Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
De ahí que otro tipo de lectura de los clásicos, menos erudita pero
quizás más fresca y enriquecedora es la realizada desde el presente,
es decir, intentar descubrir qué nos enseña hoy el pensador de
ayer, sea cual fuere el mensaje prístino de sus textos. Los
pensadores cuyas ideas han resistido estaciones, siglos y
novedades, de alguna manera lograron expresar verdades o
planteamientos tan profundos, que las generaciones posteriores
1
encontramos sabiduría actual en sus ideas. En pocas palabras,
debemos estudiar el pasado, sí, pero a la luz de presente. Tanto por
convicción filosófica como por ignorancia de lenguas originales,
filología e historia, prefiero este tipo de lectura filosófica, ir a los
textos y mantenerme al margen de las disputas de los intérpretes
del pensamiento de los grandes del pasado.
3. ¿EXISTE DIOS?
No dejo de sentir cierta vergüenza al dedicarle a este tema unos
cuantos párrafos, cuando existe un denso volumen de casi mil
páginas con este mismo título escrito por el teólogo suizo Hans
Küng, obra que recomiendo a todos.
Ahora bien, ¿de dónde aparece Dios, como hecho, como concepto y
cómo palabra?
3
occidental se define como un ser infinitamente poderoso, sabio y
bueno.
4. CREYENTES Y AGNÓSTICOS
Los creyentes religiosos admiten la existencia de un Dios
trascendente, o sea, un ser diferente del mundo natural, distinto de
nosotros mismos y soporte del universo, capaz de escuchar
nuestras oraciones, plegarias, y eventualmente cambiar el curso
natural de las cosas por nuestros ruegos. Mientras que el ateo
niega la posibilidad de la existencia de ese Dios trascendente, el
agnóstico niega la posibilidad de que el entendimiento humano
pueda conocer algo absoluto, como Dios, reduce el conocimiento a
la experiencia directa o indirecta y admite lo relativo sobre lo
absoluto y lo probable sobre la certeza. A lo sumo aceptará que el
concepto de Dios deriva de la inespacialidad e intemporalidad de la
conciencia del hombre, único lugar donde puede tener cabida este
concepto. Se le atribuye el término “agnosticismo” a Thomas Henry
Huxley –el jefe de debate de la teoría de la evolución- en un escrito
de 1869 donde expone su visión del mundo fundada en la ciencia.
Claro está que las raíces próximas del agnosticismo las
encontramos en Hume y en Kant, y las más remotas en los
presocráticos y epicúreos.
5. EL DIOS DE SPINOZA
Los filósofos autores de grandes sistemas conceptuales del mundo
han de partir de algún principio, de un postulado inicial que se
acepta o rechaza según nos convenzan o no las consecuencias
lógicas que de él derivan. Para Descartes, por ejemplo, lo primero, lo
indiscutible, es la conciencia de sí mismo, y para Spinoza lo es la
intuición de Dios, y de ahí intenta demostrar su existencia con estos
planteamiento:
8
que una substancia y que es absolutamente infinita (12). Y en
otra parte leemos:
…Pero en la Naturaleza no puede existir dos substancias sin que
difieran absolutamente en su esencia y toda substancia debe ser
infinita o sumamente perfecta en su género (13).
6. DIOS EN LA NATURALEZA
Cuando el hombre dirige la mirada a su propia conciencia
descubre que ella lo es todo para él, le otorga sentido a su cuerpo
y a sus relaciones con el mundo, y sabrá que él es y será en cuanto
tenga conciencia. En esto tenían razón los idealistas (aunque
Berkeley exageró al creer que lo distinto a la conciencia no existe).
Los dos pilares de las religiones reveladas son la idea de Dios infinto
y la del alma inmortal; ambas pueden tener sus raíces een dos
particularidades de la conciencia humana: su in-espacialidad y su
a-temporalidad, y de la primera surge la idea de Dios, y en la
segunda, la del alma.
M S
Mondolfo, 1 Spinoza, 2, 6, 7, 9, 10, 11, 12, 13, 14
14
15