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Página 1 de 7 PROCEDIMIENTO: REALIZAR SEGUIMIENTO Y EVALUACIÓN AL

Código: 3GC-FR-0014 DESARROLLO CURRICULAR

Fecha: 28- 01 -2020 EVALUACIÓN DIAGNÓSTICA


COMUNICADORES ASERTIVOS POLICÍA NACIONAL
Versión: 1

PROFESOR: HAZEL CURE MARTINEZ

Nombre: ___________________________________________ Fecha: _________ Curso: ______

Lee el texto y desarrolla las actividades 1 y 2.

Yurupary, el dios civilizador del Vaupés


En el Vaupés se conoce el mito del dios Yurupary, que también tiene los nombres de
Itzi, Uaktí, Milómaki y Mahsankeró. Yurupary
fue engrandado cuando su madre, Seucy, comió
la fruta prohibida del Pihycán. A los pocos días
lo ocultó en un árbol de la selva, a donde iba a
amamantarlo. Yurupary buscó posteriormente
a su madre, antes de emprender su misión de
héroe civilizador; buscó amuletos e insignias de
mando y entre ellas la piedra sagrada, Nanacy,
que recibió de la luna.
El primer acto mágico del dios civilizador fue convertir a las mujeres curiosas en piedra,
un poder que incluso hizo recaer sobre su madre, por haber espiado una reunión de
hombres. AI parecer, Yurupary representa la tradición del cambio del matriarcado a un
sistema de patriarcado y, con el fin de lograr el predominio masculino, se propuso
establecer un culto religioso vedado a las mujeres. Este culto se simboliza en las flautas
sagradas, que a su vez representan la voz y los huesos de una deidad que, al igual que
otros héroes míticos, es inmolada en el fuego bajo la apariencia del viejo Ualri, después
de que este es traicionado por Diadue y las mujeres.
En una inmensa hoguera fue quemado Yurupary y todo quedó en cenizas. Sin
embargo, de las cenizas surgió la palma de Pachuba, de la cual se hacía una flauta con
la voz de Yurupary, quien se convirtió en una mata de yuca brava con la cual se
fabricaba chicha; la chicha es sangre de Yurupary. Así interpreta este mito el
investigador Héctor Orjuela, autor de la obra Cantares y fábulas de Yurupary (en Mito-
Poemas. Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, 1987).
“Como en la posesión de las flautas (religión) está la clave del poder político y social,
las mujeres (amazonas míticas) roban los instrumentos sometiendo de nuevo a los
hombres a su voluntad. Finalmente, Yurupary recupera las flautas, castiga a las
mujeres que violan la ley o que han matado a sus hijos varones, y deja establecido un
orden social basado en el culto religioso, del cual quedan excluidas las mujeres. [...].
Después de que Yurupary conoce el valor humano y ve cumplida su misión en la tierra,
excepto la de encontrar a la “mujer perfecta”, se marcha hacia el oriente para subir a la
región de las estrellas en donde se reunirá con sus antepasados celestiales; Seucy (las
Pléyades) y los gemelos Pinon (constelación de Escorpión) y Meenspuín, ancestros míticos
de los Tarianas y otros pueblos amazónicos”.

Orjuela, Héctor. Yurupary, el dios civilizador del Vaupés. Recuperado de


http://www.elalmahispana.org/rincon_poetico/1113/443.php.

1. Yurupary es un personaje con


características
a. Heroicas, porque busca salvar a los
habitantes de la comunidad.
b. Sobrenaturales, porque tiene poderes
que sobrepasan a los de un ser humano
normal.
c. Imaginaria, porque solo existen en un
mundo fantástico.
d. Benévolas, porque su fin principal es
servir a la comunidad.
2. Según el texto, un ejemplo de la
mezcla entre la realidad y la magia es
a. La voz y los huesos representados en
una flauta.
b. La transformación del matriarcado por
el patriarcado.
c. La forma como las madres fueron
convertidas en piedra.
d. La manera como las cenizas de
Yurupary dieron origen a un árbol.
Lee el texto y resuelve las
actividades 3 y 4.

Historia de las Indias


En este tiempo venían algunos
indios por espías, para ver si los
cristianos, de quien tanto mal cada

día recibían y temían recibir, se iban, o qué acordaban


hacer; y esta venida coloraban con traer maíz y cosas
de comer, porque les diesen cuentas y cuhillejos y
cosillas de Castilla, y, porque se fuesen, decíanles que
en la provincia de Cueba, que distaba de 30 leguas,
había mucho oro y mucha comida. Acordó Vasco
Núñez enviar a Francisco Pizarro con seis hombres,
para que fuese a descubrir por allí la tierra. Salidos
por el río arriba, tres leguas, salieron
cuatrocientos indios con su señor Cernaco,
escarmentados de la guerra que les había hecho
Anciso, cuando Vasco Núñez dio el aviso de hallar
aquel río y pueblo de aquel señor, como en el cap.
63 dijimos, y dan en Francisco Pizarro y en sus seis
compañeros con muchas flechas y piedras, de
manera que a todos descalabraron e hirieron.
Mas como las flechas no tenían hierba, porque allí no hacían o no sabían hacerla, no
les hicieron mucho daño. Los españoles arremeten contra los cuatrocientos, y
desbarrigan con las espadas, dellos, ciento cincuenta, sin muchos otros que hirieron.
Viéndose los indios tan maltratados de los siete, volvieron las espadas, que es siempre
su más seguro y postrero remedio, como gente desnuda en cueros.
Todavía cayó uno de los seis, llamado Francisco Herrán, y los demás, todos muy
heridos, volviéronse a su pueblo. Desque Vasco Núñez los vio, recibió pesar
grandísimo, y mayor desque le dijeron que Francisco Herrán aún quedaba vivo; y en
pena de haber dejado, mandó a Francisco Pizarro, no embargante que venía
malherido, que tornase por él con cierta gente, y así lo trajo; no supe si murió de
aquellas heridas.
Salió luego Vasco Núñez con cien hombres al campo y anduvo ciertas leguas hacia Ia
provincia de Cueba, cuyo rey tenía por nombre Careta, donde tenían nueva que había
mucho de aquel cebo del oro que todos pretendían, y no halló persona que le
resistiese ni viese, de paz ni de guerra; no porque no supiesen que salía, porque en
tener espías no se descuidan los indios, sino por el miedo que a Vasco Núñez ya tenían;
porque no eran como quiera los estragos que en los indios, cuando en ellos daba,
hacía. Tornose desde a pocos días al pueblo del Darién, y dijeron algunos que traía
propósito de, si hubiese Nicuesa vuelto, darle Ia gobernación y sometérsele, y debía de
platicarlo así, por resguardo de cumplimiento si acaso volviese, porque su
encendimiento a esto y a más se extendía.
Fragmento de De las Casas, Bartolomé. (1951). Historia de las Indias. México: FCE.
3. Por la forma como está descrito el texto, puede afirmarse que el narrador
a. Relata lo contado por otras personas.
b. Habla para sí mismo sobre los hechos.
c. Es el protagonista de su propia historia.
d. Ofrece un testimonio de lo sucedido.
4. El relato brinda elementos para
a. Engrandecer las hazañas españolas.
b. Reconocer las intenciones españolas.
c. Aportar al conocimiento de nuestra historia.
d. Evidenciar la fantasía en los relatos.

Lee el texto y desarrolla las actividades 5 y 6

5. En el texto anterior, los verbos se usan para


a. Hacer peticiones.
b. Dar órdenes.
c. Describir acciones.

d. Expresar deseos.
6. Si tuvieras que escribir un texto instructivo, como una receta, tendrías en cuenta
a. La enumeración de la secuencia.
b. La descripción de los ingredientes.
c. La explicación de cómo mezclar.
d. La comparación de los ingredientes.

Lee el texto y selecciona la opción correcta para la actividad.


El “indio”: mito, profecía, prisión
Es indudable que la caída de los pueblos americanos frente al poder español se suscitó
a raíz de una violenta derrota intelectual, además de otros tantos factores. Al parecer
los gobernantes de los dos imperios americanos más poderosos de aquel tiempo —el
inca en la región Andina y el mexica en Mesoamérica— creyeron que los es pañoles
eran dioses que venían a cumplir un destino ya anunciado. Con cierto aire de nostalgia,
se ha especulado a veces sobre lo que hubiese sucedido si los presagios no hubieran
paralizado a Motecuhzoma y si los incas no hubieran considerado “huiracochas” a los
recién llegados. Interpretado así, fueron derrotas intelectuales ambas, tan
devastadoras en sus efectos posteriores, que un determinado tipo de pensamiento
latinoamericano no acaba todavía de librarse de ellos.
Las ideas nos ofrecen dos posibilidades: pueden ser arqueadas velas que capturen los
vientos de Ia imaginación y con ello impulsen las empresas humanas a costas lejanas o,
al contrario, pueden constituir sombrías prisiones de las que no escapa el prisionero
aunque Ias rejas estén siempre abiertas. En este sentido, los viajes que emprenden
hombres y mujeres, en apariencia hacia lejanas tierras, muchas veces no son más que
trayectorias al encuentro de sus propias ideas, de tal manera que nunca llegan a salir
de los confines de su mente. En América Latina se han librado muchas batallas
militares (y políticas), pero apenas se empieza a luchar contra la prisión de viejas ideas.
La realidad fue incidental: él había llegado al encuentro de su propia teoría y los
acontecimientos solo fueron medios para confirmarla. Y fue consecuente con ella:
consideró que todos los habitantes de este mundo ya preconcebido en su mente eran
“indios”. Con ello dio origen a un error lingüístico que se ha perpetuado por siglos y
que, con toda ironía histórica, vino a convertirse —retroactivamente— en profecía. Es
decir, se designó con un concepto equivocado y empobrecido a los “indios” y Ias
sociedades latinoamericanas de siglos posteriores se encargaron de convertir a los
pobladores originales de sus países en eso, en “indios”. Fragmento de Arizpe, Lourdes.
(1986). “‘El indio’: mito, profecía, prisión”. En América Latina en sus ideas. México D. F.: Siglo XXI
Editores, p. 47.
7. La idea subrayada en el fragmento expresa que
a. Esta se ha considerado cierta.
b. Genera dudas en los lectores.
c. Contiene negaciones.
d. Expone una situación.
Observa la imagen y resuelve las actividades 8 a 10.

Declaro este territorio propiedad


de España.

8. La lengua y la cruz son signos


que evidencian que el dominio
español se centraría en
a. La trasformación de las
costumbres.
b. El uso de las armas y la fuerza.
c. El diálogo transformador entre culturas.
d. La evangelización y la castellanización.

9. Al pronunciar la palabra “territorio” por sílabas / te-rri-to-rio/, el acento o mayor golpe


de voz se encuentra ubicado en
a. La última sílaba.
b. La penúltima sílaba.
c. La antepenúltima sílaba.
d. La transantepenúltima sílaba.

10. De la declaración de Colón, puede inferirse que


a. Era un español interesado en transformar el nuevo territorio.
b. Era un marinero cualquiera con ínfulas de poder y grandeza.
c. Era un marinero con autoridad para apropiar a España de un territorio.
d. Era un súbdito de los reyes que pretendía servir al reinado.

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