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Título de la secuencia: “Arte para la libre expresión”

La expresión y la comunicación: Expresión corporal – Música – Plástica

Fundamentación

Según el Diseño Curricular, expresar y comunicar es una necesidad


primordial de una sociedad y de cada persona. Los lenguajes expresivos
posibilitan conocer el mundo que nos rodea y el que llevamos dentro, y también
mostrarlo. En base a esto podemos afirmar que los/as niños/as necesitan
expresar sus emociones, habilidades, sentimientos, inquietudes y creencias, y
también necesitan acostumbrarse a hacerlo. En la presente secuencia se
trabajará con distintos lenguajes expresivos: artes visuales, música y expresión
corporal, para que los niños puedan mostrar sus sentimientos de diversas
maneras.
Teniendo en cuenta que el grupo con el cual trabajaremos suele ser
extrovertido, unido, y que ya alguna vez hemos hecho ejercicios de confianza
grupales, consideraremos que lograrán en corto tiempo entrar en confianza
para hacer algunas actividades, que requieren una gran seguridad de ellos
sobre sí mismos. Proponemos que, a través de estas cuatro clases se busque,
mediante diferentes formas de expresión, un progresivo sentimiento de
seguridad de cada niño sobre lo que piensa y lo que es; y que así, al finalizar
esta secuencia, puedan mostrar sin temor sus propias producciones a sus
familias, compañeros y amigos.
Sostenemos firmemente la importancia de trabajar la seguridad de cada
niño/a y su atrevimiento para mostrarse ante los demás en esta etapa,
basándonos en que alrededor de los cinco años, aparecen en ellos las
sensaciones del pudor y del asco relacionadas con la ética y la estética, según
las sustentaciones del psicoanálisis. Nosotras intentaremos ir a contracorriente
de este hecho, mostrándoles a los niños/as formas apropiadas de exponer sus
sentimientos, para que no se sientan avergonzados de mostrarse ante los
demás. También esperaremos que tomen la vía del arte como una forma de
expresarse en la vida, trascendiendo el tiempo que le dedican a las clases en el
jardín.
Expone el Diseño Curricular que es legítimo que la escuela ofrezca
oportunidades a los/as niños/as para producir desde los diferentes lenguajes
artísticos y para apreciar las producciones de otros. De esta manera,
comenzarán a sensibilizarse con la multiplicidad de las realizaciones
compositivas y sentirán en el hacer propio y conjunto la vibración de lo
creativo, profundizando su capacidad perceptiva. En relación con esto, en los
diferentes encuentros, alentaremos a los/as niños/as a que aprecien sus
propios logros, su creatividad, y la de sus compañeros/as.
Al apreciar las distintas producciones de sus pares, se motiva a los/as
niños/as a conocer de otros modos el mundo que nos rodea y a abrir puertas
para imaginar otros. Se les permitirá con este ejercicio construir actitudes
positivas hacia la búsqueda de nuevas resoluciones. Todo proceso de
producción permite a los niños explorar, expresar, y revisar ideas, adaptándose
a distintas situaciones y a nuevos desafíos. A través de los sucesivos
encuentros, al ejercitar la producción y la apreciación de diversas formas de
expresión, esperamos que los/as niños/as construyan una mayor percepción y
creatividad que les sea útil para solucionar conflictos que se les enfrenten en su
futuro, en la vida cotidiana.
Además, se dará importancia al intercambio de opiniones en las
actividades planificadas, que conlleva el respeto frente a lo distinto, la
cooperación y la valoración de la producción del compañero.
Nosotras presentaremos sugerencias para desencadenar las
producciones de los/as niños/as. Buscaremos problematizar e informar
alternativamente y socializaremos con el grupo para que sus integrantes
puedan construir nuevos conocimientos, complementando la acción y la
reflexión. Alentaremos a los/as niños/as en sus búsquedas y variedad de
resoluciones y propiciaremos el placer por la expresión para consolidar sus
posibilidades creativas.
Consideraremos el hecho de que el grupo en cuestión arma rondas
habitualmente dentro de las clases en el jardín, por lo que utilizaremos esta
forma de organización repetidas veces en la presente secuencia, tanto para dar
inicio como cierre a una actividad.
Recurriremos al amplio salón de música para algunos encuentros,
sabiendo que los niños suelen recurrir a este espacio y están familiarizados con
él; así no se encontrarán desorientados.
Desde la integración que deseamos tener con las familias, invitaremos a
éstas a la última clase de la secuencia para que tengan la oportunidad de
apreciar las producciones de los niños.

Propósitos:
• Crear momentos donde los niños/as puedan representar artísticamente y
puedan fortalecer la seguridad en sí mismos.

Contenidos:
• Expresión a través de lenguajes artísticos para elevar su autoestima.

Desarrollo de las clases:


Primera clase

Expresión Corporal
En un salón, invitaremos a los/as niños/as a hacer una ronda con
nosotras que, empezando a mover y estirar todos nuestros músculos, desde la
cabeza hasta los pies, los estimularemos para que ellos hagan lo mismo:
“¿Saben qué? ¡Anoche que me caí de la cama! Yo estaba durmiendo muy
tranquila, hasta que mi osito me empujó. De seguro es porque discutí con él
anoche. Entonces, esta mañana, cuando me levanté, ¡Me dolía toda la espalda!,
y todavía me duele… Pero yo sé cómo se me va a pasar. Ustedes, si quieren,
pueden tratar de aliviar sus dolores también porque... ¿Quién no se cayó
alguna vez?, para sentirse mejor, solo hagan lo mismo que yo. Primero empiezo
por el cuello, moviendo la cabeza de un lado al otro despacio, y después la
muevo en círculo, y miro para arriba y para abajo. Después, se sigue con los
hombros…” (Continuaremos mencionando y ejercitando distintas partes de
nuestro cuerpo). A continuación de este ejercicio, aprovechando la soltura que
tendrán los/as niños/as, les diremos “Ahora que ya estamos sintiéndonos
mejor, vamos a caminar por todo el salón; tratemos de no chocarnos, e
intentemos ocupar todo el lugar mientras nos movemos.” Finalmente, les
propondremos que busquen un lugar que les sea cómodo en el espacio y que
se detengan allí.

Música
A continuación, invitaremos a los/as niños/as a cerrar los ojos
diciéndoles: “De a poquito vamos cerrando los ojitos, y nos vamos a escuchar
entre todos.” Les preguntaremos, dando espacios para que ellos puedan
contestar lo que se les venga a la mente, e interviniendo cuando sea oportuno:
“¿Qué sonidos de sus casas conocen? ¿La batidora, la aspiradora, la
computadora, el ventilador? ¿Cuáles otros?, ¿Y de la calle? ¿La moto, los autos,
el avión, los colectivos, el subte… y cuando frenan? ¿Cuáles otros?” Los
invitaremos a que reproduzcan todos los ruidos que se les ocurran
preguntándoles: “¿Y qué sonido hace cada uno de éstos?”. Finalmente les
propondremos: “Ya pueden abrir los ojitos”. De a poco, nos quedaremos con
los sonidos que más les haya gustado a los/as niños/as para hacer, entre todos,
música espontáneamente. Entonces les propondremos: “¿Qué les parece si,
ahora que compartimos todos estos sonidos, de todos estos lugares que
conocemos, hacemos una pequeña canción, solo con tres?”; anotaremos en el
pizarrón las cosas que generan sonidos anteriormente mencionadas y
preguntaremos, por ejemplo: “¿A quiénes les gustó más el sonido de la moto?
¿Y el de la aspiradora? ¿Y del teléfono?”. Esperamos que los/as niños/as se
dividan en grupos a partir de estas preguntas y que reproduzcan los sonidos
que más les gustaron, haciendo variaciones: “¿El teléfono y la moto pueden
sonar al mismo tiempo? ¿A ver cómo se escuchan?” Luego empezaremos a
escuchar el estribillo de la canción “Cumbia del monstruo”, de Canticuentos.
Después les diremos: “Pongámonos todos en ronda, y nosotras vamos a
susurrarles, decirles en voz bajita, a cada uno, una frase de esta canción.
Ustedes intenten recordarla sin decírsela a sus compañeros. Tendrán que cerrar
los ojitos de nuevo para poder jugar a este juego, y decir en voz alta la frase
que les tocó cuando se los pidamos.” Después de haber cumplido con estas
consignas, nosotras le palparemos la espalda a cada niño/a y pretenderemos
que ellos digan la frase que les fue asignada. Mientras, a sus compañeros les
preguntaremos: “¿Podrán adivinar quién dijo la frase?”, esperando que
reconozcan las voces de sus compañeros. Luego de que todos hayan dicho sus
frases, propondremos a los/as niños/as que vuelvan a abrir sus ojos y que
corroboren así, por su ubicación, si adivinaron o no quién dijo qué frase. Vamos
a elegir un verso del estribillo y les problematizaremos, interactuando con sus
respuestas: “¿Cómo sería este verso en grave, como lo diría un ogro, por
ejemplo? ¿Y cómo lo diría una princesa? ¿Y cómo sería si nos estuviéramos
escondiendo de alguien? ¿Y si estuviéramos contando un secreto?”. De esta
manera haremos referencia a los distintos timbres y volúmenes de la voz. De
esta manera finalizaremos la actividad y comenzaremos a aplaudir, esperando
que los/as niños/as lo hagan también, expresando felicidad sus avances.

Segunda clase

Música
Empezaremos la clase en el salón de música, con los/as niños/as parados y
distribuidos en el espacio diciéndoles: “Ya que estamos todavía con la almohada
en la cama, ¿por qué no nos despertamos, pero de otra forma? Por ejemplo:
¿cómo se despertaría un príncipe o una princesa? ¿Y un gato? ¿Y qué pasaría si
a un monstro lo despiertan? ¿Se enojaría, no? ¿Y cómo lo haría?” Esperamos
que los niños hagan los sonidos de monstros que a ellos se les ocurra. Entonces
comenzaremos a cantar la “Cumbia del monstruo”, y los invitaremos a que
canten y bailen con nosotras. Escuchando la letra de la canción, incitaremos a
que muevan las distintas partes de sus cuerpos como quieran, acompañando la
canción. Nosotras moveremos, por ejemplo, un brazo para un lado y para el
otro, o una pierna haciendo que ellos, al vernos, nos quieran imitar.

Artes visuales
En el salón comenzaremos la clase todos parados escuchando diferentes estilos
musicales: música clásica, rock, pop, folclore, tango, entre otros. Y
mostrándoles videos de cómo se bailan. Entre todos trataremos de imitar algo
de lo que vemos. Luego, se conversará con los/as niños/as sobre cada uno de
los estilos, sobre que les pareció y cuál les gustó más. Elegirán alguno con el
que se sientan más identificados, o bien, el que más les haya llamado la
atención. Les indicaremos que regresen a las mesas y se sienten, y
repartiremos a cada uno, una hoja. En cada mesa pondremos marcadores de
colores. Propondremos que hagan un dibujo libre a partir de lo escuchado y
observado en los videos. Luego cada niño/a compartirá su dibujo con sus
compañeros/as; todos tendrán la oportunidad de hablar y contar lo que
dibujaron, y de mostrárselo a los demás.

Tercera clase

Artes visuales
En ronda, sentados en el piso, mostraremos a los/as niños/as obras de distintos
artistas, y les preguntaremos cómo creen que ellos las hicieron, con qué
materiales, por qué, y qué intentaron expresar. Expondremos distintos tipos de
expresión y les preguntaremos si los conocen y cuáles son. De esta manera, y
partiendo de estas preguntas clave, pretendemos entablar un diálogo con los/as
niños/as. Les preguntaremos a los/as niños/as por algunas obras en particular,
qué sienten cuando la ven, si les recuerda algo y, si tuviese sonidos, cuáles
serian. Luego les propondremos realizar diferentes composiciones inspiradas en
algún artista, en alguna de las obras trabajadas o en los sentimientos que éstas
les produjeron, introduciendo de la siguiente manera: “Ahora, a partir de las
diferentes expresiones de los artistas, pueden elegir los materiales que quieran,
de los que vamos a preparar en las mesas. Pueden crear su propia obra
pensando en todo lo que estuvimos viendo recién.” Repartiremos en cada mesa
a los/as niños/as témperas de colores primarios, pinceles de distintos tamaños,
retazos de tela, hilo, cartón, diferentes tipos de papel y permitiremos que
experimenten libremente con todos estos elementos. También pondremos las
obras que vimos al alcance de los/as niños/as, para que las puedan apreciar
cuando así lo requieran, y musicalizaremos la actividad con la canción de
Canticuentos, “Cumbia del monstruo”.

Expresión corporal
Al finalizar la actividad anterior, se retirarán las mesas de trabajo y se las
llevará a un costado del salón. Invitaremos a los/as niños/as a hacer una ronda
y, como comenzó la primera clase de la secuencia, empezando a mover y
estirar nuestros músculos, los/as estimularemos para que hagan lo mismo. A
continuación, los/as incitaremos a que caminen libremente por el espacio, sin
chocarse entre ellos y ocupando todo el lugar. Musicalizaremos esta etapa de la
actividad con la canción “Alegría”, del Circo del sol. Luego les propondremos:
“¿Por qué no intentan moverse de un lugar al otro de distintas maneras?
Tenemos un salón muy grande, ¡Hay que aprovecharlo! Pueden trasladarse
acostados, arrastrándose, saltando, gateando, de puntitas de pie… ¿Cuáles
otras formas de moverse hay? Prueben las que quieran.” Induciremos a
experimentar diferentes posibilidades de desplazamiento durante algunos
minutos y luego expresaremos: “Ahora, váyanse acomodando en un lugar del
espacio que les guste y donde se puedan mover sin tocar a sus compañeros,
luego deténganse allí.”
“Parados donde están, pueden cerrar sus ojos para el juego que
vamos a hacer, no vale mirar. Simplemente escuchen la música con todos sus
sonidos y bailen como ustedes quieran; exageren sus movimientos, nadie los
ve; muévanse como se les ocurra…” Nosotras apoyaremos a los niños en esta
situación y, para que no sientan temor, cerraremos nuestros ojos y bailaremos
con ellos también, siendo acompañados por la música de Mamadi Feita, “Kuku”,
y luego “Cumbia del monstruo”, de Canticuentos. Esperaríamos que los niños
no sientan vergüenza alguna de expresarse con su cuerpo a su antojo para
cuando esté finalizando esta actividad, y podrán cantarla también, si así lo
desean.

Cuarta clase
Prepararemos con los/as niños/as sus producciones de artes visuales
para la presentación final, distribuyéndolas en el salón, pegándolas
temporalmente en las paredes. Hablaremos previamente con los niños
consultando quiénes quieran bailar, que se dispondrán en algún espacio del
salón (cada uno elegirá dónde) y, quienes quieran cantar, se juntarán en otro.
Cuando las familias entren al salón podrán enriquecerse de las producciones de
los/as niños/as, y podrán oírlos cantar junto a nosotras, y verlos bailar
libremente, acompañando la canción “Cumbia del monstruo”, trabajada a lo
largo de la secuencia.
Bibliografía
• Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, Secretaría de educación.
(2000). Diseño Curricular para la Educación Inicial. Niños de 4 y 5 años.
Dirección de currícula. Buenos Aires, Argentina.

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