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La revolución digital cambió para siempre la manera en que accedemos a la cultura en general y al

entretenimiento en particular. Nunca fue tan sencillo disfrutar de tantos libros, películas, fotografías y música.

El sonido, sobre todo, tiene una muy rica historia en su relación con la informática. El ejemplo más popular, por
supuesto, es el del MP3, el formato de compresión digital de audio convertido en estándar oficial en 1991 (y que
tuvo un antecesor nacional, ver www.lanacion.com.ar/187775 ).

Con la difusión del MP3 y sus competidores (como el AAC, OGG, WMA, FLAC, APE, etcétera) y el fantástico
crecimiento en la disponibilidad de almacenamiento relativamente económico y confiable, tener una discoteca en
el bolsillo se hizo cada vez más sencillo.

Hoy es posible encontrar un reproductor portátil de MP3 capaz de ofrecer al menos un día completo de música
por 200 pesos. Son dispositivos con 2 GB (gigabytes) de almacenamiento; los hay de muchísima más capacidad
(con discos rígidos internos de 160 GB, por ejemplo).

La enorme mayoría de los teléfonos celulares modernos incluye un reproductor, lo mismo que muchos equipos
de música, con un conector USB o un lector de CD que también reproduce MP3, o un autoestéreo con MP3. Y
ni hablar de las computadoras de escritorio, portátiles y netbooks capaces de llevar meses de audio de buena
calidad en su interior.

Administrar esa música puede resultar problemático, sobre todo si no está bien organizada y etiquetada.
Muchos usuarios clasifican su música en carpetas (por artista y luego por álbum, por ejemplo), pero pueden
tener también canciones solas que no justifican un ordenamiento semejante, o compilaciones de varios artistas.
¿Cómo organizarlos?

El administrador

Por suerte, el estándar MP3 (lo mismo que los demás formatos populares de compresión digital de música)
incluye la posibilidad de describir el archivo almacenando los datos en forma interna, junto con la música.

No importa si cambia de nombre el archivo o si se mueve a otra carpeta: si está bien etiquetado, el MP3 nos dirá
el nombre de la canción, su autor, el álbum al que pertenece y más. Incluso puede almacenar la imagen de la
carátula del disco.

Una herramienta básica para administrar la música es el Windows Media Player en Windows, en particular la
versión 12 que incluye Windows 7, con un gran número de códecs preinstalados (para ayudar a la reproducción
automática de más formatos) y mejores funciones de administración de múltiples bibliotecas de audio.

iTunes, la aplicación de gestión de discotecas de Apple, está disponible para Mac OS X y para Windows; se
descarga de www.apple.com/la/itunes/download/ (gratis). Otras aplicaciones sin cargo para Windows son
Foobar2000 ( www.foobar2000.org ), Jaangle ( www.jaangle.com ), MediaMonkey ( www.mediamonkey.com ),
Songbird ( www.getsongbird.com , también para Mac OS X y Linux) y Winamp ( www.winamp.com , hay una
versión gratis y otra paga), entre otras. Para Linux pueden resultar atractivos Amarok ( http://amarok.kde.org ) o
Banshee ( http://banshee-project.org ).

Una vez instaladas, lo que ofrecen estas aplicaciones es la posibilidad de administrar toda la música contenida
en la computadora. Revisan el disco rígido (o determinadas carpetas) buscando música y agregándola a su
base de datos, sin modificar su ubicación; permiten crear compilaciones personales (listas de reproducción);
editar la información de los archivos; hacer búsquedas por banda, nombre del álbum o tipo de música;
descargar el arte del álbum, e incluso buscar información adicional sobre la banda o esa canción en particular.
Permiten, también, sincronizar esa música con la que está almacenada en un reproductor portátil.

En el caso de los iPod de Apple (lo mismo que el iPhone) usan el iTunes para estas tareas; el resto de los
reproductores portátiles de música suele permitir la simple copia de archivos de la computadora al dispositivo,
como si fuera una memoria USB. Quienes quieran usar iTunes para esta tarea pueden apelar a los freeware
iTunes Sync ( www.binaryfortress.com/itunes-sync/ ) o iTunes Agent ( http://ita.sourceforge.net ).

A la vez, los interesados en acceder a los contenidos de su iPod en una PC que no tenga instalado iTunes y
copiar archivos a la computadora pueden usar los programas gratis SharePod ( www.getsharepod.com , no
necesita instalación), YamiPod ( www.yamipod.com , multiplataforma, no necesita instalación) o PodLift (
www.smash-software.com ). La mayoría de los gestores de discotecas (como Winamp o MediaMonkey) también
permite administrar los contenidos del iPod.

En el caso de Windows Media Player permite usar el estándar MTP (Media Transfer Protocol), que exigen
algunos reproductores portátiles de música, aunque en general la mayoría admite simplemente copiar archivos
de un lado al otro.

Etiquetas y carátulas

Lo principal para poder disfrutar de exactamente la música que uno quiere, claro, es tener bien identificadas las
canciones. Los gestores generales pueden editar las etiquetas (tags, en inglés) de los archivos, pero también
hay aplicaciones especializadas, como los freeware Mp3tag ( www.mp3tag.de/en/ ), MetatOGGer (
www.luminescence-software.org ) o The Godfather ( http://users.otenet.gr/~dtou20/), compatibles con una gran
cantidad de formatos de audio. Los usuarios de Linux pueden usar Easy Tag ( http://easytag.sourceforge.net )
para estas tareas. Permiten almacenar el arte de los discos en cada archivo, y no como una imagen en la
carpeta que los almacena, como hacen muchos administradores de discotecas.

Varias aplicaciones gratis ofrecen, además, identificar una canción desconocida por su audio, un servicio muy
común en los teléfonos celulares, con aplicaciones pagas como Shazam ( www.shazam.com ) o Midomi (
www.midomi.com ). Para la computadora existe MusicBrainz ( www.musicbrainz.com ). Allí hay software gratis
para descargar, en particular Picard y Jaikoz, dos aplicaciones multiplataforma (para Windows, OS X y Linux).

También ofrece una función semejante el freeware Tunatic ( www.wildbits.com/freeware/ ), disponible para
Windows y Mac OS X.

Si estas aplicaciones no encuentran el arte de tapa de los discos hay otras opciones: una, apelar a sitios
especializados como Coveralia ( www.coveralia.com ), Album Art ( http://albumart.org ), AllCDCovers (
www.allcdcovers.com ) o Albume Art Exchange ( www.albumartexchange.com ), entre otros. Mientras, la
aplicación Album Art Downloader ( http://sourceforge.net/projects/album-art/ ) automatiza buena parte de este
proceso.

Lo recomendable es usar un editor de etiquetas que permita guardar esas imágenes en cada archivo (y no en la
carpeta que los contiene). Esto facilita, entre otras cosas, mostrar esas carátulas en reproductores portátiles de
MP3 con pantalla a color, o en el software de audio de los teléfonos móviles y demás.

Reproductores sencillos

¿Y qué hay si uno quiere, simplemente, escuchar música y prefiere evitar los administradores de música más
complejos? De tan completos, a veces se interponen entre el usuario y la canción que quiere escuchar. Y en
muchos casos vivirán la mayor parte de su vida minimizados o detrás de otras ventanas. Pero a no desesperar,
hay opciones más sencillas.

En este contexto resultan atractivos los reproductores minimalistas como 1by1 (


http://mpesch3.de1.cc/1by1.html ), que hace una gran economía de recursos del equipo para ofrecernos nuestra
discoteca. El autor de este freeware también ofrece MP3DirectCut, aplicación que permite editar audio en
formato MP3 sin hacer ninguna conversión previa.

También es muy recomendable XMPlay ( http://support.xmplay.com , no requiere instalación), compatible con un


gran número de formatos, y que admite pieles para modificar su apariencia. La aplicación toma apenas 2,5 MB
de la RAM para funcionar.

Otro reproductor de música con pocos requerimientos de hardware es BBox ( www.bboxplayer.com ),


compatible con un gran número de formatos, capaz de sintonizar radios de Internet, editar etiquetas y más.

Por supuesto, para lograr todo esto primero hay que obtener la música. Varias aplicaciones gratis pueden
ayudar en la conversión de las pistas de un CD a archivos de PC (sea en MP3 u otros formatos).

Esta práctica, conocida como ripear, tiene sus mejores exponentes en Exact Audio Copy (
www.exactaudiocopy.de/en ), dbPoweramp ( www.dbpoweramp.net ) y Audiograbber ( www.audiograbber.com-
us.net ), entre otros.
Para convertir entre formatos puede usarse el ya mencionado dbPoweramp, BonkEnc ( www.bonkenc.org ) o
Media Coder ( http://mediacoder.sourceforge.net ), entre otros. No es recomendable hacer la conversión entre
formatos de compresión con pérdida (como MP3 o WMA) porque se degradará la calidad del audio resultante, lo
que impedirá que disfrutemos de nuestra discoteca digital.

Ricardo Sametband

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