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LIMA, 201
Resumen
La presente monografía tiene como objetivo contrastar los criterios utilizados por la
Superintendencia Nacional de Educación Superior Universitaria para mesurar la educación
en el Perú con los utilizados por otras entidades a nivel internacional, con el fin comprobar
su validez. Esta monografía se realizó en respuesta a la enorme cantidad de universidades
que están cesando sus funciones por no poder reunir el mínimo de condiciones básicas e
indispensables según la SUNEU. Para concretar dicho fin, la investigación se llevó a cabo a
través de la metodología de búsqueda bibliográfica. Por la cual se analizó el significado de
calidad y su connotación para diferentes organizaciones. Posteriormente se analizaron los
estándares que utilizan entidades reconocidas a nivel internacional para medir la calidad de
las universidades. A continuación, se contrastó el modelo utilizado por países que
encabezan dichos rankings a nivel mundial (Estados Unidos y Reino Unido) con los que usa
la SUNEDU en Perú. Luego se repitió el proceso, pero con instituciones que lideran los
rankings en América Latina (Chile y Argentina). Por último, se contrastó toda la información
recolectada y se concluyó que los criterios utilizados por la SUNEDU recogen características
distintas de cada uno de los elementos evaluados.
Introducción………………………………………………………………...……………………...ii
Capítulo 1: ¿Qué es y cómo se mide la calidad universitaria?… ………….….…...………..1
Capítulo 2: Los gobiernos y su relación con la educación universitaria ….…………………2
Conclusiones…………………….……………………………………………………………..... .4
Referencias ……………….…………….…………………………………………….…..............5
ii
Introducción
En tal caso, la SUNEDU tiene como deber mejorar las condiciones en que se imparte
la educación superior y proteger el derecho de los jóvenes a recibir una buena formación
(SUNEDU, 2015). Sin embargo ¿cómo se mide la calidad educativa? Este punto será
desarrollado a lo largo de la presente monografía en dos capítulos: En el primer capítulo se
detallará la definición e implicancias de calidad universitaria. Mientras que en el segundo se
realizará una comparación entre los criterios que utiliza la SUNEDU y tanto entidades de
talla internacional como diversos gobiernos que encabezan los rankings.
Con respecto al segundo capítulo, hay entidades internacionales que tienen como
función la regulación de la calidad en la educación superior. Una de ellas es el Programa
para la evaluación Internacional de las Competencias de Adultos (PIAAC), esta evaluación
se aplica desde 3 perspectivas: la evaluación directa, que mide comprensión lectora,
capacidad de cálculo, componentes de lectura y resolución de problemas en ambientes
informalizados; la de cuestionario de contexto, que evalúa características demográficas,
educación, historia social-lingüística, situación laboral y salarial, el uso de las TICs, nivel de
lectura y cálculo; y por último está el modelo de uso de competencias, que se dividide en
competencias cognitivas, sociales, físicas y de aprendizaje (Organización para la
Cooperación y el Desarrollo Económicos, 2008). Sin embargo, hay otras entidades
internacionales que han recibido más atención por parte de la prensa, y ellas son los
rankings de calidad. Entre ellos, el más destacado es el QS World University Rankings, el
cual mesura la calidad mediante criterios como: la reputación de la universidad, la cantidad
de docentes que cuentan con un doctorado o la cantidad de citaciones por publicación de
los artículos de sus egresados o docentes (s/f).
Por último, algunos de los alcances que es posible obtener de esta investigación son
los siguientes: obtener información detallada de los medios que usan otras instituciones para
jerarquizar diversos tipos de sistemas educativos y entender el funcionamiento de la
licenciatura de universidades en Perú. Por otra parte, esta investigación también presenta
ciertos limitantes. Uno de ellos es que las universidades asiáticas y brasileras también
ocupan lugares muy altos en los rankings de calidad. Pero por falta de acceso a la
información de sus gobiernos (específicamente por su idioma) no fue posible mencionarlas
en esta investigación
1
Capítulo 1
¿qué es y cómo se mide la calidad universitaria?
Según la RAE la palabra calidad tiene varias connotaciones dependiendo de su
contexto. Puede referirse al conjunto de propiedades inherentes a algo por las cuales es
posible juzgar su valor, a la adecuación de un producto o servicio a las necesidades de su
contexto inmediato y sus características particulares, o al conjunto de condiciones que son
necesarias para lograr un estándar (2001). Sin embargo, cuando se habla de calidad
universitaria. Las respuestas a la pregunta ¿qué es y cómo se mide la calidad de la
educación superior? No suelen ser tan concretas y compactas como las propuestas por la
RAE. Es más, su definición cambia de acuerdo al país o institución que la mesure. En el
caso de Argentina, por ejemplo, ello depende de si la institución logró cumplir con los
siguientes objetivos: promover el desarrollo de la investigación, científico, tecnológico,
cultural y la creación artística; promover mecanismos para la resolución de problemas
nacionales, continentales y mundiales; y facilitar un aprovechamiento integral de los
recursos humanos y materiales (2014).
La visión del Gobierno argentino parece poco desarrollada si se le compara con otras
a nivel internacional. Su forma de medir la calidad difiere, por ejemplo, con la del presidente
del Earlham College, Douglas Bennet. Quien propone que la calidad debe medirse en base
al valor adquirido que la institución proporcione a sus estudiantes. Es decir, en qué medida
los conocimientos de un estudiante que ha terminado sus estudios en cierta universidad son
de más utilidad que los que obtuvo otro estudiante en otra universidad. Ello es difícil de
cuantificar, pero para lograrlo se utilizan herramientas como encuestas a alumnos. En las
encuestas se les pregunta por las habilidades que ellos creen haber mejorado desde que
ingresaron a la universidad. No tienen que ser habilidades relacionadas a su carrera, sino a
su estatus de profesionales, ellas podrían ser redacción o pensamiento crítico. A su vez,
Douglas propone que la calidad de la educación es directamente proporcional a la cantidad
de tiempo que un estudiante invierte en sus estudios a diario, si consultan a los docentes
fuera de clases o participan en actividades extracurriculares (2001). Es claro que el autor ve
la educación como un proceso integral. Por ello, él no se preocupa por la posición de la
universidad en rankings o la cantidad de investigaciones que se indexan en revistas. Sino
por el desarrollo holístico de las capacidades de sus estudiantes.
Con respecto a la visión histórica de la calidad universitaria, un estudio llevado a
cabo por el investigador Benedicto Chuaqui en el año 2002 afirmó lo siguiente: “Hasta aquí,
el origen y los caracteres de la universidad en sus inicios, son su alma el deseo de aprender,
la voluntad de enseñar, la libertad y el espíritu de universalidad en el cultivo del saber”. Lo
cual destaca la función humanística y universal de las universidades. A su vez, en ese
mismo estudio se repasa la historia de la educación superior y en su génesis, la edad media,
a las universidades se les denominó studium generale lo cual hace referencia no a que se
vean muchas materias, sino que toda la población en general debía tener acceso a
educación superior. Lo cual remarca el carácter humanista con el que la UNESCO enfoca su
visión de calidad universitaria (la cual será detallada más adelante).
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Capítulo 2
Los gobiernos y su relación con la educación universitaria
El Sistema Nacional de Evaluación – Acreditación y Certificación de la Calidad
Educativa (SINEACE) publicó un artículo escrito sobre la base de los comentarios hechos
por Manuel Burga, el rector de la universidad Antonio Ruiz de Montoya; Gustavo Yamada, el
autor del libro “Calidad y acreditación de la educación superior y retos urgentes para el
Perú”; y Peregrina Morgan, presidenta del SINEACE y del IPEBA. En este artículo se detalla
la profunda necesidad de que el gobierno peruano intervenga en la regulación de la
educación universitaria. A su vez, se justifica la baja calidad en la educación superior en el
hecho que la educación primaria y secundaria también necesitan de una reforma y de mayor
regulación. Este artículo fue redactado en el año 2013, por lo tanto, en el mismo se
menciona que el estado estaba a punto de aplicar una reforma educativa en un nivel escolar.
Por lo tanto, ellos esperaban que una vez esa reforma se pusiera en marcha, el estado
prosiguiera con una reforma universitaria. Es en respuesta a esta necesidad es que en el
año 2015 se creó la SUNEDU.
Sub-capítulo 1: Países que lideran los rankings de calidad universitaria a nivel global
Harvard, Standford o el Instituto de tecnología de Massachusetts son universidades
que se sitúan en el top de los rankings de calidad educativa año tras año (QS rankings,
2019). Sin embargo, cabe preguntarse ¿a qué se debe el éxito de las universidades
americanas por sobre el resto de casas de estudio? el periodista americano Preston Cooper
publicó un estudio en el año 2018 en el que afirma que los Estados Unidos invierte un
aproximado de 28 mil dólares cada año en la educación de un estudiante promedio. Esta
cifra es abrumadora si se compara con las cifras de otros países en el mismo estudio. Como
por ejemplo México, con menos de 10 mil dólares por estudiante o Grecia, con menos de 5
mil. Es por ello que el investigador inglés Keith Pavitt se vale de esas cifras para afirmar que
el éxito de la educación americana se encuentra en la cantidad de dinero que el gobierno
invierte en investigación año tras año (2002).
Sin embargo, de forma contraría a lo anteriormente afirmado, tanto el investigador
Pavitt como Kevin Carey, periodista del New York times, coinciden en que el lugar de
Estados Unidos en los rankings debería ser cuestionado. Pavitt no cuestiona la calidad de la
educación americana, pero si cuestiona que sea calificada como superior a la de otros
países (2002). Si bien es cierto Estados Unidos destaca por sus publicaciones en muchas
áreas. Otros países obtienen los mismos resultados solo que en áreas más específica.
Como, por ejemplo: en materia de salud, quienes lideran las investigaciones son Dinamarca,
Reino Unido, Finlandia y Suecia; en relación al uso de recursos (agricultura, ecología y geo
ciencias), quienes han acumulado mayor cantidad de investigaciones son Australia, Canadá,
Chile, Indonesia, México, entre otros; y en materia industrial están India, Corea del Sur,
Singapur y Taiwan (Australian Goverment Publishing Service, 1996). Sin embargo, los
rankings no toman estas divisiones en cuenta.
Del mismo modo, Carey afirma que la forma óptima de medir la calidad de la
educación no es mediante la posición de una universidad en los rankings. Sino de su
puntaje en la prueba PIAAC (Programme for the International Assessment of Adults). Esta
prueba mide la capacidad de los no graduados de resolver problemas en el mundo real. Ello
puede implicar, en el campo de las letras, el análisis de artículos sobre problemáticas
actuales y, en el campo de los números, la solución de problemas en ambientes
tecnológicos. Según un artículo publicado por este periodista, E.E.U.U habría tenido un
pésimo desempeño en dicha prueba, obteniendo una de las 9 peores calificaciones. Él
explica la situación aludiendo que, si bien es cierto, Estados Unidos tiene una de las
mayores producciones de artículos académicos del mundo, ellos solo provienen de cierto
grupo selecto de universidades (2014). Lo cual expone una enorme brecha de calidad entre
las mejores y peores universidades del país.
Otro de los países que es internacionalmente reconocido por la calidad de su
educación superior es el Reino Unido. A diferencia de Perú, que tiene un apartado entero en
su constitución dedicado a la educación universitaria, Reino Unido no contempla un
apartado específicamente para este fin (al igual que los Estados Unidos). Lo único que es
posible encontrar en la constitución de los E.E.U.U, específicamente en el prefacio, es que
la educación será el motor por el cual los ciudadanos conservarán y gozarán de su libertad
(1868). Mientras que en la introducción de la constitución del Reino Unido se encuentra que
la educación es el principal medio para fomentar la protección de los derechos humanos y
las libertades civiles (1991).
De forma similar al Perú y diferenciada de Estados Unidos. El Reino Unido si cuenta
con un organismo gubernamental que se encarga que asegurar la calidad de sus
universidades. A este organismo se le denomina Comité permanente para el asesoramiento
de la calidad del Reino unido, mayormente conocido por sus siglas en inglés UKSCQA.
Según el vigente código para la calidad universitaria, para que una institución preste sus
servicios en el Reino Unido es necesario seguir un proceso que se divide en 3 partes (2018).
La primera son las expectativas, es decir, qué se establecen los resultados que los
proveedores deberían conseguir para mantener la calidad. En la segunda son las prácticas,
que a su vez, se dividen en dos: Prácticas generalizadas, que consisten en los siguientes
criterios: tener un sistema de admisión confiable, justo e inclusivo; diseñar e impartir cursos
de alta calidad; tener un equipo calificado para impartir dichas materias; contar con las
instalaciones, recursos y servicios apropiados para una experiencia de aprendizaje óptima;
comprometer a los estudiantes en su propio proceso cognitivo; contar con un procedimiento
transparente para recibir reclamos; ofrecer diplomas a la investigación; que el proveedor
trabaje en conjunto con otros organismos para asegurar la calidad de la institución; y que el
proveedor apoye a todos los estudiantes en la obtención de resultados profesionales (2018).
La segunda división de las prácticas se denomina prácticas comunes, ellas se
dividen en tres: la revisión de los resultados de las prácticas generalizadas y el
mejoramiento de la calidad en base a tal análisis; que la visión del proveedor para asegurar
la calidad tome en consideración la experiencia externa; y que el proveedor involucre al
estudiante de forma individual y colectiva en el cuidado de la calidad de la experiencia de
aprendizaje (2018).
En este caso, es posible encontrar similitudes entre el Reino Unido y Perú. Ambos
cuentan con un organismo que regula la calidad de todas las instituciones de educación
superior a nivel nacional. Lo cual les diferencia de Estados Unidos, en donde, si bien es
cierto cuenta con universidades que encabezan los rankings (QS Worl University Rankings,
2019) al no tener un organismo que se encargue de la regulación, no es posible asegurar un
nivel de calidad homogéneo entre todas sus instituciones.
Con respecto a las similitudes entre Reino Unido y Perú, ambos documentos
oficiales (tanto el código para la calidad universitaria del UKSCQA, como las condiciones
básicas para la regulación de la calidad universitaria publicadas por la SUNDEU) cuentan
con apartados dedicados al personal docente, a la importancia de contar con infraestructura
apropiada, al desarrollo de líneas de investigación, la relevancia de la transparencia y
mecanismos de inserción laboral, planes de estudio bien diseñados. En tal caso, la única
diferencia sería que el Perú exige a las universidades contar con servicios educacionales
complementarios básicos, tales como servicio médico, social, psicopedagógico, deportivo
entre otros y no menciona los mecanismos de admisión de estudiantes. Mientras que el
Reino Unido no contempla ningún servicio dentro de su normativa, pero si hace énfasis en la
equidad y transparencia de los procesos de admisión.
Por último, una de las diferencias más impactantes entre la educación
estadounidense y británica en comparación con la peruana es la cantidad de dinero que se
invierte de forma anual en la formación de un estudiante a tiempo completo. Según un
estudio publicado por el periodista americano Preston Cooper, en el 2015 Estados Unidos
invirtió la suma de 28 mil dórales en la formación de cada uno de sus estudiantes a tiempo
completo, detrás de él en el ranking estuvo Reino Unido, con una suma mayor a 22 mil
dólares por estudiante (2018). Mientras que, en el Perú, en ese mismo año solo se invirtió
un estimado de 2,116 dólares en cada estudiante a tiempo completo (INEI, 2017).
Por último, el gasto que hace cada uno de los países en sus estudiantes a tiempo completo
difiere enormemente. Ya que Chile invierte cerca de $10,000 (Cooper, 2018), Argentina por
cada estudiante invierte $ 3,110 (Statista, 2016), Mientras que, Perú, en ese mismo año
invirtió un estimado de 2,116 dólares en cada estudiante a tiempo completo (INEI, 2017). Es
evidente que Chile invierte mucho más en su educación universitaria que Argentina y Perú.
Lo cual se corresponde con su posición en los rankings.
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Conclusiones