Podemos concluir entonces que el bullying u hostigamiento escolar es un fenómeno peligroso
que se da con bastante frecuencia en campos escolares, tanto en hombres como en mujeres, variando en profundidad de edad en edad. Por consiguiente, es fundamental tomar acción para poder prevenir y detectar todos los tipos de actos agresivos. Si la política del colegio no incluye este tema, o no están conscientes sobre lo que ocurre, los alumnos comienzan a aceptar estas conductas como normales. Teniendo el conocimiento previo a la investigación sobre el bullying llega a la conclusión de que como se siente el agresor sobre la víctima y como se siente la victima sobre el agresor ya que se ha visto caso en el colegio san José de Chiclayo. En el centro educativo las causas que se determinaron que pueden generar bullying están: la falta de interés de los docentes a los problemas que les aquejan a los jóvenes, el poco control de las autoridades del plantel, la falta de comunicación entre autoridades, docentes y alumnos. Los patrones de vida que se reflejan en los hogares tienden a que se formen seres violentos que se sienten satisfechos acosando a los más débiles y demuestran agresividad en el hogar y en el establecimiento educativo. Los jóvenes víctimas del acoso escolar tienen actitudes negativas en el hogar y centro educativo, como por ejemplo: tímidos, inseguros, indecisos y de baja autoestima, miedosos; afectando su rendimiento en su entorno social. Cuando a este problema del acoso escolar no se le presta la debida atención puede crear conflictos de todo tipo en el hogar y la escuela, tornándose un grave problema para la sociedad, porque los agresores se convierten con el tiempo en delincuentes. En conclusión el fenómeno de bullying tiene su origen en múltiples causas, y como tal puede y debe ser abordado desde un enfoque abarcativo e integral, que aporte en beneficio de una mejor convivencia social y a una enseñanza que no se limite solo a lo académico, sino que le permita avanzar a los alumnos en su desarrollo personal.