95 % de
la reserva de C en las esporas corresponde al lípido neutro triacilglicerol (TAG) y en
menor cantidad glicógeno, reservas que provienen de la planta hospedera.
Vesículas
En algunos géneros de HMA las hifas internas se modifican, sufren ensanchamientos
y dan origen a vesículas que se disponen en forma entre las células corticales y dentro de
ellas y ocupan en las hifas posiciones intermedias o terminales. Según Silveira (1992),
las vesículas se desarrollan posterior a los arbúsculos, en las regiones más antiguas co-
lonizadas, contienen materiallipídico, lo que ha llevado a que se las considere órganos
de almacenamiento. El encontrarlas dentro de tejidos radicales viejos o muertos sugiere
que desempeñan papel importante como órganos de reposo o de propagación del hongo.
Las vesículas no están presentes en los géneros Gigaspora y Sculellospora.
Establecimiento de la simbiosis
El mecanismo de establecimiento de la simbiosis es un proceso de múltiples eta-
pas determinadas por factores del hongo y la planta hospedera, cuyo funcionamiento
132
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Funcionamiento
deis MA
CONDICIONES
AMBENTAlES SUELO
133
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
8]
[!] O¡
GERMINACiÓN
o "
~
~
o PRECOLONIZACIÓN
y CRECIMIENTO
( [1]
\
FORMACIÓN
DEL APRESORIO
PENETRACIÓN Y CRECIMIENTO
INTERRADICAL
(MICELIO INTERNO)
Fase presimbiótica
Según Bago, Pfeffer y Shachar-Hill, 2000, citando a diferentes investigadores, las
esporas de los HMA, unidas o separadas del micelio intra o extrarradical, presentan un
crecimiento limitado independiente de la planta. Para ello se movilizan los principales
compuestos donde se almacena el e fúngico: el triacilglicérido (TAG) y glicógeno.
Esta movilización provee la energía para el desarrollo del tubo germinativo aseptado
y esqueletos de e para la síntesis de las paredes celulares quitinosas características del
micelio del hongo.
El crec imiento asimbiótico se puede mantener por una o dos semanas y el tubo
germinativo puede extenderse varios centímetros. Si el establecimiento de la simbiosis
no ocurre durante ese período, el HMA detiene el crecimiento, ocurre septación del
tubo germinativo y autólisis nuclear. La espora entra en dormancia y tiene habilidad
para germi nar varias veces. La detención del crecimiento evita que el e almacenado
se gaste totalmente y algunos autores sugieren que éste puede ser un mecanismo para
incrementar las posibilidades de encontrar una raíz a colonizar.
134
LAS ENDOMI CORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFI CA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Una de las muchas preguntas que surgen acerca de esta fase es por qué el hongo
no continúa con su ciclo de vida en ausencia del hospedero. Todo parece indicar que
ocurre una deficiencia en el metabolismo del C. Mediante técnicas de resonancia mag-
nética nuclear usando 13C en G. intrarradices , Pfeffer, Bago y Shachar-Hill, 2001, han
encontrado que durante la fase asimbiótica este HMA, a partir de lípidos almacenados,
sintetiza azúcares: trehalosa que luego degrada, al igual que glucosa y fructosa, pero no
manitol, como tampoco lípidos para almacenamiento. Han encontrado que el C fluye
a través de gluconeogénesis, el ciclo del glioxilato, ciclo de Krebs, la vía de la pentosa
fosfato y la mayoría o todo el ciclo de la urea. Todos estos ciclos están activos, menos
aquellos conducentes a síntesis de ácidos grasos (triglicéridos - TAG) para almacena-
miento. Esta deficiencia o bloqueo de esta vía podría ser responsable de que se detenga
el crecimiento del HMA durante esta fase asimbiótica.
Preco!onizaGÍón
Como se dijo anteriormente, la ramificación de las primeras hifas y la continuidad en
su crecimiento requieren la presencia de las raíces de la planta hospedera. Los exudados
radicales incrementan la estimulación en la medida en que las hifas entran en la vecindad
de las raíces. Esto se ha observado en plantas hospederas de HMA, lo cual sugiere la
ocurrencia de señales de reconocimiento. El hecho de que los HMA no sean atraídos hacia
la rizosfera de algunas plantas, puede deberse a la presencia de sustancias inhibidoras,
aunque la planta sea micolTícica (Harrison, 1999; Marsh y Schultze, 2001).
135
UNIVERSIDAD N AC IONAL DE COLOMBIA - SEDE P ALM IRA
Colonización intrarradical
U na vez dentro de la planta el desarrollo interno de los hongos está determinado por
la planta. En esta forma, una sola especie de hongo puede mostrar patrones morfológicos
de crecimiento bastante diferentes, dependiendo de la planta hospedera. Como patrones
principales surgen el tipo Arum y el Paris; sin embargo, la regulación por la planta no
explica en su totalidad estos patrones morfológicos. La mayoría de las descripciones
conocidas corresponden al primer tipo. Figura 41 (Harrison, 1999).
A partir de la hifa de penetración ocurre un crecimiento de hifas intercelulares, aun-
que en algunos casos el hongo puede atravesar la exodermis formando ovillos hifales
al interior de sus células.
Al alcanzar las células corticales más internas, algunas ramificaciones de las hifas
intercelulares penetran las paredes de algunas de estas células y se diferencian, dentro
de ellas, en estructuras ramificadas en forma dicotómica, conocidas como arbúsculos
(haustorios), los cuales permanecen en un compartimiento apoplástico, puesto que la
membrana celular de la célula vegetal se extiende, rodeándolo completamente.
TEJIDO RADiCAl
SUELO
\/EslcUlA
ARSÚSCUlO
H"hF
F~~ )~II~
~ \ , MCE.IO InERHO
(1ntrarradIcal)
MEMBRANA
PERlARBUSCUlAR
MEMIIRANA
CITOPlASMÁTICA
/
'-..... MICElIO ElCTERHO
EPtOeRMIS (twas_l
136
LAS ENDOM ICORRIZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
137
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Fisiología de la simbiosis
Alteraciones moleculares y celulares durante el establecimiento de la simbiosis
Las esporas de los HMA son sensibles a numerosos compuestos que se encuentran
en la rizosfera. Por ejemplo, la germinación, emisión del tubo germinativo y dirección
de la extensión son sensibles al CO 2 y a otros compuestos volátiles que hacen parte de
los exudados radicales y a productos bacterianos. Cualquiera de estas señales puede
indicar la presencia de una raíz potencialmente colonizable. Algunos estudios citados
por Koide y Schreiner (1992) muestran que la acción estimulante de los exudados
radicales en la extensión hifal y quimiotropismo de los HMA sólo es efectiva cuando
hay presencia de CO 2 .
De acuerdo con Roussel et al., 2001, la colonización de la planta por HMA y desa-
rrollo al interior de sus tejidos implica una compleja secuencia de eventos moleculares
y citológicos, al igual que modificaciones intracelulares. En la búsqueda de entender
los mecanismos de desarrollo de la MA, las herramientas bioquímicas, moleculares y
genéticas han sido fundamentales, al igual que las plantas mutantes, que con su inca-
pacidad de formar completamente la micorriza permiten caracterizar eventos propios
de la simbiosis.
Actualmente para estos estudios se cuenta con plantas mutan tes que no forman
micorriza (myc-), como Arabidopsis thaliana, y recientemente mutantes de las legu-
minosas Medicago truncatula, Lotus japonicus y Pisum sativum, en las cuales se tiene
expresión de diferentes combinaciones. Por ejemplo, plantas que no nodulan y forman
MA (Nod- Myc+), otras que no forman nódulos ni micorrizas (Nod- Myc-), y plantas
que nodulan y no forman rnicorriza (Nod+ Myc-) (Marsh y Schultze, 2001).
Varios investigadores han hecho énfasis en que el control de las principales estruc-
turas de la simbiosis las realiza la planta hospedera; sin embargo, hay evidencias que
muestran que el hongo también puede influir en este control, al igual que las condiciones
ambientales, aunque no hay pruebas de que estas últimas controlen las bases estructurales
de las clases de MA (Smith y Smith, 1997).
Roussel et al., 2001, sostienen que el desarrollo y funcionamiento de la MA está
gobernada por programas morfogenéticos en ambos simbiontes y hay evidencias de
señales de reconocimiento en diferentes estados de la simbiosis, sin embargo, la natu-
raleza de las moléculas señales y la percepción de ellas en los procesos de transducción
apenas se empiezan a entender.
138
LAS ENDOMICORRIZAS: EX PRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
139
UNIV ERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
140
LAS EN DOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
141
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
142
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Los primeros estudios que indican que los HMA afectan el citoesqueleto de células
hospederas se hicieron a través del gen tuba3, expresado en células corticales en las
cuales se desarrollaron arbúsculos en células de maíz y raíces de tabaco transformadas. Se
han hecho observaciones de mayor cantidad de a, 13, e y - tubulinas en raíces de plantas
micorrizadas que en aquellas donde no está presente la simbiosis. También diferentes
investigadores han observado la presencia de redes de microtúbulos que conectan las
ramificaciones de los arbúsculos con la región cortical o el núcleo de la célula. Esto
indica señales de intercambio entre los simbiontes previas a la colonización del hongo
a través de las células de la planta y un papel activo del citoesqueleto de la planta en la
micorrización, antes que una reacción pasiva a la presión física creada por el hongo al
invaginar la membrana celular vegetal.
En resumen, las plantas responden molecularmente a la presencia de los HMA. los
genes relacionados con la defensa de la planta se expresan desde los estados iniciales
de penetración del hongo formador de micorriza arbuscular -HMA- y a través de todo
el proceso de colonización. Las respuestas moleculares de defensa se manifiestan en las
células apropiadas, las cuaJes pueden prevenir el desarrollo de la asociación o también
reconocer al HMA y suprimir o expresar levemente sus respuestas defensivas.
143
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
tas transgénicas NahG Lotus japonicus, en las cuales se reducen los niveles de SA, se
incrementa la nodulación. En plantas transgénicas NahG tabaco se ha registrado que la
colonización por HMA está ligada a los niveles de SA en las raíces y cuando éstos se
incrementan, la colonización se reduce y viceversa.
144
LAS ENDOMICORRI ZA S: EX PR ES iÓN BIOEDÁFlCA DE IM PORTANCIA EN EL TRÓPICO
hidrolasas vegetales constitutivas y/o inducidas son las enzimas responsables de la de-
gradación de los "elicitores" y por lo tanto de la atenuación de la defensa de la planta.
Al mismo tiempo, el reconocimiento de una señal propia del hongo simbiótico por las
células vegetales permite la activación de una vía metabólica específica de la simbiosis
(García G arrido y Ocampo, 2002).
1
Señal
Hidrola hormonal
°
~
,--
vegetal H Ca-
22
H202
1
~~ )
J
P
Metabolismo de la MA
El suministro y transferencia de fotosintatos (carbohidrato s) de la planta al hongo
y de nutrimentos minerales de éste a la planta constituyen la base del funcion amiento y
de los efectos de esta simbiosis. Son afectados por los genotipos del hongo, de la planta,
el suelo y por el ambiente (Sánchez de P. , 1999, 2001).
145
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
146
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANC IA EN EL TRÓPICO
Estudios de Douds Jr, Pfeffer y Shachar-Hill, 2000, efectuados con cultivos axénicos
de HMA, usando técnicas de resonancia magnética nuclear, señalan que Glomus intra-
rradices dentro de la raíz, es capaz de tomar hexosa de fuentes exógenas que aún no se
han convertido en reservas de azúcares del hospedero. Estos resultados coinciden con
los de Solaiman y Saito (1997) citados por los mismos autores , quienes demostraron
la habilidad de hifas intrarradicales, aisladas, para tomar glucosa exógena. De acuerdo
con estos resultados se demuestra la absorción de hexosas por hifas intrarradicales a
partir del apoplasto. Sin embargo, no son claros los mecanismos mediante los cuales
ocurre la liberación de hexosas en el espacio intercelular y si tal liberación sucede en
respuesta a la colonización por HMA.
Todo parece indicar que en el metabolismo del carbono hay especificidades que
ocurren en el micelio intrarradical y extradical. Estudios realizados con técnicas de
resonancia magnética nuclear en hifas intrarradicales aisladas han mostrado que el
simbionte fungoso puede tomar y usar hexosa dentro de la raíz y la metaboli zan a tre-
halosa, glicógeno y lípidos. Las dos primeras moléculas están presentes en el micelio
interno, externo y en las esporas en germinación. Esto hace que los carbohidratos sigan
considerándose como los primeros candidatos para ser la forma de carbono tran slocado
al micelio externo. Se han aislado varias enzimas envueltas en el ciclo del ácido tricar-
boxílico o ciclo de Krebs dentro del micelio intrarradical, 10 cual indica su ocurrencia
en este espacio (Douds Jr, Pfeffer y Shachar-Hill , 2000).
La síntesis de lípidos es también un sifón sustancial para carbono en el micelio
intrarradical , 10 cual sugiere que una buena parte de la hexosa que toma el HM A se usa
para sintetizarlos. Los TAG (triacilglicérido) son la forma de lípidos más abundantes
en los HMA.
Douds Jr, Pfeffer y Shachar-Hill, 2000, han encontrado que los TAG hallados en el
micelio externo son sintetizados en el micelio interno y luego transportados al externo.
Sugieren que los carbohidratos trehalosa y glicógeno junto con los TAG son exportados
al micelio externo.
Douds Jr, Pfeffer y Shachar-Hill, 2000, confirman que las fases morfológicas del
HMA difieren en su habilidad metabólica relacionada con el C: mientras el micelio
interno toma hexosa y sintetiza lípidos, el micelio externo no 10 hace. Aún no están
claros los mecanismos que regulan el transporte del carbono y lípidos.
Dentro de las particularidades del micelio externo se ha encontrado que el c iclo del
glioxilato es activo, al igual que el ciclo de Krebs o de los ácidos tricarboxílicos (TAC)
y que los lípidos podrían ser la principal fuente de carbono en este espacio fungoso. La
vía de la pentosa fosfato (RPP) presente en el micelio interno, aparentemente es más
activa en el micelio externo. Bago, Pfeffer y Shachar-Hill, 2000 proponen un modelo
de las vías metabólicas por donde circula el carbono en el micelio intra y extrarradical.
Figura 43.
147
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Hexosa
AK -- Hexosa '
Quitina
! Trehalosa
w.. ,. '. ¡¿
O
1~
B ~ TAO ~--@ ~
RPP ' . -. , . '
./ -"'1 .;.~~ --~-oxidación
,
' C /, __ Quitina
T nosa • '.
I
i
~
~Hexosa_Trehalosa
C·'
· . '
Ollcógeno .
AA t
,.
TAO
".
-.... _.... _
RPP. ®
TeA
o
~? ' .'
·-.' ---_)
Olicógeno
MICELIO INTRARRAOICAl
148
LAS ENDOM ICORRIZAS: EXPRES IÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
las raíces micorrizadas por sí mismas (Hampp y Schaeffer, 1995; Jakobsen, 1995 ; Bago,
Pfeffer y Shachar-Hill, 2000).
La demanda de fotosintatos por parte del hongo va a depender de la biomasa de éste
asociada con la raíz y de su tasa metabólica. Según Hepper, 1977, citado por Jakobsen,
1995, el componente intrarradical del micosimbionte puede constituir por encima del
16% del peso seco de la raíz y consecuentemente puede consumir cantidades sustan-
ciales de C del hospedero.
La actividad metabólica de las raíces colonizadas junto con la producción de bio-
masa del hongo puede llegar a constituir entre el 5 y el 20 % del peso de la raíz. En
general, se estima que entre el 4 al 20% del carbono fijado en la fotosíntesis puede ser
exportado al sistema micorriza, en comparación con raíces que no están micorrizadas.
Este drenaje, en general, es compensado por incrementos en la tasa fotosintética, que
se han explicado con base en elevadas concentraciones del P foliar, eliminación de las
restricciones de conducción en la planta, cambios en la hidratación de las hoj as, etc.
Si esta compensación no se hiciese presente, el establecimiento del micosimbionte
podría conducir a serias depresiones en el crecimiento del hospedero. Por lo tanto, el
crecimiento de las plantas micorrizadas va a depender del balance entre el efecto pro-
motor debido al aporte de nutrimentos y el efecto depresor ejercido por el dre naje de
compuestos carbonados (Hampp y Schaeffer, 1995; Jakobsen, 1995; Johnson , Graham
y Smith, 1997; Bago, Pfeffer y Shachar-Hill, 2000; Sánchez de P. , 1999,200 1).
Harri s y Pacovsky (1985), en soya asociada con Rhizobium y G/omus determinaron
los efectos de la inoculación individual y doble, sobre la fijación del 14C02 y la distri-
bución del 14c. Utilizaron como controles plantas fertilizadas con N y P.
A las seis semanas de crecimiento, los nódulos en plantas micorrizadas habían
consumido el 12% de los fotosintatos, mientras que la micorriza había utilizado
17 %. Este alto consumo de la doble simbiosis se vio compensado por el incre-
mento del 47% en el ritmo de fijación del 14 C02 con respecto a los controles no
inoculados, y, un aumento del área foliar especifica en 24% (área foliar sobre
peso seco foliar). El contenido de almidón de las hojas en las plantas noduladas
y micorrizadas había descendido en 50%, como mecanismo para compensar los
requerimientos de los dos simbiontes.
149
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - S EDE P ALMIR A
alta como 10 jlM, pero es más frecuente que sea baja, llegando a 1 jlM. Estas circuns-
tancias hacen que haya zonas de agotamiento de Pi alrededor de las raíces, que indican
que las tasas de difusión del nutriente en el suelo son más bajas que las de absorción
por la planta (Versaw, Chiou y Harrison, 2002, citando a varios investigadores).
Entonces, el arribo de los nutrimentos a la zona radical depende de la concentra-
ción de éstos en la solución del suelo, la capacidad de amortiguación del suelo, de los
cambios que afecten tal concentración y del ritmo del movimiento del nutrimento hacia
la raíz. Se presentan grandes diferencias entre los nutrimentos en lo que respecta a su
presencia relativa en la solución del suelo y velocidad de desplazamiento. Por ejem-
plo, el ión fosfato se fija más rápidamente que el amonio y éste aún más que el potasio
(Gianinazzi-Pearson y Azcón-Aguilar, 1991).
Además de los factores inherentes al suelo, la captación de nutrimentos depende
igualmente de la velocidad con que las raíces sean capaces de absorberlos. Este ritmo
está infl uido por la arquitectura del sistema radical -tamaño, geometría, diámetro de
raíces, número de pelos radicales, extensión, distribución, entre otros parámetros- que
van a determinar su mayor o menor habilidad para explorar el volumen del suelo a dis-
posición. También está definido por parámetros cinéticos como la capacidad o velocidad
máxima (V max) de captación y la afinidad por elemento, expresada por la constante
de Michaelis-Menten (km). Estos parámetros están determinados por características
inherentes a la planta y varían de acuerdo con las especies, sus cultivares y ecotipos
(Gianinazzi-Pearson y Azcón-Aguilar, 1991 ; Siqueira y Franco, 1988; Koide, 1993;
Siqueira el al., 1994).
Como se señaló en el capítulo anterior, las plantas acuden a diferentes estrategias
para mejorar la movilización y absorción de P. Por ejemplo, secreción de fosfatasas,
ácidos orgánicos y protones, cambios en la morfología del sistema radical, entre otras.
Otro mecanismo lo constituye la micorriza, en este caso, la MA.
Está completamente establecido que las micorrizas captan del suelo fosfato y nu-
trimentos, como los citados, más eficientemente que las raíces individualmente. Para
gran número de plantas, la MA constituyen la única vía para captar eficientemente el
P a partir de las reservas del suelo y aun de los fertilizantes (Howeler y Sierverding,
1982; Siqueira y Franco, 1988, Smith y Gianinazzi-Pearson, 1988; Gianinazzi-Pearson
y Azcón-Aguilar, 1991).
A bajas concentraciones de P en la solucion del suelo; 10-5 a 10-6 M -situación
bastante frecuente en América Latina- las plantas micorrizadas en comparación con
testigos sin micorriza presentan más alta capacidad de absorción, incrementos en la
velocidad de flujo de entrada del nutrimento y, al parecer, una ruta de captación con
mayor afinidad por el ión que se manifiesta en menores valores de la constante de Mi-
chaelis (km), interpretados como la capacidad de MA de captar fosfato en suelos en
donde sus bajas concentraciones lo hacen inaccesible para plantas no micorrizadas. Se
afirma que no significa que los HMA solubilicen P. Se ha demostrado en varios ensayos
que las MA absorben este elemento de la misma fracción lábil de donde lo captan las
plantas no micorrizadas (Figura 44). (Mosse, Hayman y Arnold, 1973; Powell, 1975;
150
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPI CO
Gianinazzi-Pearson y Gianinazzi, 1983; Cress el al., 1979, citado por Jakobsen , 1995;
Sánchez de P., 1999,2001).
conMA sin MA
I Po. ASIMILABLE I
La absorción de fosfato por las hifas de los HMA ocurre contra un gradiente de
concentración. La habilidad del hongo para captar, translocar y transferir el P al hos-
pedero puede controlar su absorción (Gianinazzi-Pearson y Gianinazzi, 1983 ; Beever
y Burns, 1980, citados por Jakobsen, 1995).
Dicha captación está influenciada indudablemente por la rizosfera y por una zona
especial formada sobre la superficie de las hifas, denominada hifosfera, en la cual
flora microbiana asociada a plantas micorrizadas puede inducir cambios en el pH que
conllevarían incrementos en la asequibilidad de fuentes inorgánicas de P. También la
presencia de fosfatasas procedentes de flora asociada podría tener gran importancia en
la disponibilidad del P. En rizoplano y rizosfera se han encontrado incrementos en la
actividad de fosfatasas, en presencia de colonización radical por HMA. Varios investi-
gadores han encontrado que las fosfatasas extracelulares no son producidas por las hifas
extrarradicales de los HMA, si no por la flora microbiana asociada (Dodd el al., 1987 ;
Garbaye, 1994; Jakobsen, 1995 ; Joner y Jakobsen, 1995; Vosátka, 1996; Mcallister el
al., 1996; Nedialkova, Toro y Barea, 1996; Barea el al., 2002).
151
UNIVERSIDAD NACIONA L DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
152
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
RF
Convenciones:
R= Raíz
RF= Rizosfera
ME= Micelio externo
E= Espora
~
2mm
~ 1
4mm
12·20 cm
153
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
154
LAS ENDOM ICORR IZAS: EX PR ES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
2
Se han medido tasas de translocación de fosfato de 0.1 a 2.0 x 10-9 mol/cm /seg
que no pueden explicarse por difusión y sugieren que la translocación tiene lu gar fun-
damentalmente mediante corrientes citoplasmáticas rápidas. Se ha observado que la
translocación se paraliza en presencia de la citocalesina B, un inhibidor de corrientes
citoplasmáticas, la cual arroja evidencias experimentales que soportan esta hipótesis.
La translocación también es sensible a los cambios de temperatura y se reduce cuando
se detiene la transpiración de las plantas micorrizadas (Cooper y Tinker, 1978; 1981;
Strullu et al., 1981; Smith y Gianinazzi-Pearson, 1988; Gianinazzi-Pearson y Azcón-
Aguilar, 1991).
Así, movimientos citoplasmáticos mezclarían y transportarían el fosfato a favor de
un gradiente de concentración en el citoplasma, el cual dependería del ritmo de captación
del nutrimento por las hifas externas, de la velocidad de transferencia a las raíces de
las plantas y de la eficiencia de la mezcla y transporte de los poli-P por las corrientes
citoplasmáticas a lo largo de la ruta de translocación (Figura 46). La continua carga y
descarga de contenidos de poli-P de las vacuolas a la interfase planta-hongo mantendría
la concentración de fosfato al interior del citoplasma del micosimbionte y permitiría un
rápido desplazamiento por las corrientes citoplasmáticas.
NUTRICiÓN
VEGETAL
Rafz Transferencia
Captación Translocación Suelo
... (arbúsculo)
Polifosfato
I TRANSPORTE DE P I
Figura 46. Transporte de P desde el suelo hasta los arbúsculos. Pi = fósforo inorgá-
nico.
155
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Transferencia de P a la planta
El recorrido de los Poli-P finaliza en los arbúsculos, principalmente en las MA tipo
Arum donde se han efectuado la mayoría de los estudios. Allí ocurre su hidrólisis y
liberación a través de la membrana fungosa (Harrison, 1999; Solaiman y Saito, 200 1,
citando a varios investigadores).
En la medida en que las hifas liberan el P, la concentración en su interior disminui-
ría ocasionando una movilización de las reservas en forma de polifosfato. Esto encaja
con el hecho de encontrarse actividad de polifosfatasa sólo en el micelio interno y la
desaparición de los gránulos de polifosfato de las vacuo las de las ramas finas del arbús-
culo, lo cual señala que la descarga de polifosfato ocurre en el interior de las células del
hospedero, en la matriz interfacial que se forma en la zona de los arbúsculos.
Una vez éste se libera es transportado activamente a través de la membrana de la
célula hospedera. Esta actividad ocurre en las células corticales más internas que alber-
gan arbúsculos vivos (Figura 46).
Existen modificaciones estructurales que facilitan que ocurra dicha transferencia,
como son, simplificación en las paredes celulares de los asociados, tanto del hongo
como de la planta, que permiten que se acerquen sus membranas celulares y ocurra el
intercambio. Se han calculado flujos de salida de P a través del arbúsculo de 780 nM/
m2/min, los cuales se han explicado en forma hipotética con base en incrementos en la
permeabilidad de la membrana de la hifa, inducidos por el hospedero.
La identidad de las moléculas transportadoras no está definida; sin embargo, se
considera que tienen importantes implicaciones para los mecanismos de transporte
que pueden operar en el movimiento simultáneo de otros iones, por ejemplo, el K+. La
distribución de ATPasas en la membrana citoplasmática de las células radicales y de los
arbú sc ulos sugieren que dos mecanismos podrían controlar el transporte en micorrizas:
en el primero, la alta concentración de P podría reducir su reabsorción; el segundo sos-
tiene que el flujo de P podría ser promovido por transportadores a nivel de membrana y
la apertura de canales de iones, mediados por baja concentración de Pi en el citosol de
la planta en comparación con el citosol fungoso y por H+ -ATPasas sobre la membrana
periarbuscular (Figura 46). (Smith y Gianinazzi-Pearson, 1988; Gianinazzi-Pearson
et al., 1991, citados por Jakobsen ,1995; Harrison, 1999). Benabdellah , Azcón-Aguilar y
Ferro I, 1999, sugieren que la MA podría regular la ATPasa de la membrana citoplasmática
por incremento en el acople eficiente entre el transporte de H+ y la hidrólisis de ATP.
La clonación de transportadores de Pi por las plantas y los HMA es un paso esencial
para entender las bases moleculares de su transporte en la simbiosis y los mecanismos
de utilización por las plantas. Versaw, Chiou y Harrison, 2002, informan que hasta ese
año se habían identificado dos transportadores de Pi en HMA y por lo menos trece
tran sportadores en cinco diferentes especies de plantas, incluyendo dos, identificados
en M . truncatula.
Recientemente Gianinazzi-Pearson et al., 2000, citados por Ferrol el al., 2002,
mostraron que dos promotores (pmal y pma2) de ATPasa fueron inducidos en células
de tabaco micorrizadas (Nicotiana plumbaginifolia) que contenían arbúsculos. El efecto
156
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPR ESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
causado por los HMA sobre las ATPasa de la raíz se ha comparado con el que ejerce
sobre ella misma el patógeno Phytophthora parasitica.
Para estimar la regulación de las H+ -ATPasa por el establecimiento de la MA se ha
acudido a la expresión de tres genes ligados a H+-ATPasa en membrana citoplasmáti-
ca: LHA1, LHA2 Y LHA4, la cual fue regulada diferencialmente en hojas y raíces de
tomate procedentes de plantas silvestres y mutantes defectivos de MA después de la
inoculación con G. mosseae.
También se ha sugerido que la transferencia de P desde el hongo a la planta, está
acoplada de alguna forma al transporte de C al hongo, aunque no necesariamente am-
bas actividades ocurran en el mismo espacio. Es de recordar la hipótesis de captación
de C por los HMA a nivel de colonización intercelular, sin que se haya descartado que
también ocurra en la fase arbuscular.
Pearson y Jakobsen, J 993 a, b, con el fin de observar la relación entre la absorción
de P y el uso del C, efectuaron inoculaciones individuales con tres hongos HMA y
encontraron que todos asimilaron proporciones similares de fotoasimilados de C en
sus hifas externas; en contraste, la cantidad de 32 p transportado a la planta a partir de
las hifas difirió 40 veces entre los dos hongos más contrastantes. De acuerdo con lo
anterior, infieren que los efectos de los HMA estudiados sobre el crecimiento de las
plantas parece depender más de su capacidad de transporte de P que del uso del C del
hospedero. A pesar de estos resultados este tema no está totalmente dilucidado y las
evidencias soporte aún son muy limitadas (Smith y Smith, 1997).
157
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
158
LAS ENOOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFlCA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Compatibilidad y eficiencia de la MA
Se ha demostrado que la interacción planta-hospedero es altamente compatible a
nivel morfológico y fisiológico en términos generales. Las relaciones entre plantas y
HMA revisten menor especificidad que en el caso de las ectomicorrizas, lo cual lleva
a que en ecosistemas naturales y aun en agroecosistemas, una misma planta pueda ser
colonizada por diferentes especies de HMA y a la vez, éstos puedan establecerse con
diferentes especies de plantas. Podría esperarse que todas las combinaciones se mani-
festaran en respuestas positivas en la absorción de nutrientes, acumulación de fitomasa,
sanidad y productividad de las plantas, es decir, en términos de eficiencia de la simbiosis
(Smith y Gianinazzi-Pearson , 1988; Brundett, 1991 ; Dodd etat., 2000).
En la Tabla 15 se incluyen algunas características del hongo, la planta y la simbiosis
que pueden determinar la eficiencia de la MA, independiente de la condición del suelo.
Al nivel del HMA la eficiencia para tomar y translocar los nutrientes a la planta es muy
importante y puede ser estimada por producción de biomasa activa dentro y fuera de
la raíz. En las plantas, la eficiencia puede ser afectada porque los genotipos vegetales
difieren en su dependencia por la MA, requerimientos de nutrientes, estrategias para
acceder a ellos y habilidad para tomarlos, como también por características de su sistema
radical. En la simbiosis todos aquellos factores que afecten el desarrollo y fun ción de
la interfase y las tasas de transferencia de nutrientes entre los simbiontes puede ser un
limitante para su eficiencia.
159
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
160
LAS ENDOM ICORR IZAS : EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTA NCIA EN EL TRÓPICO
Dentro de las plantas micorrícicas, diferentes autores han sugerido correlación entre
la dependencia por MA y la arquitectura del sistema radical, agrupando éstos en dife-
rentes tipos: magnolioide, raíces gruesas con escasos y cortos pelos radicales altamente
dependientes de la simbiosis; y graminoide, raíces altamente ramificadas, finas. largas
y con abundantes pelos radicales, poco dependientes de la simbiosis y facultati vas de
ella (Howeler y Sieverding, 1982; Howeler, 1985; Sieverding, 1991; Sylvia, 1997 ;
Sánchez de P., 1999).
El estado de dependencia en una planta de MA normalmente se determina haciéndola
crecer en condiciones de suelo estéril, en presencia y ausencia de HMA, con difere ntes
niveles de P en la solución del suelo. Allí se va a observar que aquellas plantas micotró-
ficas obligadas no pueden crecer sin la simbiosis, aunque se encuentren en condiciones
de alta disponibilidad de nutrientes, mientras que las facultativas pueden crecer sin la
presencia de MA en algunos niveles de fertilidad del suelo (Howeler y Sieverding, 1982;
Howeler, 1983a; Sieverding, 1991 ; Sylvia, 1997).
Es importante no confundir la dependencia por MA con efectividad o eficiencia de
la simbiosis, la cual va a depender del nivel de fertilidad del suelo y de la combinación
planta-HMA. Esto quiere decir que aunque los HMA son promiscuos, algunas especies
y/o ecotipos son más eficientes con algunas especies y/o ecotipos vegetales. Sieverding
(1991) ilustra esta situación con ejemplos en Manihot esculenta, Stylosanthes guya-
nensis y Genipa americana, las cuales son micorricas obligadas; sin embargo, pueden
tener baja respuesta a la inoculación con un ecotipo de HMA. En el caso contrario están
las plantas micotróficas facultativas, como Zea mays y Sorghum bicolor, que pueden
presentar alta respuesta a un HMA específico.
En la Figura 47 se esquematizan las diferentes situaciones que se pueden dar en
presencia (- - - - -) y ausencia de MA ( - - ) . Las opciones A y B ilustran la micotrofía
obligada, pues a pesar de los incrementos de P en la solución del suelo, los aumentos
en fitomasa sólo se producen en presencia de MA. En el caso A, la eficiencia del HMA
asociado es muy reducida en comparación con B. Las situaciones e y D ilustran las
plantas micotróficas facultativas, pues hay incrementos en la fitomasa con presencia de
MA o sin ella. Sin embargo, en e hay muy baja respuesta de la planta al HMA asociado,
mientras que en D es muy alta, situación determinada por el HMA asociado.
Johnson, Graham y Smith, 1997, citando a varios autores registran que las plantas
con sistemas radicales gruesos se benefician más de la simbiosis que aquellas con sis-
temas de raíces fibrosos . Aquellas que presentan alta relación tallo/raíz pueden ser más
dependientes por MA que aquellas con baja relación. Se ha señalado que las plantas
pueden variar en su capacidad para trasladar carbono a las raíces. Registran que entre
genotipos de Citrus los más dependientes para absorber P vía MA trasladan más e a
sus raíces para sostener la colonización.
También señalan que además de la especie de HMA, la tasa de extensión de la colo-
nización es muy importante. HMA que colonizan rápidamente parecen generar mayores
beneficios en crecimiento vegetal en suelos bajos en P, y causan mayores depresiones
en suelos con alta fertilidad.
161
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - S EDE P ALMIRA
A) Mlcotrónca
obligada
B) Mlcotrónca
obligada , "" -
/
/ '" "
/
1 I
I
/
/
MAxlma
respuesta ~
C'CI
--------- I
J
~
I
e
-o
Ü O) Mlcotrónca
g C) Mlcotrónca
facultativa
facultativa .,.
'a
~ .,.-
A.
/
/ '" /~
/ / :
/ I :
/ I :
I I :
J :
I :
,1
Figura 47. Esquema hipotético de producción de biomasa por plantas con MA y sin
MA.
Por lógica se podría considerar que los HMA que mayores beneficios le proporcio-
nan a la planta, en términos de acumulación de fitomasa, son aquellos muy eficientes
en absorber y translocar P y otros nutrientes del suelo al hospedero vegetal y, al mismo,
tienen requerimientos limitados de e vía planta (Sánchez de P., 1999).
Funciones de la MA
Hemos tratado de hacer énfasis en la morfología y fisiología de las MA como
precedentes que permiten interpretar las diversas funciones que ellas cumplen en los
ecosistemas y agroecosistemas, las cuales han sido estudiadas en diferentes especies
vegetales y condiciones de manejo.
Hasta los años noventa la mayoría de los estudios efectuados en el campo, y aún
más al nivel de invernadero, se dirigían a presentar evidencias de la participación de
la MA en la nutrición, sanidad y productividad de las plantas, sus relaciones con otros
162
LAS ENDOMICORRI ZAS: EXPR ESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
163
U NIVERSIDAD N AC IONAL DE COLOMBIA - S EDE PALMIRA
Absorción de nutrientes
Fósforo
La MA incrementa la absorción de nutrientes, especialmente aquellos que difun-
den lentamente y tienen bajas concentraciones en la solución del suelo. El P es el más
importante involucrado en la respuesta en el crecimiento de las plantas micorrizadas,
hecho en el cual influye la habilidad de los HMA para absorber este nutriente del suelo,
aun en condiciones de deficiencia, almacenarlo y transportarlo a la planta mediante su
extensa red de hifas, como se discutió con anterioridad (Figura 48).
conMA
slnMA
IRizosfera I
Figura 48. Volumen de suelo y nutrientes disponibles en una planta con micorriza
arbuscular y sin ella.
N uevamente hay que recordar que las plantas pueden acudir a diferentes mecanismos
para suplir las demandas de P, y el más común y corriente es la MA. Hay diferencias
en la respuesta a la MA entre genotipos, aun de una misma especie vegetal y entre mi-
cosimbiontes (Bryla y Koide, 1998; Van der Heijden y Kuyper, 2001).
Actualmente se acepta que los HMA absorben el Pi del mismo reservorio que lo
toman las plantas no micorrizadas. Sin embargo, en algunos estudios citados por Read
164
LAS ENDOMICORRIZAS : EXPR ESiÓN BIOEDÁFlCA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
165
UNIVERSIDAD NACION AL DE COLOMBIA - SEDE PALMIR A
~ ~ ~LANTA)
NO·
e
'o
·0
en TNH+
T 1
3
t
.t::! NH+ NH+
~ 4 4 4
r
Q)
e
T
~
Glutamato
1 Glutamato
~
Glutamina Glutamina
Sacarosa
Glicina Glicina
166
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Hexosa
A _ _ Quitina • .•• O
Hexosa ' Trehalosa !' , í2
1~
\~
~
B \.T~G_)~_~,
-". ~~ ·oxidación
C --.-- Quitina
Trlosa . / t
~e f••.•• ¡
OIiC6genO " I
.••.• .1 ¿¡ Hexosa....-.Trehalosa
, _~... ~
\
AA TAO ',. ,...... . . . TCA
e
r.;:::;:-..,.o';:' '.
-.' • -.-.}
Olicógeno
NH,:<\.CO
Úrea V
\:;
Om
f1~ Arg
• Arg
~~
~P
II P E
• Otros nutrimentos
Tanto el mejoramiento en la nutrición de P, como efectos directos de los micosim-
biontes, pueden estar implicados en el incremento en la absorción de macronutrientes
como K y S en las plantas micorrizadas y de micronutrientes como Cu y Zinc, sin em-
bargo, las interacciones nutricionales son complejas (Cooper y Tinker, 1978; Rhodes y
Gerdemann, 1978 a, b; Smith y Gianinazzi-Pearson, 1988).
El K Y el Mg se han encontrado con frecuencia en mayores concentraciones en
plantas micorrizadas y se han explicado también como efecto indirecto de la simbiosis
167
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
PSPM - PSPNM
DRPM=
PSPNMx 100
Bagyaraj et al. (1988) citados por los mismos autores, evalúan la eficiencia de
la inoculación con HMA con presencia de HMA nativos y sin ella en condiciones de
168
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
PSI + -
EHMA=----~-----
psr
PSI + x 100
Absorción de agua
En condiciones limitantes de humedad y concentración de P, las plantas micorriza-
das son más tolerantes al estrés de agua, se recuperan más rápido del marchitamiento
y hacen uso más eficiente del agua absorbida.
Se ha encontrado que los micosimbiontes pueden mejorar las relaciones planta
hospedera-agua a través de diferentes mecanismos. Algunos de ellos se relacionan
con mayor ramificación de la raíz de la planta hospedera, que estrechan la unión con el
suelo y por tanto, el acceso al agua. El nivel nutricional, ya que el P y K, en especial,
juegan papel fundamental en la regulación del agua en la planta. Otros se relacionan
con incrementos en las tasas de conductancia estomatal y transpiración, especialmente
en condiciones de sequía, como también efectos hormonales que envuelven al ácido
abscÍcico y citoquininas. Por otro lado se ha encontrado que el micelio externo de la
169
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
170
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Reciclaje de nutrientes
Sieverding (1991) sugiere que aunque las esporas de los HMA son fuente de nu-
trientes de escasa significación en los ecosistemas naturales, el micelio podría serlo al
aportar entre 4 - 32 kg N/ha, 0.6 - 5 kg P/ha, 0.2 - 1.7 kg K/ha, 1 - 7.5 kg Ca/ha y 0.2
a 1.7 kg Mg/ha.
Además de ser reservorío potencial directo de nutrientes, los HMAjuegan importante
papel en las vías de reciclaje, en la medida en que absorben de una manera eficiente los
nutrientes y evitan su fijación o lavado, y además, toman al suelo el e y demás elementos
que retienen en sus estructuras cuando están activos y/o a través de sus secreciones, los
cuales son objeto de mineralización al envejecer y morir los HMA.
Johnson et al., 2002, han demostrado en pasturas en el campo, utilizando 13e02 ,
que entre 3.9 y 6.20/0 del e fijado por estas plantas puede circular a través del micelio
externo de los HMA a la atmósfera. En este e pueden estar involucradas pérdidas
directas por respiración del micelio, degradación de exudados de la MA y del micelio
del micosimbionte por microorganismos y otras provenientes directamente de los exu-
dados radicales sujetos a la actividad saprofítica de hongos. Estas pérdidas ilustran el
aporte de materiales orgánicos al suelo a ser sujetos de reciclaje y, por lo tanto, fuentes
de nutrientes.
171
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
172
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRES IÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Incremento de la rizastera
El término micorrizosfera fue acuñado por Oswald y Ferchau, 1968, citados por
Andrade et al., 1997, Y se refiere al espacio del suelo influenciado por la MA. Tiene
dos componentes: el primero lo conforma la rizosfera con la influencia directa del
sistema radical, pelos radicales e hifas adyacentes a la raíz. El segundo está integrado
por la hifosfera, que es la zona de interacción hifas de HMA-suelo. Schreiner et al.,
1997, citados por los autores anteriores dan cuenta de 8-20 km de hifas/litro de suelo.
Entonces, la planta micorrizada tiene a su disposición, además de los beneficios de la
rizosfera, ampliación proporcionada por la hifosfera.
En la micorrizosfera ocurre una intensa actividad microbiana que tiene gran can-
tidad de significados en términos de mineralización, aportes de C, de biomolécul as de
diferente índole y de espacio para el desarrollo de diversas interacciones entre las hifas
de los HMA, los organismos que se establecen a su alrededor y entre ellos mismos, lo
cual va a repercutir directa o indirectamente sobre la planta micorrizada.
La MA puede afectar el número y la composición de las poblaciones bacterianas en
forma diferente en la rizosfera y en la hifosfera. En condiciones naturales, la cantidad
de exudados radicales puede controlar la composición y tamaño de las poblaciones
de los HMA y de otros microorganismos, entre ellos, las bacterias. En la hifosfera el
micelio de los HMA es una fuente importante de C para los microorganismos, entre
ellos las rizo bacterias.
173
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
174
LAS ENDOM ICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
14 Los organismos, en este caso, no interactúan directamente sino que se benefician indirectamente
entre sí.
15 Repetición en la comunidad biótica que contribuye a la elasticidad de los ecosistemas.
175
Segunda parte
Capítulo Cinco
Micorriza arbuscular en agroecosistemas
Caso 1
• Resumen
Con el fin de mejorar la sostenibilidad de este agrosistema en la zona mencionada,
durante ocho ciclos de cosecha (1988 - 1996), el CIAT efectuó un ensayo para estudiar
el efecto de (1) cobertura vegetal muerta (mulch) a partir de residuos de Panicum maxi-
mum L. (2) moderada aplicación de N, P Y K, Y (3) labranza, sobre los rendimientos de
la yuca, calidad de raíces y propiedades del suelo (Cadavid et al., 1998). Para conocer
la relación entre la actividad biótica y las prácticas de manejo implementadas se hizo
un estudio durante dos semestres. Se efectuó conteo de las poblaciones y actividades
microbianas como C-C02, presencia de enzimas y colonización de HMA. La labranza
influyó la actividad microbiana C-C02 pero no los rendimientos de la yuca. El "mulch",
con abonamiento o sin él mejoró la colonización por HMA y la actividad enzimática en
el suelo, al igual que los rendimientos de la yuca. La menor actividad microbiana ocurrió
en labranza mínima. Estas prácticas agrónomicas pueden actuar como reguladoras en el
ciclo de la materia orgánica y de los nutrientes, especialmente cuando la planta es muy
eficiente en la absorción y utilización de ellos, como es el caso de la yuca.
• Palabras claves
Poblaciones microbianas en el suelo, C-C02, endomicorriza, mulch, Manihot es-
culenta Crantz.
• Summary
Sorne biological indicators of soil related with crop management cassava (Manihot
esculenta Crantz), on the northen cost of Colombia
1 Investigación financiada por el CIAT y la U. Nacional de Colombia-Palmira, a los que los autores expresan
agradecimientos.
179
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
A cassava (Manihot esculenta Crantz) 8 year (1988-1996) on-farm trial was carried
out to study and analyze effects of: (1) surface mu\ching with residues of Panicum
maximum L. grass (2) moderate applications of N, P and K fertilizer and (3) tilling on
crop yield and soil properties. With the objective of observing physical and chemical
properties of soil, the present microbial populations was estimated: bacteria, actinomy-
cetes, N 2 fixation and fungi, vesicular-arbuscular fungi (AMF), microbial respiration
(C-C0 2), se ven enzymatic activities and the relationship between crop yield. The listed
variables were two sampled twice (199511, 19961) during the eight crop cycle. The
percentage of organic matter in the "mu\ch-treated plots" increased as a consequence
of microbiological activity. The microbial population increased by "mu\ch" treatment
also. The "mu\ch" helped the mycorrhizal colonization and the enzymatic activities. It
is important to say that the tilling stimulated the microbial activity but did not influence
the cassava yield. The lower microbial activity occurred with minimum till ing. This
agronomical practice can work as an organic matter- cycle and nutrients regulator,
specially when the plant is very efficient in the absorption and utilization, and that is
the case cassava plant.
• Key words
Microbial populations of soil, C-C0 2 , rnicorhyza, mu\ch, Cassava, Manihot escu-
lenta Crantz.
• Antecedentes
La yuca (Manihot esculenta Crantz) sirve de base alimenticia a millones de personas
en el mundo por su rusticidad que le permite adaptarse a suelos con bajos conteni<;los de
nutrientes y materia orgánica, como los arenosos de la costa norte de Colombia En ellos,
a pesar de la capacidad de la yuca para producir en condiciones edafo-c1imáticas adversas,
los rendimientos son inferiores a 6.0 t/ha y declinan aún más cuando se persiste en el
agrosistema sin aplicación de fertilizantes (Howeler, 1985, El- Sharkawy, 1993).
Las características geológicas de los suelos, la explotación intensiva y las drásticas
condiciones climáticas que predominan en el trópico hacen imprescindible conservar
los nivel es de materia orgánica de los agroecosistemas. Algunos residuos usados con
más frecuencia para este fin son las hojas y tallos de los pastos, a los que se denomina
cobertura muerta o " mu\ch"; por su naturaleza ligno-celulósica en su descomposición,
éstos, además de proveer nutrimentos, son susceptibles de transformarse en sustancias
húmicas cuando se incorporan a los suelos e incrementan su reservas (Primavesi,
1982; Siqueira y Franco, 1988; Müller - Samann, 1995). Estos residuos orgánicos se
queman en Pivijay (costa norte de Colombia) una vez pasa la cosecha de yuca o de
otros cultivos.
El presente trabajo se planificó desde la premisa que en el suelo se asienta una rica
y variada comunidad de seres vivos de incuestionable importancia nó sólo dentro del
ciclo orgánico sino también sobre la dinámica general del agrosistema y, por lo tanto,
las propiedades y manejo que se le hagan a éste van a influir sobre la actividad de los
180
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
• Metodología
El experimento (que dio origen a esta investigación) se realizó entre los años 1988
-1996, en la finca Media Luna, municipio de Pivijay (Magdalena), a 33 m.s.n.m., tem-
peratura promedio de 28°C y 72% de humedad relativa. Los suelos seleccionados se
ubicaban en terrenos planos y alargados circundantes al río Magdalena, caracterizados
como Cambic Arenosol (FAO), formados por arena gris (80%) con escasez de limos
(6%) y arcillas (14%), asentados en arcillas sedimentarias terciarias sepultadas. (Estación
CIAT Pivijay, Magdalena, 1996, Cadavid et al., 1998). Se sembró el cultivar de yuca
MCOL 1505 (verdecita) variedad de la región. Los tratamientos fueron:
181
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALM IRA
Presencia de HMA
Porcentaje de colonización e identificación de HMA
Se hizo tinción de raíces con tripano azul (Sieverding, 1983), con las modificaciones
requeridas para yuca; para la cuantificación se utilizaron 30 trozos de un centímetro de
raíces de yuca/muestra. La colonización por campo visual (1 Ox) fue positiva cuando
aparecía micelio y/o estructuras de HMA.
Para la extracción de esporas con fines de identificación, se siguió la metodología
descrita por Sieverding (1983) y modificada para la extracción en suelos arenosos. Se
identificaron los HMA presentes al nivel de especie con la colaboración de la bióloga
Angela María Jiménez?
182
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFlCA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
• Resultados y discusión
El porcentaje de M.O. era bajo en el principio del ensayo y continúa siéndolo, aunque
se ha incrementado, independiente del sistema de labranza; las condiciones de cobertura
vegetal y el no abonamiento químico han favorecido la humificación. En estas parcelas
la materia orgánica pasó de 0.5% en 1988 a 1% (1996), mientras que en aquellas donde
se abonó, el aumento fue en menor proporción. La tendencia con respecto al N-NH 4 + no
183
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMlRA
fue clara, pero el más alto N-N03- se presentó cuando se combinan cobertura vegetal
y ausencia de abonamiento, situación que se repite en ambos sistemas de labranza, es
decir, que estas condiciones favorecen la nitrificación.
El P subió de 8.4 ppm (1988) a aproximadamente 16 ppm (1996-1) en las parcelas
sujetas a abonamiento químico. En ausencia de fertilización, el elemento ha sufrido una
pequeña reducción, mientras que en cero labranza se ha mantenido. El suelo, indepen-
diente de los tratamientos, perdió Ca++ (de 0.87 pasó a 0.5 meq/100g de suelo), también
perdió Mg aunque en mínima proporción. El K se ha incrementado independiente de
los tratamientos: ha pasado de 0.05 meq/lOO g de suelo a 0.07 meq/100 g suelo. A pesar
de estos relativos incrementos, la fertilidad potencial de este suelo en términos de N,
P, K, Ca y Mg sigue siendo baja.
Con respecto a las características físicas, la densidad real de las parcelas está al-
rededor de 2.6 g/ce y la aparente entre 1.5 g/ce (LC) y 1.6 g/ce (CL+M+a), valores
comunes en suelos franco - arenosos y arenosos (Charry, 1987). En el tratamiento
CL+M+a se ubicó la menor porosidad total (39.8%) y la más alta en LC (43.8%), lo
que indica que el agua fluye muy rápido a través de los macroporos, con mayor razón
dado el bajo contenido de materia orgánica y la alta proporción de arena que poseen.
Estas observaciones las corrobora la escasa agua aprovechable que oscila entre 2.1 y
2.4% (con cobertura vegetal muerta y sin ella).
184
LAS ENDOM ICORR IZAS : EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANC IA EN EL TRÓPICO
1980, citado por IGAC, 1993, sostiene: "Inmediatamente se rompe el suelo, el número
de ellas aumenta de 20 a 30 veces, cifra que se mantiene durante seis meses o más y
luego desciende rápidamente" .
En cuanto a actinomicetos, el análisis de varianza para 1995 11 señaló diferencias
altamente significativas para la labranza convencional y significativas para la cobertura
vegetal muerta y la interacción fertilizante - cobertura vegetal muerta; en 1996-1 la di-
ferencia fue altamente significativa cuando interactuaron los tres factores. Las colonias
estuvieron entre 5x l OS Y 2.5x 10 7 UFCAc/gss, valores registrados en otros trabajos. Las
altas temperaturas y escasa humedad favorecen su presencia, pues cuando se presentaron
estas condiciones (1996-1) el número de ellos fue mayor, resultados que coinciden con
investigaciones de Xu , Li y Jiang (1996) en Yunnan, China.
Fijadores Microorgan .
Bacterias Actinomicetos Hongos
no de N2 totales
11-95 1-96 11-95 1-96 11-95 1-96 11-95 1-96 11-95 1-96
lCta 9.5a 8.0a 6.8a 7.2a 6.8ab 6.0a 6.0ab 5.8b 9.6a 8.1b
lC 9.6a 8.4a 7.4a 7.7a 7.0ab 6.6a 6.0ab 6.6a 9.7a 8.5ab
lCtMta 8.8a 9.4a 7.2a 7.3a 7.4a 6.2a 5.8ab 6.1ab 9.2a 9.4a
lCtM 9.4a 8.6a 7.3a 7.4a 6.9ab 5.7a 5.3b 5.7b 9.5a 8.6ab
Clta 8.7a 9.3a 7.3a 7.6a 6.4b 6.4a 5.6ab 5.6b 9.0a 9.3ab
Cl 8.7a 8.1a 7.3a 7.4a 6.7ab 6.0a 5.3b 5.5b 9.0a 8.2b
CltMta 9.2a 7.9a 6.5a 7.0a 6.8ab 6.2a 6.2a 5.7b 9.3a 8.0b
CltM 9.8a 8.7a 7.3a 7.6a 6.6ab 6.5a 6.0ab 6.6a 9.9a 8.8ab
. ufc/gss
185
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Presencia de endomicorrizas
Porcentaje de colonización y especies presentes de HMA
La colonización por HMA fue mayor a 60% (Figura 1). Los valores máximos se en-
contraron en cero labranza con 88.8%, 85.1 % y 82.5% en las condiciones CL, CL+M+a
y CL+M, respectivamente, sin diferencias significativas entre estos tratamientos. La
labran za convencional afectó negativamente la colonización, especialmente sola y
LC+M+a.
Los géneros de HMA presentes fueron Glomus (8 especies), Acaulospora (6 espe-
cies), Scutellospora y Gigaspora (3) y Entrophospora O); todos ellos han sido registra-
dos en suelos ácidos (Howeler, 1983 a; Sieverding y Toro, 1988; Sánchez de P., 1999).
El número de especies varió entre 6 y 14, valores extremos que correspondieron a LC+a
y Le. A. myriocarpa, ScuteLlospora heterogama, Glomus manihotis y Entrophospora
colombiana se encontraron en la mayoría de los tratamientos; caso contrario sucedió
con Gigaspora rosea y G. fasciculatum que sólo se hallaron cuando se minimizaron
las labores agrícolas, sin abono y sin cobertura vegetal.
186
LAS ENDOM ICORR IZAS : EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTA NCIA EN EL TRÓPICO
90 a ba
«
:2
I 80
o
Q.
«! 70 be
u
:::¡
;>,
ID 60
"O
(/)
ID
U
'§ 50
e
ID 40
e
'o
'ü
«! 30
N
eo
'O 20
u
ID
"O
10
~
~
o
2 3 4 5 6 7 8
Tratamientos
187
U NIV ERSIDAD N AC ION AL DE C O LOMBI A - S EDE P ALMIR A
2 50
CERO LABRANZA LABRANZA CONVENCIONAL
oQ. 2 40
E 230
t1l
()
2 20
Q) 2 10
"O
200
"O
t1l 190
"O
'ü 180
t1l
Q. 170
t1l 160
()
t1l 150
o 140
Qi
:::l 130
en
en 120
o,.... 110
N 100
O 90
Ü
en 80
E 70
e 60
Q)
e 50
'0
'ü 40 - .• el + Nf+ a .__- Le + M + a
()
:::l
"O
30 - . ~ .:.o- el + M = cr Le -+ M
20
e
a.. 10 -
. 'V
~ .~~
el + á
el
~ Le+a
- ..... Le
O -r-'- I ,-----.---,--- r r
4 10 20 30 40 50 60 70 4 10 20 30 40 50 60 70
Días
188
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
189
UNIVERSIDAD NACION AL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Tratam. Muestreo Cata lasa Ureasa Proteasa Amilasa P.lndol Ac. Sulfíd. Aerob./Facull. Anaeróbic.
95-11 19 10 4 10 13 5 24 8
lC + a
96-1 18 11 5 12 11 1 24 9
95-11 18 8 4 13 12 4 26 10
lC
96-1 12 7 2 8 7 2 16 6
95-11 29 10 6 20 20 8 42 17
lC +M + a
96-1 26 9 7 21 13 4 32 12
95-11 27 11 5 13 16 8 27 16
lC + M
96-1 21 12 4 15 10 2 23 5
95-11 19 10 4 11 11 4 18 8
Cl + a
96-1 14 6 2 9 6 2 10 4
95-11 16 9 3 8 7 2 14 7
Cl
96-1 16 10 2 7 4 2 14 5
95-11 28 11 3 17 22 7 30 15
Cl+ M + a
96-1 20 8 5 14 12 3 21 9
95-11 24 9 3 15 14 5 31 10
Cl + M
96-1 20 9 - 3
---------
14 10 2 18 5
Rendimientos de yuca
Los rendimientos del cultivo al cabo de ocho años de aplicación de estos tratamien-
tos son muy importantes de discutir (Tabla 4) . En LC y CL se presentan las menores
producciones, ligeramente más bajas en LC que en CL; estos dos tratamientos no llegan
a 6 t/ha, el promedio de la zona. Por efecto de la cobertura vegetal muerta, suben a
cerca de 15 t/ha, y son ligeramente menores nuevamente en LC En LC+M+a llegan a
19 t/ha y en CL+M+a superan las 20 t/ha. Estos resultados demuestran que la labranza
es innecesaria en este suelo, las bondades de la cobertura vegetal muerta y del abona-
miento, especialmente en condiciones de cero labranza.
Tabla 4. Rendimientos de la yuca (t.ha-J ) en el octavo ciclo de cosecha.
190
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Coeficientes de correlación
Los coeficientes de correlación simple entre rendimiento en el octavo ciclo de
cosecha de la yuca, poblaciones fungosas, bacterianas, fijadores de N2, actinomicetos,
actividad microbiana (C02) y porcentaje de colonización por HMA no arrojaron dife-
rencias significativas. A pesar de ello, en el caso de la actividad respiratoria (C02) los
factores que estimularon el rendimiento del cultivo también la incrementaron (Figura 3)
. En la confrontación de rendimientos vs. colonización de raíces por HMA, la tendencia
fue inversa. Con frecuencia se ha encontrado que altas colonizaciones por HMA no son
sinónimos de efectividad expresada en términos de productividad, de igual forma, altas
poblaciones microbianas tampoco indican eficiencia dentro del agrosistema. (Howeler
y Sieverding, 1982; Sánchez de P., 1990 Y 1999).
Aunque no fue objeto de correlación se observó que los mayores rendimientos
en este suelo coincidieron con el mayor número de especies microbianas efectuando
las actividades enzimáticas que se estimaron, en otras palabras, con mayor diversidad
microbiana.
250 r----------------------------------, 25
200 20
o
Q)
::::J
en
Q)
"O 150 15
Ol
o co
--O
N
100 10
L
1-
Ü
Ü
Q)
"O
Ol
E 50 5
o o
2 3 4 5 6 7 8
Tratamientos
191
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIR A
• En síntesis ...
En el caso particular de indicadores biológicos, la investigación señaló:
l. La validez de la premisa con la cual se planificó, es decir, que las prácticas agronó-
micas efectuadas en el agrosistema yuca (1988 - 1996): cobertura vegetal muerta,
fertilización y labranza, al introducir modificaciones en el hábitat, influenciaron las
actividades microbianas.
2. El aumento en el porcentaje de materia orgánica en las parcelas de yuca que han re-
cibido mulch a través del tiempo, es consecuencia de la intensa actividad microbiana
que ha ocurrido en estos suelos, lo cual lo cOlTobora el incremento significativo de
poblaciones -bacterias totales, actinomicetos, fijadores de N2 y hongos- cuando se
agregaron al suelo estos materiales orgánicos con fertilización o sin ella.
3. La simbiosis MA se ha reconocido como obligatoria en yuca en suelos con bajos
niveles de fertilidad , y aunque la colonización por HMA no significa efectividad,
los altos porcentajes observados, unidos a su omnipresencia en las raíces examina-
das, señalan su importancia en la yuca sembrada en los suelos de Pivijay. También
se observó efecto negativo del abono químico sobre su colonización, al igual que
sobre la presencia de fijadores de N2.
4. Teniendo en cuenta que gran parte de las enzimas microbianas encargadas de
degradar la materia orgánica y las sustancias procedentes de la rizosfera son exo-
celulares, la estimación de su presencia indica lo que está sucediendo en el suelo.
La diversidad de especies microbianas que realizaban las diferentes actividades
catalíticas estudiadas estuvo influenciada principalmente por la presencia de mulch
y en algunos casos por la fertilización y la labranza convencional.
5. Así como una sola condición física o química no puede reflejar el estado de capacidad
del suelo, tampoco lo puede hacer un bioindicador, analizado individualmente.
La expresión de factores condicionantes para la productividad del cultivo, su sanidad
y la dinámica de las poblaciones microbianas, como la aireación, humedad en el suelo,
dispon ibilidad de nutrimentos, etc., no están determinadas por acciones separadas sino
que son manifestaciones aunadas de características físicas: estructura, den sidad, textura;
quími cas : tipo de arcilla, materia orgánica disponible, CIC, etc.; y biológicas: actividad
microbiana, diversidad de organismos trabajando, etc.; y las complejas interacciones
que suceden entre ellas.
El proyecto en conjunto liderado por el doctor Mabrouk EI-S harkawi indicó la
conveniencia de las aplicaciones de mulch y/o fertilización, resultados que coinciden
con otros ensayos en suelos ácidos de Colombia (Cadavid y Howeler 1982, 1984;
Howeler y Cadavid, 1990, citados por Gómez el al., 2000) y en varias regiones tem-
pladas y tropicales, donde se ha registrado que las aplicaciones de mulch combinadas
con labranza mínima reducen la erosión del suelo, mantienen su estructura, ayudan a
192
L AS EN DOMICORRI ZAS: EX PRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPI CO
193
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Caso 2
• Resumen
En el municipio de Palmira, departamento del Valle del Cauca, Colombia, ubicado
a 1.001 m.s.n.m., se evaluaron los efectos de la interacción de HMA y rizobacterias
fijadoras de N 2 en el rendimiento del pimentón y sus componentes principales: número
de frutos por planta y peso promedio de fruto. Se ensayaron siete tratamientos: Ferti-
lización completa NPK- 40 g/planta (F); fertilización media NPK 20 g/planta (F/2);
bacteria 1 + F/2 (BIF/2); bacteria 2 + F/2 (B2F/2); micorriza + F/2 (MF/2); micorriza
+ Bl + F/2 (MBIF/2) Y micorriza + B2 + F/2 (MB2F/2), distribuidos en un diseño de
bloques completos al azar, con cuatro repeticiones por tratamiento; la parcela útil estuvo
compuesta por 10 plantas. Las rizobacterias diazotróficas se aislaron de la parcela donde
se realizó este experimento, se identificaron en forma preliminar como Azotobacter sp.
y se inocularon a la semilla por imbibición en solución de 1 x 107 bact/ml. El inóculo
de micorriza fue una mezcla de Scutellospora gilmori y Acaulospora longula a razón
de 200 esporas/pI. El rendimiento del pimentón aumentó significativamente por la
inoculación con MF/2; las rizobacterias no superaron este tratamiento, aunque B I.F/2
potenció el efecto de la dosis media de fertilizante e igualó a la fertilización completa;
las combinaciones bacteria-rnlcorriza no presentaron efecto sinergístico. La introducción
de HMA posibilitó el uso más eficiente de la dosi s media de fertilización e incrementó
los rendimientos del cultivo en 15% con respecto a la fertilización completa (F).
• Palabras claves
Micorriza arbuscular, Bacterias diazotróficas, Capsicum annuum, sostenibilidad.
• Summary
Arbuscular mycorrhiza - diazotrofic rhyzobacteries interaction in red pepper (Cap-
sicum annuum L.)
In Palmira, municipality of Valle del Cauca, Colombia, located 1.001 m.o.s.l., was
evaluated the interaction of MAF and fixer rhyzobacters of N 2 in red pepper. For this
194
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
were deterrnined the effects in the profit and their principie components, number of fruits
per plant and weight average of the fruit. The se ven treatments used were: Complete
fertilization NPK 40 g/ plant (F); medium fertilization NPK 20 g/plant (F/2); bacteria
#1 + F/2 (B l F/2); bacteria #2 + F/2 (B2F/2); MAF+ F/2 (MF/2); MAF + bacteria #1 +
F/2 (MB l FI2); and MAF + bacteria #2 + FI2 (MB2FI2). These treatments were distri-
buted in the field according with a disign of blocks by chance with four repetiti ons by
treatment; the usefullot was composed of 10 plants. The diazotrophic rhizobacteries
were isolated from the same lot were this experiment was carried out, the diazotrophic
rhizobacteries were preliminary identified as Azotobacter sp. and were inocul ated to
the seed by imbibiting the seeds in to a solution of 1 x 10 7 bact/ml. The MAF inoculum
was a mixture of Scutellospora gilmori and Acaulospora longula in a proportion of
200 spores/plant. The variance analysis showed that the profit of the red pepper was
affected significantIy because of the innoculation of MF/2 ; that exceeded F and F/2.
The interaction MAF-rhyzobacteries exceeded greatly the F/2 and did not defer of
complet F, but its effect was inferior to the individual action of MAF. It was obtained
the same result with the bacterial stalks. The best effect was observed in the weight
average of the fruits.
• Key words
Arbuscular mycorrhiza, Diazotrophic bacteries, Capsicum annuum, sustainability.
• Antecedentes
Los altos costos, insumos y deterioro ambiental, a pesar de lograr incrementos en la
productividad vegetal y animal, ponen en duda la sostenibilidad del manejo agronómico
actual. De allí la importancia de sistemas alternativos que tomen ventaja deliberada
de procesos naturales, a través de HMA y bacterias asimbióticas fijadoras de N 2 , los
cuales establecen relaciones sinergísticas en la rizosfera y proveen dos de los in sumos
económica y fisiológicamente más importantes como son el N y P (Lee y Pan kh urst,
1992; Garbaye, 1994).
La inoculación de pimentón con cepas efectivas de HMA, en suelos con niveles
bajos de P, mejora el crecimiento de las plantas, la absorción de P, Zn, Mn, Cu , la flo-
ración, reduce el tiempo de antesis, incrementa la producción de materia seca total, el
rendimiento y el nivel de ácido ascórbico de la fruta. En condiciones de salinidad, las
plantas de pimentón micorrizadas soportan mejor esta característica que aquellas no
micorrizadas (Gómez y Sánchez de P., 1991, por experiencia personal y citando a varios
autores). Según Sreelamulu y Bagyaraj, 1985, plantas de pimentón preinoculadas con
Glomusfasciculatum y fertilizadas con 37.5 kg Pha-I presentaron mayores rendimientos
que aquellas no inoculadas que recibieron 75 kg P ha-l.
Son numerosos los registros de efectos positivos ocasionados por la inoculación
con Azotobacter en cultivos como maíz, avena, trigo, sorgo , pasto, etc. Por ejemplo, en
Pakistán, Hussain et al. (1987) informan que al aplicar Azotobacter a semillas de maíz
se mbradas en campo con fertili zac ión y sin ella (N y P a razón de 125 y 40 kg.ha- I ) , el
195
UNIV ERSIDAD NACION AL DE COLOMBIA - S EDE PALMIRA
• Metodología
El experimento se llevó a cabo en la Universidad Nacional de Colombia-Sede Pal-
mira, departamento del Valle del Cauca, ubicado a 1.001 m.s.n.m. a 76° 16' de longitud
oeste y 31 ° 48' de latitud norte, temperatura promedio de 26°C, precipitación 1.002 mm
anuales, humedad relativa 75 % y un brillo solar de 5.5 horas/día.
Los suelos donde se establecieron las parcelas experimentales han sido clasificados
como Pachic haplustoll, pH 6, materia orgánica, 4.3 %, P, 103 ppm y alto contenido
de bases intercambiables. La compactación es, tal vez, su mayor limitante (Cardona y
Sánchez de P, 1998).
Las cepas bacterianas se aislaron de la parcela donde se realizó el ensayo, a partir de
suelo de la rizosfera de plantas de cítricos, garbanzo y guanábano. La rizobacteria B 1
se identificó preliminarmente como Azotobacter chroococcum, mostró efecto promo-
tor de crecimiento en tomate (Aguilar, Tofiño y Sánchez de P , 1996) Y la rizobacteria
B2, A. vinelandii, había incrementado el desarrollo de plántulas de tomate y pimentón
(Aguil ar, Tofiño y Sánchez de P, 1996; Tofiño y Sánchez de P, 1999).
El inóculo de HMA correspondió a mezcla de Scutellospora gilmori y Acaulospora
longula, se obtuvo en el banco de cepas de la UN al - Palmira, se escogió por haber
presentado la mayor promoción de crecimiento en pimentón en ensayos previos. (To-
196
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPI CO
• Resultados y discusión
Número de frutos por planta
Se presentaron diferencias significativas entre tratamientos (Figura 4). La inoculación
de MF/2 produjo el mayor número de frutos por planta, superó a la fertilización media
(F/2) y fertilización completa (F) en 48 % y 12% respectivamente y a los tratam ie ntos
BI y B2 + F/2.
197
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
10 ,---------
a
/"
9 -r---/ ab ab
ab
8 v-.----:
_ah
U)
O 7 ,
....-J b
~ b
;:)
o::: 6 ;..----.. <
u... i
w 1
o 5 1-.--/
O I --j • . _-' -~i
o:::
w
~
4r/ i .-l
.;:)
Z
3-r'-1
2 ~ _.----"
~ --~
1 v'- )
O .........
u.. ~ N N
~ ~
N
u.. u::: u:::
N
u.. f'-
u..
'"""
en en ::::E iii N
en
::::E ::::E
TRATAMIENTO
198
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
1000
900
<
~ 800
ce..J
Q.
a:: 700
O
Q.
600
O
~
zw 500
iO 400
zw
a:: 300
200
100
O
F F/2 B1.F/2 B2.F/2 M.F/2 M.B1.F/2 M.B2.F/2
TRATAMIENTOS
Meses (%)
Tratamiento Total (g/pI.)
1 2 3
F 26.4 12.8 60.6 837.05
F/2 20.0 18.1 61.9 533.20
B1.F/2 41 .9 6.8 51.2 877.78
B2.F/2 27.3 25.8 46.8 721 .77
M.F/2 34.4 10.4 52.2 969 .86
M.B1.F/2 25.6 13.3 60.9 770.87
M.B2.F/2 32.8 8.8 58.2 882.51
199
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
• En síntesis ...
Los resultados coinciden con los encontrados por otros investigadores que señalan
que las inoculaciones con HMA en pimentón promueven la floración, y fructificación, al
mejorar la absorción de P y alterar el balance hormonal del hospedero. Esto dismjnuye la
caída de flores, observación que se hizo en el campo, incrementa la producción de ma-
teria seca total y el rendimiento de frutos. También que la fertilización se puede sustituir
parcialmente mediante micorrización, sin detrimento de los rendimientos y con ventaja
comparativa para la economía del agricultor y la conservación del ambiente (Waterer y
Coltman, 1988; Gómez y Sánchez de P, 1991; Sreelamulu y Bagyaraj, 1985).
200
LAS ENDOMICORRI ZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANC IA EN EL TRÓPICO
Caso 3
• Resumen
La pudrición seca o "secadera", una de las enfermedades de importancia económica
en los cultivos comerciales, es causada por un complejo fungoso en el cual predomina
Fusarium oxusporum f. passiflorae que resiste la aplicación de productos químicos,
principal forma de control en el norte del departamento del Valle. En 1998 se estudió
el efecto de inoculación con AcauLospora longuLa, 540 esporas/planta, con BacilLus sp
(1 x 109 células/mI), 5 mi/planta, apl icados al momento del trasplante al campo; la bacteria
se aplicó también 3 y 6 meses después, en dosis de 10 y 20 mI/planta respectivamente.
Los tratamientos químicos fueron: Cal-Sulfato de Cobre (1), 20 Y 30 giL respectiva-
mente en dosis de 250 cc/planta, y Carboxín-Benomyl (2), 4 Y l giL respectiv amente
en igual dosificación y un testigo. Se evaluaron las variables diámetro de cuello, área
foliar, materia seca de hojas, colonización por HMA, producción, número promedio
de frutos, cuantificación de nematodos e incidencia y severidad de la enfermedad. El
análisis estadístico mostró diferencias altamente significativas para el porcentaje de
colonización por HMA; el tratamiento con la bacteria favoreció la presencia de HMA
nativos, 66.7 % de colonización, con respecto al testigo (48 .6%) Por el contrario, los
tratamientos químicos la afectaron negativamente [(25.5 % (2) Y45.2% (1)]. Hubo dife-
rencias significativas entre la aplicación de la bacteria y los otros tratamientos para las
variables diámetro de cuello, producción y número promedio de frutos. En el control
de la enfermedad, la aplicación del BaciLLus sp bajó los valores de incidencia a 16.9%
y severidad 14.4% en comparación con el tratamiento Carboxín - Benomyl 22.5 % y
201
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
28.5 ~. Cal - Cobre 19% y 15%, micorriza 21.1 %, 14.9%, Y testigo 18.3% y 20.3%,
respecti vamente. Se corroboró que los nematodos están asociados con esta enfermedad,
hubo un efecto negativo de BacilIus sp sobre la población de nematodos parásitos y una
relación directa entre el número de éstos y la presencia de la "secadera".
• Palabras claves
Maracuyá, Bacillus sp, HMA, Fusarium oxysporum.
• Summary
Some alternatives for the biological management of Fusarium oxysporum in north
of Cauca Valley
One of the diseases of economic importance in the commercial cultivation's of pas-
sion fruit is the dry rottenness. This reduces significantly the production period of the
plants . Preliminary studies determined the existence of a fungous complex causing this
affection and the application of chemical products is actualIy the only control measure.
In an essay carried out in passion fmit during 1998 it was studied the effect of: Inocu-
lation with the AMF -Acaulospora longula- in the moment of the transplantation. 540
spores/plant. Inoculation with a bacteria of the genus Bacillus (1 x 109 cells Iml/plant)
in the transplantation and two applications at 3 and 6 months in dose of 10 and 20
rnl/plant, respectively. ChernÍcal treatment (1) -Lime-Copper sulfate- 20 and 30 gIL,
respectively in dose of 250 ml/plant. Chemical treatrnent (2) -Carboxin - Benomyl- 4
and 1 giL respectively in same dosage and control. The variables neck diameter, foliar
area, dry matter of leaves, colonization percentage for mycorhizes, production, avera-
ge fruit number, nematodes quantification and incidence and severity of the diseases
were evaluated. The statistical analysis showed highly significant differences for the
percentage of micorrizogen colonization, the treatment with the bacteria favored the
infection ofthe native mycorrhizae (66.7 %), regarding the conq/ol (48.6 %) while the
chemical treatments affected it negatively. [(25.5% (2) and 45.20/01(1)]. Differences were
noticed between the application of the bacteria and the other tr~atments, for the varia-
ble neck diameter, production and average fruit number. In the control of the disease,
the application of the Bacillus sp registered values of incidence of 16.9% and severity
14.4o/c in comparison with the treatment Carbon - Benomyl 22.5% and 28.5%, Lime
- Copper 19.01 % and 15.0%, AMF 21.1 % and 14.9% and control 18.3% and 20.3%,
respectively. It was corroborated the outlined in other investigations in reason to that
the nematodes are associated with such disease a negative effect of the bacteria was
observed on the population of nematodes parasites and the direct relationship among
the number of these and the dry rottenness presence.
• Key words
Pass ion fruit, dry rottenness, Bacillus sp, mycorrhiza.
202
LAS ENDOMICORRIZAS : EXPRES iÓN BIOEDÁFlCA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
• Antecedentes
Bacillus ha sido ampliamente utilizado en el control biológico de enfennedades,
algunas de sus especies más estudiadas son B. subtilis, B. cereus, B. circulans, B.
laterosporus y 8. licheniformis. Este género sobresale por la abundante producción
de antibióticos en forma natural, entre ellos abidina, frecuentina, ácido gladiólico,
glitoxina, griseofulvina, ácido microfenólico, viridina y patulina. También interviene
en la solubilización de fosfatos, tal es el caso de B. megaterium varo phosphaticum y
la participación de algunas de sus especies en la nitrificación (Gray y Parkinson , 1968;
Ortega, 1983; Sánchez de P., 1990).
Los HMA interactúan con otros microorganismos en la zona de rizosfera e hifosfera.
Garbaye (1994) afinna que algunas bacterias intervienen en el diálogo bioquímico entre
los dos potenciales simbiontes y que estas ayudan al desarrollo del hongo en su estado
presimbiótico mediante algunas fonnas de estimulación trófica (Duponnois, 1992).
Tofiño y Sánchez de P., 1997, en condiciones de invernadero evaluaron dife rentes
especies de HMA para el control de la "secadera" del maracuyá. Encontraron que A.
longula estimulaba el crecimiento, área foliar, materia seca y resistencia de la planta
a la enfermedad. Por otra parte, Rodríguez y Marmolejo, 1997, evaluaron in virro una
cepa de Bacillus sp, seleccionada previamente por su gran capacidad de antibiosis,
en el Laboratorio de Microbiología y Fitopatología de la Universidad Naci onal de
Colombia-Sede Palmira, contra ocho aislamientos patogénicos de Fusarium obtenidos
de maracuyá. Observaron que la bacteria causaba fuerte inhibición del crecimiento de
todos los aislamientos.
Con base en estos resultados se planificó el ensayo de campo con la premisa que los
mencionados recursos biológicos tenían gran potencial para el control de la enfennedad.
• Metodología
Localización y diseño experimental
El experimento se localizó en la hacienda Las Camelias, municipio de La Unión,
departamento del Valle del Cauca, a 963 m.s.n.m. , temperatura promedio de 24°C y
humedad relativa de 75%. Los tratamientos establecidos fueron:
• Micorriza
Se empleó Acaulospora longula (10 g de inoculante/planta quel contenían 540
esporas aproximadamente). Este HMA había sido cultivado en los invernaderos de la
Universidad Nacional de Colombia - Sede Palmira. El inoculante constaba de esporas,
más suelo, más raíces.
• Bacteria
Bacillus sp, inoculada por el método de inyección al suelo a la altura del cuello de la
planta, en dosis de 5 mUplanta con refuerzos al suelo a 3 y 6 meses, en dosis de 10 Y 20
ml/planta, respectivamente. La preparación del inoculante comprendió la multiplicación
203
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
• Testigo
Lo constituían los surcos de cada bloque, cuyas plantas se manejaron sólo con las
labores culturales propias del cultivo del maracuyá -podas, plateo, riego, fertilización
y control de plagas-, las cuales también se hicieron para los demás tratamientos.
• Químico (1)
Cal (20 giL) y sulfato de cobre (30 giL). Se preparaba una solución para aplicar
250 cc por planta, a partir de los dos meses después del trasplante, de allí en adelante
se hacían aplicaciones cada dos meses, con la misma dosificación.
• Químico (2)
Carboxín (4 giL) y Benomyl (l giL) en igual dosificación y periodicidad que el
tratamiento anterior.
El área de la parcela utilizada fue de 4692 m2 , con un diseño de bloques al azar
con seis repeticiones. Cada bloque estuvo conformado por cinco surcos a razón de diez
plantas/tratamiento/surco. Las distancias de siembra utilizadas (tres metros entre planta y
cuatro entre surcos) correspondían a las estipuladas para lotes comerciales de maracuyá.
Se utilizaron plantas de maracuyá de la variedad Flavicarpa, con aproximadamente 45
días de edad, listas para transplante al campo.
Caracterización de suelos
Antes del establecimiento del experimento se tomaron muestras de suelo y se realizó
un análisis químico de elementos mayores y menores, contenido de materia orgánica,
pH, textura, como también una estimadón de microorganismos fungosos y bacterianos.
De igual manera se hizo evaluación de HMA nativos.
Se realizaron dos muestreos a los 3 y 6 meses de establecidas las plantas en el campo.
Se tomaron variables: a) de desarrollo vegetativo: diámetro de cuello, área foliar, materia
seca de hojas y porcentaje de colQnización por HMA, b) de rendimiento: producción,
número y peso promedio de frutos, y c) la eficacia de los diferentes tratamientos en el
control de la enfermedad, a través de la incidencia y severidad, desde el momento de
la aparición de la enfermedad (aproximadamente a los siete meses de edad) y luego
cada 20 días, durante seis meses. También se cuantificó la presencia de nematodos para
explorar su posible relación con la secadera.
204
LAS ENDOM ICORR IZAS : EXPRES IÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
• Resultados y discusión
Caracterización del suelo
El pH del suelo de la parcela presentó valores de pH de 6.6 y 7.3, con contenidos
altos de cationes básicos como Ca, Mg, K, Na y Cu , bajo en B y Zn, variable en Fe y Mn
(Tabla 6). La materia orgánica osciló entre 3.3 y 2.9% Y el P presentó fuerte variación.
Los valores obtenidos se ajustan a lo esperado para esta zona, con excepción del P, K Y
Fe, cuyos contenidos son bajos, y el Cu muy alto. Este último se puede relacion ar con
el uso permanente de pesticidas que ocurre en esta zona.
Este suelo es franco arcilloso, con mal drenaje y tendencia al encharcamiento en
épocas lluviosas prolongadas, condición que predispone a la presencia de la enfermedad
conocida como "secadera".
Tabla 6. Análisis químico de los suelos de la parcela.
205
UNIV ERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PA LMIRA
Tabla 7. Diámetro de cuello, área foliar y materia seca en los diferentes tratamien-
tos.
Variables de rendimiento
En cinco meses de producción, en un área aproximadas de 938.4 m 2 ocupada por
cada tratamiento, la plantas inoculadas por Bacillus sp presentaron siempre mayor vigor
y rendimientos 144.6% más altos con respecto al testigo (Tabla 8) y 127% con relación
al resto de tratamientos sin diferencias significativas. La variable de rendimiento que
más influyó en estos resultados fue el número promedio de frutos que difirió entre los
tratamientos, más no el peso promedio de frutos.
Tabla 8. Rendimiento de plantas de maracuyá durante cinco meses de cosecha.
206
LAS ENDOM ICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFlCA DE IMPORTANC IA EN EL TRÓPICO
./
c:
'0 /'"
·ü D micorriza
1'0 40 V
.!::! D bacteria
c: /
~
O D testigo
"O 30
(J
D químico 1
o~
20 V D químico 2
10
O
1 MUESTREO 2 MUESTREO
Tratamientos
Géneros Especies
G. fascicu/atum
G/omus
G. geosporum
G/omus spp (cinco especies sin identificar)
Acau/ospora Tres morfotipos diferentes
Gigaspora Una especie
207
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Variables de eficiencia
Aunque no se encontraron diferencias significativas, como se observa en la Tabla
10, la aplicación de la bacteria fue más eficaz en el control de la afección, allí se pre-
sentaron los menores valores de incidencia y severidad de la enfermedad, aunque éstos
en general, fueron bajos.
Cuantificación de nematodos
Como resultado complementario, referente a las poblaciones de nemátodos y el
desan'ollo de la enfermedad, se hicieron dos observaciones básicas: En primer término,
una relación directa entre el número de nematodos parásitos y la presencia de la seca-
dera, sumado a que los géneros identificados ((Helicotylenchus sp, Rotylenchulus sp
y Tylenchorhynchus sp han sido registrados como patógenos asociados con problemas
radicales en maracuyá. En segundo término, en todos los tratamientos, con excepción
de la bacteria, la población de nematodos parásitos predominaba sobre saprofitos, lo
cual sugiere un posible control de Bacillus sp sobre nematodos parásitos, resultados
también encontrados por otros investigadores.
• En síntesis ...
Se pudo observar que la aplicación del Bacillus sp fue más efectiva en el control
de la secadera del maracuyá en comparación con los otros tratamientos, y si bien las
diferencias no fueron altamente significativas en esta variable, se debe resaltar su im-
pacto sobre la producción del cultivo. Dentro de la concepción del manejo ecológico del
suelo, este trabajo permite concluir que las poblaciones de HMA nativas de estos suelos
pueden ser estimuladas mediante la introducción de otros microorganismos, entre ellos
Bacillus sp. También , que el control microbiano puede ser alternativa para el manejo de
208
LAS ENDOMICORR IZAS : EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
enfermedades como la secadera y que se puede prescindir del uso de químicos como los
utilizados en este experimento, disminuyendo impactos negativos sobre el ambiente, la
salud humana y costos de producción.
209
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Casa 4
• Resumen
El maracuyá Passiflora edulis Sims var Flavicarpa se ha adaptado muy bien a las
condiciones climáticas del Valle del Cauca (Colombia); sin embargo, se tienen regis-
tros recientes de acortamiento en su ciclo productivo, probablemente por acción de
enfermedades como la secadera, situación que ha motivado la realización de estudios
relacionados con el manejo del cultivo; particularmente acerca de la caracterización
de la endomicorriza arbuscular (MA) asociada al maracuyá, para un buen manejo de
la simbiosis existente. Para el efecto se planeó reconocer algunas propiedades físico-
químicas de los lotes del estudio que pudieran infiuir sobre el comportamiento de los
hongos que forman micorriza arbuscular (HMA), estimar porcentajes de colonización
en raíces de maracuyá, en plantas con diferentes edades, estados sanitarios y sistemas
de manejo agronómico y realizar la identificación de géneros de HMA en la zona de
estudio. Se evaluaron dos estados sanitarios (plantas con síntomas de secadera y plantas
sin síntomas), dos sistemas de manejo agronómico (agroecológico y convencional).
Para estimar porcentajes de colonización por HMA se adaptó la metodología descrita
por Sieverding (1983), con las modificaciones requeridas. Los resultados obtenidos
mostraron que el porcentaje de colonización en el campo, no difirió significativamente
con la edad del cultivo, no obstante obtener valores promedios del 35 % en plantas con
edades entre O y 5 meses y menores porcentajes en plantas de más de 11 meses. En
cuanto la evaluación de la infiuencia del estado sanitario del cultivo sobre la coloniza-
ción por HMA no hubo diferencias significativas pero se determinó que el porcentaje
promedio de colonización de raíces ocurrió en lotes sin la enfermedad (27 %) frente a
210
L AS ENDOMICORRI ZAS: EXPR ESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPI CO
• Palabras claves
Frutales, suelos, micorrizas, agroecología.
• Summary
AMF in pass ion fruit (Passifiora edulis varo Flavicarpa) in ecological and con ven-
tional management at the northern part of the Cauca Valley
The Passion Fruit (Passifiora edulis varo Flavicarpa) has adapted very well to the
environmental conditions of the Cauca Valley, Colombia. However, recent records on
the reduction in their productive cycle, probably due to sorne diseases , like "secade-
ra" , produced by Fusarium oxysporum , situation which has carried to the realization
of studies about how to handle su eh plantations, especially the characterization of the
arbuscular endo-mycorrhiza (AM), associated to the Passion Fruit, for good man agement
of the existent symbiosis. Sorne trials were planned In order to get information about
the soil physical-chemistry properties and how they influenced the performance of the
fungi arbuscular mycorrhizae (AMF), to estimate colonization percentages in Passion
Fruit roots, in plants with different ages, sanitary status, and different agronomical crop
management systems; also to malee the identification of (AMF) genera on the study
area. Two sanitary status (with disease and without disease) and two agronomical crop
management systems (agro-ecological and conventional) were evaluated . And for
determining colonization percentage, the Sieverding (1983) methodology with sorne
adaptation was used. The results showed that the field colonization percentage did not
differ significantly with the age of the plants, despite obtaining 35 % of the average values
in younger plants 0-5 months and lower va)ues in older p)ants greater than 11 months.
There were no significant differences related to the sanitary status inftuence in the AMF
211
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
• Key words
Passion fruit , soils, mycorrhiza, agroecology, succinate-dehydrogenase.
• Antecedentes
El maracuyá (Passiflora edulis Sims varo Flavicarpa) se cultiva en el Valle del Cauca,
principal mente en el Distrito de riego Roldanillo-La Unión-Toro (RUT), región que
participa con el 50% de la producción departamental. Los rendimientos locales fluctúan
entre 20 y 34 t/ha/año. El área sembrada, que ha llegado a 2544 de las 13300 ha del
RUT, la generación de empleo en la zona y sus altos rendimientos hacen que, a pesar
de las flu ctuaciones del mercado, el maracuyá sea importante en la economía departa-
mental , regional y local (Meneses et al., 1999; Rodríguez, 1999, Unidad Regional de
Planificac ión Agropecuaria (URPA), 2000; Gobernación del Valle del Cauca, 2002).
En los inicios del establecimiento del maracuyá en el Valle del Cauca las plantas
podían mantenerse en producción por más de cuatro años. Actualmente se ha reducido
hasta a 15 ó 17 meses, como consecuencia del ataque de patógenos, especialmente
Fusarium spp., principal agente causal de la llamada "secadera" o "muerte repentina
del marac uyá", que, en casos extremos, puede ocasionar entre el 90 y 100% de muerte
de plantas (Torres el al., 2000).
En esta zona el manejo de la enfermedad se hace con aplicación de insumos químicos.
En reconocimiento realizado sobre enfermedades fungosas y bacterianas del maracu-
yá en el RUT se encontraron fincas en las cuales los agricultores realizaban prácticas
agroecológicas, aplicaciones de materia orgánica, cero labranza y baja entrada de insu-
mos de síntesis, en las cuales detectaron menor incidencia y severidad de la secadera,
en comparación con aquellas que implementan sistemas de manejo convencional con
alto uso de insumos químicos. (Torres et al., 2000).
En condiciones de invernadero, Tofiño y Sánchez de P. , 1997, evaluó en maracuyá la
interacción entre diferentes especies de hongos que forman micorriza arbuscular (HMA)
y aislamientos del patógeno Fusarium sp. Estableció que las plantas inoculadas con Acau-
212
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFI CA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
lospora longula presentaban mayor crecimiento, área foliar, materia seca y resistían la
enfermedad. En estudios efectuados por Rodríguez (1999), encontraron en los suelos del
RUT los géneros de HMA: Glomus, Acaulospora y Gigaspora. El reconocimiento de los
beneficios de la presencia de la simbiosis en diferentes agroecosistemas, en términos de
sanidad y rendimiento, plantean la necesidad de avanzar en la comprensión de la relación
planta-endófito mediada por factores como condiciones físico-químicas del suelo, edad
del cultivo, tipo de manejo agronómico y condición sanitaria del mismo.
• Materiales y métodos
El presente estudio se realizó en el distrito de riego Roldanillo - La Unión - Toro
(RUT), localizado en la zona norte del departamento del Valle del Cauca, entre las
coordenadas 997,500 a 1.005,00 N Y 1.103,500 E (Rodríguez y Delgado 1996).
Muestreos
Los muestreos en las diferentes fincas (once en total) se realizaron en la zona rizos-
férica del maracuyá a dos profundidades: 0-15 y 15-30 cm. Cada parcela se recorrió en
zigzag y se recolectó una muestra compuesta de 10 submuestras tomadas al azar, una
submuestra por planta. Para cada profundidad estas se unieron, homogenizaron y se
recolectó un kilogramo de suelo que se llevó al laboratorio de Fitopatología y Micro-
biología de la Universidad Nacional de Colombia - Sede Palmira.
Los muestreos se efectuaron en noviembre de 1999 (M 1), mayo de 2000 (M2),
febrero (M3) y septiembre de 2001 (M4). En cada uno de ellos se obtuvieron registros
sobre precipitación acudiendo al Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios
Ambientales (Ideam, 2001).
Condiciones sanitarias
Como referente del estado sanitario del cultivo se tomó la presencia o ausencia de
la secadera que, como se dijo con anterioridad, es ocasionada principalmente por el
hongo Fusarium sp (Figura 7).
Las muestras se tomaron en el campo, así: se seleccionaron parcelas que sólo pre-
sentaban plantas sanas (con 0% de presencia de la enfermedad) y se llamaron PS, y
parcelas donde convivían plantas enfermas por secadera (P.E) y plantas sin síntomas
de esta enfermedad (P.S.S.). La Figura 7 ilustra las dos situaciones. En estas últimas se
estableció la incidencia de la enfermedad al momento de recolección de las muestras,
aSÍ: número de plantas afectadas sobre el número de plantas evaluadas, esto multiplicado
por 100 (Castaño, 1996).
213
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Figura 7. Detalle de parcelas con a) plantas sanas (P.S), y b) aquellas donde conviven
plantas sin síntomas (P.S.S.) y enfermas (P.E.) por secadera.
Manejo agronómico
Se tomaron como referentes dos sistemas de manejo: agroecológico -fincas que
llevan a cabo prácticas de tipo conservacionista como aplicaciones de materia orgánica
al suelo, cero o mínima labranza, baja entrada de insumas de síntesis, presencia y/o poda
de arvenses- y manejo convencional, fincas con alto uso de insumas como fertilizantes
y biocidas, labranza y siembra de maracuyá en monocultivo (Sánchez de P., 2003).
214
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Para estimar la colonización de las plantas de maracuyá por HMA en cada una de
las edades encontradas, se recolectaron aproximadamente 50 cm de raíces secundarias,
tomadas de plantas provenientes de parcelas sanas, como también de plantas enfermas
(PE), que se procesaban separadamente de plantas sin síntoma (PSS). Los porcentajes de
colonización se estimaron siguiendo la metodología descrita por Phillips and Hayman,
1970, que usa el tripano azul como colorante con las modificaciones requeridas para el
cultivo de maracuyá. Finalizado el proceso de tinción, en porta-objetos se montaron 50
trozos de raíces de l cm de longitud (lO trozos por portaobjetos) y se procedió a estimar
la colonización por HMA en el campo visual lOX, tomándose como positiva cuando
sobre la raíz aparecía micelio u otras estructuras de HMA, no importando la cantidad
que se observó en el campo visual, sino simplemente la presencia.
Los resultados se sometieron a análisis de varianza, se realizó la prueba de DMS,
prueba de Duncan y correlaciones entre las variables evaluadas, con el fin de determinar
la influencia del manejo agronómico, estado sanitario de las plantas y la edad del cultivo
sobre la dinámica de la MA. El análisis de las variables evaluadas se realizó mediante
el programa estadístico SAS.
• Resultados y discusión
Caracterización físico-química
Los suelos de los municipios de Roldanillo-La Unión-Toro (Distrito de riego RUT),
se caracterizan por tener textura que varía entre franco y arcillosa, con densidades apa-
rentes desde 1,32 g/cm 3 hasta 1,57 g/cm 3 , es decir, suelos que oscilan entre normales
215
U NIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIR A
Épocas de muestreo
Tampoco se detectaron diferencias entre muestreos, sin embargo, la mayor cantidad
de esporas (2420 esporas/ lOO cm3 de suelo) se encontró en el muestreo 2 realizado en
mayo del 2000, época en la cual ocurrió la mayor precipitación del período evaluado.
216
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPR ESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPI CO
/- -- ~._.- ----.-
",/'
2500
a.
-----------,---------------, "_O
o
Qj 2000
:;,
CI)
QI
'ti
b.
Me 1500
/'''
b.
u o 0-5 meses
Q
Q ·1
.:t:. /¡ O 6-10 meses
CI) /' .!.
I,I! ,;'
O> 11 meses
oQ. 1000 c.
I C.
'/':1,
CI)
QI
QI
'ti // ;!
o 500
Z
O
Acaulospora Glomus
217
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
218
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFlCA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
/
/
ab
18
16
14
--
~
~
41
12
10
a
j' o Micelio Total
e
f! 8 O Micelio Activo
~
o
Q.
be -
6
e
4
2 e
O
Totaima-T Vallano-C V.Sandra-C
Valores en las columnas de idéntico color acompañados por la misma letra no difieren sign ificativamen te
(nivel de signifi cancia = 5%).
Figura 9. Porcentaje de colonización por HMA total (tripano azul) y de micelio activo
(succinato deshidrogenasa) de HMA.
219
UNIVERSLDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
a. Succinato-deshidrogenasa. Hifas
activas se observan rojizas.
a.
b. Técnica de succinato-deshidro-
genasa en hifas inactivas.
220
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANC IA EN EL TRÓPICO
25
25
'O' 20 • 20
~ • -le
~
~
~ 15
15
""<:" r = 0.79721 .*
o .S! 10
] 10
'!l
2 ~
• • 5
1-•
• o
200 400 600 800 1000 o 200 400 600 800 1000
,,·ósforo (ppm) Fósforo (ppm)
• Colonización Total ... Micelio Activo
Figura 11. Correlación entre porcentajes de colonización por HMA mediante tinción
con tripano azul, succinato - deshidrogenasa y P disponible (ppm) en el
suelo.
221
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
de cambios en el suelo.
• En síntesis ...
La edad, el estado sanitario y el tipo de manejo agronómico que se proporciona al
cultivo de maracuyá no influyeron significativamente en los porcentajes de coloniza-
ción por HMA detectados a través de la técnica con tripano azul, como tampoco en el
número de esporas. Las colonizaciones y esporas más altas se obtuvieron de 0-15 cm,
en plantas sanas, con manejo agroecológico, a edades de 0-5 meses de establecidas en
el campo, para la primera variable, y de 6 a 10 meses, para la segunda.
Los géneros de HMA predominantes fueron Acaulospora y Glomus, los cuales han
sido registrados en maracuyá en otros estudios realizados en la zona. La cantidad de
esporas de Acaulospora y Glomus difirió significativamente con la edad del cultivo.La
técnica de la succinato-deshidrogenasa permitió establecer diferencias significativas
entre fincas y corroborar que cuando se incrementan los niveles de P disponible en el
suelo, muy ligados en este caso a manejo agronómico, los porcentajes de micelio activo
disminuyen drásticamente.
222
LAS ENDOMICORRlZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Caso 5
• Resumen
Se realizó un estudio para estimar la actividad microbiana en agroecosistemas de
plátano en Rozo, Valle, sometidos a manejo ecológico y convencional. Se seleccionaron
cuatro lotes: dos con edades de 12 y 2 años, en los cuales los agricultores no aplican
plaguicidas y hacen prácticas agroecológicas, y dos con las mismas edades y con aplica-
ción de agroquímicos, identificados como l2Q-, 2Q-,12Q+ Y 2Q+, respectivamente.
Se tomaron muestras de suelo en las cuales se evaluó producción de CO 2 por el
método del calcímetro volumétrico; unidades formadoras de colonias (UPC) fungosas,
bacterianas, actinomicetos y presencia de HMA (número de esporas en 50 g de suelo
seco y porcentajes de colonización).
Los suelos estudiados presentaron pH ligeramente alcalino (7.0-8.0), texturas desde
franco arcillo limosa hasta franco arcillo arenosa. Los contenidos de materia orgánica
se consideran normales para las condiciones del Valle del Cauca, con excepción del lote
2Q+ donde estaba baja (1.4 %), En general los suelos presentaron condiciones aptas
para el desarrollo del cultivo de plátano con algunas limitaciones con respecto a materia
orgánica, potasio y elementos menores.
Las mayores poblaciones de bacterias, hongos, actinomicetos y actividad metabó-
lica se encontraron en los suelos en los cuales no se aplican plaguicidas y los residuos
de cosecha permanecen. La población microbiana predominante en todos los suelos
evaluados fue la bacteriana, seguida por los hongos y por último los actinomicetos,
con excepción del tratamiento J 2Q-, en el cual la población de actinomicetos superó
a la fungosa.
La flora fungosa presentó mayor diversidad de géneros en los cultivos de 12 años
de edad independiente del manejo. Los géneros Aspergillus, Fusarium, Penicillium y
algunos denominados micelio estéril fueron comunes en los cuatro suelos evaluados;
223
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
• Palabras claves
MlIsa AAB, HMA, plaguicidas, actividad microbiana.
• Summary
Evaluation of the microbial activity in plantain (Musa AAB) under ecological and
conventional managements, at Rozo, Cauca Valley
A study for evaluating microbial activity in agro-ecosystems of plantain, submitted
to convenüonal and ecological management, was developed in Rozo, Cauca Valley.
For lots were selected, two with 2 and 12 years old, in which the farmers do not use
pesticides and make agro-ecological practices, and two with the same ages, appliying
pesticides, identified as 12Q-, 2Q-, 12Q+, 2Q+, respectively.
Soil samples were taken, for evaluating C02 production (volumetric calcimeter),
fungi colony forming units (FCFU), bacteria colony forming units (BCFU), actinomy-
ces, and presence of AMF (number of spores per 50 g of dry soil and percentages of
colonies).
The studied soils showed a slightly alkaline pH (7.0 - 8.0), c1ay-slime to c1ay-sand,
soil textures. The organic matter content (OM) was normal for Cauca Valley conditions,
except for the 2Q+ lot, where it was low (1.4 %). In general, the soils were good for
developing plantain crops, despite sorne limitations in OM, K and minor elements.
Greater populations of bacteria, fungi, actinomyces and metabolic activity (C02
production) were found on soils without pesticides application and were crop residues
are kept on the ground. The microbial population more common in the evaluated soils
was bacteria, followed by fungi and then by actinomyces, except for 12Q-, where ac-
tinomyces were higher than fungi.
The fungi flora had greater diversity on genera at the 12 years old crops, despite
the management. Genera like Aspergillus, Fusarium, Penicillum and sorne called ste-
rile mycelia were common at the four evaluated soi ls, so rne were only present in few
cases. such as: Cephalosporium and Nigrospora, iso1ated from 12Q- or Papulospora
224
LAS EN DOMICORRI ZAS : EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
and Verticilium in 12Q+; Periconia was only in 2Q+. Pithomyces was isolated only in
soils without chemical fertilizers (l2Q- and 2Q-).
A very low number of spores were found in treatments where pesticides were applied
on the soil (12Q+ and 2Q+). At the opposite way, the percentage of root colonization
was greater in soils where agro-chemicals were used (53.4% for 12Q+ and 42 .5% for
2Q+) and it could be exp lained because of the specie AMF selection, remaining only
the most infecting but not necessarily more effectives.
In all the soils the most common AMF genus was Glomus and in lower amounts
were Acaulospora and Gigaspora. For most of the analyzed variables it was noticed the
agronomic crop management over the microbiological component of the soil.
• Key works
Musa AAB, AMF, pesticides, microbial activity .
• Anteced entes
El plátano es un cultivo de importancia socio-económica en las zonas tropicales, incluida
Colombia, ya que es fuente de seguridad alimentaria -alrededor del 90% de su producción
se destina para consumo interno- y generador de empleo en las regiones donde se siembra:
Orinoquia, Amazonia, costas caribe y pacífica y la zona Andina, incluido el departamento
del Valle del Cauca. En el país se siembran más de 400000 hectáreas con producciones de
más de 2.5 millones de toneladas/año (Belalcázar et al., 1995; Bolaños, 2005).
Los clones que más se cultivan son Hartón, Dominico-hartón y Dominico, de acuer-
do con la altitud de la región (Aranzazu et al., 2000). Estudios realizados por Bolaños,
Morales y Celis (2003) registran que este cultivo responde positivamente a la aplicación
de fertilizantes orgánicos, solos o mezclados con fuentes inorgánicas.
Mayumi, Costa y Balbino, 1996, en la zona bananera de San Francisco, Brasil , han
encontrado dentro de las especies nativas de HMA Acaulospora rehmii, A. spinosa, A.
tuberculata, Entrophospora infrequens, Gigaspora ramisporophora, Glomus etunicatum,
G. intraradices, G. mosseae y G. occultum, al igual que porcentajes de colonización
cercanos al 40%.
Diferentes autores registran efectos benéficos de la inoculación con HMA en el
desarrollo de plantas de plátano y banano y la acción negativa de altas fuentes de ferti-
lización sobre la MA (Lin y Fox, 1987; Rizzardi, 1990, citados por Henao, 1995).
En Colombia Conrrado y Puerta, 1988, registran la presencia de Glomus, Gigas-
pora, Acaulospora, Sclerocystis y Scutellospora en simbiosis con el plátano sembrado
en el departamento de Córdoba. Llanos, (1993), encontró que los abonos orgánicos y
la presencia de la MA influyen en la productividad y calidad de los racimos de plátano.
Hurtado, Rivillas y Grisales, 1997, en plántulas de plátano Dominico-Hartón grupo
AAB -micropropagadas e inoculadas con G.fistulosum y S. heterogama- observaron
incrementos en el área y contenido foliar de fósforo, al igual que diámetro de pseu-
dotallo, vigor y adaptación del explante a la etapa de invernadero y posteriormente al
campo. Estos resultados coinciden con Bolaños, Rivillas y Suárez, 2000, en plántulas
225
U NIV ERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
de similar procedencia, inoculadas con los mismos HMA en mezcla con E. colombiana.
Estos últimos autores observaron disminución en las poblaciones de nematodos parásitos
como Radophous similis en las plantas micorrizadas.
Teniendo en cuenta la dimensión de la MA y su influencia en la productividad
del plátano se planteó, como hipótesis de trabajo, el posible efecto negativo sobre la
población microbiana, incluídos HMA, de los productos químicos, principalmente
los pesticidas, utilizados para la protección fitosanitaria del cultivo en la zona de Rozo
(Valle del Cauca).
• Metodología
La fase de campo se realizó en el corregimiento de Rozo, municipio de Palmira,
dentro del área plana del Valle. La región pertenece a la zona climática cálida moderada,
temperatura promedio de 23°C con mínimo de 18°C y máximo de 30°C, precipitación
promedio anual de 1052 mm., en distribución bimodal compuesta por dos picos de
lluvia en los meses de abril y octubre, humedad relativa promedio 79.1 % Y brillo solar
5.25 horas/día (Cenicaña, 1995).
En esta zona se seleccionaron cuatro parcelas: dos con edades de J 2 Y2 años en los
cuales los agricultores no aplicaban productos químicos (denominados en este estudio
12Q- y 2Q-) Y dos con estas mismas edades con aplicaciones de pesticidas (J2Q+ y
2Q+). Se caracterizaron las prácticas de manejo que realizan los agricultores en ellos,
teniendo en cuenta aspectos como la variedad cultivada, abonos y agroquímicos apli-
cados, época y frecuencia de aplicación de los mismos.
Para la estimación de las variables se tomaron muestras de suelos. En los laboratorios
de Química y Física de Suelos de la Universidad Nacional de Colombia - Sede Palmira
se realizaron los análisis de: textura (Bouyoucos), pH (potenciómetro), contenidos
de materia orgánica (Walkley y Black), Nitrógeno (oxidación de Kjeldahl), Fósforo
(Bray II), Potasio (Bray 11), Calcio (KCl IN), Magnesio (KCI 1 N), Manganeso (Olsen
modificado) y demás menores por absorción atómica (González, ] 990; Malagón y
Montenegro, 1990; MAPA, 1994).
En el laboratorio de Microbiología y Fitopatología se estimaron: Respiración
microbiana (desprendimiento de C02), metodología descrita por Burbano y adaptada
por Benjumea, Sánchez de P., y Miranda (J 996); aislamiento de hongos, bacterias y
actinomicetos del suelo, metodología descrita por Sánchez de P., 1990 Y Gómez L,
1997 ; presencia de HMA, separación y cuantificación de esporas y porcentaje de colo-
nización de raíces, siguiendo los protocolos de Phillips y Hayman, 1970, descritos por
Sieverding, 1983, 1991. Se efectuó identificación de géneros y/o especies de organismos
encontrados, con la colaboración de personas estudiosas del tema.
• Resultados y discusión
Análisis de suelos
Los suelos de la zona de Rozo pertenecen a las series Guadualito y Palmeras, ca-
racterizados como suelos jóvenes de los abanicos de la planicie aluvial de piedemonte,
226
LAS ENDOMICORR IZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IM PORTANCIA EN EL TRÓPICO
Tabla 11. Características químicas de los suelos de Rozo, Valle, en los lotes anali-
zados.
227
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
De acuerdo con el valor del pH es posible que los elementos menores sean retenidos
por coloides orgánicos e inorgánicos, haciéndolos poco disponibles para las plantas
(Stella de Cantillo, comunicación personal, P. Asociado, U. Nacional). En términos
generales los suelos presentaron condiciones aptas para el desarrollo del cultivo de
plátano, con algunas consideraciones respecto a la materia orgánica, el potasio y los
elementos menores.
Tratamiento Media
120- 384.1 a
20- 373.3 a
120+ 343.1 b
20+ 341.4 b
228
LAS ENDOM ICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
229
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE P ALM IRA
Tratamientos
Géneros (120-) (20-) (120+) (20+)
Aspergillus x x X X
Penicillium x x X X
Fusarium x x X X
Cephalosporium x
Curvularia x X
Torula x X
Cladosporium x X
Nigrospora x
Pithomyces x x
Trichoderma x X
Papulospora X
Verticillium X
Periconia X
Micelios estériles x x X X
230
LAS EN DOMICORRIZAS : EXPRES IÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Tratamiento Media
120- 480 a
20- 385 b
120+ 259 e
20+ 215 e
El número promedio fue de 355 esporas/50 g ss; los tratamientos 12Q- y 2Q- mostra-
ron las más altas poblaciones (480 y 385 esporas respectivamente); en los tratamientos
12Q+ y 2Q+ se observaron bajas cantidades de esporas (259 y 215).
Sánchez de P. (1990) YCastaño y Molinares (1992), que citan autores como Alexan-
der (1977), Napi et al. (1981), Pinto y Pedraza (1988), afirman que altos contenidos de
materia orgánica favorecen la formación de estructuras micorrizales, característica que
pudo afectar el número de esporas en los suelos de los tratamientos 12Q+ y 2Q+ que
presentaron menores contenidos de materia orgánica (2,6% y 1,4% respectivamente).
Como se mencionó en párrafos anteriores, y coincidiendo con Bastidas (1992) y
otros autores, el uso intensivo de agroquímicos influye sobre los HMA . La fumi gación
del suelo reduce el número de esporas (Cardoso y Freitas, 1992).
El análisis de varianza para la variable porcentaje de colonización por MA también
mostró diferencias altamente significativas entre tratamientos (Tabla 15). La prueba
231
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Tratamiento Media
120- 34.3 e
20- 33.0 e
120+ 53.5 a
20+ 42.5 b
El porcentaje presentó rango del 34.3 al 53.5%, con promedio del 40%. Mayumi,
Costa y Balbino, 1996, registró que el porcentaje de colonización por HMA en banano
está alrededor del 40% en suelos con diferentes características químicas, mientras que
Arcos e IGAC (1997) registraron porcentajes de 16.5% - 85% para plátano en condi-
ciones de chagras indígenas.
En los suelos denominados 12Q+ y 2Q+ fue mayor que en los otros suelos; posi-
blemente el uso de químicos llevó a una selección de especies, en donde permanecen
aquellas que son altamente infectivas, mas no necesariamente más efectivas en su
funci ón.
La colonización en los tratamientos 12Q- y 2Q- fue inferior al promedio, lo cual no
se relaciona con el alto número de esporas encontradas en los lotes, ni con los conteni-
dos de materia orgánica del suelo. Relacionando el número de esporas y el porcentaje
de colonización con las características químicas de los suelos estudiados, se encontró
que, con respecto al P, Cooke (1977), Deal et al. (1972) citados por Castaño y Moli-
nares (1992), afirman que niveles bajos y/o altos de P inhiben el desarrollo de hongos
formadores de micorriza arbuscular.
Los resultados de este trabajo no coinciden con los obtenidos por los autores citados,
porque el número de esporas y el porcentaje de colonización fluctuaron en condiciones
de contenidos altos de P. En cuanto al K, Toro (1984) señala que aplicaciones o con-
tenidos altos de K disminuyen ligeramente esta variable. Castaño y Molinares (1992)
coinciden con esto al observar que la población de esporas se incrementa en niveles
bajos y medios de K en cultivos de uva Isabella. En este estudio se encontraron niveles
altos (> 53%) a niveles altos de K (OAl meq/ lOO g, lote 12Q+), así como también altos
porcentajes a niveles relativamente bajos de K (0.17 meq/lOO g, lote 2Q+), quizá por
lo anotado anteriormente para estos lotes.
Se han registrado diferentes géneros y/o especies de hongos micorrizógenos aso-
ciados al género Musa sp como Acaulospora scrobiculata, A. spinosa, A, tuberculata,
Entrophospora infrequens, Gigaspora ramisphoropora, Glomus etunicatum, G. mosseae,
232
L AS EN DOMICORRIZAS: EX PRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
• En síntesis ...
Es bien conocido, a través de innumerables investigaciones, el aporte que la flora
microbiana hace al suelo a través de su bioactividad, en la cual las acciones positivas
superan significativamente a las negativas o desfavorables para el desarrollo y produc-
tividad de los cultivos en general.
Los resultados de este y otros trabajos permiten concluir que el empleo prolongado
de agroquímicos afecta negativamente la actividad microbiana del suelo (C-C02), hecho
que repercute en el desarrollo del cultivo.
Se comprobó la presencia de MA en cultivos de plátano para las condiciones del
Valle del Cauca, municipio de Palmira, corregimiento de Rozo. Sin embargo, el uso de
plaguicidas afectó el número de esporas de los hongos micorrizógenos, más no el .por-
centaje de colonización por los mismos, debido a la selección que permite la expresión
de unos más que de otros.
La actividad microbiana, estimada con base en la producción de C-C0 2, sigue
considerándose como parámetro válido para explicar algunos fenómenos que OCUlTen
en el suelo y los cuales pueden tener relación directa con el manejo del mismo, como
es el caso que nos ocupa.
En general se corroboró que el empleo de agroquímicos en forma indiscriminada
ejerce acciones detrimentales en la microbiota asociada al cultivo del plátano. Autores
como Nivia, 2000, ilustran el efecto de su uso en la salud del agricultor y de la comu-
nidad de la zona en estudio, con sus consecuencias sociales y económicas.
233
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
• Resumen
Los tratamientos consistieron en: Suelo natural (SN), Suelo natural + Acaulospora
longula + Glomus sp. (SN + MI), Suelo natural + A. longula + Scutellospora gilmori
+ S. calospora (SN + M2), Suelo natural + A. longula (SN + M3), Suelo natural + En-
trophospora colombiana (SN + M4). Estos tratamientos se distribuyeron en un diseño
de bloques completos al azar, con tres repeticiones por tratamiento, cada repetición
compuesta por 30 chusquines de guadua. Los chusquines de dos meses de edad se sem-
braron en bolsas (2 kg de suelo) y se inocularon con 1.000 esporas de HMA / chusquín.
El análisis químico del suelo mostró niveles altos -para esta zona caracterizada por
suelos ácidos y escasos en nutrientes- en la mayoría de los nutrientes, en particular el
fósforo asimilable (81 ppm). Como flora nativa se encontraron los géneros Acaulospora,
Glomus, Entrophospora y Scutellospora. En el suelo de los bancos de propagación se
identificaron Acaulospora, Glomus y Scutellospora.
Los tratamientos inoculados con HMA presentaron diferencias significativas con
respecto al testigo (SN), en particular los tratamientos SN + MI y SN + M3, en las
variables altura, número de brotes, peso seco de la parte aérea, volumen de raíz y
precocidad de desarrollo. A. longula se mostró como la cepa más promisoria a usar en
estas condiciones.
• Palabras claves
Endomicorriza arbuscular, guadua, propagación, Acaulospora longula
10 Financiado por la Corporación para el Desarrollo de Tunía (Cauca), Corpotunia, y la Universidad Nacional
de Colombia-Sede Palmira.
234
L AS EN DOMICORRI ZAS: EX PR ESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTA NCI A EN EL TRÓPI CO
• Summary
Inoculation and evaluation HMA in guadua angustifolia Kunth
under nursery conditions
In the municipality of Piendamó, in the town of Tunía situated at 1.700 masl., in
the province of Cauca it was evaluated the growth and development of plant of Guadua
angustifolia inoculated with arbuscular mycorrhiza fungus (AMF) under tree nursery
conditions. It was determined during three month the height, diameter, number of
buds, dry weight of the aerial part and the root, volume of root and percentage of the
mycorrhiza colonization.
The treatment was: natural soil (SN), SN + Acaulospora longula + Glomus sp. (SN +
MI), natural soil + A.longula + Scutellospora gilmori + Scutellospora calospora (SN +
M2), natural soil + A. longula (SN + M3), natural soil + Entrophospora colombiana (SN
+ M4). This treatment was to be distributed in the design a complete block to the hazard,
with three repetitions of the treatment; every repetition composite by 30 plants.
The plants used in the experiment were two month old and to were of sown in the
parcel of land propagation of guadua pertaining at the Corporation for the Development
ofTunía (Corpotunía); it was taken out with a prune, and to strip off the bud an d sown
in a bag with the capacity for two kilograms of soil, in which was inoculated whit 1.000
spores were inoculated of AMF / plant.
The spores of each inoculo (M), to were inside the following roots of the so il: MI
(l1.l9g.), M2 (6.47g.), M3 (2.82 g.), M4 (4.04 g.); these inoculos were applied directly
on the roots of the plants.
The natural soil used for filling the bag, was to analyze in the quality of the che-
mistry, in the soillaboratory of the Universidad Nacional - Palmira. It was to catch the
sample of natural soil and the soil of the parcel of land propagation by to identify kinds
of AMF present in these soils, it was carried out in the Intemational Center of Tropical
Agriculture (CIAT).
The chemistry analysis the natural soil , showed that the greater part of the essen-
tial mineral elements of the plants was high, especially P available (81 ppm ). it may
have inftuenced the effectiveness of the AMF. These soils were opposite to the kinds
Acaulospora, Glomus, Entrophospora and Scutellospora species to being present nati-
ve. Equally, the soil belonged to plot of land propagation, identified the Acaulospora,
Glomus and Scutellospora types.
The analysis variation, showed which treatments inoculated whit AMF, presented
a significant difference respect to the sample (SN), especially the treatments SN + M3
and SN + MI , with varieties in the height, number of buds, dry weight of the aeri al part,
volume of roots, and precocious of development.
• Key words
Arbuscular mycorrhiza, Guadua angustifolia, tree nursery, Acaulospora [(JI/g ula
235
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALM IRA
• Antecedentes
La guadua, Guadua angustifolia Kunth, desempeña importante función en la regula-
ción de caudales de los ríos y en la estabilización de terrenos; es hospedera de diversas
especies animales que mantienen en equilibrio los ecosistemas tropicales. A pesar de
sus múltiples beneficios se ha visto disminuida en sus áreas naturales, debido a la alta
demanda para construcciones urbanas y rurales, en artesanías, como combustible en
hornos de la industria panelera y otras actividades humanas.
La propagación de guada por chusquines es el sistema más eficaz y económico para
recuperar esta especie. En este sistema la planta permanece en etapa de vivero de 70
- 120 días después del deshije y poda, lo cual hace necesario investigar cómo mejorarlo
y la inoculación con HMA se considera una alternativa viable.
Buendía (1990) en tres condiciones climáticas del departamento del Quindío com-
probó la presencia de MA en guadua y el género predominante fue Glomus. Vargas
y Rico , 1992, hallaron nuevamente este género y Sclerocystis en la Cuenca del Río
Combeima (departamento del Tolima).
• Metodología
El ensayo se realizó en viveros de la Corporación para el Desarrollo de Tunía,
Corpotunía, municipio de Piendamó, departamento del Cauca, situado a 3 km de la
cabecera municipal, a una altura promedio de 1700 msnm, temperatura promedio de
19°C, precipitación entre 2500 y 3400 mm/año, humedad relativa promedio del 85 % y
brillo solar de 1946 horas / año.
Para comprobar que la inoculación con HMA beneficia el enraizamiento y creci-
miento de los chusquines, se diseñaron cinco tratamientos: Suelo natural (SN), Suelo
natural + Acaulospora longula + Glomus sp. (SN + MI), Suelo natural + A. longula
+ Scute/lospora gilmori + S. calospora (SN + M2), Suelo natural + A. longula (SN +
M3), Suelo natural + Entrophospora colombiana (SN + M4).
Se utilizó un diseño de bloques completamente al azar, con tres repeticiones, cada
una de ellas estuvo compuesta por 30 plántulas o chusquines. Los chusquines tenían
60 días de edad al momento del trasplante a bolsa. Las bolsas se llenaron con suelo
del corregimiento de Tunía, que pertenece al orden Andisol, de textura franco-arenosa,
ligeramente ácida, con escasez de fósforo asimilable, niveles altos de aluminio, defi-
ciencias en calcio, boro y magnesio, profundidad efectiva de 50 cm, y pH de 5 a 5.5. Se
realizó un nuevo análisis químico al suelo utilizado para el llenado de bolsas, y a éste y
al proveniente de los bancos de propagación se les hizo la identificación de géneros de
HMA nativos, en el Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT) - Palmira.
El inóculo de HMA se depositó sobre las raíces del chusquín y de cada inóculo (M)
se aplicaron 1.000 esporas/bolsa, contenidas en las siguientes cantidades de suelo más
raíces : MI (11. 19 g), M2 (6.47 g), M3 (2.82 g) Y M4 (4.04 g).
Las evaluaciones se efectuaron a los 30, 60 Y 90 días después de inoculac ión (ddi)
en cinco chusquines/repetición . Se evaluaron, altura (cm), diámetro (mm), número de
236
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
brotes; peso seco de la parte aérea (g), peso seco de raíz (g), volumen de raíz (cm 3 ) y
porcentaje de colonización por HMA a los 90 días después de inoculación (ddi).
Para determinar el efecto de los tratamientos, se realizó análisis de varianza de
acuerdo con el modelo estadístico asociado al diseño de bloques completos al azar.
Para comparar promedios de tratamientos se realizó la prueba de Duncan y se efectuó
anál isis gráfico.
• Resultados y discusión
Análisis del suelo utilizado
El suelo presentó características que coinciden con el piso térmico en el cual se
encuentra: textura franco- arcillo-arenosa, densidad aparente 0 .9 g/cm 3 , pH ácido (5.4)
y contenido de materia orgánica alto (8.8%). Difiere de ellas en que no presenta pro-
blemas por Al (0.10 meq/lOO g); están altos el Ca, Mg y K (5.7, 3.2, 1.08 meq/l OO g
respectivamente), el P(81 ppm) e igualmente los elementos menores como Cu (4.3 ppm),
Fe (568 ppm), Mn (30 ppm), Zn (43.7 ppm) y B (0.89 ppm). Mejoras explicables por
aplicaciones de fertilizantes minerales o de origen orgánico utilizados con frec uencia
para la siembra de cultivos comerciales.
En el suelo para llenado de bolsas se identificaron Acaulospora, Glomus. Entro-
phospora y Scutellospora y en el proveniente de los bancos de propagaci ón estos
mismos, menos Acaulospora. Estos resultados muestran mayor diversidad de HMA en
los suelos de Tunía, en comparación con los estudiados en Quindío y Tolima (Buendía,
1990; Vargas y Rico, 1992).
237
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
DDI: Días después de inoculación; SN: Suelo Natural; MI: Acaulospora longula + Clon/us sp.; M2: A.
+ Scutellospora giln/ori+ S.calospora; M3: A. longula ; M4: Entrophospora colombiana.
~.Jngula
Trabajos citados por Lopes, Siqueira y Zambolin, 1983, registran que la luminosidad
afecta indirectamente la colonización por HMA a través de los efectos en la fotosíntesis,
crecimiento y producción de metabolitos del hospedero.
Tabla 17. Prueba de Duncan para peso seco de la parte aérea (g/pi).
238
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Volumen de raíces
El análisis de varianza señaló diferencias significativas entre tratamientos. Con
respecto a SN, A. longula (SN + M3) incrementó en 191 % el volumen de raíces de los
plántulas y SN + M4 en 170%. Aunque SN + M 1 YSN + M2 no presentaron diferencias
significativas respecto del SN, su producción de raíces se incrementó en 128% y 135%
respecti vamente.
Estos resultados muestran que el volumen de raíz se benefició significativamente,
cuando los chusquines se inocularon con HMA yen particular con las cepas A. longula
y E. colombiana, coincidiendo con el estudio de Siqueira et al., 1990, que encontraron
respuesta positiva en el volumen de raíces de Brachiaria decumbens inoculada con
HMA.
• En síntesis ...
La introducción de HMA estimuló el mayor desarrollo de los chusquines, en térmi-
nos generales. En el tratamiento SN+ M3 correspondiente a A. longula se encontraron
los mayores beneficios para el desarrollo de los chusquines, que hacen que se pueda
aspirar, en caso de implementar esta técnica, a producir plántulas para el campo en un
tiempo menor que el utilizado hasta el momento, con menores costos.
239
UNlVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALM IRA
Caso 7
Actividad biológica en suelos con diferentes grados
de intervención en el Ecoparque Cerro La Bandera 11
Carlos Fernando Zapata M., Marina Sánchez de Prager, Neusa Massae Azakawa
• Resumen
En el Ecoparque La Bandera, zona dedicada muchos años a la explotación carbo-
nífera, se evaluó el efecto de dicha práctica sobre propiedades fisicoquímicas y flora
microbiana de sus suelos. Se escogieron tres zonas del Ecoparque: BP: Bosque nativo ;
BS: Zona intervenida, en proceso de regeneración; SE: Zona erosionada. Se realizaron
muestreos en octubre de 1998 y enero de L999. Las variables microbiológicas evaluadas
fueron: bacterias totales, fijadores de nitrógeno, simbióticos y asimbióticos, hongos
formadores de micorriza (HMA), mineralización del nitrógeno y biomasa microbiana.
Se presentaron diferencias altamente significativas entre los suelos intervenidos para
las variables bacterias simbióticas y asimbióticas fijadoras de N 2 , mineralización del
nitrógeno, hongos formadores de micorriza (HMA) y biomasa microbiana. Se estableció
que la actividad minera afectó condiciones físicas , químicas y biológicas de los suelos
en BS y SE, situación que se reflejó en aumentos de densidades, detrimentos de materia
orgánica, nitrógeno y fósforo, poblaciones microbianas y su actividad. Se pudo inferir
que a pesar del deterioro de los suelos BS y SE, estos conservan una reserva de vida
representada por su componente vegetal y microbiológico, los que se constituyen en
elementos claves para posteriores actividades de regeneración de la zona.
• Palabras claves
Biomasa microbiana, fijación de N 2 , HMA, Cerro La Bandera.
• Summary
Biological activity in soils with different management in the La Bandera Ecological
Park hillsides
In ¡he Ecoparque La Bandera, area dedicated many years to the carbon extraction, the
effect of this practice was evaluated, on the physical and chemical properties of de so il
and on the microbial flora . Three areas were chosen: native forest (BP); exp loited area
in regen eration process (BS); eroded area (SE): Samples werw collected from October
1998 to January 1999. The microbiological variables were the followings: total bacteria,
11 Investigación financiada por la Universidad Nacional-Sede Palmira a través de los recursos Estampilla-
Proun iversidad .
240
L AS EN DOMICORRI ZAS: EXPR ESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCI A EN EL TRÓPICO
nitrogen fixers, simbiótic and asimbiótic bacteria, mycolThizae fonnative fungi (HMA),
mineralization of nitrogen and microbial biomass. Highly significant differences were
observed between the BS soils samples intervened for all the above mentioned parameters
with the exception of total bacteria. It was concluded that the mining activity affected
the physical, chemical and biological conditions of the soils in BS and SE, situation
that was reflected in increases of density, decrease in of organic matter, nitrogcn and
phosphorus, microbial populations and activity. Despite of the deterioration of the BS
and SE soils, the latter still have a significant microbial population that allow s plant
growth, which in very important for further rehabiltation activity.
Key words
Microbial biomass; N2 fixation; AMF; La Bandera Mountain.
• Antecedentes
Los suelos al quedar descubiertos son presa fácil de agentes degradativos como el
agua y el viento. Las plantas que crecen y se desarrollan en ellos quedan sin sosté n y no
solo se deteriora el suelo sino también la comunidad asociada a los vegetales, la cual en
los sistemas ecológicos maduros comprende un complejo de organismos -incluidos los
microorganismos- altamente interrelacionados en ciclos tróficos y de vida (Primavesi,
1982; Siqueira el al., 1994; Pla, 1994) .
Es difícil restablecer una comunidad vegetal sin restaurar el subsistema microbiano,
aun proporcionando fuentes de nutrientes fácilmente aprovechables. Un ejemplo claro
se observa en el Ecoparque Cerro de La Bandera ubicado en la ciudad de Santiago de
Cali. Hasta hace diez años fue centro de explotación de carbón en socavón y a cielo
abierto, allí no se aplicaron normas técnicas para la extracción del mineral, llevando a
dicha zona a un estado severo de degradación, pues se an'asó gran parte de su vegetación,
dejando el suelo a merced de los agentes erosivos, principalmente la lluvia y el viento,
cuyos efectos fueron favorecidos por la elevada y larga pendiente característica de la
mayoría de las zonas de este cerro (Sánchez de P, Zapata y Rojas, 2002).
A pesar de lo anterior, en el celTo de La Bandera quedan áreas que aún presentan
vegetación nativa compuesta por cerca de 171 especies (ColTea y Martínez, 1996),
las cuales se han conservado en el tiempo, pero son pequeñas en comparación con
las erodadas. También hay algunas zonas donde se han establecido reductos boscosos
secundarios.
Esta investigación parte de la hipótesis de que existe relación estrecha entre la vida
vegetal y la actividad microbiana en el suelo. Para ello se hizo reconocimiento de carac-
terísticas físico-químicas de espacios con diferentes grados de intervención y algunas
actividades microbianas, con el fin de establecer relaciones entre estas variables.
241
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
• Materiales y métodos
Localización Geog ráfica
El Ecoparq ue Cerro de La Bandera está ubicado en la ciudad de Santiago de Cali,
en el picdemonte de la cordillera Occidental. Consta de 150 ha con rango de altitud de
1000 m.s.n.m. hasta 1150 m.s.n.m. en el punto más alto, relieve desde fuertemente que-
brado con pendientes entre 25 y 50%, a escarpado con pendientes entre 80 y 100%. La
precipitación anual es de 1000 a 1200 mm, temperatura promedio de 24°C y humedad
relativa entre 60 y 70% en los meses húmedos y menores de 60% en períodos secos
(Correa y Martínez, 1996).
Tratamientos
El área de estudio se dividió en tres zonas:
Bosq ue primario (BP): Predomina un bosque nativo donde se observa diversidad
de especies vegetales y ha sufrido mínima intervención humana.
Bosq ue secundario (BS): Este sitio fue intervenido en años anteriores. Actualmente
se presentan procesos de regeneración y sucesión vegetal.
Suelos erosionados (SE): Con alto grado de perturbación, algunos sitios están com-
pletamente erosionados y en otros prevalece vegetación que se catalogó como pionera,
la cual está compuesta por algunas especies leguminosas y gramíneas
Muestreos
En octubre de 1998 y enero de 1999 se realizaron muestreos estratificados en las
tres zonas delimitadas. De los primeros 10 cm del suelo de cada área se obtuvieron 10
submuestras tomadas al azar a partir de las cuales se conformó una muestra de aproxi-
madamente 1 kg por zona. Las muestras se homogenizaron y almacenaron en nevera.
Variables evaluadas
Propiedades físico-químicas de los suelos estudiados
En cada una de las zonas se determinó textura (Bouyoucos), densidad aparente
(parafina), densidad real (picnómetro volumétrico) y porosidad total ; N (oxidación
de Kjeldahl), C (Walkey y Black), fósforo (método de Bray 11) y pH (potenciómetro)
(González, 1990, Malagón y Montenegro, 1990; MAPA, 1994).
242
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANC IA EN EL TRÓPICO
243
UNIV ERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
• Resultados y discusión
Propiedades físico-químicas de los suelos estudiados
Los suelos estudiados se caracterizan por poseer texturas que varían entre franco-
arcillosas y arcillosas, con densidades aparentes de 1.8 g/cc y reales de 2.53 BP, 2.87 BS
y 2.53 SE. La porosidad total es mayor en bosque secundario BS (34.8%), disminuye
en el bosque primario BP (28.9%) y alcanza menor valor en suelos erosionados SE
(27.3) (Tabla 18).
244
LAS ENDOMICORR IZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
SE Far 1.84 2.53 27.3 4.6 1.95 1.1 0.1 114 4.8
Bacterias totales
El análisis de varianza no mostró diferencias significativas entre las poblac iones
bacterianas totales de los suelos de las zonas estudiadas, pero sí entre las fechas de mues-
treo. Sobresalen las poblaciones bacterianas en SE que no difirieron significativamente
de BP y BS, a pesar de las características químicas limitantes del primero.
245
UN I VERSIDA D N ACIONA L DE C OLOMBI A - SEDE PALMI RA
Las bacterias son el grupo de microorganismos más numeroso y con mayor diver-
sidad fis iológica, lo que propicia su adaptabilidad a diversas condiciones ambientales
estresantes como las presentadas en los suelos del Ecoparque. En dichas áreas, diversos
eventos posibilitan la aparición de organismos pioneros, que encuentran un hábitat
adecuado para su proliferación, ocupan nichos disponibles, sin competidores y pasan a
dirigir eventos posteriores en la sucesión ecológica (Harris, 1992; Odum, 1993; Siquiera
et al., 1994, Sánchez de P, Marmolejo y Bravo, 2000).
Fijadores simbióticos de N2
El análisis de varianza para esta variable mostró diferencias altamente significativas
entre los suelos de las tres zonas y fechas de muestreo. En enero de 1999 (Figura 12)
se puede apreciar un aumento significativo en las poblaciónes de rizobios, situación
asociada al incremento de humedad de los suelos.
8 a
.i ui
ui ui
7 en
.é 6 ;;-
o ...
o
5 .ri
ui b a E
o 4 .¡¡¡
:co el:
~
3
J
N 11)
.~ (1J
.~
2
~ Q)
~ ti(1J
~ al
Tipo de suelo
Neves y Rumjaneck, 1994, sostienen que los rizobios viven como saprofitos en
el suel o, donde compiten con bacterias quimioheterótrofas. Su supervivencia parece
asociada a la condición de poder utilizar compuestos orgánicos presentes en muy baja
concentración (Anolles, 1991, citado por Aparicio y Arrese, 1996). Lo anterior pone de
manifi esto su capacidad para adaptarse a las condiciones limitantes de SE en el Ecopar-
que. La prueba en plantas de siratro (Macroptilium atropurpureum) reflejó la capacidad
de los rizobios nativos del Ecoparque para promover nodulación, evidenciando mayor
capacidad de fijación por parte de las cepas encontradas en SE con respecto a las de BP
y BS , lo cual se manifestó en mayor crecimiento, vigor y coloración verde de las plantas
246
LAS ENDOMICORRIZAS : EXPR ESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPI CO
Fijadores asimbióticos de N2
Hubo diferencias altamente significativas entre los suelos de las zonas estudiadas
y entre las fechas de muestreo (Figura 12).
Las poblaciones encontradas en este grupo de microorganismos son altas en BP y
BS, si se tiene en cuenta que, generalmente para Azotobacter y Beijerinckia los regis-
tros no superan las 10x104 células/g.s.s. (Sagardoy, 1980; Acea y Carballas, 1986). Sin
embargo, hay regiones donde sus poblaciones son particularmente grandes, excediendo
el valor de IOx10 5 células/g.s.s. (Burbano, ] 989).
Los fijadores asimbióticos de nitrógeno necesitan considerables aportes energéticos
en forma de carbono combinado. Por lo anterior es fácil inferir que cualquier tipo de
perturbación en el suelo, especialmente la originada por la pérdida de su vegetación,
encargada de realizar dichos aportes, repercutirá negativamente en sus poblaciones,
tal como se verificó en SE, lugar que presenta los menores valores de las tres zonas
estudiadas.
De acuerdo con Dobereiner, 1982, algunos géneros bacterianos fijadores de N2
se asocian estrechamente con gramíneas tropicales. La asociación favorece a los dos
organismos ya que la planta estimula el crecimiento y desarrollo del microorganismo
mediante la secreción de sustancias nutritivas en sus sistemas radicales, mientras que
las bacterias mediante fijación ceden a la planta el nitrógeno que necesita para sus pro-
cesos metabólicos. En los suelos erosionados del Ecoparque La Bandera se observó que
gramíneas de los géneros Panicum, Paspalum y Andropogum se han logrado adaptar a
sus precarias condiciones de fertilidad. Es muy probable que las secreciones radicales
suplan las necesidades nutricionales y energéticas de estas poblaciones diazótrofas de
vida libre.
Day et al., 1975, confirman altas poblaciones anuales de fijadores de N2 de vida
libre en suelos con escaso contenido de materia orgánica e indican la posibilidad de
que la fijación no simbiótica se realice, principalmente en la rizosfera de las especies
que crecen en forma espontánea en dichos ambientes.
247
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
10
a
8
en
u!CI
-
o:r
6
- -
I: 4
ZI
2
Z
b b
CI O
::::1
-2
BP BS SE
248
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Siqueira et al., 1994, afirman que de todos los factores ambientales, la destrucción
de la vegetación en los suelos es la causante de las mayores pérdidas en la cantidad
y diversidad de hongos micorrízicos, situación que es de esperarse dada su estrecha
asociación con la comunidad vegetal. El bajo número de esporas en SE encuentra jus-
tificación en el argumento anterior.
700
a a
8 a
en
en
di en
o en
«
Ll)
di
::E :ci
J: eo
VI
~ 'e
o
c.
VI
uel
W :::l
A pesar de ello, es posible que haya simbiosis muy efectiva entre los HM A y la
comunidad vegetal de dicha zona (SE). Aunque en el presente estudio no se incluyó
la estimación del porcentaje de colonización por HMA, un indicador válido que pue-
de respaldar dicha posibilidad es el proceso de fijación de N2 en nódulos de Dioclea
sericea, leguminosa muy extendida en estos suelos erosionados. Estos nódulos fueron
recolectados por los autores y mostraron apreciables contenidos de leghemoglobina, lo
que indica la efectividad en el proceso de fijación de N 2. Se conoce que la fijación de
N2 exige elevadas cantidades de P, deficiente en SE (4.8 ppm). Tabla 18. La efectividad
observada en dicha planta indica que se han suplido dichos requerimientos. Esto permite
suponer que en las MA recae gran parte del trabajo de búsqueda y asimilación de este
elemento para el normal desarrollo del proceso de fijación en estas condiciones lim itantes
(Sánchez de P. , 1999). En tinción de raíces de esta leguminosa en forma exploratoria se
apreció alta colonización por HMA (mayores de 70% en tinción con tripano azul).
En BP y BS , además de la presencia de cobertura vegetal y lo que ello implica en la
actividad de la MA, sus mayores contenidos de materia orgánica pudieron haber favo-
recido el número de esporas de HMA, ya que ella estimula la formación de estru cturas
micorrÍcicas (Sánchez de P, 1996,1999).
249
UNI V ERSID AD NACIONA L DE COLOMBI A - SEDE PALMIRA
Biomasa microbiana
Para esta variable hay diferencias altamente significativas entre los suelos estudiados;
sin embargo, no las hay entre las fechas de muestreo. Los valores obtenidos dan clara
idea del impacto negativo que la deforestación causa sobre la biomasa microbiana del
suelo erosionado, SE, situación que es de esperarse dada la estrecha relación que la
microbiota sostiene con la comunidad vegetal , pues ésta regula sus fuentes de nutrientes
y contribuye cualitativa y cuantitativamente con la acumulación de materia orgánica.
West el al., 1986, y Bonde el al., 1988, citados por Wardle, 1994, sostienen que la
biomasa microbiana está estrechamente correlacionada con la dinámica de la materia
orgánica del suelo y factores que alteren el contenido de ésta normalmente provocan
cambios en ella; esto se hace evidente cuando residuos de plantas son adicionados al
suelo u ocurre un decrecimiento en los contenidos de materia orgánica.
En SE la deforestación causada por la explotación minera originó un marcado detri-
mento en sus contenidos de materia orgánica y por ende en los de carbono y nitrógeno,
situación que pudo haber originado la sensible disminución en su biomasa (21.9 y 62.5
ug C/g. s.s) en la primera y segunda fecha de muestreo, respectivamente.
También hay que considerar que la deforestación crea condiciones adversas de tipo
físico en los suelos a las cuales los microorganismos son sensibles. Se pueden citar
aumentos en la temperatura (Joergensen, Brookes y Jekinson, 1990; Cattelan y Vidor
1990), pérdida de microestructura que favorece la oxigenación y la retenc ión de agua
(Drury, Stone y Findlay, 1991) y, por tanto, destrucción de microhábitats más favorables
para el desarrollo de los microorganismos.
• En síntesis ...
De los resultados encontrados se puede afirmar que los suelos del Ecoparque con-
servan una reserva de vida compuesta, además del componente vegetal , por la biota
del suelo, en especial la microbiota, capaz de sobrevivir aún en circunstancias adver-
sas . Estos microorganismos del suelo constituyen elemento clave en los procesos de
conservación en BP y BS, y de regeneración de las zonas degradadas SE, resaltando
la acción de las bacterias fijadoras de N2 y el potencial manifestado por los hongos
formadores de micorriza (HMA), microorganismos que influyen en la capacidad de
resiliencia de estos suelos.
250
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Caso 8
• Resumen
Con el fin de estimar la longitud de micelio externo de HMA se establecieron dos
experimentos. En Pescador-Cauca se realizó el primero que incluyó dos ensayos: BMI
donde se estudiaron especies de barbecho mejorado [Indigofera constricta (IND), Ca-
lliandra calothyrsus (CAL) y Tithonia diversifolia (TTH)], barbecho natural (NAT) y el
sistema de rotación maíz-fríjol (ROT); en BM2, IND, CAL YNAT. Al año de establecidos
se tomaron muestras de suelo y se efectuó la estimación de micelio mediante el método
de Miller y Jastrow, modificado dadas las propiedades de los suelos estudiados. En
BMl y BM2 la mayor longitud de micelio se encontró en NAT (40.4 m y 23.5 m/g de
micelio/g de suelo respectivamente), con diferencias altamente significativas del resto
de tratamientos. El segundo experimento se efectuó en invernadero con el fin de estimar
la participación del micelio externo de HMA, en asocio con TTH, sobre la agregación
en suelos degradados y otras propiedades físicas. La unidad experimental constó de
dos compartimentos (A y B) separados por una malla de 44 }1m que sólo permitía el
paso del micelio de HMA. En ambos compartimentos la mayor longitud de micelio se
obtuvo en el suelo sin desinfectar, sin tamizar y sembrado con TTH (16.8 y 17.2 m/g
de suelo respectivamente). También en este tratamiento se encontró la mayor materia
seca y contenidos foliares de N, K, Ca y Mg evaluados en A. Las propiedades físicas
se evaluaron en el compartimento B como efecto de los tratamientos establecidos en
A. Se encontró que la planta y MA influían en la densidad aparente, macroporosidad y
conductividad hidráulica. La estabilidad de agregados >2mm fue superior en los trata-
mientos que incluían TTH en simbiosis con HMA nativos o introducidos y en presencia
de TTH sola. Para agregados entre 0.25 y 0.125mm, el menor efecto se observó en suelo
des infestado sembrado con TTH.
• Palabras claves
Micelio externo HMA, propiedades físicas, barbecho mejorado.
12 Investigación financiada por Tropical Soil Biology and Fertility Institute -Centro Internacional de Agricultura
Tropical-, Universidad Nacional de Colombia-Sede Palmira y Corpoica.
251
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
• Summary
The role of the external mycelia from fungi-arbuscular-mycorrhiza,
associated to improved fallow in degraded soils at Pescador, Cauca
With the aim of estimating the length of the external mycelia from AMF, two ex-
periments were developed. At the Pescador municipality was made the first one, inclu-
ding two assays: BM L where three kinds of improved fallow were studied: IndigoJera
constricta (INO), Calliandra calothyrsus (CAL) and Tithonia diversiJolia (TTH), also
natural fallow (NAT) and the corn-bean rotation system (ROT). In BM2 only INO, CAL
and NAT were evaluated. After one year of planted some soil samples were taken and
the mycelia was estimated using the Miller-Jastrow modified method (according soils
properties). In BM 1 and BM2 the greater mycelia length was found in NAT treatment
(40.4 and 23.5 m/g of mycelia/g of soil, respectively), with high significant differences
for the other treatments. The second experiment was developed in mesh-house, with
the aim of estimating the participation of the external mycelia from AMF, associated
with TTH, over the aggregation in degraded soils and the other physical properties.
The experimental units were two separated compartments (A and B) joined only by a
wire mesh (40.4 m) only allowing the AMF mycelia path . In both compartments the
greatest mycelia length was obtained in infested soil, without sieving and sowed with
TTH (16.8 and 17.2 m/g of mycelia / g of soil, respectively). Also this treatment gave
the highest amount of dry matter and foliar contents of N, K, Ca and Mg, evaluated
in A. The physical properties were evaluated in B, as effect of the A treatments. The
plant and the Arbuscular Mycorrhiza (AM) do inftuence the apparent density, macro-
porosity and hydraulic conductivity. The stability of aggregates > 2 mm was superior
for treatments with TTH in symbiosis with AMF, native or introduced and in presence
of TTH alone. For aggregates among 0.25 and 0.125 mm, the lowest effect was in soi l
non-infested sowed with TTH.
• Key words
External mycelia AMF, Physical properties, improved fallow.
• Antecedentes
La intervención del suelo en los agroecosistemas donde está ausente el manejo
sostenible crea y acentúa desequilibrios físicos, químicos y biológicos que ocasionan
la pérdida de su potencial productivo. La situación es más grave en condiciones de
ladera , como es el caso de los suelos de Pescador, departamento del Cauca. Cuando el
agricultor observa que el suelo se ha degradado lo deja en barbecho natural o descanso
por períodos de 8-10 años para facilitar la recuperación de su fertilidad a través de la
sucesión natural. Dada la presión de uso del suelo por el incremento de la población, es
poco probable que hacia el futuro puedan dejarse suelos en barbecho natural (Barrios
et al., 1997).
252
L AS EN DOMICORRI ZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFI CA DE IMPORTA NCIA EN EL TRÓPI CO
• Metodología
Localización geográfica
La zona de Pescador (departamento del Cauca) está localizada a 2° 48' N, 76°
33' W, 1505 m.s.n.m., a 80 km al sur de Cali y 45 km al norte de Popayán, con clima
cálido húmedo, promedios de temperatura en el día de 24°C y de 1rc en la noche; la
precipitación anual varía entre 1600 y 2000 mm. Los suelos han sido clasificados como
Oxic Dystropepts (lnceptisol), de acuerdo con el sistema de clasificación de la USDA
y Andic Dystric Cambisol según FAO.
Experimento 1, en el campo
Se establecieron dos ensayos, uno en la finca San Isidro (BMI) y el otro en la pro-
piedad del señor Benicio Velasco (BM2). En estos suelos la siembra intensiva de yuca
ha causado pérdida de la estructura del suelo.
253
UN IVERSIDAD NACIONAL DE COLOMB IA - SEDE PALMIRA
Experimento 2, en invernadero
Se hizo para estimar la participación del micelio externo de HMA en asocio con
Tithonia diversifolia sobre la agregación en suelos degradados y determinar algunas
propiedades físicas. Los tratamientos diseñados se describen en la Tabla 19.
Con materos plásticos se construyeron dos compartimentos (A y B) comunicados
por un a abertura central de 100 cm 2 en la cual se colocó una fina malla de nylon de 44
¡tm que sólo permitía el paso de micelio de HMA (Camel et al., 1991), Figura 15.
20cm 1
20cm
254
L AS EN DOMICORRI ZAS: EXPRES IÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Compartimento A Compartimento B
Trat.
(Suelo sin tamizar) (Suelo tamizado y desinfestado)
Condi- Inóculo P205
Tithonia Condición Factores a evaluar en B
cion Hma (50 Kg/ha)
Flora nativa de HMA en
1 SO N - - O
bioagregación
Flora nativa de HMA aso-
2 SO N + - O ciada a TIH en la bioagre-
gación
3 O - + - O TIH en la bioagregación
-
A. langula asociada a TIH
4 O I + O
en la bioagregación
Estímulo ocasionado a la
5 O I + + O bioagregación por la ferti-
lización
SO= Suelo s in desinfectar, 0= suelo des infestado , 1= Acaulospora longula , N= HMA nativos.
- =Sin , + =Con
255
UNIVERSIDAD N ACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
• Resultados y discusión
256
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IM PORTANC IA EN EL TRÓPICO
45 /
40
¡ "'
/' ~
I / .e::.
oQi
35
r ./
&:
.e::. r4=
::l
(f)
30 (
C1l
"O
25 j/ !
Ol
],
I :;;:; ==
20 k/'
"O
I
::::::.
I08M'I
O 8M2
ªOl
e
o
...J
15
¡
/
/
I
10 l'
5 ~/
O 1/
r--- ..,..,...... ~
. L . .;/
Figura 16. Long itud de micelio externo de HMA en BMI y BM2, de 0-10 cm de
profundidad del suelo.
257
U NI VERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIR A
Nair (1997) afirma que los barbechos mejoran el suelo que está debajo de ellos,
al mantener la materia orgánica mediante la provisión de hojarasca y residuos de raíz.
Estos afirmaciones las corrobora el hecho de que las fracciones liviana y media de la
materia orgánica están ligadas a mineralización rápida y por tanto a disponibilidad de
nutrientes y estimulación de la actividad microbiológica, incluidos los HMA (Correa
el al., 2004).
La tasa de descomposición (Kd ) de CAL es de 0.0051 MS/día, vida media de 135
días y tasa de liberación de nitrógeno de 0.0043 mg /día, 14 sumadas al aporte de biomasa
por esta especie ya que su sistema de raíces profundas es eficiente en tomar nutrientes,
en especial nitratos (Schroth, 1995), que han sido lixiviados a capas profundas del suelo
(Nair, 1997; Van Noordwijk el al., citados por Buresh y Tian, 1998), trasladándolos a la
superficie del suelo, en forma de hojarasca, ramas y raíces.
Experimento 2, en invernadero
La Tabla 20 muestra los resultados del análisis del suelo - sin des infestar (SO) y des-
infestado (O), que se utilizó para la fase de invernadero en los compartimentos A y B.
Tabla 20. Análisis del suelo, antes y después de la desinfestación.
e p K ea Mg Mn NH4 N03
Trat. pH
(%) (ppm) (meq/100 9 suelo) (ppm) (ppm) (ppm)
SO 5.3 7.6 0.65 3.20 1.01 17.94 10.26 10.03 5.53
O 5.2 10.3 0.63 3.24 1.05 65 .12 59.42 10.84 5.40
Compartimento A
En el compartimento A la mayor longitud de hifas de HMA ocurrió en TRAT 2:
SO,N, TTH, 16.9 rnIg de suelo seco, y a su vez coincidió con la mayor longitud hifal
en el compartimento B, 17.2 m/g de suelo seco (Tabla 21). Estos resultados se pueden
258
LAS EN DOMICORRIZAS : EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPI CO
explicar como efecto de la MA, puesto que allí se presentó el segundo mayor peso de
raíces (4.2 g de materia secalTRAT), que posibilitó la capacidad de albergar mayor
cantidad de HMA nativa expresada en mayor longitud de micelio externo. En este tra-
tamiento también se presentaron los mayores contenidos foliares de N, K, Ca y Mg.
Tabla 21. Variables de desarrollo vegetativo y longitud de micelio externo de HMA
en el compartimento A.
Tratamientos
Compartimento A
Variables
TRAT1 TRAT2 TRAT3 TRAT4 TRAT5
SD,N SD ,N,TIH D,TIH D,I,TIH D,I,TIH ,P
Longitud de micelio externo (m/gss) 11.3bc 16.9 a 4.8d 10.0c 13.0 b
Materia seca foliar (g) 3.5 a 1.2b 1.1 b 1.8 b
Materia seca radical (g) 4.2ab 2.1 b 2.6b 5.8 a
Contenido N foliar (g) 0.08a 0.06b 0.03c 0.04bc
Contenido P foliar (g) 0.007a 0.004a 0.004a 0.007 a
Contenido K foliar (g) 0.10a 0.04c 0.04c 0.08b
Contenido Ca foliar (g) 0.06a 0.03b 0.03b 0.04b
Contenido Mg foliar (g) 0.02a 0.010bc 0.009c 0.0127b
Esto indica que una MA efectiva posibilita mayor extensión hifal, lo que significa
incrementos en el volumen de suelo a explorar yen la absorción de nutrientes por Tithonia
diversifolia. En este sentido Sánchez de P. (1999) manifiesta que los HMA, además de
su aporte directo como reservorio potencial de nutrimentos,juegan importante papel en
las vías de ciclaje, en la medida en que absorben de una manera eficiente los nutrientes,
los transportan a la planta hospedera y evitan su fijación y pérdida en el suelo.
Al comparar la longitud de micelio externo encontrado en Trat. 2 (16.9 m/g de suelo
seco), con Trat. 3 (4.8 rn/g de suelo seco) se observa que el primero lo cuadruplica. dada
la acción depresiva de la desinfestación del suelo sobre la dinámica microbiológica al
romper su equilibrio. Igual sucede al compararlo con Trat. 4 (lO m/g de suelo seco)
y Trat. 5 (13 m/g de suelo seco), aunque el efecto de la desinfestación es disminuido
por la inoculación con A. longula en el primer caso y de este micosimbionte y TTH en
el segundo, sumado a la fertilización que se hizo. Aunque no se logran los valores de
Trat. 2, se hace evidente la contribución de HMA y de la combinación planta-HMA en
estos tratamientos.
Compartimento B
En cuanto a las propiedades físicas estudiadas en el compartimento B como efecto
de los tratamientos establecidos en A, Tabla 22, en la densidad aparente, macroporosi-
259
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Tratamientos
Compartimento B
Variables
TRAT1 TRAT2 TRAT3 TRAT4 TRAT5
SD,N SD,N ,TIH D,TIH D,I,TIH D,I,TIH ,P
Longitud de micelio externo (m/gss) 7.8b 17.2a 1.8d 5.8c 9.7b
Humedad gravimétrica % 74 .3a 76.7a 73 .9a 75.8a 78.1a
D. aparente ( g/cc ) 0.81a 0.70b O.77a 0.76ab 0.75ab
Porosidad total (%) 67 .6a 64.8a 66.7a 66.1a 66.9 a
Macroporosidad (%) 2.5c 15.1 a 8.2b 12.6ab 9.7b
C. hidráulica (cm/h) 28.1 b 46.3a 15.1 bc 10.3c 10.6c
Est.agregados >2 mm (%) 85.8ab 89.0ab 87.8ab 91.2a 90.2ab
Est.ag regados 80.9ab 82.9b 79.2b 82 .9ab 84.9a
0.250-0.125 mm (%)
260
L AS EN DOMICORRIZAS: EXPR ESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
• En síntesis ...
Los resultados de esta investigación en su etapa de campo permiten afirmar que la
longitud del micelio externo de los HMA varía significativamente, dependiendo de la
planta hospedera natural o introducida como barbecho mejorado y de las condiciones
físico-químicas de los suelos donde se establece. Sin embargo, las longitudes de mice-
lio estimadas permiten inferir la contribución de los HMA a través de sus hifas, en la
conservación y manejo de los dos suelos donde se establecieron ambos experimentos.
En el experimento 2 se pudo comprobar que en virtud de las extensiones que puede
alcanzar el micelio externo se incrementan las posibilidades de la planta para captar
nutrimentos vía micosimbionte y mejorar su crecimiento. Fuera de ello, este micelio
en conjunto con las raíces de las plantas, interviene favorablemente sobre propiedades
físicas de los suelos como densidad aparente, conductividad hidráulica, macroporosidad
y estabilidad de agregados mayores de 2mm y de 0.25-0.125mm.
261
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Caso 9
• Resumen
En la primera fase se continuó el trabajo desarrollado por Torres, Barrios y Sánchez
de P., descrito en las páginas anteriores, y se estimó el micelio externo asociado con
tres especies arbustivas utilizadas como barbechos mejorados (BM) en dos experi-
mentos establecidos sobre suelos degradados. La evaluación se hizo al final de periodo
de barbecho , a los 26 meses. El primer experimento (BM-l) incluyó tres especies de
barbechos mejorados [lndigofera constricta (IND), Calliandra callothyrsus (CAL)
y Tithonia diversifolia (TTH)]; un barbecho natural (NAT) y un sistema de rotación
maíz-frijol (ROT). El segundo experimento (BM-2) solo incluyó a IND, CAL y NAT.
En el experimento de barbechos mejorados BM-I , de 0-5 cm de profundidad del suelo,
los promedios de longitud de hifas no difirieron entre sistemas de barbecho y cultivos
evaluados. Sin embargo, de 5-10 cm de profundidad del suelo, NAT fue significativa-
mente mayor que CAL, TTH y ROT. En BM-2 se encontraron s imilares resultados de
0-5 cm de profundidad del suelo; sin embargo, de 5-10 cm de profundidad, IND y CAL
presentaron los promedios más altos y difirieron significativamente de NAT. En ambos
experimentos los sistemas agroforestales de barbechos mejorados produjeron más rápida
recuperac ión de la fertilidad del suelo que el barbecho natural.
La segunda fase se desarrolló en invernadero, se estableció un experimento con el
rrú smo suelo degradado y con 12 tratarrúentos que consistieron de combinaciones de tres
factores: a) presencia de plantas [Mellinis minutijlora (MEL), Brachiaria dyctioneura
(BCH), sin planta], b) inoculación (con HMAy sin él) y c) condición del suelo (sin desin-
fectar y desinfectado). Se diseñaron unidades experimentales (VE) que consistían en dos
compartirrúentos (A y B) separados por una malla de 40 micras que solamente perrrútió
el paso del micelio de HMA. En el compartimiento A se evaluó la influencia de la MA en
la prod ucción de materia seca de plantas y absorción de nutrientes. En el compartimiento
B se estudió la relación entre longitudes de hifas de HMA y macroagregados estables al
agua. En el compartirrúento A se encontró que los promedios más altos de producción de
15 Investigación financiada por Tropical Soil Biology and Fertility Institute -Centro Internacional de Agri-
cultura Tropical-, Universidad Nacional de Colombia Sede-Palmira y Escuela Nacional de Agri cu ltura,
Hond uras .
262
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
• Palabras claves
Barbechos mejorados, agregados estables al agua, micelio externo HMA.
• Summary
External mycelia from AMF associated to improved follow and the process of soil
bioaggregation
In the first phase, the external mycelium associated with three shrubs species used
as improved fallows (BM) in two improved fallows experiments on degraded soils
was estimated at the end of the fallow period (26 months). The first experiment (BM-I)
included three improved fallows species [lndigofera constricta (lND), Calliandra callo-
thyrsus (CAL) and Tithonia diversifolia (TIH)] a natural fallow (NAT) and a mai zebean
rotation system (ROT). The second experiment (BM-2) onIy it included IND, CAL and
NAT. In the improved fallows experiment BM-I, at 0-5 cm soil depth, the mean hyphal
lengths did not differ among fallow and cropping systems evaluated. However, for the
s-lO cm soil depth, NAT was significantly higher than CAL, TTH and ROT. In BM-2
similar results were found for the 0-5 cm soil depth. Nevertheless, for the 5-10 cm soil
depth, IND and CAL presented the highest mean values and were significantIy different
from NAT. In both experiments, the improved fallows agro forestry systems provided a
faster soil fertility recuperation than the natural fallow. The second phase was carried out
in the glasshouse where an experiment was established with O the same degraded soil
subjected to 12 treatments that consisted of combinations of three factors: a) presence
of plants [Mellinis minutiflora (MEL), Brachiaria dyctioneura (BCH), without plant],
b) inoculation (without and with AMF) and c) soil condition (without disinfecti ons and
disinfected). Experimental units was designed (EU) consisting of two compartments (A
and B) separated by 40 micron screen that only permitted the passage of AMF mycelium.
In compartment A, the symbiosis with AMF was evaluated by studying their influence in
the production of plant dry matter and nutrient absorption. In compartment B, the rela-
263
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
tionship between AMF hyphallengths and water stabJe macroaggregation was studied. lt
was found that in compartment A the highest mean values for dry leaf matter production
and leaf nutrient concentrations (N, P, K. Ca and Mg) was found for both BCH and MEL
in sterilized soils with AMF inoculation. In compartment B, MEL sown in soil without
disinfections and inoculated with AMF presented the highest mean hyphallengths and also
showed the highest proportion of macroaggregates (> 2.0 mm) formation. The formation
of macroaggregates of 0.25-2.0 mm was hjgher with MEL and BCH sown in disinfected
soil and inoculated with AMF. Water stable macroaggregates of 0.25-2.0 mm and > 2.0
mm were showed highest means values with MEL sown in soil without disinfection and
BCH sown in disinfected soil in both cases inocuJated with AMF. The higher aggregate
stability to water was related to higher hyphallengths vaJues. This confirms the important
role of AMF external mycelium in the formation and stabilization of soil macroaggre-
gates. Roots participated in an direct and indirect ways by hosting the AMF and jointly
constituting a matrix that facilitates the process of soil bioaggregation.
• Key words
Improved fallows (BM), aggregate stability to water, external mycelia AMF.
• Antecedentes
La susceptibilidad a la degradación de los suelos de la zona andina colombiana fue
planteada en la anterior investigación, situación que se agrava por prácticas agronómi-
cas como quemas, sobrelaboreo y ausencia de medidas elementales de conservación de
suelos (Corpoica-Creced, 1994; Müller, Ruppenthal y Castillo, 1994).
Lal ( 1991) sostiene que entre las características físicas del suelo la estructura tiene
gran importancia agrícola. Según Baver, Gardner y Gardner, 1973, la estructura del suelo
implica arreglo u ordenación de partículas primarias (arena, limo y arcilla) y secundarias
(grumos, gránulos, agregados) en ciertos modelos o patrones que incluyen necesaria-
mente el espacio de poros acompañante. Emerson, Foster y Oades, 1986, y ElIiott y
Coleman, 1988, indican que la calidad y distribución del tamaño de los agregados del
suelo puede afectar la distribución y el tamaño de los poros del suelo. La unión de estas
propiedades constituye el término estructura del suelo, que puede influir y ser influido
por los procesos físico-químicos y biológicos que en él ocurren.
Se ha establecido que la MA desempeña papel importante en la absorción de nutrien-
tes por las plantas, especialmente aquellos que tienen poca movilidad como es el caso
del P. Fuera de ello se ha encontrado que la MA contribuye a la sanidad y productividad
de las plantas (Sanchez de P, 1999). Sin embargo, tal vez una de sus contribuciones
más importantes está ligada al mejoramiento de la agregación de los suelos, a través
del micelio externo de los HMA.
Las raíces de las plantas y microorganismos del suelo promueven la estabilidad de
la estructura del suelo, al participar en la formación de agregados, por diferentes me-
canismos, algunos de ellos de naturaleza física, a través de las redes radicales e hifales
que se ex tienden en el suelo, y también , mediante las secreciones que producen unas
264
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
y otros, que se convierten en ligantes de partículas, cuya acción puede persistir desde
meses hasta años. Una de estas sustancias que forman los HMA son las glomalinas
(Tisdall y Oades, 1979; 1982; Primavesi, 1982; Lynch, 1984; Oades, 1984; Kay, 1990;
Miller y Jastrow, 1992; Rillig Y Steinberg, 2002; Sánchez de P. , 2003).
Tisdall (1994) afirma que la estabilidad de los agregados en suelos agrícolas está
estrechamente influenciada por las raíces de las pl antas y la distribución de las hifas
fungosas, en especial del micelio externo de los HMA . Esto hace que sean mu y suscep-
tibles a las prácticas de manejo del suelo (Jastrow, Miller y Lussenhop, 1998).
Para recuperar la capacidad productiva de los suelos en períodos cortos, C IAT, a
través del proyecto Manejo de Suelos , realiza investigaciones en la zona de Pescador
(Cauca), en las cuales se introducen especies de árboles de rápido crecimiento, alta
producción de biomasa y acumulación de nutrientes que propician la recupe ración
rápida de suelos degradados. Esta tecnología involucra la presencia de HMA nativos o
introducidos por sus potencialidades para promover la bioagregación.
Torres, et a/., 2003, evaluó experimentos con barbechos mejorados denominados BM-I
y BM-2, en el primer año de establecidos. Estos incluían a lndigofera constricta (IND),
Cal/iandra ca/othyrsus (CAL) y barbecho natural (NAT); en BM-I también se incluyó a
Tithonia diversifolia (TTH) y un sistema de rotación maíz-fríjol (ROT). Encontraron que
en ambos sitios NAT difirió significativamente de los barbechos mejorados y del sistema de
rotación maíz-fríjol , al presentar las mayores longitudes de micelio externo de HMA que
también variaron dependiendo de las condiciones químicas de los suelos estudiados.
Los autores anteriores también evaluaron la participación del micelio externo de
HMA en asoc io con TTH sobre la agregación de suelos degradados e impacto sobre
algunas propiedades físicas. Se estableció que la presencia de hifas de HMA y las ex-
tensiones que alcanzan, incrementan las posibilidades de la planta para captar nut rientes
vía micelio externo de sus micosimbiontes. Además, este micelio en conjunto co n las
raíces de plantas mejora propiedades físicas como densidad aparente, conductividad
hidráulica, macroporosidad y estabilidad de agregados> 2 mm y de 0.25-0.125 mm.
En el presente estudio se establecieron dos fases. En la primera se continuó el
trabajo efectuado por Torres, Barrios y Sánchez de P., 2003, con el fin de evaluar los
resultados de los tratamientos sobre el micelio externo de HMA a los veintiséis meses
de establecidos los barbechos mejorados BMI y BM2. En la segunda fase se esti mó la
habilidad del micelio externo para formar macroagregados estables al agua con diferentes
hospederos vegetales, condiciones de suelo y HMA.
• Metodología
Experimento 1. Micelio externo de HMA en asocio con barbechos mejorados
Se hizo evaluación de micelio externo de HMA en BM I Y BM2 a los 26 meses de
establecidos en el campo, siguiendo la metodología de Miller y Jastrow, descrita por
Kling, 1998 y adaptada por Torres, 2000.
265
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Tratamientos
Se diseñaron doce tratamientos que se describen en la Tabla 23, donde se combinan
condiciones de suelo, desinfectado (O) y sin desinfectar (SO); inoculación con HMA,
-inoculado y sin inocular, y hospederos [Melinis minutiflora (MEL), Brachiaria dyc-
tioneura CIAT 6133 (BCH) y sin planta].
Las unidades experimentales son materos plásticos con dos compartimentos (Ay B)
comunicados por una abertura central de 100 cm 2 en la cual se colocó una fina malla de
nylon de 44 }lm que sólo permitía el paso de micelio de HMA, los cuales se describieron
en el trabajo que antecede este escrito, basados en Camel et al., 1991.
266
LAS ENDOMICORRI ZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPI CO
Compartimiento A Compartimiento B
(Suelo sin tamizar.;. arena) (Suelo tamizado y desinfectado + arena)
Tra!.
INOC.
Condición Planta Condición Objetivos
HMA
Impacto del HMA nativo asociado con MEL en
1 SD - MEL D
bioagregación del suelo.
Impacto del HMA nativo asociado con BCH en
2 SD - BCH D
bioagregación del suelo.
Competitividad del inóculo introducido en
3 SD I MEL D asocio con MEL e impacto bioagregación de
suelo en compartimiento B.
Competitividad del inóculo introducido en
4 SD I BCH D asocio con BCH e impacto bioagregación de
suelo en compartimiento B.
Impacto de MEL en bioagregación de suelo
5 D - MEL D del compartimiento B y efectividad de la
desi nfección.
Impacto de BCH en bioagregación de suelo
6 D - BCH D del compartimiento B y efectividad de la
desinfección.
Efectividad de la inoculación en asocio con
7 D I MEL D MEL e impacto en bioagregación de suelo en
compartimiento B.
Efectividad de la inoculación en asocio con
8 D I BCH D BCH e impacto en bioagregación de suelo en
compartimiento B.
Impacto del inóculo nativo sobre la bioagre-
9 SD - - D gación de suelo en compartimiento B (Control
relativo 1).
Interacción del HMA introducido y nativo e
10 SD I - D impacto en bioagregación de suelo en com-
partimiento B (Control relativo 2).
Impacto de la inoculación del HMA en bio-
11 D I - D agregación de suelo en compartimiento B
(Control relativo 3).
12 D - - D Control absoluto
so = Suelo sin desinfectar O = SucIo desinfectado J= lnóculo introducido; - =Sin
267
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
• Resultados y discusión
Experimento 1. Micelio externo de HMA en asocio con barbechos mejorados
Al analizar la longitud de micelio externo, nuevamente los mayores valores se en-
cuentran en los primeros cinco centímetros de profundidad . En BMl y BM2, en todas
las profundidades evaluadas: 0-5, 5-10 y 0-10 cm, se encontraron diferencias altamente
significativas (P ~ 0 .0 1) entre tratamientos y entre repeticiones. El análisis presentado
se centra en 0-10 cm (Tabla 24). Aunque los valores fueron inferiores a los encontrados
por Torres, Barrios y Sánchez de P , 2000, la tendencia en los tratamientos fue similar.
En BMl la longitud de los HMA es mayor que en BM2. Mientras que los barbechos
268
LAS ENDOM ICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
BM1 BM2
Tratamientos
(m/g de suelo)
Barbecho natural (NAT) 29.6 a 22 .8b
l. constricta (INO) 28.7a 25.7a
C. calothyrsus (CAL) 27.6 ab 26.3a
T diversifolia (TIH) 25.9 b
R. maíz-fríjol (ROT) 23.1 c
269
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
270
LAS ENDOMICORR IZAS; EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANC IA EN EL TRÓPICO
271
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
272
LA S I:.NDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
25
O'
Qi
::l
(j)
Q)
"O
20 -
a
Ol
E b b b
o 15 r-
x
c:
Q;
Q)
b
1""
-
b
.Q 10 ¡...- - f- f- f-
Qi
ü
'E
e e
-
"O
.3 5 ...- c- - r- f- C e
.f C
r-
~[)j]7
'51
c:
o
....J
o 1-- ~ - - ~ ~ -
2 3 4 5 6 7 8 9 10 11 12
TRATAMIENTOS
273
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
274
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓP ICO
275
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Varios investigadores (Tisdall y Oades, 1979, 1982; Elliott y Coleman, 1988; Miller
y Jastrow, 1990) han encontrado relación directa entre estabilidad de macroagregados
y longitud de hifas de HMA en el suelo. Al relacionar en este estudio, agregados es-
tables al agua >2 mm y longitud de micelio externo de HMA, se encontró correlación
altamente significativa (R 2= 0.73) entre estas dos variables (Reyes, Barrios y Sánchez
de P., 2004 a y b).
• En síntesis ...
Las longitudes de micelio externo de HMA encontradas en los barbechos mejorados
sugieren su activa participación en la absorción de nutrientes, inferencia que se corrobora
en los experimentos en invernado realizados por Torres (2000) y Reyes (200 1).
En BM-l las longitudes de micelio externo de HMA fueron inversas a la cantidad
de biomasa que produjo el barbecho y a su edad, por el contrario en BM-2 fueron
directamente proporcionales y estables, aparentemente por depender en este último
experimento, en mayor medida, de la captación de nutrientes aportados por el barbecho
vía micorriza arbuscular. En otras palabras, cuanta más pobreza nutricional en el suelo,
más va a depender de la red micelial de HMA para captarlos, lo que se convierte, a su
vez, en un estímulo para su desarrollo.
La longitud de micelio externo estuvo influenciada, además de las condiciones
nutricionales propias de los suelos donde se sembró BM 1 Y BM2, por factores re-
lacionados con podas periódicas de los barbechos, aportes orgánicos y reciclaje de
nutrientes, actividad de microorganismos, labores de cultivo, simbiosis y persistencia
de la inoculación, composición f10rÍstica prevaleciente y la recolección de muestras de
suelo en experimentos, factores que pesaron de una u otra forma.
Los ensayos de invernadero han permitido corroborar la importancia de la condi-
ción de suelo y presencia de HMA en la materia seca y absorción de nutrientes por los
diferentes hospederos que se han ensayado - TTH, MEL y BCH.
Los resultados obtenidos en estos estudios confirman la importancia del micelio
externo de HMAen la formación y estabilización de macroagregados en el suelo y demás
cualidades ligadas a su presencia, como densidad aparente, conductividad hidráulica y
macroporosidad. Las raíces participaron de manera directa e indirecta, albergando los
HMA, constituyendo con las hifas, una matriz facilitadora del proceso de bioagregación
del suelo.
276
L AS ENDOM ICORR IZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANC I A EN EL TRÓPI CO
Caso 10
Wilder Frans Triana Guzmán, Martín Prager Mosquera y Marina Sánchez de Prager
• Resumen
Se evaluó la actividad microbiana en un suelo de ladera Typic Dystrandeptdel norte
del Cauca, durante una rotación yuca-fríjol, en la que se utilizaron prácticas sencillas de
conservación de suelos: labranza reducida, cobertura muerta o mulch y barreras vivas.
El porcentaje de colonización por HMA no difirió significativamente entre tratamientos
en el cultivo de yuca (57%), pero sí en fríjol por efecto de tratamientos y edad del cul-
tivo, cuyos mayores valores estuvieron en labranza mínima y cobertura y en etapa de
precosecha (85%). La respiración microbiana (C-C0 2) sólo varió significativamente en
este mismo período vegetativo, mientras que en fríjol en ninguna etapa. Las prácticas
que más influyeron en los rendimientos fueron cobertura vegetal y uso de barreras vi-
vas. La mayor productividad de yuca se alcanzó con el manejo labranza convencional
y cobertura (35 t/ha) y la de fríjol con labranza mínima más cobertura (1.2 t/ha). No se
encontraron correlaciones altamente significativas entre los rendimientos de la rotac ión
yuca-fríjol y la actividad microbiana.
• Palabras claves
Micorriza, respiración microbiana, yuca, fríjol, andisoles, suelos de ladera.
• Summary
Microbiological activity in a hillside soil (Typic Dystrandep~ during the cassava - beans
rotation using several alternatives for soil conservation
The microbiological activity was evaluated in a hillside soil Typic Dystrandept from
northem Cauca, during the cassava-beans rotation, using several simple altematives for
soil conservation: reduced tillage, mulch and plant barriers. There were no significant
differences in the colonization percentage (57%) of arbuscular micorrizogen fungi
(AMF) on cassava roots before harvest. In beans there were significant differences during
16 Investigación financiada por la Fundación para la Investigación y Desarrollo Agrícola (FIDAR) y la Uni-
versidad Nacional de Colombia-Sede Palmira.
277
UNIVERSIDA D NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
postsowing and pre-harvest, when minimum tillage and mulch management were used
(85 %). The microbiological activity evaluated through C-C02 quantification in the soil
did not show significant differences in the cassava vegetative periods, except before the
harvest, where the conventional tillage in addition to mulch and barrier excelled. With
beans, there were no significant differences in any of the their stages of development.
The mulch and plant barriers were the practices more importants. The best productivity
with cassava was obtained with conventional tillage and mulch management (35 t/ha),
and in beans with minimum tillage plus mulch management (1.2 t/ha). There were no
highly significant correlations among yields of cassava-beans rotation and the microbial
activity (HMA percentage).
• Key words
Micorrhyza, microbial respiration, cassava, bean, andisols, hillside soils.
• Antecedentes
La microbiota del suelo, al participar activamente en los procesos de descomposi-
ción del material orgánico, garantiza la disponibilidad de nutrimentos para los ciclos
vegetativos y por consiguiente la obtención de mejores cosechas. Cambios en las con-
diciones de humedad, pH, aireación, temperatura, material parental , materia orgánica,
prácticas agronómicas y otros factores ecológicos que influyen directamente sobre la
distribución, abundancia y diversidad de la vida microbiana, tienen implicaciones en la
productividad y conservación del suelo (Primavesi, 1982; Sánchez de P. , 1990; Novo y
Fernández, 1998; Sánchez de P. y Gómez, 2000; Mosquera, 2000).
Las prácticas agrícolas modifican las condiciones edafológicas e influyen en la
proliferación o disminución de la biota y su diversidad, razón por la cual es importante
monitorear el impacto de ellas, con el fin de comprender los cambios ocasionados, por
ejemplo, por los diferentes tipos de labranza, coberturas y barreras vegetales y orientar
el manejo agronómico a la preservación del suelo como recurso finito indispensable
para la sostenibilidad del planeta (Prager el al., 2002a; Prager el al., 2002b) .
Dentro de esta perspectiva, en esta investigación se buscó evaluar efectos de prác-
ticas conservacionistas (labranza reducida, cobertura muerta o mulch y barreras vivas)
sobre la actividad biológica del suelo y correlacionar la influencia de éstas sobre la
producti vidad de los culti vos de yuca y fríjol en rotación.
• Metodología
La parcela experimental, propiedad de la Fundación para la Investigación y el
Desarro llo Agrícola (Fidar), está ubicada en la vereda La Independencia, municipio
de Piendamó, departamento del Cauca (2° 56' latitud Norte y 76° 32' latitud Oeste).
Su reli eve es quebrado y los suelos se clasifican como Typic Dyslrandepl (Zamorano,
2000) . Está localizada en la parte media y baja de la subcuenca del río Cabuyal, a 1400
m.s.n.m . La temperatura promedio es de 19.3°C, con pequeñas variaciones durante el
año y la precipitación de 1950 mm, con distribución bimodal. Los meses de máxima
278
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
279
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
(HMA) Y los rendimientos de yuca y fríjol (t/ha). Los muestreos se realizaron en los
estados de postiembra, prefloración y precosecha. Se tomaron tres submuestras para
todas las variables. El muestreo se realizó con barreno a 0-20 cm de profund idad. Para
el porcentaje de colonización de hongos que forman micorriza arbuscular (HMA) se
tomaron plantas al azar separando las raíces jóvenes.
Las muestras se almacenaron en el laboratorio refrigeradas a 4°C. El porcentaje
de colonización de hongos que forman micorriza HMA se calculó con la metodología
descrita por Sieverding (1983), utilizada por Gómez L. (1997), con las modificacio-
nes requeridas para las raíces de yuca y fríjol. Para estimar la actividad microbiana
(C-CO::!) del suelo (AMS) se utilizó la metodología del Centro de Agrobiología del
Brasil (G uitián y Carballas, 1976, descrito por Cadena y Madriñán , 1998). Se efectuó
análisis gráfico para cada una de las variables con el fin de observar tendencias. Los
resultados se sometieron a análisis de varianza y prueba de Duncan en los casos donde
se detectaron diferencias significativas. También se realizó análisis de correlación entre
las variables evaluadas.
• Resultados y discusión
Según Zamorano y Velasco, 2000, los análisis químicos y físicos del suelo donde
se estableció el experimento, en 1995, señalaban que tenía pH de 5.3, alto contenido
de materia orgánica, baja capacidad de intercambio catiónico (CIC) y era deficiente en
fósforo disponible. En 1999, en todos los tratamientos, como efecto de las prácticas que
incluían aplicación de enmiendas, el pH se incrementó al igual que los contenidos de
materia orgánica. Los cambios significativos se presentaron en el aumento de la capa-
cidad de intercambio catiónico (CIC) y estabilidad de agregados, en los cuales tuvieron
alta influencia la cobertura y el establecimiento de barreras vivas.
Cultivo de la yuca
No hubo diferencias significativas en los porcentajes de colonización por HMAentre
los diferentes tratamientos (Tabla 29). Sin embargo, fueron menores a los registrados
en otros ensayos en condiciones agroecológicas similares. Es posible que influya la
aplicación de fertilizantes y abonos orgánicos que se realizó en estos cultivos. Gómez L.
(1997) afi rma que en la costa norte colombiana la utilización de labranza convencional,
el abonamiento y la cobertura disminuyen la colonización por HMA, y ésta es mayor
cuando se utilizan sistemas de labranza cero, sin abono.
Co n respecto a la actividad microbiana (C-C0 2) fue sig nificativamente mayor en
el período postsiembra que difirió de precosecha en el resto de los tratamientos (Tabla
29) , con excepción de LCBCo que mantuvo alta actividad. En el ensayo realizado por
Gómez L. (1997), mencionado con anterioridad, la labranza convencional y la aplicación
de cobel1ura vegetal dinamizaron la actividad microbiana, lo cual se explica con base en
la aireación que se logra con la labranza y su acción estimulante sobre las poblaciones
y su metabolismo.
280
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Tabla 29. Actividad microbiana en raíces de yuca y fríjol en diferentes manejos agro-
nómicos en un Typic Distrandept. La Independencia, Piendamó, Cauca.
Yuca Fríjol
Respirac. % Colonizac. Respirac. Microbiana
Tratamientos % Colonizac. Microbiana (HMA) (mg C-C02/10 g suelo)
(HMA) (mg C-C02/1O
g suelo) Postsiembra Precosecha Poslsiembra Precosecha
Cultivo de fríjol
Se registraron altos porcentajes de colonización por HMA (Tabla 29), superiores a
los obtenidos en yuca; quizás, debido a mayor exigencia de nutrientes, especialmente
fósforo, demandados por el fríjol y a menor período vegetativo (cien días). Aunque en
general el porcentaje de colonización es poco variable a través del desarrollo fenológico
del cultivo, se presentó diferencia significativa por efecto del período vegetativo. La
colonización más alta se obtuvo en precosecha con el manejo LMCo. La interacc ión
barrera y cobertura deprimió el porcentaje de colonización , pero este efecto no se pre-
sentó en prefloración y precosecha. En prefloración no hubo diferencias significativas
entre las tecnologías evaluadas.
En cuanto a la respiración microbiana del suelo (C-C02) en el cultivo del fríjol no
se presentaron diferencias significativas entre los estados fenológicos evaluados como
tampoco por efecto de las tecnologías evaluadas; los valores registrados fueron similares
a los obtenidos en yuca.
Análisis de rendimientos
En los rendimientos de ambos cultivos se presentaron diferencias significativas entre
las tecnologías de conservación evaluadas (Figura 18). Los mayores valores se obtuvie-
ron con el empleo de cobertura. También se observó efecto positi vo cuando se emplearon
de manera simultánea barrera y coberturas y se practicó la labranza reducida.
El análisis de correlación entre rendimientos y las variables microbiológi cas no
permitió evaluar el efecto de ellas sobre la productividad de estos cultivos. Esto es
explicable en función de que los rendimientos son expresión de múltiples factores que
incluyen los genotipos de los cultivos, el suelo y su biota y las condiciones ambientales,
entre otros.
281
U N IVER SIDAD NACIONAL DE C OLOMBIA - SEDE PALMIRA
Rendimientos Yuca
40 35 a
32 b 31 b
35
27 e
30 24 e
.2
;; 25
o
e
QI
20
'E 15
:s
¡ 10 ¡
o: I
5 e_. 1 - ' _... , . j J. i __ ~ ,
0, ----------- - - - - - - - - - - - - - - .- - - - -
LC LCS LCCo LCSCo LMCo
Tratamientos
Rendimientos Frijol
1,20 a
1,20 j 1,01 b 1,02 b
.E 1,00
....
.2 0,80
c:
CII
¡ 0,60
"c: 0,40
& 0,20
0, 00 ~--::::.
LC Lce LCCo Lceco LMCo
Tratamientos
Figura 18. Rendimientos de yuca y fríjol en los diferentes tratamientos analizados.
• En síntesis
En el Typic Distrandept estudiado ubicado en la vereda La Independencia, municipio
de Piendamó, departamento del Cauca, las prácticas agronómicas de cobertura vegetal,
establecimiento de barreras vivas y la labranza reducida influyeron significativamente
en los rendimientos del sistema de rotación yuca-fríjol. Se detectaron cambios en la
actividad microbiana, en especial, en la dinámica de los hongos que forman micorriza
arbuscul ar (HMA) en el cultivo del fríjol, aunque no se logró establecer su interacción con
los rendimientos de ambos cultivos, dada la complejidad del sistema que se maneja.
282
L AS ENDOMICORRIZAS : EXPRES IÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Caso 11
• Resumen
En tres suelos del valle geográfico del río Cauca provenientes de Santander de Qui-
lichao, Corinto y Miranda (departamento del Cauca) sembrados con caña de azúcar y
cuyas propiedades químicas se caracterizaron previamente, se tomaron muestras con el
objetivo de estudiar la presencia de HMAy establecer, en invernadero, la influencia de
HMA nativos e introducidos sobre el desarrollo vegetativo del cultivo, en combinación
con distintos niveles de fertilización (O, 15,30 Y45 kg/ha de P20S) a los tres y sei s meses
de edad de las plantas. Se utilizó el diseño experimental de parcelas subdivididas. Se
encontró predominancia del género Glamus en estos suelos, El mayor efecto be néfico
de la presencia de HMA se observó en el suelo de Santander de Quilichao, y el menor,
en Miranda, con mejores condiciones de fertilidad . No se encontraron diferencias signi-
ficativas entre cepas nativas e introducidas de HMA y, a 30 kg/ha de P 20s, las variables
evaluadas alcanzaron los mayores valores, independiente de los suelos.
• Palabras claves
HMA, Caña de azúcar, Glamus, Santander suelos, Miranda suelos.
• Summary
Evaluation of the arbuscular mycorrhiza (AM) over the nutrient absorption on sugar
cane (Saccharum spp) in Santander of Quilichao, Corinto and Miranda (Cauca)
On three soils ofthe geographical valley ofthe Cauca river, coming from Santander
of Quilichao, Corinto and Miranda (Cauca department) planted with sugar cane, whose
chemical properties have been determined previously, were taken several samples, in
arder to determine the presence of HMA and to establish (in wire house) the influence
283
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
of nativc or introduced HMA over the vegetative development of the plantation, com-
bining several fertilizer levels (O, 15,30 and 45 kg P20S/ Ha) at three and six months of
age of the plants. It was used a subdivided parcel experimental designo It was found a
great prcvalence of the Glomus genus in those soils. The presence of HMA had greater
benefical effect on the Santander of Quilichao soils, and lower, on the Miranda soils
(better t"ertility conditions). There were no statistical significant differences among
native and introduced HMA, and with 30 kg P 20 s/Ha the evaluated variables reached
the greatcst values, without influence of the soils.
• Key words
HM A, sugar cane, Glomus, Santander soils, Miranda soils.
• Antecedentes
El valle geográfico del río Cauca dedica gran parte de su potencial agrícola al cul-
tivo de la caña de azúcar (Saccharum spp) debido a las condiciones edafoclimáticas
favorables, como alta fertilidad de sus suelos, temperaturas medias de 24°C y patrón
de distribución de lluvias bimodal (Cenicaña, 1993).
Las altas producciones que se obtienen (123.0 toneladas de caña por hectárea - TCH)
con rendimiento comercial del 11 .7% toneladas de azúcar por tonelada de caña (Ceni-
caña, 1993), se reflejan en elevadas demandas de nutrientes por parte de este cultivo,
lo cual genera exigencias sobre el suelo que se suplen normalmente con la fertilización
química y con el uso de la incorporación de la materia orgánica del mismo cultivo, en
aquellas siembras donde se ha suprimido la práctica de quema (Cenicaña, 1993).
La participación de la actividad microbiana en la nutrición vegetal, incluida la caña
de azúcar, juega papel importante. Tal es el caso de los hongos que forman la micorriza
arbuscular (HMA) en suelos tropicales. Esta simbiosis manejada técnicamente puede
significar, en el futuro, disminución significativa en los costos de producción del cultivo
de la caña de azúcar, en la medida en que se haga menor uso de fertilizantes y productos
fitosanitarios.
Para evaluar la importancia que este recurso microbiológico tiene en el cultivo de la
caña se requiere avanzar más en su investigación. El presente trabajo busca identificar
HMA nativos en tres sitios del Valle del río Cauca, sembrados con caña de azúcar y
evaluar su efecto en la eficiencia de la fertilización fosfórica en el cultivo.
La primera descripción de MA en caña de azúcar ocurrió en Java (Treub, 1980), y en
1977 Trappe describió las especies Sclerocystis clavispora y Acaulospora scrobiculata
asociadas a este cultivo, maíz y pastos silvestres. En Piraeicaba (Brasil) se registraron
los géneros Glomus sp y Gigaspora (Dainese y Cardoso, 1981). Huang y Chang, 1983,
aislaron estos mismos géneros en campos de caña en Taiwán y comprobaron que algu-
nas especies aisladas en caña se establecían con éxito en maíz (Chang y Huang, 1984),
y cepas Glomus sp eran efectivas en caña de azúcar (Chang y Huang, 1985 ). Janos y
Trappe. 1982, registraron la especie Acaulospora foveata asociada con cacao, banano
y caña de azúcar, en Méjico, Panamá y Costa Rica
284
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCI A EN EL TRÓPICO
Toro, 1984, en el Valle del Cauca, encontró en campos sembrados con caña de azúcar
Glomus, Sclerocystis, Acaulospora, Entrophospora y Gigaspora e identificó Glomus
mosseae, Glomus occultum, Glomusfasciculatum y Acaulospora appendicula. Registró
que la variedad de caña, la fertilidad del suelo, así como el estado de desarrollo de la
planta fueron factores que modificaron la presencia de MA. Bastidas (1995) aisló varios
HMA de raíces jóvenes de caña de azúcar provenientes de campos del Valle del Cauca,
en las cuales halló colonizaciones que fluctuaban entre 36% a 70%.
Sánchez de P., 1999, evaluó la presencia de HMA en seis suelos del Valle del Cauca,
sembrados con caña de azúcar, correspondientes a Molisoles, Vertisoles e Inceptisoles.
En todos ellos fue común encontrar especies del género Glomus. En aquellos con pH
ácido hubo mayor frecuencia de especies de Acaulospora y Scutellospora, mientras que
en aquellos cercanos a la neutralidad hubo más especies de Glomus, observación que
coincide con registros de Sieverding y Toro, 1988.
En ensayos en invernadero, al evaluar la participación de la flora nativa de HMA en
la materia seca y extracción de P por la parte aérea de la caña de azúcar, encontró que
la mayor materia seca se presentaba en suelos que combinaban buenas características
químicas y físicas y, el mayor contenido de P foliar, en plantas sembradas en suelos
con niveles medios a bajos de P disponible, lo cual constituía un indicio de actividad
de HMA efectivos, que permitían que no sólo la caña sino también el maíz y el sorgo,
incluidos en el experimento, exploraran más eficientemente el volumen de suelo a dis-
posición. En bioensayos realizados por esta misma autora, la introducción de Glomus
mosseae, en caña en comparación con flora nativa, no arrojó diferencias significativas
en materia seca pero sí en el contenido foliar de P (Sánchez de P, 1999).
• Metodología
Se colectaron muestras de suelo en lotes dedicados al monocultivo de la caña de
azúcar, ubicados en el departamento del Cauca (valle geográfico del río Cauca). Se
seleccionaron teniendo en cuenta que representaran niveles bajos, medios y altos de
fósforo. Se escogieron tres lotes localizados en: a) Santander de Quilichao (Cachimbalito,
Ca 25, con 2.9 ppm de P), b) Corinto (Silencio-Cámbulos SiCa, con 12.2 ppm de P)
y, c) Miranda (San Fernando sur SFS24, con 157.8 ppm de P). Estaban ubicados entre
los 1000 Y 1500 m.s. n.m. Los lotes estaban sembrados con soca de caña de la variedad
Mayagüez MZC 74 275, con edades aproximadas de 6 y 3 meses. Las muestras de suelo
y raíces se recolectaron en la rizosfera de la planta hasta 20 cm de profundidad. Cada
lote se recorrió en zigzag y se tomaron cuatro muestras de 1 kg de suelo compuesta por
cinco submuestras cada una.
El ensayo de invernadero y pruebas de laboratorio se realizaron en la estación expe-
rimental San Antonio, del Centro de Investigación de la Caña de Azúcar de Colombia
(Cenicaña), ubicado en el municipio de Florida (Valle), situado a 1000 m.s.n .m., con
temperatura promedio de 26°C y precipitación promedia anual de 920 mm, con régimen
bimodal.
285
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
286
LAS ENDOMICORRI ZAS : EXPRESIÓN BIO EDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
• Resultados y discusión
Condición nutricional de los suelos
Con respecto a la condición nutricional de los suelos evaluados, es de anotar que
en la parte plana del valle del río Cauca la mayoría de sus suelos presentan contenidos
de fósforo disponible mayores a 10 ppm. Cenicaña (1993) ha establecido tres cate-
gorías de fósforo disponible (ppm): bajo < 5, medio 5 - 10, Y alto> 10. La Tabla 30
muestra algunas características químicas y la textura de los suelos donde se realizó
este trabajo.
Tabla 30. Análisis químico y textura de los suelos sembrados con caña de azúcar.
Propiedades químicas
Textu-
Municipio m.o. meq/100gss ppm
pH ra
% K Ca Mg P Cu Fe Zn
Miranda 6.4 3.6 0.4 12.7 4.8 151.8 2.5 22.3 6.5 F
Corinto 5.0 2.9 0.1 3.7 1.9 12.2 4.3 122.4 4.5 F
Santander de
5.5 3.9 0.4 7.9 4.9 2.9 5.1 81.3 4.4 Ar
Quilichao
287
UNIVERSIDA D NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIR A
Los porcentajes más altos de colonización durante los dos muestreos se encontraron
en los suelos de Santander de Quilichao, seguidos por Corinto, y los más bajos corres-
pondieron a Miranda. La mayor colonización en las dos edades ocurrió en presencia
de cepas de HMA nativas + G. geosporum (12.1 % y 33.4% a los tres y seis meses de
edad).
A pesar de las diferencias en las propiedades químicas y textura de los suelos es-
tudiados, en todos ellos los mayores porcentajes de colonización por HMA, en los dos
muestreos, se obtuvieron con el nivel de 30 kg de P20S/ha, donde se registraron cifras
de 17% (3 meses) y 33.4% (6 meses). Las cifras más altas de colonización se concen-
traron en los suelos de Santander, los más pobres nutricionalmente, y los menores, en
Miranda, más fértiles.
Con relación a la materia seca de las plantas, al igual que en el desarrollo de HMA,
hay diferencias significativas por efecto de los suelos. Los mayores valores, como se
esperaba, se encontraron a los seis meses de edad, en Miranda y Corinto (205 y 198
g/pi) que diferían significativamente de Santander (181 g/pi). No hubo diferencias en
esta variable entre las cepas nativas de HMA y las introducidas. Con el nivel de 30 kg
de P20S/ha las variables estudiadas presentaron sus máximos valores.
El análisis de correlación con un nivel de significancia del 1% señaló que materia
seca se correlaciona con los contenidos foliares de nitrógeno (-0.869) y fósforo (-0.585).
Estas relaciones son inversas, es decir, que en la medida en que se incrementa la materia
seca hay un efecto de dilución en estos nutrientes.
Las correlaciones entre HMA, disponibilidad de nutrientes en el suelo y las varia-
bles de desarrollo vegetativo del cultivo evaluadas (Tabla 31) indican que, en general,
mientras los contenidos foliares de N y P en la caña se aumentan por efecto de pH e
incrementos en la disponibilidad de la mayoría de los nutrientes en el suelo, con las
estructuras de colonización y reproducción de HMA sucede lo contrario.
Se hace evidente la relación altamente significativa de los porcentajes de coloni-
zación y población de esporas de HMA, con niveles de P, Ca, Cu, Fe y Zn disponibles
en el suelo, y en su mayoría son correlaciones negativas, con excepción de Cu y Fe. El
N Y P foliar se relacionan directamente con los niveles presentes en el suelo de P, Ca y
Zn e inversamente con el Cu y Fe.
• En síntesis ...
En los suelos estudiados el mayor efecto benéfico de la presencia de HMA en caña de
azúcar se observó en aquellos con mayores limitaciones nutricionales, correspondientes
a Santander de Quilichao, y los menores en suelos de Miranda, de mayor fertilidad. El
género Glomus fue predominante y la materia seca de las plantas no difirió significati-
vamente entre cepas nativas e inoculadas.
288
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Tabla 31. Matriz de correlac iones entre vari ables de desarro llo vegetativo de HMA,
cul tivo y nutri entes en los sue los estudi ados .
r HMA PLANTA
Colonización Esporas Materia Seca Nitrógeno Fósforo
Suelo
% (No./100gss) (mg/planta) (ppm) (ppm )
-0.70366 -0.42002 0,04896 0.3414 0.55855
pH ** ** ns ** **
** : Altamente signi ficat ivo ( 1%). *: Significativo (5%). ns: No signi ficat ivo.
289
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Endomicorrizas en orquídeas
y ericáceas
Caso 12
Gabriel Díaz, Marina Sánchez de Prager, Eyder D. Gómez L., Carmen Elena Mier
• Resumen
Las orquidáceas terrestres participan en la formación natural, recuperación y con-
servación de los suelos, las endomicorrizas propician esta habilidad. Con el fin de hacer
inventario de orquídeas que habitan taludes de carreteras y constatar la presencia de la
simbiosis, se muestrearon en dos trayectos de la cordillera Central en los departamen-
tos del Valle y Cauca. Las especies recolectadas se identificaron mediante el uso de
claves y consulta con especialistas; para la evaluación del porcentaje de colonización
micorrícica se realizó tinción de raíces, adaptada para orquídeas de acuerdo con la
metodología establecida por Sieverding en 1983 (Sánchez de P., 1999). Los micosim-
biontes se identificaron por género. Además, se procedió a la detección de metabolitos
secundarios relacionados con la defensa de las plantas, empleando extractos etanólicos
y de cloroformo. En el Valle, en el trayecto Palmira - La Nevera (1291 a 2528 msnm) se
registró la mayor diversidad de géneros de orquídeas: ELleanthus, Epidendrum, Liparis,
MaxilLaria, Odontoglossum, Oncidium, Pleurothallis, Sobralia y Stelis. En el Cauca,
entre Santander de Quilichao y Tunía (1296 a 1479 msnm), con mayor grado de inter-
vención antrópica, sólo se encontraron Epidendrum y ElIeanthus. Como micosimbionte
se identificó a Rhizoctonia sp. Los mayores porcentajes promedio de colonización
(39.8%) se encontraron en el Cauca.
A partir de raíces, tallos y hojas de EIl. discolor, E. ibaguense, E. elongathum y
M. nanegalensis se separaron metabolitos secundarios. Los compuestos extraídos con
mayor frec uencia fueron alcaloides, derivados de cumarinas, taninos y saponinas, y
con menor frecuencia grupos f1avonoides , nitratos, esteroides y triterpenoides. Se de-
tectaron especialmente en el extracto etanólico, lo cual indica el carácter hidrofílico de
estas moléculas y que se trata de sustancias de bajo peso molecular. Su presencia señala
19 Investigación financiada por la Universidad Nacional-Sede Palmira a través de los recursos Estampilla-
Proun iversidad.
290
LAS ENDOM ICORRIZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANC IA EN EL TRÓPICO
• Palabras claves
Orquidáceas, Endomicorrizas, Metabolitos Secundarios.
• Summary
Endomicorrhizas in terrestrial orchids in two flight of the central chain of mountains
in the Cauca Valley and Cauca departments
The terrestrial orchids participate in the natural formation, recovering and con-
servation of the soils; that ability is propitiated for endomicorrhizas. With the aim of
making an inventory of orchids which live in talus of high roads and to examine the
occurrence of symbiosis, were sampled two flight of the Central Chain of Mountai ns in
the departments ofValle del Cauca and Cauca. Species were colleted in order to identify
them and by mean s of dyeing their roots was estimated the percentage of colonization
by the associate fungi. On the flight Palmira - La Nevera (1291 at 2600 msnm ) it was
registered the greater diversity of genus: Elleanthus, Epidendrum, Liparis, Maxi/laria,
Odontoglssum, Oncidium, Pleurothallis, Sobralia and Stelis. Between Santander de
Quilichao and Tunia (1000 at 1600 msnm), with degree of major of anthropic interven-
tion, only were met El/eanthus and Epidendrum. The associate fungi was identify as
Rhizoctonia sp. The average major percentages of colonization (38.8) were presented
on the Cauca department. On the roots , talus and of Ell. discolor, E. ibaguense, E.
elongathum and M. nanegalensis were extracted secondary metabolites related to the
defense of the plants using ethanol and chloroforrn extracts. The compounds found more
frequently were alkaloids, coumarin derivates, tannins, saponins, f1avonoids groups,
nitrates, steroids and triterpenoids; in particular the detection of ethanol extract, indi-
cated the hydrophilic character of such molecules and are substances of low molecular
weight. Moreover, the presence of those substances is signal of plant adaptation to the
competition conditions. There are reports abouth phytoalexin compounds, related to
the orchid - fungi association, and responsible of symbiosis regulation regulation , such
as the orquinol and hircinol.
• Key words
Orchidaceae, Endomycorrhizae, Secondary metabolites.
• Antecedentes
Colombia cuenta con el 10% de especies de orquídeas registradas en el mundo, y
en cuanto a diversidad, ocupa el segundo lugar después de Brasil. Estas especies están
consideradas dentro de las más evolucionadas del reino vegetal. Interesantes modifica-
ciones validan tal apreciación: la adaptabilidad reflejada en su capacidad para colonizar
hábitats epifitos, que posibilita su establecimiento en diversos estratos selváticos, la
modificación de sus estructuras florales y síntesis de moléculas similares a feromonas
291
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
292
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
• Metodología
El estudio se adelantó en dos transectos de la cordilIera Central, el primero situado en
el departamento del Valle del Cauca sobre la cuenca del río Nima (vertiente nororiental,
latitud norte entre 3° 28' a 3° 37' Y 76° 03' a 76° 12' de longitud oeste), municipio de
Palmira (corregimientos PotrerilIo, Tenjo y La Nevera), con precipitación anual de 1000
a 3000 mm y rango altitudinal de 1200 a 3000 m.s.n.m. El segundo se encuentra en el
departamento del Cauca en la cuenca del río Ovejas (entre 2° 28' a 2° 38' de latitud
norte y 76° 41' a 76° 54' de longitud oeste), zona comprendida entre los municipios de
Santander de Quilichao y Tunía, con precipitación anual de 1400 a 2500 mm y altitud
entre 1100 a 1500 m.s.n.m.
La elección de las zonas se efectuó mediante recorridos previos en los cuales se
constataron particularidades como: presencia de orquidáceas terrestres, presiones antró-
picas en cada zona y altura sobre el nivel de mar. Posteriormente, los reconocimientos se
efectuaron en distintas épocas del año, cada 100 m de diferencia altitudinal. Se observó
localización, vegetación acompañante, densidad poblacional y se recolectaron muestras
de raíces, talIos y hojas para identificación de especies, evaluación de la simbiosis y
análisis fitoquímico. En ambos transectos y en rangos altitudinales diversos se tomaron
muestras de suelo de 0-15 cm de profundidad para determinación de sus características
químicas y físicas. Para la identificación de las especies se acudió a consulta de claves
taxonómicas y a especialistas (U. Nacional de Colombia-Sede Palmira y Sociedad
Orquideológica de Buga).
Para estimar la colonización por endomicorrizas se tomaron muestras de raíces de
las especies recolectadas y se sometieron a tinción adaptada para ellas. Se emplearon
KOH, HCl y H202, sustancias que aclaran las raíces al desalojar taninos y fenol es oxi-
dables, y permiten la absorción del colorante azul de Tripano (Sieverding, 1983, citado
por Sánchez de P., 1999). La evaluación microscópica se efectuó sobre trozos radicales
que oscilaban entre 0.2 y 2 cm de longitud y se establecía como positiva la presencia
de estructuras fungosas.
El análisis fitoquímico se realizó en raíces, tallos y hojas de Epidendrum ibagl/ense,
Elleanthus discolor, Epidendrum elongathum y Maxillaria nanegalensis (especies de
mayor distribución en los trayectos recorridos). Para la detección de metabolitos secun-
darios se obtuvieron extractos etanólicos (hidrosolubles) y clorofórmicos (liposolubles),
de acuerdo con metodología descrita por Mier y Palomino (1993) para constatar la
presencia de alcaloides, esteroides, triterpenoides, flavonoides, glicósidos cardiotónicos,
saponina espumídica, heterósidos cianogénicos, taninos y nitratos. Estas sustancias son
denominadas productos naturales y algunas de ellas pueden cumplir funciones fitoa-
lexénicas, en particular, alcaloides, heterósidos y taninos (Gros el al., 1985).
Una vez obtenida la información de los diferentes parámetros evaluados se proce-
dió a realizar análisis gráfico y de tendencias, empleando como marco comparativo la
revisión bibliográfica efectuada.
293
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALM IR A
• Resultados y discusión
Características de los transectos estudiados
El trayecto del municipio de Palmira, según Cuatrecasas citado por Ospina (1977),
corresponde a selvas subandinas (1000 - 2000 msnm) y andinas (2000 - 3000 msnm).
En las muestras analizadas se observaron suelos franco-arcillosos a franco-arcillo-are-
nosos con pH de 4.9 a 7 y contenidos de materia orgánica entre 0,5 y 1,4%, respecti-
vamente.
Los elementos menores como Fe, Cu y Mn se encontraron dentro de las cifras nor-
males para suelos neutros y ácidos, con excepción del B , cuyos valores (0,05 a 0 ,23 ppm)
señalan deficiencia. Los contenidos de Zn (6,50 ppm) en el pH ácido fueron adecuados
mas no en el cercano a la neutralidad (valores inferiores a 1,5 ppm). En el pH neutro los
contenidos de P asimilable (26 ppm) difieren significativamente de los encontrados en los
suelos ác idos (3 ppm), igualmente Ca y Na (29,1 Y 1,65 meq/l 00 g de suelo) superaron
en más del 100% los presentes a pH ácido (11,10 Y0,34). El Mg intercambiable resultó
mayor e n el ácido que en el neutro (18,4 y 11,50 meq/l 00 g de suelo, respecti vamente).
Los contenidos de K intercambiable fueron similares en ambos (0,22 y 0,29 meq/lOO
g de suelo). La capacidad de intercambio catiónico fue superior a altitudes de 1400 m
(33,6 meq/lOO g de suelo) que a 1800 m (26,6 meq/lOO g de suelo).
En el transecto Santander de Quilichao - Tunía, ubicado en selvas subandinas, se
encontraron suelos franco-arcillo-arenosos con pH 4,9 Y materia orgánica de 1,6%.
Los con ten idos de Mg , Ca, K y P fueron bajos (0,71, 1, 14, 0,16 meq/l OOg y 1,4 ppm,
respectivamente), igualmente elementos menores como el Fe (32,9 ppm), el Zn con
1,14 ppm fue deficiente y el Mn (19, l ppm) superó los rangos normales.
294
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRES IÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANC IA EN EL TRÓPICO
2
nales entre 10 a 12 plantas/m . En los tramos estudiados se hallaron promedios de 15
plantas/m2 de E. ibaguense y 22 plantas/m2 de E. discoloro
En Palmira se encontraron Ell. discolor, E. ibaguense, S. dichotoma y Liparis
elata entre 1290 a 1400 msnm; Ell. discolor y S. dicho toma presentaron las más altas
densidades poblacionales medias, 13 a 14 plantas/m2 (Tabla 32). Entre 1500 y 2000
msnm se identificaron E. ibaguense, Ell. discolor, Maxillaria sp, E. elongathum, E.
fimbriatum, Stelis sp y Pleurothallis divaricans, las cuales crecen en ambientes ricos en
materia orgánica y presentaron densidades poblacionales de 1 a 4 plantas/m 2, excepto
E. fimbriatum (10 plantas/m\
Tabla 32. Especies encontradas en los dos transectos.
295
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
296
L AS EN DOMICORRI ZAS : EXPR ES iÓN BIOEDÁFI CA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
297
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
y 17,7% a 2500 msnm. Goh, Sim y Lim, 1992, señalan que mientras las orquídeas en
climas templados presentan altos porcentajes de colonización, en los ambientes tropi-
cales éstos presentan variaciones considerables.
Tabla 33. Porcentajes promedios de colonización por Rhizoctonia sp en las orquidá-
ceas recolectadas.
298
LA S ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
299
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
• En síntesis ...
La mayor diversidad de orquídeas colonizadoras de hábitats terrestres se encontró
en el transecto Palmira - La Nevera, donde se identificaron 15 especies. E. ibaguense,
Ell. discolor y P. divaricans presentaron el mayor rango de adaptación. En las especies
recolectadas se identificó a Rhizoctonia sp como simbionte y los porcentajes de coloni-
zación por el micosimbionte guardaron relación con los contenidos de materia orgánica
y bajos contenidos de P disponible en los suelos evaluados.
La presencia de colonización endomicorrízica en las especies recolectadas, unida a
los extensos sistemas radicales gruesos y escasamente ramificados, convierten a estas
especies vegetales en un recurso natural fundamental en la conservación, recuperación
y colonización de taludes y suelos degradados. La detección de metabolitos secundarios
en especies micorrizadas lleva a pensar en la coevolución orquídea-micosimbionte y el
acople molecular implícito.
300
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTA NC IA EN EL TRÓPICO
Caso 13
• Resumen
Las azaleas Rhododendron indicum son plantas ornamentales muy apreciadas por
su belleza. En nuestro medio su propagación es masiva y se hace principalmen te por
esquejes, dada la ventaja de obtener plantas que reproducen fielmente las características
de la planta madre que las originó. Diferentes estudios han demostrado que los Rhodo-
dendron forman micorriza, lo cual facilita su adaptación a condiciones extremas.
Dentro de esta perspectiva se planteó este estudio para evaluar genotipos de azalea,
influencia de sustratos, fertilización, inóculos de hongos micorrízicos y las implicaciones
de la simbiosis en el enraizamiento y desarrollo de esquejes de azalea.
El trabajo se efectuó en tres etapas; la primera se dividió en dos fases: en la primera
se utilizaron esquejes de azalea de los grupos indica y kurume, en su condición natu-
ral y desinfestados con hipoclorito de sodio al 5%, los cuales se sembraron en arena
esterilizada en autoclave. Se evaluó supervivencia a los 20 días después de siembra
y enraizamiento a los 70 días. En la segunda fase se utilizaron esquejes de azalea del
grupo indica, sembrados en dos sustratos: arena sin desinfestar, arena + tierra capote
(en condición natural y esterilizada). Los esquejes se desinfestaron con hipoclorito de
sodio al 5%, 1% Y sin desinfestar. Los resultados mostraron que los esquejes de azalea
del grupo indica son de fácil enraizamiento, si se desea desinfestar los esquejes, la con-
centración adecuada de hipoclorito de sodio es del 1% y que esterilizar los sustratos en
autoclave perjudica el enraizamiento y desarrollo de los esquejes de azalea.
En la segunda etapa se utilizó el mismo genotipo de azalea de flor morada Rhodo-
dendron indicum, el cual se sembró en dos sustratos: carbonilla enriquecida con materia
orgánica y arena gruesa de río, ambos en condición natural y desinfestados químicamen-
te. Los esquejes se sometieron a los siguientes tratamientos: hormona, inóculo (raíces
+ suelo), desinfestación con hipoclorito de sodio al 1% y testigo; 60 días desp ués de
siembra se evaluó supervivencia, porcentaje de enraizamiento, desarrollo del sistema
20 Investigación financiada por la Universidad Nacional-Sede Palmira a través de los recursos Estampilla
Prouniversidad y Plantas Selectas-Cali.
301
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
• Palabras claves
Propagación, azalea, sustratos, inóculos de hongos micorrízicos, esterilización,
desinfestación, hormona, fertilización.
• Summary
Development of Rhododendron indicum shoots in different substrates and amf
Azaleas, Rhododendron indicum are very appreciated ornamental plants, for its
beauty. Their propagation is massive in our country by shoots, to obtain plants with the
same characteristic from the mother plants. Different works have shown that the Rho-
dodendrons form mycorrhizae, what supply its adaptability to extreme conditions.
In this perspective a study, to evaluate azalea cultivars, substrate influence, fertili-
zation, inocules and mycorrhizic symbiosis implications on roots production and azalea
shoots development, was proposed.
This work was made in three steps. First one, was divided in two phases: in the for-
mer azalea shoots from indica and kurume groups were used either in natural condition
either desinfested with sodium hypochloride 5% and later they were sown in autoclave
sterilized sand. Survival was evaluated 20 days after sowing (d.a.s.) and roots production
70 d.a.s. In the second phase azalea shoots from the indica group were sown in two
substrates: nondesinfested sand and sand + "capote" soil (either in natural conditions
either sterlilized). Shoots were desinfested with sodium hypochloride 5% and 1% and
sorne 01' them were nondesinfeted. Results showed that azalea indica shoots produce
roots easily ; the best sodium hypochloride concentration to desinfested shoots is 1%
and that the autoclave sterilization damage the azalea shoots development.
During the second step the same azalea genetype with violet flower Rhododendron
indicum, which was sown in two types of substrates: carbonilla enrichment with organic
302
LAS ENDOMICORR IZAS : EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCI A EN EL TRÓPICO
matter, and thick river sand, both either in natural condition either chemically desinfes-
ted. Shoots were treated either with hormone, either inocule (roots + soil) from mother
plants, sodium hypochloride 1% desinfestation and the control. Sixty days after sowing
(d.a.s.) survival, roots production percentage, radical system and aerial development and
mycorrhizíc fungi colonization were evaluated. Results corroborate that desinfestation
is damaging to azaleas; enrichment carbonilla is a good substrate to azaleas propagatíon
and natural substrates inoculated with mycorrhiza is the best treatement.
In the third step during 110 days were evaluated the components of mycorrhiza
inocule: roots and roots + soil taken from mother plants and two fungi isolated from
mother plants rizospheric soils and roots and al so the effect of an hormone and foliar
fertilization. Results corroborate previous observations: inoculation with roots and soil
from mother plants were the more efficient treatements for survival, roots production
and shoots development. Hormone utilization had negative effect. Foliar fertilization
only had positive effect for sorne variables with common carbonilla substrate.
• Key words
Azalea, shoots, substrates, sterilization, inoculi, desinfestation, hormone, fertili-
zation.
• Antecedentes
El género Rhododendron hace parte de la familia de las Ericáceas, orden Ericales.
Comprende especies de pequeños arbustos y matorrales que predominan en los suelos
más pobres de las regiones templadas y tropicales. Algunas de estas plantas son utiliza-
das como ornamentales por su belleza, principalmente las llamadas azaleas. En nuestro
medio su cultivo es muy común y empírico. Se propaga principalmente por esquejes.
Muchas de las azaleas cultivadas en la actualidad son híbridos. La mayoría de ellas
provienen de América del Norte, Japón y áreas adyacentes; generalmente se ubican en
cuatro grupos: Indica, Kurume, Pericat y Rutherfordianas.
Se ha demostrado que las raíces de Rhododendron tienen habilidad para formar
micorriza, la cual mejora el crecimiento de estas plantas al aumentar la capacidad de
absorción del sistema radical , facilitar la toma y acumulación de nutrimentos princi-
palmente nitrógeno y fósforo, conferir resistencia al ataque de algunos patógenos y a
la presencia de metales pesados (Johnson et al., 1980; Lagert et al., 1980, citados por
Dighton y Coleman, 1992).
En el orden Ericales se han descrito varios tipos de micorrizas: Monotropoide,
presente en plantas holosaprófitas como es el caso de Monotropa hypopytis, registrada
por Kamienski en 1882. Un segundo tipo, es la micorriza arbutoide, descrita por Rivet
en 1924, caracterizada en Arbutus unedo (Kamienski, 1882, Fusconi y Bonfante-Faso-
lo, 1984, citados por Read , 1984; Mosse, 1984; Harley y Smith, 1983). Un tercer tipo
corresponde a endomicorriza ericoide descrito en Calluna por Rainer en 1911 (Mosse,
1984); en ella hay predominio de colonización intracelular; normalmente es formada
por micosimbiontes como el Ascomiceto Pezizella ericae (Hymenoscyphus ericae) o
303
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
• Metodología
Etapa 1. Selección de material vegetal y sustratos
En la Tabla 34 se resumen los factores estudiados y etapas en que se realizó este
trabajo. Esta primera etapa se planificó con el fin de seleccionar material vegetal de
fácil enraizamiento, tamaño de esqueje y sustrato apropiado.
Se realizó en dos fases. En la primera se utilizaron esquejes del grupo de Azalea
indica (hoja roja y hoja verde) y de Azalea kurume en dos condiciones, desinfestados
con hipoclorito de sodio al 5% y sin desinfestar. Los esquejes tratados se sembraron en
arena gruesa de río, esterilizada en autoclave. Para el montaje se utilizaron dos bande-
jas de eternit (45 x30 xlO cm) previamente lavadas y desinfestadas. El riego se realizó
diariamente con una bomba de aspersión. Se hizo seguimiento del ensayo y se evaluó
supervivencia a los 20 días después de siembra y enraizamiento a los 70 días.
304
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Manejo
Etapas Sustratos Material vegetal Ferti Ii!:;¡;ion
de esquejes
1. Azalea grupo indica
(hoja roja) Oesinfestados con:
Etapa 1 1. Arena estéril (O) 2. Azalea grupo indica 1. Hiplocorito 5% (O)
Primera fase (autoclave) (hoja verde) 2. Sin desinfestar
3. Azalea grupo Kuru- (SO)
me
1. Arena natural (sin
desinfestar) (SO)
Oesinfestados con:
2. Arenattierra de ca- 1. Azalea indica
1. Hipoclorito 5%
Segunda fase pote estéril (hoja verde, flor mo-
2. Hipoclorito 1%
(autoclave) (O) rada)
3. Sin desinfestar
3. Arenat tierra de ca-
pote (SO)
1. Arena (O) 1. Hormona (H)
2. Arena (SO) Azalea indica 2. Inóculo
Etapa 2
3. Carbonilla (O) (flor morada) 3. O
4. Carbonilla (SO) 4. SO
1. H
2. i1
1. Arena 1 (A1) Azalea indica Ft
Etapa 3 3. i2
2. Carbonilla 1 (C1) (flor morada) F-
4. i3
5. i4
SD= sin desinfectar, 0= desinfestado, F+ = fertilización , F-= sin fertilización, i= inóculos
En la segunda fase se probaron los sustratos: arena gruesa de río en condición na-
tural, y sustrato compuesto por 50% de arena + 50% de tierra de capote, en condición
natural y esterilizado en autoclave. El genotipo utilizado fue Azalea indica, por su fácil
enraizamiento; los esquejes utilizados fueron proporcionados por el vivero Plantas
Selectas. El montaje, riego y evaluación del ensayo se realizó como en la primera fase.
Esta primera etapa se llevó a cabo en el invernadero de la Universidad Nacional de
Colombia-Sede Palmira, a 1000 m.s.n.m. y temperatura promedio de 24 oc.
305
U NIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
306
LAS ENDOM ICORR IZAS : EXPRES IÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANC IA EN EL TRÓPICO
307
UNIVERSIDAD NACIONAL DI:: COLOMB IA - SEDE PA LMIRA
-Desarrollo del sistema radical: Se utilizó la misma escala visual de la segunda etapa
y la evaluación se realizó sobre los cinco esquejes cosechados en cada tratamiento.
-Presencia de brotes: Se tomó como brote el inicio de ramificación , se realizó en
cada muestreo sobre 10 esquejes de cada tratamiento, 5 de los cuales correspondían a
los cosechados y los otros 5, no recolectados, escogidos al azar.
-Porcentaje de colonización por HMA: La preparación de las muestras se hizo
con la metodología mencionada. Se evaluó en cada etapa de muestreo sobre 5 esquejes
extraídos de cada uno de los tratamientos.
En la Tabla 34 se resumen las diferentes etapas de este trabajo, el cual contó con
la colaboración de personal conocedor del cultivo. Con los datos obtenidos se hicieron
análisis gráficos, porcentuales, se establecieron tendencias en el tiempo, las cuales se
compararon con lo registrado en la revi sión bibliográfica que antecedió esta investi-
gación.
• Resultados
Etapa 1. Selección de material vegetal y sustratos
Durante la primera fase de esta etapa se pudo establecer que el esqueje más apropiado
para llevar a las camas de enraizamiento proviene de las partes terminales de las ramas
que no se encuentren ni muy tiernas ni lignificadas, y que tengan aproximadamente
10 cm de longitud. Se presentaron diferencias entre materiales vegetales y la mayor
supervivencia y fácil enraizamiento ocurrió en esquejes correspondientes al tipo indica,
flor morada (Figura 20).
308
LAS ENDOM ICORRIZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
La mayor supervivencia ocurrió en los esquejes sin tratar, tal como se tomaron
de la planta madre. Cuando éstos se desinfestaron con hipoclorito de sodio al 5% las
pérdidas fueron altas y disminuyeron al bajar su concentración al 1%.
En lo concerniente al sustrato, la esterilización afectó negat ivamente la supervivencia
y enraizamiento de los esquejes en arena esterili zada (primera fase) y arena + tiena capote
(segu nda fase). (Tab la 35). Este último sustrato no funcionó en ninguna condición. Con
arena en su estado natural se obtuvo la mayor supervivencia, sin embargo, el número
de esquejes enraizados a los 70 días no fue muy alto.
Tabla 35. Supervivencia y enraizamiento de esquejes (número de esquejes)
(Primera etapa - seg unda fase).
309
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Análisis de variables
Porcentaje de supervivencia y enraizamiento de esquejes
La desinfestación de los dos sustratos ocasionó la muerte del 100% de los esquejes
sembrados, independiente del tratamiento aplicado al material vegetal. Tal situación
pudo obedecer a la ausencia de la flora microbiana asociada, o a cambios químicos en
los sustratos, letales para el establecimiento de la azalea. Stribley y Read en 1975 re-
gistraron que la esterilización de los sustratos los torna tóxicos para la propagación de
ericáceas, y por ello recomiendan su desinfección con rayos gamma. Estos resultados
310
LAS ENDOM ICORRIZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
311
UN I VERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Análisis de variables
Porcentaje de supervivencia de esquejes 30 a 110 días después de siembra (dds)
En términos generales se presentó alta supervivencia de esquejes a través del tiempo
(mayor al 60 %) en todos los tratamientos, excepto en aquellos en los cuales se utilizó
hormona.
En relación con los sustratos, se observó que la supervivencia en general fue mayor
en a re na I que en carbonilla 1, llegando incluso al 100% en todos los tiempos de mues-
treo en e l tratamiento con i4. Estos resultados discrepan de lo observado en la segunda
etapa, explicables aparentemente por las diferencias nutricionales de la carbonilla.
La utilización de la hormona de enraizamiento tuvo efecto negativo e n esta variable,
y fue notorio cuando se utilizó arena 1, pues se pudo observar que la pérdida de esquejes
aumentaba a través del tiempo.
Con res pecto a los inóculos, en il la supervivencia estuvo por encima de l 75 %. En
arena 1 sin fertilizante este porcentaje siempre fue del 100% . Con i2 fue superior al
60 % y cuando los esquejes se sembraron en arena I el porcentaje sobrepasó e195 % para
312
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANC IA EN EL TRÓPICO
todos los tiempos de muestreo. En el tratamiento i3 fue superior al 80%, y fue mayor
en carbonilla l (93% - 100%) que en arena l (80% -100%). Con la utilización de i4 la
supervivencia sobrepasó el 70%, destacándose que en arena l se mantuvo en el 100%
durante todo el tiempo de evaluación.
En cuanto a la incidencia de la fertilización foliar en esta variable se observó que
los esquejes fueron sensibles a la fertilización cuando se sembraron en carbonilla 1,
especialmente en los tratamientos con i l e i4.
Presencia de brotes
En el tratamiento con i 1, en arena 1 se observó presencia de brotes en las diferentes
épocas de muestreo, alcanzando incluso 80%. En i2 se obtuvieron los mejores resultados;
en carbonilla 1: 70% de los esquejes presentó brotes y en arena 1, el 80%.
Con la utilización de I3 e 14, hubo brotes en el 50% de los esquejes en carbonilla
l cuando se acompañó de fertilización. Al igual que en las anteriores variables eva-
luadas se observó respuesta positiva de los esquejes a la fertilización cuando éstos se
sembraron en carbonilla 1.
313
UN I VERSIDAD NACIONAL DE COLOMB IA - SEDE PALMIRA
Tabla 38. Porcentajes de esquejes de azalea flor morada con sistema radical en los
niveles 3, 4 Y 5 de la escala
314
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
• En síntesis ...
A manera de síntesis general del trabajo se puede mencionar que dentro de los grupos
de azaleas las índicas son de fácil enraizamiento, especialmente cuando se hace adecuada
selección del material vegetal, teniendo en cuenta la madurez y sanidad del mismo.
Se estableció la inconveniencia de desinfestar sustratos para la propagación de
Rhododendron indicum, ya sea en autoclave o mediante el uso de químicos. Stribley y
Read (1975) señalan esta situación como generalizada para las ericáceas, sin embargo,
esta información se desconocía en el país.
Es de conocimiento general que entre los viveristas de nuestra región, la arena
constituye el sustrato más utilizado en la propagación de azaleas. Esta investigación
valida esta práctica, no obstante, los resultados obtenidos sugieren que la carbonilla
enriquecida con materia orgánica puede ser un sustrato alternativo.
La inoculación del material vegetal con raíces y suelo de plantas madre, con el fin de
asegurar el temprano establecimiento de endomicorriza, se mostró altamente promisorio
para mejorar la propagación y desarrollo de los esquejes.
La fertilización foliar en el proceso de propagación sólo resultó ser positiva en
algunas variables cuando se utilizó carbonilla común, lo que indica que con un buen
sustrato (arena o carbonilla enriquecida con materia orgánica) éste sería un costo que
se podría ahorrar el viverista.
Son muchos los interrogantes que aún persisten en torno a la producción de azaleas.
Dada la gran demanda por este tipo de plantas, se deben continuar los trabajos que
permitan bajar costos de producción, disminuyendo pérdidas en la etapa de vivero y
prescindiendo de insumos cuya contribución al proceso sea mínima, como es el caso
de las hormonas mencionadas, cuando se cuenta con inóculos de HMA.
315
LAS ENDOMICORRI ZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Glosario
ABA: Ácido abscísico, sustancia de naturaleza hormonal que funciona principalmente como inhibitorio
del crecimiento vegetal. Anteriormente se conocía como abscisina.
Aerénquima: Tejido cortical que presenta grandes espacios intercelulares que están llenos de aire.
Alelopatía: efectos benéficos o perjudiciales -directos o indirectos- resultantes de la acción que ejercen
compuestos químicos liberados por un organismo -planta, animal, microorganismo- sobrc otro.
A los compuestos químicos responsables de la acción se los conoce como agentes o sustancias
alelopáticas. http: //fai.unne.edu.ar/biologia/plantas/alelopatia.htm
Alofánico: Propio de los suelos que contienen la arcilla alófana, presente en suelos derivados de cenizas
y otros materiales volcánicos. Estas arcillas tienen alta capacidad de intercambio catiónico (ClC)
dependiente del pH, capaz de intercambiar cationes y aniones simultáneamente.
Antagonismo: Acción letal, perjudicial o inhibidora del crecimiento de una especie por otra especic .
Antesis: Período de floración de las plantas.
Apoplasto: Es el conjunto de todas las paredes celulares y células muertas vacías de los vasos conduc-
tores.
Apresorio: Es una estructura especializada que forman algunos hongos para facilitar su penetración cn el
tejido vegetal. El extremo de una hifa o tubo germinativo se ensancha, fija el hongo al sustrato u
hospedero y haciendo las veces de una bomba neumática ejerce presión sobre las células.
Arbúsculo: Es un tipo de haustorio, es decir, una modificación exhibida por algunos hongos en los cuales
algunas hifas penetran al interior de las células vegetales, donde se ramifican y toman aspectos
arborescentes. Micoparásitos obligados como las royas y mildeos vellosos presentan este tipo de
estructura, al igual que los HMA. En los primeros casos se forman en las hojas principalmcnte, y
en el segundo, en el tejido cortical de la raíz.
Arvenses: Plantas que crecen como acompañantes en los cultivos. Mal llamadas "malezas".
Autólisis: Rotura total o parcial de una célula por enzimas que ella misma ha producido. El contenido
celular se vacía al medio. http: //www.definicion.org/autolisis
Auxina: Sustancia hormonal reguladora del crecimiento vegetal que controla la elongación celular, cntre
otros procesos.
http: // www.ugr.es/~fisiofar/glosario/glosario.htm
Axénico: Cultivo puro de un organismo que se hace, normalmente, usando otro organismo vivo como
sustrato. Se usa para obtener simbiontes o parásitos obligados que no se pueden cultivar en medios
inertes.
Azigosporas: Zigospora formada por partenogénesis; es decir, desarrollo vegetativo de células sexuales
en ausencia de copulación.
317
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Barbechos mejorados: Práctica que busca acelerar la regeneración del potencial productivo de los suelos
degradados a través de la inclusión de especies de rápido crecimiento, producción, acumulación
de biomasa y de nutrientes, lo cual se espera que se refleje en períodos e0110s, en las propiedades
físicas, químicas y biológicas de los suelos sometidos a ella y, de esta forma, se acorten los períodos
de descanso de los suelos.
BetaÍna: Molécula que actúa como donadora directa de grupos metilo para la biosíntesis de metionina.
Bioagregación: Agregación de partículas del suelo - arcillas, limos, arenas, pequeños fragmentos de
roca- mediante sustancias orgánicas procedentes de la descomposición de la materia orgánica o
del metabolismo de los organismos del suelo y/o por acción mecánica de algunos de ellos, como
por ejemplo, a través de las hifas de los HMA.
Biomas: Comunidades ecológicas de seres vivos -plantas, animales, microorganismo- que aparecen en
un entorno edafoclimático. Como ejemplos de ellos se tienen los desiertos, las tundras, las praderas
y los bosques tropicales. http: //www.greenfacts.org/es/glosario/abc/bioma.htm
Biomasa: Es el conjunto de masa viva de un suelo, representado en términos de plantas, animales y mi-
croorganismos. Es el resultado del metabolismo expresado en nuevas moléculas, surgimiento de
nuevas células, crecimiento y producción.
Biotrofía: Alimentación a partir de otro organismo vivo. La endomicorriza se diferencia del parasitismo
cn que es una relación mutualista, benéfica para la planta y el hongo asociado.
Calidad y salud del suelo: Se entiende como la capacidad que tiene un suelo para funcionar en un ecosis-
tema natural o antrópico, mejorar la productividad de las plantas y animales sin afectar el agua, el
aire, la salud y el bienestar del hombre y del ecosistema. Es decir, es la capacidad de producir sin
degradar o perjudicar el ambiente. La salud de un suelo es pal1e integrante de su calidad.
Cementante: Que tiene efecto agregan te. Que une.
Citoquinina: Una de las sustancias de origen hormonal que estimulan la división celular vegetal. el
metabolismo de los ácidos nucleicos y la interacción raíz-v¡ístagos. Se origina en las raíces, allí
estimula la división celular y se desplaza hacia los tallos, en la corriente de la transpiración. Es
indispensable para el crecimiento foliar.
Clamidosporas: Esporas de hongos recubiertas de paredes gruesas, se producen asexual mente a partir de
una célula o de una porción de hifa. Son capaces de sobrevivir por años, en condiciones desfavo-
rables para el desarrollo de otras estructuras de los hongos.
Cofia (caliptra o pilorriza): Constituye la parte apical de la raíz, tiene entre sus funciones proteger el
meristemo subapical del roce contra el suelo y es colonizada por los microorganismos del suelo.
Se forma constantemente a partir de las células iniciales, se erosiona y desgasta constantemente al
penetrar entre los gránulos del suelo.
Constante de Michaelis-Menten (Km): Uno de los dos parámetros que determinan la cinética del pro-
ceso de absorción de nutrientes por las raíces de las plantas. Mide la afinidad de la planta por el
nutrimento. Numéricamente es igual a la concentración del sustrato a la cual se alcanza el 50% de
la velocidad máxima de la reacción enzimática.
Desinfección: Eliminación total de los microorganimos. En el texto se incluye como sinónimo de esteri-
lización en autoclave (a 121 °C y a 15 Ib/pulg 2, por espacio de mínimo una hora).
Desinfestación: Destrucción o inactivación de microoganismos o plagas de plantas y animales. En el texto se
hace referencia a eliminación parcial de flora microbiana, por los métodos a los que se recurrió.
Efectivo: Que es eficaz; es decir, que produce efecto.
Elicitor: Son secreciones que se convierten en señales moleculares específicas. Pueden ser producidas por
microorganismo (elicitors exógenos) o generados como resultado de cambios físicos y/o químicos
de la planta (elicitor o secreciones endógenas).
Endorrizosfera: Zona de la rizosfera establecida dentro de las células corticales o alrededor de ellas, a la
318
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPR ESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
cual acceden los hongos que forman micorriza arbuscular, las bacterias como rizobios y también
organismos patogénicos.
Ectorrizosfera (exo-rizosfera o rizosfera): Se utiliza este término para delimitar la zona más extcrna de
la rizosfera que hace contacto con el suelo no rizosférico.
Epiparásito: Especie que parasita a otra a través de una especie mediadora. Por ejemplo, Mono/ropa sp
es epiparásita de Pil1l1s sp, pues toma fotosintatos del árbol a través de las hifas del hongo cctomi-
corrícico que ambas plantas pueden compartir.
es.wikipedia.org/wiki/Fotos%C3%ADntesis
Espacio periplasmático: Área entre la membrana plasmática y la pared celular que contiene varias enzimas
que participan en el metabolismo de la célula.
Espermosfera: Las semillas al gcrminar metabolizan las moléculas que contienen, parte de las cuales
se distribuycn en el entorno que ocupan, creando una zona a donde llegan los microorgani smos a
buscar alimento e inician tramas alimenticias que pueden beneficiar o perjudicar la emergcncia de
las plantas y su posterior desarrollo.
Estolones: Modificación de tallo superficial, de entrenudos largos, de donde emergen raíces adventicias
y nuevas pl¡íntulas.
Fermentación: Proceso catabólico anaeróbico de algunos microorganismos, en el cual la oxidación del
sustrato es incompleta y el producto final un compuesto orgánico más sencillo. La producción de
ATP en ella es baja. es.wikipedia.org/wiki/Fermentaci %C3 %B3n.
Fitoalexinas: Moléculas tóxicas que producen las plantas como respuesta al ataque por un microorganismo
y que se convierten en parte de sus mecanismos de defensa ..
Fitosideróforos: Son agentes quclantcs producidos por diferentes plantas, que utilizan para el abasteci-
miento de algunos nutrientes, como es el caso del hierro en condiciones limitantes de disponibilidad,
este mineral.
Fotosíntesis: Proceso metabólico mediante el cual los vegetales, las algas y algunas bacterias, a tra vés de
la energía de la luz, transforman el agua que absorben de las raíces y el anhídrido carbóni co que
adquieren por las hojas, en sustancias orgánicas sencillas.
Fungistasis: Proceso en el cual se paraliza el crecimiento de los hongos, sin matarlos, mediante compuestos
que se agregan o se presentan naturalmente en medios, como por ejemplo, el suelo.
GAlA: Hipótesis planteada por el biólogo Jamcs Lovelock (1965), quc sugiere que la vida sobre la tierra
organiza las condiciones climáticas para favorecer su propio desarrollo.
Genes pleiotrópicos: Aquellos que afectan a más de una característica fenotípica.
Glomalina: Los HMA secretan esta glicoproteína, muy resistente a la degradación microbiana y altamente
correlacionada con la formación de agregados cstables al agua.
Glucogéno: Polisácarido soluble formado por numerosas moléculas de glucosa; en esta forma los animales
y hongos almacenan carbono.
Raustorio: Órgano intracelular de absorción constituido por una hifa -de un micoparásito y también de
benéficos como los HMAy hongos simbióticos en líquenes- que penetra en una célula del hospedcro
vegetal con fines de alimentación (parásito) y de intercambio de nutrientes (MA y líquenes).
Reterocariótico: Célula, hifa o micelio de hongos que presentan en un mismo citoplasma núcleos haploides
(n) genéticamente diferentes.
Rifas "runner" o colonizadoras: Hifas gruesas -más de 27 flm de diámetro- que, aunque absorbcn nutri-
mentos, en especial, sirven de soporte y base temporal al tejido micelial de los HMA en el suelo.
Rifas: Elemento uni o pluricelular, tubular o filamentoso cuyo conjunto constituye el micelio de los hongos.
Pueden scr septadas o aseptadas. En el caso de los HMA, cotidianamente son aseptadas.
319
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Hiperparásito: Un microbio parásito de un organismo superior, el cual, a su vez, es huésped para otro
parásito aún más pequeño.
HMA: Hongos que forman micorriza arbuscular.
Holosaprofita: Plantas que no realizan fotosíntesis sino que su alimentación depende totalmente dcl hongo
micorrícico al cual se asocian. MOllotropa hypopitys . M. unijlora y Lacandollia sp son ejemplos
clásicos de este tipo de plantas.
Homeostasis: Conservación de la estabilidad del médio interno. Mecanismos de regulación interna que
aseguran la estabilidad de los organismos con independencia del entorno.
Hongos Z: Algunos autores denominan así a los hongos Zygomycetos que se asoeian para formar endo-
micorrizas.
http ://encicloped ia. u s.es/index. ph p.
http :// www.euita.upv.es/varios/biologia/Temas/tema_ l.htm
http: //www.monografias.com/trabajos IO/viascat/viascat.shtml
http ://www.ugr.es/-fisiorar/glosario/glosario.htm
Humus: Constituye la reserva orgánica estable del suelo. Es el conjunto de sustancias muy polimcrizada s,
de peso molecular relativamente alto, de color oscuro, con propiedades coloidales e hidrofílicas
cuya presencia confiere algunas características especiales al suelo. Se asocia comúnmente con los
minerales del suelo formando complejos órgano-minerales.
Inceptisoles: Son suelos jóvenes, muy ricos en minerales fácilmente alterables y en nutrimentos para las
plantas, al igual que por la presencia de un horizonte B de alteración, con estructura bien desarro-
llada.
Infectivo: Que causa infección.
Isoenzima: Cualquiera de las formas electroforéticametne distintas de una enzima, que corresponden a
diferentes estados poliméricos pero que ejercen una misma función.
"In vitro": Desarrollo en el laboratorio en cajas de Petri , tubos dc ensayo o matraces.
Lectinas: Proteínas específicas de las plantas con alta afinidad por rcsiduos determinados de azúcar, están
presentes en la membrana celular. Actúan en el reconocimiento planta-microbio cn el caso de la
simbiosis leguminosas-rizobios.
Leghemoglobina: Proteína que se produce en los nódulos de las leguminosas, cuando ocurre la fijación
de N2' se une al 0 2, y permite que se creen condiciones anaeróbicas que favorecen la acción de la
nitrogenasa.
MA: micorriza arbuscular.
MA tipo Arum: Presenta extenso desarrollo de hifas intercelulares en las células corticales, arbúsculos y
frecuentemente vesículas
MA tipo Paris: Su desarrollo ocurre intracelular, con enrollamientos de hifas, vesículas y con descrip-
ciones de arbúsculos menos frecuentes que en el tipo Arum.
Manto: Tejido micelial de hongos que forman ectomicorriza, que se organiza en el exterior de las raíces,
recubriéndolas, lo cual tiene ventajas para la raíz en términos de sanidad y protección contra el
medio.
Metabolismo primario: Reacciones bioquímicas de los organismos que conducen a la formación de las
moléculas indispensables para la vida: carbohidratos, proteínas, ácidos nucleicos y lípidos, entre
otros.
Metabolismo secundario: Reacciones bioquímicas que ocurren en los organismos a través de las cuales se
producen metabolitos destinados a la comunicación y la defensa, como por ejemplo, los antibióticos,
320
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
321
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMB IA - SEDE PALMIRA
322
LAS ENDOMICORRI ZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
objeto. Es un ejemplo del uso de ondas electromagnéticas reflejadas, donde las sombras obtenidas
dan a la imagen sensación de profundidad (Pertusa. 2003).
Sideróforo: Estos compuestos orgánicos, conocidos como ferricromos o sideróforos, a menudo son
hidroxamatos, con una alta afinidad por el hierro multivalente al cual quelatan. Se regiqra que
también pueden quelatar otros minerales. Estos hidroxamatos se han encontrado en planta" algas
y bacterias como Pseudolllol1as pUlida, entre otros microorganismos, y con base en su pre,e ncia se
explican fenómenos como el de los suelos supresivos.
Simbiosis: Asociación íntima entre dos organismos de diferentes especies, en la cual ambos obtienen
beneficios nutricionales. La micorriza es ejemplo clásico.
Simplasto: Los protoplastos (citoplasmas) interconectados por los plasmodesmos; el movimi ento de
sustancias en el simplasto se denomina movimiento simplástico o transporte simplástico.
Sinergismo: Capacidad de dos o más especies de organismos de producir o magnificar un cambio que
ninguna de ellas podría causar aisladamente.
Sistema abierto: Una entidad, como una organización , que interactúa con su medio ambiente en la forma
de intercambiar información, utilizando recursos para proveer bienes y servicios.
SSCP: Conformación de polimorfismos en cadenas simples. SSCP es la sigla de Single Strand Confor-
mational Polymorphism (Polimorfismo conformativo de filamento único). Es un proceso donde
los productos de PCR son desnaturalizados en cadenas simples de ADN, luego renaturali/ados y
finalmente analizados en un gel de Poliacrilamida.
Suber: Tejido secundario de función protectora donde las células mueren y se aprietan entre sí sin dejar
espacios intermedios. Sustituye a la epidermis con un tejido de apariencia corchosa.
http ://www.definicion.org/suber
TEM (Transmission Electron Microscope): El microscopio electrónico de transmisión es un ejemplo
del uso de ondas electromagnéticas transmitidas que utiliza un haz de electrones, al cual a lgunos
elementos de la muestra son permeables. mientras que otros se hacen opacos a los mismos. con lo
que se produce un incremento de contraste entre las organelas celulares. (Pertusa, 2003) .
Velocidad máxima de captación (Vmax): Uno de los dos parámetros que detel1l1inan la cinética del proceso
de absorción de nutrientes por las raíces de las plantas. Mide la capacidad de captación del nutrimento
por la planta. Representa el valor más alto alcanzado en unas condiciones dadas de reacci<Ín.
Vertisoles: Se caracterizan por su alto contenido de arcillas, donde predomina la montmorillonita . arcilla
expandible que hace que los suelos se agrieten en épocas secas y se hinchen en estaciones de lluvia.
movimientos que confieren a estos suelos una estructura en forma de cuñas y algunas veces un
relieve rizado que recibe el nombre de gilgai.
Vesículas: órganos de almacenamiento producidos por algunos géneros de HMA.
www.chapingo.mx/terra/contenido/ 18/4/art333_337.pdf
www.cricyt.edu.ar/enciclopedia/ terminos/CalidSaISuelo.htm
www.forest.ula.ve/-rubenhg/celula/glosario.html
www.opitznet.org/qandaspanish.html
323
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Bibliografía
Abbott, L. K. and Robson, A. D. 1985. Formation of external hyphae in soil by four species of vesicular
- arbuscular mycorrhizal fungi. New Phytol. , 99:245-255.
Acea, M. J. Y Carballas, T. 1986. Estudio de la población microbiana de diversos tipos de suelos de zona
húmeda (N. O. de España). Anales de Edafología y Agrobiología. 45: 381-398.
Agrios, G. N. 1989. Fitopatología. Departamento de Fitopatología. Universidad de Massachussets, Editorial
Limusa, México. 756p
Agrios, G. N. 1996. Fitopatología. Uteha, Noriega Editores. México. P 196.
Aguilar, J. E. Y Sánchez de P. , M . 1998. Efecto de una rizobacteria nitrofijadora y niveles de fertilizante
en el comportamiento agronómico del tomate Lycopersicon esculentum Mili , varo Santa Clara.
Acta Agronómica. Vol. 48 (1 Y 2): 60 - 70.
Aguilar, J. E.; Tofiño, R. y Sánchez de P, M . 1996. Aislamiento, purificación e inoculación de dos cepas
de Azolobacler sp en semillas de tomate línea promisoria UN Palmira. Universidad Nacional
de Colombia Sede-Palmira. Boletín técnico. Vol 7 p 45-60.
Albiach v., M. R. 1997. Estudio de varios índices de actividad biológica del suelo en relación con diferentes
aportaciones de enmiendas orgánicas. Tesis Doctoral. Universidad de Valencia, Facultad de
Ciencias Biológicas. 194p.
Alexander, C. and Hadley, G. 1985. Phosphorus uptake by mycorrhizas of the orchid Goodyera repenso
En: Molina, R. (Edit). Proceedings of the 6th North American Conference on Mycorrhizae.
Bend, Oregon, USA. June 25-29. 1984. P 420.
Alexander, M. 1994. Introducción a la microbiología del suelo. Traducido por Peña c., J. J. Libros y
Editoriales S.A. México. 491 p.
Alexopoulus, J. C. and Mims , W. C. 1985. Introducción a la micología. Traducido por el doctor Xavier
Liimona Pagés. Ediciones Omega S.A. Barcelona. P 638.
AlIen, E. B. and AlIen, M. F. 1986. Water relations of xeric grasses in the field: interactions on mycorrhizas
and competition. New Phytol. 104:559-571.
AlIen, M.; Swenson, w.; Querejeta, J.; Egerton- Warburton, L.; Trejeder, K. 2003. Ecology ofmycorrhizae:
A conceptual framework for complex interactions among plants and fungi. Annual Review
Phytopathology 41 :27 1-303.
Altieri, M. A. 1997. Requisitos y componentes técnicos de una propuesta agroecológica andina. p. p. 27-55.
En: Consorcio Latinoamericano sobre Agroecología y Desarrollo (Clades). Manejo ecológico
del suelo. Centro de Investigación , Educación y desarrollo (CIED). Lima, Perú. 321 p.
Alzate G, A. M; Sánchez N, M. N. 2000. Efectos de diferentes sistemas de labranza y manejo del suelo en
la vegetación acompañante de andisoles del municipio de Pescador departamento del Cauca.
Palmira. 107 p.
325
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Ames. R. N. and Bethlenfalvay, G. J. 1987. Mycorrhizal fungi and the integration of plant and soi I nutrient
dynamics. Journal of Plant Nutrition. 10: 1313-1321.
Anden,DIl, J. M. and In gram, J. 1993. Tropical soil biology and fertility handbook of methods. CAB Inter-
national , Wallinford, UK. 9 70-79.
Andrad e. G.; Mihara, K. L.; Linderman, R. G.; Bethlenfalvay G. J. 1997. Bacteria from rhizosphere and
hyphosphere soils of different arbuscular-mycorrhizal fungi. Plant and Soil 192: 71-79.
Anjos. L. H. c.; Pereira. M. G.; Ramos, D. P. 1999. Matéria organica e Pedogenese, p. p. 92-115. En:
Santos. G. D. A.; Camargo, F. A. de O. (editores) Fundamentos da Matéria organica do Solo.
Ecosistemas Tropicais & Subtropicais. Porto Alegre, Brasil: Génesis. 489p.
Aparicio. P. M. Y Arrese, C. 1996. Fijación de nitrógeno. En: Azcón B. G. (Edit) Fisiología y bioquímica
vegetal. 1. Azcon-Bieto. Interamericana McGraw-Hill, Madrid pp 581.
Arango M. A .; Sánchez de P. M., Miranda J. 2003. Actividad de la trchalasa en la rizósfera del maracuyá
(Passiflora edulis var Flavicarpa) bajo condiciones de invernadero y campo en el distrito de
riego RUT (Valle del Cauca). Fitopatologia Colombiana ISSN O1200143 Volumen 27
Fascícu lo 1 Págs. 23 - 28.
Aranzazu, H. F; Arcila, P. M.; Bolaños B., M. M.; Castellanos, C. P.; Castrillón, A. c.; Cárdenas, P. J.;
Rogríguez, M. L.; Valencia, M. 1. 2000. Manejo integrado del cultivo de plátano. Manual
técnico Corpoica. Manizales. 80 p
Arcos. A. e Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC). 1997. Ocurrencia y distribución de la micorriza
(MVA) en agroecosistemas de la Amazonia colombiana. En: XVlII Congreso Colombiano de
Fitopatología: Fitopatología, biodiversidad y micorrizas. CIAT - Palmira, Julio 30 - agosto
2/97. p 72.
Arditti . J. and Ernest, R. 1972 . Reciprocal movement of substances between orchid and my-
corrhizae. En: Anales de la séptima conferencia mundial de orquideología. Medellín (Colom-
bia). 780 p.
Arines . J. 1991. Aspectos físico-químicos de la fijación y movilización biológica en nutrientes en el suelo
y su incidencia en la formación y efectos de las micorrizas VA. Pp 203- 220. En: Olivares, J. y
Barea, J. M. (Coordinadores): Fijación y movilización biológica de nutrientes. Vol. 11. (Fijación
de N y micon·izas). Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Madrid. 259p.
Ashford, A. E. and Allaway, W. 2002. The role of the motile tubular vacuole system in my-
corrhizal fungi. Plant and Soil. 244: 177-187.
Augé, R. M. 200 l. Water relations , drought and vesicular-arbuscular mycorrhizal symbiosis. Mycorrhiza.
11: 3-42.
Ayling. S. M; Smith, S. M.; Smith, F. A.; Koleisk, P. 1997. Transport processes at the plant-fungus interface
in mycorrhizal associations: physiological studies. Plant and Soil 196: 305-310.
Azcón. G. de A. y Barea, J. M. 1980. Micorrizas. Investigación y Ciencia. Vol.47 pp 8-16.
Azcon . R. y Tobar, R. M. 1998. Activity of nitrate reductase and glutamine synthetase in shoot and root of
mycolThizal Allium cepa. Effect of drought stress. Plant Science 133: 1-8.
Azcón -Aguilar, c.; Barea, J. M. Y Roldán-Fajardo, B. E. 1984. Avances recientes en el estudio de la
micorriza VA. II: Factores que afectan su formación y función y aplicaciones prácticas en la
agricultura. Anales de Edafología y Agrobiología. Mayo-Junio. Granada-España. Volumen
XLIII (5-6): 943-958.
Azcón - Bieto J. & M. Talón. 1993. Fisiología y bioquímica vegetal. Editorial lnteralllericana McGraw
Hill , México, 581 p.
Bago. B. 2000. Putative sites for nutrient uptake in arbuscular mycorrhizal fungi. Plant and Soil 226:
263-274.
326
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Bago, B.; Pfeffer. P. E.; Shachar-Hill, y. 2000. Carbon metabolism and transport in arbuscular mycorrhizas.
Plant Physiology 124: 949-957.
Barea, J. M. Y Azcón-Aguilar, C. 1982. La rizosfera: interacciones microbio-planta. Anales de Edafología
y Agrobiología (España). Tomo XLI Vol 7-8: 1517-1532.
Barea, J. M .; Azcón-Aguilar, c.; Ocampo, J. A. Y Azcón, R. 1991. Morfología, anatomía y citología de las
micorrizas vesículo-arbusculares. pp 149-173. En: Olivares, J. y Barea, J. M. (Coordinadores):
Fijación y movilización biológica de nutrientes. Vol. TI. (Fijación de N y micorrizas ). Consejo
Superior de Investigaciones Científicas, Madrid. 259p.
Barea, J. M. and Jeffries, P. 1995. Arbuscular mycorrhizas in sustainable soil-plant systems. Pp 52 1-560.
In: Varma, A. and Hock, B. (Edit). Mycorrhiza: Structure, function, molecular biology and
biotechnology. Springer-Verlag, Berlin . 747p.
Barea,1. M. ; Toro, M. ; Orozco, M. O.; Campos, E.; Azcón, R. 2002. The application of isotopic 02 P and
15N) dilution techniques to evaluate the interactive effect of phosphate-solubilizing rhizobac-
teria, mycorrhizal fungi and Rhizobium to improbé the agronomic efficiency of rock phosphate
for legume crops. Nutrient Cycling in Agroecosystems 63: 35-42.
Barker, S. J.; Tagu, D.; Delp, G. 1998. Regulation of root and fungal morphogenesis in mycorrhi za l sym-
bioses. Plant Physiology. 116: 1201-1207.
Barker, S. J . and Larkan, N. 2002. Molecular approaches to understanding mycorrhizal symbioscs. Plant
and Soil. 244: 107-116.
Barker, S. J. ; Duplessis, S.; Tagu, D. 2002. The application of genetic approaches for investigations of
mycorrhizal symbioses. Plant and Soil 244: 85-95.
Bamett, H. L. And Hunter, B. 1972. lIustrated genera of imperfect fungi. 3 ed. Minnesota: Burgess Publ.
Pp 237.
Barrios. E.; Cobo. J. G.; Rao, l. M.; Thomas, R.; Amézquita, E.; Jiménez, J. 2001. Fallow management for
soil fertility recovery in tropical Andean agroecosystems in Colombia. Agriculture, Ecosystems
and Environment (in press).
Barrios, E.; Kwesiga, F.; Buresh, R. and Sprent. J. 1997. Light fraction soil organic matter and available
nitrogen following trees and maize. Soil Science Society of American Joumal. 61 O): 826-
831.
Bastidas c., y.1992. Estudio preliminar de la micorriza vesículo-arbuscular en dos sistemas: Pastizal
y cebolla de bulbo (AlIium cepa L.). Tesis Ingeniero Agrónomo, Universidad Nacional de
Colombia, Palmira. 98 p.
Bastidas G., A. M. 1995. Hongos asociados con raíces de la caña de azúcar (híbridos de Saccharlllll spp) y
sus efectos en plantas in virro. Tesis Universidad Nacional de Colombia, Palmira. 186 p.
Baver, L. D.; Gardner, W. H.; Gardner, W. R. 1973. Física de suelos. Trad . por Jorge Manuel Rodríguez.
México. Uteha. 530 p.
Bayer, C; Mielniczuk, J. 1999. Dinámica e fun<;ao da matéria orgánica, pp 9-26. En: Santos. G. D. A.;
Camargo, F. A. de O. (Editores) Fundamentos da Matéria orgánica do Solo. Ecosistemas Tro-
picais & Subtropicais. Porto Alegre, Brasil: Génesis, 489p.
Beare, M. H. and Bruce, R. R. 1992. A comparison of methods for measurin g water stable aggregates:
implications for determining environmental effects on soil structure. Geoderma, 56: 87- 104.
Belalcázar, S.; Jaramillo, O.; Valencia, J.; Arcila, M. ; Mejía, H. y García, H. 1995. Mejoramiento de la
producción del cultivo de plátano. Produmedios. Armenia. 256 p.
Benabdellah, K.; Azcón-Aguilar. c.; Ferrol, N. 1999. Plasma membrane ATPase and H+ transport ,;::tivities
in microsomal membranes from mycorrhizal tomato roots. Joumal of Experimental Botany
Vol. 50. No. 337: 1343-1349.
327
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Benabdellah, K.; Azcón-Aguilar, c.; Ferrol, N. 2000. Alterations in the plasma membrane polypeptide
pattern of tomato roots (Lycopersicon esculen/um) during the development of arbuscular
mycorrhiza. Journal of Experimental Botany Vol. 51, No. 345: 747-754.
Benjumea, C. P.; Sánchez de P. , M. Y Miranda, J. C. 1996. Estimación de la actividad microbiana en tres
agrosistemas en Rozo, Valle. Universidad Nacional de Colombia-Sede Palmira. Boletín Téc-
nico. Vol 7 p 7-9. Diciembre/96.
Berta . G. and Gianinazzi-Pearson, V. 1986. Influence of mycorrhizal infection on root development
in Cal/una vulgaris L. Hull seedlings. In: Gianinazzi-Pearson, V. and Gianinazzi, S. (Ed.)
Proccedings of the 1st European Symposium on Mycorrhizae. Dijon, 1-5 July, 1985. INRA ,
Paris. Pp 673-676.
Bethlcnfalvay, G. J. 1992. Mycon'hi zae and crop productivity. In: Mycorrhizae in Sustainable Agriculture.
Eds. G. J. Bethlenfalvay and R. G. Linderman. Pp 1-27. Am. Soco Agron. Special Publication
No. 54, Am. Soco Agron. Madison, WI.
Bethlcnfalvay, G. J.; Schreiner, R. P. ; Mihara, K. L; McDaniel , H.; 1996. Mycorrhizae, biocides and bio-
control. 2. Mycorrhizal fungi enhance weed control and crop growth in a soybean-cocklebur
association treated with the herbicide bentazon. Applied Soil Ecology 3: 205-214.
Bjorkm an, E. 1960. Mono/ropa hypopi/)'s L. An epiparasite on tree roots. Physiol. Plant. 13: 308-327.
Blasco. M. 1963. Curso de suelos. Universidad Nacional de Colombia, Facultad de Agronomía - Palmira.
427 p.
Blilou . l.; Ocampo, J. A.; García-Garrido, J. 2000.lnduction of Ltp (Iipid transfer protein) and Pal (pheni-
lalanine ammonia-Iyase) gene express ion in rice roots colonized by the arbuscular mycorrhizal
fungus Clomus mosseae. Journal of Experimental Botany, Vol. 51, No. 353: 1969-1977.
Blum . U.; Austin, M. F. and Shafer, S. R. 1999. The fates and effects of phenolic acids in a plant-micro-
bial - soil model system. In: «Recent Advances in Allelopathy. Volume 1: A Science for the
Future», F. A. Macias, J. C. G. Galindo, J. M. G. Molinillo and H. G. Cutler Eds., Servicio de
Publicaciones, Universidad de Cadiz, Spain, 159-166.
Boddington, C. L; Bassett, E. E.; Jakobsen, l.; Dodd, J. C. 1999. Comparison of techniques for the ex-
traction and quantification of extra-radical mycelium of arbuscular mycorrhizal fungi in soils.
Soil Biol. Biochem. 31: 479-482.
Bolan , N. S. 1991. A critical review on the role of mycorrhizal fungi in the uptake of phosphorus by plants.
Plant Soil 134: 189-207.
Bolaños B., M. M.; Rivillas O., C. A.; Suárez v., S. 2000. Identificación de micorrizas arbusculares en
suelos de la zona cafetera colombiana. Cenicafé. 51 (4): 245-262.
Bolaños B. , M. M.; Morales, O. H.; Celis G., L. D. 2003. Fertilización (orgánica-química) y producción
de plátano " Dominico-Hartón" (Musa AAB) en el Quindío, Colombia. En Infomusa Vol. 12,
No 1.
Bolaños B., M. M. 2005. Efecto de la inoculación con HMA sobre el crecimiento, desarrollo y producción
de plátano Musa AAB. 8p (inédito).
Bolaños, M.; Sánchez de Prager, M.; Rao, 1. 2006. Arilsulfatasa en la rizosfera de plátano, Musa AAB y
relación con crecimiento, desarrollo y producción . Acta Agronómica Vol.55 NO.3 p 11-14.
Bonfante-Fasolo, P. 1987. Vesicular-arbuscular mycorrhizae: Fungus-plant interactions at the cellular level.
Symbiosis, 3: 249-268.
Bonfante-Fasolo, P. and Bianciotto, V. 1995. Presy mbiotic versus symbiotic phase in arbuscular endo-
mycorrhizal fungi: Morphology and citology. pp 229-247. In: Varma, A. and Hock, B. (Edit).
Mycorrhiza: Structure, function, molecular biology and biotechnology. Springer-Verlag,
Berlin.747p.
328
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Bonilla, C. R.: Gómez, E. y Sánchez de P., M . 2002. El suelo: Los organismos que lo habitan. Cuadernos
ambientales No 5. Universidad Nacional de Colombia - Palmira y Ministerio de Agricultura
y Desarrollo Rural - Pronatta. Palmira. 18p.
Bonilla, F y Espinoza, J. 1997. Inoculación y evaluación de hongos endomicolTízicos en Guadua an-
f?ustiJolia Kunth, en etapa de vivero. Tesis Ingeniero Agrónomo. Universidad Nacional de
Colombia - Palmira 62 p.
Bowen, G. D. and C. Theodorou. 1979. Interactions between Bacteria and Ectomycorrhizal Fungi. Soil
Biol. Biochem. 11: 119-126.
Brundrett, M. 1991. Mycorrhizas. In Natural Ecosystems. Advances in ecological research. 21: 171-313 .
Brussaard, L.: Behan-Pellelier, Y. M.; Bignell , D. E.; Brown, Y. K.; Didden, W; Folgarait, P.; Fragoso, c.;
Freckman, D. W; Gupta, V. y. S. R.; Halloris, T.; Hawksworth, D. L.; Klopatek, c.; La\clle, P.;
Malloch, D. W; Rusek, J.; S6derstr6m, B.; Tiedje, J. M., and Virginia, R. A. 1997. Biodiversity
and ecosystem functioning in soil. Ambio. Vol. 26 No. 8: 563-570.
Bryla, D. R. and Koide, R. T. 1998. Mychorrizal Response 01' Two Tomato Genotypes Relate, to their
Ability to Acquire and Utilize Phosphorus. Annals of Botany 82: 849-857.
Buendia, E. 1990. Identificación de micorrizas asociadas con la guadua, Guac/ua angusriJolia Kunt presente
en tres climas del Quindío, Universidad del Tolima. Facultad de Ingeniería Forestal. Ibagué.
Pp 120.
Buol, S. W; Hole, F D.; McCracken , R. J. 1981. Génesis y clasificación de suelos. Editorial Trillas,
México.417p.
Burbano O., H. 1989. El suelo: Una visión sobre sus componentes biorgánicos. Universidad dc Nariño,
Pasto. Colombia. 447p.
Burbano O., H. 2004. La piel de la tierra. Cinco reflexiones para valorar el recurso suelo. Univcr,idad de
Nariño, Impresos La Castellana, Pasto. 176p.
Buresh , R. J. and Tian , G. 1998. Soil improvement by trees in sub-Saharan Africa. Agroforestry Systems.
38:51-76
Burges , A. and Raw, F 1960. Biología del suelo. Barcelona, Omega 596 p.
Burleigh, S.; Cavagnaro, T.; Jakobsen , l. 2002 . Functional diversity of arbuscular mycorrhiza, cx tends
to the express ion of plant genes involved in P nutrition. Joumal of Experimental Botany, Vol.
53, No. 374: 1593-1601.
Burt, A. J.; Hashem, A. R.; Shaw, G.; Read, D. J. 1985. Comparative analysis of metal tolerance in ericoid
and ectomycorrhizal fungi. En: Ed. Gianinazzi-Pearson, Y. and Gianinazzi, S. Proceedings ofthe
1st European Symposium on Mycorrhizac. Dijon, 1-5 July, 1985.INRA, París. Pp 683-687.
Cabrera, O. 2002. Aspectos generales del control microbiológico de Fusarium oxyspOf'Um f sp. Phaseoli.
Problema especial. Universidad Nacional de Colombia. Sede Palmira. 30p.
Cabrera T., R. ; Queitsch, J. 2003. Fertilidad y productividad de los suelos en la agricultura ecológica, pp
207-212. En: Díaz A., J. R.; Chacón c., E. A. Agricultura sostenible (ecológica u orgánica).
Cyted, Panamá, Marzo 2003, 334p.
Cadavid, L. F: EI-Sharkawy, M. A.: Acosta, A.; Sánchez, T. 1998. Long-Term effects of mulch. I'c rtiliza-
tion and tillage on Cassava grown in sandy soils in northen Colombia. Field Crops Rcsearch.
57( 1): 45-56.
Cadena, S., y Madriñán, R. 1998. Estimación de la biomasa microbiana en suelos de ladera bajo di ferentes
sistemas de manejo. Universidad Nacional de Colombia, Sede Palmira. 37 p.
Caldeira, F: Chaves, M. e Zambolin, L. 1983. Assoeiacao de micorriza vesicular arbuscular com café,
limao-rosa e eapim-gordura. Pesquisa Agropecuaria Brasileira. Vol 18 No. 3 P 223-228.
Cambardella, C. A. and ElIiot, E. T. 1993. Carbon and nitrogen distribution in aggregates form cultivated
and native grassland soils. Soil Sci. Soco Am. J. 57: 1071-1076.
329
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Carne!. S. B.; Reyes-Soils, M. G.; Ferrera-Cerrato, R.; Franson, R. L.; Brown, M. S.; Bethlenfalvay, G. J.
1991. Growth of vesicular-arbuscular mycorrhizal mycelium through bulk soil. Soil Sci. Soco
Am. J. 55: 389-393.
Capaccio, L.C.M. and Callow, J. A. 1982. The enzymes of polyphosphate metabolism in vesicular-
arbuscular mycorrhizas. New Phyto!. 91: 81-9 t.
Capra, F 2003a. La trama de la vida. Una nueva perspectiva de los sistemas vivos. Quinta edición , Ana-
grama, Colección Argumentos, Barcelona, 359p.
Capra, F 2003b. Las conexiones ocultas. Implicaciones sociales, medio-ambientales, económicas y bioló-
gicas de una nueva visión del mundo. Trad. del ing lés de David Sempau, Anagrama. 389p.
Cardona, S. y Sánchez de P., M. 1998. Bacterias de vida libre fijadores de N2 en dos suelos del Valle del
Cauca. Palmira. Acta Agronómica, Vol. 48 (3): 43-48.
Cardoso, E. J. B. N. Y Freitas, S. S. 1992. La rizósfera. Pp 41-57- En: Cardoso, E. J. B. N.; Tsai, S. M.
& Neves, M. C. (Coord.). Microbiologia do Solo. Sociedad Brasilera de la Ciencia do Solo.
Campinas. 358p.
Cardoso. E. J. B. N. 1996. Interaction of Mycorrhiza, phosphate and manganese y soybean. En: Azcón-
Agu ilar, C. and Barea, J. M (Ed it). Mycorrhizas in integrated systems from genes to plant
development. Proceedings ofthe fourth European Symposium on mycorrhizas. Granada, Julio
11-14 1994. Published by The European Commission Science, Research and development.
Brussels, Luxembourg. Pp 304-309.
Carneiro. M.; Siqueira, J. Curi, N. 1996. Fungos micorrízicos e superfosfato no crecimiento de especies
herbáceas em solo degradado. En Memorias del XIII Congreso Latinoamericano de Ciencia
do Solo. Brasil.
Carter, M. R. 1993 (Editor). Soil Samplin g and Methods of Analysis. Lewis Pub.! CRC Press, Boca Raton,
FL, U.S.A., 75 Chapters, 823 pp.
Castaño Z. , J. 1996. Estimación de enfermedades de plantas y sistemas de muestreo. Fitopatología Co-
lombiana Vol. 20 No 2 pp 59-68.
Castaño. J. y Molinares, A. 1992. Estudio de la micorriza nativa en plantaciones de Uva Isabella en Santa He-
lena (Valle). Tesis Ingeniero Agrónomo. Univers idad Nacional de Colombia, Palmira. 95p.
Catford . 1.; Staehelin, c. ; Lerat, S.; Piché, Y.; Vierheilig, H. 2003. Suppresion of arb uscu lar mycorrhizal
colonization and nodulation in split-root systems of a lfalfa after pre-inoculation and treatment
with Nod factors. Journal of Experimental Botany, Vol 54, No. 386: 1481-1487.
Cattelan. A. J. e Vidor, C. 1990. Flutuacoes na biomassa, actividade e populacao microbiana do solo en
funcao de variacoes ambientais. Rev. Bras. Ci. Solo, Vol. 14, p. 133-142.
Caullery. M. 1952. Parasitism and symbiosis. Sigwick and Jackson - Limited. London (Eng land) . 340 p.
Cavagnaro, T. R.; Smith, FA. ; Lorimer, M. F; Haskard , K. A.; Ay ling, S. M.: Smith, S. E. 200 l. Quantita-
ti ve development of París-type arbuscular mycorrhizas formed between Asphodellls jislUlosus
and Glomus corona/lIm. New Phytologist 149: 105-113.
Cazorla. F 2004. Francisco M . Cazorla es Investigador Posdoctoral en el Departamento de Microbiología
de la Universidad de Leiden (Holanda). www.ciencias.uma.es/publicaciones/encuentros/EN-
CUENTR061 /pseudomonas.html
Centro de Investigación de la Caña de Azúcar de Colombia (Cenicaña). 1993. Serie técnica No. 14. 16p.
Centro de Investigacion de la Caña de Azúcar (Cenicaña). 1995. Red meteorológica automatizada del sector
azucarero. Estación San Marcos. En: Anuarios 1994, 1995. Cali Colombia. 85 p.
Centro Internacional de Agricu ltura Tropical (CIAT). 1998. Simbiosis Leguminosa-Rizobio. Manual de
métodos de eva lu ación , selección y manejo agronóm ico. I ed. Cali pp 280.
Chaboussou. F. 1984. Fisiología y resistencia de la planta. Influencia de los abonos y plaguicidas en la
fisiología de las plantas y su resistencia a l ataque de plagas y enfermedades. Asociación Vida
Sana. Barcelona. 28p.
330
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
- - - - 1987. Plantas doentes pelo uso de agrotóxicos:a teoria do trorobiose. 2 ed. Porto Aleg re: L y
M 256 p.
Chang, C. H. and Huang, C. M. 1984. Micorrhizal mutualism with corno Taiwan Sugar Research Institute.
Taiwan. 16p.
Chang, C. H. and Huang, C. M. 1985. Endomicorrhizal symbiosis with sugar-cane Roots. Annual Report.
Taiwan Sugar Research Institute. Taiwan. 18p.
Charry, J. 1987. Naturaleza y propiedades físicas de los suelos. Universidad Nacional de Colombia sede
Palmira. 362 p.
Chiapusio G.; Sanchez A. M.; Reigosa M. 1.; González L. and Pellissier F. 1999. Does the knowledge
of primary and secondary effects relationships improve allelopathy research? In: « Recent
Advances in Allelopathy. Volume 1: A Science for the Future», F. A. Macias, 1. C. G. Galindo,
J. M. G. Molinillo and H. G. Cutler Eds., Servicio de Publicaciones, Universidad dc Cadiz,
Spain, 57-62.
Clark, F. E. and Paul, E. A. 1970. The microflora of grassland. Advances in Agronomy 22: 37S-·BS.
Collado, 1. G. ; Durán, R.; Hernández, R. 1999. Some evidence of the role of exudated toxins in th e patho-
genesis of Botrytis ci/lerea. In: «Recent Advances in Allelopathy. Volume l: A Sciencc for the
Future», F. A. Macias, J. C. G. Galindo, J. M. G. Molinillo and H. G. Cutler Eds .. Sen icio de
Publicaciones, Universidad de Cadiz, Spain , 479-484.
Conrrado, N. y Puerta, J. 1988. Reconocimiento e identificación de hongos formadores de micorriza vcsículo-
arbuscular (M.V.A), en cultivos de plátano (Musa spp) en el Municipio de Valencia (Córdoba).
Tesis Ingeniero Agrónomo. Universidad Nacional de Córdoba. Monteria. 120 p.
Cooper. K. M. and Tinker, P. B. 1978. Translocation and transfer of nutrients in vesicular-arbuscular
mycorrhizas. New Phytol. 81 :43-52.
Cornejo. P. 2006. Influencia de la cobertura vegetal sobre la diversidad y estructura de las comunidades de
hongos micorrícicos y sus efectos en la estabilización de suelos degradados. Estación cxperi-
mental del Zaiden. Edit. Universidad de Granada. Tesis doctoral. 288 p.
Corpoica-Creced. 1994. Caracterización de sistemas de producción. Documento de trabajo. Cauea. Co-
lombia.
Correa M., D. L.; Barrios, E.; Amézquita, E.; Sánchez de P., M. 2004. Valoración biológica de capa arable
en formación en suelos de la altillanura colombiana. Revista de la Sociedad Colombiana de
la Ciencia del suelo. 20p. En edición. Presentado en el XVI Congreso Latinoamericano y XII
Congreso Colombiano de la Ciencia del Suelo. Cartagena, Sep. 26 -octubre 1/04. 175p.
Correa, J. C. y Martínez, J. F. 1996. Inventario ftorístico del cerro La Bandera, municipio de Cali. depar-
tamento del Valle del Cauca. Tesis Ingeniero Agrónomo. Universidad Nacional de Colombia.
Palmira pp 362.
Cortés L. , A. 2004. Suelos Colombianos: Una mirada desde la academia. Universidad de Bogol<Í Jorge
Tadeo Lozano. Bogotá, 198p.
Cortes, L. A. Y García, S. A. 1981 . Los suelos del valle geográfico del río Cauca. Bogotá. IGAC. 39 p.
Coyne, M. S. 2000. Microbiología del suelo: Un enfoque exploratorio. Editorial Paraninfo, Madrid.
416p.
Coyne, M. S. 1999. Soil Microbiology: An exploratory approach. Delmar Publishers, New York. ~62p.
Cruz, J. C. 1988. Estudio de la simbiosis micorriza vesículo-arbuscular en el cultivo del café Coffe a ara-
bica L. Var. Caturra. Palmira. Tesis Ingeniero Agrónomo. Universidad Nacional de Colombia.
Facultad de Ciencias Agropecuarias.
Curl, E. A. and Truelove, B. 1986. The rhizosphere. Advances series in Agricultural Sciences 15. Springer-
Verlag, Berlin (Alemania). 288p.
331
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Cutler. H. G. 1999. Allelopathy in the biological control of plant diseases. In: «Recent Advances in Allelo-
pathy. Volume 1: A Science for the Future», F A. Macias, J. C. G. Galindo, J. M. G. Molinillo
and H. G. Cutler Eds. , Servicio de Publicaciones, Universidad de Cádiz, Spain, 397- 414.
Dainese, M. B.; Cardoso, EJ.B .N . 1981. AIgumas observa,,6es sobre fungos micorrízicos em associa"ao
com a cana-de-a"úcar em Piracicaba. O Solo, Piracicaba. v.73 , p.24-27.
Day, J. M; Haris, D.; Dart, P. J. and Van Berkum, P. 1975. The Broadbalk experiment: An investigation of
nitrogen gains from non-symbiotic nitrogen fixation by free-living micro-organisms. W.D.P.
Stewart (Edit), p 71-84.
De Oli veira c. , F; De Araujo S., G.; Marinho G., J. 1999. Macromoléculas e substancias húmicas, pp 25-
39. En: Santos, G. D. A.; Camargo, F. A. de O. (Editores) Fundamentos da Matéria organica
do Solo. Ecosistemas Tropicais & Subtropicais. Porto Alegre, Brasil: Génesis, 489p.
Del Gallo, M. and Fendrik, 1. 1994. The rhizosphere and Azospirillum. pp 57-75 . In: Okon, Y. (Edit).
AzospirillumlPlant associations. CRC Boca Raton. 175p.
Díaz. A. c.; Sánchez de P., M.; Gómez, E. 2002. Estimación de la flora fungosa y bacteriana en suelos del
norte del Valle cultivados con maracuyá Passifiora edulis var flavicarpa con diferente manejo
agronómico, edad y estado sanitario. Tesis de Ingeniería Agronómica. Universidad Nacional
de Colombia - Palmira. 113p.
Díaz, D. 2005. Sistema agua. Corporación Semillas de Agua. Cali. 7p.
Díaz, H. G. 1999. Indagación de metabolitos secundarios, en algunas especies de orquidáceas. Problema
especial. Universidad Nacional de Colombia, Palmira. 37 p.
Dick , W. A. and Tabatabai , M. A. 1992. Significance and potencial uses of soil enzymes. En: Meting, F B.
Jr. (Edit). Soil Microbial ecology. Applications in agricultural and environmental management.
Marcel Decker Inc. , New York. Pp 95-127.
Digtoll. J. and Coleman, D. C. 1992. Phosphorus relations of roots and mycorrhizas of Rhododendron
máximun L. In the Souther Appalachians, North Carolina. Mycorrhiza 1: 175-184.
Doberciner, J. 1982. Biological Nitrogen fixation for tropical agriculture (eds. P. H. Graham y S. C. Harris)
Centro Internacional de Agricultura Tropical (CIAT). p 38.
Dodd . J. c.; Boddington , C. L.; Rogríguez, A. ; González-Chávez, c.; Mansur, 1. 2000. Mycelium of Ar-
buscular Mycorrhizal fungi (AMF) from different genera: form , function and detection. Plant
and Soi1226: 131-151.
Dodd . J. c.; Burton, C. C.; Burns, R. G. and Jeffries, P. 1987. Phosphatase activity associated with the
roots and the rhizosphere of plants infected with vesicular-arbuscular mycorrhizal fungi . New
Phytol. 107: 163-172.
Doerr. T. B.; Redente, E. F; Reeves, F B. 1984. Effects of soil disturbance on plant succession and levels
of mycorrhizal fungi in a sagebrush-grassland community. Journal of range management. 37
(2), 135-139.
Dommergues, Y. et Mangenot, F. 1970. Ecologie microbienne du sol. Mason. París. 796 p.
Domínguez , Y. A. 1984. Tratado de fertilización. Mundi-prensa. 585p.
Domsh. K. H.; Gams, W. and Anderson, T. 1980. Compendium of soil fungi. Vol 1. Academic press.
London. Pp 859.
Doud s Jr., D. ; Pfeffer, P. E.; Shachar-Hill , y. 2000. Application of in vitro methods to study carbon uptake
and transport by AM fungi. Plant and Soil 226: 255-261.
Drury, C. F.; Stone, 1. A. and Findlay, W. l. 1991. Microbial biomass and soil structure associated wilh
corn, grasses and legumes. Soil Sci. SOCo Am. 1., v. 55 , P 805-811.
Duddridge, J. A. 1985. Specifity and recognition in mycorrhizal associations. Department of Forestry, Oxford
University (Great Britain). In: Physiological and genetical aspects of mycorrhizae. Proceding
on the I Ih European symposium on mycorrhizae, Dijon (Francia). P 45-58.
332
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Duponnois R. 1992. Les bactéries auxiliaires de la mycorhization du Douglas (Pseudotsuga menziesii (Mirb.)
Franco) par Laccaria Laccata souche S238. PhD Thesis, University of Nancy, Francc .
Edwards, A. and Bremner, J. 1967. Microaggregates in soil. Soil Sci. 18:64-73.
El Tiempo. 2004. Descubre más. Enciclopedia. Fascículo No. 40, Casa Editorial El Tiempo, Bogotá, p.
246.
EI- Sharkawy, M. A. 1993. Drought-tolerant cassava for Africa, Asia and Latin America. En: BioScience.
Vol 43( 1993), pp44 1-45 l.
Elliot, E. T. 1986. Aggregate structure and C, N and P in native and cultivated soils. Soil Science Society
American Journal. 50: 627-633.
Elliot, E. T and Colleman, D. 1988. Let the soil work for uso Ecological. Bulletin 39: 23-32.
Elliot, L. F. and Lynch, J. M. 1994. Biodiversity and soil resilience. In: Greenland, O. J. and Szabolcs, 1.
(Eds). Soil resilience and sustainable land use. Cab International. pp 353-364.
Emerson, W. W.; Foster, R. c.; Oades, J. M. 1986. Organo-mineral complexes in relation to soil aggregation
and structure. In: interactions of soil minerals with natural organics and microbes (Huang &
Schnitzer, Eds) pp 521-548. Soil Science Society of America, Madison.
Enkhtuya, B.; Rydlova, J.; Vosatka, M. ; 2000. Effectiveness of indigenous and non-indigenous isolates
of arbuscular mycorrhizal fungi in soils from degraded ecosystems and man-made habitats.
Applied Soil Ecology 14: 201-211.
Estaun, Y.; Camprubi, A. and Calvet, C. 1996. Effects oftemperature on root colonisation and development
oftwo isolates ofGlomus mosseae. En: Azcon-Aguilar, C. and Barea, J. M. (Edit). Mycorrhizas
in integrated systems from genes to plant development. Proceedings of the fourth European
Symposium on Mycorrhizas. Granada, Jul.ll-14/94. European Commission Science. Research
and Development. Bruseels, Luxembourg, pp 428- 431.
Fernández - Larrea, O. 200 l. Microorganismos antagonistas para el control fitosanitario. Manejo Inte-
grado de plagas. Costa Rica. No 62. pp 96 - 100. http// www.Catie.ac.cr/inforrnacion/RMTP/
rev62/96-100 pdf
Ferrol, N.; Pozo, M. J. ; Macarena, A.; Azcón-Aguilar, C. 2002. Arbuscular mycorrhizal symbiosis regula-
tes plasma membrane H+-ATPase gene express ion in tomato plants. Journal of Experimental
Botany Vol. 53, No. 374: 1683-1687.
Figueredo de Urrego, E. y Urrego M., C. J. 1994. Prácticas Agroecológicas. Experiencias de campo y de
laboratorio. Conceptos fundamentales. Aplicaciones a nivel institucional , familiar y comunitario.
Fondo FEN - Colombia. 172p.
Finar, 1. L. 1980. Química Orgánica 11 , Estereoquímica y Química de los Productos Naturales. Alambra,
Madrid (Versión Española, Rafael Pérez). 965 p.
Fitter, A. H. 1985. Functioning of Vesicular-Arbuscular Mycorrhizas under field conditions. New Phyto-
logy. 99: 257-265.
Fitter, A. H. and Garbaye J. 1994, Interactions between mycorrhizal fungi and other soil organisms . Plant
and Soil 159: 123-132.
Foster, R. c.; Rovira, A. D. and Cock, T. W. 1983. Ultraestructure ofthe Root-Soillnterface. The American
Phytopathological Society, St. Paul, Minessota, U.S.A. pp 5-11; 65, 82, 95, 96.
Foster, R. C 1988. Microenvironments of soil microorganismo Biology and Fertility of Soils. 6: 189-203
Francis, R. and Read, D. J. 1984. Direct transfer of C between plants connected by vesicular-arbuscular
mycorrhizal mycelium. Nature 307: 53-56.
Franco, A. H. 2004. Exceso de CO 2 en la atmósfera y fitoplancton . Lecturas Dominicales , El Tiempo,
Bogotá, 27 de junio de 2004, p. 7.
333
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Frank. B. 1885. On the root-symbiosis-depending nutrition through hypogeous fungi of certain trees.
Translated by J.M. Trappe. En: Molina. R. (Edit). Proceedings of the 6th NOIth American
Conference on Mycorrhizae. Bend, Oregon, USA. June 25-29.1984. pp 18-25.
Franken, P. and Requena, N. 200 l. Analysis of gene express ion in arbuscular mycorrhizas: new approaches
and challenges. New Phytology 150: 517-523.
Fraser. D. G.; Doran. J. W; Sahs, W W. y Lesoing, G. W 1988. Soil microbial populations and activities
under conventiona l and organic management. J. Env iron.Qual. 17(4): 585-590.
Friese . C. F. and Allen, M. F1991. The spread ofVA mycorrhizal fungal hyphae in the soil: inoculum types
and external hyphal architecture. Mycologia 83: 409-418.
Gallaud. I. 1905 . Études sur les mycorhizes endotrophes. Revue Genérale de Botanique 17,5-48.
Gara,sini. L. 1962. El suelo y su microflora. En: Revista de la Facultad de Agronomía de la Universidad
Central de Venezuela. 252 p.
Garbaye, J. 1994. Helper bacteria: A new dimension to the mycorrhizal symb iosis . New Phytol. 128:
197-210.
Garbaye , J. and Klett, P. 1996. Mycorrhization helper bacteria: their management in forest nurseries as
an aid to controlled mycorrization. En: Azcón-Aguilar, C. y Barea, 1.M. (Edit). Mycorrhizas
in integrated systems from genes to plant development. Proceedings of the fourth European
Symposium on Mycorrhizas. Granada, J ul.ll-14/94. European Commission Science, Research
and Development. Bruseels, Luxembourg, pp 608- 6 12.
García~Garrido, J. and Ocampo, J. 2002. Regulation of the plant defense response in arbuscu lar mycorrhizaJ
symb iosis. Joum al of experimental botany. 53: 1377~ 1386 .
Garcia. J. E. Y Monje-Najera, J. 1995. Agricultura orgánica. Memorias sobre el simposio centroamcricano.
EUNED.
García-Garrido,1. M.; Tribak, M.; Rejon-Palomares, A.; Ocampo, 1. A.: García-Romera, I. 2000. Hydrolytic
enzymes and ab ility of arbuscular mycorrhizal fungi to colonize roots. Journal of Experimental
Botany, Vol. 5 1, No. 349: 1443-1448.
Gan'ido v., M. S. 2003. Agricu ltura, medio ambiente y agroecología. pp 45-54. En: Díaz A., 1. R.; Chacon c.,
E. A. Agricultura sostenible (ecológica u orgánica). Cyted, Panamá, marzo de 2003. 334p.
Garrido v., M. S. 2003. Conceptos de desarrollo sostenible: enfoque desde la ciencia de la agroecología,
pp 15-20 En: Díaz A., J. R.; Chacón c. , E. A. Agricultura sostenible (ecológica u orgánica).
Cyted, Panamá, Marzo 2003, 334p.
Garrido v., M. S. 1994. Interpretación de análisis de suelos. Ministerio de agricultu ra, pesca y alimentación.
Madrid. 5(93) HD. 39p.
Gavito. M. E. ; Bruhn , D.; Jakobsen , l. ; 2002 . Phosphorus uptake by arbuscu lar mycorrhizal hyphae does
not increase when the host plant grows under atmospheric C02 enrichment. NcIV Phytologist
154: 751-760.
Gay, G. and Debaud, J. C. 1986. Preliminary study of ¡AA synthesis by ericoid endomycorrhizal fungi. En:
Gianinazzi-Pearson. V. and Gianinazzi. S. (Edit). Proceedings ofthe 1st European Symposium
on Mycorrhizae. Dijon, 1-5 July, 1985 . Inra, París. Pp 677-682.
Gianinazzi-Pearson, V. and Gianinazzi, S. 1995. Proteins and protein activities in endomycorrhizal symbio-
ses. Pp 251-266 In: Varma, A. and Hock, B. (Edit). Mycorrhiza: Structure, function, molecular
biology and biotechnology. Springer-Verlag, Berlin. 747p.
Gianinazzi-Pearson, V. and Gianinazzi, S. 1983. The physiology 01' vesicu lar-arbuscu lar mycorrhizal roots.
Plant and Soil 71: 197-209.
Gianinazzi-Pearson. V. y Azcón-Aguilar, C. 199 1. Fisiología de las micorrizas vesículo-arbusculares. Pp
175- 202 . En: Olivares, J. y Barea, J. M. (Coordinadores): Fijación y movilización biológica
de nutrientes. Vol. 11. (Fijación de N y micorrizas). Consejo Superior de Investigaciones
Científicas. Madrid. 259p.
334
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANC IA EN EL TRÓPICO
Giovannetti, M. and Mosse, B. 1980. An evaluation of techniques for measuring vesicular arbuscular
mycorrhizal infection in roots. New Phytol. 84: 489-500.
Giovannetti, M.; Avio, L.; Sbrana, C. and Citernesi, A. S. 1996. Sequential sleps in the process of partner's
recognition by arbuscular mycorrhizal fungi. En: Azcón-Aguilar, C. and Barea, 1. M. (Edit).
Mycorrhizas in integrated systems from genes to plant development. Proceedings of lhe fourth
European Symposium on Mycorrhizas. Granada, Jul.ll-14 de 1994. European Commission
Science, Research and Development. Bruseels, Luxembourg. pp 186-188.
Gironza, M. y Mamian, R. 1988. Influencia de la inolucación con MVA sobre el crecimiento de tomate
de árbol (Cyphomandra betacea), lulo (Solanum qllitoense) , curuba (Passiflora molisima) y
granadilla (Passiflora edulis) en la etapa de vivero. Universidad de Nariño. Facultad de Ciencias
Agropecuarias. Pasto. Pp 140.
Gliessman, S. R. 1998. Agroecology: Ecological processes in sustainable agriculture. Ano Arbor Press,
USA. 357p.
Gobernación del Valle del Cauca. 2002. Información general. En: http ://www.elvalle.com.co/goberna-
cion/municnorte.asp.
Goh, CJ., Sim, A. A. Y Lim, G. 1992. Mycorrhizal association in some tropical orchids. Lindleyana 7:
13-17.
Golovko, E. 1999. Allelopathy a history, past, present anf future. Pp 485-490: Macías, F. A.; Galindo, J.
c.; Molinillo, J. M.: Cutler, H. G. 200 l. Recent Advances In Allelopathy. Vol. 1. A Science for
lhe future. Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz, Internacional Allclopathy
Society. 514 p.
Gómez de Guiñán y Nageswara. 1. 1995. Efecto de A. hypogaea (Papilloniaceae) y la alcalinidad del suelo
sobre bacterias asociadas con nitrógeno y ureasa. www.ots.duke.edu/tropibiojnl/claris/44-
2/'GOMEZ-2.HTM
Gómez L., E. 1997 Estimación de algunos agentes biológicos del suelo asociados con el manejo del cul-
tivo de la yuca Manillot esculenta Crantz, en la costa norte de Colombia. Tesis de Maestría.
Universidad Nacional de Colombia-Sede Palmira. 98p.
Gómez Z., J. 2000. La materia orgánica en los agroecosistemas. Universidad Nacional de Colombia-Sede
Palmira. 70 p.
Gómez Z., J. y Sánchez de P., M. 2000. El proceso de descomposición de residuos vegetales. Cuaderno de
microbiología No. 10. Universidad Nacional de Colombia-Sede Palmira. 16 p.
Gómez L., E. Y Sánchez de P., M. 1991. Respuesta del pimentón Capsicum anuum L. a la inoc ulación
con hongos VA. Boletín Técnico. Universidad Nacional - Palmira. 2(2): 103-122 .
Gómez, E. D. ; Sánchez de P. M. ; EI-Sharkawy, M. ; Cadavid, L. L. 2000. Relación entre el manejo del
cultivo de la yuca, las propiedades físico-químicas y la actividad microbiana del suelo. Acta
Agronómica 50 (3/4): Pp 7-1.
Gómez, E. D.; Sánchez de P., M.; EI-Sharkawi, M., y Cadavid, L. F. 2000. Poblaciones microbianas aso-
ciadas con diferentes prácticas agronómicas en el cultivo de la yuca Manihot esculel/ f({ Crantz,
en la costa norte de Colombia. Acta Agronómica 50 (1 Y 2): 26-34.
González M., M. del C. 1990. Métodos analíticos para el análisis de suelos. Universidad Politécnica.
Dirección General de Investigaciones. Bdajoz. 33p.
Graves, J. D.; Watkins, N. K.; Fitter, A. H.; Robinson. D.; Scrimgeour, C. 1997. lntraspecific tran sre r of car-
bon between plants linked by a common mycorrhizal network. Plant and Soil 192: 153-159.
Gray, T.R.G . and Parkinson , D. 1968. The ecology of soil bacteria. An international symposium lI11iversity
of Toronto. Press. Hirsoshi, K., Wargner M. B.; 1990. Efecto de Bacillus subtilus sobre P.
oryzae. Pesquiza agropecuaria Brasileira. 28 (8).
335
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Gros, E.; Pomilio, A.; Seldes, A. y Burton, G. 1985. Introducción al estudio de los productos naturales.
Facultad de Ciencias Exactas y Naturales. Universidad de Buenos Aires. Secretaría General de
la Organización de los Estados Americanos. Programa de Desarrollo Científico y Tecnológico.
Washington, D.e. (E.U.A). 145 p.
Gyatso Tenzin. Premio Nobel de la Paz, 1989. Decimocuarto Dalai Lama del Tibe!. Reflexión circulada
en conferencias. sf. sp
Hacskaylo, E. 1985. Advances and quiescence-patterns of modern research on ectomycorrhizae. En: Molina,
R. (Edit). Proceedings of the 6th North American Conference on Mycorrhizae. Bend, Oregon ,
USA. June 25-29. 1984. pp 26-33.
Hadley. G. 1986. Mycorrhizas of heterotrophics plants. En: Gianinazzi-Pearson, V. and Gianinazzi, S.
(Edit). Proceedings of the 1st European Symposium on Mycorrhizae. Dijon, 1-5 July, 1985.
[NRA, París. Pp 815-819.
Hamel. CH.; Fyles, H.; Smith. D. L. 1990. Measurement of development of endomycorrhizalmycelium
using three different vital stain. New Phytologist 115: 297-302.
Hamel. CH. 1996. Manejo básico de la micorriza arbuscular (MA) con énfasis en suelos degradados.
Curso-Taller. Universidad Nacional de Colombia, Medellín. Mayo 7-11 /96. sp.
Hampp. R. and Schaeffer, e. 1995. Mycorrhiza - carbohydrate and encrgy metabolism. pp 267-296. En:
Varma, A. and Hock, B.(Edit). Mycorrhiza: Structure, function , molecular biology and Biote-
chnology. Springer-Verlag, Berlin. 747p.
Hardie . K. 1985. The effect of removal of extraradical hyphae on water uptake by vesicular-arbuscular
mycorrhizal plants. New Phytol. 101 :677 -684.
Harley. J. L. and Smith, S. E. 1983. Mycorrhizal symbiosis. Acadcmic Press. London. 483p.
Harris. D.; Pacovsky, R. S. 1985. Carbon economy of soybean-rhizobium- Glomus associations. New
PhytoI73:71-80.
Han·is. P. J. 1992. La población microbiana del suelo. En: Wild , A., G. (Edit). Condiciones del suelo y
desarrollo de las plantas según Rusell. Ediciones Mundi-Prensa, Madrid. P 471-494.
Harrison. M. 1999. Molecular and cellular aspects ofthe arbuscular mycorrhizal symbiosis. Plant Physiology.
Plant Molecular Biology. Annual Review. Plant Physiol. Planl Mol. Biol. 50:361-389.
Hashimoto, P.; Sierra, J. y Barberis, L. 1988. Dinámica de la fracción ligera de la materia orgánica en
relación con la producción de nitratos a campo. En: Anales de Edafología y Agrobiología. Vol.
47 , Tomo XLVII , No 9-10 de Sep - OCL p 1378-1392.
Hawkin s. H. J.; Johansen, A.; George, E.; 2000. Uptake and transport of organic and inorganic nilrogen
by arbuscular mycorrhizal fungi. Plant and Soil 226: 275-285.
Heath, M. e. 1997. Signalling between pathogenic rust fungi and resitant or susceptible host plan!. Annals
of Botany 80:713-720.
Heidi-J .. H.; Eckhard, G.; Romheld, V. 1997. The significancc of mycorrhizas for the organic and inorganic
N nutrition of plants. Planl Nutrilion. http ://www.uni-ohenheim.de/institutcs/plant nutrition/
hhyphael.htm. 2p. Ago.28/97.
Henao. M. 1995. Estudio preliminar sobre MVA en heliconias. Tesis Ingeniero Agrónomo Universidad
Nacional de Colombia - Medellín 98 p.
Hirrel , M. e. and Gerdemann , J. W. 1980. Improved growth of onion and bell peppcr in salines soil by
two vcsicular-arbuscular mycorrhizal fungi. Soil Science. Socicty of Amcrica Journal 44 (3):
654-655.1980: In: Saif, S.R. Bibliography on vesicular-arbuscular mycorrhizae (1970-1982).
CIAT, Colombia. 1983. p 64.
Hoagland , R. E. 1999. AlIelopathic interactions of plants and pathogens. Pp 423-430. In: Macías, F. A.;
Galindo, J. e.; Molinillo, J. M.; Cutler, H. G. 2001. Recent Advances In AlIelopathy. Vol. L
A Science for lhe future. Servicio de publicaciones de la Universidad de Cádiz, Internacional
Allelopathy Society. 514 p.
336
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Howeler, R. H. and Sieverding, E. 1983. Potencial S and limitations of mycorrhizal inoculations illustrated
by experiments with field experiments. Plant Soil, Netherlands, 75(2): p 245-261.
Howeler, R. H Y Sierverding, E. 1982. Importancia de las micorrizas en la absorción de fósforo por la
yuca. Suelos Ecuatoriales. Revista de la Sociedad Colombiana de la Ciencia del Suelo. Vol
XII (2): 182-195.
Howeler, R. H. 1983 a. La función de las micorrizas vesículo-arbusculares en la nutrición fosfórica de la
yuca. Suelos Ecuatoriales. Vol. 13, No. 2 P 51-62.
Howeler, R. H. 1983 b. Asociación con mieorrizas: Importantes para la yuca cultivada en suelos con bajo
nivel de fósforo. Memorias Primer Seminario sobre Microbiología. Universidad Nacional de
Colombia, Facultad de Ciencias Agropecuarias. Palmira. Pp 1-6.
Howeler, R. H. 1985. Aspectos prácticos de la investigación de micorrizas vesículo-arbusculares de-
mostrados en el cultivo de yuca. En: Sieverding, E., Sánchez de P., M. Y Bravo, N. (Edil.)
Investigaciones sobre micorrizas en Colombia. Universidad Nacional de Colombia-Palmira.
Pp 44-61. 2". Edición.
Huang, C. M. and Chang, C. H. 1983. Mycorrhizal fungi isolated from sugarcane field. Annual reporto
Taiwan Sugar Research Institute. Taiwan.18p.
Huang, S.: Wang, w.; Ma, K.: Zhou, H.: Xu, Y: Wu, H.; Sun, w., Yang, S., Huang, H.; Huang, Z.: Wu, H.
and Yu, S. 1999. Allelochemical from root exudates and extracts of water hyacinth Eichornia
crassipes. Pp 197-204. In: Macías, F. A.; Galindo, J. c.; Molinillo, J. M.; Cutler, H. G. 1999.
Recent Advances In Allelopathy. Vol. 1. A Science for the future. Servicio de publicaciones de
la Universidad de Cádiz, Internacional Allelopathy Society. 514 p.
Hurtado, J.; Rivillas, C. y Grisales, F. 1997. Efecto de Glomusfistulosum y Scutellospora heterog{//lJa en
el crecimiento y desarrollo de plátano Musa spp. Grup AAB cv Dominico-hartón. En: XVIII
Congreso Nacional de Fitopatología; Fitopatología, biodiversidad y micorrizas. Palmira, julio
30-agosto 2/97, p 29.
Hussain, A., Arshad, M., Hussain, A., Hussain, F. 1987. Response of maize (Zea mays) to Azotobacter
inoculation under fertilized and unfertilized conditions. Biol. Fertil. Soils 4:73-77.
Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam). 2001. Sistema de Información
Climática. Seccional Bogotá. Colombia. Registros mensuales de precipitación y evapotrans-
piración. sp.
Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC). 1980. Estudio semidetallado de suelos del valle geográfico
del río Cauca. Bogotá. 582 p.
_ _ _ _ o 1990. Propiedad física de los suelos. Bogotá.
_ _ _ _ o 1993. Distribución y actividad de los microorganismos. En: Aspectos ambientales para el orde-
namiento territorial del occidente del departamento del Caquetá. Tomo 11, capítulos IV.V,VI.
Tercer Mundo Editores. P 666-697.
1995 . Suelos de Colombia. Origen, evolución, clasificación, distribución y uso. Santafé de
Bogotá. 632p.
Invam, 1991. En: http://www.invam.caf.wvu.edu/fungi/taxonomy/specieslD.htm
Izco, 1.; Barreno, E.: Brugués, M.; Costa, M.; Devesa, J.; Fernández, F.; Gallardo, T.: L1imona, X.: Salvo, E.;
Talavera, S.: Valdés, B. 1997. Botánica. Mc Graw-Hill-Interamericana de España. Pp 89-92.
Jackson, R., y Raw, F. 1981. La vida en el suelo. Ediciones Omega, Barcelona. 70p.
Jakobsen, 1. 1995. Transport of phosphorus and carbon in VA mycorrhizas. pp297-324. En: Varma, A.
and Hock, B. (Edit). Mycorrhiza: Structure, function, molecular biology and biotechnology.
Springer-Verlag, Berlin. 747p.
Jakobsen, 1. and Rosendahl, L. 1990. Carbon f10w into soil and external hyphae from roots of mycorrhizal
clIcumber plants. New Phytol. 115:77-83.
337
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Jakobsen. 1: Abbott. L. K. and Robson. A. D. 1992. External hyphae of vesicular- arbuscular mycorrhizal
fungi associated with Trifo/ium subterraneum L. 2. Hyphal transport of 3~ p over defined dis-
tances. New Phytol. 120:509-516.
Janos. O. P.. and Trappe. J. M. 1982. Two new Acau/ospora species from tropical Ameriea. Mycotaxón.
15: 515-522.
Jasper, O. A.: Abbott, L. K. Y Robson, A. O. 1989. Soil disturbance reduces the infectivity of external
hyphae of vesicular-arbuscular mycorrhizal fungi. New Phytologist. 112,93-99.
Jastrow. J. D.: Miller. R. M. ; Lussenhop. 1998. Contributions of interacting biological mechanisms to soil
aggregate stabilization in restored prairie. Soil Biology and Biochemistry. Vol. 7: 905-916.
Jenning,. O. H. 1987. Translocations of solutes in fungi. Biol. Rcv. 62:215-243.
Joergcn \cn, P. G.: Brookes, P. C and Jekinson , O. S. 1990. Survival ofthe soil microbial biomass at elevated
temperatures. Soil Biol. Biochem. 22: 1.129- 1.136.
Johnson . D.: Leake, 1. R.; Ostle, N. ; Ineson, P. ; Read , O. J. 2002. In si tu J.1 C0 2 pulse-Iabelling of upland
grassland demonstrates a rapid pathway of carbon flux from arbuscular myeorrhizal mycelia
to the soil. New Phytologist 153: 327-334.
Johnson . N. C; Graham, J. H.; Smith, F. A. 1997. Functioning of mycorrhizal associations along the mu-
tualism-parasitism continuum. New Phytology 135: 575-585.
Joner, E. J. and Jakobsen, I. 1995. Growth and extracellular phosphatase activity of arbuscular mycorrhizal
hyphae as influenced by soil organic malter. Soil Biology and Biochemistry Vol. 27, No. 9:
1153-1159.
Jun , J.; Abubaker, J. ; Rehrer, Ch.; Pfeffer, Ph.; Shachar-Hill, y.; Lammcrs, P. 2002. Expresion in an arbuscular
mycorrhizal fungu s of genes putatively involved in metaboli sm, transport, the cytoskeleton
and the cell cycle. Plant and Soil. 244: 141-148.
Kamiemki , F. 1882. The vegetative organs of MOllorropa hypopirys L. Translated by S. M. Berch from
memoires Societe Nationale des Sciences Naturelles el Mathematiques de Cherbourg 24: 5-40.
In: Proceedings of the 6th North American conference on Mycorrhizae. Jun 25-29/84. Bend.
Oregon. U.S.A. Servicio Forestal, feb 85. Pp 12-17.
Kato, O.: de Oliveira, E.; Días, A. & Correa, H. 1990. Efeito de diferentes especies de fungos micorrizicos
vesiculo-arbusculares no creseimicnto e nutricao de mandioca. Pesq. Agropcc. Brasilia, 25(8):
p 1175-1181 , agosto.
Kay, B. O. 1990. Ratcs of change of soil structure under different cropping systems. Advances in Soil
Science. 12, 1-52.
Kcnneth . R. 1996. Orchid hibridization In 1.92. Orchids. The Magazine of the American Orchid Society.
Pp 816-817.
KjS)lIer, R. and Rosendahl, S. 2000. Oetcction of arbuscular mycorrhizal fungi (Glomales) in roots by nested
PCR and SSCP (Single Stranted Conformation Polymorphism). Plant and Soil 226: 189-196.
Kling , M. 1998. Oevelopment and function of the mycelium of arbuscular mycorrhizal fungi (Method
Manual , ICOM 2 Workshop) Swedish University of Agricultural Scienccs, Uppsala.
Kl6epper. J. W. 1994. Plant growth promoting rhizobacteria (Other systems) p 137-166. In : Okon, Y. (Edit).
Azospirillum/Plant associations. CRC Boca Raton. 175p.
Koide , R. T. 1993. Physiology of the mycorrhizal plant. Advances in plant pathology 9: 33-50.
Koide, R. T. and Schreiner, R. P. 1992. Regulation of the vesicular-arbuscular mycorrhizal si mbiosis.
Annual Rev iew Plant Physiology Plant Molecular Biology. 43: 557-581.
Labrador M., J. 1996. La materia orgánica en los agroecosistemas. Ministerio de Agricultura, Pesca y
Alimentación. Ediciones Mundi prensa. pp 57-65.
338
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Labrador M .. J. 200 l. La materia orgánica en los agrosistemas. Ediciones Mundi-Prensa, Madrid. 293p.
Ladino, J. J. Y Flor. C. A. 1995. Evaluación de enraizamiento en Rhododendron indiCil/n: E\ aluación
del producto "Power Destruction". diferencias entre genotipos. UNAL-Palmira. Problema
especial. Sp.
Lal, R. 1991. Soil structure alld sustaillability. Journal of Sustainable Agriculture. Vol. 1(4): 67-92.
Larose, G.; Chenevert, R.; Moutoglis, P.; Gagné, S.; Piché, y.; Vierheilig, H. 2002. Flavonoid levels in roots
of Medicago Saliva are modulated by the developmental stage of the symbiosis and the root
colonizing arbuscular mycorrhizal fungus. Journal of Plant Phisiology 159: 1329-1 339.
Lavelle. P. 1997. Faunal activities and soil processes: adaptive strategies that determine ecosystem t"unction.
Advances in Ecological Research 27: 93-132.
Lavelle. P. and Spain, A. 200 l. Soil Ecology. Kluwer Academic Publishers, Netherlands , 652p.
Lee. K. E. and Pankhurst. C. E. 1992. Soil organism and sustainable productivity. Ausl. J. Soil Res. 30:
855-892.
Linderman. R. G. 1988. Mycorrhizal interactions with the rhizosphere micronora: The mycorrh yzosphere
effects. Phytopathol. 78: 366-371.
Llanos. C. y Sánchez de P. M. 1982. Acción de hongos del suelo. Experimentos con microorganismos.
Universidad Nacional de Colombia, sede Palmira. p 77-80.
Llanos. G. 1993. Respuesta del cultivo de banano Musa (grupo AAA), subgrupo Cavendish. c10n Valery a
diferentes sistemas de fertilización orgánica y mineral. Tesis Ingeniero Agrónomo. Universidad
Nacional de Colombia- Palmira. 114 p.
Lopes. S.; Siqueira. J. & Zambolin, L. 1983. Caracterizacao das micorrizas vesicular arbuscular (MVA)
e seus efeitos no crescimiento das plantas. Revista Brasileira de Ciencia do solo. Vol 7 No.
1, P 1-19.
Lovato. P. E.; Shüepp, H.; Trouvelot, A. and Gianinazzi, S. 1995. Application of arbuscular mycorrhizal
fungi (AMF) in orchard and ornamental plants. En: Varma, A. and Hock, B. (Edit). Mycorr-
hiza: Structure, function, molecular biology and Biotechnology. Springer- Verlag. Berlín. pp
443-467.
Low, A. J. and Stuart, P. R. 1974. Microestructural differences between arable and old grassland soils as
shown in the scanning electron microscope. Journal. Soil Seience. 25: 135-137.
Lucadamo, L. s.r. La Rizosfera. www.portalesila.it/terraterraJecods/rizo.html
Lynch. J. M. 1983. Soil Biotechnology. Microbiological factors in erop productivity. Blackwell Scientific
Publications. Oxford pp 25-40.
McGonigle. T.P.; Miller. M.H. 2000. The inconsistent effect of soil disturbance on colonization of roots
by arbuscular mycorrhizal fungi: a test of the inoculum density hypothesis. En: Applied Soil
Ecology, Edil. Elsierver. Volume 14, Number 2, pp. 147-155(9).
Lynch. J. M. 1984. Interactions between biological processes, cultivation and soil structure. Plant Soil
76, 307-318.
Madigan. M. T.; Martinko, J. M. Y Parker, J. 1999. Brock. Biología de los microorganismos. Octava edi-
ción. Prentice, Madrid. 986p.
Magdoff. F. 1997. Calidad y manejo del suelo, pp 59-79. En: Consorcio Latinoamericano de agroecología
y desarrollo (Clades). Manejo ecológico del suelo. Clades, Lima, 321 p
Malagon, D. y Montenegro, H. 1990. Propiedades físicas de los suelos. IGAC. 813p.
Malagón, D. 2001. Los levantamientos de suelos y la zonificación de tierras. Expresión de la relación
suelo-tieITa-medio ambiente. En: Sociedad Colombiana de la Ciencia del Suelo. X Congreso.
Conferencias Magistrales y Simposios, Medellín, p.I-25.
339
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Márqu c l . G. 2004. Mapas de un fracaso: Naturaleza y conflicto en Colombia. Trabajo docente Universidad
Nacional del Colombia. 101 p.
Marschner. H. 1995. Mineral nutrition of higher plants. Academic Press, London. 2th ed. 889p.
Marsh. J. and Shultze, M. 2001. Analysis of arbuscular mycorrhizas using symbiosis - defective plant
mutants. New Phytologist 150: 525 - 532.
Martín cz O., N. YKloepper, 1. W. 2002. Bacterias promotoras de crecimiento en plantas (PGPR) y resistencia
sistémica inducida. Memorias del XXIII Congreso Ascolfi. Nuevas tendencias en Fitopatología.
Universidad Nacional de Colombia, Bogotá. Julio 3-6/2002. Pp 134-138.
MartíncL-Toledo, M. V; González-López, J.; De la Rubia, T.; Moreno, J.; Ramos-Cormenzana, A. 1988.
Effect of inoculation with Azotobacter chroococcum on nitrogenase activity of Zea mays
roots grown in agricultural soils under aseptic and non-sterile conditions. Biol. Fert. Soils, 6:
170-173.
Martíncl, E. y C. H. Ramos. 1989. Lacandoniaccae (Triuridales): Una nueva familia de México. Ann.
Miss. Botanical Garden 76: 128-135.
Mauseth . J. 0.2003. Botany. An introduction of plant biology. 2003. Jones and Bartlett Publishers, Sudbury,
Massachusetts. p 185 - 197p.
Mayumi. A.: Costa, L. & Balbino, L. 1996. Fungos micorrízicos arbusculares en bananeiras cultivadas
no vale do submedio Sao Francisco. En: XIII Congreso latinoamericano de ciencia do solo.
Aguas de Lindóia SP Brasil. 4 p.
McAlli..,¡cr, C. B.; García-Romera, l.; Martin, J.; Godeas, A. and acampo, 1. A . 1996. In vitro interaction
between the saprofitic fungus Aspergillius niger and the arbuscular mycorrhizal fungus Glomus
lI1osseae. En: Azcón-Aguilar, C. and Barea, J. M. (Edit). Mycorrhizas in integrated systems
from genes to plant development. Proceedings of thc fourth European Symposium on Myco-
rrhizas. Granada, Jul. 11-14/94. European Commission Science, Research and Development.
Brussels, Luxembourg. Pp 646-648.
Mejía c., J. 200 l. Alelopatía, pp 246-252.
En: Enciclopedia Agropecuaria, Terranova. Agricultura Ecoló-
gica. Terranova Editores, Bogotá, 443p.
Mendo L<l. l.; Sánchez de P., M. Y Sieverding, E. 1988. Efecto de algunos fungicidas sobre la interacción
Rhi;:octonia solani Kühn- micolTiza vesículo-arbuscular en soya Glycine mm Merrill. En:
Orozco P. , F. H. (Ed). Investigaciones sobre micorrizas en Colombia, No. 2, 129-155. Sociedad
Colombiana dc la Ciencia del Suelo. Rcgional de Antioquia, Medellín.
Mencscs. S. : Panesso, F.: Ton'es, C. y Mcjía. S. 1999. Efecto de tres niveles de riego sobre el desarrollo
de la " secadera" en el cultivo de Maracuyá Pasiflora edulis var. Flavicarpa, Degener. Ascolfi
Informa. Vol. 26. No. I pp 3-4.
Mier, C. E. y Palomino, M. E. 1993. Guía práctica para la detección de metabolitos secundarios. En: Curso
de fitoquímica. Universidad Nacional de Colombia - Sede Palmira Departamento de Ciencias
Básicas. 8 p.
Miller. R. M. 1986. The ecology of vesicular-arbuscular mycorrhizae in grassland shrublands. P 135-167.
In: G Safir (ed). Ecophysiology of VA mycorrhizal plants.
Miller, R. M.; Carncs, B. A.; Moorman, T. B. 1985. Factors influencing survival of vcsicular-arbuscular
micorriza propagules during topsoil storage. Journal of Applied Ecology. 22,259-266.
Miller. R. M. and Jastrow, 1. D. 1990. Hierarchy of root and mycorrhizal fungal interactions with soil
aggregation. Soil Biology Biochemistry Vol. 22. No. 5: 579-584.
Miller. R. M. and Jastrow. J. D. 1992. The application of VA Mycorrhizae to ecosystem restoration and
reclamation. In: Mycccorrhizal funcioning, and integrative plant-fungal process. Edit by M.
Allen , Chapman and Hall. New York. P438-467.
340
LAS ENDOM ICORR IZAS: EXPRES iÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Miller, R. M.; Reinhardt, D. R.; Jastrow, J. D. 1995. External hyphal production of vesicular-arbuscular
mycorrhizal fungi in pasture and tallgrass prairie communities. Oecologia 103: 17-23.
Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA). 1994. Métodos oficiales dc análisis.
Tomo III. Plantas , productos orgánicos, fertilizantes, suelos, aguas, produ ctos fito-
sanitarios, fertilizantes inorgánicos. Madrid. 662 p.
Mosquera S. L. A. 2000. Estimación de la actividad biológica de un andisol bajo diferentes siste mas de
labranza y manejo en la zona norte del departamento del Cauca. Palmira, 83 p.
Mosse, B. 1984. Endotrophic Mycorrhiza (1885-1950) : The dawn and the middle ages. In: Proceedings of
the 6th NACOM. Jun. 25-29/84. Bend , Oregon , U.S.A. Servicio Forestal, Feb. 85. Pp 48-55.
Mosse, B. ; Hayman , D. S. and Arnold, D. 1973. Plant growth responses to vesicular-arbuscular mycorr-
hi za. Y. Phosphate uptake by three plant species from P-deficient soils labeled with 32 P. New
Phytol. 72: 809-815.
Müller- Samann, K. M. 1995. Labranza mínima, una opción válida para el minifundio en laderas. Confe-
rencia dictada en el U Seminario Regional sobre Agricultura Orgánica. Noviembre 29.
Müller, D. ; Ruppenthal, M .; Castillo, J. 1994. Conservación de suelos en yuca. En: Maitre, A. Mcmorias de
la primera reunión de agroecología y producción sostenible en San Gil (Santander, Colombia).
Documento de trabajo No. 135 . Ciat-Corpoica.
Munyanziza, E.; Kehri, H. K. ; Bagyaraj , D. J. 1997. Agricultural intensification , soil biodi vcrs ity and
agro-ecosystem function in the tropics: the role of mycorrhiza in crops and trees. Applied Soil
Ecology. 6: 77-85.
Nair, P. K. R. 1997. Agroforestería. Centro de agroforestería para el desarrollo sostenible. Universidad
Autónoma de Chapingo. México.
Nedialkova, K.; Toro, M. and Barea, J. M. 1996. Ability of three phosphate-so lubilizing rhi zobacteria
to release phosphorus from several rock phosphate so urces to explain their interaction with
mycorrhizal plants . En: Azcón-Aguilar, C. and Barea, J. M (Edit) . Mycorrhizas in integrated
system s from genes to plant development. Proceedings ofthe fourth European Symposium on
Mycorrhi zas. Granada, Jul. Il -14/94. European Commission Science, Reserch and Develop-
ment. Brussels, Luxembourg. Pp 649-652.
Nehl, D. B. ; AlIen, S. J. ; Brown , J. F. 1996. Deleterious rhizosphere bacteria: an integrating pcrspective.
Applied Soil Ecology 5: 1-20.
Neves. M. C. & Rumjaneck, N. G. 1992. Bioquímica e fisiologia da fixacao de nitrogenio. En: Cardoso,
J. B. N.; Tsay, S. M; y Neves, M. C. G. (Edit). Microbiologia do solo. Sociedad Brasilera de
ciencia do solo. Campinas p 141 - 155.
Nivia, E. 2000. Mujeres y plaguicidas. Una mirada a la situación actual, tendencias y riesgos de los pla-
guicidas. Rapalmira-Ecofondo-PAN. Cali, Colombia, 113 p.
Novero, M. ; Faccio, A.; Genre, A.; Stougard, J. ; Webb, K. J. ; Mulder, L.; Parniske, M.; Bonfantc. P. 2002.
Dual requirement of the LjSym4 gene for mycorrhizal development in epidermal and cortical
cells of Lotus japonicus roots. New Phytologist 154: 741-749.
Novo, R. y Fernández, C. 1998. Vida microbiana en el suelo. Segunda edición. Editorial Pueblo y Edu-
cación. Cuba. 350 p.
Nye. P. H. and Tinker, P. B. 1978. Solute moveme nt in the soil-root system. Blackwell , Oxford. 342p.
O'keffe, D. M. and Sylvia, D. M. 1992. Chronology and mech anisms of P uptake by mycorrh i;:al sweet
po tato plants. New Ph ytol. 122: 65 l -659.
Oades, J. M. 1984. Soil organic matter and structural stability: mechanisms and implications for manage-
ment. Pl ant Soil. 76, 319-37.
Oades, J. M . and Waters, A. G. 1991. Aggregate hierarchy in soil. Australian Journal of Soil Research.
29: 815-828
341
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Odum, E. 1993. Ecología: Peligra la vida. Primera edición. [nteramericana McGraw-Hill , México. Pp21-
22.
Odum, E. 1995. Ecología: Peligra la vida. Segunda edición. [nteramericana, McGraw-HilL México.
268p.
Olivares P.. 1. 200 l. Las plantas no crecen solas. Diario de Sevilla. 19-06-0 I (olivares@eez.csic.es). Es-
tación Experimental del Zaidín, csre. Granada.
Orozco P.. F. H. 1999. Biología del Nitrógeno. Conceptos básicos sobre sus transformaciones biológicas.
Tomo 1. Universidad Nacional de Colombia - Sede Medellín - Facultad de Ciencias. 231 p.
Ortega M .. J. O. 1983. Control microbiológico de algunos patógenos de semillas y plántulas de tomate
(Lycopersieum seu/en/um Mili, Var Manalucie). Trabajo de grado en Agronomía. Universidad
Nacional de Colombia. Palmira. Pp 78.
Ortiz. Y. P.: Martínez, A. y Misas. G. 1992. Orquídeas ornamentales de Colombia. Carlos Valenc ia Editores,
Santafé de Bogotá (Colombia). 171 p.
Ospina, H. M. 1977. Orquideología y ecología en Colombia. En: Anales de la séptima conferencia de
orquideología mundial, Sociedad Colombiana de Orquideología. Medellín. 27-46 p.
Ospina, H. M Y Dressler, R. L. 1979. Orquídeas de las Américas. Editorcs litografía Arco, Santafé de
Bogotá D.e. (Colombia). 496 p.
Pankhurst. e. E. 1997. Biodiversity of soil organisms as an indicator of soil health . Pp 297-323. [n :
Pankhurst, e. E.; Doube, S. M. and Guptal, Y. Y. S. R. Cab [nternational. Biological indicators
of soil health. 451 p.
Palacios-Mayorga, S. and Pérez-Silva, E. 1993. Endotrophic mycorrhiza in Lacandonia schisma/ica, Lacan-
doniaceae, a new saprophytic angiospermae family. Revista Latinoamericana de Microbiologla
35: 65-69.
Parr, 1. F.: Papendick, R. 1.: Hornick, S. B. and Meyer, R. E. 1992. Soil quality : Attributes and relatio-
nship to alternative and sustainable agriculture. Pp 5-11. [n : American Journal of Alternative
Agriculture. 7: 1-2: 97
Parra, M . M. 1991. Respuesta del café Coilea arabica L. Var Colombia a la inoculación co n diferentes
ce pas de micorriza vesículo-arbuscular. Palmira. Tesis [ng. Agrónomo. Universidad Nacional
de Colombia. Facultad de Ciencias Agropecuarias. 92p.
PauL E. A. and Clark, F. E. 1989. Soil microbiology and biochemi stry. Academic Press, San Diego.
273p.
Pearson, J. N. and Jakobsen, 1. 1993a. Symbiotic exchange of carbon and phosphorus between cucumber
and threc vesicular-arbuscular mycorrhi za l fungi. New Phytol. 124: 481-488.
Pearso n, J. N. and Jakobsen , I. 1993b. Thc relative contribution on hyphae and roots to phosphorus uptake
by arbuscular mycorrhizal plants, measured by dual labeling with 32 p and 33P. New Phytol.
124: 489-494.
Pearson , y. and Read, D. J. 1973. The biology of mycorrhiza in the ericaceae. The [solation of the endophyte
and synthesis of micorrhizas in aseptic culture. New phytol. 72: 371-379.
Pelczar, M. 1966. Microbiología. 2 edición Mc Graw-Hill. Ediciones Castilla Madrid España. 664 p.
Pelczar, M. J.; Reid, R. D. ; Chan, E.CS. 1982. Microbiología. Mc Graw Hill Publishing Company. 4a.
edición.
Pertusa G .. J.F. 2003. Técnicas de análisis de imagen. Aplicaciones en Biología, p.19-20 Universidad de
Valencia. España. 352p.
Pfeffer, Ph.: Bago, B.; Shachar-Hill, y. 2001. Exploring mycorrhizal function with NMR spectroscopy.
New Phytologist. Vol. ISO: 543-533.
Phillips, J. M. and Hayman, D. S. 1970. [mproved growth oftomatoes in salinized soil by vesicular-arbuscu-
lar mycorrhizal fungi for rapid assessment of infection. Trans. Br. mycol. Soco 55: 158-161.
342
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Pierick, R. L. M. 1990. Cultivo in vitro de las plantas superiores. Editores Mundiprensa. España. 326p.
Pinto, L. A. 2003. Agricultura ecológica: manejo de nutrición y uso de bioextractos en el control de plagas.
Pp 93-96. En: Díaz, A., J. R. Y Chacón c., E. A. Agricultura sostenible (Ecológica u Orgáni-
ca). Ciencia y Tecnología para el Desarrollo-Cyted-Cooperación Iberoamericana. Agricultura
Sostenible. Panamá, marzo 2003. 334p.
PI a, S. 1. 1994. La materia orgánica y la degradación y erosión de suelos en el trópico. En: Memorias VII
Congreso Colombiano de la Ciencia del Suelo "El componente biorgánico del suelo". Sociedad
Colombiana de la Ciencia del Suelo. Bucaramanga. Pp 198.
Porcuna, 1. L.; Gimeno, B.; Sanz, M. 1.; Ocón, c.; Jiménez, A. 2003. Contaminación atmosférica por ozono,
interacciones con patógenos de los cultivos, pp 75-83. En: Díaz A., J. R.; Chacón c.. E. A.
Agricultura sostenible (ecológica u orgánica). Cyted, Panamá, Marzo de 2003, 334p.
Porta c., J. 1986. Técnicas y Experimentos en edafología. Colegio oficial de Ingenieros Agrónomos de
Cataluña, Barcelona. 283p.
Poss, J. A.; Pond, E.; Menge, J. A. and Jarrelll, W. M. 1985. Effect of salinity on mycon'hizal onion and
tomato in soil with and without additional phosphate. Plant and Soil. 88: 307-319.
Powell, C. LI. 1975. Plant growth responses to vesicular-arbuscular mycorrhiza. VII!. Uptake of P by
onion and clover infected with different Endogone spore types in 32P-Iabelled soil. New
Phytol. 75: 563-566.
Powlson. D. S.; Brookes, P. C. and Jekinson, D. S. 1987. Measurement of soil microbial biomass provides
an early indication of changes in soil organic matter due to straw incorporation. Soil Biol.
Biochem.22: 1121-1127.
Pozo. M. J; Azcón-Aguilar, c.; Dumas-Gaudot, E.; Barea, J. M. 1998. Chitosanase and chitinase activities in
tomato roots during interactions with arbuscular mycorrhizal fungi or Phytophthora parasitica.
Journal Experimental Botany. Vol. 49, No. 327: 1.729-1.739.
Prager M., M. ; Restrepo M., J. A.; Ángel, D. l.; Malagón , R. y Zamorano, A. 2002. Agroecología. Una
disciplina para el estudio y desarrollo de sistemas sostenibles de producción agropecuaria. Pp
71-72. Universidad Nacional de Colombia. Palmira. Impresora Feriva. 333p.
Prager M., M.; Victoria T., J. A.; Sánchez de P., M.; Gómez L., E. D.; Zamorano M., A. 2002. El suelo
y los abonos verdes: una alternativa de manejo ecológico. Cuadernos ambientales N° 7.
Universidad Nacional de Colombia - Palmira, Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural
y Pronatta. 18p.
Primavesi, A. 1982. Manejo ecológico del suelo. La agricultura en regiones tropicales. Librería El Ateneo.
Buenos Aires. 499p.
Queitsch , J. 2003. Impacto ambiental de la agricultura moderna, pp 63-74. En: Díaz A., 1. R. ; Chacón c.,
E. A. Agricultura sostenible (ecológica u orgánica). Cyted, Panamá, Marzo 2003. 334p.
Quitiaquez, G. A.; Cárdenas, G. Y.; Bernal, H. Y. 200 l. Guía Ambiental de los países del convenio Andrés
Bello (CAB). Quebecor lmpreandes, Bogotá. 805 p.
Read , D. J. 1984. Progress, problems and propects in research on ericaceous and orchidaceous mycorrhizas.
In: Proceedings ofthe 6th North American Conference on Mycorrhizae. Jun. 25-29 1984. Bend,
Oregon, U.S.A. Servicio Forestal, feb 85. Pp 202-206.
Read , D. J. 1985. Ericaceous and orchidaceous mycorrhizae. In: Molina, R. (Edit). Proceedings of the
6th North American Conference on Mycorrhizae. Bend, Oregon, USA. June 25-29. 1984. pp
202-206.
Read, D. 1. and Kerley, S. 1995. The status and function of ericoid mycorrhizal systems. En: Varma, A.
and Hock, B. (Edit).Mycorrhiza: Structure, function. molecular biology and Biotechnology.
Springer-Verlag, Berlín. Pp 499-520.
Read, D. 1. and Pérez-Moreno, 1. 2003. Mycorrhizas and nutrient cycling in ecosystems - ajourney towards
relevance? New Phytologist 157: 475-492.
343
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Redecker, D. 2002. Molecular identification and phylogeny of arbuscular mycorrhizal fungi. Plant and
Soil 244: 67-73.
Redecker. D.; Streit, W.; Thierfelder, H.; Parra, A. , Beck, D. P. and Werner, D. 1996. lnteractions between
arbuscular mycorrhizal fungi and Rhizobia in the symbiosis with Phaseolus \'ulgaris. En:
Azcón-Aguilar; C. y Barea, J. M. (Edit). Mycorrhizas in integrated systems from genes to
plant development. Proceedings of the fourth European Symposium on Mycorrhizas. Euro-
pean. Granada, Julio 11-14/94. European Commission Science, Research and Development.
Bruseels. pp 653-656.
Restrepo , A. M.; Tobón, S. y Valencia, J. A. 1994. Extracción, caracterización y aplicación industrial del
licor tánico a partir del seudotallo del clon de plátano Africa 1, Musa AAB - Universidad La
gran Colombia. En: Mejoramiento de la producción del plátano, segundo informe técnico.
Regional 9 Ica-Corpoica, Creced, Armenia (Colombia) . 256 p.
Reyes . S .. J. T. 200 l. Micelio externo de hongos micorrízicos arbusculares y su potencial influencia en la
recuperación de suelos degradados de laderas del Cauca. Colombia. Tesis de maestría en suelos.
Universidad Nacional de Colombia. Escuela de Post - Grados, Sede Palmira. 88p.
Reyes. J.; Barrios, E.; Sánchez de P. , M. 2004a. Influencia del micelio externo de hongos micorrízicos en
la agregación de suelos degradados, p.139. En: Memorias XVl Congreso Latinoamericano y
XII Congreso Colombiano de la Ciencia del Suelo. Cartagena, Sep. 26 - Octubre 1 de 2004.
l75p.
Reyes. J.; Barrios, E.; Sánchez de P., M. 2004b. Quantitative evaluation of the soil aggregation potencial
by external hyphae of arbuscu lar mycorrhizae. Presentado a Soil Biol. Biochem. 25p.
Rhodes, L. H. and Gerdemann, J. W. 1975. Phosphate uptake zones of mycorrhizal and no mycorrhizal
onions. New Phytologist. 75: 555-561.
Rhode\. L. H. and Gerdemann, J. W. 1978a. Hyphal translocation and uptake of su lfur by vesicular-arbus-
cu lar mycorrhizae of onion. Soil Biol. Biochem. Vol. 10: 355-360.
Rhode s. L. H. and Gerdemann, J. W. 1978b. lnfluence of phosporus nutrition of sulfur uptake by vesicular-
arbuscu lar mycorrhizae of onion. Soil Biol. Biochem. Vol. 10: 361-364.
Rillig. M. c.; Steinberg P. D. 2002. Glomalin production by an arbuscular mycorrhizal fungus: a mechanism
of habitat modification? Soil Biol. Biochem. Vol. 34: 1.371-1.374.
Rittmann, B. E.; McCarty, P. L. 200 l. Biotecnología del medio ambiente. Principios y Aplicaciones. Me
Graw Hill, Madrid. 745p.
Robertson, D. C. and Robertson, 1. A. 1985. Ultraestructure of pyrola mycorrhizae. In : Molina, R. (Edit).
Proceedings of the 6th North American Conference on Mycorrhizae. Bend. Oregon, USA.
J une 25-29. 1984. P 421.
Robimon , D. and Fitter, A. 1999. The magnitude and control of carbon transfer between plants linked by
a common mycorrhizal network. Journal of Experimental Botany. Vol. 50 , No. 330: 9-13.
Rodríguez R., H. H. 1999. Alternativas de manejo de la enfermedad pudrición seca o "secadera" del
maracuyá Pasiflora edulis varo Flavicarpa en la zona norte del Valle del Cauca. Universidad
Nacional de Colombia-Sede Palmira Tesis pregrado. 76 p.
Rodríguez R., H. H. Y Marmolejo, F. 1997. Prediagnóstico y evaluación de la enfermedad secadera del
maracuyá en zonas del n0l1e del Valle y Cauca. Universidad Nacional de Colombia-Sede
Palmira. Problema especial. 31 p.
Rodríguez B., H. Y. Y Delgado H., E. L. 1996. Aproximación a l balance de sales yaguas en el distrito
de riego Roldadillo, La Unión, Toro (RUT), Valle del Cauca, Colombia. Tesis de ingeniería
agrícola. Universidad Nacional de Colombia. 246 p.
Rohter. L. 2005. La Antártida parece más vu lnerable que nunca. The New York Times, en El Tiempo,
Bogotá, febrero 6 de 2005, p. 6.
344
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Roper, M. M. and Ophel-Keller, K. M. 1997. Soil microftora as bioindicators of soil health. Pp 157-177. In:
Pankhurst, C. E.; Doube. S. M. and Guptal, V. V. S. R. Cab International. Biological indicators
of soil health. 451 p.
Rosendahl, S. and Taylor, J. W. 1997. Development of multiple genetic markers for studies of ge netic
variation in arbuscular mycorrhizal fungi using AFLPTM. Molecular Ecology. 6: 821-829.
Ross, J. P. 1980. Effect of notreated field soil on sporulation of vesicular-arbuscular mycorrhizal soybean.
Phytopathology. 70: 1200-1205.
Rossi, C.; Kaminski , R. & Santui , R. 1996. Manejo da populacao nativa e especie introduzida de fungos
micorrízicos arbusculares na cultura da pensacola. Paspalum notatU/1/. En: Memorias dcl XIII
Congreso Latinoamericano de Ciencia do Solo. Brasil.
Roussel , H.; Van Tuinen , D.; Franken, P.; Gianinazzi, S.; Gianinazzi-Pearson , V. 200 l. Signalling bctween
arbuscular mycorrhizal fungi and plants: identification of a gene expressed during early inte-
ractions by differential RNA display analysis. Plant and Soil. 232: 13-19.
Ruiz-Lozano, J. M Y Azcón, R. 1996. Hyphal water uptake by Glomus spp associated with Lactuca sativa:
Effects on growth, nutrition and leaf-gas exchange parameters. En: Azcón-Aguilar. C. and
Barea, J. M. (Edit). Proceedings of the fourth European symposium on mycorrhizas. Granada,
Julio 11-14/94.
Sagardoy, M. A. 1980. Number and distribution of Rhizobium mefifoti and other microbial populations in
soil. Anales de edafología y Agrobiología. 39: 889-895.
Salamanca S., C. R. y Silva H., M. R. 1998. Las micorrizas como alternativa para el manejo sostenible de
los agroecosistemas tropicales. Boletín Técnico No. 12, Corpoica - Pronatta. Villavicencio,
Meta, Colombia. 26p.
Salamanca S., C. R. ; Cano, C.A. 2003. La micorriza arbuscular: características, producción y aplicaciones.
Corpoica. 24 p.
Salisbury, F. B. Y Ross C. W. 1994. Fisiología vegetal. Traducido por Virgilio González Velásque z, Uni-
versidad Autónoma de México. Grupo Editorial Iberoamericana S.A. Pp 149-160.
Sánchez de P.. M. 1990. Relación entre las características químicas, físicas y biológicas de varios suelos
del Valle del Cauca y su efecto en algunos cultivos. Tesis de Maestría en Suelos y Aguas.
Universidad Nacional de Colombia -Sede Palmira. 114p.
Sánchez de P . M. 1996. Las endomicorrizas como una alternativa para mejorar la absorción de fósforo.
Universidad Nacional de Colombia-Sede Palmira. Boletín Técnico. 7: 18-24.
Sánchez de P., M. 1999. Endomicorrizas en algunos agroecosistemas de Colombia. Universidad Nacional
de Colombia-Sede Palmira. Editorial Feriva, Cali. 227p.
Sánchez de P. . M. 200 l. Micorrizas, pp 187-220. En: Mejía, M. (Edit) Enciclopedia Agropecuaria. Agri-
cultura Ecológica. Terranova Editores; Bogotá. 443p.
Sánchez de P. , M. 2003. Actividad biológica en la rizosfera del maracuyá (Pasiflora edulis var. Flavi-
carpa) en diferentes sistemas de manejo, estados de desarrollo y condiciones fitosanitarias.
Tesis Doctoral. Universidad Politécnica de Madrid, Escuela Técnica Superior de Inge nieros
Agrónomos. Madrid. 261 p.
Sánchez de P., M. 2004. Manejo ecológico de los suelos. Conferencia. II Diplomado Intern ac ional
"Agroecología y Agricultura orgánica del trópico". Universidad Autónoma de Chiapa>, Hue-
huetán (México). 43p.
Sánchez de P. , M. Y Sieverding, E. 1984. Estudio de la fitosanidad de inóculos de micorriza vesículo ar-
buscular (MVA). Suelos Ecuatoriales 14 (1): 149-157.
Sánchez de P., M.; Gómez Z., J. y Sieverding, E. 1990. Relación entre las características químicas. físicas
y biológicas de varios suelos del Valle del Cauca y su efecto en algunos cultivos. Universidad
Nacional de Colombia-Sede Palmira. 20p. (Inédito).
345
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Sánchc/ de P., M. Y Díaz, G. 1997. Reconocimiento preliminar de endomicorrizas asociadas con orquídeas
terrestres. Universidad Nacional de Colombia-Palmira. Boletín Técnico. Vol. 7 pp 27-44.
Sánche/ de P.. M. ; Gómez L. , E. Y Díaz, G. 1997. Trabajos preliminares en el uso y caracterización de
endomicorrizas y fijadores de nitrógeno en suelos erosionados. Universidad Nacional de Co-
lombia-Sede Palmira. 22 p.
Sánchc7 de P., M. Y Tofiño, R. 1999. La flora microbiana: un componente fundamental en la productividad
agrícola. Cuaderno de microbiología No 6. Universidad Nacional de Colombia - Palmira.
12p.
Sánchc7 de P. , M. YGómez L., E. D. 2000. El suelo: un sistema vivo. Cuaderno Ambiental No. l. Univer-
sidad Nacional de Colombia - Palmira. Instituto de Estudios Ambientales. 14p.
Sánche/ de P. M.; Marmolejo, F.; y Bravo, N. 2000. Microbiología. Aspectos Fundamentales. Universidad
Nacional de Colombia, Palmira, 300p.
Sánche/ de P., M. Y Prager, M. 200 l. Nociones fundamentales para cl manejo ecológico de problemas
fi tosanitarios. Universidad Nacional de Colombia - Palmira, Pronatta, Ministerio de Agricultura.
Impresora Feriva, Cali. 43p.
SánchcL de P., M.; Zapata, C, F.; Rojas, M. E. 2002. Cartilla Ecoparque Cerro La Bandera. Un espacio para
la vida. Universidad Nacional de Colombia, Palmira. 14p. ISSN 1657-2394.
Sander" F. E. and Tinker, P. B. 1971. Mechanism of absorption of phosphate from soil by Endogone
mycorrhizas. Nature 233:278-279.
Sander" F. E.; Tinker, P. B.; Black, R.L.B. and Parmeriey, S. M. 1977. The development of endomycorr-
hizal roots systems. 1. Spread of infection and growth-promoting effects with four species of
vesicular-arbuscular endophyte. New Phytol 78: 257-268.
Sanginga, N.: Okogun, J. A.; Akobundu , 1. O.; Kang B. T. 1996. Phosphorus requirement and nodulation
of herbaceous and shrub legumes in low P soils of a Guinean savanna in Nigeria. Applied Soil
Ecology. 3: 247- 255.
Sas InstilUte lnc. 1999-2000. SAS User's guide: Statistics. Release 8.1 SAS lnstitute. Cary, NC, USA
Schenck, N. C. and Kellman, M. K. 1978. The influence of vesicular-arbuscular mycorrhizae on disease
development. Florida: University of Florida, Gainesville, Agric. Exp. Sta. lnstitute of Food
and Agricultural Sciences. (Bulletin 798), pp. 1-15.
Schenc". N. C. and Pérez, Y. 1990. Manual dor the identification for VA-mycorrhizal fungi. 3rd edition.
Gainesville. University of Florida. 286 p.
Schlesinger, W. H. 2000. Biogeoquímica. Un análisis del cambio global. Ariel Ciencia, Barcelona. 577p.
Scholes . M. c.; Swift, M. J.; Heal, O. w.; Sánchez, P. A.; lngram, J. S. 1.; Dalal, R. 1995. Soil fertility
research in response to the demand for sustainability, pp 1-14. In: WOOMER, P. L. and swift.
M. J. 1995. The biological management of tropical soil fertility. Tropical Soil Biology and
Fertility Programm (TSBF). John Wiley & Sons, New York, 243p.
Schole;,. R. J. ; Dalal , R.; Singer, S. 1994. Soil physics and fertility:The effects of water, temperature and
texture. pp 117-136. In: Woomer, P. L. And Swift, M. J. 1995. The biological management
of tropical soil fertility. Tropical Soil Biology and Fertility Programm (TSBF). John Wiley &
Sons, New York , 243p.
Schreincr, R. P. ; Mihara, K. L.; McDaniel, H.; Bethlenfalvay G. J. 1997. Mycorrhizal fungi inf1uence plant
and soil functions and interactions. Plant and Soil. 188: 199-209.
Schroth. G. 1995. Tree root characteristics as critcria for species selcclion and systems dcsign in agrofo-
restry. Agroforestry Systems. 30: 125-143.
Serrigny.1. and Dexheimer, J. 1985. Endomycorrhizae d'une Orchidée Tropicale: Epidendrul1l ibaguellse.
Etude comparative des Activité Phosphatasiques Acides entre le Champinon SymbionteAssocié
e Isolé. Université de Nancy 1, Laboraloire de BOlanique 11 , (France). In: Physiological and
Genetical Aspects of Mycorrhizae. Proceding on Ihe I sI European Symposium on Mycorrhizae,
Dijon (Francia). Pp 271-275.
346
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Shen Lu, P.: Braunberger y Miller, H. 1994. Response of vesicular- arbuscular mycorrhizas of maile to va-
rious rates of P addition to different rooting zones. Plant and Soil. Vol: 158 No. I P 119-128.
Shüssler. D.: Schwarzott. A. Walker, C. 200 l. A new fungal phylum. the glomeromycota: phylogc ny and
evolution. Mycol. Res. 105: 1413-1421.
Sieverding, E. 1983. Manual de métodos para la investigación de la micorriza vesículo-arbu;,cular en
el laboratorio. Centro Internacional de Agricultura Tropical, CIAT, proyecto Mi co rriza.
Cali, Colombia. lOOp.
Sieverding, E. 1991. Vesicular-arbuscular mycorrhiza management in tropical agroecosistem. GTZ Federal
Republic of Germany. 370p.
Sieverding. E. y Toro, T S. 1988. Efecto de la inoculación de hongos micorrízicos vesículo-arbU',cular en
plántulas de café Coffea arabica L. y té Call1elia sinensis L. O. Kuntze. En Orozco. H. (Edit.):
Investigaciones sobre micorrizas en Colombia. Medellín. Vol. 2. 173p.
Silveira. A. P. D. 1992. Micorrizas. Pp 257-282 En: Cardozo, E .. Tsai, S. M. & Neves. M. C. Microbiologia
do solo. Sociedad Brasileira de ciencia do solo. Campinas. 358p.
Simon, L.: Bousquet, J.; Levesque, R. c.; Lalonde, M. 1993. Origin and diversification of endomycorrhizal
fungi and coincidence with vascular land plants. Nature 363: 67-69.
Simon. L.: Lalonde, M. and Bruns, T 1992. Specific amplification of 18S fungal ribosomal gcnes from
vesicular-arbuscular endomycorrhizal fungi colonizing roots. Appl. Environ. Microbiol. 58:
291-295.
Siqueira, J. O.; Moreira, F. M. de S.; Grisi , B. M.; Hungria, M. & Araujo, R. S. 1994. Microorganismos e
processos biológicos do solo. Perspectiva ambiental. Embrapa, Brasilia. 142p.
Siqueira. 1. : Rocha, F; Oliveira, E. and Colozzi, F 1990. The relationship between vesicular - arbuscular
mycorrhiza and lime: Associated effects on the growth and nutrition of Brachiaria grass (Bra-
chiaria decumbens). Biology and Fertility of Soils. No. 10 P 65-71.
Siqueira, J. 0& Sanggin Jr., O. J. 1995. Importancia das associacoes micorrizas em solos de baixa fertilidad
natural. Em: Simposio internacional sobre estresse ambiental: o milho em perspecti va, Belo
Horizonte (Brasil). Embrapa/Cnppms, Cymmyt/Undp. 449 p.
Siqueira, J. O. & Franco, A. A. 1988. Biotecnología DO Solo. Fundamentos e perspectivas. Brasilia: MEC
Ministerio de Educación. Abeas, Lavras. 236p.
Siqueira. J. O.; Moreira, F M. de S.: GRISI, B. M.; Hungría, M. & Araújo, R. S. 1994. Microorga nismos
e processos biológicos do solo. Perspectiva ambiental. Embrapa, Brasilia. 142p.
Smith, FA. and Smith, S. E. 1997. Structural diversity in (vesicular)-arbuscular mycorrhizal symbioses.
New Phytology. 137: 3273-388.
Smith. S. E and Gianinazzi-Pearson, Y. 1988. Physiological interactions between symbionts in ves icular
arbuscular mycorrhizal plants. Annual Review. Plant Physiology. Plant Molecular Biology.
39:221-244.
Solaiman, M . Z.; Saito, M. 200 l . Phosphate efflux from intraradical hyphae of Gigaspora marga rita in
\'ilro and its implication for phosphorus translocation. New Phytologist. 151: 525-5 33.
Souza F. A.: Rodríguez. T; Rodríguez, L. and Reis , R. 1999. Effects of aqueus extracts of Leucaena on
germ ination and radicle elongation of three forage grasses. Pp 391-396. In: Macías, FA.;
Galindo,1. c.; Molinillo, J. M. ; Cutler, H. G. 1999. Recent Advances [n Allelopathy. Vol. 1.
A Science for the future. Servicio de publicaciones de la Universidad de Cádiz, Internac ional
Allelopathy Society. 514 p.
Sreelamulu. K. R. and Bagyaraj, D. J. 1985. Field response of chilli to VA mycorrhiza in black clavel soil.
In: Molina, R. (Edit). Proceedings ofthe 6th N0I1h American Conference on mycorrhi/ae. June
24-29. Bend. Oregon (USA). 1984. P 320.
347
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
St. John . B. J.; Smith , S. E.; Smith, F A. and Nicholas, D. J. D. 1985. Ammonium assimilation by Pezizella
ericae. En: Molina, R. (Edit). Proceedings of the 6th North American Conference on Mycorr-
hizae. Bend, Orcgon, USA. June 25-29. 1984. P 418.
St. John . T. V; Coleman. D. C; Reid, C P. P. 1983. Association of vesicular-arbuscular mycorrhizal hyphae
with soil organic particules. Ecology 64(4):957-959.
Stanier. R. y Doudoroff, M . 1977. Microbiología (traducción de García A. L ; Cerda, O. E.; Fernández, H.
C; Losada, M. y Villanueva, J. ) 2a Ed. Madrid: Aguilar, 932 p.
SteciolV. M. 2004. www.cricyt.edu.ar/enciclopedia/terminos/Rizosfera.htm Mónica Steciow s.f.
Stribley. D. P. and Read , D. J. 1975 . Sorne nutritional aspects of the biology of ericaceous mycorrhizas.
in: Endomycorrhizas. Eds. F. E. Sanders, B. Mosse and P. B. Tinker. Academic Press, London
and New York . Pp 195-207.
Strullu, D. G.; Gourret, J. P; Garree, J. P. and Fourcy, A. 1981. Ultrastructure and electron-probe microa-
nalysis of the metachromatic vacuolar granules occurring in Taxus mycorrhizas. New PhytoL
87: 537-545.
Suárez, G.: Sánchez de P, M.; Madero, E.; Tafur, H. 200 l. Caracterización físico - química de suelos culti-
vados con maracuyá (Passiflora Edulis Sims) en el norte del departamento del Valle del Cauca.
Tesis de grado (Ingeniería Agrícola). Universidad Nacional de Colombia. Palmira. 65 p.
Sutton, J. C; Sheppard, B. R. 1976. Aggregation of sand-dune so il by endomycorrhizal fun g i. Canadian
Journal of Botany. 54: 326-333.
Sylvia, D. M. 1988. Activity of external hyphae of vesicular-arbuscular mycorrhizal fungi. Pp 29-45.
Sylvia, D. M. 1997. Mycorrhizal symbioses. Mycorrhiza.
http.//wIVIV. ifas.utl.edu/dmsa/mycorrhiza.htm. Ago.27. 13p.
Szabolcs. L 1994. The concept of soi l resilience. Pp 33-39. In: Eds. Greenland, D.1. and Szabolcs. L Cab
InternationaL Soil resilience and sustainable land use. Wallingford. 561 p.
Taylor, T. N.; Remy, W.; Hass, H. ; Ke rp , H. 1995. Fossil arbuscular mycorrhizae from the Early Devonian.
Mycologia 87: 560-573.
Thoma!'.. R. S.; Franson, R. L; Bethlenfalvay, G . J. 1993. Separation ofvesicular-arbuscular mycorrhi zal fun-
gus and root effects on soil aggregation. Soil Science Society American JournaL 57: 77-81.
Timoncn. S. and Peterson , L 2002. Cytoskeleton in mycorrhi zal sy mbiosi s. Plant and Soil 244: 199-
210.
TisdalL J. M. 1991. Fungal hyphae and soil structural stability of so iL Australian Journal of Soil Researc h,
29.729-743.
Tisdall. J. M. 1994. Possible role of soil microorganisms in aggregation in soils. Plant and Soil 159, 115-
12!.
Ti sdall , J. M. and Oades, J . M. 1979. Stabilization of so il aggregates by the root systems of Ryegrass .
Australian Journal of Soil Research. 17,429-441.
Tisdall, J. M and Oades, J. M . 1982. Organic matter and water-stable aggregates in soils. Journal of Soil
Science. 33: 141-163 .
Tofiño, R. y Sánchez de P., M . 1997. Relación de hongos micorrizógenos con secadera del maracuyá.
Problema especial, Universidad Nacional de Colombia, Palmira. Pronatta. 20p.
Tofiño, R. y Sanchez de P , M . 1999. Interacción micorri za arbuscular-AZOlObaCler y su efecto en el ren -
dimiento del pimen tón Capsicum annum. Acta Agronómica. (En impresión).
Toro, T S. 1984. Estudios sobre la presencia de los hongos formadores de micorriza vesiculo-arbuscular
(MVA) en la caña de azúcar (Saccharum spp) en el Valle del Cauca. Tesis ingeniero Agrónomo
Universidad de Caldas, Ma nizales. 165 p.
348
LAS ENDOMICORRIZAS: EXPRESIÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Torres, c.; Sánchez de P., M.; Gómez L., E. D.; Bravo O., N.; Mannolejo, F; Rodríguez , H.; Díaz, M.;
Meneses, S.; Panesso, F; Agredo, M. 2000. Enfermedades fungosas y bacterianas en el cultivo
del maracuyá en dos agroecosistemas. Fitopatología Colombiana. Vol. 24 No. 2 pp 47-54.
Torres, J. T 2000 El papel del micelio externo de hongos que fonnan micorriza arbuscular asociado a bar-
bechos mejorados en suelos degradados de ladera de Pescador (Cauca). Universidad Nacional
de Colombia-Sede Palmira 89p.
Torres, J. T ; Barrios, E.; Sánchez de P., M. 2003. El papel del micelio externo de hongos que forman mi-
corriza arbuscular asociado a barbechos mejorados en suelos degradados de ladera de Pescador
(Cauca). Revista Novedades Técnicas de Corpoica. ISSN: 0123-0697. Vo1.3 . Pp 39-43.
Trappe, J. M. 1977. Tree nue endogonaceae: Glomus consfricfus, Se/erocysfis e/avispora y Acalllospora
scrobiculata. Mycotaxón 6(2) 359-366.
Trappe, J. M. 1996. " What is a mycorrhiza?". In: Azcón-Aguilar, C. and Barea, J. M. , eds. Mycorrhizas
in lntegrated Systems from Genes to Plant Development. Proceedings of the Fourth European
Symposium on Mycorrhizas, Granada,julio 11-14/94. Published by the European Commission
Science, Research and Development. Brussels, Luxembourg.
Trease, G. E. Y Evans, W. C. 1986. Tratado de Farrnaconogcia. Departamento de Farmacia y Fitoquímica.
Universidad de Nottinghan - Alemania. Traducción Cabo, J. Facultad de Farmacia de la Uni-
versidad de Granada, Edit. Emalsa, S.A. Madrid (España). 846 p.
Trent, J. D.; Svejcar, TJ.; Blank, R. R. N. 1994. Mycorrhizal colonization, hyphallengths, and soil moisture
associated with two Artemisia tridentat subspecies. The Great Basin Naturalist 54: 291-300.
Treub, M. 1980. Onderzoekingen over Sereh-zich Suikerriet Meded . PI. Tuin. Batavia Cita de Redhead,
J. E. Mycorrhiza in natural tropical forest. In: Mikola, P. Tropical Micorrizhal Research. S. Ed,
Oxford University Press Oxford, 11980. 270 p.
Trotta, A.; Varese, G. c.; Gnavi, E.; Fusconi, A.; Sampo, S.; Berta, G. 1996. lnteractions between the soil-
borne root pathogen Phytophfhora nicofianae varo parasítica and the arbuscular mycorrhizal
fungus Glomus mosseae in tomato plants. Plant and Soil 185 : 199-209.
Trujillo, L. 2000. Respuesta de esquejes de azalea (Rhododendron indicum) a sustrato, endomicorriza y
fertilización. 86 p. Trabajo de grado, Universidad Nacional de Colombia-Sede Palmira.
Tuinen, D. Y.; Jacquot, E.; Zhao, B.; Gollote, A. and Gianinazzi-Pearson. 1998. Characterization of root
colonization profiles by a microcosm community of arbuscular mycorrhizal fungi using 25S
rDNA-targeted nested PCR. Molecular Ecology 7, 879-887.
Uetake, Y; Kojima, T; Ezawa, T.; Saito, M. 2002. Extensive tubular vacuole system in an arbuscular
mycorrhizal fungus, Gigaspora margarita. New Phytologist 154: 761-768.
Unidad Regional de Planificación Agropecuaria (URPA). 2000. Gobernación de Valle del Cauca. Ministerio
de Agricultura y Desarrollo Rural. (Frutales) .
Van der Heijden, E. W. and Kuyper T. W.; 200 l. Does origin of mycorrhizal fungus or mycorrhizal plant
inftuence effectiveness of the mycorrhizal simbiosis? Plant and Soil 230: 161-174.
Van der Heijden, M.; Wiemken, A.; Sanders, 1. R. 2003. Different arbuscular mycorrhizal fungi alter coexis-
tence and resource distribution between co-ocurring plant. New Phytologist 157: 569-578.
Van Tuinen, D.; Jacquot, E.; Zhao, B.; Gollotte, A.; Gianinazzi-Pearson, Y. 1998. Characterization of root
colonization profiles by a microcosm community of arbuscular mycorrhizal fungi using 25S
rDNA-targeted nested PCR. Molecular Ecology. 7: 879-887.
Vanee, E. D.; Brookes , P. C. and Jekinson, D. S. 1987. An extraction method for measuring soil microbial
biomass C. Soil. Biol. Biochem. Vol 19, No 6, P 703-707.
Vargas, Y. y Rico, S. 1992. Identificación de micorrizas asociadas con la guadua Bambusa guadllu H. Et. B.
presentes en el ecosistema valles aluvial, coluvial del río Combeima, Universidad del Tolima,
Facultad de Ingeniería Forestal. Ibagué. Pp 128.
349
UNIVERSIDAD NACIONAL DE COLOMBIA - SEDE PALMIRA
Varma. A. 1995. Ecophysiology and application of arbuscular mycorrhizal fungi in arid soils. pp. 561-
591. En: Vanna, A. y Hock, B.(Edit). Mycorrhiza: Structure, function, molecular biology and
Biotechnology. Springer- Verlag, Berlin. 747p.
Versaw. W.K.; Chiou, T.; Harrison, M.; 2002. Phosphate transportes of Medicago trl/Ilcatula and arbuscular
mycorrhizal fungi. Plant and Soil 244: 239-245.
Vosátka. M. 1996. Soil -bacteria- a component of plant, soil and arbuscular-mycorrhizal fungal interactions.
En: Azcón-Aguilar, e. and Barea, J.M. (Edit). Mycorrhizas in integrated systems from genes to
plant development. Proceedings of the fourth European symposium on mycorrhi zas. Granada.
Julio 11-14/94. Published by the European Commission Science, Research and Developmenl.
Brussels, Luxembourg. Pp 613-618.
Waller. G.; Yan. e. F. ; Chen, L. F; Su, e. H. ; Liou. R. M. ; Wu, Sc.; Young , e.e.; Lee, M. R.; Lee. J. S.:
Chou, e. H. ; Kim , D. 1999. Mungbean saponins as allelochemicals. Pp 91-108. In: Macías. F
A.; Galindo, J. e.; Molinillo, J. M.; Cutler, H. G. 200 l. Recent Advances In AlIelopathy. Vol.
1. A Science for the future. Servicio de publicaciones de la Universidad de Cádiz. Internacional
AlIelopathy Society. 514 p.
Wambcrg, e.; Christensen, S.; Jakobsen l. ; Müller, A. K.; Sorensen, S. J., 2003. The mycorrhizal fungus
(Clo/1/lIs intraradices) affects microbial activity in the rhizosphere of pea plants (PislI/1/ sa-
tivlIm).
Wardlc . D. A. 1994. Métodos para quantificar a biomassa microbiana do solo. Manual de métodos empre-
gados em estudos de microbiologia agrícola. Brasilia: Embrapa-SPI. Pp 480.
Waterer. D. R.; Coltltman, R. R. 1988. Phosphorus concentration and application interval inftuence
growth and mycorrhizal infection of tomato and onion transplants. J. Amer. Soco Hort. Sci ..
113: 704-708.
Webber. L. R . 1965. Soil polysaccharides and aggregation in crop sequences. Soil Science Society of
America Proceedings, 29: 39-42.
Weller. D.M. and Tomashow, L.S. 1999. The role of microbial metabolites in biological control of plant
pathogens. Pp 415- 422. In: Macías, FA.; Galindo, J.e.; Molinillo. J.M. ; Cutler. H.G. 1999.
Recent Advances In AlIelopathy. Vol. 1. A Science for thc future. Servicio de publicaciones de
la Universidad de Cádiz, Internacional AlIelopathy Society. 514 p.
Wild, A. 1992. Condiciones del suelo y desarrollo de las plantas según RlIssell. Ediciones Mundi-Prensa.
Madrid. 1045p.
Wilson . e. L. and Loomis, W. E. 1968. Botánica. Traducción al español de la 4" edición en inglés. por la
doctora Irina L. de Coll. Editorial Hispanoamericana, México. Pp 193-204.
Wrighl. S.F and Anderson, R.L. 2000. Aggregate stability and glomalin in alternative crop notation s for
the central great plains. Biol. Fert. Soils 31: 249-253.
Wood, M. 1989. Soil Biology. Chapman and Hall, New York. pp 48-54.
Xie, Z .. Staehelin, e.; Wiemken A.; Broughton W. J.; Múller J.; and Boller T. 1999. Simbiosis-stimlllated
chitinase isoenzimes of soybean [Glycine max (L.) Merr]. Journal of Experimental Botany,
Vol 50, No. 332: 327-333.
Xu, Li; Li. Q. Y Jiang, e. 1996. Diversity of Soil Actinomytes in Yunnan, China. Applied and Environmental
Microbiology. Vol 62 No 1 p 244-248.
Youn g, A. 1989. Agroforestry for soil conservation. Science and Practice of Agroforestry (Icraf) e.A.B.
international. P. 276.
Young, J. L. and Jarrell, W. M. 1985. Mycorrhizal systems and "other" elements, especially micronutrients.
En: Molina. R. (Edit). Proceedings of the 6th American Conference on mycorrhi zae. Jun. 25-
29, Bend, Oregon (USA) 1984, pp. 170- 174.
Zamorano, e. 2000. Dinámica de poblaciones de arvenses bajo el sistema de barbechos mejorados, Departa-
mento del Cauca, Colombia. Tesis lng. Universidad Nacional de Colombia, Palmira. 122 p.
350
LAS ENDOMICORRIZAS : EXPRESiÓN BIOEDÁFICA DE IMPORTANCIA EN EL TRÓPICO
Zamorano, A.; Velasco, R. 2000. Efecto e dos sistemas de dos sistemas de laboreo del suelo en las pro-
piedades fisiscas de un typic distrandept , Vereda la Independencia, Piendamó Cauca. Tesis de
Ingeniería Agronómica. Universidad Nacional de Colombia. Facultad de Ciencias Agropecua-
rias-Sede Palmira. 90 p.
Zapata, C. F. 2000. Estimación de algunos indicadores de actividad biológica en suelos bajo diferentes
grados de intervención en el Ecoparque Cerrro de La Bandera. Tesis Ing. Universidad Nacional
de Colombia, Palmira. 62 p.
Zapata, c.; Sánchez de P., M.; Azakawa, N. 2002. Indicadores de actividad biológica en suelos con dife-
rentes grados de intervención en el Ecoparque Cerro de La Bandera. Acta agronómica Vol 52
No. 1-4 pp 45-52.
INTERNET:
http://fai.unne .edu.ar/biologia/plantas/alelopatia.htm
http: //www. de fi n ic ion .org/au to lisis
http://www.ugr.es/-fisiofar/glosario/glosario.htm
http: //www.greenfacts.org/es/glosario/abc/bioma.htm
es. wiki pedia.org/wik i/ Fotos%C3 % ADntesis
es.wikipedia.org/wiki/Fermentaci %C3 % B3n.
http://encicloped ia.us. es/index. php.
http://www.euita.upv.es/varios/biologia/Temas/tema_ l.htm
http://www.monografias.com/trabajos I O/viascat/viascat.shtml
http://www.ugr.es/-fisiofar/glosario/glosario.htm
www.alllbiente-ecologico.com/ediciones/diccionarioEcologico/diccionarioEcologico.php3
www.cinvestav.lllx /publicaciones/ avayper/julago/chimal.pdf
http://ww w. inea.u va.es/ serv ic ios/h istolog ia/ glosario. htm
http: //micol.fcien.edu.uy/atlas/glos-r. htm
http ://www.lllonografi aS.colll/trabajos/Iaselll i11a/laselll i Ila. shtm 1
http ://micol.fcien.edu.uy/atlas/glos-r.htm
www.csic.es/prensa/Documentaciónlriahuelva4/ plantas.pdf
www.chapingo.mx/terra/contenido/ 18/4/art333 _337. pdf
www.cricyt.edu.ar/enciclopedia/ terminos/CalidSaISuelo.htm
www.rorest.ula.ve/-rubenhg/celula/glosario.htm 1
www.opitznet.org/qandaspanish.htllll.
351
Aproximación al contenido
TENZIN GVATSO
Decimocuarto Dalai lama del Tíbet
Premio Nobel de la Paz, 1989
'ri ·'Trr
78
9 789584 405234