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Carlos Haefner 1
¿ En qué circunstancias pensamos las cosas como reales"? A. Schütz ensayo sobre El
Las evidentes limitaciones que presentan las Ciencias Sociales , particularmente los
enfoques analíticos - normativos clásicos para comprender cabalmente las consecuencias de la
sociedad mundial y sus efectos colaterales, esta asociada a la renuncia que ha hecho la misma
sociología para configurar teoría compleja de la sociedad, agotando con ello sus posibilidades
teóricas para abordar en forma satisfactoria la comprensión de una sociedad actual que se
presenta con alto nivel de globalización, complejidad y de diferenciación funcional, 2 lo que lleva a
argumentar que los problemas que se procesan desde la Sociología no se pueden captar
adecuadamente si falta un concepto de complejidad.3
Desde esta perspectiva, se asume que la descripción dominante de las sociedades modernas -
complejidad organizada - se realiza en torno a la diferenciación sistema - entorno como principio
de estructuración y cambio social. Una sociedad moderna funcionalmente diferenciadas se
muestra como constelaciones policontexturales, comporta una ilimitada variedad de contextos,
clasificaciones, de capas, de ámbitos - de ahí la divergencia con el paradigma aristotélico
monocontextural -, ya no existe un observador, oficialmente reconocido de la sociedad, Dios, el
rey, el partido, una secta, sino que existen multitud de observadores igualmente legítimos.4
1
Lic. en Antropología Social, Dr. en Sociología. Profesor Asociado Universidad de Los Lagos y Profesor de los Magister
en Sociología y Antropología y Desarrollo, Facultad de Ciencias Sociales, Universidad de Chile. Mail : chaefner@uchile.cl
/ http://rehue.csociales.uchile.cl/diplomado/
2
Luhmann, Niklas, Sistemas Sociales. Lineamientos para una teoría general. Antrhopos Ed., España, 1997
3
Jokisch, Rodrigo, Lógica de las distinciones. Una protológica para una teoría social. Universidad Iberoamericana,
Anthropos, Iteso (eds), México, 1998.
4
Beriain, Josetxo, La integración en las sociedades modernas. Ed. Anthropos, Barcelona , 1996
interdependencias entre sistemas parciales, estimula las variaciones en la sociedad y establece
requisitos para las selecciones con respecto a las formas de diferenciación anteriormente
desarrolladas. Esto conlleva ventajas como problemas, debido a la enorme complejidad que se
hace disponible para los sistemas sociales psíquicos. 5 En la complejidad social moderna
enfrentamos la posibilidad de elegir - expansión de las opciones -, pero la elección va
acompañada de contingencia y de riesgos. Vale decir, contingencia y riesgo constituyen dos
elementos centrales para una comprensión sociológica de las sociedades modernas.
N. Luhmann - desde modernos dispositivos teóricos – aísla lo social de tal manera que la
sociedad aparece como sistema y el ser humano como entorno de ese sistema. En donde la
sociedad es la instancia última que se revela como mundo, como horizonte, de todos los
procesos de comunicación posibles. La sociedad es el fundamento de todas las estructuras de la
dimensión social del sentido. Por tanto, la acción humana sólo puede llevarse a cabo dentro de
los límites de ese horizonte de comunicación. Los limites de la sociedad son los limites de la auto
- construcción de lo posible en la sociedad. 6 Vale decir, la sociedad es un sistema auto -
constituido, que es capaz de contenerse a sí misma y a todos los demás sistemas sociales.
Un sistema se caracteriza sobre todo por su unidad de operación y por producir una constante
diferencia con respecto al entorno, vale decir, los sistemas se constituyen y se mantienen
mediante la creación y la conservación de la diferencia con el entorno, y utilizan sus limites para
5
Corsi, G, esposito, E, Baraldi, C, Glosarios sobre la Teoría social de Niklas Luhmann. Ed. Anthropos, UIA, ITESO,
México,p.63,1996
6
Torres Nafarrete, Javier, " La propuesta teórica de Niklas Luhmann". En La Sociedad Compleja., p. 39, Ed. Flacso y
Triana, 1997.
7
Op. ci, p. 39
8
Luhmann, Niklas, Introducción a la Teoría de Sistemas , Ed. Anthropos, UIA, ITESO, México, 1995 p. 264
regular dicha diferencia. Sin diferencia con respecto al entorno no habría autoreferencia, ya que
la diferencia es la premisa para la función de todas las operaciones.
Desde dicho enfoque queremos plantear, entonces, que la ciencia social debe ser entendida
como la emergencia de una diferencia especializada en observar y tematizar la sociedad. Vale
decir, la sociología, es la sociedad observándose a sí misma, en donde la Investigación
Social es uno de los espacios auto-producidos para que la sociedad realice tal operación.
Gran parte de las nuevas posturas que nos llevan a una renovada y más profunda reflexividad
sobre las ciencias sociales se sustentan en la sustantiva y renovada noción que supone que los
seres humanos nos relacionamos con el entorno a través de experiencias activas que
involucran, co - participativamente, observadores con observaciones. En donde la investigación
deja de concebirse en tanto una reproducción en el vacío de la realidad, entendida como el
entorno en sí, sino como resultado de una actividad objetivante, dependiente de las perspectivas
de un observador.9
Estas reflexiones han generado un fuerte impacto en los paradigmas tradicionales de concebir y
hacer investigación científica.De tal forma, que las informaciones científicas no pueden
sustentarse en observadores neutros de ontologías trascendentales, sino que son relativas al
punto de vista y posibilidades del observador, es decir, a un contexto y trasfondo. En términos
simples, los enfoques más radicales en la teoría social actual , nos señalan que no hay
observaciones sin sus respectivos observadores; vale decir los conocimientos que nos son
relevantes en cuanto investigadores y / o gestores de procesos de intervención social , serían
resultado de operaciones, que mantienen estrechas dependencias con las limitaciones,
perspectivas y medios que disponen sus observadores. Donde las explicaciones e
interpretaciones científicas son también operaciones – secundarias –dentro de una sucesión
recursivamente autosostenida de experiencias de observación.10
El sostener que nuestros conocimientos no se basan en una correspondencia con algo externo,
sino que más bien son el resultado de construcciones de un observador que se encuentra
imposibilitado de contactarse directamente con su entorno, y que por tanto, nuestra comprensión
del mundo no proviene de su descubrimiento, sino más bien de los principios que utilizamos para
producirlas ha generado una verdadera revolución paradigmatica en el sentido Kuhniano. Esta
revolución – que constituye una lógica de la autoreferencialidad - se expresa en la radical
argumentación respecto de que la objetividad se relativiza al contexto de su determinación, o
sea, a la perspectiva que la hace visible.
9
Santibañez, Dimas, El paradigma de autoreferencialidad y la investigación social de segundo orden. Revista Sociedad
Hoy, año 2 vol.1, Nº 2 – 3, 1999
10
Arnold, ;Marcelo Recursos para la investigación sistémico – contructivista ,Revista Cinta de Moebio, Nº 3, , 1998
observamos no es la naturaleza en sí, sino la naturaleza expuesta a nuestros métodos de
interrogación.11
El desarrollo de tan radicales posturas con el tiempo van dejando en la indefensión el principio
de causalidad lineal tan socorrido en la investigación , la emergencia de un discurso que
encuentra en lo multiverso un principio sustantivo de complejidad hace aparecer a las causas
como superticiones, como dijo en su momento L. Wiittgenstein. El cuestionamiento de la
causalidad genera como efectos colaterales que el presupuesto determinista sea indefendible.
Por consiguiente, la emergencia , también, del principio de la indeterminación pondrá nuevos
desafíos al diseño de una epistemología post – positivista.
Por tanto, los cuestionamiento sostenidos que se han hecho a los fundamentos tradicionales de
la validación del conocimiento científico – desde K. Popper a la fecha – nos están indicando que
un tipo de ciencia – aquella que dio forma y contenido a nuestras disciplinas – esta eclipsándose.
Como destaca A. Giddens en su importante libro “ Las Nuevas reglas del Método Sociológico “
(1994) la convicción de que todo lo que se pueda denominar conocimiento debe estar
expresado, en forma referible, a una realidad que puede aprehenderse con los sentidos, y que la
metodología y estructura de la metodología clásica pueda ser aplicada a las Ciencias Sociales,
ha entrado en franca crisis; hoy más bien las ciencias sociales están articulados en torno a una
doble hermeneutica; esto implica que lo que se intenta hacer es interpretar un mundo social pre -
interpretado.
De manera que la investigación social se puede concebir como un sistema social emergente,
de segundo orden, diferenciado, que se constituye como un momento de la autoobservación y
reproducción de lo social y, en este sentido, es un dispositivo que hace emerger sistemas, por lo
que quienes participan de sus procesos, "investigadores e investigados", “ interventores e
intervenidos” son copartícipes y responsables de sus resultados: es decir el conocimiento que
producen es una co-construcción que adquiere una realidad propia, en la dinámica de la
reproducción social.
Por tanto, observar es una operación, en tanto que el observador es un sistema que utiliza las
operaciones de observación de manera recursiva como secuencias para lograr una diferencia
con el entorno. Esto quiere decir que el observador no está colocado por encima de la realidad.
Como dirá Luhmann, el observador no flota por encima de las cosas y las observa desde arriba.
11
op.cit, 1958b, p.58
12
Luhmann, Niklas, op.cit, p.46
El observador no es un sujeto colocado fuera del mundo de los objetos; el observador es, más
bien, uno de ellos.
La observación de segundo orden constituye el esfuerzo por observar aquello que el observador
no puede ver, por razones de posición, trata de fijar con exactitud el punto desde el cual se
observa cómo el otro observa el mundo, vale decir que esquemas de diferencia utiliza aquel a
quien observa. La observación de segundo orden es la especialización de observar la
observación del otro, constituye una reducción de complejidad en que el mundo se puede
reconstruir bajo la modalidad de las contingencias y las posibilidades de ser observado. De igual
forma, la observación de segundo orden se acompaña de la posibilidad de observar lo que el
observador no puede observar ( el punto ciego del observador). El tema del punto ciego
aparece tratado en el libro Observing System de Heinz Von Foerster y la conclusión reveladora
que alcanza es aquella - que hace recordar a Kant - de que no sólo no se ve lo que no se ve,
sino que el no ver es condición de posibilidad del ver. El investigador y por cierto, el trabajador
social en sus procesos de intervención tiene una posición privilegiada en la medida que puede
observar lo que sus observadores indican y describen . el que observan – sino también captar
sus esquemas de diferencias, vale decir el cómo observan ( sus distinciones). El observador de
segundo orden al captar un conjunto de descripciones puede identificar estructuras latentes.
No debemos sorprendernos, por tanto, que en el centro del debate la epistemología ocupe hoy
un primer plano, acompañada, en el caso de las ciencias sociales, por la actual revalorización de
la hermeneutica, la fenomenología, la etnometodología y el renovado interés por las
metodologías cualitativas, las cuales no siempre sucistaron el apoyo que hoy tienen dado que su
acento por la interpretación y observación eran considerados “subjetivistas” y por ende, carentes
de cientificidad.
La pregunta que debemos hacer a esta altura es, entonces, ¿ Cómo podemos acceder a las
representaciones que nos remiten a los modos de entendimiento y de comunicación mediante
los cuales se construye la “realidad” del mundo vivido cotidianamente? O sea, como observar
las observaciones mediante las cuales otros distinguen, organizan, valoran y dan sentido al
ambiente cotidiano.
Responder a esto nos presiona por acercarnos a enfoques teóricos, métodos y técnicas
orientadas a la indagación de categorías, significados y órdenes simbólicos de lo que se ha
denominado “realidad socio – cultural”. Por cierto, que en el menú de opciones existentes
respecto a explicaciones de dicha realidad, las que mejor se acoplan a una teoría de segundo
orden son aquellas que enfatizan las dimensiones cognitivas y semióticas de la cultura y que , a
su vez se engarzan, con las tecnologías de investigación cualitativas.
La respuesta que Augé da a estas preguntas se relacionan con una tesis que él defiende, la cual
señala que la historia de la antropología se ha debatido en dos ejes principales. El primer eje
tiene como polos la evolución y la cultura. El segundo eje tienen como polos el símbolo y la
función. Señala: "Tal vez, la construcción simbólica propia de cada sociedad no sea como la obra
musical de la que habla Sartre, una 'expresión' propia de esta sociedad (desde dentro) y una
'mirada' a esta sociedad (desde fuera), lo que nos conduciría a una interpretación especular del
simbolismo, sino un doble sentido de esta sociedad: el sentido íntimo y específico que ella
construye, susceptible de diversificarse en múltiples relaciones de significación y restricción; lo
edifica según esquemas homólogos a los de otras sociedades, lo que explica que ninguna
sociedad, por diferente que pueda parecer, y no se diga para el observador extranjero, está
desprovista de sentido"
Los planteamientos interpretativos de C. Geertz abogan por una antropología en tanto ciencia
interpretativa del significado de la acción humana, y no como ciencia experimental de un
comportamiento desprovisto de la intencionalidad del actor y del condicionamiento socio –
cultural. La interpretación fenomenológica de verstehen , que hiciera Schutz, resuena aquí
cuando Geertz sostiene que los escritos de los antropólogos ( y también de los trabajadores
sociales, agrego yo ) vienen a ser segundas o terceras interpretaciones ofrecidas por los actores
sociales. Por tanto, la investigación e intervención social tiene por objetivo la captación y
reconstrucción de significados, es decir, el significado de los procesos, comportamientos y actos,
más bien que describir hechos en el marco de tradición gatillada por E. Durckheim.
13
Arnold, Marcelo, Cambios epistemológicos y metodologías cualitativas. Revista Sociedad Hy, año 2, Vol. 1, Nº 2- 3,
1999
2. Las mejores explicaciones para los fenómenos complejos se logran observando
atentamente los procesos dinámicos en mutua afectación, es decir, redes de
retroalimentaciones de observaciones que se sostienen una a otras. El principio aquí es la
flexibilidad y, a la vez, sostener la externalidad de la observación.
3. La investigación debe ser aplicable a esquemas contingentes, complejos , múltiples,
variados y heterogéneos que cubren gran parte de la emergencia de expresiones sociales.
Culturales y personales.
4. Si bien algunas técnicas estadísticas como el cluster analysis y las estimaciones no lineales
apuntan a redes de relaciones, éstas sólo resultan adecuadas para procesos triviales. Por
ello los procedimientos aplicados a sistemas complejos y que se dirigen a la determinación
de rasgos distintivos y relevamientos de organicidades, siguen siendo básicamente
cualitativos.
En definitiva, lo crucial desde una investigación e intervención social que privilegia una
observación de segundo orden es lograr - siguiendo a Spradley 14 captar la realidad tal como la
ven, la viven y la construyen los propios individuos , teniendo , por cierto, siempre presente que
es un observador quien determina que distinciones hacen una diferencia para él.
14
Spradley, J Participant Observation, Holt, Rinehart, N. Y., 1980.
15
Geertz, C, El antropólogo como autor, Ed. Paídos, 1989.
La investigación e intervención social moderna debe apuntar a romper con los “monólogos” y
orientarse hacia el “dialogo” y la “polifonía”; hacer una indagación polifónica supone que el texto (
estudio) debe ser escrito por varios actores, uno de los cuales puede ser el investigador.
Es mediante tales actos dialogicos que es posible acercarse a las distinciones que definen la
cualidad y el ambiente del mundo social, como diría Dabbs16 acercarse al sentido común de la
vida cotidiana.
Así planteado, es fundamental determinar los medios mediante los cuales es posible distinguir
“cosas”, eventos”, “situaciones”, “problemas” etc , tal como se realizan desde los sistemas
observados (los Otros).
No hay duda que parte de esta importante tarea puede realizarse, tanto desde los
característicos procedimientos de la antropología social, la sociología cualitativa y la intervención
comunitaria. Cuyos conjuntos de validadas técnicas se inscriben el la estrategia de investigación
cualitativa. La cual permite estudiar significados intersubjetivos, situados y construidos en su
propio marco natural, eligiendo para ello la descripción densa y los conceptos comprensivos del
lenguaje simbólico, ya que los métodos cualitativos al partir del supuesto de que el mundo social
es un mundo construido con significados y símbolos, requieren de la búsqueda de dicha
construcción y de sus significados 17. Por ello, las técnicas cualitativas buscan:
a) Entrar dentro del proceso de construcción social, reconstruyendo los conceptos y acciones
de la situación estudiada para,
b) Describir y comprender los medios detallados a través de los cuales los observadores se
embarcan en acciones significativas y crean un mundo propio suyo y de los demás,
c) Conocer como se crea la estructura básica de la experiencia, su significado, su
mantenimiento y participación a través del lenguaje y de otras construcciones simbólicas y,
d) Recurriendo por ello a descripciones en profundidad, reduciendo el análisis a ámbitos
limitados de experiencias, a través de la inmersión en los contextos en los que ocurre.
Entre las técnicas cualitativas que, por excelencia, nos permiten acercarnos a las distinciones de
los observadores, se cuenta la observación participante, los Documentos Personales, Historias
orales, Entrevistas etnográficas, los Grupos focales, tanto de autodiagnóstico como de Discusión
y el Método Delphi.
Estas técnicas u otras que aquí no mencionamos nos permiten visualizar comunicaciones
y entrar en la densidad de los sistemas socio – culturales que queremos observar;
compenetrarnos de la cotidianeidad compartida de los observadores. No es posible separar lo
cotidiano en atención a criterios puestos por un observador exterior; un outsider no puede de
antemano ver lo que para, o en, una sociedad determinada es cotidiano de lo que no lo es. No
tiene otra alternativa, como observador emic - de acuerdo a la conceptualización de K. Pike -
que preguntarle a los observadores con los cuales interactua. El observador exterior solo
puede saber de esto, a condición de reconocer lo que ya conoce el observador interior. Como
afirma, M. Canales18 lo cotidiano es un campo de eventos que son conocidos, y más
precisamente, "convividos" como tales por los sujetos. La separación no resulta desde ninguna
deducción, y solo puede alcanzarse, aun en su provisoriedad real, desde las propias distinciones
del intersubjetivo que lo construye y lo reproduce, o que lo soporta y lo cambia.
16
Dabbs, J, Van Maanen, J et al, Varieties of Qualitative Research, Sage London, 1982, p.33
17
Ruiz Olabuenaga, JI, Metodología de la investigación Cualitativa, Universidad de Deusto, Bilbao, 1996
18
Canales, Manuel, Sociología de la vida cotidiana, Revista Excerpta, Nº 2, abril, 1996. -
modo, también al sentido.19 Lo que implica. Que duda cabe, la urgencia y la posibilidad de
reelaborar algunos de nuestros métodos de investigación tradicionales para orientarlos en
nuevos vías, aunque ya sabemos que queda mucho camino por recorrer para que ello ocurra.
Por lo anterior el equipo de trabajo decidió que esta labor se realizara fundamentalmente
en la modalidad de atención grupal, para luego acceder a la atención individual, si así parecía
pertinente. Este trabajo grupal empezó a desarrollarse desde el 01 de abril de 1999 a la fecha.
19
Canales, M; Peinado, A, Grupos de Discusión, En métodos y Técnicas cualitativas de Investiagción en Ciencias
Sociales , J.M. Delgado y J. Gutierrez (Coord), Ed. Sintesis, España, 1996
Los terapeutas del grupo a su vez se han fijado tres reglas fundamentales:
1) Revisión periódica de las fichas de atención individuales de las parejas de los hombres en
tratamiento grupal, si es que ellas asisten, también, al Centro de Salud Mental.
2) Coordinación de sesiones de pareja según normas antes descritas.
3) Análisis de las sesiones grupales antes y después de cada reunión.
(*) Psicólogo y Asistente Social del Centro de Salud Mental, Servicio de Salud de Osorno.
VARIABLES Nº %
EDAD
• 20 – 29 07 15,5
• 30 – 39 16 35,5
• 40 – 49 16 35,5
• 50 – 59 04 8,8
• 60 – 69 01 2,2
• 70 – 79 01 2,2
ESTADO CIVIL
• Soltero 05 11,1
• Casado 39 86,6
• Separado 01 2,2
• Viudo 00 0,0
NIVEL EDUCACIONAL
• Sin Estudios 01 2,2
• Estudios Básicos Completos 06 13,3
• Estudios Básicos Incompletos 16 35,5
• Estudios Secundarios Completos 10 22,2
• Estudios Secundarios Incompletos 08 17,7
• Estudios Superiores Completos 02 4,4
• Estudios Superiores Incompletos 02 4,4
DOMICILIO
• Osorno 32 71,1
• San Pablo 00 0,0
• Puerto Octay 02 4,4
• Entre Lagos 02 4,4
• Purranque 01 2,2
• Río Negro 07 15,5
• San Juan de la Costa 01 2,2
NIVEL SOCIOECONOMICO
• Bajo 21 46,6
• Medio 24 53,3
• Alto 00 0,0
SITUACION LABORAL
• Activo 37 82,2
• Inactivo 07 15,5
• Jubilado 01 2,2
ENTIDAD DERIVADORA
• Juzgado 39 86,6
• Establecimiento de Salud 04 8,8
• Consulta Espontánea 02 4,4
VARIABLES Nº %
CATEGORIA DE VIF
• Maltrato Infantil 00 0,0
• Violencia Conyugal Cruzada 04 8,8
• Maltrato a la Mujer 41 91,1
• Maltrato a Anciano (a) 00 0,0
• Otro 00 0,0
FRECUENCIA DE VIF
• Primer Episodio 02 4,4
• Ocasional 02 4,4
• Crónico 41 91,1
CELOS
• Sí 44 97,7
• No 01 2,2
ABUSO DE ALCOHOL
• Sí 22 48,8
• No 23 51,1
ACEPTACION DE VIF
AL INGRESO
• Sí 11 24,4
• No 34 75,5
DIAGNOSTICO DE INGRESO
• Trastorno de Personalidad 27 60,0
• Trastorno Depresivo 00 0,0
• Trastorno Ansioso 01 2,2
• Trastorno Adaptativo 00 0,0
• Beber Problema 17 37,7
El grupo se reúne durante una hora cada vez para abordar temas específicamente
acordados entre los terapeutas con anterioridad. Luego de un saludo y presentación individual
inicial que incluye nombre de cada cual y la razón de por qué está asistiendo a esa sesión, los
terapeutas señalan la premisa básica sobre la cual se desarrolla todo el trabajo grupal:
“Estamos aquí entre hombres para hablar como hombres de lo que hacemos mal en nuestras
relaciones familiares o de pareja y que remachamos con actos de violencia hacia nuestras
parejas, hijos u otros. No se trata por tanto de venir a echarle la culpa a otros de mis actos,
sino de poco a poco ir viendo como me las arreglo para manejar mejor mis rabias, frustraciones
u otros sentimientos desagradables y que no sean a través de la violencia”.
Las temáticas abordadas siguen un esquema de correa sin fin en la que se abordan los
siguientes temas:
En nuestra experiencia, cada vez que el trabajo se centra en la violencia como tal, el grupo se
retrae, se vuelve más defensivo y por ende mucho menos participativo, salvo excepciones.
No sirven las confrontaciones directas hechas por los propios terapeutas, ya que si bien se
explicita que no somos parte de la ley, esto no parece ser creíble para los asistentes al grupo.
Es frecuente que los miembros nuevos inicien sus diálogos alegando su absoluta
inocencia por los hechos imputados y la gran injusticia de la que ellos son víctimas. Los
terapeutas hemos necesitado especial cuidado con estos pacientes, ya que como somos
conocedores de las situaciones por las que ellos están ahí, resulta tremendamente molesto
escuchar estas declaraciones de inocencia e injusticia y permanecer impávidos ante tales
afirmaciones.
Ocurre, a veces, aquí, que miembros antiguos de asistencia al grupo responden a estos
pacientes con frases como “bueno,... no estamos aquí por santos…” (los terapeutas quisieran
que esto lo dijeran más veces). Estas intervenciones según nuestra experiencia no pueden ser
hechas por los propios terapeutas ante un paciente nuevo (se resiente el vínculo) y en los
pacientes antiguos, cuando ocurren, deben ser hechas con extremo cuidado.
Nos parece imprescindible describir algo que se ha observado al interior del grupo y que
facilita enormemente las dinámicas comunicacionales al interior de éste, generando un alto
grado de exposición de los asistentes: Cada vez que la violencia ha sido unida al tema de las
expectativas respecto al matrimonio o la familia en general, el clima grupal cambia enormemente
generándose interés, ganas de participar y contar sus propias experiencias, los desencuentros,
las frustraciones, los dolores de lo no logrado, el desengaño ante la dureza de ganarse la vida,
las responsabilidades y las ansiedades que esto produce. Así, lentamente nos hemos ido
formando la impresión que nuestro trabajo grupal se ha ido encaminando hacia una verdadera
escuela de vida matrimonial, donde poder analizar el ya mencionado tema de las expectativas, lo
que se esperaba tener y lograr en el matrimonio, a saber, el afecto, la comprensión, la
comunicación, la acogida, la seguridad, el relajo, el humor, el amparo y su ligazón con el tema de
la violencia ha sido muy enriquecedora para todos los participantes del grupo. Queda por verse
si en el tiempo esto sigue siendo así y si es efectivo en el tema de detener las dinámicas
violentas.
Desafíos
El trabajo desarrollado hasta ahora nos permite corregir el rumbo de lo realizado hacia los
siguientes puntos: