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Titulo: Arte, Educación e Intercambio

Autor: Jorge Andres Lopez Vargas

Adscrito: Trabajo de grado de la lic en artes visuales.

Arte, Educación e Intercambio

Eisner (1998) en su libro La Escuela que necesitamos nos presenta unas


consideraciones importantes para tener en cuanta acerca de la educación y el arte,
una de las reflexiones que deseamos resaltar es:

[…]El lenguaje, ya sea formado en la poesía o la


ciencia, es solo una de las modalidades a través de las cuales
los seres humanos construyen y transmiten significado. […]
Eisner (1998:31)

Como plantea el autor, el lenguaje, es una de las herramientas que los seres
humanos empleamos en los procesos de aprendizaje. A través de él se
intercambian los conocimientos que serán asimilados por cada individuo. Pero,
además como Eisner (1998:41) también nos dice, este es tan solo una de las
modalidades de los procesos del intercambio de conocimiento:

[…]Los seres humanos pensamos no solo con lenguaje,


sino también con imágenes visuales y gestuales y sonidos
pautados. […]

Por tanto, podemos decir que en la práctica, no es beneficioso para la educación el


dejar perder de vista las demás herramientas que los seres humanos empleamos
para el intercambio y la construcción del conocimiento dado que como lo plantea
Eisner (1998:31) los sistemas que los seres humanos emplean para trasmitir
significados van más allá que el lenguaje.

Así mismo, tampoco es conveniente para el campo educativo la tendencia de dejar


perder de vista otros factores que inciden el proceso educativo. Al respecto Eisner
(1998:26) nos afirma:

[…]Todas las formas de pensamiento, en especial las


productivas, están imbuidas de sentimiento. El sentimiento
penetra en las formas de pensar que empleamos y nos
proporciona la información que necesitamos para hacer
juicios sobre la calidad de nuestro trabajo. La mente no está
separada del afecto; este es una parte integral de aquella.
Por consiguiente, para desarrollar al máximo las destrezas
cognitivas, debe dárseles alguna clase de emotividad. […]

Con todo esto, este autor nos invita a pensar que los procesos educativos no están
ajenos a las emociones de los estudiantes; por el contrario, podríamos decir que el
éxito del aprendizaje depende en gran parte de los sentimientos que los educandos
depositen en lo que están aprendiendo.

De la misma manera, Eisner (1998:49-50) nos explica que no solo el lenguaje es


necesario en la educación, por lo tanto, nos plantea la importancia de lo que llama
las formas de representación. Pare este autor, estas formas están mediadas por los
diferentes sentidos y se manifiestan de diferentes maneras, como se puede leer a
continuación:

[…] Las formas de representación son visuales, auditivas,


táctiles, gustativas y hasta olfativas. Se manifiestan en fotos,
en el habla, en los movimientos de la danza y el gesto, en
palabras y en números. Cada dispositivo social conlleva
significados que representan cualidades que hemos
representado en forma directa o a través del recuerdo o la
imaginación. Por lo tanto, la experiencia visual puede ser
singularmente representada mediante formas de
representación que explotan lo visual: una foto es más útil
que un párrafo cuando queremos saber qué aspecto tiene
alguien. Si queremos conocer una secuencia de
acontecimientos en el tiempo, un relato suele ser más útil
que una foto. Si queremos trasmitir la experiencia vital y
dinámica de nuestra vida emocional, la danza y la música
probablemente sean mejores que una serie de números. […]

Según este autor, las formas de representación no solo son importantes porque
permiten externalizar lo que sentimos o pensamos sino que también por que
brindan la posibilidad de revisar lo que hacemos. Como lo muestra Eisner
(1998:50) es importante contar con diferentes formas de externalizar y compartir
los conocimientos:

[…] El proceso de externalización es un proceso de


estabilización. El trabajo con una forma de representación
nos da la oportunidad de estabilizar lo que es efímero o
fugaz. Brinda la posibilidad de aferrarse al pensamiento. Ese
aferrarse proporciona un segundo beneficio importante. Los
pensamientos que se ponen en un papel o se representan en
una tela, en una notación o en una cinta grabada, pueden
revisarse. La revisión nos permite refinar nuestro
pensamiento, aclararlo, darle mayor fuerza y, en especial,
apreciar los felices resultados de la creatividad. Nos permite
dar una firma personal a un producto público. […]

Como vemos la revisión fortalece el aprendizaje y por eso tampoco es conveniente


para la educación dejar perderla de vista. Se debe hacer una revisión de los
pensamientos y conocimientos de los estudiantes, y más importante aun realizar la
revisión a través de un proceso grupal que permita el intercambio de diversos
conocimientos. Sin embargo, como dice Eisner (1998:50) este proceso es poco
empleado en la escuela dado que los estudiantes se limitan a responder a los
cuestionamientos que les formulan los docentes los cuales ya conocen las
respuestas y no a comunicar lo que les importa. El autor (1998:51) destaca la
importancia de expresar lo que sentimos y pensamos dado que nuestro
pensamiento debe tener un status público.

Por todo lo anterior, diremos que tampoco conviene para la educación perder de
vista, el poder brindar a los estudiantes las mismas posibilidades con las que
cuentan los docentes de hacer manifiestos sus conocimientos. Aunque esta no sea
una tarea fácil, es indispensable motivar a los estudiantes para que logren expresar
sus pensamientos y sus saberes. Es así que se deben abrir espacios de intercambio
que aporten a este objetivo potencializando las formas de representación en la
escuela. Eisner (1998:51) nos presenta esta idea de la siguiente manera:

[…]Todo esto quiere decir que el pensamiento debería


celebrarse por la vía de brindar a los alumnos oportunidades
de tratar de representar lo que creen saber. Y como lo que
saben no siempre puede proyectarse a través del uso lógico
del lenguaje, deberían contar con una variedad de opciones
disponibles y con las destrezas necesarias para utilizarlas.
[…]

Pare este autor la creatividad juega un papel indispensable dado que permite un
intercambio dialógico y no monológico y ayuda en el descubrimiento de lo que se va
a conocer o se conoce. A continuación Eisner (1998:51) destaca la importancia de
la creatividad:

[…]El uso de una forma de representación es brindar


oportunidades para el descubrimiento. La creación de
cualquier cosa se parece más a un dialogo que a un
monologo. El acto de hacer algo es no solo una ocasión para
expresar o representar lo que uno ya sabe, imagina y siente,
sino también un medio que permite descubrir las formas de
cosas desconocidas. El acto creativo es un acto de
exploración y descubrimiento. […]

Con todo lo anterior podemos concluir que si las formas de representación son tan
importantes en la educación los espacios que se abran para ellas también lo son.
Una de las asignaturas donde se favorece este trabajo es en el campo de las artes.
Al respecto, Eisner (1998:10) nos plantea:

[…]Aunque la buena enseñanza se vale de rutinas, rara vez


es rutinaria. Se basa en la sensibilidad y la imaginación.
Flirtea con la sorpresa. Aprovecha el afecto. En suma, la
buena enseñanza es un asunto artístico. […]

En este punto, aunque el autor nos manifiesta que la intención no es desvalorar las
cualidades de las diferentes ramas del conocimiento, también nos brinda una
opción para fortalecerlas, a través de la interacción con los valores que privilegian
las artes en relación con la vida. Eisner (1998:52) nos dice:

[…] seguir reglas y aplicar algoritmos no se corresponde con


los problemas que la mayoría de la gente debe enfrentar en
la vida fuera de la escuela. Los problemas de la vida casi
siempre tienen más de una solución y por lo general exigen
decisiones y negociaciones. […]

A pesar de la importancia de las artes para la vida y la formación integral de las


personas en algunos contextos escolares estas no ocupan un papel primordial sino
que son adicionales a las demás asignaturas. Eisner (1998: 52) presenta una
reflexión al respecto:

[…]Irónicamente, las artes, un área del pensamiento que


tiene mucho que ofrecer; son el ámbito más desatendido en
nuestra escuela. Las artes son modelos de trabajo que
insisten en la creación de estructuras coherentes, propician
múltiples soluciones a los problemas, valoran la innovación,
se basan en la aplicación del juicio y dependen del empleo de
la sensibilidad. En suma, las artes son un medio
importantísimo de celebrar el pensamiento. […]
Otro de los aportes a resaltar de Eisner, presentado en su libro La Escuela que
necesitamos, son los aportes acerca de la concepción de lo que brinda la buena
escuela y de lo que alumnos y docentes hacen en ella. Para ello este autor
(1998:10) primero destaca la importancia que tiene el intercambio entre los
docentes de la siguiente manera:

[…]La escuela que necesitamos concederá tiempo a los


docentes para que se reúnan semanalmente durante la
jornada escolar a comentar y compartir su trabajo, sus
esperanzas y sus problemas con los colegas. La escuela, y no
la universidad, es el centro de formación docente. […]

Luego Eisner (1998:11) nos habla de lo importante que es intercambiar las


prácticas docentes a través de un proceso público:

[…]La escuela que necesitamos hará de la enseñanza un


proceso profesionalmente público. Al decir
((profesionalmente público)) me refiero a que los docentes
tendrán la oportunidad de observar a docentes y
realimentarlos con los frutos de esa observación. No habrá
más docentes aislados, librados a sí mismos y obligados a
imaginarse que sucedió mientras enseñaban; la ignorancia
secundaria es demasiado habitual y sus consecuencias
demasiado graves para que todo dependa exclusivamente de
la reflexión individual. […]

Eisner (1990:11) también destaca el valor del intercambio, no solo entre docentes
de una misma área sino también entre las diferentes áreas del conocimiento:

[…] La escuela que necesitamos brindara a los miembros de


los departamentos de las distintas materias la oportunidad
de reunirse y compartir su trabajo. Reconocerá que
diferentes campos tienen diferentes necesidades y que la
comunicación entre los docentes es un modo de promover la
coherencia entre los alumnos. […]

Finalmente, Eisner (1990:12) nos dice que es importante reforzar los procesos de
diálogo entre los estudiantes:

[…]La escuela que necesitamos alentara la conversación


profunda en las aulas. Ayudará a aprender a participar en
ese complejo y sutil arte, que exige saber escuchar tanto
como saber hablar. La buena conversación es un proceso que
nuestro interés voyerista en los talk shows no puede
reemplazar. […]

En conclusión, el intercambio entre docentes de la misma área, como de otras


áreas y entre estudiantes, es otro de los puntos indispensables en la escuela que
necesitamos. Con todo lo anterior, se podría decir que, tampoco es conveniente
para la educación dejar perder de vista el intercambio en los procesos de
conocimiento.

Finalmente, Eisner nos habla de cuatro aportes que él cree esenciales a todas las
artes, su objetivo, como él dice, es resaltar los beneficios y aportes de las artes y
su papel para los objetivos educativos. Eisner (1998) en la cuarta parte de su libro
La Escuela que necesitamos dedica un aparte importante para afirmar esta teoría.

El primer aporte de este autor, hace referencia a la importancia de la variedad de


pensamientos y de posibilidades para solucionar las dificultades y como el arte
permite esta diversidad. Eisner (1998:122) lo presenta de la siguiente manera:

[…] 1 No todos los problemas tienen una sola respuesta


correcta. Una de las lecciones importantes que enseñan las
artes es que las soluciones a los problemas pueden asumir
muchas formas. Las artes celebran la imaginación, la
diversidad de perspectivas y la importancia de la
interpretación personal. Lo último que quiere un docente de
lengua son interpretaciones idiosincrásicas de la ortografía de
las palabras. Así debe ser. La creatividad en materia de
ortografía no es una virtud. Pero cuando el curriculum esta
tan intensamente saturado de tareas y expectativas que
demandan fidelidad a las reglas, las oportunidades del
pensamiento original se reducen. Llevado al extremo, el
programa escolar se transforma en un elemento
intelectualmente debilitante. […]

El segundo aporte del autor, hace referencia a la relación entre la forma y el


contenido y la posibilidad que da el arte de no separar la forma del contenido y de
ampliar su descripción para tener una visión más completa de las cosas. Eisner
(1998:123) lo presenta de la siguiente manera:
[…] 2 La forma de una cosa es parte de su contenido. En
nuestras escuelas tendemos a separar la forma del
contenido. Se considera que la forma es la configuración de
una cosa y el contenido es el significado que transmite. En
los sistemas de notación podemos aceptar esa dicotomía. En
ellos, la atención a la forma como tal es en gran medida
irrelevante. Por ejemplo, el número seis puede simbolizarse
de muchas maneras, pero su significado es el mismo en
tanto lo reconozcamos como un seis. Lo que hacemos es
categorizar. Asignar un rotulo a una entidad es un acto de
categorización, y cuando las entidades se clasifican en
categorías, se detiene la exploración de su singularidad… Las
artes, en cambio, enseñan al niño que el césped no es
simplemente verde: es azulado, grisáceo, dorado y cuando
es verde, tiene incontables variedades. Por lo demás, en las
artes y en muchas circunstancias de la vida, la forma que
asume una cosa es en gran medida parte de su contenido.
Las artes son claros ejemplos de cómo se crea este
matrimonio de la forma y el contenido, y del efecto que tiene
en nuestra experiencia. […]

El tercer aporte, hace referencia a las dificultades de manejar métodos y objetivos


fijos. Al respecto, esta autor expresa que desde el arte los problemas no tienen
necesariamente una única respuesta correcta al igual que en la vida práctica. Eisner
(1998:124) lo presenta de la siguiente manera:

[…] 3 Tener objetivos fijos y emplear métodos rigurosos para


alcanzar no es siempre el modo más racional de encarar el
mundo. Todo el esfuerzo por estandarizar los resultados
educativos se basa en la convicción de que es posible diseñar
sistemas eficientes y efectivos que erradiquen el azar del
proceso educativo. Estas creencias no solo afectan las
condiciones de la enseñanza; también crean un clima que
afecta lo que aprenden los alumnos y el modo de aprenderlo.
Para resolver problemas complejos, hay que prestar atención
a las totalidades y no solo a las partes aisladas; la mayoría
de los problemas complejos no tiene una solución
algorítmica; los matices son importantes, y los propósitos y
las metas deben ser flexibles a fin de aprovechar las
oportunidades imprevistas. Estas virtudes cognitivas son la
lección que da cualquier obra de arte genuina. Sin embargo,
irónicamente, prevalece la opinión de que las artes son no
cognitivas. Aun más irónico es que, mientras decimos que la
función de la escolaridad es preparar a los alumnos para la
vida, los problemas de esta no suelen tener respuestas
correctas únicas y fijas características de los problemas con
que se topan los alumnos en las áreas académicas de la
escolaridad. Los problemas de la vida son mucho más
semejantes a los que se encuentran en las artes. Son
problemas que rara vez tienen una única solución correcta.
Cabria suponer que las escuelas que quieren preparar a los
alumnos para la vida se valen de tareas y problemas
similares a los encontrados fuera de ellas. Casi nunca es así.
La vida fuera de las escuelas pocas veces se parece a las
tareas escolares, y casi nunca es como una prueba con
opciones múltiples. […]

El cuarto aporte de este autor, nos habla acerca de la relación entre el arte y el
descubrimiento dado que a través de ellas los estudiantes llegan a descubrir
posibilidades propias gracias a la motivación a sentir e imaginar. Eisner (1998:126,
127) lo presenta de la siguiente manera:

[…]4. Además de su función expresiva, las artes cumplen


otra función de fundamental importancia. Ese aporte se basa
en la distinción entre expresión y descubrimiento. En las
artes, los alumnos aprenden que algunas clases de
significado pueden requerir las formas expresivas que las
artes hacen posible. En este sentido, las artes representan
expresivamente; suministran las formas a través de las
cuales pueden surgir a la luz del día la idea y el sentimiento.
Esta función es la más comúnmente reconocida por la
mayoría de quienes reflexionaron sobre las artes. Pero las
artes también posibilitan el descubrimiento. Este se produce
cuando los alumnos conocen, gracias a sus aventuras en las
artes, algunas de las posibilidades de la experiencia humana.
Las artes pueden ayudar a los alumnos a encontrar su
capacidad individual de sentir e imaginar. Si bien estas
travesías se experimentan por medio de las artes, también
pueden hacerse a través de los aspectos comunes de la vida
cotidiana cuando se la aborda estéticamente. El mundo
fuera del arte puede convertirse en algo para explorar y
disfrutar: a través de las artes los alumnos aprenden a
descubrir no solo las posibilidades que ofrece el mundo sino
también las suyas propias. La expresión y el descubrimiento
son dos grandes contribuciones de las artes al desarrollo
humano. […]

Como conclusión podemos afirmar que el arte es un área práctica del conocimiento
del ser humano que permite abrir posibilidades y disfrute de la vida y que la
didáctica del arte debe tener en cuenta el intercambio social como centro para el
trabajo, pues en la medida en que se dan a conocer los sentimientos e ideas y se
explora en conjunto el mundo, el ser humano se construye integralmente para lo
que va ser su vida futura dentro de contextos reales.

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