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Facultad de Filosofía y Letras

Trabajo de Fin de Máster

Máster en Estudios Latinoamericanos: cultura y gestión

Tutor/a: Miguel Calderón Campos


Alumno/a: Alejandro Gallardo Agudo

Coloquialismos, popularismos y vulgarismos americanos en la


obra de Juan Rulfo
ÍNDICE
1. Introducción ............................................................................................ 1
2. Objetivos .................................................................................................. 3
3. Metodología .............................................................................................. 3
4. Juan Rulfo y su óptica ............................................................................... 8
4.1. Las obras seleccionadas ...................................................................... 10
5. Selección de palabras ................................................................................ 12
5.1. Apachurrado, -a ................................................................................. 12
5.2. Chamuco ............................................................................................ 17
5.3. Chicote............................................................................................... 22
5.4. Entrón, -a ........................................................................................... 27
5.5. Guango .............................................................................................. 31
5.6. Jeta .................................................................................................... 36
5.7. Lambiscón, -a..................................................................................... 42
5.8. Mitote................................................................................................. 46
5.9. Pajuelazo ........................................................................................... 51
5.10. Piruja ............................................................................................... 53
5.11. Tambache ......................................................................................... 59
5.12. Tiliche .............................................................................................. 63
6. Conclusiones y consideraciones finales ..................................................... 68
7. Bibliografía ............................................................................................... 69
1. INTRODUCCIÓN

No cabe duda de que Juan Rulfo es uno de los grandes hitos de lo que se denominó
realismo mágico. Prueba de ello es la ingente cantidad de trabajos y monografías de su
figura no ya solo desde un punto de vista literario, sino también desde una óptica
lingüística; de hecho, se han llevado a cabo investigaciones acerca del estilo y el léxico
que el autor emplea. Sin embargo, estos suelen centrarse en un estudio del léxico de un
modo general, sin adentrarse en lo específico de cada vocablo y en la historia que lo
circunda.

Es por ello, en primer lugar, por lo que las líneas de este trabajo, titulado
Coloquialismos, popularismos y vulgarismos americanos en la obra de Juan Rulfo,
deben entenderse como una mera selección de vocablos de entre la ingente cantidad que
aparece en las tres obras principales del autor mexicano: Pedro Páramo, El llano en
llamas y El gallo de oro.

Precisamente, el objetivo principal es reflejar el estilo coloquial, muy pegado a la


oralidad, que emplea el escritor mexicano junto a su capacidad de recopilar vocablos y
expresiones empleados por las distintas clases populares. Para plasmar esto, en lugar de
hablar de un modo general del léxico empleado por Rulfo, como sí han hecho otros
trabajos de investigación, se ha apostado por un método puramente lingüístico: se han
seleccionado un total de doce palabras que podemos considerar americanismos (y, en
muchos casos, mexicanismos), entre las cuales se incluyen coloquialismos,
popularismos y vulgarismos. De entre ellas, además, muchas son de procedencia
náhuatl, y en este sentido no son pocos los estudios realizados en torno al importante
componente indígena en su obra. Sin embargo, también son muchas las que, teniendo
procedencia española, remiten al habla popular y coloquial. Ambos componentes, en
suma, tanto el indígena como el español, constituyen el léxico del hablar popular y
coloquial mexicana. El estudio de las palabras, además, ha de entenderse de un modo
diacrónico, pues, partiendo de la fecha de datación de la obra de Rulfo, trataremos de
ver el recorrido del vocablo, su origen y su uso actual. Es por ello por lo que, en muchos
casos, el estudio de la obra de Rulfo no es un simple análisis de su obra, sino que en
ocasiones puede llegar a entenderse como una evolución de léxico popular y coloquial
mexicano, sobre todo si el estudio llegara a extenderse y se llevara a cabo un estudios de
los popularismos y coloquialismos en la totalidad de la obra rulfiana.

1
Para plasmar el método lingüístico, se ha tratado de realizar una entrada lexicográfica de
la acepción aparecida en las obras de Rulfo. Esta labor se ha hecho a semejanza de otras
obras lexicográficas como el Diccionario de americanismos (DAMER), el Diccionario
del español de México (DEM) o el Diccionario histórico del español de Canarias
(DHECan), entre muchos otros.

A pesar de que son muchos los modelos válidos para el estudio, se ha seguido como
base el Diccionario histórico del español de Canarias por varias razones: en primer
lugar, porque es intuitivo, claro y muy visual, lo cual lo hace un diccionario muy
atractivo; en segundo lugar, porque contiene ejemplos de uso, lo cual lo convierte en un
diccionario que parte del uso, de los corpus, y no al contrario; y, en tercer lugar, porque
documenta a partir de fuentes primarias.

Para la fundamentación del diccionario a través de ejemplos nos hemos basado, como
desarrollaremos en la metodología, en los corpus clásicos como el CORDE, el CREA y
el CORDIAM, aunque también en otros que presentan un enfoque metodológico mucho
más moderno, como es el caso del Corpus del español o Sketch Engine. No hay que
olvidar, por otro lado, las posibilidades que ofrece Google (https://www.google.es/) y,
en concreto, Google Libros (https://books.google.es/) o Google Académico
(https://scholar.google.es/), que han sido empleados como corpus complementarios.
Dado que también se ha realizado un estudio diacrónico, como hemos dicho
anteriormente, para la evolución a lo largo de las obras lexicográficas se han consultado
también distintas herramientas de la Real Academia: el Fichero General, el Nuevo
Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española (NTLLE), además de los distintos
diccionarios actuales, como el Diccionario de la Lengua Española (DLE) o el
Diccionario de americanismos (DAMER) u otros que no pertenecen a la misma, como
el Diccionario del español de México (DEM), el Diccionario de mexicanismos de
Santamaría o el Diccionario del español usual en México.

El objetivo principal del trabajo, como desarrollamos más tarde en su apartado


específico, es tratar de completar, en la medida de lo posible, valiéndonos de las
aportaciones anteriormente mencionadas, el DAMER, que en la actualidad no presenta
ejemplos. Para realizarlo, claro está, nos hemos valido de las distintas obras
lexicográficas o incluso de aportaciones ajenas a ellas.

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2. OBJETIVOS

Además de mostrar el carácter coloquial y popular de la obra de Rulfo por medio de una
serie de ejemplos, el objetivo principal del trabajo es, como ya hemos comentado,
completar, revisar y actualizar el Diccionario de americanismos. Para ello, valiéndonos
de distintos corpus que detallaremos posteriormente y seleccionando ejemplos
significativos, se tratará de, en primer lugar, de determinar aquellos americanismos —
tanto léxicos como semánticos— en la obra de Juan Rulfo. Después, trataremos de
establecer y contrastar su etimología —que en ocasiones no coincide con las que aporta
el DAMER o el DLE—, su uso, es decir, si es empleado por las clases populares o como
un coloquialismo, y su extensión geográfica partiendo no solo de las distintas obras
lexicográficas, sino también de los ejemplos extraídos de corpus. Seguidamente, se
tratará de exponer la definición y los distintos ejemplos que la constatan. La aportación
de ejemplos es una parte fundamental del trabajo, pues le confiere un carácter real,
auténtico si se quiere, pues se parte de corpus, es decir, del uso real.

El objetivo no es solo crear una especie de entrada lexicográfica, sino también, a


semejanza del Diccionario Histórico del Español de Canarias, realizar un comentario,
más o menos extenso, del vocablo en cuestión, centrándonos en los posibles orígenes
etimológicos, la extensión geográfica, diastrática y diafásica, la consideración de la
evolución semántica del término por parte de las obras lexicográficas, la presencia de
otras acepciones no halladas en la obra de Rulfo y, en algunos casos, locuciones,
colocaciones, otros vocablos para designar el mismo concepto, etc.

3. METODOLOGÍA

Para realizar nuestro trabajo, como ya se ha comentado, se ha seguido el modelo del


Diccionario Histórico del Español de Canarias, que representamos por medio de la
siguiente imagen:

Además del lema, que corresponde con la acepción que aparece en la obra de nuestro
autor, se han añadido variantes del mismo en un cuerpo menor, la etimología entre

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paréntesis y, seguidamente, la definición de la acepción que aparece en la obra del
autor mexicano. Dentro del lema, se ha tratado de establecer marcas como la categoría
gramatical, el uso que presenta y la extensión geográfica. Para las marcas de uso, dado
que diccionarios como el DLE, el DAMER o el DEM tienden en muchas ocasiones a
confundirlas, se han tomado y considerado las marcas del DEA, de Seco (véase
Glosario de términos lingüísticos utilizados, DEA, 1999): argot, coloquial (col.),
despectivo (desp.), especialidad (espec.), eufemístico (euf.), histórico, jergal (jerg.),
juvenil (juv.), literario (lit.), popular (pop.), raro, vulgar (vulg.).:

Argot. Es la forma de expresión de nivel coloquial dentro de la profesión o


actividad que se especifica (argot Enseñ = argot de la enseñanza; argot Mil = argot
de la Milicia, etc.). Por ej., mates por 'matemáticas', abuelo 'soldado a punto de
licenciarse'.

Coloquial (col.). Uso propio de la conversación informal o de una situación


distendida; por ej., tío por 'hombre', currar por 'trabajar', chorizo 'ratero'.

Despectivo (desp.). Palabra o locución despectiva es la que implica desprecio o


rechazo de la persona o cosa a que se refiere. Por ej.,libraco, tocho, charnego, etc.

Especialidad (espec.). Una voz o acepción que lleva la marca de especialidad


pertenece a una actividad, ciencia o técnica sin especificar, o bien pertenece
simultáneamente a varias ciencias, técnicas o especialidades. Por ej., falciforme, 'de
forma de hoz', puede corresponder a la biología, botánica o zoología.

Eufemismo/eufemístico (euf.). Palabra o locución que se emplea con la intención


de eludir una voz malsonante o que puede ofender la sensibilidad de otras personas
(por ej., baño es eufemismo por 'retrete') o bien con la intención de no nombrar de
manera directa una realidad cuya mención supuestamente puede afligir, molestar o
humillar a la persona implicada en ella o afectada por ella (por ej., económicamente
débil, eufemismo por 'pobre'; desaparición, eufemismo por 'muerte', etc.).

Histórico (hist.). Palabra o locución que designa una realidad perteneciente a


épocas pasadas, pero que puede mencionarse en textos actuales con referencia a esa
época pasada. Por ej., polisón ('armazón o almohadilla sujeta a la cintura, que
ahueca la falda por detrás'), adarga 'escudo de cuero'.

Jergal (jerg.). Palabra jergal es la propia de grupos marginales vinculados con la


delincuencia, la drogadicción o la prostitución. Por ej., chorar por 'robar', farlopa
por 'cocaína'.

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Juvenil (juv.). Es juvenil la palabra o expresión propia del habla de los jóvenes.
Por ej., guay, en plan.

Literario (lit.). Uso propio, en general, de obras literarias, o de la lengua escrita, o


de situaciones formales; en especial, de la expresión voluntariamente elegante o
esmerada. Es marca preferentemente diafásica, más que diastrática. Equivale a
"esmerado" en el DAMER. Por ej., cuita por 'pena, dolor moral'; deletéreo por
'mortífero'.

Popular (pop.). Uso propio de nivel cultural bajo. Por ej., Demientras, asín, sin en
cambio, endentro, dentrar, etc.

Vulgar (vulg.). Es vulgar una palabra malsonante o de mal gusto que debe evitarse
en situaciones formales o ante personas de cierto respeto. Por ej., cagar, gilipollas.

Raro. Palabra o uso infrecuente; en especial, palabra anticuada empleada hoy solo
de manera ocasional. Por ej. yeyé.

Para determinar la extensión geográfica, nos hemos basado en fuentes lexicográficas


como el DAMER, aunque también se ha tratado de revisar recurriendo a distintos
corpus; sobre todo, se han empleado los gráficos aportados por el Corpus del español,
aunque también se han utilizado mapas de elaboración propia realizados por medio de la
herramienta Tableau.

Para concretar la etimología, además de en el uso que nos proporcionan los ejemplos,
nos hemos basado también en las distintas obras lexicográficas: el DLE, el DAMER, el
DEM, el Diccionario de mexicanismos de Santamaría , el Diccionario del español usual
en México y, sobre todo, en el DCECH, de Joan Corominas.

Seguidamente, se ha llevado a cabo una búsqueda de ejemplos que viene a corroborar la


existencia de esa acepción y que justifica la marca diatópica, diastrática o diafásica.
Para la búsqueda de ejemplos se han utilizado los siguientes corpus:

 CORDE: es un corpus textual de todas las épocas y lugares en que se habló


español, desde los inicios del idioma hasta el año 1974. Está diseñado para
extraer información con la cual estudiar las palabras y sus significados, así como
la gramática y su uso a través del tiempo.
 CREA: es un conjunto de textos de diversa procedencia, almacenados en soporte
informático, del que es posible extraer información para estudiar las palabras,
sus significados y sus contextos. Se compone de una amplia variedad de textos
5
escritos y orales, producidos en todos los países de habla hispana desde 1975
hasta 2004. Los textos escritos, seleccionados tanto de libros como de periódicos
y revistas, abarcan más de cien materias distintas.
 CDH: se trata del Corpus del Nuevo Diccionario Histórico del español. Resulta
de la recopilación del CORDE y el CREA.
 CORDIAM: se compone de una amplia variedad de textos escritos y orales,
producidos en todos los países de habla hispana desde 1975 hasta 2004.
 Corpus del español: se trata de un corpus actual (desde el 2012 hasta la
actualidad) donde se recogen 5,5 billones de palabras halladas en libros o blogs.
Ofrece, al contrario que los anteriores, múltiples herramientas, tales como la
frecuencia de aparición de palabras por países o incluso por siglos. También se
pueden categorizar las palabras, buscar posibles locuciones, etc.
 Sketck Engine: se trata este de un corpus de índole internacional, pues
contempla más de cincuenta lenguas. En nuestro caso, la utilidad que le hemos
dado corresponde con una función que no presentaba el anterior: se pueden ver y
analizar las colocaciones frecuentes, lo cual es fundamental, ya que los indica
locuciones, colocaciones o incluso otros parámetros.
 Peter Boyd-Bowman. Léxico hispanoamericano 1493–1993: se trata de un
corpus donde aparecen vocablos hispanoamericanos sobre todo de los siglos
XVI y XVII.
 Google Libros: es una fuente de información fundamental, pues es capaz de
recoger las concordancias de la palabra en cuestión en un corpus enorme.
 Google Académico: esta herramienta permite determinar la aparición de ciertos
vocablos en el ámbito académico, de modo que la presencia de algunas palabras
en este corpus no puede indicar que no pertenece al ámbito coloquial, sino
académico.

Además de la definición, las marcas y los distintos ejemplos, siguiendo el modelo del
Diccionario Histórico del Español de Canarias, se ha llevado a cabo un análisis o
comentario de la palabra en cuestión. Este comentario, grosso modo, se compone de
cuatro partes fundamentales:

 Etimología: para determinar la etimología nos hemos basado mayormente en el


Diccionario crítico etimológico castellano e hispánico, de Joan Corominas.

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 Estudio diatópico: para ello, ha sido fundamental la consulta de distintas obras
lexicográficas y, sobre todo, del Corpus del español. En algunas ocasiones,
basándonos en los datos que aporta este corpus, se han realizado mapas o
gráficos a través del recurso Tableau.
 Estudio diastrático y diafásico: basándonos también en los distintos diccionarios
y en los corpus, se ha tratado de establecer quién usa el vocablo en cuestión y en
qué registros se emplea.
 Estudio del uso actual: por supuesto, basándonos en la cantidad de ejemplos
encontrados y las marcas en las obras lexicográficas, hemos tratado de ver si la
palabra se emplea o no, si es moribunda, si tiene vitalidad…
 Estudio de su evolución léxico-semántica mediante las distintas obras
lexicográficas: a lo largo de las distintas obras lexicográficas —encontradas
gracias al Nuevo Tesoro Lexicográfico de la Lengua Española (NTLLE)— se ha
tratado de ver cómo han cambiado las distintas acepciones del vocablo hasta la
actualidad.
 Relacionado con lo anterior, se han aportado comentarios que determinan y
estudian otras acepciones ajenas a la obra de Rulfo.

Para la realización de esta última parte del comentario, además de los corpus y de las
obras lexicográficas ya citadas, ha sido fundamental otro recurso que nos ofrece la
RAE, el Fichero General. Consta de más de diez millones de papeletas, léxicas y
lexicográficas, ordenadas alfabéticamente en gavetas que contienen, cada una, unas dos
mil cédulas. Este fichero se ha ido formando desde una fecha muy temprana, si bien su
período de máxima expansión se sitúa entre 1930 y 1996, años en que la Academia
afrontó la redacción del Diccionario histórico en sus dos ediciones. Por tanto, además
de recurrir a fuentes lexicográficas propiamente y distintos corpus, se han analizado
manualmente otros tipos de información como las que nos ofrece el Fichero General.
Esta herramienta nos ofrece importante información relativa a la etimología, uso,
definiciones, información diatópica, diacrónica, etc. También ha sido fundamental la
aportación del Nuevo Diccionario Histórico, que busca presentar, de un modo
organizado, la evolución del léxico español a lo largo del tiempo hasta la actualidad. Sin
embargo, solo lo hemos empleado en un caso, pues dicha obra solo llega hasta el lema
bajoca.

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4. JUAN RULFO Y SU ÓPTICA

Si hemos de situar a Juan Rulfo dentro de un movimiento, ese es el conocido como


realismo mágico. Se trata este de un término muy cuestionado por la crítica. De hecho,
se ha criticado porque supone una dicotomía anterior, una escisión que separa dos
dimensiones como la realidad y la magia de forma taxativa y, en definitiva, una división
solamente válida si asumimos que la magia no es real. No es tanto la injerencia de la
magia sobre la realidad, como se ha propuesto desde una postura eurocentrista —que
emplea la palabra superstición como oposición a la realidad—, sino que la magia no se
puede entender sino como una parte de la realidad; hablamos, por tanto, de una realidad
totalmente apartada de Europa y del pensamiento occidental y, por ende, de una forma
de pensar ligada a las prácticas rituales indígenas.

El componente mágico, por tanto, es una práctica cultural propia, algo totalmente
integrado, un magma donde realidad y magia son inseparables la una de la otra. Eso
explica que, para denominar aquello que esbozó con sus obras Elena Garro1 y que
continuaron otros como de Juan Rulfo, Miguel Ángel Asturias, Horacio Quiroga o
Gabriel García Márquez con obras de capital importancia como Pedro Páramo o Cien
años de soledad, se prefieran emplear otros términos como transculturación2. Este
término viene a oponerse al viejo concepto de aculturación, concepto anglosajón
asociado a la descolonización del siglo XX para optar, como dice Fernando Ortiz, por
un vocablo que

expresa mejor las diferentes fases del proceso transitivo de una cultura a otra,
porque este no consiste solamente en adoptar una cultura […], sino que el proceso
implica también necesariamente la pérdida o desarraigo de una cultura precedente,
lo que pudiera decirse una parcial desculturación y, además, significa la
consiguiente creación de nuevos fenómenos culturales que pudieran denominarse
neoculturación. (Rama, 2004: 32-33)

El concepto de transculturacion, evidentemente, tiene sentido en regiones culturales


donde se produce el encuentro, el solapamiento, el proceso transculturador entre varias

1
Autora de gran calidad literaria, promotora del realismo mágico, que fue gravemente silenciada y
perseguida. Se trata de una de las mejores voces de la literatura hispanoamericana del siglo XX.
2
Concepto tomado de Ángel Rama de su libro Transculturación narrativa en América, quien, a partir del
antropólogo Fernando Ortiz, aplica este término al terreno literario para denominar al proceso por el que
la cultura dominante llega a un espacio común, a un proceso de acoplamiento por el que una cultura
anterior, por su plasticidad, permite la incorporación de elementos, originando así una cultura nueva.

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culturas completamente diferentes; y es precisamente México donde este término cobra
mucho sentido.

Como una ruptura respecto a la narrativa realista y regionalista anterior, Rulfo primero y
García Márquez después rompen con el positivismo occidental pero conjugándolo con
otro pensamiento que es una realidad cultural colectiva anterior que ya está en ellos:

 Cultura indígena: esta considera la religión como un concepto abierto. Aparece


también la oralidad, pues son sociedades orales fundamentalmente, sus señas de
identidad se transmiten oralmente, de padres a hijos y en muchos casos son
culturas ágrafas; no existe la escritura y lo legal mediante lo escrito. Hay, por
ende, una colectividad relacionada con la transmisión de lo ocurrido. Es
precisamente en este punto donde tienen sentido los coloquialismos, las
expresiones cotidianas de la conversación espontánea, tan comunes en la
narrativa de Rulfo. También la idea de colectividad viene a justificar la aparición
de las clases populares y, por ende, las expresiones empleadas por ellas, también
muy presentes en la obra de Rulfo.
 Cultura «blanca»: el pensamiento dominante es el positivismo, la realidad
conocida por los sentidos. Se trata de un pensamiento más profano para conocer
la realidad, de modo que es estudiada por la ciencia. En nuestra sociedad lo que
prima es la escritura, de modo que necesitamos de ella para la fijación. Hay,
además, una visión del tiempo lineal y progresivo y una tendencia la
individualidad.

Estos autores, por tanto, buscan hacer posible en el texto la confluencia de elementos de
ambas culturas. Según Ángel Rama, lo encontramos en tres niveles: léxico, que nosotros
aquí analizamos, la estructura narrativa y, por último, la cosmovisión.

En el nivel léxico, Rulfo hace una construcción literaria de lo que podría ser un lenguaje
hablado. No, hay, por tanto, la intención de reflejar el lenguaje hablado per se, sino una
voluntad de reflejar lo oral y los regionalismos, de reflejar la manera propia de hablar en
México. Esto no solo de produce en el léxico, sino también en las cuestiones
gramaticales o en la sintaxis, donde hay una identificación del habla popular mexicana.
La presencia de un lenguaje popular no está asignada, sino que se asume como el
lenguaje propio sin complejo de inferioridad. El narrador no se esfuerza por utilizar

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palabras coloquiales, pero cuando tiene que utilizar diferentes registros lo hace sin
miramientos.

También, en relación al lenguaje, teniendo en cuenta la cuestión cultural, podríamos


añadir que intenta reflejar el mundo popular, donde lo indígena cobra mucha
importancia. Refleja el habla popular mexicana, pero, a la vez, está muy cuidada porque
hay mucha importancia de lo lirico y lo poético. Tienen gran importancia la profusión
de imágenes poéticas que no responden tanto a un lenguaje de estilo literario, sino a un
estilo donde la naturaleza está viva y donde hay elementos que en la actitud del
positivismo no estarían, es un pensar; se trata de un pensar mítico-mágico. No se limita
a ser un recurso literario, sino de una manera de ver la realidad, de ver la expectativa de
lo mágico con un lenguaje poético elaborado y derivado del pensamiento mágico-mítico
que es algo natural; es, por ende, de una forma de ver la realidad. El componente oral y
el lirismo, que serian tratados como recursos liricos, en realidad, se conciben como una
cosmovisión, es decir, como una manera de mirar el mundo.

4.1.LAS OBRAS SELECCIONADAS

Tres han sido las obras seleccionadas: El llano en llamas. Pedro Páramo, y El gallo de
oro.

 El llano en llamas (1953) supone una recopilación de quince relatos primero y


diecisiete después (tras la edición de 1971), presididos por la violencia, las
pasiones y los instintos salvajes con el trasfondo de la Revolución mexicana,
pero donde también se apuntan algunos de los ejes de su otro título, la novela
Pedro Páramo (1955).
 Con Pedro Páramo (1955) entramos en un mundo de violencia y destrucción en
donde la Comala real se entremezcla con la del recuerdo de Dolores Preciado y
la fantasmal, que se inicia tras la muerte de todos los personajes con el diálogo
de Juan Preciado (hijo de Pedro Páramo y Dolores) y Dorotea desde sus tumbas.
Estamos ante descenso a los infiernos en el que se simboliza el mito del eterno
retorno, pues los personajes están condenados a una existencia de pecado y ni
siquiera encontrarán la paz tras la muerte y de ahí que estén condenados a vagar
como almas en pena. Las vidas de los personajes de Rulfo son pesadillas de las
que no se puede escapar. La mayor parte de las palabras seleccionadas, por una
cuestión de extensión, proceden de esta obra.

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 El gallo de oro, creado originalmente con las expectativas de ser un guion
cinematográfico, este «cuento» para unos o «novela corta» para otros se rodaría
con el mismo nombre en 1964. Es la obra menos conocida. Relata la vida de un
hombre de pueblo que entre la desdicha logra la riqueza y bienestar y, como en
el resto de las obras de Rulfo, tiene un desenlace lógico y realista aunque
trágico. No han sido muchas las palabras seleccionadas de esta obra, ya que
aparecen muchas palabras de ámbito de las peleas de gallos, de modo que se
trata de una jerga.

A estos dos títulos habría que añadir una novela inconclusa, El hijo del desconsuelo, de
la que sólo tenemos un fragmento con el título de «Un pedazo de noche».

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5. SELECCIÓN DE PALABRAS

5.1. APACHURRADO, -A

Apachurrado, -a, apacharrado, espacharrado. (de despachurrado, como apunta


el DHLE). adj. coloq. Mx, PR, Co, Cu, Ve, Pe, Ch. Que está aplastado o deformado o
incluso herido (en el caso de personas), generalmente por haber sufrido una gran
presión, un golpe, una caída.

1826. España. Leandro Fernández de Moratín. Cartas de 1826 ¿Con que, tienes
armada una de los demonios al mitrado segontino? ¡pobre infeliz quando se
halle apachurrado debajo de la trampa, y tú encima de él, triunfante y contando tus
talegos, que no serán pocos, si ha de pagarte lo que te debe! Dios te dé la salud que
necesitas para llevar a efecto tan ardua empresa,

1858. México. Juan Díaz Covarrubias. Desprendido por varios hombres desde la
altura, cayó sobre él; un grito unánime de los que contemplaban fue la plegaria más
elocuente que pudo llegar a los oídos de Pípila, que había sido apachurrado como un
insecto bajo el pie; pero al cabo de dos segundos se levantó dando un brinco y saludando
a sus compañeros, como lo hacen los toreros que después de haberse hallado entre los
cuernos del toro han tenido la fortuna de escapar de ellos vivos.

1953. México. El llano en llamas. Rulfo. Que me lo dieran ahorita. De saber lo


que había hecho lo hubiera apachurrado a pedradas y ni siquiera me entraría el
remordimiento. Ya lo decía yo que era un juilón. Con sólo verle la cara. Pero no soy
adivino, señor licenciado. Sólo soy un cuidador de borregos y hasta si usted quiere algo
miedoso cuando da la ocasión.

1987. Argentina. Ernesto Sábato. Cristóbal Nonato. Lo dejo que siga viviendo
con tanta convicción mis enseñanzas, o le impido que me ahorque? Ya no dudó: dejó caer
la bota minera sobre los dedos descalzos de Homero, el gordo chilló y fue a sentarse a su
silla de pupilo retrasado, sobándose el dedo apachurrado. Benítez se arregló la corbata y
prosiguió, tosiendo tantito.

2002. Perú. Vargas Llosa. La verdad de las mentiras. Se trata de un sentimiento


que ha gestado al personaje más pintoresco y vivaz de la novela, el enano jorobado
Fischerle, jugador de ajedrez, chulo y hampón, caricatura viviente cuyos rasgos grotescos
-su nariz ganchuda, su rapacidad- y su trágico fin -morir apachurrado bajo el puño de
Johann Schwer cuando intenta tragarse un botón- son segregados por ese instinto cruel,

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discriminatorio, hambriento de violencia, que parece anidar en toda la fauna humana del
libro.

 Se trata de una labor muy ardua determinar la etimología de apachurrar.


Malaret (1946), según el DCECH, da apachurrado con la definición de
‗achaparrado‘, algo incorrecto, pues atribuye el mismo sentido al cubanismo
apachurrar. Toro (1913) lo relaciona con el hondureño pacho ‗achatado‘ y su
derivado apachar. En Costa Rica (1887-1910), Ferraz lo da como sinónimo de
chafar y no lo critica sino que lo extrae del náhuatl pachoa ‗plastar‘. Membrero
(1897) también supone esta etimología, al igual que otros, como Barberena,
quien apostó un probable nahuatlismo, pach, que significa ‗tirar al suelo,
humillar‘. Como apunta Corominas, en cambio, es probable que esta voz local
sea derivada de apachurrar y pacho lo sea, a su vez, de apachar.

Es, en resumidas cuenta, a juicio de Corominas, un derivado de despachurrar


‗aplastar despedazando‘, alternación de un posible despanchurrar por influjo de
despachar ‗matar‘; despanchurrar a su vez sería derivado de pancho, variante
de panza, de modo que el significado original de despachurrar sería ‗destripar,
abrir la barriga‘. La palabra, por tanto, parece de origen español, pues Moratín la
emplea en una cita: «Pobre infeliz, cuando se sienta apachurrado debajo de la
trampa». (L. Moratín. Carta 274. Obras póstumas. Madrid, 1828.). Santamaría
(1921), en cambio, propone los dos posibles orígenes, como vemos en esta ficha
procedente del Fichero General:

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También en el Fichero General se recoge una ficha que nos puede recoger uno
de sus primeros usos en América, datado en 1858:

En cuanto a la extensión geográfica, también resulta una labor muy ardua


determinarla, pues históricamente se ha empleado en distintos lugares. Sin
embargo, , teniendo en cuenta que se trata de un vocablo poco usado, hemos
podido confirmar su uso en México, Puerto Rico, Honduras, Colombia, Cuba,
Venezuela, República Dominicana, Perú y Chile. Esto lo corroboramos en la
siguiente tabla3, tomada del Corpus del español:

3
Los resultados de esta tabla son engañosos, pues apachurrado presenta una mayor frecuencia en
México.

14
Sin embargo, tal y como recoge el DAMER, en México se emplea especialmente
apachurrado con el sentido de ‗chafado, herido por un golpe‘.

Si la diatopía no está clara, sí lo está mucho más su estratificación: lo emplean


las clases populares y, en todo caso, si lo emplean las altas —lo que Berstein
denomina código restringido— es en un ámbito coloquial, cotidiano.

Aunque nuestro vocablo no ha sido objeto de grandes cambios semánticos a lo


largo de su historia, resulta interesante ver su evolución a lo largo de las distintas
obras lexicográficas:

1892. Muro 1921. Suárez. 1922. Vocabulario 1942. Diccionario de


Vocabulario costeño de mexicanismos de
cubano Colombia. Santamaría
Apachurrar. Es lo Apachurrar Apachurrar Apachurrar . En
mismo que Aplastar y Despachurrar. parte de Méjico, en
despachurrar. hundir. Cuba y Colombia,
Corrupción de achaparrar, dicho en
despachurrar. estilo festivo o
irónico.

1970. Voces 1984. Morales. 1983. Diccionario de


guatemaltecas. mexicanismos de Santamaría
Apachurrar. Apachurrar. Apachurrado. En sentido
Despachurrar, aplastar. Despachurrar; aplastar. irónico, achaparrado. Lo mismo
II. Acobardarse en Cuba y Colombia.

2010. DAMER 2010. DEM 2019. DLE.


1.Mx, PR, Co, Ve, Pe, Ch. Referido a 1.Que está aplastado o tr. P.
persona, apretada contra otras o deformado, us. despachurrar (
encogida, a causa de la escasez de generalmente por haber ‖ aplastar). U. m.
espacio. sufrido una gran en Am
2.Mx, Gu, Ho, ES, Ni, PR, Ve, Ec. Ref presión, un golpe, una
erido a una persona o a cosa, caída, etc.
deformada generalmente por 2. Que está sin ánimo o
aplanamiento, debido a la aplicación sin fuerza; que está triste
sobre ella de una gran fuerza. o deprimido.
3. Mx. Referido a persona o cosa, 3.Que está echado y sin

15
abrazada por una persona. hacer nada, por
4.Mx. Referido a un botón o a la tecla cansancio, desánimo,
de un aparato o dispositivo, oprimido, flojera, etc:
presionado.
5.
Mx, Ho, Ni, CR, Co, Ve. metáf. Referi
do a persona, desanimada,
desmoralizada, desalentada.
6.Mx. Referido a persona, vencida,
derrotada abrumadoramente por otra.
7.Mx. Referido a persona o a una
parte de su cuerpo, herida por un
fuerte golpe o colisión.
Mx. Referido a una mujer, penetrada
sexualmente por un hombre

Apachurrado no aparece hasta el Diccionario de mexicanismos de Santamaría.


Por esa razón, las definiciones anteriores han sido extraídas a partir de
apachurrar, extraídas a su vez del Fichero General. Todas las acepciones
coinciden en designar ‗algo o alguien aplastado o hundido‘. Sin embargo, por
extensión, también funciona para designar al ‗que está sin ánimo o sin fuerza;
que está triste o deprimido‘, a ‗una persona o a una parte de su cuerpo,
herida por un fuerte golpe o colisión‘ y a ‗una cosa o persona abrazada por
alguien‘, todos ellos empleados en México, entre otros muchos significados,
como contempla el DAMER, aunque no se han localizado en corpus ni otras
obras. Todo parece indicar que se trata de un vocablo moribundo o, cuanto
menos, de una palabra muy poco usada. La acepción más extendida es la que
designa a la ‗acción de aplastar‘, esto es, la que aparece en la obra de Rulfo.
Curiosamente, en México, se emplea para designar a ‗aquel que ha sido
aplastado por un golpe‘, es decir, herido. En ese caso del sentido figurado que
contempla el DAMER ( ‗sin fuerza‘, triste, deprimido‘), es común la colocación
locución de corazón apachurrado para designar a alguien ‗sin ánimo‘. Este
último sentido, junto a la locución, son, además, acepciones típicamente
mexicanas.

16
Esta palabra, además, es recogida por el Diccionario Histórico de la Lengua
Española, tal y como vemos en la siguiente imagen:

5.2. CHAMUCO

Chamuco. (del azteca chamoco ‗diablo‘). n. coloq. Mx, Ni. Diablo, demonio.

1955. México. Juan Rulfo. El llano en llamas. Ella le dirá que me perdone, para
que yo no me preocupe más. Por eso se confiesa todos los días. No porque ella sea mala,
sino porque yo estoy repleto por dentro de demonios, y tiene que sacarme esos chamucos
del cuerpo confesándose por mí.

1960. México. Anuario del cuento mexicano. Alguien ido saltos arriba. Sería el
Chamuco. Este gringo ya tenía los días contados. Usted, amigo no es culpable. Usted
nomás arrimó el cuchillo y el Diablo terminó el trabajo —don Vicente ya no se reía; tenía
la cara preocupada—.

1975. México. Piezas de teatro joven jalisciense. ¿Jin, Jin, has visto alguna vez un
chamuco? No, pero he oído mucho de ellos. Yo oí que no solamente te comen. Primero
te torturan y te vuelven loco.

1982. México. Rafael Gaona. Nadie diga que no es cierto. Interviene el chamuco:
-Eso no obsta, Lola. No disculpa. Lola se defiende, razona su defensa: -Muy clarito que
miraron el moquito de cocono, yo as vi, apenitas la mitad de mi dedo chiquito. Y el
chamuco: -¿Acaso el tamaño disminuye la culpa? Acepta que eres mala y lujuriosa.

1993. México. Jenny Hayen. Por la calle de los anhelos.: "¿Cómo y con qué
compraremos, díganme si no, dónde consagrar nuevamente las hostias para que reciban a
Nuestro Señor? -si es que Él quiere venir de nuevo a sus ingratos corazones, que buena

17
falta les haría- a ver si así se les sale el chamuco, y borramos de su alma el pecado de
creer en estas supersticiones. Deben desagraviarlo, para que los bendiga. Hay que pugnar
por colocarlo nuevamente en su custodia, de manera digna". Y se retira gruñón,
refunfuñando con mímica, pensando en voz alta, bueno... más bien baja, por temor a que
escuchen en realidad sus
sinuosas palabras, mejor dicho bufidos.

2012. México. http://www.oem.com.mx/diariodexalapa/notas/n2532382.htm


Maribel Guardia, ¡feliz cumpleaños! " La Guardia ", a sus ya casi 52 años, es una de las
pocas figuras de el medio de el espectáculo que seguro tiene " pacto con el chamuco ",
pues aunque jure y perjure que eso de las cirugías no van con ella, algo se hace para lucir
bella en todo momento... por cierto, quién para usted lector consentido es más guapa,
Maribel Guardia u Olivia Collins.

2012. Nicaragua. https://confidencial.com.ni/archivos/articulo/8655/iquest-quien-


se-quedo-con-el-resto-del-botin-narco. En ese relajo quienes están quedando con la
mayor y mejor tajada son los funcionarios del gobierno chamuco. Que puedde hacer la
UNA con tantas fincas si hace poco le estabn exigiendo la evolución de una propiedad
que tenía mucho ganado y los dueños que la reclaman estna inconformes por que todo el
ganado lo vendió Telémaco Talavera. Qué se hizo ese dinero??

2014. México. http://www.zocalo.com.mx/seccion/opinion-articulo/sin-freno-


voracidad-del-alcalde-de-saltillo-1397364298. Pero la existencia licenciosa que llevan me
obliga a convertir me en un firme juez de su vida… Guardaba la ilusión de tener unos
días de dulce calma que me invitara a reflexionar en paz, pero no, bien dicen que
el chamuco no descansa.

2019. México. http://ntrzacatecas.com/2019/07/01/relatos-de-la-historia-patria-


311/ Serenos morenos. Lo único que ha quedado claro de todo este desgarriate, es que
tenemos unos diputados cobardes e incapaces de cumplir con sus obligaciones
constitucionales. Ese es el mayor pecado que han cometido y se van a ir con el chamuco

 Es complicado determinar la etimología de chamuco. Si bien es cierto que


algunos apuntan a un posible derivado de chamuscar, como es el caso de Kany
(1960), otros como Duarte (1896) postulan la posibilidad de un aztequismo,
chamoco ‗diablo‘, lo cual parece más acertado. Los que apuestan por la primera
18
opción indican que la etimología ha de entenderse en el sentido de que es el
diablo el que «chamusca» las almas cuando llegan al infierno. Chamuscar
procede del portugués chamuscar, derivado de chama ‗llama‘, procedente a su
vez del latín FLAMMAM, tal y como apunta el DCECH.

Los ejemplos hallados en los diversos corpus y fuentes parecen indicarnos que
presenta un uso extendido en México, aunque también se ha extendido a otras
zonas de Centroamérica como Nicaragua, Guatemala, Honduras o incluso fuera
del ámbito de Centroamérica, como es el caso de Perú. Sin embargo, se emplea
mayormente en México y Nicaragua. Recogemos los datos en el siguiente mapa
procedentes del Corpus del español:

Asimismo, los ejemplos encontramos nos revelan que se trata de un


coloquialismo, esto es, de uso cotidiano o, en todo caso, de un término empleado
por las clases populares. Sin embargo, parece ser que en sus comienzos funcionó
como voz eufemística y puede que aún mantenga este sentido, pues Kany, ya en
1960, lo consideraba dentro de su índice de eufemismos, tal y como apreciamos
en una fecha del NTLLE:

19
A pesar de que hay multitud de ejemplos, todos ellos son recogidos con la
acepción de ‗diablo‘, aunque el DEM recoja otras acepciones, como la que se
refiere a la ‗bebida hecha a base de ciruelas u otra fruta fermentada, agua y
piloncillo o azúcar, tradicional de Puebla‘. Para atisbar los posibles cambios de
significado, representamos en la siguiente tabla la evolución semántica de
nuestro vocablo a partir de su aparición en las obras lexicográficas:

1925. Malaret. 1946. Malaret. 1952.Dicconario


enciclopédico UTEHA.
Méj. El diablo. Méx. El diablo. En México, diablo,
II. Pan de huevo. demonio, todo malo.
II. Especie de pan dulce.

1960. Boyd- Bowman. 1964. Alimentación en Columbia.


Diablo. Alimentación en Columbia.
II. Cierto panecillo. Bebida de maíz tostado, canela,
clavo y leche.

20
1983. Diccionario de .
mexicanismos de 2010. DAMER 2010. DEM.
Santamaría

Nominativo familiar de Mx, Ni. Diablo. pop + cult I Diablo: ―No salgas esta
diablo. → espon. noche, no se te vaya a
II. Por extensión, treta, aparecer el chamuco‖,
ardid, truco, artimaña. ―¡Espera, chamuco, no seas
tan atascado!‖

II. Bebida hecha a base de


ciruelas u otra fruta
fermentada, agua y
piloncillo o azúcar,
tradicional de Puebla

III. Pan dulce hecho a base


de huevo, común en Toluca

IV. En Hidalgo, nopal de


poca altura, de tunas no
comestibles

Aunque el propio Santamaría recogía la acepción ‗treta o ardid‘, esta no aparece


en ningún ejemplo. Lo mismo ocurre con las distintas acepciones que recoge el
DEM, si bien es cierto que esto puede deberse a que se trata de sentidos muy
locales, pues está claro que la acepción principal es la que designa al ‗diablo‘.
Estos casos locales sí son recogidos en las obras lexicográficas; así, por ejemplo
Malaret (1946) es el primero en considerar la acepción ‗pan de huevo‘ en 1946,
mientras que la acepción de ‗bebida‘ no será recogida hasta 1964.

Pese a que se emplea en México, como ya hemos visto, su uso no supera en


ningún caso al de diablo, variante que es mucho más estándar, como vemos en
la frecuencia de aparición (a la izquierda, diablo; a la derecha, chamuco):

21
5.3. CHICOTE

Chicote (del náhuatl xicotli, jicote, abeja). m. coloq. Mx, Gu, Ho, ES, Ni, Pa, Ve, Ec,
Pe, Ch, Py, Ar, Ur, Cu, RD, PR. Especie de látigo o de vara larga, delgada, dura pero
flexible, hecha de cuero, de unos 50 cm de longitud, con un asa para sostenerla y
generalmente terminada en varias tiras con que se golpea a las caballerías.

1775. […] Argentina. Alonso Carrió de la Vandera. El lazarillo de viejos caminantes.


Además de su mucha pujanza, son tan diestros en el manejo del chicote que con los
extremos de las riendas pegan un azote a una mula que la hacen ir a la bolilla más de una
cuadra sin poder recobrar la rectitud de su cuerpo.

1845-1874. Argentina. Domingo Faustino Sarmiento. Facundo. Civilización y


barbarie. Un carácter arrojado hasta la temeridad, para contener la audacia y turbulencia
de los filibusteros de tierra que ha de gobernar y dominar él solo en el desamparo del
desierto. A la menor señal de insubordinación, el capataz enarbola su chicote de fierro, y
descarga sobre él insolentes golpes que causan contusiones y heridas.

1955. México. Rulfo. Pedro Páramo. Tocó con el mango del chicote la puerta de
la casa de Pedro Páramo. Pensó en la primera vez que lo había hecho, dos semanas atrás.
Esperó un buen rato del mismo modo que tuvo que esperar aquella vez. Miró también,
como lo hizo la otra vez, el moño negro que colgaba del dintel de la puerta..

1958. México. Carlos Fuentes. La región más transparente. – De agarrar un


chicote y…

1983. México. Octavio Paz. Sombras de obras. Pero las lesiones no son mortales;
Alberti sana pronto, sale de la enfermería poética sonriente, da un salto y se planta en la
arena con un aro y un chicote de domador de palabras. No es gratuita la mención del aro
y del látigo.

22
1995. México. Alfredo Montaño. Andanzas del indio Vicente Alonso.. Ya a pleno
galope de sus caballos viene una partida de hombres. Son ellos. Al pasar por un costado
del jardín, Lino se les cruza. Y antes que atropellarlo con la bestia, uno frena
repentinamente para descargarle con furia el chicote.

2001. Cuba. Prensa. Hojarasca. Pero los recibieron y aceptaron regalo y les hice
pasar vergüenza porque en medio de todos dije que no me iba a casar, que no quería al
muchacho y que apenas amarrada me iban a llevar. Esa noche me pegaron con chicote,
duro me dio mi padre y mi mamá nomás silencia en un rincón.

 Al contrario que Lenz, el DCECH no considera las distintas acepciones de


chicote en una relación de homonimia, sino de polisemia. Esto se debe a que,
para Corominas, todos los vocablos —y por ende, el que designa al ‗látigo‘—
procederían del francés chicot ‗pedazo de tronco o de raíz cortados que sobresale
de la tierra, ‗astilla que se clava en el pie de un caballo, ‗raigón de diente‘, del
mismo origen que el francés chique ‗trozo de tabaco que se mastica‘.

Corominas data la acepción que designa la ‗colilla‘ de 1587, mientras que la de


‗látigo‘ la fecha en 1789, en documentación argentina, y en concreto, en el
Martín Fierro. En el caso de dicha acepción, la considera, además, de uso
general en América: México, Costa Rica, Santo Domingo, Colombia,
Venezuela, Ecuador, Perú, Chile y Río de la Plata; pero es ajena a España. Sin
embargo, este apunta que el significado náutico ‗punta o pedazo de cuerda‘ tiene
arraigo en la costa atlántica de la península, pues no solo se halla en portugués,
sino que chicote es ‗calabrote‘ en Santander y Bilbao y en vasco se emplea txikot
en el sentido de ‗soga‘. Para Corominas, hay que partir de la ‗punta o pedazo de
la cuerda‘ para pasar a ‗cuerda‘, de modo que se opone a Lenz, para quien se
trata de un aztequismo que pasó al lenguaje de la marina española. En contra del
origen náhuatl, Corominas argumenta que resulta inverosímil que resulta
improbable que un nahuatlismo pudiera propagarse hasta Argentina y, por ende,
a Portugal y al Cantábrico; que el origen de la voz no convence desde el punto
de vista semántico, pues «la comparación del azote que hiere con el insecto que
pica es rebuscada»; y, finalmente, una extraña alteración fonética. El paso de
‗cuerda‘ a ‗látigo‘, como apunta el mismo, «nos coloca en un terreno
frecuentadísimo: el de los americanismos de origen náutico». Las ideas que

23
inciden en el sema ‗saliente‘, por tanto, hacen referencia, a su juicio, al origen
francés.

La distribución geográfica de nuestro vocablo es muy extensa, pues aparecen


ejemplos en México, Guatemala, Honduras, España, Nicaragua, Panamá,
Venezuela, Perú, Ecuador, Chile, Paraguay, Argentina, Uruguay, Cuba,
República Dominicana y Puerto Rico.No obstante, como vemos en el siguiente
mapa, elaborado a partir de la frecuencia por millón obtenida del Corpus del
Español, destaca el empleo en Bolivia:

Lo que sí está claro, tal y como establece el DAMER, es que el uso de la


acepción que nosotros aquí consideramos es claramente coloquial o popular,
pues se prefiere claramente la palabra látigo como estándar.
El recorrido de la palabra chicote, sus acepciones y cómo estas han ido
cambiando a lo largo del tiempo lo vemos claramente en la siguiente tabla:

24
1729. RAE. 1786. RAE. 1791. RAE. 1817. RAE.
Persona pequeña, En la Marina, es el Persona de poca Persona de poca
gruesa, fornida y bien extremo de edad, pero robusta y edad, pero robusta
hecha. cualquier cabo. bien hecha. y bien hecha.
II. En la náutica, llaman II. Persona II. Cualquier II. Cualquier
así a cualquier cabo, pequeña, gruesa, extremo sin, remate extremo, remate o
remate o punta de fornida y bien o punta de cuerda o punta de cuerda o
cuerda y también a hecha. cualquier pedazo cualquier pedazo
cualquier pedazo pequeño separado. pequeño separado.
separado. III. El cigarro puro.

1846. Salvá. 1852. RAE. 1853. Gaspar y Roig


Persona de poca edad, pero Persona de poca edad, pero El cigarro puro.
robusta y bien hecha. robusta y bien hecha. II. Cualquier extremo,
II. El cigarro puro. II. Cualquier extremo, remate o punta de cuerda o
III. Cualquier extremo, remate o punta de cuerda o cualquier pedazo pequeño
remate o punta de cuerda o cualquier pedazo pequeño separado.
cualquier pedazo pequeño separado.
separado III. El cigarro puro.

1869. RAE. 1884. RAE. 1895, Zerolo


.Persona de poca edad, pero Persona de poca edad, pero Látigo. Méj.
robusta y bien hecha. robusta y bien hecha. II. Cualquier extremo, remate o
II. El cigarro puro. II. Látigo. Méj. punta de cuerda o cualquier
III. Cualquier extremo, remate pedazo pequeño separado.
o punta de cuerda o cualquier III. Cigarro puro.
pedazo pequeño separado.

1899. RAE. 1901. Toro y Gómez. 1925. RAE.


Persona de poca edad, pero Persona de poca edad, pero Persona de poca edad, pero
robusta y bien hecha. robusta y bien hecha. robusta y bien hecha
II. Látigo. Méx. II. Látigo. Méx. II. Cigarro puro.
II. Cualquier extremo, remate III. Extremo de un cabo. III. Látigo. Amer.
o punta de cuerda o cualquier IV. Cigarro puro. IV. Cualquier extremo,
pedazo pequeño separado remate o punta de cuerda o
cualquier pedazo pequeño
separado

25
1970. RAE. 1983. Diccionario de 1996. Diccionario del
mexicanismos de Santamaría español usual de México.

Persona de poca edad, pero Látigo. Especie de vara larga, dura,


robusta y bien formada. II. Punta de cigarro puro. delgada pero flexible.
II. Cigarro puro. II. Cable flexible que sirve
III. Cabo o punta de un como medio de transmisión
cigarro puro ya fumado. mecánica.
IV. Látigo. Amer. III. Colilla de cigarro.
V. Extremo, remate o punta
de cuerda o pedazo pequeño
separado de ella.

2001. RAE. 2010. DAMER.


Persona de poca edad, pero robusta y bien Mx, Gu, Ho, ES, Ni, Pa, Ve, Ec, Pe, Ch, Py, Ar, Ur;
formada. Cu, RD, PR, Bo. Látigo largo, delgado y flexible,
II. Cabo o punta de un cigarro puro. hecho de cuero, cuerda u otra materia, usado
III. Puro. especialmente para avivar o castigar las
IV. Extremo, remate o punta de cuerda o caballerías.
pedazo pequeño separado de ella. II. Lazo colocado a raíz de la barba del freno para
V. Látigo. conducir a los animales.
VI. Trabilla III. Cable de transmisión mecánica entre las
palancas de un vehículo y los dispositivos que
controlan, como pueden ser el acelerador o el
freno.
IV. Cable, especialmente de conexión y eléctrico.
V. Parte que queda sin consumir de un cigarro o de
un cigarril.

DLE. 2019
m. y f. coloq. Persona joven, robusta y bien formada.
Chicote2
1.Cabo o punta de un cigarro puro ya fumado.
2. coloq. Puro
3.Mar. Extremo, remate o punta de cuerda, o pedazo pequeño separadode ella. (‖ ciga
rro liado sin papel).
4. Am. látigo (‖ azote).
5. Pan. trabilla (‖ tira de tela que sujeta el cinturón)

26
El recorrido realizado nos lleva a pensar que hubo, por lo menos en España, un
uso de chicote como diminutivo de chico ‗persona de poca edad, robusta y bien
formada‘ que llega incluso a la actualidad. En cambio, la Academia data en 1791
el ‗extremo de la cuerda‘, acepción que, a juicio de Corominas, constituye la
base semántica de nuestro vocablo. La palabra para designar el ‗cigarro puro‘ es,
en cambio, más tardía, pues la fecha en 1817. A pesar de que no es un
americanismo per se, pues aparece en España, parece que su uso se extendió
también por el continente americano, sobre todo en México, tal y como
atestiguan el Diccionario de mejicanismos, el Diccionario del español usual de
México y el DAMER. Será más tarde, en 1884, cuando la RAE registra la
acepción de ‗látigo‘; acepción, además, bastante utilizada y que superó en uso a
aquella que designaba ‗un extremo de la cuerda‘. Asimismo, a pesar de su
aparición en 1884 y su consideración de mexicanismo, no fue hasta 1925 cuando
fue considerada, de un modo general, un americanismo, algo que se mantiene en
la actualidad y que podemos certificar con el DAMER así como por los ejemplos
hallados en Cuba o Argentina.

Sí parece típicamente mexicana, en cambio, una segunda acepción que considera


el DEM, la referida al ‗cable de transmisión mecánica entre las palancas de un
vehículo y los dispositivos que controlan, como pueden ser el acelerador o el
freno‘, aunque bastante más moderna, pues no es recogida hasta 1996. También
en México y en Colombia se emplean todavía, como aparece en el DEM y en el
DAMER, se emplea la primitiva acepción que designaba la ‗parte que queda sin
consumir de un cigarro o de un cigarrillo‘, que recoge el DLE en la actualidad.

5.4. ENTRÓN, -NA

Entrón, -na. (der. de entrar). adj. coloq. Mx. Aventado, audaz, valiente.

1953. México. Juan Rulfo. El llano en llamas. Ésos ya se habían


acabado. Después vinieron otros; pero estos últimos eran los peores. Ahora era un tal
Olachea, con gente aguantadora y entrona; con alteños traídos desde
Teocaltiche, revueltos con indios tepehuanes.

1969. México. Instituto indigenista americano. El entrón y el encogido no son


categorías sociales manifiestas, generalmente reconocidas por las gentes del campo de

27
Sonora. Más bien son términos que se usan en la conversación que la gente emplea para
clasificar a los vecinos.

1983. México. Mariano Azuela. La casa de las mil vírgenes. Porque ahí donde
me ve -con esta juventud que traigo a cuestas- yo ya soy bisabuelo, pero un bisabuelo con
agallas, entrón todavía, bueno para la parranda y para el buen trago. Cuando La Casa se
quedó abandonada me tuve que ir a vivir al otro lado de la Alameda, allá en una pocilga
arriba del café de chinos.

1994. México. Hugo Argüelles. Trilogía mestiza. Aurelio: (Ríe). Otonniel: No,
pues no veo claro. En lo bronca y lo valiente, al modo de él…más bien tranquilo, pero
muy entrón.

1999. México. Silvia Molina. Encuentros y reflexiones. Por fin remata con un
carcajada que lo obliga a echar la cabeza hacia atrás mientras mueve las manos con
vehemencia, pues también se expresa con ellas; con ellas adorna la conversación
seductora, sugestiva siempre. Así veo a Hernán cuando pienso en él: alegre, entrón,
inteligente.

2002. México. Luis Sánchez Amaro. Universidad y cambio. Para dar apoyo
solidario a una organización o movimiento le pensaban mucho y eran a veces duros de
convencer, La Camilo Torres por su lado era combativa, miedo organizada, solidaria y
entrona.

2005. México. Gran cancionero mexicano. ―El piporro‖. Era el hombre más
hombre del contorno, Melitón, Melitón, Melitón Rodríguez, y era entrón, era entrón.

2012. México. Carlos Montemayor. Las mujeres del alba. ¿Por qué no se suman
los otros? Yo visitaba a muchos, como a los Martínez y a un muchacho que le decían
Águila Negra, según esto porque era muy entrón. Pero no, no resultaron entrones, porque
nunca se sumaron. Se hacían las juntas en Delicias, enfrente del Reloj.

2013. México. https://www.jornada.com.mx/2013/05/13/opinion/012o1pol El líder


absoluto era Jorge Siegrist Clamont, un muchachón veintiañero, voluminoso, sumamente
carismático, millonario y, algo bien importante, muy entrón.

2015. México. https://www.milenio.com/estados/ideologias-puro-cuento-


partidos-jaime-heliodoro-rodriguez. A Jaime Heliodoro Rodríguez le dicen El bronco.
Fiel a la fama del norteño, se asume como un hombre entrón y al que le gusta hablar de
frente. Después de militar en el PRI, actualmente contiende por la gubernatura de Nuevo

28
León por vía independiente. "Estoy satisfecho con la vida", dice quien por enfrentar a Los
Zetas ha recibido dos atentados y perdido un hijo.

2019. Estados Unidos. https://www.letraslibres.com/mexico/politica/recuerdo-


manuel-clouthierEn el TEC estudió para ingeniero agrónomo y fue condiscípulo de
Rogelio Sada y Gabriel Zaid. A los veintitrés años volvió a su natal Sinaloa para dar
inicio a una trayectoria empresarial formidable, aunque no exenta de tensiones y
conflictos que Maquío, siempre entrón, no rehuía. ¿De dónde extraía su fuerza? De su
familia. Una familia bíblica. Como Jacob, habría querido tener doce hijos, doce tribus. Se
le concedieron once.

 No parece que tenga entrón o entrona mucha complejidad desde el punto de


vista etimológico, pues parece evidente que se trata de un derivado de entrar.
Así, entrón adquiría el sentido literal ‗que entra‘ y, por ende, ‗valiente, audaz‘,
entendido tanto en sentido masculino como en el femenino. Sin embargo, tal y
como veremos más tarde, también en femenino, fruto de la extensión del
término, ha adquirido el significado de ‗que entra a los hombres, es decir,
‗coqueta, accesible‘. Esta última connotación parece muy minoritaria.

Sin embargo, no aparecen muchos ejemplos del vocablo en los distintos


registros, lo cual nos está indicando que tiene un uso muy aislado, aunque
siempre que aparece tiene un carácter eminentemente popular y, además, típico
de las conversaciones cotidianas, es decir, coloquial.

La extensión geográfica del vocablo también es muy clara, pues casi todos los
ejemplos hallados son mexicanos, tal y como podemos dilucidar en los datos
procedentes del Corpus del español, donde nos percatamos de que, además de
en México, nuestro vocablo es utilizado, aunque en un menos grado, en
Centroamérica, Cuba, Paraguay o incluso España, si bien es cierto que su
aparición es más bien anecdótica.

29
Su carácter coloquial y popular hace complicada su aparición en obras literarias;
de hecho, el primer documento donde lo hallamos es en El llano en llamas, en
1953, obra donde se recoge, precisamente, la forma de hablar de la gente de
diferentes estratos y el ámbito del habla cotidiana.

A pesar de que se ha intentado trazar la posible evolución semántica del vocablo,


no aparecen ejemplos a lo largo de ningún diccionario español. Solo aparece el
mismo en diccionarios hispanoamericanos (DAMER) o en los de mexicanismos,
tales como el Diccionario de mexicanismos, de Santamaría, o el DEM, además
de, por supuesto, el DLE:

1989. Diccionario de
mexicanismos, de 2010. DAMER. 2010. DEM
Santamaría.
Animoso, resuelto, adj (Coloq) Tratándose de I.adj (Coloq) Tratándose
acometido. También se una persona, que es de una persona, que es
dice salidor. valiente y atrevida; que se valiente y atrevida; que se
II. Tratándose de anima fácilmente a anima fácilmente a
mujer, accesible, enfrentar el peligro y las enfrentar el peligro y las
coqueta, fácil de situaciones adversas situaciones adversas.
conquistar, que acepta II. Pa, Co. Entrador, que
la solicitación del logra fácilmente entablar
hombre. una conversación.

30
ES. Referido a una
persona, simpática,
agradable por su
locuacidad.

2019. DLE.
Méx. aventado (‖ audaz).
2. adj. Pan. Dicho de una persona: Que fácilmente inicia conversación con las D
EMás.

El primero que recoge la palabra es Santamaría, que lo realiza con la acepción


que nosotros aquí consideramos, aunque también incluye otra: ‗tratándose de
mujer, accesible, coqueta, fácil de conquistar, que acepta la solicitación del
hombre‘. Parece, sin embargo, que la segunda acepción que este considera,
desapareció, tal y como nos indica su ausencia en otros diccionarios como el
DEM o el DAMER. El DEM, sí recoge, en otros países (Panamá y Colombia),
otras acepciones derivadas, como ‗entrador, que logra fácilmente entablar una
conversación‘, algo que también aparece en España con una acepción parecida.
El DLE, también admite esta segunda acepción y la asocia a Panamá.
Como sinónimos, el propio Santamaría recoge salidor, que, con un uso similar al
de entrón, también presenta un uso muy reducido.

5.5. GUANGO

Guango, huango. (del tarasco vangoche). n.des. Mx. Machete de hoja ancha, corta y
encorvado, usual en el sur de Jalisco.

1953. México. Juan Rulfo. El llano en llamas. La luna grande de octubre pegaba
de lleno sobre el corral y mandaba hasta la pared de mi casa la sombra larga de
Remigio. Lo vi que se movía en dirección de un tejocote y que agarraba el guango que yo
siempre tenía recargado allí. Luego vi que regresaba con el guango en la mano.

1987. Agustín Escobar Latapí. Mercedes González de la Rocha.


Cañaverales y Bosques. Con los riegos nace mucho zacate que hay que quitar, es
por eso que, como al mes de haber sembrado, se realiza la «batida», que consiste

31
en quitar el zacate con un azadón o con un guango (machete); a esta labor
también la llaman raspadilla.

1990. México. Dante Medina. Cosas de cualquier familia. En el sembradío, con


sonrisa aconfianzadora pero firme, su azadón a una, un saco de fertilizante a otra,
su guango a orotra, su bomba de mano a otrotra, su pala a orotrotra, su rozadera a
ultimotra. Y, "amos hijitas, trabajen duro para que les lea el cuento nuevo que acabo de
comprar", a limpiar, a fertilizar, a chaponear, a fumigar, a tender el agua, a cortar.

1995. Juan José Arreola. Obras. Este diario del agricultor tiene carácter más bien
técnico, por la precisa y concisa descripción de las labores del campo —limpia del terreno
con guango, machete corto y ancho; deslome, cruce y rayadura de la tierra; siembra,
escardas primera y segunda—; pero termina en estampa costumbrista con la sabrosa
crónica de la fiesta final.

 Lo que más destaca de nuestro vocablo es su homonimia y polisemia, pues se


emplea para designar realidades que son muy diferentes y que, por tanto, han de
ser entendidas no ya en una relación de polisemia, sino de homonimia. La
acepción más común y presente es la que se refiere a ‗cosa holgada o ancha‘; por
extensión, se emplea también para personas ‗flácidas‘; también se emplea la
expresión venirle algo guango a alguien, que significa ‗no darle importancia‘;
sin embargo, el significado que presenta en El llano en llamas es el de ‗especie
de machete‘, típico de México, acepción que nosotros aquí consideramos. Fuera
de México, en cambio, sobre todo en Perú y Ecuador, también se emplea con el
significado de ‗copo de algodón que se emplea para hilar‘. Llega a ser, como
vemos en los distintos corpus, una de las acepciones más empleadas. La
acepción que aparece en Rulfo, además de claramente rural, es hoy en día
moribunda, pues no hallamos ejemplos más allá de finales del siglo XX.

Resulta muy complejo determinar la etimología. Santamaría, en su Diccionario


de mexicanismos, apunta su posible procedencia del tarasco, y en concreto de
vangoche, a través de guangoche.

En cuanto a su extensión geográfica, lo primero que nos muestra la siguiente


tabla, extraída directamente del Corpus del español, es que no son muchos los
ejemplos que aparecen, lo cual nos da cuenta de que es un vocablo moribundo o,

32
en todo caso, en claro desuso. También nos muestra que se emplea mayormente
en Ecuador, con el significado anteriormente citado, Guatemala y México.

En lo que atañe a la distribución diastrática o diafásica del vocablo, hay que


tener en cuenta, obviamente, las distintas acepciones. En cuanto a la mexicana,
que se refiere tanto al ‗objeto holgado‘, la ‗persona flácida‘ o la expresión
fraseológica, parece que presenta un uso claramente popular (esto es, empleado
por las clases bajas) o, en todo caso, circunscrito al ámbito coloquial, tal y como
dos informa el DAMER y como podemos corroborar con los distintos ejemplos.
Parece, en cambio, que la acepción de ‘machete‘ no presenta estratificación ni
estigmatización, aunque sí se inscribe dentro del ámbito rural, agrícola. La
acepción que designa el ‗copo de algodón o lana‘, tal y como establece el
DAMER y como podemos comprobar con los ejemplos, es también
eminentemente rural.

Los distintos significados que nosotros aquí contemplamos son los presentes en
la actualidad. Sin embargo, resulta muy importante revisar las distintas obras
lexicográficas para tratar de esbozar la evolución diacrónica de nuestro vocablo,
tal y como hacemos en la siguiente tabla:

33
1853. Domínguez 1895. Zerolo. 1917. Alemany
Mamífero pequeño en Racimo de plátano. Peinado de las indias
Chile. II. Mamífero ecuatorianas, que
cuadrúpedo en Chile consiste en una sola
trenza fajada
estrechamente y que cae
por la espalda.
II. En Colombia, racimo
de plátanos.

1989. Diccionario de
1918. Rodríguez. 1927. RAE. mexicanismos de
Santamaría.

En Colombia, racimo de Sal. Cobertizo largo y Ancho, flojo, holgado,


plátanos. estrecho con la cosa amplia que no
II. Cuadrúpedo roedor. techumbre a dos aguas. estrecha ni aprieta.
III. Trenza de pelo de las II. Nombre que se le da
indias. al conocido árbol de la
lluvia.
Venir o quedarle a uno
gualgo algo.

34
2010. DAMER. DEM. 2010 DLE.2019
Pe. Copo de algodón o de Que queda flojo u holgado; Sal. Cobertizo largo y e
lana que se coloca en la rueca que no se ajusta strecho con la techumbr
para ser hilado. rur. adecuadamente. e a dos aguas.
Ec. huango, trenza, ristra. pop II. Venirle algo guango a Guango.
+ cult → espon. alguien No importarle ni Méx. holgado (‖ anch
PR. samán, árbol. afectarle. o).
Guango. Machete de hoja
Guango. Mx, Gu, ES. Referido ancha, corta y encorvada
a cosa, holgada, ancha. pop +
cult → espon.
Mx. Referido a persona,
flácida. pop + cult → espon.
Mx. Referido a persona, poco
animosa. pop + cult → espon.
Gu. Referido a cosa, floja,
débil, sin rigidez. pop + cult →
espon.
RD. Referido a persona, tonta.

1913-1933 1933. Quirarte.


Méx. Ancho, holgado. || Venir o estar Quirarte.
guango. Méx. Serle cosa Adjetivo que equivale a flojo.
insignificante o de poco aprecio. Mexicanismo, Úsanlo todas las gentes.

Resulta muy complicado extraer conclusiones, pues no se registra una línea clara de
evolución. Ya entre 1913 y 1933 se recogen parte de las acepciones actuales. En 1918
ya aparece la acepción ‗trenza del pelo‘, que contempla el DAMER. En 1927, además,
es recogida por la Academia con el significado de ‗cobertizo‘ y con la marca diatópica
en Salamanca, mantenida en la actualidad por el DLE. En 1989 es recogida por
Santamaría en su Diccionario de mexicanismos, donde admite tres acepciones: ‗ancho,
holgado‘; ‗tipo de árbol‘ y ‗venir o quedarle a uno guango algo’; en la actualidad, en
cambio, se recogen otras acepciones, además de esas, que vienen a completar las de
1913.

35
5.6. JETA

Jeta. (del aragonés xeta). f. pop. Desp. Gu, Ho, Mx, Ni, CR, Pa, Co, Ve, Ec, Pe, Bo,
Ch.. Boca, hocico.

1896. Costa Rica. Magón, Un almuerzo campestre.Llos ojos se escondían


entre profundas cuevas, lo que le daba un semblante cadavérico como de chiricano con
tercianas y la jeta inferior colgaba con aire despreciativo; era gacho de la oreja izquierda
y tenía una nube opalina en el ojo del mismo lado.

1928. Colombia. Tomás Carrasquilla. La marquesa de Yolombó. —


Vete a tus oficios y cállate esa jeta, que estás hasta vergonzosa

1951. México. Los signos del Zodíaco. Drama en tres actos. Lalo (A Rosa.) No te
pongas contra mí. Yo tengo razón/ Estela: Vendrá borracho./Lalo Borracho de
trancazos. (A María.): Mira, con estas manos le reventé la jeta a tu Cecilio./María No
tenías derecho.../Lalo ¡Ve a verlo!/Rosa ¿Sigues entonces con ese joven,
María?/María Este... ¡Déjenme, déjenme!

1953. México. Juan Rulfo. El llano en llamas. Nosotros paramos la jeta para
decir que el llano no lo queríamos. Que queríamos lo que estaba junto al río. Del río para
allá, por las vegas, donde están esos árboles llamados casuarinas y las paraneras y la tierra
buena

1988. Colombia. El héroe de la familia. Héctor Sánchez. Santacruz se mordió un


momento la punta de la lengua, forzó una mueca y sacudiendo nerviosamente la cabeza
masculló: "Por eso es que siempre te están dando en la jeta", lo dijo sin que viniera a
cuento, pero ya luego rectificó: "

1993. Guatemala. Marco Antonio Flores. La siguamonta. La Toty, con


la jeta callada, lo traspasaba con una mirada llena de santa ira cuando regresaba, más
silencioso que nunca, a desayunar. Hasta que un buen día estalló: somató, con un
crucifijo de metal.

1993. México. Jenny E. Hayen. Con las aletas de la nariz negroide dilatadas, daba
la impresión de que sus apretados chinos fuesen resortes erizándose. Al vociferar tan
enojada y tan de prisa, su gran jeta vibraba como belfos de buldog.

36
2000. Vargas Llosa. La fiesta del chivo.
Dos siluetas, una en cada ventana, se pararon juntoa las vidrieras y se quedaron vigilando
la llanura con desorbitados ojazos artificiales: nadando cada una en el cristal de su redom
a, acercaron sus narices y sus jetas al vidrio para contemplar el paisaje malvado.

2019. Colombia. https://www.pulzo.com/opinion/pensamientos-nino-interior-es-


petardo-PP683810Estamos hablando de un impertinente que siempre busca sabotear las
conversaciones, incluso las que merecen toda la seriedad del caso. Es un problema
mayúsculo (mayúsculo ―este‖. Jejeje… Ah, ya cállese la jeta, hombre).

 La etimología de jeta ha sido y sigue siendo aun hoy muy discutida. El DLE
considera que se trata de un arabismo (khatm), que poseía el mismo significado
que hoy se aprecia en algunas zonas de América como México o Centroamérica.
Sin embargo, Federico Corriente (1999) no mantiene esta etimología por una
serie de razones fonéticas (considera imposible el timbre palatal /e/ procedente
de una /a/ árabe que se encuentra en un entorno velar e inusual e improbable por
anácrónica la evolución del fonema fricativo sordo uvular del árabe hacia el
fricativo sordo pospalatal español) y aduce otras como que la antigua grafía xeta
se pone en relación con seta ‗hongo‘. Así, en este último sentido, el DCECH
apunta lo siguiente:

Xeta o jeta ‗hocico‘ tiene que ser el punto de partida del arag. jeta ‗espita,
grifo‘, alto-aragónés y aragonés-oriental ajeta y murciano jeta. Es conocida
la costumbre de hacer salir el agua de las fuentes y pilas por la boca de un
monstruo u otra figura bestial o humana […]. En cuanto al cat. Aixeta ‗grifo‘
pallarés xeta ‗grifo‘, ¿será supervivencia de un catalanismo xeta ‗hongo,
jeta‘, hoy desaparecido, o habrá que mirarlo como préstamos castellano? Sin
duda, es voz ya antigua, pues es uso absolutamente general en el dialecto
oriental y no pudo entrar después del cambio cast-arag..

También el diccionario de 1787, de Terreros y Pando, al que podemos acceder


mediante el NTLLE, nos apunta lo siguiente:

37
Resulta muy complejo determinar la distribución geográfica del vocablo jeta,
pues se emplea con diferentes acepciones en diferentes zonas. De hecho,
actualmente en el español de España se emplea con el significado de ‗cara dura,
desfachatez‘. Aun así, la extensión general de la palabra, cualquiera que sea su
acepción, es la siguiente, tal y como nos apunta el Corpus del español:

El empleo de jeta es más o menos generalizado en toda América, a excepción de


Puerto Rico. Destaca su uso en Colombia, Venezuela, mayormente, aunque
también en Centroamérica, España o Argentina. Sin embargo, mayormente, el
significado de esta acepción es el de ‗boca y hocico‘, pues el referido a ‗cara de
mal humor‘ se da exclusivamente en México, si bien es muy minoritario,
popular o incluso despectivo, tal y como nos apuntan tanto el DAMER como el
DEM. Hay, además, una tercera acepción, ‗echarse una siesta‘, muy minoritaria,
típicamente mexicana y con un carácter vulgar.

Tal y como hemos apuntado en la etimología, nuestro vocablo comenzó a


designar la ‗boca u hocico‘, algo que se puede atisbar en el ejemplo de Costa
Rica que nosotros aquí consideramos y que data de finales del XIX; después,
pasaría a designar, por extensión, la ‗cara‘ o incluso la ‗cara de mal humor‘. Sin
embargo, para ver la evolución a través del tiempo resulta de gran relevancia

38
dibujar el cambio semántico del término a largo de las diferentes obras
lexicográficas desde un punto de vista diacrónico:

1787. Terreros y pando. 1837. RAE. 1855. Gaspar y Roig.


Jeta. Labios que sobresalen Los labios gruesos y Los labios gruesos y
mucho con su dobladillo a abultados. abultados.
modo de seta u hongo; y se dice II. Ar. Espita. II. El hocico del puerco.
así porque antes escribían en III. Estar con tanta jeta. III. Estar con tanta jeta.
cast. Xeta por seta; y como esto Mostrar en el semblante Mostrar en el semblante
es tan equívoco, por la planta, enojo, disgusto o mal enojo, disgusto o mal
se escribe seta, y por los labios humor. humor.
dichos jeta, desamparando la x
en uno y otro sentido.

1869. RAE. 1869. Domínguez. 1884. RAE.


Los labios gruesos y abultados. El carboncillo que se RAE.
II. Ar. Espita. forma en el pábilo de la (¿De seta, hongo, por la
III. Estar con tanta jeta. luz. forma?
Mostrar en el semblante enojo, II. El hocico del puerco. Boca saliente por su
disgusto o mal humor. configuración o por tener
labios muy abultados.
II. fam. Cara.
III. Hocico del cerdo.
IV. Estar con tanta jeta.
Mostrar en el semblante
enojo, disgusto o mal
humor.

1895. Zerolo. 1899. RAE. 1917. Alemany y Bolufer.


Boca saliente por su Del árabe jetm, hocico. Del árabe jetam, hocico).
configuración o por tener Boca saliente por su Boca saliente por su
labios muy abultados. configuración o por tener configuración.
II. fam. Cara. labios muy abultados. II.fam. Cara.
III. Hocico del cerdo. II. fam. Cara. III. Hocico del cerdo.
IV. Espita. III. Hocico del cerdo. IV. Argentina. Espita.
V. Estar uno con tanta jeta. IV. Espita.
Mostrar en el semblante V. Estar uno con tanta jeta.
enojo, disgusto o mal Mostrar en el semblante

39
humor. enojo, disgusto o mal
humor.

1927. RAE. 1936. RAE. 1984.RAE.


Boca saliente por su Boca saliente por su Boca saliente por su
configuración o por tener configuración o por tener configuración o por tener
labios muy abultados. labios muy abultados. labios muy abultados.
II. fam. Cara. II. fam. Cara. II. fam. Cara.
III. Hocico del cerdo. III. Hocico del cerdo. III. Hocico del cerdo.
IV. Grifo de una cañería. IV. Grifo de una cañería. IV. Grifo de una cañería.
V. Espita. V. Espita. V. Espita.
VI. Estar uno con tanta VI. Fresco, desvergonzado.
jeta. Mostrar en el VII. VI. Estar uno con
semblante enojo, disgusto tanta jeta. Mostrar en el
o mal humor. semblante enojo, disgusto
Jeta, And. Seta. o mal humor.

Jeta, And. Seta.

1983. Diccionario de 1996. Diccionario del


mexicanismos de 1992. RAE. español usual en México.
Santamaría
Saliente, desviación o Pop. Cara, en especial la
prolongación de una cosa Boca saliente por su nariz y la boca.
en donde debiera ser recta configuración o por tener II. Cara de enojo o de mal
o donde debiera formar labios muy abultados. humor.
ángulo recto. II. fam. Cara. III. Labio.
III. Hocico del cerdo. IV. Echar una jeta. Dormir
IV. Grifo de una cañería. un poco.
V. Espita.
VI. VI. Estar uno con tanta
jeta. Mostrar en el
semblante enojo, disgusto
o mal humor.
Jeta, And. Seta.

2001. RAE. 2010. DAMER. 2010. DEM.

40
Boca saliente por su f. Gu, Ho, ES, Ni, CR, Pa, C Cara, en especial la
configuración o por tener los Ve, Ec, Pe, Bo; Ch, vulg. nariz y la boca.
labios muy abultados. Boca, hocico. pop ^ desp. II. Cara de enojo o de
2. f. Hocico del cerdo. II. Mx, Ar. Cara de enojo o mal humor.
3. f. Grifo de una cañería, de mal humor. III. En Guanajuato,
caldera, etc. III. Méx. Siesta. Vulg. labio.
4. f. coloq. Cara humana. IV. Echar(se) una
5. f. coloq. Desfachatez. Tien jeta Dormir un poco,
es mucha jeta. echarse un sueño.
6. f. Ar. Espita de la cuba u
otra vasija.
7. f. despect. Am.
Cen., Col., Méx. y Ur. Boca,
hocico.
8. com. coloq. caradura Eres
un jeta.
estar alguien con tanta ~.
1. loc. verb. coloq. Mostrar en
el semblante enojo, disgusto o
mal humor.

Como vemos, se trata nuestro vocablo de un término que ha designado múltiples


conceptos a lo largo del tiempo. Además del diccionario de 1787, la base de
todos las acepciones se sitúan en el diccionario de 1837, donde se emplea jeta
con el significado de ‗labios gruesos‘, algo que se mantendrá en la actualidad en
España aunque ligeramente modificada en América, pues pasará a designar la
‗boca o nariz‘ (probablemente, este cambio quizás se deba a la acepción que
aparece en 1855, ‗hocico del cerdo). También en este aparece la designación que
se emplea en México, estar con tanta jeta ‗mostrar enojo, disgusto‘. Como
segunda acepción, el diccionario de 1837 mantiene también la de ‗espita‘,
recuperando así el sentido etimológico del que hablaba Corominas.

En 1884, la Academia introducirá la acepción de ‗cara‘ y, además, incluirá la


etimología de jeta, que vincula a seta. De hecho, en 1936, la Academia recoge
jeta como con el significado de ‗seta‘. En 1984, la Academia recoge uno de los
significados que se mantiene en la actualidad: ‗fresco o desvergonzado‘. Los
diccionarios de mexicanismos o incluso los de léxico hispanoamericano recogen

41
tres acepciones principales: así, el Diccionario del español usual en México, el
DAMER y el DEM recogen: ‗boca, hocico‘, ‗mal humor‘, que es el típicamente
mexicano, o ‗siesta‘. Esta última acepción hay que entenderla en un sentido
similar al de la locución echarse una cabezada, que se registra en el sentido
figurado de ‗apoyar la cabeza‘ o, en caso de América, ‗el hocico, la boca o la
nariz‘.

Jeta, además, es componente de varias locuciones o colocaciones. Así, tal y


como vemos en el corpus Sketch Engine, es frecuente asomar la jeta (en el
sentido de ‗aparecer‘), callar la jeta, partir(le) la jeta o parar la jeta, como
aparece en Rulfo, cuyo significado es ‗rebelarse‘.

5.7. LAMBISCÓN, -A

Lambiscón, -a. (del lat. der. de LAMBER ‗comer‘). adj. vulg.


Mx, Gu, Ho, ES, Ni, Pa, RD; Co, Ec, Pe, Bo. Persona excesivamente aduladora, servil
que, normalmente, tiene la intención de conseguir favores.

1937. México Magdaleno M. Resplandor. ¡Viva Doña Carmelita! – Gritaban los


más lambiscones, que eran todos los de la tertulia.

1950. Guatemala. Blanca de Mora y Araujo. «Carta de 3-IV-1950». (Cartas de


amor entre Miguel Ángel Asturias y Blanca de Mora y Araujo.
Yo estuve lambiscona, pero no excesiva, salvo cuando de Arévalo se trataba que me sale
fácil y espontáneo, le tengo tanta simpatía y afecto. Monsanto me pareció inteligente y co
n una facilidad de palabra formidable, un poco ególatra.

1953. México. Rulfo. El llano en llamas. Y la gente aquella que parecía no tener
llenadero. Sólo me fijé que el gobernador no se movía de su sitio; que no estiraba ni la
mano, sino que sólo se comía y bebía lo que le arrimaban; pero la bola de lambiscones se
desvivía por tenerle la mesa tan llena que hasta ya no cabía ni el salero que él tenía en la
mano y que cuando lo desocupaba se lo metía en la bolsa de la camisa.

1992. México. Héctor Aguilar. Historias conversadas. Llegué al hotel y le


expliqué a mi reinita que no íbamos a poder salir al paseo que le habría prometido. ―Por
lambiscón‖, me dijo otra vez. ―Castigado por lambiscón ―. Pensé que había violado
varios de los mandamientos no escritos de la vagancia militar. ¿Ya sabe usted cuáles son
esos mandamientos no escritos de la vagancia militar?

42
1996. Perú. Caretas. 03/10/1996. […] oportunidad de arrastrarse a los pies de El
Tausí Astrigente como la que tuvo con la votación para la interpelación, y va a terminar
confundido con una hebra de la alfombra, hija, porque encima de feo, lambiscón y
malhablado, pucha, es un huatatiro de un metro veinte y cuarenta kilos de eso..

2002. Guatemala. Edwin Mejía Palma. El aula. Novela de denuncia y de protesta.


Jodidos estamos con estos gobiernos terciaba el telegrafista del lugar, un señor ya de edad
, con ideas revolucionarias-. Bien exigentes son con todos nosotros
pero, en cambio, con los gringos, son re lambiscones, hasta se les cae la baba por servirle

2004. México. Luis Castañeda. Al principio, este puede estar muy complacido
con el ejecutivo adulador, porque lo hace sentir importante, ero en esta época de alta
competitividad en el mundo de los negocios, lo que cuentan son los resultados, así que si
el lambiscón no es productivo, terminará siendo despedido o, en el mejor de los casos,
relegado..

2008. México. «Carlos Fuentes y el pan nuestro de cada día: infelicidad,


infidelidad e infamia en Todas las familias felices». El menor y próspero don Luis ha
llegado a la cima a costar de ser lambiscón y por deshacerse de las personas como si
fueran basura. La discordia entre ambos es irreconciliable; queda el rico en su riqueza y el
pobre vuelve a su pobreza.

2011. Colombia. Blog. Esteban Farfán.. Nuestros jóvenes se han convencido que
la única forma de acceder a puestos importantes en la administración pública en el Chaco
es ser hijo del concejal, consorte, pariente o amigo de alguna autoridad. Si usted no
cumple esta condición esta jodido. La otra forma es ser adulón, cortesano, zalamero,
lambiscón, y sobre todo serviles..

 Se trata lambiscón de un derivado de lambiscar —que el DLE define como


‗lamer con prisa y ansia—‘ y, por ende, de lamber ‗lamer‘, cuya forma
evolucionada y patrimonial, lamer, Corominas la atestigua por primera vez en el
Libro de Alexandre. El vocablo del que deriva nuestra palabra, con el grupo cuto
–mb-, sin embargo, como apunta el mismo, es un leonesismo que se exportó a
América. No es extraño, por otro lado, que este vocablo o algunas variantes
procedentes de lamber (como lambusón) fueran comunes en Andalucía, fruto de
las repoblaciones, lo cual explicaría su exportación a América. Resulta muy
complejo determinar cuál fue la primera aparición documentos escritos en
América, pues se trata de un vocablo coloquial o incluso vulgar.

43
El empleo diatópico de este adjetivo, si bien es cierto que el DAMER lo
encuadra en un amplio territorio que abarca
México, Guatemala, Honduras, España, Nicaragua, Panamá, República
Dominicana, Colombia, Ecuador, Perú y Bolivia, parece ser, tal y como vemos
por los ejemplos y por su presencia en el Corpus del español, hoy se emplea más
en Centroamérica (sobre todo Guatemala, El Salvador, Honduras y Nicaragua),
México, Perú y, sobre todo, Bolivia , tal y como se contempla en este mapa
extraído a partir de los datos que nos ofrece dicho corpus:

Si bien es cierto que está bastante extendido desde un punto de vista diatópico,
no ocurre lo mismo desde el punto de vista diastrático o diafásico, pues se suele
considerar un vocablo de uso popular o incluso vulgar, aunque también puede
emplearse en registros cultos espontáneos, es decir, de un modo coloquial. tal y
como aparece en el DAMER y en los ejemplos comentados.

El significado de lambiscón no ha cambiado sustancialmente a lo largo del


tiempo; así lo vemos en los siguientes ejemplos de los diccionarios o léxicos que
aparecen en América, muchos de ellos extraídos del Fichero General. Sin

44
embargo, sí nos sirve su aparición en distintos lugares para corroborar la
extensión anteriormente descrita:

1943. Malaret. 1964. Panameñismos, 1966. DAMER de Morínigo


de Isaza Caderón
‗Adulador‘. JGMO. Adj.despect. Adulador || Lambiscón, na. Adj. Méx. Y
También en la ciudad de servil Perú. Goloso, lameplatos. ||
Méx. y en algunos adulador
estados. En Motelia,
Michoacán, aplícase al
muchacho que se come
las golosinas. En el
mismo sentido, el verbo.
(En Santander, España,
lamerón).

1983. 1990. Diccionario de


Colombianismos. peruanismos. 1992. RAE.
Alario de Filippo
Lambiscón, na. (de lambiscar y, a su vez, Lambiscón, na. Adj.Méj.
Adj. Col. Adulador de lamber). Fig. Sujeto Adulador.
discreto. excesivamente obsequioso
y adulador.

1993. Diccionario de Colombia 2010. DAMER


m/f. E- coloquial desp poc us. Perosna sust/adj. Mx, Gu, Ho, ES, Ni, Pa,
aduladora y servil [lameculos, pelotillero; E, RD; Co, Ec, Pe, Bo:O. desp.
Col+: adulón; Col: V. Lambón]. ||colq desp Persona aduladora, servil. pop +
Persona que acusa o delata [E: acusica; E, cult → espon.
Col+: chivato, soplón; Col: V. sapo]. |2. Adj
E- desp poc us Que adula servilmente a sus
superiores [E: lameculos, pelotillero; E,
Col+: adulón; Col: V. lambón].

Las concordancias halladas tanto en corpus como en diccionarios o léxicos nos


revelan que es un vocablo de uso actual, ya que el primer ejemplo que
encontramos data de 1937, a pesar de que su origen, como hemos comentado, es
mucho más antiguo. Aunque es una palabra relativamente extendida, no es la
única que se utiliza para designar al mismo concepto. Así, en España se emplean

45
términos como lameculos, pelota, pelotillero, huelepedos, comepollas, pero en
América también se emplean otros, muchos con la misma raíz, como
lameplatos, también predominante en México en el mismo contexto o incluso
aparece con la variante lambeplatos; lambioche o lambiche, utilizado también en
México; o incluso lambón, lambeta o adulón, más empleado en Colombia,
Panamá, Puerto Rico, República Dominicana o Ecuador.

5.8. MITOTE

Mitote (del náhuatl mitotl y este de mitotiqui, ‗danzante‘). n. pop. Mx. Aglomeración
de personas en la que hay mucho alboroto, desorden y peleas, jaleo.

1916. México. Mariano Azuela. Los de abajo. ¿Y por qué no le metiste el plomo
mejor en la mera chapa?/ - ¡Quién sabe qué mitote trai! ¡Quesque quere hablar con
Demetrio, qué tiene que icirle, quén sabe cuánto!... Pero eso no le hace, pa todo hay
tiempo como no arrebaten -respondió Pancracio, preparando su fusil

1927. España. Valle- Inclán. Tirano Banderas. - ¿Se han cumplimentado


fielmente mis instrucciones?/ - Tal creo.../ - La propaganda de ideales políticos, siempre
que se realice dentro de las leyes, es un derecho ciudadano y merece todos los respetos
del Gobierno. El Tirano torcía la boca con gesto maligno. El Jefe de Policía, Coronel-
Licenciado López de Salamanca, atendía con burlón desenfado: /- Mi General, en caso
de mitote , ¿habrá que suspender el acto

1955. México. Juan Rulfo. Pedro Páramo.. Quítales tantito de lo que tienen. ¿O
acaso creen que tú eres tu pilmama y que estás para cuidarles sus intereses? No,
Damasio. Hazles ver que no andas jugando ni divirtiéndote. Dales un pegue y ya verás
cómo sales con centavos de este mitote.

1987. México. Carlos Fuentes. Cristóbal Nonato. Ángel.- Te digo que hay que
calmar a ese chamaco. A veces va demasiado lejos/ Ángeles.- Advertido por el mitote,
Homero sale desnudo del sauna, poniéndose su guayabera en el instante en que el
Huérfano vence la resistencia del dudoso Tomasito vencido, a su vez, por una aberrante
fidelidad...

1995. México. Felipe Victoria. La casta divina. Historia de una


narcodedocracia. Novela sobre la impunidad presidencial. ¡Eso no saldrá en el informe,
por supuesto!, allá afuera están los de las organizaciones de derechos humanos

46
haciendo mitote. ¿Ya se asomó a la plaza de armas a ver el plantón?/ - ¿Les echamos los
tanques blindados y cañonazos de agua?

1999. México. Eladia González. Quién como Dios. Daría yo algo por ver la cara
de mi mamá si me oyera orita. Hubieras visto ora en San Miguel el mitote que nos armó
por la forma de hablar de Emeterio, tanto que tuvimos que irnos antes de lo planeado.

2017. México. http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/otra-del-frente-


mitotero.html La semana pasada vivimos otro mitote. Al parecer el Frente opositor
carece de definiciones políticas fuera de organizar piras para quemar a algún priista o a
alguien sospechoso de priismo .

 Como ya hemos comentado, se trata nuestro vocablo de un nahuatlismo, pues


procede de mitotl y este de mitotiqui, ‗danzante‘. La importancia de la
etimología es fundamental, pues en un primer momento sirvió para designar
la ‗ceremonia religiosa en la que los indios se vestían vistosamente, formaban
un corro y tomaban un brebaje hasta que se embriagaban‘ típica de algunos
pueblos, como la de las aztecas, manteniendo por tanto el sentido
etimológico; esta acepción se mantiene actualmente en el DEM y en el
DAMER. Posteriormente, pasó a designar ‗cualquier tipo de fiesta‘ y,
finalmente, para definir una gran ‗algarabía o tumulto de gente‘, acepción
presente en la obra de Rulfo.

Tal y como podemos corroborar por su presencia en el DAMER y en otros


diccionarios como el de Santamaría o el DEM, podemos constatar que se trata de
un mexicanismo. Este gráfico, cuyos datos proceden del Corpus del español,
constituye otra prueba de ello:

47
También parece, tal y como se aprecia por los ejemplos y por las etiquetas en los
distintos diccionarios, que se trata de un vocablo asociado a ámbitos coloquiales
y populares.

Como ya hemos comentado, resulta muy interesante la evolución semántica de


este término, así que veremos la evolución a lo largo de las obras lexicográficas:

1734. RAE. 1869. RAE. 1869. Domínguez


Especie de baile o danza I.Especie de baile o I.Baile o fiesta casera.
que usaban los indios… danza que usaban los II. Pendencia.
indios…|| Prov. De III. Bullanga, alboroto.
América. Melindre,
aspaviento.

1983. Diccionario de
1884. RAE. mexicanismos de 1992. RAE.
Santamaría.
I.Especie de baile o I.Especie de baile o I.Especie de baile o
danza que usaban los danza que usaban los danza que usaban los
indios… indios… indios…
II.Fiesta casera. II.Fiesta casera. II.Amer.Fiesta casera.
III. Fig. Melindre, III. Fig. Melindre, III. Amér. Melindre,
aspaviento. aspaviento. aspaviento.
IV. Fig. Bulla, IV. Fig. Bulla, IV. Méx. Bulla,
pendencia, alboroto. pendencia, alboroto. pendencia, alboroto.

1996. Diccionario del


español usual en 2010. DAMER 2010. DEM
México.

48
I.Fiesta muy alegre y DAMER. Fiesta muy alegre y ruidosa.
ruidosa. Mx. Bulla, II .Reunión de personas en la que
II. Reunión de pendencia, hay mucho alboroto, desorden y
personas en las que alboroto. peleas.
hay mucho alboroto, III. Ceremonia religiosa del ciclo
desorden y peleas. agrícola, que realizan desde la
III. Ceremonia antigüedad varias culturas indias
religiosa. mexicanas, como los nahuas, los
coras, tepehuanes y huicholes, que
se caracteriza por una danza en la
que, hombres al centro y mujeres al
exterior forman dos círculos en
torno al fuego y, ataviados con
flores y sonajas en los pies, giran en
sentido contrario al de las
manecillas del reloj, mientras beben
tesgüino, para invocar a las
deidades o a los santos que
benefician la siembra, la cosecha,
etcétera.

2019. DLE.
I.Cierta danza indígena, en la que sus integrantes, asidos de las manos, formaban un gra
n corro, en medio del cual ponían una bandera, y junto aella una vasija con bebida, de la
que, mientras hacían sus mudanzas al sonde un tamboril, bebían hasta que se embriaga
ban.
II.Guat. y Méx. Melindre, aspaviento.
III. Méx. Fiesta casera.
IV.Méx. Bulla, pendencia, alboroto

Ya la RAE, como se aprecia en la tabla, recoge el significado de ‗fiesta


indígena‘ en el año 1734. El primer ejemplo, sin embargo, data de 1535, en
concreto, de Oviedo. No será hasta 1869, en cambio, cuando recoge una segunda
acepción: ‗melindre, aspaviento‘. En ese mismo año, Rodríguez recoge las tres
acepciones que conservamos en la actualidad: ‗baile o fiesta casera‘, ‘pendencia‘
y ‗bullanga, alboroto‘. Estas tres definiciones serán ratificadas por la RAE en
1884, aunque recoge además el significado figurativo de ‗melindre o

49
aspaviento‘. Aun en 1983, Santamaría seguiría recogiendo estas definiciones en
su Diccionario de mexicanismos. En el Diccionario del español usual de
México, se recogen tan solo tres definiciones y las cambia de orden, lo cual es un
firme indicador de uso; así sitúa en primer lugar ‗fiesta muy alegre‘, siguiendo
por la ‗reunión de personas en las que hay mucho alboroto‘ y finalizando con la
primigenia ceremonia náhuatl. El DAMER, en cambio, solo recoge ‗bulla,
pendencia o alboroto‘.

Lo que sí está claro, tal y como nos lo muestran los ejemplos, es que el término
que definía la primitiva fiesta indígena se emplea raramente o, si se emplea, es
para referirse a la misma como un aspecto etnográfico, histórico o cultural. En
este sentido, no deja de ser curiosa la apreciación que hace Amador Ríos en
1855 y que recuperamos del Fichero General:

En cambio, se vislumbra una pugna entre las dos restantes —dejando de lado la
definición figurativa de ‗melindre‘, que no es recogida por los diccionarios de
mexicanismos—.

Existen, por otro lado, muchos derivados de este vocablo; así hallamos mitotear
(‗hacer mitotes‘, ‗liar follón‘), mitotero (‗que hace mitotes‘), etc. También hay,
tal y como vemos en algunas fichas del citado Fichero General, otros términos
menos dialectales y más pegados al habla estándar, como es el caso de pitote o
chisme.

50
5.9. PAJUELAZO

Pajuelazo, pajuelaso. (der. de pajuela). m. rur. Mx. Golpe, reatazo, rebencazo o


zurriagazo.

1955. México. Rulfo. Pedro Páramo. Y dio un pajuelazo contra los burros, sin
necesidad, ya que los burros iban mucho más adelante de nosotros, encarrerados por la
bajada. Sentí el retrato de mi madre guardado en la bolsa de la camisa, calentándome el
corazón, como si ella también sudara.

1995. México. Alfredo Montaño Hurtado. Andanzas del indio Vicente Alonso.
¡No me pegues! ¡Soy gente de Alonso! grita Lino. Pero, tarde. El pajuelazo sobre su hom
bro es tan cruel que lo doblega. Sin embargo, el agresor coge a Lino por un brazo y lo
sube en la bestia a nancas. Huye al lado de ellos.

1999. México. Sylvia Aguilar. Encuentro de narradores. Los puños se le habían


pegado al cuerpo a Domingo y a cada pajuelazo se estremecía todo. Las lágrimas le
brotaban a chorro.

2005. México. Luis G. Inclán. Astucia, 276. ¿Gracias, amigo!, tenga por su
noticia.-Y le dió, un soberbio pajuelazo, que le tiró a la cara.

2007. México. Más que palabras. Y dio un pajuelazo contra los burros, sin
necesidad, ya que los burros iban mucho más delante de nosotros, encarreados por la
bajada. Sentí el retrato de mi madre guardado en la bolsa de la camisa, calentándome el
corazón, como si ella también sudara.

 Se trata pajuelazo de un derivado de pajuela, que Santamaría define como


‗rabiza o punta de cordel entretejido del látigo que usan principalmente los
arrieros y mayorales‘, de modo que pajuelazo sería el ‗golpe dado con la
pajuela‘; hablamos, por tanto, de un derivado de paja, del latín PALEAM, tal
y como determina Corominas. Pajuela, en un primer momento, servía para
designar, como vemos en el CORDE, a los hilachos sueltos (que se parecían a
la paja) y después pasó en América a designar a la punta del látigo.

Los ejemplos anteriores muestran que se trata claramente de un mexicanismo,


avalado también por su aparición en otras obras como la de Santamaría o en el
propio DAMER. Sin embargo, hoy en día tiene un uso casi anecdótico, pues
apenas hallamos ejemplos en el Corpus del español:

51
Al igual que también parece claro su uso popular o incluso vulgar, o bien con un
uso coloquial por parte de hablantes cultos. A pesar del origen del vocablo, ha
sido objeto de diferentes acepciones, algunas de las cuales ya desaparecidas en
la actualidad, tal y como vemos con su aparición en las distintas obras
lexicográficas:

1942. Diccionario de
mexicanismos. Francisco J. 1953. Vocabulario de Texas. 1983. Diccionario de
Santamaría. mexicanismos
m. Vulgarmente, en Méjico, Cerda- Cabaza- Frías. Francisco J. Santamaría. m.
latigazo, zurriagazo, Latigazo, azote. || 2. Golpe Reatazo, azotazo, rebencazo,
rebencazo; golpe, azote, dado que se recibe por una caída. || zurriagazo. 2. Por extensión,
con el zurriago o cualquiera 3. Con el primer significado disparo de arma de fuego,
otra cosa usada a manera de en Méjico. (América, III, tiro. 3. Trago de cualquier
látigo. 339.). licor fuerte.

2010. DAMER. 2010. DEM


Pajuelazo. M. ES; Mx. p.u. Trago de licor. I.Golpe dado con un fuete o una reata.
II. Trago rápido de aguardiente.

El empleo de la palabra, como vemos, es bastante actual, pues el primer


documento en que aparece es, precisamente, la obra de Juan Rulfo, si bien es
cierto que ya aparece definido por Santamaría en 1942. El término del que

52
deriva, en cambio, pajuela, ya aparece, como vemos en el CORDE, en 1492 para
designar a ‗alguna astilla suelta‘, como hemos desarrollado más arriba.

Lo que sí se aprecia en la misma es una clara evolución semántica, pues en la


tabla anterior se nos muestra que, en un primer momento, sirvió para designar a
la acción de ‗dar un golpe con la pajuela o el látigo‘, ya empleado en un ámbito
vulgar; para pasar a designar a mediados del siglo XX, aun manteniendo su
significado primigenio, ‗cualquier golpe‘. Ya Santamaría, en su cuarta edición,
obvia el sentido originario para englobar cualquier golpe, pero también añade
dos más acepciones por extensión: ‗disparo con arma de fuego‘ y ‗trago de
cualquier licor fuerte‘. Será, para acabar, el DAMER, el que nos indique que es
esta última acepción la única existente en la actualidad, si bien es cierto que con
un uso muy reducido. El DEM, en cambio, también incluye como primera
acepción ‗golpe dado con un fuete o una reata‘. Curiosamente, también esta obra
recoge su uso en España.

5.10. PIRUJA

Piruja.(de Pirú). f. pop. Mx, Cu, Ar, Ur, Ni, Salv. Prostituta y, por extensión, golfa,
desenvuelta, que se acuesta con muchos hombres.

1828 – 1870. España. Bretón de los Herreros. Poesías. No ha de arañarle el


entrecejo adusto?/ ¿No, que verá tranquila que derroche/ Su hacienda en un burdel/ y á
una piruja querrá ceder el heredado coche!/¡Y tú la llamas deslenguada y bruja/Porque
charla, y/ te aturde y desespera!/Hace bien en charlar; que no es cartuja.

1880. Ecuador. Juan Montalvo. Las catilinarias. Anoche le hemos dado un


trasquilón al Mudo, bebiendo más de media bodega. ¿Le hicieron bailar? No había
señoritas quienes alentasen; mas yo tengo vistas por ahí 6 u 8 pirujas que le hagan volver
al regosto del arrayán, que es su delicia.

1892. España. Juan Valera. «Carta de 3 de agosto de 1892». […]


tiempo delicioso, ni calor ni frío. La temperatura no mueve a veranear; la moda es quien
mueve. Madrid va quedando, o ha quedado ya, huérfano de highlife. Mañana se largará la
Gran Piruja, viuda de Varios,
y apenas tendré yo después donde ir de tertulia y a jugar al tresillo.

53
1938. Cuba. Enrique Serpa. Contrabando.
Yo he tenío mis enreos como cualquier hijo de vecino, pero estar siempre oliéndoles el ca
misón, ¡eso sí que no! No me resulta muy de hombre. Y menos con las pirujas esas conq
ue usté anda. Pa mí ni son mujeres. Se acuestan con usté como si se acostaran con un pes
o, na más que por el interés. Una vez fui a ver una, me acuerdo.

1953. México. Juan Rulfo. El llano en llamas. Tacha se quedó sin nada. Porque
mi papá con muchos trabajos había conseguido a la Serpentina, desde que era una
vaquilla, para dársela a mi hermana, con el fin de que ella tuviera un capitalito y no se
fuera a ir de piruja como lo hicieron mis otras dos hermanas, las más grandes.

1966. Cuba. José Lezama Lima. Paradiso. Ella cree que lo va a secar como arista
seca el fuego, según el verso de Herrera -dijo Foción-, pero ya Fronesis está convencido
de que es una piruja. Ella cree que engaña y Fronesis finge que está engañado. Fronesis,
desde luego, llevándose la mejor parte. Hay que tener siempre confianza en la seguridad
con que se va desarrollando su destino. Pero ahora -cambió de tono al decirlo

1973. México. Arturo Azuela. El tamaño del infierno. - ¡Hiiijo, cuatito!, qué se
me hace que te condecoraron. Eso sí que se llama mala suerte... Pos hay que ver a un
médico lo más pronto posible. A poco aquella piruja fue la causa.

1977. México. Fernando del Paso. Palinuro de México.


Para ello, irían a la misma calle de Las Vizcaínas, donde se alborotaban las médulas de lo
s cargadores y los carteros dejaban sus mochilas a la mitad de la calle o de las escaleras p
ara entregar a las pirujas una carta de amor aprimeravista.

1981. Cuba. Padilla Heberto. En mi país pastan los héroes.


Fácil. Echarnos tierra encima. Tú y la piruja en tres habitaciones y el resto a
oscuras. ¿Cuántas veces has venido a ver el retrato de tu madre? Responde, ¿cuántas?

1990. México. Ángeles Mástretta. Me quedé un rato en la puerta de Sanborn's.


Recargada contra la pared como una piruja, sintiéndome Andrea Palma en La mujer del
puerto, Después atravesé la calle y pasé frente al Banco México, que entonces dirigía un
idiota de antojos gruesos del que siempre se me olvida el nombre.

1995. México. Héctor Aguilár. El error de la luna.


Tú crees que los pájaros no entienden, pero entienden muy bien. Y la dueña de los pájaros
, entiende mejor que nadie. No sé a dónde te encaminas con tus bronceados de piruja, per
o todo me lo puedo imaginar.

54
2012. México. http://www.jornada.unam.mx/2012/09/07/opinion/a05a1cul. A
pesar de haber nacido en el aire, y sus sueños fueron barridos por los dólares de su
amante, para que no tenga que andar poniendo boca sangrona, como si no supiera la
historia de su chava: traidora, vengativa y muy piruja, como la arena que el viento
cambia de sitio para confundir lo y poner lo celoso.

2019. México.
https://www.eldiariodecoahuila.com.mx/editoriales/2019/7/1/riquelme-gobernadores-
mejor-evaluados-todo-pais-824824.html Pregunta desconcertada la azafata y la anciana le
responde- ¡Quieta piruja desesperada! ¡Primero déjalo que haga del dos!... LA QUE
dejaron fuera de la contienda por la Presidencia del Comité Nacional del PRI, fue a Laura
PIÑONES porque según dijeron había participado con anterioridad como candidata a
diputada federal postulada por el PAN...

 Tal y como apunta Santamaría en 1942 y como podemos ver en el Fichero


General, «no hay antecedentes etimológicos de esta palabra. Me aventuro a
creer que viene de Perú, anteriormente Pirú.». No obstante, no es considerada ni
por el DCECH ni por las distintas ediciones del diccionario de la Academia. Sin
embargo, también podría proceder del caló pira, ‗fuga, huida‘, aunque no hay
conclusiones claras.

Sí parece más clara, en cambio, la extensión geográfica de nuestro vocablo, pues


se sitúa predominantemente en México, aunque también se emplea en Cuba,
Argentina, Uruguay o Centroamérica. Sin embargo, en México tiene el sentido
de ‗prostituta‘, mientras que en las otras zonas mencionadas, el de ‗persona
desenvuelta‘, si bien es cierto que incluso en estos países puede aparecer el
sentido que predomina en México. No obstante, resulta muy complejo distinguir
ambas acepciones, razón por la cual solo incluimos una, siguiendo el modelo del
DEM. Vemos en este gráfico su extensión4:

4
No hay que tener en cuenta en este gráfico el resultado de Uruguay, pues es engañoso. Sí hay que tener
en cuenta, no obstante, la frecuencia que presenta México con respecto a los otros países.

55
Sí parece nuestro vocablo presentar un sentido popular, en tanto que es
empleado por estratos sociales bajos.

En la siguiente tabla tratamos de representar la evolución que presenta esta


palabra a lo largo de las diferentes obras lexicográficas a lo largo del tiempo:

1914. Academia usual 1917. Alemany y


Bolufer 1918. Rodríguez navas
Mujer joven, libre y Piruja. Mujer joven, libre Mujer joven, libre y
desenvuelta. y desenvuelta. desenvuelta.
Pirujo. Amér. En
Guatemala y Honduras,
epíteto que se daba a los
liberales.|| Amér. En
Honduras, falso.

56
1983. Diccionario de
mexicanismos de 1992. RAE 2010. DAMER
Santamaría
Mujerzuela, mujer de mala Mujer joven ,libre y Pirujo, -a. Referido
conducta, por lo común, desenvuelta. a un hombre,
joven, libre y desenvuelta. II. Méj. Prostituta. mujeriego.
En Honduras, «real pirujo» II. Persona que
era un real falso, tal vez tiene mal gusto y
aludiendo a alguna moneda costumbres poco
peruana de falso cuño que refinadas.
por allá llegó. El sentido III. Referido a
metafórico pasó por la persona, que no
traslación a la mujer de cumple con sus
mala reputación de prácticas o deberes
conducta dudosa, a la falsa religiosos.
dama.
Pirujo. Dícese del
mujeriego

DEM. 2010 2019. DLE.


Prostituta Pirujo, ja.
I.El Salv. Que no cumple con sus deberes
religiosos.
II. Mujer joven, libre y desenvuelta.
III. Despect.Méx. Prostituta.

Sin duda, al tratarse de un vocablo de índole popular, resulta extraño verlo en


obras o textos formales. Quizá por eso su primera aparición es, precisamente,
muy tardía, pues aparece en la obra El llano en llamas, cuyo autor aquí
analizamos.

El primer ejemplo de uso de esta palabra lo hallamos en 1828, si bien no será


recogido por la Academia hasta 1914, cuando se le asigna el significado de
‗mujer joven, libre y desenvuelta‘. No obstante, ya en el primer ejemplo que
encontramos en España aparece con el claro significado de ‗prostituta‘, si bien
es cierto que este último término solo se «institucionalizó»— al menos desde un
punto de vista lexicográfico— en 1992 y solo en un país, México, aunque
pudiera emplearse con este sentido ya desde sus comienzos en otros países o en

57
un sentido figurado y extendido del mismo en el propio México (‗mujer joven,
libre y desenvuelta‘).

De esto último podemos concluir que el significado de ‗mujer joven, libre y


desenvuelta‘ parece ser un eufemismo que designaba a la ‗prostituta‘ y que,
procedente de España, tuvo mayor acogida en México, cuyo primer ejemplo data
de 1953 en la consabida obra de Rulfo, a pesar de que no fuera recogida como
mexicanismo hasta 1992. En cuanto a los dos diccionarios más actuales, el
DAMER no contempla el significado de ‗prostituta‘, aunque sí el DLE con la
marca de México. El DEM, siguiendo la línea del DLE, solo considera la
acepción de ‗prostituta‘. Sin embargo, si consideramos los ejemplos vistos,
parece claro que, en la actualidad, si bien es un vocablo moribundo, puede
aparecer con una doble acepción: ‗prostituta‘ y ‗mujer desenvuelta‘.

También es curioso el caso de la palabra en su género masculino, pues en 1917,


en Guatemala y Honduras, se consideraba un epíteto que se daba a los liberales o
también designaba al ‗falso‘. En 1983, Santamaría define pirujo como
mujeriego, al igual que el DAMER.

Al igual que ocurre en la península, no son pocos los vocablos que se emplean
para designar el concepto que designa piruja. Así, en México se emplea cuzca o
cusca —también otra referencia a Perú, como ocurre con piruja) para nombrar a
la ‗prostituta disimulada‘, aunque es mucho más empleado en El Salvador; o
incluso coscolina o el estándar puta, zorra o golfa.

58
5.11. TAMBACHE

Tambache, tambachi, tambacho. (Del tarasco tambache, ‗cesto de pelillos‘)..m.


coloq. Mx. Bulto o envoltorio grande y voluminoso.

1953. México. Juan Rulfo.El llano en llamas. "Por allí íbamos los dos, uno detrás
de otro, de pueblo en pueblo. El por delante y yo cargándole el tambache con las
novenas de San Pantaleón, de San Ambrosio y de San Pascual, que pesaban cuando
menos tres arrobas. Un día encontramos a unos peregrinos.

1971. México. José T. Lepe Preciado. Donde la tierra acaba. En ocasiones lo


encontraban los revolucionarios, ya fueran soldados o Cristeros, y solo se concretaba a
enseñarles su tambache de güevos…

1986. México. Gilberto Chávez. El batallador. El mismo y destruido jardín


donde alimento y curo perros, recojo botellas y pugno por sacar adelante a los árboles
pequeños que arranca y destroza la turba juvenil. El pepenador habría de llevarse
un tambache de basura que bien podía acercarse a los cien kilogramos, y del cual yo era
el único responsable; sentí horror.

1986. México. J. Vergara. Libertad Lamarque. Ahí viene el tlacuache,/cargando


un tambache/ por todas las calles de la gran ciudad…

1988. Ecuador. Demetrio Aguilera Malta. Una pelota, un sueño y diez centavos.
Se descubren más robos en la administración pasada..." En las tiernas madrugadas o entre
las luces parpadeantes del anochecer, le ganaba tiempo al tiempo corriendo con
su tambache de periódicos tras los compradores. Más tarde, fui uno de los gritones más
gritones de los almacenes de descuento.

1993. México. Jenny E. Hayen. Por la calle de los anhelos. En su rabieta, da una
patada contra el suelo tan fuerte que el tobillo se le tuerce y la planta le queda
ardiendo. Pierde sus cabales, respinga encrespada y avienta el tambache a uno de los
lavaderos, sin dar siquiera las gracias.

1995. México. Felipe Victoria. La casta divina. Historia de una narcodedocracia.


Novela sobre la impunidad presidencial. En la barriada, estacionado en su Grand Marquis
color negro, con cristales polarizados, el general Godínez observaba al soldado raso bajar
el último tambache que sostenía cuatro lingotes de oro.

2005. Félix Alex Guzmán. Risas, rezos y canicas: memorias de la estanzuela.


[…] ya que se había juntado un buen tambache , se concentraba en un solo lugar,

59
normalmente era el centro de la yunta, se dehojaba un área preferentemente circular, se
emparejaba, ya que había ahí surcos.

2014. México. Fernando Benítez. Los indios de México. Lo dejó muy cerca. El
marido arrastro el tambache, lo metió a su casa y se durmió para amanecer al otro día, su
mujer, al estar barriendo en la mañana le pregunto a su marido…

2015. https://elfaro.net/es/201503/noticias/16760/Elvira-y-Leonor-
Chac%C3%B3n-la-familia.htm —Mi mamá desde ese momento sintió un gran cariño por
él –dice Niña Noy–, y le hizo, como decimos nosotros aquí, su tambache: incluso le
preparó pavo para que se lo llevara a San Miguel.

 Hay acuerdo en considerar tambache un vocablo de procedencia tarasca; en


concreto, procede de tambache ‗cesto de palillos‘. También la zona geográfica
en la que aparece nuestro vocablo está muy definida, México, aunque también
puede aparecer en El Salvador y Ecuador, tal y como establece el DAMER y que
podemos corroborar con los ejemplos de El Corpus del español5:

Además, el DEM lo encuadra dentro del ámbito coloquial, tal y como podemos
ver con los ejemplos propuestos. Los diccionarios actuales, y sobre todo el
DAMER, tienden a situar nuestra acepción como salvadoreña y mexicana
mientras que la otra, referida a ‗montón‘, que es recogida por los otros
diccionarios, es mucho más minoritaria, sí se considera típicamente mexicana.

5
El gráfico es engañoso, pues, si vemos la frecuencia, aparecen muchos más ejemplos en México que en
El Salvador o Ecuador.

60
En la siguiente tabla vemos la evolución semántica y las distintas
consideraciones de la palabra a lo largo de su aparición de las obras
lexicográficas, tal y como nos ofrece el Fichero General:

1933. Quirarte. 1942. Diccionario de 1952. Diccionario


mexicanismos de enciclopédico UTEH
Santamaría.
Quirarte En México, envoltorio Maleta, equipaje y
Químil. Bulto de ropa o flojo, lío, bulto grande también las provisiones
de otros objetos. ropa principalmente, o de que se guardan en ellos.
Aztequismo de uso otras cosas; ‗maleta, II. Fig. Mujer muy
común y corriente. equipaje, hato, y también gruesa, de carnes fofas.
las provisiones que se
llevan en ellos para hacer
algún viaje por lugares
desconocidos.
II. Mujer gruesa
excesivamente, de carnes
fofas.
III. Chanchullo, celada,
acción baja.

1960. Boyd- Bowman. 1966. Diccionario de 1989. Diccionario de


americanismos de mexicanismos de
Morínico. Santamaría.

Químil, envoltorio flojo, Bulto, lío grande de Envoltorio flojo, lio,


bulto grande y flojo de ropas. bulto grande de ropa u
ropa o de otra cosa. otras cosas.
II. Mujer gruesa.
III.Chanchullo.

2010. DAMER. 2010. DEM DLE.2019


Mx, ES. Fardo, bulto. Bulto o envoltorio grande y Salv. y Méx. bulto (‖ fardo)
(tambachi; tambacho). voluminoso. coloq. El
Conjunto de cosas II. En Michoacán, racimo de Salv. trasero (‖ nalgas).
colocadas unas encima plátanos que pesa 25 kilos Méx. montón
de otras.

61
(tambachi; tambacho).
II. ES. Nalgas

A pesar de que los ejemplos hallados son más tardíos (de hecho, la primera
aparición es la correspondiente a la obra de Rulfo), ya aparece el vocablo en las
obras lexicográficas en 1933 para designar el ‗bulto de ropa o de otros objetos‘.
Tal y como establece, parece que se trata igualmente de un vocablo de uso
común y, por ende, coloquial.

En 1942, Santamaría, además de aportar la etimología, sitúa nuestro vocablo en


México y aporta más especificaciones del término, pues considera tanto el
‗envoltorio externo‘ como el ‗conjunto de objetos que hay en el interior‘.
También considera otras dos acepciones: ‗mujer gruesa‘ y ‗chanchullo, celada‘.
Ya en la década de 1960, en el Léxico de Boyd-Bowman y en el diccionario de
Morínigo (1966), se considera la acepción ‗bulto, lío grande de ropas‘ , algo que,
en los diccionarios actuales, como el DEM o el DAMER, se modifica y se
simplifica para designar un ´bulto‘ o ‗conjunto de cosas‘, algo que se mantiene
en la actualidad. Curiosamente, en España el DAMER recoge la acepción
‗nalgas‘, si bien es cierto que no se han hallado ejemplos de la misma. También,
obviamente por extensión, podemos encontrar otras acepciones mucho más
localizadas; así, tal y como recoge el DEM, puede designar en Michoacán el
‗racimo de plátanos que pesa 25 kilos‘.

A pesar de que no hay mucha información acerca de nuestro palabra, Lope


Blanch sí establece la colocación largarse con su tambache. Sin embargo, dada
la poca aparición de ejemplos tanto en corpus como en obras lexicográficas,
parece que se trata de un vocablo moribundo.

62
5.12. TILICHE

Tiliche, tilichi, tilinche. (del náhuatl tilichi). pl. coloq. Mx,Gu, C.Objeto inútil, de
poco valor, baratija.

1955. México. Juan Rulfo. Pedro Páramo. —Tiliches —me dijo ella—. Tengo la
casa toda entilichada. La escogieron para guardar sus muebles los que se fueron, y nadie
ha regresado por ellos. Pero el cuarto que le he reservado está al fondo. Lo tengo siempre
descombrado por si alguien viene. ¿De modo que usted es hijo de ella?

2011. México. Mario Soto. Voy con mi hacha. Guardar tiliches sin saber lo que
tenemos guardado y sin saber dónde encontrar lo que necesitamos es añejar
basura…porque tiliche es una cosa que se guarda por años y se tira un día antes el que se
necesite…si es que no se queda para que lo tiren nuestros herederos…de nuestra basura.
Igual que el cuarto de tiliches de nuestra casa, la mayoría tenemos un cuarto en el cerebro
donde arrumbamos…cosas.

2016. Costa Rica. La prensa libre. Ropa, zapatos, juguetes y cuanto tiliche se
pueda se venden con la excusa del cierre fiscal, las ofertas nos venden la idea de que
necesitamos todos estos productos. ¿Crear necesidades o mostrar en objetos del entorno
necesidades psicológicas y sociales?

2017. México. Rolando Elozondo. Le llamaríamos ―el tiliche‖. Pero para que no
se volviera solamente una caja más de papeles revueltos la maestra nos pidió que los
catalogáramos. En una tabla Excel en la computadora hicimos una lista de todas la
fuentes primarias recabadas.

2019. México. Los vengadores de la era digital. Apaga el tiliche. ¿Dónde se


apaga? ¿Se apaga? Encuentra si el tiliche se apaga o se duerme y guárdalo en el cuarto de
los tiliches. No salga con el cargador. ¿Quieres que se callen?

 La etimología de nuestro vocablo es hoy aún desconocida, tal y como establece


el DLE. Sin embargo, se han propuesto algunas opciones que oscilan entre su
procedencia náhuatl —y en concreto, de un hipotético tilichi— o incluso un
origen onomatopéyico, tal y como mantiene María Moliner (2016).

Lo que sí está más claro es su uso, pues no cabe duda de que se trata de un
mexicanismo, tal y como podemos atestiguar por su presencia en el Diccionario
del español usual en México, en el Diccionario de mejicanismos de Santamaría

63
y, por supuesto, en el DEM. Aparece, además, en el DAMER con etiqueta de uso
en Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Costa Rica o Bolivia, algo que
corroboramos por la presencia de algunos ejemplos en Centroamérica. Sin
embargo, destacan los ejemplos en Costa Rica y México, tal y como vemos en el
siguiente gráfico:

Está claro el empleo popular o coloquial de nuestro vocablo, que llegará a cotas
de vulgaridad en algunas acepciones que sostienen el DEM o el DAMER. En
todas las acepciones, sin embargo, se trata de un vocablo que podemos
considerar casi extinto en México o Centroamérica, dada la poca presencia de
ejemplos en corpus.

A lo largo de las diferentes obras lexicográficas representadas en las siguientes


tablas se puede apreciar de forma bastante clara la evolución de nuestro vocablo
desde un punto de vista diacrónico:

64
1925. RAE. 1970. RAE. 1983. Diccionario de
mexicanismos.
Amé. Centr. Y Méj. RAE. Baratija, cachivache. Bujería.
Baratija, cachivache, (voz onomatopéyica) Usado casi siempre en plural.
bujería. Amé. Centr. Y Méj. Lo miso en Centroamérica.
Baratija, cachivache, II. Trebejos, enseres, trastos
bujería. de poco valor. Úsase también
triquis y casi siempre en
plural.
III. En el sureste y
especialmente en Veracruz,
apocado, cobarde, torpe.

1996. Diccionario del


1985. RAE. 1992. RAE. español usual en
México.
Amé. Centr. Y Méj. (voz onomatopéyica) Amé. (Coloq.) Pertenencia
Baratija, cachivache, Centr. Y Méj. Baratija, personal, de poco valor a
bujería cachivache, bujería. causa de abandono o
maltrato.

2001. RAE. 2010. DAMER. 2010. DEM.


(or. Desconocido). Mx, Gu, Ho, ES, Ni, Pertenencia personal, de
Amé. Centr. Y Méj. Baratija, Pa, Bo:E. Enseres poco valor a causa del uso
cachivache, bujería. personales de escaso o del maltrato:
valor. (tilinche).
Mx, Gu. Objeto inútil,
de poco valor. pop ^
desp.
CR, Pa. Baratija,
cachivache.

Tal y como vemos, aparece registrado por primera vez en 1925 por la Academia.
Todos los diccionarios de la misma lo mantienen, pero en 1970 se añade la
etiqueta de voz onomatopéyica para marcar la etimología. Santamaría recoge en
1983 la misma definición que consideraba la RAE (‗baratija, cachivache,

65
bujería‘) y tiene el matiz o sema que se relaciona con el mercado, pero añade
una segunda, que es precisamente la que se conserva en la actualidad. También
recoge una tercera acepción que, si bien es muy poco empleada y de uso vulgar,
aparece en alguno de los ejemplos vistos más arriba. Ya en 1996, en el
Diccionario del español usual en México, aparece como ‗pertenencia personal,
de poco valor a causa de abandono o maltrato‘, con ese matiz de personal,
corroborada por el DEM en 2010. En 2001, la RAE admite su origen
desconocido. Sin embargo, a pesar de los múltiples matices que puede tener
nuestro vocablo, parecen más apropiadas las dos acepciones que considera el
DAMER (‗enseres personales de escaso valor‘ y ‗objeto inútil, de poco valor). Si
bien es cierto que ambas coinciden en el sema escaso valor, parece claro, tal y
como vemos por los ejemplos, que unas veces se emplea con el valor de objeto
personal y otras veces simplemente de objeto, sin ninguna apreciación. Parece
probable que sirviera, en un primer momento, para designar ‗baratijas que se
vendían en el mercado‘ para pasar a denominar ‗enseres de poco valor‘ e
introducir posteriormente la apreciación de ‗objeto personal‘. Estas dos últimas,
sin embargo, son difícilmente delimitables.

Sin embargo, a estas dos acepciones del DAMER, hemos de añadir también la
tercera acepción que recoge el diccionario de Santamaría en 1983 y que remite a
un hombre ‗apocado, cobarde o torpe‘. De hecho, no es extraño encontrar, tal y
como se aprecia por los ejemplos, que este se haya nominalizado y se presente
como un nombre epiclético (el Tiliches). A pesar de que nuestro vocablo está
muy poco extendido en la actualidad, parece esta acepción la más empleada.
También es común en algunas obras una cuarta acepción, empleada por
extensión, que sirve para designar al ‗pene‘, si bien su uso es muy vulgar y
estigmatizado. Hay, como vemos, multitud acepciones que presentan muchos
matices, de modo que resulta complejo distinguir el significado concreto.

Como muestran los distintos diccionarios y los diversos ejemplos, casi siempre
se presenta en su forma plural. A pesar de que es un vocablo que, como hemos
dicho, presenta poco uso, sí manifiesta algunas locuciones o colocaciones
frecuentes, tales como cuarto de los tiliches (cuarto de los trastos en España);
así como muchos derivados, como es el caso de entilichado/a (‗lleno de

66
trastos‖), tilichal (‗conjunto de tiliches‘), tilichento (‗andrajoso, que lleva las
ropas hechas trizas‘), tilichera (‗bolsa, cajón o lugar donde se guardan tiliches‘),
tilichería (‗conjunto de tiliches‘), tilichero (`tilichera‘ o ‗tilichería‘).
Evidentemente, se trata de un vocablo con muchos sinónimos en el habla
hispana. Así encontramos algunos muy estandarizados como trasto, pero
también otros como tarantín, tareco, triqui o incluso cuchufleta.

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6. CONCLUSIONES Y CONSIDERACIONES FINALES

A lo largo de este Trabajo de Fin de Máster, hemos tratado de seleccionar algunas


palabras que hemos considerado representantes del registro coloquial o de los estratos
populares de la obra de Juan Rulfo. Las obras electas con las más conocidas del autor:
El llano en llamas, Pedro Páramo y El gallo de oro.

El objetivo principal, por ende, ha sido dar cuenta del estilo de Rulfo por medio de un
corpus de palabras, pero a la vez, también se ha llevado a cabo un método puramente
lingüístico en la confección del mismo, pues, sin ir más lejos, se ha seguido como
modelo el Diccionario Histórico del Español de Canarias. También nos hemos valido,
como bien hemos expuesto con anterioridad, de distintas obra lexicográficas o corpus,
pues el objetivo principal ha sido completar, de algún modo, el DAMER; para ello, se ha
tratado de revisar la etimología, la distribución geográfica del vocablo, el uso, las
variantes, etc. La labor llevada a cabo no solo se ha limitado a la revisión, sino también
a la confirmación o incluso al rechazo de ciertas hipótesis que dicha obra daba por
válidas para tratar de completar el estudio del vocablo en cuestión. En este punto, la
presencia de los ejemplos de los distintos corpus ha sido fundamental, pues, además de
revisar aspectos como dónde se emplean, han ayudado a entender el uso real de cada
palabra y se han añadido una serie de apreciaciones que el DAMER no contemplaba.

El objetivo del trabajo no ha sido, sin embargo, hablar de un modo general de la voz
popular o coloquial en la obra de Juan Rulfo, sino que se trata de una mera selección, de
un pequeño corpus que viene a dar cuenta del registro coloquial o de los sociolectos de
las clases populares. Tampoco se ha pretendido llevar a cabo un glosario o un estudio de
las voces indígenas exclusivamente, aunque se incluyan algunas, labor que sí incluyen
algunos estudios, pues también introducimos en nuestro estudio palabras de origen
español.

A pesar de esta selección, no cabe duda de que se trata de un trabajo que tiene que
aspirar a llevar a cabo un análisis de todos los vocablos que representan la voz coloquial
o popular en la obra de Rulfo por medio de un método lingüístico. Analizar la obra de
Rulfo desde esta perspectiva no solo nos daría cuenta del importante componente
coloquial o popular de la obra, ya ampliamente contrastado, sino que el estudio también
viene a mostrarnos parte de la historia de México desde el momento de la datación de la
obra rulfiana hasta la actualidad.

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7. BIBLIOGRAFÍA

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Tableau

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