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Origen y concepto de

soberanía
26 Feb 2009 - 9:38 AM
Mauricio Castro/Abogado U. Santo Tomás

Abordar el origen del concepto de


soberanía y precisarlo con seguridad es
arriesgado,  pues se encuentra uno con
varios autores que dirimen en la época
exacta en que se originó tal concepto;
por lo tanto daré a conocer los
principales factores que le dieron origen,
de tal manera que apliquemos las
nociones en la actualidad.
En la Edad Media el príncipe era considerado el soberano ya
que sus súbditos no podían apelar a una autoridad más alta.
Es hasta el siglo XVI cuando se construye sistemáticamente el
concepto de soberanía con base en la presencia del Estado
moderno, centralizado y burocrático.
La soberanía no se concibió en una doctrina o en una teoría,
sino que fue el producto de la realidad.

Tres cuartos de siglo más tarde, en el Leviathan, su autor


escribe enfáticamente que el poder soberano debe ser tan
grande como los hombres se lo imaginen. Y fue así como se
extrajo el concepto de soberanía del campo de la teoría
jurídica para introducirlo en la ciencia política.

Rosseau, dio paso a la Revolución Francesa afirmando que el


soberano es la colectividad o pueblo, y esta da origen al
poder enajenando sus derechos a favor de la autoridad. Cada
ciudadano es soberano y súbdito al mismo tiempo, ya que
contribuye tanto a crear la autoridad y a formar parte de ella,
en cuanto mediante su propia voluntad dio origen a ésta, y
por otro lado es súbdito de esa misma autoridad, en cuanto se
obliga a obedecerla.

Así, según Rousseau, todos serían libres e iguales, puesto que


nadie obedecería o sería mandado por un individuo en
específico, sino que sería un sujeto indeterminado, que sería
la voluntad general.  La voluntad general tiene el poder
soberano, es decir, aquella que señala lo correcto y
verdadero, y aquellas minorías deberían acatar en
conformidad de lo que dice la voluntad colectiva.

A  partir del siglo XVII, se empezaron a dar los pasos en la


teoría política para construir una noción objetiva que evitara
concebirla como absoluta. Este proceso es considerado por
Heller como “despersonificación de la soberanía” en los
siguientes términos “Esta despersonificación se lleva a cabo
con el propósito de dejarla a salvo del arbitrio de la voluntad
personal, se consolida con la aparición del estado de derecho,
en el que toda subjetividad debe estar bajo la entraña de una
norma jurídica. En este sentido Max Weber considera que a
partir de la concepción rusoniana de la voluntad general, “el
Estado de derecho de contenido material fue sustituido por
una forma racional de dominio, caracterizada porque siempre
y en todo lugar, se debe únicamente a una obediencia
impersonal, a una competencia objetiva, de tal manera que
cada gobernante esta solamente subordinado a un orden
legal, impersonal, racional, y cada gobernado obedece
exclusivamente al derecho” .
Durante el siglo XVIII, tal como lo recogen autores como
Bodino y Vattel, los monarcas ven en la teoría de la soberanía
la justificación de su absolutismo. En esta etapa el concepto
de soberanía tiende a ser absoluto, pero aún los teóricos del
tema sostienen que debe ejercerse dentro del respeto al
derecho de gentes y del derecho natural. Posteriormente,
como resultado de las relaciones de interacción e
interdependencia entre Estados, surgen límites al absolutismo
justificados por la necesidad de preservar la coexistencia
pacífica entre sujetos iguales de derecho internacional. Una
manifestación concreta de esto se encuentra en el Artículo 2,
párrafo 1, de la Carta de Naciones Unidas. Un tercer momento
de la evolución de este concepto se caracteriza por el
reconocimiento de límites adicionales a la soberanía,
justificados por la necesidad de respetar valores protegidos
por el derecho internacional, asociados a la dignidad del ser
humano, la paz mundial, la democracia y la conservación de
la especie humana.

No obstante esta evolución, el principio de la soberanía


continúa siendo un pilar del derecho internacional. Por eso, se
mantienen constantes tres elementos de la soberanía:

1. El entendimiento de la soberanía como independencia , en


especial frente a Estados con pretensiones hegemónicas.

2. La aceptación de que adquirir obligaciones internacionales


no compromete la soberanía , así como el reconocimiento de
que no se puede invocar la soberanía para retractarse de
obligaciones válidamente adquiridas.

3.La reafirmación del principio de inmediación según el cual el


ejercicio de la soberanía del Estado está sometido, sin
intermediación del poder de otro Estado, al derecho
internacional.

El concepto de soberanía se refiere al uso del poder de mando


o del control político que se ejerce en distintas formas de
asociación humana y que implica la existencia de algún tipo
de gobierno independiente que se apoya en la racionalización
jurídica del poder.

La soberanía incorpora la noción de legitimidad en oposición


al uso arbitrario del poder por parte de los actores que se
amparan en la fuerza y en la coerción para imponerse sobre
los demás. Implica entonces la transformación de la fuerza en
poder legítimo. El paso del poder de hecho al poder de
derecho.

Según pronunciamiento de la Corte Constitucional establece


respecto al concepto de soberanía que “según el artículo 9 de
la Carta, la soberanía rige las relaciones internacionales del
Estado colombiano, por lo cual todas las autoridades, en el
ejercicio de sus funciones, están obligadas a respetarla y
hacerla respetar.

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