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Taller Regional sobre Aplicaciones de la Metodología de Zonificación Agro-Ecológica y los

Sistemas de Información de Recursos de Tierras en América Latina y El Caribe

Santiago – Chile, Octubre 1996

3. Adaptación de la metodología de zonificación agro


ecológica de la FAO para aplicaciones a diferentes niveles de
zonificación en países de América Latina y el Caribe 3

3.1. ANTECEDENTES Y CONCEPTOS DE ZONIFICACIÓN AGRO ECOLÓGICA

La Zonificación Agro Ecológica (ZAE) puede ser definida como el proceso de identificación de áreas
con características propias, que las diferencian de otras áreas; su caracterización con respecto a
factores físicos (clima, suelo, formas de la tierra), biológicos (vegetación, fauna,) y socio económicos
(presencia del hombre y sus actividades), y su evaluación en relación a la aptitud de uso sostenido para
algunos Tipos de Uso de la Tierra (TUT).

Los TUT considerados pueden ser definidos a diferentes niveles de generalización o, a nivel
de cultivos específicos, dependiendo de la finalidad de zonificación y de la información disponible.

El Proyecto de Zonas Agro ecológicas de la FAO desarrolló una metodología


fundamentalmente orientada a estimar el potencial de producción de alimentos en el mundo en
desarrollo, sobre la base de la productividad esperada de once cultivos principales, en diferentes
zonas agro ecológicas. Los principios esenciales de la metodología ZAE de la FAO se presentan en
el Cuadro No. 1.

Para que la metodología de ZAE pueda ser utilizada para diferentes fines relacionados al uso
de los recursos de tierras se requieren algunas modificaciones. Entre éstas, la definición de los (TUT)
más complejos, determina la necesidad de procedimientos alternativos para la estimación de la
productividad potencial y de los requerimientos climáticos y edáficos a utilizar en la evaluación de la
aptitud de uso de las celdas agro ecológicas. Debe proveer además los elementos requeridos para
determinar viabilidad económica y aceptabilidad social de los TUT identificados como físicamente
viables.

Debe contemplar además la necesidad de considerar el uso actual de la tierra y la necesidad de


reservar áreas de preservación, en casos de ecosistemas de especial fragilidad, tales como aquellos
con suelos cuya degradación se anticipa en caso de someterse a nuevos sistemas de manejo.
Asimismo, debe considerar la necesidad de áreas de recreación y de áreas de refugio para la fauna y
flora y de la preservación de la diversidad genética de plantas o animales, a fin de evitar pérdidas
irrecuperables de biodiversidad. Los factores socio económicos, necesarios para la planificación del
uso de la tierra y el análisis de viabilidad económica de los TUT propuestos, pueden ser incluidos en

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Walter Couto, Consultor, FAO
Documento orientador
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diversos grados de agregación y de nivel de detalle de la presencia del hombre y sus actividades
sociales y económicas.

3.2. SISTEMAS DE PRODUCCIÓN Y TIPOS DE USO DE LA TIERRA

A los fines de evaluar la aptitud de uso de las unidades o celdas agroecológicas, es necesario
identificar lo más precisamente posible los requerimientos edafo-climáticos y socio-económicos
de algunos usos de la tierra. Se considera necesario identificar dentro de los Sistemas de
Producción algunos (TUT), para su aplicación a nivel regional, nacional o de área de estudio,
dependiendo del nivel de detalle al que se quiere llegar en el proceso de evaluación de uso
potencial de las unidades agroecológicas. Cada uno de los TUT debe incluir un nivel de manejo
e insumos definidos. En algunos TUT seleccionados no es posible la definición de dos niveles.
Cada uno de los niveles define en estos casos, un TUT diferente. Se puede considerar en
cambio, dos niveles de insumos en la evaluación de las unidades de suelos con respecto a
fertilidad, medidas de conservación física u otras prácticas simples.

Una descripción detallada de las condiciones de cultivo, requerimientos climáticos y


edáficos se hace necesaria para evaluar la aptitud física de las unidades agroecológicas. Para
evaluar la viabilidad socioeconómica, será necesario identificar las necesidades de mano de
obra, insumos, infraestructura y servicios requeridos por ese tipo de utilización de la tierra.
Evaluaciones más precisas, para determinar la aptitud de uso para fines específicos es posible
desde que se conozcan los requerimientos climáticos y edáficos del uso propuesto.

A nivel regional es posible evaluar el potencial de uso en función de usos generalizados. A


modo de ejemplo se listan algunos usos que podrían utilizarse para la evaluación preliminar.

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Cuadro No. 1: Posibles TUT a considerar en una zonificación a nivel regional.


TUT Descripción (parcial)
A. Manejo forestal 1 Bosques tropicales manejados con fines de obtención
de productos forestales.
B. Manejo forestal 2 Bosques de zonas subtropicales o templadas manejados
con fines de obtención de productos forestales.
C. Pastos subtropicales y Pastos nativos o cultivados adaptados a zonas
templados subtropicales o templadas, para pastoreo directo, corte
o henificación.
D. Pastos tropicales 1 Pastos cultivados adaptados a zonas tropicales
subhúmedas y semi desérticas con suelos de alta
saturación de bases.
E. Pastos tropicales 2 Pastos tropicales cultivados adaptados a zonas
húmedas y subhúmedas con suelos ácidos de baja
fertilidad natural.
F. Pastos tropicales 3 Pastos tropicales cultivados adaptados a zonas
húmedas con limitaciones de drenaje y sometidas a
inundaciones periódicas
G. Cultivos anuales de verano Agricultura comercial de granos, mecanizada (maíz,
sorgo, soja, girasol, etc.)
H. Cultivos anuales de invierno Agricultura comercial de granos, mecanizada (trigo,
cebada, avena, centeno, etc.)
I. Horticultura y/o fruticultura Cultivos hortícolas y frutícolas comerciales con alto
intensiva uso de insumos, mecanizado.
J. Pequeña agricultura tropical Agricultura de subsistencia y comercial en pequeña
escala, con laboreo manual o con microtractores, en
climas tropicales.
K. Pequeña agricultura Agricultura de subsistencia y comercial en pequeña
subtropical escala, con laboreo manual o con microtractores, en
climas subtropicales y templados.
L. Arroz bajo riego Cultivo mecanizado de arroz bajo riego de inundación,
con uso de insumos y variedades mejoradas.
M. Arroz de secano Cultivo mecanizado de arroz de secano, con uso
limitado de insumos y variedades mejoradas.
N. Cultivos industriales (A definir de acuerdo a cada cultivo específico, i.e.

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tropicales caña de azúcar, yerba mate, remolacha azucarera, etc.)

3.3 REQUERIMIENTOS CLIMÁTICOS Y EDÁFICOS DE LOS TUT

Los requerimientos climáticos y edáficos de los TUT considerados deben ser expresados en términos
compatibles con la caracterización edafo-climática de las unidades agroecológicas, a fin de permitir el
desarrollo de reglas de evaluación de la aptitud de las zonas agroecológicas para los usos propuestos.

3.3.1 REQUERIMIENTOS CLIMÁTICOS

El rango de temperaturas óptimas y los límites entre de los cuales es posible un desarrollo adecuado del
cultivo o grupo de cultivos que integran un TUT deben estar claramente expresados. Igualmente, la
duración mínima del período de cultivo para un desarrollo satisfactorio del cultivo o grupo de cultivos
que forman parte del TUT debe ser considerada, a fin de identificar las zonas agroclimáticas que
satisfacen esos requerimientos.

La metodología de ZAE de la FAO provee una base adecuada para la caracterización


climática, basada en catorce climas principales, sobre la base de temperaturas medias diarias. La
definición del período de crecimiento (DPC), como el número de días al año en los cuales la
precipitación (P) es superior a 50% de la evapotranpiración potencial (ETP), constituye una
herramienta adecuada para estimar la duración del período en el cual existe humedad en el suelo
para el crecimiento de los cultivos. Sin embargo, en el caso de los TUT que incluyen cultivos
perennes, es posible que la DPC no sea el mejor indicador para evaluar la aptitud climática de las
regiones o celdas agroecológicas. La cuantificación de la magnitud del déficit hídrico en los
períodos en los que la P es inferior a la ETP, o la duración del período de déficit hídrico, pueden
constituir mejores indicadores para evaluar la aptitud climática de las celdas agroecológicas de los
TUT que incluyen algunos cultivos perennes como cacao, palma de aceite, caucho, etc.

La metodología de ZAE de la FAO, realiza la evaluación climática de las celdas


agroecológicas en función del potencial de producción estimado, con respecto a la productividad
máxima estimada sin restricciones climáticas para los cultivos considerados (Cuadro No.2).

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Cuadro No. 2: Clases de aptitud de las celdas agroecológicas en función del


rendimiento máximo esperado, sin restricciones agroclimáticas

Clase % del rendimiento máximo esperado


VS Muy apta > 80
S Apta > 40 - < 80
MS Marginalmente apta > 20 - < 40
NS No apta < 20

El rendimiento máximo esperado es estimado a través del cálculo de la biomasa acumulado


durante DPC y la proporción de biomasa total que es aprovechable como producto cosechable. El
rendimiento esperado en diferentes zonas climáticas es el resultado de ajustes realizados por efecto
de zonas climáticas y por efecto de DPC (Cuadro No 3).

Cuadro No. 3: Evaluación de la aptitud climática de las zonas agroecológicas.

A. EFECTO DE ZONAS TÉRMICAS: 1. Estimación de la producción de biomasa:

a. Cálculo de la producción de biomasa neta

b. Estimación del índice de cosecha

c. Cálculo de productividad esperada


B. EFECTO DE LA DURACIÓN DEL 2. Ajuste de la productividad por Duración del
PERÍODO DE CRECIMIENTO (DPC): Período de Crecimiento.

3. Ajuste de la productividad por limitaciones


agroclimáticas dependientes de DPC.

4. Asignación de las celdas agroecológicas a


cuatro clases de aptitud (VS, S, MS, NS) en
función de la productividad.

En el caso de los TUT propuestos para la ZAE a nivel regional (Cuadro No. 2) la utilización
del módulo de cálculo de biomasa neta y aplicación del índice de cosecha no resultaría aplicable en
muchos casos, por lo que se hace necesario evaluar la aptitud climática en forma cualitativa, en
función de los requerimientos climáticos de los cultivos incluidos en los TUT.

3.3.2 REQUERIMIENTOS EDÁFICOS


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La evaluación de la aptitud de las celdas agroecológicas por condiciones edáficas se realiza en la


metodología de ZAE a través de ajustes realizados a la aptitud climática inicialmente establecida,
en varias etapas. Un sumario del procedimiento empleado se presenta en el Cuadro No.4.

Cuadro No. 4: Ajuste de las clases de aptitud de las celdas agroecológicas por condiciones
edáficas.

A. AJUSTE EN LAS UNIDADES 1. Asignación de clase "no apta" (NS) a todas las
FLUVISOL (J): celdas con tipo de DPC Normal (N), siempre húmedo
(365+, 365-), seco (D) e intermedio (I) con DPC < 75.

2. Asignación de aptitud "apto" (S) a 55 % del área


para todos los cultivos, excepto arroz y yuca, con
clases de DPC distinto a los anteriores.

3. Asignación de clase "apto" (S) para el cultivo de


yuca a 20 % del área con DPC normal (N) de 120 a
239 días y DPC intermedio (I) de 150 a 209 días

4. Asignación de clase "apto" (S) para el cultivo de


arroz a 25 % del área con DPC normal (N) >89 y
<365 días e intermedio (I) de 120 a 209 días
B. AJUSTE POR UNIDAD DE 1. Evaluación de las unidades de suelo: Apta (S1),
SUELO Y FASE: Marginalmente Apta (S2), No Apta modificable (N1)
Y No Apta no modificable (N2)

2. Ajuste por clase de aptitud de la unidad de suelo


(S1, S2, N2, N2)

3. Ajuste por fase


C. AJUSTE POR CLASE DE 1. Asignación de áreas (%) a clases Muy Apta (VS),
PENDIENTE: Apta (S), Marginalmente Apta (MS) o no apta (NS)
de acuerdo a clase de pendiente (a, b, c) y nivel de
insumos
D. AJUSTE POR TEXTURA 1. Ajuste de clase de aptitud (VS, S, MS, NS) en
áreas de textura gruesa (1), de acuerdo a la unidad de
suelo

Para la ZAE a nivel regional, nacional o de áreas seleccionadas se considera más adecuado la
evaluación edáfica de las celdas agroecológicas en una sola etapa, sobre la base de los
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requerimientos edáficos de los cultivos que integran los TUT. La confrontación directa de los
requerimientos edáficos y las características y cualidades de las tierras permitiría asignar clases
"muy apta", "medianamente apta" y "no apta", de acuerdo a la satisfacción total o parcial de los
requerimientos edáficos de los cultivos y a la naturaleza y severidad de las limitaciones edáficas. El
uso de programas puede simplificar considerablemente el trabajo de evaluación a la vez que
proporcionan un medio de consulta y revisión de las evaluaciones realizadas, de fácil
interpretación.

3.4 INFORMACION NECESARIA

3.4.1 FORMACIÓN DE UN BANCO DE DATOS DE RECURSOS NATURALES

A nivel de los países de la región, la formación del banco de datos promoverá la utilización en forma
integrada de valiosa información hoy dispersa en diversas instituciones. Al mismo tiempo, la utilización
eficiente de la información disponible, hoy no utilizada o utilizada sólo parcialmente, promoverá la
actualización permanente de la misma y la generación de información complementaria en áreas
seleccionadas, con fines específicos. La información necesaria para la zonificación, que debe formar
parte del banco de datos de recursos naturales se describe a continuación.

a. Geomorfología

Cuando esta información está disponible proporciona las unidades básicas de las formas de la tierra que
permiten integrar varios aspectos temáticos con criterios funcionales, más fácilmente interpretables. En
muchos mapas de suelos o vegetación, parte de la información geomorfológica está incorporada en la
descripción de formas del relieve, en las que ciertas unidades de suelos y formaciones vegetales se
presentan asociadas en forma sistemática.

b. Meteorología y Climatología

Los mapas climáticos proporcionan la información geográfica esencial para la zonificación y deben estar
elaborados en base a parámetros directamente relacionados a los requerimientos climáticos de los
cultivos. Entre estos, las temperaturas medias durante el período de cultivo, la probabilidad de
temperaturas inferiores o superiores a las toleradas por el cultivo y la disponibilidad de agua en el suelo
a lo largo del período de cultivo, son esenciales. El concepto de "Longitud del Período de Crecimiento"
(LGP), definido como "el número de días al año en los cuales la precipitación excede 0.5 de la
evapotranspiración potencial, más el número de días necesarios para evaporar 100 mm de agua (que se
suponen) almacenados en el suelo" (FAO, 1981), ha sido especialmente útil en la estimación del período
en el que existe agua en el suelo para el desarrollo de los cultivos .

c. Suelos

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En general, para que la zonificación agroecológica presente áreas de características contrastantes en


cuanto a condiciones climáticas, debe cubrir áreas relativamente extensas. Los mapas de suelos que
representan esas áreas son mapas a escalas pequeñas (1:1 000 000 o 1:500 000) y pueden ser el
resultado de levantamientos a nivel de reconocimiento o mapas generalizados, confeccionados a partir
de mapas a escalas mayores. Estos presentan una visión regional, más que una visión detallada de las
características de los suelos; lo que permite tener la información en forma más fácilmente utilizable,
cuando los detalles de áreas específicas no son necesarios.

En el proceso de preparación de un mapa generalizado ocurren necesariamente generalizaciones


gráficas debidas a cambio de escala, así como generalizaciones taxonómicas en las que dos o más
unidades taxonómicas de características similares desde el punto de vista de uso de la tierra, se reúnen
en una misma unidad cartográfica. Asimismo, a fin de simplificar la información representada en el
mapa, se reúnen en una misma unidad cartográfica, unidades taxonómicas diferentes pero que se
presentan asociadas consistentemente y que pueden tener un manejo o uso similar.

Los mapas preparados de acuerdo a estos procedimientos presentan grandes ventajas para la
caracterización a nivel nacional o de grandes regiones, pero deben usarse con pleno conocimiento de las
limitaciones que pueden presentar cuando se pretende predecir el comportamiento de pequeñas áreas
con respecto a su uso potencial. En estos casos es imprescindible recurrir a mapas semidetallados o
detallados para complementar la información edáfica necesaria para la evaluación del potencial de uso.

d. Uso actual de la tierra

La disponibilidad de esta información, aunque no es esencial en el proceso inicial de zonificación, lo es


en el proceso de identificación de uso potencial y en las aplicaciones de la zonificación para la
planificación del desarrollo agrícola. Se requiere para identificar zonas en las que se presentan conflictos
de uso en cuanto al uso potencial y el uso actual del suelo. Se requiere además como base en el proceso
de identificación de usos potenciales que no serían viables en las condiciones de ciertos usos actuales, o
que no deben afectar usos presentes que deben ser conservados.

e. Base cartográfica

Constituye el plano cartográfico básico al cual se referencian todos los demás planos de información. La
utilización de la cartografía básica utilizada en cada uno de los países es esencial a los efectos de poder
utilizar en forma integrada los diversos mapas temáticos existentes. A nivel regional, la selección de la
base cartográfica más adecuada dependerá del área a representar y de las fuentes de información
geográfica a incorporar al SIG regional, pero la utilizada por el mapa mundial de suelos de la FAO
constituye posiblemente la mejor opción disponible para la zonificación a nivel regional, en América del
Sur.

f. Información socioeconómica

Se incluye entre ésta la información relativa a clase y niveles de producción, tenencia de la tierra,
composición de la población agrícola, disponibilidad de maquinaria, uso de insumos, volumen y valor de

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la producción, etc. Se obtiene a partir de estadísticas, censos o encuestas y es esencial para el desarrollo
de la base de datos de recursos naturales y para la zonificación agroecológica. La información socio-
económica deberá ingresarse a la base de datos en forma tabular, agregada a diversos niveles y
referenciada a las unidades geográficas que representan las divisiones administrativas a cuyo nivel se
agregan (segmentos sensales, cantones, municipios, departamentos).

3.4.2 REQUERIMIENTOS EDÁFICOS DE LOS TUT

Los requerimientos edáficos de cada componente (cultivo, pasto, etc.) dentro de un TUT, deben ser
claramente expresados, por ejemplo: profundidad, textura, acidez, drenaje, presencia de rocas, etc. .

Cuando el TUT lo permite, dos o más niveles de manejo deben ser considerados, ya que la aptitud
de la celda agroecológica para determinado uso, puede depender de los niveles de manejo, por ejemplo:
aplicación de fertilizantes, medidas de conservación, etc..

a. Pendiente

El relieve tiene influencia sobre el escurrimiento de aguas superficiales y por lo tanto, sobre la erosión
hídrica. También afecta la posibilidad de mecanización y como tal limita los usos potenciales. La
inclusión de medidas de protección sencillas a nivel de finca, determinan también los usos que pueden
ser adoptados a distintos grados de pendiente.

b. Drenaje

El exceso de humedad en el suelo puede ser el resultado de condiciones de drenaje pobre y/o
inundación. Estas dos características deben ser consideradas en la evaluación de las unidades
agroecológicas, con respecto a exceso de humedad. El drenaje y la profundidad a la napa freática
deberán ser considerados en función de la sensibilidad del o los cultivos de los TUT y las dificultades de
manejo del suelo y los cultivos.

c. Textura

La textura es considerada una de las más importantes características físicas. Ella influencia importantes
propiedades del suelo como disponibilidad de agua en el suelo, tasa de infiltración, drenaje y facilidad
para la preparación del suelo. El efecto de textura en esas propiedades pueden ser modificadas por la
estructura, naturaleza de los minerales arcillosos y contenido de materia orgánica. En consecuencia, la
textura y las propiedades mineralógicas de las arcillas del suelo combinadas son los mejores indicadores
de las propiedades físicas de los suelos de textura arcillosa pesada.

Para compilar condiciones óptimas y marginales de textura para los usos, se proponen tres clases de
textura simplificadas, en base a las clases de textura de los horizontes superiores (0 a 50 cm de
profundidad).

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Las clases simplificadas de textura propuestas son: C, arcilloso (más de 35 % de arcilla); L: franco
(menor de 35 % de arcilla, excepto arena y arena francosa); S, arenoso (arena y arena francosa). Los
suelos de textura arcillosa, con minerales arcillosos expandibles pueden ser identificados con el código
de textura simplificado C(v).

Cuando ocurren cambios de textura significativos (dos clases de textura dentro de los 50 cm),
los símbolos de ambas clases son utilizados. Si se encuentra roca u otro impedimento físico para el
desarrollo de las raíces dentro de los 50 cm superiores del perfil, se usa el símbolo R para indicar
restricciones al crecimiento radical.

d. Profundidad

A los efectos de la evaluación se puede definir la profundidad como el espesor de un suelo sobre una
capa que es impenetrable para las raíces o el agua de percolación. Los tipos más comunes de esas capas
limitantes son los contactos líticos o paralíticos. Para la mayor parte de los cultivos perennes una
profundidad de más de 150 cm se requiere como condición óptima; 75 a 150 cm se considera marginal.

Para los cereales puede considerarse óptima una profundidad de más de 60 cm, siendo marginal
entre 60 y 40 cm. Los requerimientos en profundidad son poco afectados por los niveles de manejo,
adoptándose sólo un nivel para todo tipo de manejo.

e. Pedregosidad

Es importante en relación a la mecanización y la facilidad de preparación del suelo y está indicada por
las unidades litosoles y por la fase pedregosa. No se considera necesario establecer un grado de
pedregosidad en relación a los cultivos. Sin embargo, se considera importante establecer grados de
pedregosidad en relación a los tipos de manejo, especialmente en relación a la mecanización.

f. Fertilidad

Se considera el conjunto de factores químicos y físicos que determinan el potencial para el desarrollo de
cultivos. Los suelos que en sus condiciones naturales presentan limitaciones de disponibilidad de
nutrientes para el desarrollo de cultivos, pero presentan buenas condiciones físicas, se consideran de
fertilidad baja en condiciones de bajo nivel de insumos; y de alta fertilidad bajo condiciones de insumos
altos.

3.5. METODOLOGÍA PROPUESTA

En el procedimiento propuesto se pretende dar énfasis a la caracterización edafo-climática de las


unidades agroecológicas y a su evaluación con respecto a los requerimientos de algunos TUT
específicos. Se determina así el potencial de uso sostenido de cada unidad agroecológica, bajo el uso
considerado. La clasificación cualitativa de las unidades agroecológicas con respecto a su potencial de

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uso se realiza en forma directa, sin utilizar el modelo de cálculo de biomasa y estimaciones de
productividad.

Se considera este procedimiento más ajustado a las necesidades de la zonificación propuesta. Al


mismo tiempo, algunos de los usos considerados están constituidos por usos no agrícolas o incluyen
cultivos no tradicionales, lo que limitaría las aplicaciones del modelo de producción de biomasa. Por las
mismas razones, las restricciones edáficas no se aplican a través de reducciones de los niveles
productivos estimados de los cultivos.

La utilización del modelo de producción de biomasa, se sustituye por una evaluación cualitativa
directa de las unidades agroecológicas, basada en las cualidades de éstas y los requerimientos de los
usos. Se utilizan niveles de requerimientos (óptimo, marginal) de los usos para establecer clases de
aptitud (apta, marginal, no apta) de las unidades agroecológicas, para su uso sostenido.

La información meteorológica es utilizada para generar parámetros climáticos compatibles con los
requerimientos de los cultivos que forman parte de los usos. La metodología propuesta utiliza mapas de
isolíneas de temperaturas medias para establecer "Zonas Térmicas" y de isolíneas de "Duración del
Período de Cultivo". Se sugiere la consideración adicional de otros parámetros climáticos tanto para la
caracterización de las unidades agroecológicas como para definir los requerimientos climáticos de
algunos TUT y áreas climáticas. Entre éstos se considera el déficit hídrico acumulado durante el período
de déficit hídrico así como la duración en días de este período, en áreas climáticas con tipo de DPC
normal y TUT que incluyen cultivos perennes de clima tropical húmedo.

La caracterización climática de las unidades agroecológicas se realiza por sobreposición de los


mapas de "Zonas Térmicas" y de "Duración del Período de Cultivo". El mapa resultante, sobrepuesto al
mapa de suelos, genera un mapa de celdas agroecológicas con características climáticas y edáficas
definidas. Las celdas agroecológicas son evaluadas con respecto a los requerimientos de temperatura y
duración del período de cultivo de los usos. Las unidades de suelos son evaluadas entonces en función
de los requerimientos edáficos de los usos para los que los requerimientos climáticos son satisfechos.

El resultado de la zonificación consiste en un mapa agroecológico, el inventario de las unidades


agroecológicas, la caracterización de las mismas a través de tablas de atributos y la identificación de los
usos potenciales en cada una de las celdas agroecológicas. La información socioeconómica se agrega a
la anterior en forma de tablas de atributos, georefenciadas. La infraestructura existente, divisiones
administrativas, uso actual de la tierra, vegetación, etc., puede ser agregada en forma de mapas
temáticos adicionales.

Los procesos principales del esquema propuesto para la zonificación agroecológica se discuten en
detalle a continuación:

3.5.1. INVENTARIO CLIMÁTICO

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La definición de las zonas térmicas se realiza en base a las temperaturas medias mensuales y de la
extensión en días, de la "Longitud del Período de Cultivo" (LPC). Los intervalos de temperaturas y de
LPC se establecen en función de los requerimientos de los cultivos incluidos en los usos.

La información relativa a LPC y de temperaturas se obtiene de los mapas de isolíneas respectivos.


La sobreposición del mapa de isolíneas de LPC y de isolíneas de temperaturas medias permite
identificar, cuantificar e inventariar las distintas zonas térmicas y de LPC que se presentan en la
región.

3.5.2. INVENTARIO DE SUELOS

El Mapa Mundial de Suelos (escala 1:5 000 000), constituye la información más fácilmente disponible
para el inventario de suelos en una zonificación a nivel regional. Sobre esta base es posible hacer
únicamente un inventario de unidades cartográficas relativamente complejas: su extensión en ha,
unidades de suelos que la integran, características más relevantes, fisiografía, e indicaciones de su
potencial agrícola.

En la zonificación a nivel nacional (o regional dentro de un país), se hace necesario recurrir a


mapas de suelos a escalas mayores (1:500 000 o mayor), para obtener información más detallada
sobre los suelos. Para la zonificación a nivel de área de estudio se debe hacer uso directamente de los
mapas de suelos publicados a escalas 1:250 000 o mayores. En estos casos se dispone de información
más precisa sobre las unidades de suelos que integran la unidad cartográfica, la pendiente dominante,
profundidad, drenaje, etc.

La información sobre las unidades cartográficas consiste en los atributos de las unidades de suelos
que la componen y se obtiene de la leyenda del mapa de suelos. La información tabular
correspondiente a los atributos de las unidades de suelos específicas se mantiene separadamente para
cada unidad de suelo, referenciada a una misma unidad cartográfica. Esto permite evaluar cada unidad
de suelos separadamente, aún cuando no sea posible identificar su ubicación dentro de la unidad
cartográfica..

Se incluyen los atributos más relevantes para el proceso de evaluación de las celdas
agroecológicas (combinaciones de unidades de suelos y clima) con respecto a los requerimientos de
los usos. Los atributos mínimos a ser usados en el proceso de evaluación incluyen: unidad de suelo,
textura superficial, profundidad, drenaje, pendiente, pedregosidad. La disponibilidad de información
sobre otras propiedades de los suelos, son altamente deseables. La descripción de perfiles
representativos se puede usar como fuente de información adicional para algunas propiedades de
interés en el proceso de evaluación.

Para facilitar el manejo de esta información se puede utilizar un banco de datos de suelos como el
creado para esos fines (Base de Datos de Suelos FAO/ISRIC). El banco de datos contiene la
descripción de perfiles representativos de las unidades de suelos, su caracterización química y física, y
propiedades físicas (retención de humedad, densidad aparente, etc).

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3.5.3. INVENTARIO DE TIERRAS

La superposición del mapa climático y el mapa de suelos permite identificar todas las combinaciones
de suelo y clima que ocurren. Las unidades agroecológicas resultantes presentan las condiciones de
suelos indicadas para las unidades cartográficas del mapa de suelos, bajo las condiciones climáticas
descritas por el mapa de clima. El inventario de las nuevas unidades cartográficas resultantes incluye:

- zona térmica (o altitud);


- duración del período de cultivo;
- pendiente;
- unidad cartográfica;
- extensión en ha.

Las características edáficas de interés para la evaluación de las unidades agroecológicas se


obtienen de las unidades taxonómicas de suelos que componen la unidad cartográfica. Pueden ser
obtenidas a partir de tres fuentes de información: 1) la leyenda del mapa de suelos, 2) la descripción
de perfiles representativos de la unidad de suelos correspondiente o, 3) inferidas de las características
propias de la unidad taxonómica que forma parte de la unidad de tierra considerada. Entre las más
relevantes puede incluirse:

- textura superficial y subsuperficial;


- profundidad;
- fertilidad;
- drenaje;
- pedregosidad.

3.5.4. CONFRONTACIÓN DE LAS PROPIEDADES DE LAS TIERRAS Y LOS


REQUERIMIENTOS DE USO

a. Evaluación de las unidades taxonómicas de suelos

Las cualidades edáficas de las tierras surgen de las características propias de las unidades de suelos
que integran la unidad cartográfica. La evaluación se realiza en base a la interpretación de las
características de las unidades de suelos y los requerimientos de los cultivos que forman parte de los
usos. Si todas las características de una unidad de suelo son consideradas óptimas para un cultivo, la
unidad es considerada "muy apta" (A1). Si una o más características son consideradas marginales, la
unidad de suelo es considerada "marginalmente apta" (A2). Limitaciones consideradas más que
marginales para una o más características provocan la calificación de la unidad como "no apta" (N).
Más aún, si la limitación puede ser removida en base a mejoramientos mayores de la tierra (drenaje,
desalinización, etc) la unidad puede ser evaluada "no apta, mejorable" (N1). En casos en que la
limitación es considerada permanente, la unidad es calificada como "no apta, no mejorable" (N2). El
resultado es una tabla de aptitud de las unidades de suelo, para cada uno de los cultivos considerados.

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Las siguientes reglas básicas y criterios se proponen para la evaluación de las unidades de suelos:

• La calificación se hace bajo el supuesto de que no han habido mayores mejoramientos en


la tierra.

• En la calificación de "no apta" (N) se supone que los mejoramientos mayores, cuando
pueden ser realizados, no pueden ser satisfactoriamente mantenidos a nivel de finca. Las
unidades de suelos con esas limitaciones han sido calificadas "no aptas, no mejorables"
(N2).

• Los suelos con regímenes de humedad "aquic" (Aqualfs, Aquents, Aquepts, Aquolls,
Aquults, Aquods y Aquox), son pobremente drenados y muy pobremente drenados con
alto nivel freático. Se califican como "no aptos, no mejorables" (N2) para los usos que
incluyen cultivos no tolerantes a condiciones de drenaje pobre. En algunos tipos de uso
que incluyen productos de alto valor comercial podrían ser mejorados, a nivel alto de
insumos, pero esta posibilidad no debe ser considerada en esta fase preliminar.

• Las unidades correspondientes a subgrupos "aquic", con excepción de los Inceptisoles,


tienen propiedades hidromórficas dentro de los 50 cm superiores del perfil del suelo y se
califican no aptas (N1), para los cultivos en los que el drenaje imperfecto es marginal.

• Las unidades Inceptisoles "aquic" tienen propiedades hidromórficas entre los 60 y 100 cm
superiores del perfil del suelo y se consideran moderadamente bien drenadas.

• Las unidades del suborden Psamments, siendo de textura gruesa, se consideran como
excesivamente drenados.

• Los subgrupos "lithic" tienen una profundidad menor de 50 cm.

• Los Vertisoles son de textura pesada y se consideran de drenaje imperfecto.

Con los resultados de la evaluación realizada de las unidades de suelos se construye una tabla que
indica la aptitud de las unidades con respecto a cada uno de los usos, en función de las características
de los suelos y los requerimientos de los usos. En el caso de unidades complejas (asociaciones de
suelos con características contrastantes), se indica la aptitud de cada una de las unidades de suelos
incluidas en la unidad cartográfica (Ejemplo: A2/N1).

b. Uso no agrícola de las tierras

Partes ocupadas por cuerpos de agua, áreas urbanas, parques nacionales, áreas protegidas, turismo
ecológico, bosques y otros usos no agrícolas deben ser excluidas del proceso de evaluación de las
unidades agroecológicas para uso agrícola. Estas áreas deben identificarse como esenciales para
proveer bienes y servicios indispensables para el desarrollo económico y social sostenible. Los
bosques tienen efectos directos en la productividad de los suelos en áreas externas a los bosques
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mismos, aseguran la calidad de las corrientes de agua superficial y subterráneas, reducen las
inundaciones al regular las descargas, evitan la colmatación de represas y prestan otros servicios
esenciales a nivel nacional y global. Son al mismo tiempo la fuente de biodiversidad en forma de
plantas arbustivas y arbóreas, especies de importantes plantas de uso económico, insectos, peces y
otras formas de vida animal necesaria para el equilibrio biológico.

3.6. APLICACIONES AVANZADAS DE LA ZAE

La ZAE es primariamente un instrumento para la caracterización y evaluación de tierras con respecto


a su potencial de uso. Proporciona las bases para el análisis de los sistemas de uso actuales bajo
diferentes condiciones agroecológicas y permite identificar opciones de uso alternativos. Al mismo
tiempo proporciona la información básica que puede ser utilizada por instrumentos de análisis y
planificación a nivel distrital, regional o nacional. Estas aplicaciones avanzadas de la ZAE incluyen
además de los procedimientos anteriormente descriptos, los siguientes:

• Análisis de sistemas de producción y su distribución espacial.

• Modelos de simulación y generación de escenarios en condiciones variables de


uso de los recursos naturales, insumos, precios y otros factores de producción.

• Optimización del uso de los recursos en función de producción física, ingreso


total, margen bruto u otros resultados de la producción agropecuaria.

• Generación de escenarios resultantes de usos alternativos de los recursos,


insumos o sistemas productivos

Para las aplicaciones descriptas, la FAO dispone de módulos de software que utilizan la
información de la ZAE y generan los resultados anteriores como base para la planificación del uso de
los recursos y el desarrollo agrícola.

3.7 APLICACIÓN DE LA METODOLOGÍA A NIVEL REGIONAL

A los efectos de la aplicación de la metodología a nivel de regional (cinco países del proyecto), se
propone utilizar el Mapa Mundial de Suelos de la FAO correspondiente a Sudamérica, sobreponiendo
a éste el mapa climático (zonas térmicas y de "Longitud del Período de Crecimiento"), a escala
compatible con el mapa de suelos. Esto permite identificar zonas agroecológicas con condiciones de
temperatura, duración del período de cultivo y condiciones de suelo definidas.

Las características climáticas de cada zona térmica y de LPC determinan la viabilidad (climática)
de los usos en cada zona climática. Las propiedades de los suelos y la pendiente determinan la aptitud
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de las tierras para cada uno de los uso, dentro de las zonas térmicas y de longitud del período de
crecimiento. De este modo es posible identificar la aptitud bio-física de las respectivas celdas
edafoclimáticas con respecto a los usos. Estando disponible la información socioeconómica, es posible
incluirla para caracterizar la unidad agroecológica. Si embargo, al estar los datos socioeconómicos
agregados a nivel de unidades administrativas, la caracterización socioeconómica puede ser realizada
únicamente a nivel de las unidades administrativas que forman parte de la unidad agroecológica o de
fracciones de las unidades administrativas, que forman parte de la unidad agroecológica.

La inclusión de un plano de información conteniendo clases y niveles de erosión y de uso actual


de la tierra permitiría relacionar clases de uso y de características de suelo sobre erosión, así como de
factores socioeconómicos ligados a los mismos.

La zonificación a nivel regional permitiría además identificar las áreas con ventajas
comparativas para ciertos tipos de producción, las opciones y limitaciones de uso en la región.
Disponiéndose de imágenes de satélites a escalas mayores, es posible monitorear el uso de los
recursos y los procesos de degradación, e incorporar esta información a nivel regional en forma
de mapas generalizados.

La sobreposición del Mapa de Areas Protegidas, Parques Nacionales, etc. al mapa


agroecológico preliminar, permitiría identificar áreas que por disposición legal deben reservarse a
la conservación y protección de recursos de flora y fauna y por lo tanto son excluídas del
proceso de evaluación de uso potencial bajo diversos usos.

Las aplicaciones a nivel regional se consideran necesarias no solo para la realización de


estudios regionales, sino como un proceso para la aplicación y/o desarrollo de métodos y la
generación de capacidad de entrenamiento y de asistencia técnica a los países de la región.

Se considera de la mayor importancia para las aplicaciones a nivel regional, la utilización de


información digital disponible en el SIG de la FAO en Roma, así como software de aplicación
aplicables a los estudios regionales. Entre estos se destaca la parte correspondiente a Sud
América, de los siguientes ítems:

• Mapa mundial de suelos y base de datos de atributos.

• Mapa climático.

• Mapa de fronteras de países.

• Información tabular del Proyecto de ZAE conteniendo información sobre


los suelos y clima a nivel de unidades agroecológicas.

• Mapa de erosión de suelos (Estudio GLASOD).

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• Asimismo, los programas utilizados para el procesamiento de información


con fines de zonificación y de las aplicaciones de ésta:

• programas para análisis climático (módulo CDA del APT);

• base de datos para perfiles de suelos (SDB);

• programa para la evaluación de la aptitud de las tierras (ALES);

• programas para aplicaciones avanzadas de ZAE (optimización de uso de la


tierra, modelos de simulación, formulación de escenarios, análisis de sistemas
de producción).

3.8 APLICACIÓN DE LA METODOLOGÍA A NIVEL NACIONAL

La implementación de un proyecto de zonificación agroecológica a nivel nacional o de áreas


seleccionadas permite satisfacer las siguientes necesidades inmediatas:

• poner a disposición de los organismos responsables alternativas de uso sostenible


de los recursos en áreas específicas, en un contexto socioeconómico definido,
indispensable para la toma de decisiones en relación a la formulación de una política
nacional agrícola sostenible y de conservación de los recursos;

• apoyar en la ejecución de proyectos y acciones de monitoreo ambiental, a través de


la caracterización edáfica, climática y de uso actual y potencial de la tierra;

• poner a disposición del sector privado, información necesaria para la identificación


de inversiones viables en las áreas de producción, procesamiento y comercialización
de productos agrícolas;

• la confrontación de los usos identificados como viables y el uso actual de la tierra,


como medio para identificar las acciones de política, necesarias para promover
acciones correctivas en cuanto a uso de los recursos;

• apoyar a los programas de extensión en la identificación de áreas con características


biofísicas propias para la implementación de paquetes tecnológicos que incluyen
tipos de uso sostenido de la tierra, desarrollados por la investigación;

• apoyar a los programas de investigación en la identificación de factores edáficos o


climáticos limitantes para el desarrollo de paquetes tecnológicos que incluyen uso
sostenido de la tierra y, en la identificación de prioridades de investigación para el
desarrollo de nueva tecnología para áreas agroecológicas específicas, basada en uso
sostenido de los recursos de tierras;
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• apoyo al desarrollo e implementación de una política de conservación y manejo de


suelos y aguas y a la ordenación de cuencas hidrográficas.

Para trabajar a nivel nacional o de regiones dentro de un país, se pueden utilizar mapas de suelos
y mapas de temperaturas medias mensuales y de duración del período de cultivo, a escalas 1:500 000
a 1:100 000. Se puede incluir además un mapa de pendientes si esta disponible o puede ser
construido, en el que se identifican clases de pendientes, por ejemplo: 0-2; 2-6; 6-12; 12-25 y > 25, en
porciento. El mapa resultante del cruzamiento de los cuatro anteriores genera unidades “homogéneas”
o celdas agroecológicas con una clase única de zona térmica, longitud del período de crecimiento,
unidad cartográfica de suelo y pendiente.

Cuando las unidades cartográficas están compuestas por una o más unidades taxonómicas de
suelos, no es posible hacer una sola evaluación de la unidad, sino una para cada una de las unidades de
suelos que componen la unidad cartográfica. Los resultados son aplicables a parte de la unidad
cartográfica, de acuerdo a la composición de la misma.

El inventario de tierras realizado en base al mapa de zonificación representa las clases y área
agregada de celdas agroecológicas resultantes de la combinación de "zonas térmicas", "duración del
período de cultivo", "rangos de pendientes" y unidades cartográficas de suelos. Constituye un listado
de zonas con características edafo-climáticas definidas, disponibles para evaluación por aptitud con
respecto a los usos considerados..

Las características climáticas y edáficas de cada una de las celdas agroecológicas incluidas en el
inventario y su evaluación por aptitud para los uso seleccionados, permiten identificar los usos que
pueden ser adoptados en cada una de las unidades. Los TUT o usos potenciales utilizados para la
evaluación a nivel nacional deberán ajustarse a los usos tradicionales del país y usos alternativos de
interés potencial.

Un listado de las celdas agroecológicas consideradas "muy aptas" y "marginalmente aptas" para
los usos considerados, presenta las celdas agroecológicas en las que las condiciones de temperatura,
duración del período de crecimiento, pendiente y propiedades de los suelos, satisfacen los
requerimientos óptimos y marginales de los usos.

3.9 APLICACIÓN DE LA METODOLOGÍA A NIVEL DE MICROCUENCA

La metodología de ZAE ha sido desarrollada para aplicaciones en áreas de gran expresión geográfica,
donde las variaciones de clima y la disponibilidad de información climática permiten separar áreas de
características climáticas distintas. Estas variaciones climáticas no ocurren generalmente en
microcuencas de pequeña extensión, con escasas variaciones en altitud, o en el caso de ocurrir, son
difícilmente identificables con la información meteorológica y/o climática disponible. Es estas
condiciones, la ZAE a nivel de microcuenca no es capaz de utilizar su potencial de zonificación edafo-

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climática, pero permite identificar unidades de tierras en base a características edáficas, pendiente,
uso y otros aspectos fundamentales para la evaluación de la aptitud de las tierras para diversos usos.

Las aplicaciones avanzadas de la ZAE a nivel de microcuenca permitirá generar, entre otros, los
siguientes estudios:

• evaluación de aptitud de uso de las tierras;


• conflictos entre el potencial de uso y uso actual;
• optimización del uso de los recursos, en función de ingreso total, margen
bruto, generación de empleo u otros indicadores de interés;
• generación de escenarios para diversas clases de producción y uso de
insumos;
• planificación del uso de los recursos;
• planificación del desarrollo agrícola;
• necesidades de infraestructura o servicios;

Las aplicaciones avanzadas de la ZAE a nivel de microcuenca, requieren sin embargo de


información socio-económica con mayor nivel de detalle del requerido para aplicaciones en grandes
áreas. La identificación de los sistemas de producción y la zonificación de los mismos a nivel de
microcuenca requiere de estudios a nivel de finca que pueden incluir:

• área total de la finca;


• área dedicada a cada cultivo o uso;
• número de animales y clase utilizados;
• rendimientos de los cultivos e índices de performance animal;
• uso de insumos;
• disponibilidad de mano de obra contratada o familiar;
• disponibilidad de maquinaria;
• ingreso total de la finca;
• disponibilidad de capital y acceso al crédito.

La participación de los productores en la identificación de los problemas y en la evaluación de las


alternativas propuestas es esencial. Al mismo tiempo, para la identificación de problemas principales
en el uso de los recursos y el desarrollo de sistemas sostenibles de uso de los mismos, será necesario
conocer aspectos relativos a servicios, la familia rural y la participación de la mujer en las actividades
de la finca. Dependiendo del tipo de estudio o aplicación a realizar, la siguiente información puede ser
necesaria:

• nivel de educación y/o de analfabetismo;


• asociaciones de productores existentes;
• asociaciones de mujeres y jóvenes a las que pertenecen los miembros de la
familia;

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• actividades en las que participan los miembros de la familia, en la finca y


fuera de la finca;
• servicios de extensión y/o asistencia técnica privada accesible al productor;
• disponibilidad de energía eléctrica u otras fuentes de energía;
• sistemas utilizados para la disposición de residuos tóxicos (plaguicidas,
herbicidas, etc.) y residuos orgánicos de origen animal o humano.

Se requerirá además, de información relativa a acceso a los mercados para los productos
producidos en la microcuenca, disponibilidad de plantas de procesamiento o conservación de los
productos, mecanismos de comercialización, etc. que permitan generar escenarios para diferentes
tipos y niveles de producción en las condiciones existentes y en condiciones mejoradas, en las que
algunos factores limitantes pudieran ser removidos.

Esta información y el nivel de detalle de la misma dependerá de las condiciones de la microcuenca


y de las aplicaciones de ZAE que pretendan realizarse. La recolección de esta información y otra que
pueda ser necesaria para complementar la existente a nivel de censos y estadísticas, podrá ser obtenida
a través de encuestas planificadas para las condiciones específicas de la microcuenca y los estudios a
realizar.

3.10 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

De la Rosa, D., F. Mayol, J.A. Moreno, J. Crompvoets and A. Rosales. 1995. MicroLEIS 4.1.
Software and Documentation, CSIC Pub. Sevilla, España.

FAO. 1976. Framework for Land Evaluation. FAO, Rome.

1981. The Agroecological Zones Project. Methodology and Results for Central and South
America. FAO, Rome.

1982. Assessment of Land Resources for Rainfed Crop Production in Mozambique: Land
Utilization Types and Ecologycal Adaptability of Crops. FAO/AGOA, MOZ/75/011 Field Document
No. 32. FAO, Rome.

1990. Agricultural Planning Toolkit, User's Guide, Version 3.0. FAO, Rome.

FAO/ISRIC. 1989. FAO-ISRIC Soil Database. FAO, Rome.


Rossiter, D.G. and A. R. Van Wambeke. 1995. Automated Land Evaluation System (ALES),
Cornell University, Ithaca, New York.

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