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Domingo Mundial de las Misiones (DOMUND)

Monición de entrada:

Buenos, días, (tardes, noches). Hoy nos hemos reunido, una vez más, domingo tras
domingo, para dar gracias a Dios por el don de de la fe y juntos celebrar EL
DOMINGO MUNDIAL DE LAS MISIONES (DOMUND). Esta jornada está orientada a
orientarnos sobre la urgencia de la misión. Esta es una cita importante en el caminar
de la Iglesia, nos disponemos a celebrar esta Eucaristía, cantando con alegría. De pie,
por favor.

Primera lectura: Zacarías 8, 20-23 (Testimonio viviente de la presencia de Dios entre


los hombres)

El profeta Zacarías, en el siglo VI antes de Cristo, nos presenta un armónico conjunto


de dos discursos en los que se describe a todos los pueblos de la tierra volcándose
sobre Jerusalén. El profeta viene a decirnos que la salvación es universal, para todos
los pueblos. Escuchemos.

Segunda lectura: Romanos 10, 9-18 (La voz de los mensajeros ha resonado en todo
el mundo y sus palabras ha llegado hasta el último rincón de la tierra)

El apóstol Pablo, en su carta a los romanos, nos presenta la contraseña de la


salvación: invocar a Jesús, creyendo con todo el corazón en Él y en su palabra. Hoy
se hace urgente escuchar la Palabra, pero necesitamos alguien que la proclame.
Presten mucha atención.

Tercera lectura: Marcos 16, 15-20 (El que crea y se bautice se salvará)

El texto evangélico que escucharemos hoy, según san Marcos, pone de relieve la
misión evangelizadora y liberadora de la Iglesia y de los cristianos, así como los signos
de liberación que según Jesús deben acompañar la palabra. Nos ponemos de pie para
entonar el Aleluya.

Oración Universal:

A cada innovación, responderemos, diciendo: Cristo, modelo de misioneros, escucha


nuestra oración.

1. Para que toda la Iglesia, bajo la conducción pastoral del Papa y de los obispos,
proclame con confianza y audacia en todos los pueblos el Evangelio de la Salvación.
Roguemos al Señor.
2. Para que los creyentes en Jesucristo asumamos con fidelidad nuestra vocación de
cristianos que nos convierte en discípulos y misioneros. Roguemos al Señor.
3. Para que los obispos, los sacerdotes, los religiosos y religiosas, los misioneros y los
catequistas sepan superar las dificultades y sean testigos de las bienaventuranzas,
con sus propias vidas. Roguemos al Señor.
4. Para que el Señor suscite abundantes vocaciones misioneras entre nosotros para
nuestra diócesis y congregación del Santísimo Redentor. Roguemos al Señor.
5. Para que la semilla que sembraron los misioneros ya fallecidos dé abundantes
frutos. Roguemos al Señor.
6. Para que todos los aquí reunidos, celebrando el día mundial de las misiones,
colaboremos consciente y generosamente con el compromiso misionero, con una
constante oración y ofrendas por las misiones. Roguemos al Señor.

Exhortación Final

(Tomado de B. Caballero: La Palabra cada Domingo, San Pablo, España, 1993, p.


293)

Te bendecimos, Padre, con toda la fuerza de nuestro espíritu


por la glorificación de tu Hijo y nuestro hermano, Cristo Jesús.
Él no se ha ido para desentenderse de este mundo, sino que,
como cabeza nuestra, nos precede en la gloria eterna de tu reino.

Gracias también, Padre, porque Jesús nos confía su misión


y quiere necesitar nuestra inteligencia y nuestro corazón,
nuestra manos, nuestros labios, nuestros pies, nuestro tiempo,
al servicio de su buena nueva de salvación y de amor al hombre.

No permitas, Señor, que nos cerremos en la comodidad,


en la apatía, en el egoísmo, en la falta de fe, en definitiva.
Llénanos de la fuerza del Espíritu y cuenta con nosotros.

Amén.

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