PIERRE BOURDIEU

ESTRATEGIAS DE REPRODUCCION Y MODOS DE DOMINACION

El texto se propne a plantear la cuestión de saber si las señales de sumisión que los subordinados
acuerdan con sus superiores constituyen y reconstituyen la relación de dominación o si, a la
inversa, la relación objetiva de dominación impone los signos de sumisión. El mundo social esta
dotado de un conatus, una tendencia a preservar en el ser, de dinamismo interno, que está
mantenido y sostenido por acciónes de construcción y de reconstrucción que en principio
dependen de la posición ocupada en las estructuras por quienes la llevan a cabo. Toda sociedad
reposa sobre la relación entre esos dos principios dinámicos, uno en las estucturas objetivas ( de
distribución de capital y en los mecanismos que garantizan su reproducción), el otro en las
disposiciones. En relación a estos dos principios se definen los diferentes modos de reproducción.

Bourdier plantea que el pensamiento de Max Weber sufrio muchas deformaciones en sus obras, y
que muchas de estas se habrían evitado si muchos de sus lectores hubieran tenido una visión mas
exacta del contexto histórico especifico con relación a la cual aquel pensamiento se constituyó.
Los conceptos se encuentran expuestos a utilizaciones descuidadas y superficiales.

Era necesario que los agentes debieran abandonar la visión desde lo alto y la “mirada distante”,
para situarse con un cambio radical de “paradigma” en el principio mismo de la practica a la hora
de concebir sus estrategias. Se necesitaba una transformación profunda de la mirada sobre las
practicas.

Existe un amplio panorama de clases de estrategias de reproduccion, si bien con diferente

incidencia y bajo formas que varian según la índole del capital que se trata de transmitir. Es
posible distribuir las estrategias de reproducción en algunos tipos de mayor alcance. Entre las
estrategias de inversión biológica las mas importantes son las de fecundidad y las estrategias
profilácticas. Las primeras son a muy largo plazo, apuntan a controlar la fecundidad, a aumentar o
reducir el numero de hijos y, por ello, la fuerza del grupo familiar, pero también la cantidad de
potenciales pretendientes del patrimonio material y simbolico. Las profilácticas se encargan de
preservar el matrimonio biológico, asegurando cuidados destinados a mantener la salud, o
mantener alejada la enfermedad, asegurando una administración razonable del capital corporal.

Las estrategias sucesorias apuntan a garantizar la transmisión de patrimonio material entre las
generaciones con el minimo de desperdicio posible dentro de los limites ofrecidos por las
costumbres y el derecho. Se especifican según la forma de capital a transmitir.

Las estrategias educativas son estrategias a muy largo plazo, tienden a producir agentes sociales
capaces de recibir la herencia del grupo, eso sucede en especial con las estrategias “éticas”, que
apuntan a inculcar la sumisión del individuo y de sus intereses al grupo y a sus intereses
superiores.

Las estrategias de inversión económica tienden a la perpetuación o aumento de capital bajo sus
diferentes formas. A estas es necesario agregar las estrartegias de inversión social, orientadas
hacia la instauración o el sostenimiento de relaciones sociales directamente utilizables o
movilizables, hacia su transformación en obligaciones duraderas, subjetivamente percibidas o
institucionalmente garantizadas y, por lo tanto, en capital social y en capital simbolico.

En el caso de las estrategias matrimoniales debe asegurarse la reproducción biológica del grupo
sin amenazar a su reproducción social mediante casamientos desiguales, y ocuparse del
mantenimiento del capital social, mediante la alianza con un grupo al menos equivalente bajo
todos los aspectos socialmente pertinentes. Las estrategias de inversión simbolica son las que
apuntan a conservar y aumentar el capital de reconocimiento, propiciando la reproducción de los
esquemas de percepción mas favorables a sus propiedades. Las estragegias de sociodicea apuntan
a legitimar la dominación y su fundamento, neutralizándolos.

Las estrategias de reproducción dependen de las condiciones sociales cuyo producto es el habitus,
y están sujetas a su disposicion, tienden a perpetuar su identidad, manteniendo distancia y
brechas entre si, contribuyendo en la practica a la repoduccion del sistema completo de
diferencias constitutivas del orden social. Todas las estrategias constituyen un sistema, y como tal,
suplen las fallas de unas con otras para ligar a la unidad de función (estrategias matrimoniales
suplen fallas de estrategias de fecundidad, por ejemplo). Todas se encuentran cronológicamente
articuladas, algunas dependiendo mucho de otras, y cada una debe en cada momento tener en
cuenta los resultados de aquella que la ha precedido (VER EJEMPLO PAG 8 (38)).

El sistema de estrategias de reproducción de una unidad domestica depende de los beneficios

difrerenciales que espera de las diferentes inversiones en función de los poderes efectivos sobre
las diferentes instituciones que le aseguran volumen y estructura a su capital. Las estrategias no
pueden definirse si no es en relación con mecanismos de reproducción. Se imponen sistemas de
preferencias diferentes y propensiones totalmente distintas a invertir en los diferentes
instrumentos de reproducción.

Existen agentes opositores orientados hacia estrategias de reproducción fundaddas sobre la

inversión en la economía o en la escuela: asi por un lado, por ejemplo, los “jefes de la familia”
transmiten un derecho de propiedad hereditario, y por otro, la transmisión de un poder vitalicio
dado por el titulo escolar, que no es transmisible por herencia. Las transformaciones de la
relación entre patrimonio en su volumen y estructura, y el sistema de los instrumentos de
producción tienden a ocasionar una reestructuración del sistema de estrategias de reproducción:
Los poseedores de capital se ven obligados a una reconversión de las formas de capital que ellos
poseen en otras mas rentables y mas legitimas. Los que dominan tienden a cambiar para que nada
cambie, y tienden a dividirnos: los grupos mejor provistos de los tipos de capital se pueden hacer
de los nuevos medios de reproducción, los mas proclives y mas aptos para emprender una
reconversión se oponen a los mas ligados al tipo de capital amenazado.

Existen aquellos que apuntan a legitimar el modo de reproducción antiguo, contra aquellos que
apuntan a racionalizar la reconversión de estrategias. Se construye un universo unitario de
fenómenos que pertenecen a universos sociales muy alejados.
Las sociedades precapitalistas se diferencian de las capitalistas en el hecho de que allí el capital
esta mucho menos objetivado, y mucho menos inscripto en instituciones capaces de asegurar su
propia perpetuación y contribuir con su funcionamiento a la reproducción de las relaciones de
origen que constituyen el orden social, en estas sociedades los dominantes deben dedicarse a un
trabajo de continua creación de las relaciones sociales, reducidas a relaciones personales. En
ausencia de lo que sastre llama “violencia inerte”, esta obligado a recurrir a estas formas suaves
de la constriccion que definen la violencia simbolica. Asi estas sociedades precapitalistas no
ofrecen condiciones para una dominación impersonal. No tienen violencia oculta de los
mecanismos. La perpetuación de las relaciones sociales descansa en el habitus, es decir sobre las
disposiciones socialmente instruidas mediante estrategias metódicas de inversión educativa, que
inclinan a los agentes a producir el trabajo continuo de sostenimiento de las relaciones sociales.
Las estrategias matrimoniales ocupan un rol tan importante en el sistema de estrategias debido a
que se muestra como uno de los instrumentos mas seguros propuestos, cuando los agentes se
encuentran mas sujetados, el peso de las estrategias matrimoniales disminuye.

Con el surgimiento del estado se acarrea una transformación de las estrategias de reproducción. El
estado moderno es, en primer lugar, “aniphysis”, y la letaltad hacia el estado supone una ruptura
con todas las fidelidades originarias.

Toda estategia de reproducción cumple funciones de inclusión y exclusión. En el modo de

reproducción escolar, la familia pierde el dominio de las desiciones sucesoras y el poder de
designar por si misma a los herederos. Lo que caracteriza este modo es la lógica estadística de su
funcionamiento. La escuela no puede contribuir a la reproducción de la clase sino sacrificando
ciertos miembros, dejando a la familia pleno poder sobre la transmisión. La contradicción de este
modo reside en la oposición de intereses que la escuela protege y los intereses de los miembros
que ella sacrifica. Ademas de la acción que ejerce la escuela apoyada sobre la transmisión
domestica del capital cultural, la familia continua aplicando la lógica de su propia economía.

Se concluye preguntando quien es el sujeto de las estrategias de reproducción. La familia y las

estrategias son dependientes una de otras, y a la vez socias: sin una, la otra no existiría. La familia
es una ficción social que apunta a instituir en los miembros de la unidad instruida sentimientos
adecuados para asegurar la integración de esta unidad y la creencia en el valor de esta unidad. Las
estrategias educativas tienden a dotar de un “espíritu de familia” a cada miembro, esto es un
principio practico de cohesion, de adhesión vital para la existencia del grupo familiar y sus
intereses. La familia tiende a funcionar como un campo, con sus relaciones de fuerza físicas,
económicas y simbólicas, y con sus luchas. La unidad de familia esta formada para y por la
acumulación y la transmisión. El sujetode la mayor parte de las estrategias de reproducción es la
familia. Tanto el capital como el volumen que ellas tienen para transmitir rige las estrategias.
Según su propio conatus, cada familia contribuye a reproducir el espacio de las posiciones de un
orden social, y realizar el conatus inscripto en ese orden. El mundo social se encuentra en las
probabilidades objetivas inscriptas en las tendencias inmanentes a los diversos campos sociales y
en las esperanzas subjetivas, que están inscriptas en nuestro propio habitus.
 LOS MODOS DE DOMINACION

En las sociedades desprovistas de mercado autorregulado, las relaciones de dominación solo

pueden instaurarse y perdurar a expensas de estrategias que se renuevan. Por el contrario, la
dominación ya no necesita ejercerse de manera directa y personal cuando posee los medios de
apropiarse de mecanismos del campo de la producción económica y cultural. Entre los universos
sociales donde las relaciones de dominación se forjan, se rehacen y deshacen con interaccion de
las personas, dichas relaciones sociales tienen la opacidad y la permanencia de las cosas y escapan
a la tomas de conciencia y del poder individual. La objetivación garantiza la permanencia y la
posibilidad de acumular lo adquirido, que puede subsistir en las instituciones sin que los agentes
tengan que recrearlo continuacmente mediante acciones deliberadas.

Los efectos de la objetivación. La existencia de campos autónomos que funcionan mediante

mecanismos rigurosos hace que los posedores de los medios para dominar estos mecanismos
puedan economizar las estrategias orientadas expresamente hacia la dominación de las personas.
Hablamos de una economía en bienes materiales, servicios o, sin mas, en tiempo. El poder
económico reside en la relación entre riqueza y un campo de relaciones económicas cuya
constitución va de la mano con el desarrollo de agentes especializados, en esta relación la
riquezaesta constituida como instrumento de apropiación de la dotación institucional y de los
mecanismos indispensables para el funcionamiento de ese campo, y a su vez, de los beneficios que
procura.
A la economía antigua le faltaban no los recursos, sino los medios institucionales para superar “los
limites de los recursos individuales” movilizando los capitales privados. Seguido a esto se pone
como ejemplo a la antigua Kaliba, y a su vez se relaciona los conceptos de “mercado” con el de
“aldea”, presentando al primero como “el modo de transacción dominante”. El mercado no ha
desterrado las estrategias de honor. Se define como “hombre de mercado” a aquellos uqe son
capaces de volver con todo del mercado, aunque hayan ido con los bolsillos vacios. La dualidad
presentada es una manera de mantener por fuera del universo de las relaciones de reciprocidad
las disposiciones calculadoras que los intercambios impersonales del mercado corren el riesgo de
introducir. Las estrategias de los campesinos permiten instaurar o restaurar entre los contratantes
el qeuivalente de una red traicional de relaciones.
Las sociedades deprovistas de escritura y de un sistema de enseñanzas no pueden conservar sus
recursos culturales sino en estado de incorporado, ya que solo pueden asegurar la perpetuación
de estos mediante un trabajo de inculcación que puede ser muy prolongado. La escritura tiene un
papel fundamental ya que permite la acumulación de la cultura, que hasta entonces se conservaba
en estado incorporado, y también la acumulación del capital cultural como monopolización total o
parcial de los recursos simbólicos de la sociedad. A su vez, los efectos que posibilita la escritura no
son nada al lado de los que posibilita la enseñanza. El sistema de permite atribuir al conjunto de
los poseedores de títulos un mismo modelo, e instaurar un mercado unificado de todas las
capacidades culturales. El titulo escolar tiene un valor convencional, jurídicamente garantizado; el
capital cultural que garantiza no tiene necesidad de verse sometido continuamente a pruebas.

Las relaciones de poder y dependencia se instauran entre instituciones, entre títulos socialmente
garantizados y puestos socialmente definidos, no así entre personas. El derecho por su parte se
encarga de consagrar simbólicamente el estado de la relación de fuerzas entre los grupos y clases
que produce, y asi garantizar que este mecanismo funcione, aporta su propia fuerza,
estrictamente simbólica. El sistema de producción de bienes simbólicos o el sistema de producción
de productores cumplen funciones ideológicas, los efectos ideológicos mas seguros son aquellos
que para ejercerse no tienen necesidad de palabras sino de un silencio cómplice. Todo análisis de
ideologías que no conlleve un análisis de mecanismos institucionales se expone a ser no mas que
una contribución suplementaria.

Formas elementales de dominación. Por un lado nos encontramos con relaciones que al no tener
en si mismas el principio de su reproducción, no pueden subsistir si no es a expensas de una
autentica creación continua, por el otro un mundo social que, al encerrar en si mismo el principio
de su propia susbistencia, dispensa a los agentes de ese trabajo indefinido de instauración o
restauración de relaciones sociales. “Para fundar la naturaleza del ser social” ha sido necesario
romper con la propensión a aprender el mundo social como fundado sobre lo arbitrario de las
voluntades individuales, o sobre lo arbitrario de una voluntad soberana.

A medida que la reproducción de relaciones de dominación incumbe a mecanismos objetivos las

estrategias orientadas a la reproducción son mas indirectas e impersonales: se elige mejor
colocación para el dinero, o mejor educación para los hijos. El poseedor de capital económico
trabaja necesariamente de forma directa, personal y cotidiana para producir y reproducir las
condiciones de dominación. Nos encontramos condenados a las formas elementales de
dominación, a la dominación directa de una persona sobre una persona, cuyo limite es la
apropiación personal, es decir la esclavitud. Asi, una relación entre capital y trabajo como la del
señor con su jammes solo puede mantenerse a gracias a un ejercicio de violencia material o
simbólica que se aplica a la persona que se trata de vincular. El señor no puede servir mejor a sus
intereses que tejiendo dia a dia lazos éticos y afectivos, que lo unirán duraderamente a su jammes.
Debe asociarlo por completo a sus intereses.

La dominación no puede ejercerse sino bajo su forma elemental, de persona a persona, pero debe
disimularse bajo el velo de las relaciones “encantadas”. La economía precapitalista es el lugar por
excelencia de la violencia simbolica, porque en su seno las relaciones de dominación tan solo
pueden instaurarse a expensa de estrategias que deben disfrazarse, o en una palabra,
eufemizarse. La violencia, cuanto mas presente se encuentre, mas enmascarada debe estar. Esta
economía recurre a formas de dominación que pueden parecer cada vez mas brutales, primitivas,
barbaras, o mas suaves, mas humanas y mas respetuosas. Es una dualidad de violencia que esta
presente en todas las instituciones de esta economía, está presente tanto en la deuda como en el
don, elementos que tienen en común el poder de fundar la dependencia, o incluso la
servidumbre, tanto como la solidaridad según las estrategias que se dispongan.

Las estrategias opuestas que pueden coexistir son medios sustituibles para cumplir la misma
función: asi, la elección entre violencia manifiesta y la violencia suave e invisible depende del
estado de las correlaciones de fuerza entre las dos partes.

La explotación suave es la forma que adopta la explotación del hombre por hombre, ya que la
explotación brutal resulta imposible. La violencia suave exige de quien la ejerce que “pague en
persona”, como suele decirse. Es mucho mas costosa para quien la ejerce, y no solo en términos
económicos.

Se concluye en que la autoridad personal no se puede perpetuar de manera duradera si no es por

medio de acciones que la reafirman en la practica. En un sistema de esa índole los grandes pueden
menos que cualquiera permitirse libertades con las normas oficiales. Mientras no estén
constituidos los mecanismos institucionalizados que permiten concentrar en las manos de un
agente singular la totalidad del capital que funda la existencia del grupo cada egente participa en
el capital colectivo, en proporción directa con su aporte. Este sistema se crea de modo que los
dominantes tengan interés en la virtud: no pueden acumular poder político sino pagando ellos en
persona, deben tener las virtudes de su poder, ya que su poder no puede descansar sobre otra
cosa que la virtud.

Cuidado de las formas y denegación del interés. Las conductas generosas, de las que el polatch
no es sino el limite, parecen poner en suspenso la ley universal de interés, e instaurar relaciones
que son un fin en si, estas negaciones del interés siempre son denegaciones practicas; satisfacen el
interés bajo una forma desinteresada que tiende a mostrar que no lo satisfacen.
Una de las únicas maneras de mantener sujeto a alguien de manera duradera consiste en hacer
durar una relación asimétrica tal como la deuda. La rirqueza no puede ejercer un poder y un poder
durable si no es bajo las especies del capital simbolico. El jefe es “un banquero tribal” que no
acumula alimentos sino para prodigarlos y asi atesorar un capital de obligaciones y deudas, que
son pagadas en forma de ofrendas, de trabajo y servicios, bases posibles para una nueva
acumulación de bienes. Las relaciones duraderas de dominación encuentran su fundamento en la
circulación circular donde se engendra la legiitimacion del poder. La reconversión permanente del
capital economico en capital simbolico no puede tener éxito si no cuenta con la complicidad del
grupo entero. Los mecanismos que aseguran la reproducción de los habitus conformes son aquí
parte integrante de un aparato de producción que no puede funcionar sin ellos. Los agentes se
mantienen sujetos por las disposiciones que el grupo les inculca y refuerza continuamente.
Puede comprenderse que las formas simbólicas de la dominación se hayan debilitado
paulatinamente, a me dida que se constituían los mecanismos objetivos que tendían a producir las
disposiciones “desencantadas” que su desarrollo exigia. Puede comprenderse además que la
actualización de los mecanismos que aseguran la reproducción de las relaciones de dominación
determien un retorno a formas de violencia simbolica fundadas también sobre la disimulación de
los mecanismos de reprorduccion mediante la conversión del capital economico en capital
simbolico. A estas formas de acumulación legitima es necesario sumarle otra forma de
acomulacion de capital, que es el atesoramiento de bienes de lujo que dan testimonio del gusto y
la distinción de su poseedor. La denegación de la economía del interés economico encuentra asi su
refugio predilecto en el ámbito del arte y de la “cultura”.