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Marco legal internacional, legislación internacional y medidas para el

cumplimiento de la ley

RESUMEN EJECUTIVO

La comunidad internacional ha mostrado su preocupación por la existencia de la


explotación sexual y actos semejantes, tales como el tráfico ilegal y ciertos
aspectos de la esclavitud, tanto en términos generales como con referencia
específica a la infancia, mediante la aprobación de una serie de tratados a lo largo
del presente siglo. Estos instrumentos han sido elaborados en diversos contextos:
derechos humanos, legislación humanitaria, estatuto de refugiados, normas
laborales, etc. y han promovido el desarrollo de una serie de tratados regionales
sobre estas cuestiones.

El examen de este cuerpo de instrumentos legales internacionales muestra que el


enfoque se ha centrado más en la protección contra explotación de la prostitución
que contra la explotación de la pornografía, un campo en el que además faltan
definiciones concluyentes y una base clara para el consenso y la cooperación.
El grado de adhesión a estos tratados internacionales es muy variado. Sin embargo,
el instrumento más significativo, la Convención sobre los Derechos del Niño, ha
logrado una ratificación de alcance casi universal. Además, ningún Estado parta ha
notificado reserva alguna sobre el artículo 34, la principal disposición adoptada a
este respecto. La aplicación de esta Convención se ve facilitada por la existencia de
otros instrumentos que sirven asimismo de orientación para la interpretación de las
disposiciones más significativas.

Estos textos se han generado de diferentes modos y se han inspirado en medidas


tomadas a nivel nacional de carácter legislativo, administrativo o de cualquier otra
naturaleza. Tanto en los países industrializados como en los países en desarrollo, la
preocupación por la creciente incidencia de la explotación sexual infantil y el
progresivo carácter internacional de sus manifestaciones, ha promovido una
copiosa legislación sobre todo en los años 1990. En este informe se exponen las
medidas adoptadas en materias relativas a la infancia, tales como la prostitución, el
tráfico ilegal, la pornografía, el turismo sexual, la legislación extraterritorial y los
problemas relacionados con los testigos infantiles y los derechos del acusado.
Aunque existen vacíos legislativos, la aplicación de la ley vigente plantea el
principal desafío. En este informe abordaremos este aspecto y el de la prevención,
comprendidas las medidas de castigo y disuasión, así como los objetivos de
cooperación internacional en este campo.

Se recomienda, inter alia, que los gobiernos y las organizaciones no


gubernamentales utilicen la Convención sobre los Derechos del Niño como base de
referencia para examinar y supervisar las disposiciones legislativas y la aplicación
de la ley. El presente informe propone también el establecimiento de un grupo de
tareas intersectorial y un sistema de supervisión (i.e. el Defensor del Niño) en todos
y cada uno de los países como elementos necesarios de un esfuerzo coherente para
combatir la explotación sexual comercial de los niños.
PARTE I: MARCO LEGAL INTERNACIONAL

Introducción

La preocupación internacional por los fenómenos asociados más o menos


estrechamente con la explotación sexual, tales como la esclavitud, el trabajo
forzado, el tráfico ilegal, los beneficios financieros obtenidos de la prostitución de
otras personas y las Publications obscenas, se ha reflejado en numerosos tratados
adoptados desde principios de este siglo, dentro del marco legal del desarrollo
global de los derechos humanos internacionales.

A continuación se citan los principales tratados adoptados con anterioridad a la


fundación de las Naciones Unidas (excepto las Convenciones de la OIT -véase más
adelante el apartado B):

1904, Acuerdo Internacional para la Eliminación de la Trata de Blancas (enmendado


por el Protocolo del 3 de diciembre de 1948)
1910, Convención Internacional para la Eliminación de la Trata de Blancas
(enmendada por el Protocolo del 3 de diciembre de 1948)
1919, Convención de Saint-Germain-en-Laye (para garantizar la eliminación total
de la esclavitud en todas sus formas y del comercio de esclavos por tierra y mar)
1921, Convención Internacional para la Eliminación del Tráfico de Mujeres y Niños
(enmendada por el Protocolo del 20 de octubre de 1947)
1923, Convención para la Eliminación de la Distribución y Comercialización de
Publications Obscenas (enmendada por el Protocolo del 12 de noviembre de 1947)
1926, Convención contra la Esclavitud (enmendada por el Protocolo del 23 de
octubre de l953)
1933, Convención Internacional para la Eliminación del Tráfico de Mujeres Mayores
de Edad (enmendada por el Protocolo del 20 de octubre de 1947)
Todos los instrumentos enmendados mediante protocolos fueron adoptados por las
Naciones Unidas. La Convención de 1919 ha dejado de estar en vigor.

Las apartados siguientes se centran especialmente en textos vinculantes, pero


también se mencionan algunas normas legislativas seleccionadas de carácter
menos estricto relacionadas implícita o explícitamente con las materias objeto de
análisis. Estos apartados son: (A) textos de las Naciones Unidas actualmente
vinculantes o vigentes, (B) instrumentos de la OIT, (C) legislación sobre refugiados,
(D) legislación humanitaria, (E) textos internacionales en preparación (F) tratados
regionales que contienen disposiciones significativas para la protección de los niños
contra la explotación sexual comercial, y (G) extractos de los comentarios emitidos
por el Comité sobre los Derechos del Niño. El apartado H es un breve comentario.

A. TRATADOS VIGENTES DE LAS NACIONES UNIDAS

A.1. 1923, Convención para la Eliminación de la Distribución y


Comercialización de Publications Obscenas (enmendada por el Protocolo
de 1947)
Esta Convención con las enmiendas correspondientes ha sido ratificada por 53
países hasta la fecha del 31 de diciembre de 1994. Sin embargo, el ritmo de
ratificación en los últimos años es extremadamente lento: las últimas ratificaciones
están separadas por más de diez años, y corresponden a la República Checa y
Eslovaquia en 1993 y a Cuba en 1983. Durante los años 1980, la Convención sólo
fue ractificada por otro país, las Islas Salomón en 1981, y solamente tres países la
ratificaron durante los años 1970, Fiji en 1971, Zambia en 1974 y Lesotho en 1975.

Curiosamente, dos países que habían sido Estados Partes desde 1949 han
denunciado posteriormente la Convención: Dinamarca en 1967 (sin motivo
explícito) y los Países Bajos en 1985 que justificaron su decisión alegando que las
disposiciones del Código Penal holandés habían sido enmendadas en el sentido de
contemplar solamente la producción, posesión o comercio relacionado con "la
exhibición de -o cualquier medio de información que exhiba- actividades sexuales
con la participación de personas menores de 16 años (i.e. pornografía infantil)" o el
envío de cualquier material pornográfico "no solicitado por medio del correo o con
vistas a facilitar, ofrecer o mostrar dichos materiales a los niños".

El tratado cubre efectivamente todo tipo de pornografía, remarcando su carácter de


delito en los Estados Partes "con el propósito de o por medio del comercio, o la
distribución o la exhibición pública para hacer o producir o tener posesión de
material escrito, dibujos, grabados, pinturas, impresos, cuadros, carteles,
emblemas, fotografías, filmes o cualquier otro objeto obsceno". Asimismo, se
consideran sancionables la exportación, importación, transporte, publicidad y
participación en negocios relativos con tales "asuntos u objetos obscenos".

Los delincuentes deben en principio ser juzgados en el Estado Parte "en cuyo
territorio se ha cometido el delito, o cualesquiera de sus elementos constitutivos"
pero, cuando las leyes del país lo permitan, estos pueden ser procesados
alternativamente (no adicionalmente) en el Estado Parte del que son nacionales "si
son detenidos en su territorio, incluso cuando los elementos constitutivos del delito
fueran cometidos fuera de éste"

A.2. 1949, Convención para la Eliminación del Tráfico de Personas y la


Explotación de la Prostitución de Otros

Esta Convención ha sida ratificada por 70 países hasta la fecha del 31 de diciembre
de 1994. Estuvo destinada a consolidar los tratados mencionados anteriormente de
1904, 1910, 1921 y 1933 los cuales estaban vigentes en el momento de la
adopción de la Convención y se convirtieron posteriormente en obsoletos.
Esencialmente, este tratado obliga a los Estados Partes a castigar a toda persona
que, "para satisfacer las pasiones de otros consigue, induce o conduce a otra
persona con fines de prostitución" o "explota la prostitución de otra persona"
incluso con su consentimiento. También es punible la gestión de un burdel y el
alquiler y alojamiento para la prostitución de otras personas. Según este tratado,
tales delitos deben considerarse como extraditables o, en los estados donde la
extradición no está autorizada, los nacionales que han vuelto a su propio Estado
tras haber cometido tales delitos en el extranjero deben ser procesados y
castigados por los tribunales de su propio Estado. La Convención establece, por
tanto, procedimientos legales para combatir el tráfico internacional de personas
(especialmente mujeres y niños) con fines de prostitución.

A.3. 1956, Convención Complementaria sobre la Abolición de la Esclavitud,


la Trata y las Instituciones y Prácticas Similares a la Esclavitud

Esta Convención ha sido ratificada por 114 países hasta la fecha del 31 de
diciembre de 1994. Estuvo destinada a complementar, no a sustituir, la Convención
contra la Esclavitud de 1926. En relación con los fines del presente informe, la
disposición más significativa de este tratado es el Artículo 1, que obliga a los
Estados Partes a "tomar todas las medidas legislativas necesarias y practicables y
de cualquier otro tipo para conseguir progresivamente y lo antes posible la abolición
total o el abandono de, inter alia, cualquier institución o práctica mediante la cual
toda persona menor de 18 años pueda ser entregada por cualquiera o ambos de
sus progenitores naturales o por sus custodios a otra persona, ya sea mediante
compensación o no, con vistas a su explotación de dicha persona menor de edad o
de los frutos de su trabajo".

A.4. 1979, Convención para la Eliminación de Todas las Formas de


Discriminación contra las Mujeres

Esta Convención, vigente desde 1981, ha sido ratificada por 131 países hasta la
fecha del 30 de junio de 1994. Su Artículo 6 insta a los Estados Partes a "tomar
todas las medidas pertinentes, comprendidas las legislativas, para eliminar todas
las formas del tráfico de mujeres y la explotación de la prostitución de mujeres"

A.5. 1989, Convención sobre los Derechos del Niño

Esta Convención ha sido ratificada por 187 países hasta la fecha del 15 de abril de
1996. Define al niño como "todo ser humano menor de dieciocho años de edad,
salvo que, en virtud de la ley que le sea aplicable, haya alcanzado antes la mayoría
de edad". Contiene diversas disposiciones significativas en relación con las
cuestiones objeto de consideración en este informe.

El Artículo 19 dispone que "los Estados Partes adoptarán todas las medidas
legislativas, administrativas, sociales y educativas apropiadas para proteger al niño
contra [...] los malos tratos o explotación, incluido el abuso sexual, mientras el niño
se encuentre bajo la custodia de los padres, de un representante legal o de
cualquier otra persona que lo tenga a su cargo".

De acuerdo con el Artículo 32, "los Estados Partes reconocen el derecho del niño a
estar protegido contra [...] el desempeño de cualquier trabajo que pueda ser
peligroso o [...] que sea nocivo para su salud o para su desarrollo físico, mental,
espiritual, moral o social". A este fin, los Estados deberán establecer una edad o
edades mínimas para trabajar (véase Convención 138 de la OIT, en el apartado
posterior B.2.) y "estipularán las penas u otras sanciones apropiadas para asegurar
la aplicación efectiva del presenta Artículo".

El Artículo 34 dispone que "los Estados Partes se comprometen a proteger al niño


contra todas las formas de explotación y abusos sexuales" y a "tomar todas las
medidas de carácter nacional bilateral y multilateral que sean necesarias para
impedir: (a) la incitación o la coacción para que un niño se dedique a cualquier
actividad sexual ilegal; (b) la explotación del niño en la prostitución u otras
prácticas sexuales ilegales; (c) la explotación del niño en espectáculos o materiales
pornográficos". Merece la pena reseñar que esta disposición clave de la Convención
relacionada con la explotación sexual comercial, no ha sido objeto de reserva por
ninguno de los Estados Partes.

De modo similar, el Artículo 35 obliga a los Estados Partes a tomar "todas las
medidas de carácter nacional, bilateral y multilateral que sean necesarias para
impedir el secuestro, la venta o la trata de niños para cualquier fin o en cualquier
forma".
Finalmente, el Artículo 39 exige a los Estados Partes "tomar todas las medidas
apropiadas para promover la recuperación física y psicológica y la reintegración
social de todo niño víctima de ... cualquier forma de... explotación... en un
ambiente que fomente la salud, el respeto de sí mismo y la dignidad del niño"

B. INSTRUMENTOS DE LA OIT

Las conclusiones del Seminario Internacional de las Naciones Unidas sobre las
formas y medios de lograr la eliminación de la explotación del trabajo infantil en
todo el mundo (28 octubre - 8 noviembre 1985) incluye la siguiente referencia: "la
explotación del trabajo infantil adopta múltiples formas y ciertos tipos de
explotación, por ejemplo la prostitución infantil [...], son particularmente
aberrantes" así pues, se interpreta con toda claridad que la prostitución infantil al
menos es considerada, a nivel internacional, como una forma de explotación del
trabajo infantil. Aunque los tratados de la OIT no fueron elaborados teniendo en
cuenta el fenómeno de la explotación sexual -de la misma forma que tampoco lo
fueron como un medio para combatir la participación de los niños en los conflictos
armados- ciertas normas de la OIT pueden ser consideradas, no obstante, como
significativas a este respecto.

B.1. Convenciones 29 (Trabajo Forzado, 1930) y 105 (Abolición del Trabajo


Forzado, 1957) de la OIT

Las Convenciones 29 y 105 de la OIT fueron explícitamente mencionadas en una


enmienda propuesta por Nigeria al capítulo sobre "aplicación de los instrumentos
existentes" de la propuesta francesa revisada en favor de un protocolo facultativo
sobre las materias que estamos considerando (véase apartado posterior E.2.).
Aunque estos instrumentos no parecen tener un valor directo significativo como
norma legal para combatir la explotación sexual comercial de los niños en el umbral
del tercer milenio, la Convención 29 (ratificada por 136 países hasta la fecha del 1
de junio de 1995) al menos refuerza la tesis de que cualquier forma de trabajo
forzado u obligatorio desempeñado por niños ha sido objeto de prohibición desde
hace mucho tiempo. Esta Convención establece un número de condiciones en las
cuales el trabajo obligatorio o forzado puede ser exigido -tales como el servicio
militar obligatorio y determinadas obligaciones cívicas como consecuencia del
cumplimiento de una condena judicial o de necesidades en situaciones de
emergencia, etc- pero en estos casos, el trabajo está restringido a "los hombres
físicamente capaces de una edad aparente entre los 18 y los 45 años..." (Art. 11).

B.2. Convención 138 (Edad Mínima, 1973) y Recomendación 146 (Edad


Mínima, 1973) de la OIT

La Convención 138 de la OIT, actualmente el tratado insignia en materia de trabajo


infantil, está reflejada, e implícitamente mencionada, en el Artículo 32 de la
Convención sobre los Derechos del Niño (véase apartado A.5. anterior). Sin
embargo, este instrumento de la OIT adolece de un nivel de ratificación
relativamente reducido, pues sólo ha sido ratificado por 46 países hasta la fecha del
1 de junio de 1995. El hilo conductor de esta Convención es la regulación de la
admisión al empleo en las "ramas de actividad económica ... o tareas" enumeradas
en su Art. 5, para. 3. Lógicamente, todos estos son sectores de actividad formal y
reconocida, y el tratado no considera ni el autoempleo ni el trabajo "no lucrativo".
Por consiguiente, esta norma no tiene aplicación en el campo de la explotación
sexual comercial. No obstante, si que puede servir como una indicación más de la
actitud de la comunidad internacional hacia aquellas actividades que socavan la
salud y el desarrollo de los niños. Asimismo, bajo la presunción de que los
solicitantes de empleo lo hacen por libre voluntad, el tratado exige que una persona
de 16 años no puede acceder a un empleo reservado a una de 18 años, lo cual es
una prueba adicional de que el consentimiento no es un factor significativo a la hora
de determinar la existencia de explotación.

La Recomendación de 1973 sobre Edad Mínima complementa la Convención 138


mediante la provisión de directrices políticas más precisas para la aplicación óptima
del tratado a nivel nacional.

C. LEGISLACIÓN SOBRE REFUGIADOS

C.1. Convención de 1951 y Protocolo de 1967 relativo al Estatuto de los


Refugiados

El número de Estados Partes de uno o ambos instrumentos legislativos era de 130


hasta la fecha del 20 de octubre de 1995. Aunque estos instrumentos no contienen
ninguna disposición especial sobre protección frente a la explotación sexual
comercial, el Artículo 24 de la Convención de 1951 es potencialmente significativo
para el presente informe en el sentido de que reafirma determinadas obligaciones
respecto al trabajo infantil, declarando que "los Estados Contractuales garantizarán
a los refugiados legalmente establecidos en su territorio el mismo trato que el
acordado a los nacionales en relación con [...] la minoría de edad laboral [...] y el
trabajo de los jóvenes...".
De acuerdo con el Artículo 35 de la Convención de 1951, el ACNUR tiene una
función de supervisión general además de su mandato de proporcionar protección
internacional a los refugiados contenido en su propio Estatuto.

C.2. Comité Ejecutivo del Programa del Alto Comisionado: Conclusión nº 47


(XXXVIII) de 1987 sobre los Niños Refugiados

Aunque, por supuesto, no se trata de una norma vinculante, esta conclusión es


interesante porque específica la preocupación del ACNUR sobre la explotación
sexual de los niños, al condenar "la exposición de los niños refugiados a la violencia
física y a otras violaciones de sus derechos básicos, comprendidos el abuso sexual,
el comercio de niños [...]" y hacer un llamamiento para "la acción nacional e
internacional con el fin de prevenir tales violaciones y de asistir a las víctimas".

D. LEGISLACIÓN HUMANITARIA INTERNACIONAL

La legislación humanitaria determina qué actos son legales en un conflicto armado.


Las reglas aplicables en cada caso dependen de si el conflicto es considerado
internacional (ej. un conflicto entre Estados) o no internacional (ej. una guerra
civil).

Conflictos armados internacionales

D.1. Regulaciones Relativas a las Leyes y Usos de la Guerra Anexadas a la


Convención IV de la Haya de 1907 ("Regulaciones de la Haya")

Todos los prisioneros de guerra, incluidos los niños, "deben ser tratados
humanamente" (Artículo 2). De acuerdo con el Artículo 46, se prohíbe la violación o
abuso sexual de los habitantes de un territorio ocupado: "el honor y los derechos
familiares [...] deben ser respetados". Tal y como se afirma en la sentencia del
Tribunal Militar Internacional de Nuremberg, las Regulaciones de la Haya
representan normas internacionales consuetudinarias y como tales resultan
vinculantes para todos los Estados hayan suscrito o no la propia Convención.

D.2. Convención III de Ginebra de 1949 Relativa al Tratamiento de los


Prisioneros de Guerra ("Convención PDG de 1949")

La Convención PDG de 1949 desarrolló la protección concedida por la Convención


de Ginebra de 1929 sobre los PDG basada en las experiencias de la segunda guerra
mundial. La definición de PDG (prisionero de guerra) comprende a todos los
miembros de las fuerzas armadas; los civiles que acompañan a dichas fuerzas, y los
civiles que se alzan expontáneamente en armas para resistir al invasor. El Artículo
14 de la Convención dispone que "los prisioneros de guerra tienen derecho en todas
las circunstancias a ver respetado su persona y su honor. Las mujeres serán
tratadas con las consideraciones debidas a su sexo...". De acuerdo con el Artículo
52 ningún prisionero de guerra, excepto los voluntarios, puede ser empleado en
trabajos que sean nocivos para su salud o entrañen otro tipo de riesgo. La
Convención ha sido ratificada por 186 países hasta la fecha del 24 de abril de 1996.

D.3. Convención IV de Ginebra de 1949 relativa a la Protección de la


Población Civil en tiempos de Guerra

La Convención IV de Ginebra de 1949 fue el primer acuerdo internacional dirigido


exclusivamente al tratamiento de la población civil en los conflictos armados,
aunque existían ciertas disposiciones para la protección de la población civil en las
Regulaciones de la Haya de 1907. La Convención está circunscrita principalmente a
la protección de la población civil en los territorios ocupados o en situación de
internamiento y sus disposiciones han sido complementadas extensamente por el
Protocolo Adicional I de 1977. El Artículo 27 de la Convención IV de Ginebra
declara: "las personas protegidas tienen derecho, en todas las circunstancias, al
respeto de su honor y sus derechos familiares... las mujeres serán especialmente
protegidas frente a cualquier ataque a su honor en particular frente a la violación,
la prostitución forzada o cualquier forma de agresión".

Asimismo, de acuerdo con el Artículo 51, ningún Poder Ocupante puede obligar a
las personas protegidas a trabajar a menos que tengan más de 18 años de edad.
Los niños son considerados personas protegidas si son civiles en poder de una de
las Partes implicadas en el conflicto o del Poder Ocupante respecto del cual no son
nacionales. Los nacionales de un Estado que no ha suscrito la Convención no son
considerados personas protegidas ni nacionales de un estado neutral o
cobeligerante hasta que no exista representación diplomática normal en el Estado
en cuyo poder se encuentren.

La Convención ha sido ratificada por 186 países hasta la fecha de 24 de abril de


1996, y muchas de sus disposiciones representan normas internacionales
consuetudinarias

D.4. Protocolo Adicional a las Convenciones de Ginebra del 12 de agosto de


1949, y relativo a la protección de las Víctimas de los Conflictos Armados
Internacionales ( Protocolo I)

Según el Artículo 75, todos los niños en poder de una Parte de un conflicto y que no
se ven favorecidos por el trato más favorable bajo las Convenciones del Protocolo
serán tratados de forma humanitaria en todas las circunstancias. En este sentido,
están prohibidas, las ofensas a la dignidad personal, en particular el trato
humillante y degradante, la prostitución forzosa y cualquier otra forma de agresión.
El Artículo 77 dispone que "los niños serán objeto de especial respeto y deberán ser
protegidos contra cualquier forma de agresión".
Este protocolo ha sido ratificado por 143 países hasta la fecha del 24 de abril de
1996 y muchas de sus disposiciones representan normas internacionales
consuetudinarias.

Conflictos armados no internacionales


D.5. Artículo 3 Común a las cuatro Convenciones de Ginebra de 1949
("Artículo 3 Común")

En un conflicto armado interno todas las partes implicadas están obligadas a


garantizar un trato humano a todas las personas que no tomanm parte activa en
las hostilidades. En este sentido, están prohibidas las ofensas contra la dignidad
personal, en particular el trato humillante y degradante así como la violencia que
pone en riesgo la vida y las personas. El Tribunal Internacional de Justicia afirmó en
el caso de Nicaragua que el Artículo 3 Común representa un norma internacional
consuetudinaria.

D.6. Protocolo Adicional de las Convenciones de Ginebra del 12 de agosto


de 1949 y relativo a la Protección de las Víctimas de los Conflictos Armados
no Internacionales (Protocolo II)

De acuerdo con las garantías fundamentales establecidas en el Artículo 4, todas las


personas que no tienen una participación directa en las hostilidades tienen en
derecho al respeto a su persona y honor y deben ser protegidas frente a las
"ofensas contra su dignidad personal, en particular el trato humillante y
degradante, la violación, la prostitución forzada y cualquier otra forma de agresión"
y "la esclavitud y la trata en todas sus formas". El umbral de aplicabilidad del
Protocolo II tiende a menudo a ser más alto que el del Artículo 3 Común. Este
protocolo ha sido ratificado por 135 países hasta la fecha del 24 de abril de 1996.
Cumplimiento de la ley

En los conflicto armados internacionales, la violación y el abuso sexual de las


personas protegidas constituye una vulneración grave de las Convenciones de
Ginebra de 1949 en la medida que causen daños "graves deliberados o lesiones
graves corporales o para la salud". Los Estados Partes están obligados a procesar, o
extraditar para su procesamiento, a cualquier persona que sea sospechosa de haber
cometido una vulneración grave. En relación con cualquier otra vulneración de las
Convenciones y Protocolos, comprendidos los conflictos armados internos, los
gobiernos están obligados a "tomar las medidas necesarias para la eliminación" de
estas vulneraciones.

E. INSTRUMENTOS LEGALES INTERNACIONALES EN PREPARACIÓN

E.1. Convención revisada de 1961 (La Haya) sobre la Protección de los Niños

La segunda lectura del texto del proyecto revisado de este tratado de derecho
internacional privado fue realizada en septiembre de 1995. La revisión final deberá
estar lista para su aprobación en la Conferencia Diplomática prevista para octubre
de 1996. Este instrumento tratará de la atribución de jurisdicciones, la
determinación de la ley aplicable y el establecimiento de un sistema de cooperación
internacional para prestar protección a los niños que no se encuentran en su "país
de residencia habitual". En particular, y de forma un tanto simplificada, este tratado
significará que un niño que necesita medidas protectoras mientras está fuera de su
país -como en el caso de los niños trasladados al extranjero con fines de
explotación sexual comercial- pueden beneficiarse con la aplicación de medidas
adecuadas por iniciativa de las autoridades del país donde está el niño o niña,
independientemente de que las autoridades del país de residencia habitual lo
soliciten o no o de que el niño o niña sean nacionales de cualquiera de los países
concernidos.

E.2. Protocolo Facultativo propuesto a la Convención sobre los Derechos


del Niño

Por su resolución de 8 de marzo de 1995, la Comisión sobre Derechos Humanos


decidió que "el grupo de trabajo interestacional de composición abierta de la
Comisión [...] para la elaboración de directrices sobre un posible protocolo
facultativo relativo a la venta de niños, prostitución infantil y pornografía infantil,
elaborará [...] un proyecto de protocolo facultativo" sobre estas materias. Se
dispone de varios proyectos propuestos, pero actualmente resulta difícil estimar el
calendario probable para la formulación y aprobación del texto final. El Protocolo
tratará casi con toda seguridad de las obligaciones nacionales dentro del marco de
la cooperación internacional para la aplicación de los derechos relevantes de la
Convención; no incluirá el establecimiento de normas sustantivas.

F. TRATADOS REGIONALES

F.1. Carta Africana sobre Derechos Humanos y de los Pueblos de 1981

El tratado entró en vigor en 1986 y, hasta la fecha del 1 de enero de 1996, ha sido
ratificado por 50 Estados. El Artículo 5 prohíbe "todas las formas de explotación y
degradación" comprendidas en particular la esclavitud y la trata.

Asimismo, el Artículo 18.2 obliga a los Estados Partes a "garantizar la eliminación


de toda discriminación contra las mujeres y ... la protección de todos los derechos
de la mujer y del niño según lo estipulado en las convenciones y declaraciones
internacionales". La principal implicación consiste en que los Estados que son
también partes de la Convención sobre los Derechos del Niño estarán obligados a
aplicar las disposiciones de su Artículo 34 como parte de sus obligaciones derivadas
de la Carta.

F.2. Carta Africana sobre los Derechos y el Bienestar del Niño de 1990

Habida cuenta de que la Carta sólo ha sido ratificada hasta la fecha por 6 Estados
Miembros de la OUA, no ha podido entrar en vigor, ya que para esto se requieren
15 Estados ratificantes como mínimo. La Carta contiene disposiciones sobre la
explotación del trabajo infantil, la explotación sexual y la venta y tráfico de niños.

Son esencialmente similares a las disposiciones correspondientes de la Convención


sobre los Derechos del Niño, pero contienen diversas aspectos adicionales.

El Artículo XV de la Carta relativo al trabajo infantil especifica que tal disposición "se
refiere tanto a los sectores formal como informal de empleos" y hace una referencia
explícita a "los instrumentos relativos a los niños de la Organización Internacional
del Trabajo" con una consideración a tener en cuenta en el establecimiento de "la
edad mínima laboral de cada uno de los empleos" (cursiva nuestra).

El Artículo XXVII de la Carta, además de exigir a los Estados Partes "la protección
de los niños frente a toda forma de explotación y abuso sexual" los obliga a "tomar
medidas para prevenir: (a) la incitación, coacción o estimulación del niño para que
se dedique a cualquier actividad sexual; (b) la utilización del niño en la prostitución
u otras prácticas sexuales; (c) la utilización del niño en actividades, espectáculos y
materiales pornográficos". En comparación con las disposición correspondiente de la
Convención sobre los Derechos del Niño, la Carta añade "estimulación" en el
subapartado (a), suprime la calificación de "ilegal" en la referencia a las prácticas o
actividades sexuales en los subapartados (a) y (b), añade "actividades"
pornográficas en el subapartado (c), y suprime la palabra "explotación" antes de
"utilización" en los subapartados (b) y (c), al presumir que cualquiera "utilización"
de un niño tendrá en sí misma un carácter de explotación. Así pues, en principio,
aunque esté sujeta a interpretación, la Carta proporciona protección frente a una
gama algo más amplia de actos de la que ofrece la Convención.
Finalmente, el Artículo XXIX específica que los Estados deben combatir la venta y
tráfico "por cualquier persona, comprendidos los progenitores o los custodios
legales del niño".

F.3. Convención Americana sobre Derechos Humanos de 1969

Esta Convención entró en vigor en 1978, y hasta la fecha del 1 de enero de 1996
ha sido ratificada por 25 Estados. El Artículo 5 estipula que "toda persona tiene
derecho al respeto de su integridad física mental y moral". El Artículo 6 especifica
que "nadie será sometido a esclavitud o a servidumbre involuntaria, prácticas
prohibidas en cualquiera de sus formas, así como la trata y el tráfico de mujeres".

La Convención dispone además en su Artículo 19 que "todo menor tiene derecho a


medidas de protección adecuadas a su edad, por parte de su familia, la sociedad y
el estado".

El Protocolo de 1988 relativo a esta Convención (que aún no había entrado en vigor
en enero de 1996), prohíbe a las personas menores de 18 años de edad todo
trabajo que "socave su salud, su seguridad o sus hábitos morales".

F.4. Convención Interamericana sobre el Tráfico Internacional de Menores


de 1994

Este tratado fue adoptado en la Quinta Conferencia Interamericana Especializada


sobre Derecho Internacional Privado convocada por la Organización de Estados
Americanos (OEA). Su propósito es regular los aspectos civiles y penales del tráfico
internacional de menores mediante la cooperación internacional. Sus disposiciones
se refieren "a toda persona menor de dieciocho años de edad" que es víctima de
"secuestro, traslado o retención, o intento de secuestro, traslado o retención [...]
para fines o con medios ilegales". El término "fines ilegales" comprende "la
prostitución, la explotación sexual, la servidumbre...". Es todavía demasiado pronto
para evaluar los efectos de este tratado cuya ratificación estará limitada
necesariamente a los miembros de la OEA.

F.5. Convención Europea para la Protección de los Derechos Humanos y las


Libertades Fundamentales de 1950

Esta Convención fue el primer acuerdo regional sobre derechos humanos adoptado
después de la Declaración Universal de Derechos Humanos, y ha estado en vigor
desde 1953. Ha sido ratificada por 31 países hasta la fecha de 1 de enero de 1996.
Su disposición más significativa es el Artículo 4 el cual declara que "ninguna
persona podrá ser mantenida en la esclavitud o en la servidumbre y "a nadie se le
podrá exigir el desempeño de trabajo forzado u obligatorio".

F.6. Carta Social Europea de 1961

La Carta, cuya disposiciones tratan del desarrollo y protección de los derechos


económicos y sociales, es un instrumento complementario de la Convención
Europea sobre Derechos Humanos. Entró en vigor en 1965 y ha sido ratificada por
20 países hasta la fecha del 24 de abril de 1996.

Los Estados Partes de la Carta aceptan como objetivo de sus políticas el logro de las
condiciones que permitan la realización efectiva de determinados derechos y
principios. En la Parte I, 7 se dispone que: "los niños y los jóvenes tienen derecho a
una protección especial contra los riesgos físicos y morales a que están expuestos".
Los Estados se comprometen además a cumplir ciertas obligaciones, entre ellas
(Parte II, Art. 7[10]): "asegurar una protección especial contra los riesgos físicos y
morales a los que se ven expuestos los niños y los jóvenes, y particularmente
contra la los derivados... de su trabajo".

F.7. Recomendación nº R (91) 11 de l991 del Comité de Ministros a los


Estados Miembros del Consejo de Europa

Esta recomendación, efectuada según el Artículo 15 (b) del Estatuto del Consejo de
Europa, resulta significativa porque emana de un órgano del Consejo que se ocupa
específicamente de la "Explotación Sexual, la Pornografía, la Prostitución y el
Tráfico de Niños y Jóvenes Adultos". En este sentido, la recomendación insta a los
Estados Miembros a examinar la legislación y las prácticas con vistas a aplicar un
programa integral de medidas para combatir la explotación sexual de los niños.

G. COMENTARIOS DEL COMITÉ SOBRE LOS DERECHOS DEL NIÑO

Como parte de su contribución al Grupo de Trabajo de composición abierta de la


sesión nº 52 de la Comisión sobre Derechos Humanos relativa a la cuestión y el
proyecto de un Protocolo Facultativo a la Convención sobre los Derechos del Niño
(véase E.2. anterior), el Comité sobre los Derechos del Niño presentó un informe
del cual extraemos aquí los siguientes comentarios:
"La importancia de [las cuestiones relativas a la prostitución y la pornografía infantil
y la venta de niños para estos fines] y de la necesidad de atraer una atención
urgente y estimular una acción concertada para prevenirlas y combatirlas ha sido
puesta de manifiesto por el interés prestado en el curso del diálogo mantenido con
los Estados Partes sobre la implementación de la Convención, así como de la
decisión del Comité de dedicar en 1993 su segundo debate temático al tema de la
'explotación económica de los niños'.

"Pero es importante destacar que la Convención no sólo ha identificado tales


situaciones de una forma autónoma, sino que ha establecido además un enfoque
holístico para la consideración de los derechos humanos de los niños. A la luz de
este enfoque, todos los derechos son reconocidos como intrínsecos a la dignidad
humana del niño, y la garantía de un derecho específico sólo será efectiva cuando
se toma en consideración la garantía de y el respeto a, todos los otros derechos del
niño. En una palabra, la Convención reafirma la indivisibilidad e interdependencia
de los derechos humanos.

"La protección del niño frente a toda forma de explotación, comprendida la venta,
prostitución o pornografía no debería ser contemplada, por tanto, simplemente de
forma aislada sino en el contexto más amplio de la realización de los derechos del
niño y tomando debidamente en cuenta las obligaciones internacionales derivadas
de la propia Convención.

"Estas [obligaciones] muestran la importancia decisiva concedida por la


Convención, como un instrumento de derechos humanos, al proceso nacional de
implementación de los derechos del niño. Además subraya la responsabilidad
especial de los Estados a este respecto. Estas realidades aparecen destacadas
también en el documento final de la Conferencia Mundial sobre Derechos Humanos,
que hizo un llamamiento a los Estados para que integraran la Convención sobre los
Derechos del Niño en sus planes nacionales de acción.

"El sistema de información establecido por la Convención es una herramienta


esencial para que los Estados partes puedan asegurar una estimación y evaluación
periódicas del progreso conseguido en su implementación. Asimismo, permite
contrastar el mejoramiento de la situación de los niños y la prevención de las
violaciones de sus derechos fundamentales. Al mismo tiempo, el diálogo mantenido
entre los Estados y el Comité sobre los Derechos del Niño tiene una importante
función catalizaón de sugerencias y recomendaciones específicas a los Estados
Partes, identificando áreas prioritarias para la acción y estimulando programas de
asistencia técnica o asesoramiento en materia de cooperación con las Naciones
Unidas y otros organismos pertinentes.

"A través de las actividades de la Subcomisión de Prevención de Discriminaciones y


Protección de las Minorías y de su Grupo de Trabajo sobre Formas Contemporáneas
de Esclavitud, se han previsto importantes estrategias integrales para garantizar la
implementación de diversos instrumentos legales existentes y para proporcionar
orientación en relación con áreas específicas donde deberían adoptarse acciones,
tales como reformas legales, información, educación, asistencia social,
reintegración y cooperación internacional. En este sentido, debe hacerse una
especial referencia a los dos programas de acción adoptados por la Comisión de
Derechos Humanos para la Prevención de la Venta de Niños, la Prostitución y la
Pornografía Infantil y para la Eliminación del Trabajo Infantil. Actualmente está en
preparación un nuevo Programa de Acción para la Prevención del Tráfico de
Personas y la Explotación de la Prostitución de Otros.

"El progreso conseguido en la implementación de estos programas de acción es


evaluado periódicamente por la Subcomisión de Prevención de Discriminaciónes y
Protección de las Minorías y la Comisión de Derechos Humanos. La Comisión
considera además las actividades importantes de los Relatores temáticos tales
como el Relator Especial sobre la Violencia contra las Mujeres o el Relator Especial
sobre la Venta de Niños, la Prostitución Infantil y la Pornografía Infantil quienes han
adoptado importantes recomendaciones sobre las formas de atender las áreas
cubiertas por su mandato.

"Es también interesante constatar que las cuestiones relativas a la venta y el tráfico
de niño, la prostitución infantil y la pornografía infantil merecen una atención
especial dentro de la acción del sistema ampliado de las Naciones Unidas. A este
respecto puede mencionarse a la OIT [...] o a las actividades desarrolladas por el
UNICEF en el marco de la aplicación de la Declaración y el Plan de Acción adoptados
por la Cumbre Mundial en favor de la Infancia.

"Al mismo tiempo, se han dado pasos importantes en el área de la prevención del
delito y de la justicia penal. De hecho, el Noveno Congreso sobre Prevención del
Delito y la Justicia Penal, celebrado el último año [1995] en el Cairo hizo un
llamamiento a los Estados para que adopten las medidas necesarias con vistas a la
prevención, protección y rehabilitación de los niños víctimas de cualquier forma de
violencia, comprendida la violencia y la explotación sexual. El Congreso invitó
además a la Comisión sobre Prevención del Delito y Justicia Penal a que considerara
la preparación de un proyecto de convención internacional sobre el tráfico ilegal de
niños que incluya los elementos necesarios para combatir efectivamente esta forma
de crimen organizado transnacional.

"La Comisión propuso poco después un seguimiento de esta invitación y en su


cuarta sesión solicitó al Secretario General que iniciara un proceso de consultas a
los Estados Miembros sobre la elaboración de una convención internacional de este
tipo [...]. Así pues, está en marcha una importante actividad de carácter normativo
relativo a esta área dentro del sistema de las Naciones Unidas.

"Es interesante reseñar que la Comisión decidió además solicitar al Secretario


General la organización de una reunión de un grupo de expertos sobre la
prevención de la explotación sexual de los niños con fines comerciales en el marco
de los viajes internacionales (turismo sexual)."

H. COMENTARIO
El examen de los principales instrumentos internacionales relativos a la explotación
sexual comercial de los niños revela que, aunque las obligaciones de los Estados
para combatir el fenómeno están relativamente claras, puede ser útil hacer ciertos
comentarios y clarificaciones.
a. El Artículo 34 de la Convención sobre los Derechos del Niño, la disposición
crucial en esta materia, se refiere en primer lugar a la protección frente a
actividades sexuales "ilegales"; de esta forma, deja deliberadamente a cada
Estado la responsabilidad de legislar para determinar que tipos de actividad
deben considerarse ilícitas y, cuando sea pertinente, hasta que edad. La
ausencia de la palabra "explotación" en el subapartado (a) de este Artículo
refleja el hecho de que el acento esta puesto sobre todo en el carácter de
"abuso", y en dicho contexto la edad de consentimiento tiene claramente un
importante significado. Esto supone que, en un país donde la edad de
consentimiento es de 16 años, una niña de 17 años que es inducida al coito
(pero presumiblemente no "coaccionada", en la medida que esto implica la
obtención del consentimiento por medio de la fuerza o la manipulación) no
estaría protegida por este Artículo, mientras una niña de 15 años si lo
estaría. En otras palabras, esta disposición deroga, implícitamente, la
definición general de "niño" para los fines de esta Convención. Los
subapartados (b) y (c), por otro lado, se refieren explícitamente a la
"explotación". Si tenemos en cuenta la Convención de 1949, que estipula la
protección frente a la explotación mediante la prostitución,
independientemente de si existe o no consentimiento, y la Convención
Complementaria de 1956 que establece un techo de edad de 18 años, parece
claro que en los casos de estos dos subapartados, la definición general de
niño resulta consistente y que la cuestión del consentimiento no es
significativa a la hora de determinar si ha tenido lugar o no la explotación y si
el niño afectado está protegido o no por esta disposición.
b. El derecho internacional no proporciona ninguna definición del término
"pornografía"; lo mismo sucede con "prostitución" pero el significado de este
término es generalmente aceptado y se presta más a la aplicación de
criterios objetivos y factuales y a la verificación.
c. La pornografía no ha recibido el nivel de atención concedido por los
legisladores internacionales a la protección frente a la prostitución. La
Convención enmendada de 1923 trata sobre todos los materiales obscenos o
pornográficos pero ha permanecido prácticamente en letargo durante los dos
últimos decenios al menos. La legislación nacional vigente, las prácticas y las
actitudes hacia la pornografía para adultos en numerosos países inducen a
pensar que es improbable que la Convención reciba un apoyo adicional
significativo en un futuro previsible. En realidad, es sorprendente que no
haya habido más países que denunciaran la Convención siguiendo el ejemplo
de los Países Bajos. La explicación reside quizá en la falta de referencia de
facto del tratado a las obligaciones y/o el desarrollo de una visión más
restrictiva de lo que constituye la "obscenidad" y puede ser por tanto
contemplada dentro de las disposiciones del tratado. Así pues, el marco legal
internacional ofrece sólo una referencia general para tomar iniciativas
destinadas a combatir la distribución de pornografía infantil, ya sea mediante
Publications o por las nuevas tecnologías.

PARTE II: LEGISLACIÓN NACIONAL Y MEDIDAS PARA EL CUMPLIMIENTO


DE LA LEY

Introducción

Las normas internacionales que emergen de las Convenciones y otros instrumentos


internacionales descritos en la Parte I de este informe establecen las obligaciones
de acuerdo con el derecho internacional de los Estados partes en relación con la
protección de los niños frente a la explotación sexual comercial. Estas obligaciones
tienen que ser traducidas a la legislación nacional y a los mecanismos de aplicación
de la ley de cada país. Por ejemplo, el Artículo 34 de la Convención sobre los
Derechos del Niño, tal como ha sido señalado en la Parte I, dispone la protección
frente a las actividades sexuales "ilegales", dejando a cada Estado la
responsabilidad de promulgar las medidas legislativas pertinentes para determinar
qué tipos de actividad serán consideradas como ilegales.

La Parte II de este informe examina las disposiciones legislativas y procesales


específicas a nivel nacional mediante las cuales algunos países han tratado de
proteger a los niños. Tales disposiciones no existen en el vacío, sino que dependen
para su eficacia de la capacidad y de la voluntad del poder ejecutivo y del personal
encargado de la aplicación de la ley en cada jurisdicción para su implementación.
Por consiguiente, esta parte planteará los problemas relacionados con la aplicación
de las normas y algunas de sus soluciones. En último término, la explotación sexual
comercial de los niños forma parte de una trama compleja de factores. Una gran
parte de ellos operan a escala nacional. De forma creciente están apareciendo otros
factores ligados al turismo y a las actividades transfronterizas. Esto exige
soluciones multidisciplinarias y acuerdos de cooperación entre diversos agentes
tanto a nivel nacional como internacional. La naturaleza y eficacia de tal
cooperación es, por tanto, una cuestión importante de preocupación y discusión
tanto en este informe como en el seguimiento a nivel nacional de los trabajos del
Congreso Mundial.

A. DISPOSICIONES LEGISLATIVAS Y PROCESALES NACIONALES

La legislación nacional protectora de los niños puede encontrarse en una amplia


variedad de instrumentos, tales como las medidas en materia de atención de salud,
bienestar social, vivienda, normas contra la obscenidad, internamiento y custodia.
La Convención sobre los Derechos del Niño ofrece por primera vez un conjunto
integral de normas legales internacionales para la protección y el bienestar de la
infancia. Los Estados ratificantes pueden tener la iniciativa de promulgar una nueva
legislación o de revisar la ya existente para adecuarse a las normas de la
Convención y cumplir sus obligaciones. Puede parecer que la Convención ha
estimulado a los Estados a examinar sus disposiciones protectoras de una manera
más comprensiva que antes, pero sus medidas para la aplicación de dichas normas
dependerá inevitablemente del grado de madurez de sus disposiciones nacionales
en materia de atención infantil, su estadio de desarrollo económico y los criterios
económicos y culturales que conforman su enfoque en relación con la atención de
su infancia.

A.1. Delitos relacionados con los niños

En Filipinas, la Ley nº 7610, que entró en vigor en 1992, dispone específicamente


"La Protección Especial de los Niños contra el Abuso, la Explotación y Discriminación
Infantil" comprendida la Prostitución Infantil y otros Abusos Sexuales (Art. III),
Tráfico de Niños (Art. IV) y Publications Obscenas y Espectáculos Indecentes (Art.
V). La Ley también exige la formulación por parte de los Departamentos de Justicia
y de Bienestar Social y Desarrollo, de un programa integral para la protección de
los niños contra la explotación sexual comercial. Las regulaciones de la Ley
disponen la denuncia e investigación de los casos de abuso infantil, y la aplicación
de medidas para prevenir el tráfico de niños. Es significativo señalar que esta
legislación fue originalmente preparada por un grupo no gubernamental formado
por activistas y expertos en protección infantil. A través de su experiencia
comunitaria, este grupo fue capaz de tratar los problemas específicos de los niños
filipinos en el contexto general de las obligaciones gubernamentales en relación con
la Convención sobre los Derechos del Niño. El Gobierno filipino, contando con la
asistencia no gubernamental y la promulgación de la legislación adecuada, ha
logrado establecer medidas legislativas específicas y una política nacional para la
protección de los niños contra la explotación sexual comercial.
Por otro lado, en Brasil la Ley nº 8069 del 13 de julio de 1990 titulada "Estatuto del
Niño y del Adolescente", destinada a proporcionar la "plena protección del niño y
del adolescente", no cuenta con medidas específicas para hacer frente a la
explotación sexual comercial de los niños. Este instrumento es más bien una Carta
en favor de la infancia, que delimita derechos y deberes fundamentales y las
medidas y directrices para su aplicación. Es responsabilidad de cada uno de los
gobiernos estatales traducir la normativa de la Carta a regulaciones específicas a
nivel local.

En Sri Lanka, la ratificación de la Convención sobre los Derechos del Niño promovió
la formulación en l992 de un documento sobre políticas relacionadas con los
derechos del niño, destinado a poner en marcha una legislación integral protectora
de los niños. Se nombró un Comité Técnico para considerar la legislación
relacionada con el abuso infantil, el cual identificó ciertas aéreas pioritarias para la
reforma. Sin embargo, en lugar de sugerir una Ley separada que tratara
específicamente de los delitos sexuales contra los niños, el Comité recomendó la
introducción de enmiendas en el Código Penal existente y en el Código Procesal. De
esta forma, la edad mínima de consentimiento fue ampliada de los 12 a los 16 años
y se crearon nuevas figuras delictivas relacionadas con la explotación sexual y el
tráfico de niños y la utilización de niños en actividades pornográficas. Es
significativo reseñar, de nuevo, que el Comité Técnico incluía representantes de
organizaciones no gubernamentales que habían estado activamente comprometidos
en el combate contra la explotación sexual de los niños en Sri Lanka. Mediante las
enmiendas del Código Penal, las preocupaciones de estos representantes han tenido
una traducción legistativa en una forma pragmática y comprensiva.

En Tailandia, el enfoque hacia una legislación protectora ha envuelto también la


introducción de enmiendas en el Código Penal. Desde 1993 ha habido un firme
compromiso gubernamental para eliminar la explotación sexual infantil. En ese
momento, las enmiendas del Código contenían graves penas contra aquellos
implicados en el abuso sexual de los niños y actualizaban la legislación sobre
pornografía. Nuevas enmiendas introducidas este año (1996) supondrán que la
prostitución per se dejará de ser delito en Tailandia, pero la incitación y la
exhibición con fines de prostitución sí será ilícito. Las actividades de prostitución
con personas menores de 18 años será punible si el acto tiene efecto "en un lugar
de prostitución". Sin embargo, si el acto se realiza en otro lugar, la edad de
consentimiento es de 15 años. Los niños varones continúan careciendo de una
protección adecuada ya que la violación y el coito ilegal no pueden ser cometidos
contra un niño en virtud de una interpretación judicial de las disposiciones del
Código Penal.

A.2. Pornografía

La significación de la pornografía para la protección de los niños contra la


explotación sexual comercial no ha sido siempre reconocida en la legislación ha
pesar de la mención específica del Art. 34 (c) de la Convención sobre los Derechos
del Niño, según la cual los Estados deben tomar medidas para prevenir la
explotación del niño en espectáculos o materiales pornográficos. El desarrollo de las
nuevas tecnologías utilizadas para la producción y transmisión de la pornografía ha
sido tan rápido, y algunas veces tan difícil de descubrir, que la ley no ha podido
evolucionar al mismo ritmo. La experiencia de la policía en este área ha conducido
al Grupo de Trabajo Permanente sobre Delitos contra los Menores establecido en el
seno de la INTERPOL a recomendar (1995/96) que los países miembros
promulguen medidas legislativas que conviertan en delito la producción,
distribución o posesión de pornografía infantil en sus formas presentes y futuras. En
enero de 1995, el Gobierno de los Países Bajos adoptó medidas legislativas, con
enmiendas al Código Penal (Art. 240b) y convirtiendo en delito la distribución,
producción, importación o posesión de material pornográfico mostrando a niños
manifiestamente menores de 16 años; la transferencia o posesión de tales
materiales en un procesador de datos está considerado también como delito. En
julio de 1994, el Parlamento austriaco adoptó una enmienda (Sección 207a) al
Código Penal para ilegalizar el comercio de pornografía infantil y sancionar incluso
la posesión de tales materiales. La posesión de pornografía infantil es también un
delito en Canadá en Alemana y en los Estados Unidos. El Código Penal de los
Estados Unidos fue enmendado en 1994 para permitir a las autoridades federales
que pudieran procesar a las personas implicadas en la producción de pornografía
infantil en el extranjero, si tales materiales estaban destinados a la importación
dentro de Estados Unidos. En muchos países, sin embargo, las penas por delitos
relacionados con la pornografía no son graves y no reflejan el hecho de que tal
pornografía es una manifestación de la explotación sexual del menor.
A.3. Denuncias

Una de las cuestiones relacionadas con la legislación nacional en materia de abuso


sexual infantil sea o no comercial, es la denuncia de los casos presuntamente
delictivos. En Filipinas, las regulaciones de la Ley 7610 estimulan las denuncias de
los casos de abuso sexual, e imponen medidas obligatorias de denuncia a los
hospitales, médicos, enfermeras, maestros y funcionarios encargados del
cumplimiento de la ley. En algunos países existe una cierta renuencia a imponer
deberes obligatorios de denuncia; la experiencia en los Estados Unidos ha mostrado
que un alto porcentaje de los casos denunciados como resultado de una medida
obligatoria fueron infundados. No obstante, el Grupo de Trabajo Permanente de la
INTERPOL ha instado a la implementación urgente de medidas legislativas para
solicitar a las personas y específicamente a los profesionales relacionados con la
atención, custodia o control de los niños la denuncia de los presuntos abusos a las
autoridades investigadoras pertinentes.

A.4. Legislación extraterritorial

Aunque la legislación nacional sobre la explotación sexual comercial de los niños


está normalmente relacionada con la protección por parte del Estado de los niños
de su país contra el abuso de sus propios ciudadanos, este tipo de abuso tiene
también dimensiones internacionales. La explotación sexual resultante del turismo y
de los visitantes extranjeros, el tráfico de niños a través de las fronteras para
abastecer a los burdeles de otros países , el secuestro de niños de un país a otro,
los abusos relacionados con la adopción de niños entre diferentes países e incluso la
transmisión de materiales pornográficos vía redes informáticas o simplemente a
través de las fronteras, son todas ellas cuestiones que implican distintas
jurisdicciones. Las respuestas adoptadas dentro del marco legislativo nacional son
variadas, y dependen de cómo afectan los problemas específicos a cada
jurisdicción. Diversos países que cuentan con un gran número de ciudadanos
turistas envueltos en la explotación de niños en el extranjero han hecho frente a
estos problemas introduciendo medidas legislativas que conceden a sus tribunales
nacionales jurisdicción extraterritorial en relación con los delitos cometidos contra
los niños en otros países. En Nueva Zelandia, la Ley Penal que entró en vigor en
abril de 1995 considera como delito de un ciudadano neozelandés o residente
permanente estar implicado en relaciones con niños menores de 16 años en el
extranjero si tal conducta estuviera considerada como delito en su propio país. En
Australia, la Ley Penal de 1994 sobre (sexual infantil) especifica en su Sección 50BA
que "un ciudadano australiano no debe verse implicado mientras esté fuera de
Australia en prácticas sexuales con menores de 16 años". En marzo de 1996, un
australiano fue declarado culpable, de acuerdo con la nueva legislación, de haber
cometido un delito contra los niños en Filipinas. La jurisdicción extraterritorial por
delitos cometidos contra los niños en el extranjero se ha convertido en ley en
Bélgica (abril de 1995) en Francia (febrero de 1994) y en Alemania (septiembre de
1993), en todos los casos mediante enmiendas al Código Penal respectivo. La ley
australiana y las enmiendas francesas y alemanas permiten el procesamiento de los
nacionales de estos países incluso en los casos en que el supuesto delito no está
incluido en la jurusdicción en la que fue cometido; así pues no existe el requisito de
doble criminalidad y las medidas legislativas nacionales permitirán la protección de
los niños extranjeros.

En los países escandinavos, el Código Penal permite el procesamiento de los


ciudadanos de estos países por delitos cometidos en el extranjero sin especificar los
tipos de delitos. De acuerdo con tales disposiciones, en agosto de 1990 fueron
condenados tres hombres en Noruega por abuso sexual de niños varones en
Filipinas y en Tailandia, y un ciudadano sueco fue condenado en Estocolmo en junio
de 1995 por delitos cometidos en Tailandia.

En Japón, el Código Penal tiene efectos territoriales en relación con ciertos delitos
comprendidos los delitos sexuales con violencia contra los niños menores de 13
años o a las personas incapaces de resistir tales ataques.

A.5. Legislación sobre turismo sexual

El turismo con fines sexuales relacionado con menores ha sido objeto de medidas
legislativas en diversos países. En los Estados Unidos, la Ley sobre Control de los
Delitos Violentos de 1994 castiga los viajes tanto interiores como al extranjeros
para mantener actividades sexuales con jóvenes. La legislación australiana de 1994
considera como delito la obtención de beneficios mediante la realización o
promoción de tales viajes; la legislación neozelandesa de 1995 introduce
disposiciones similares.
El Reino Unido ofrece un enfoque diferente. En febrero de 1996, el Parlamento
británico presentó a la consideración del Comité Permanente un proyecto de ley
sobre Delitos Sexuales (Conspiración e Incitación). La legislación propuesta
considera delito conspirar con o incitar a otra persona para la comisión de ciertos
delitos sexuales en el extranjero.

A.6. Tráfico o venta de niños

La cuestión del tráfico de niños ha sido considerada en la Ley 7610 de Filipinas


(Artículo IV), mediante disposiciones que controlan los viajes al extranjero de los
niños y la adopción de niños, así como cualquier actividad relacionada con el
comercio y el trato con niños a cambio de dinero. En Tailandia, las enmiendas
propuestas al Código Penal castigarán a los custodios que venden niños a su cargo.
La venta, compra y transporte de personas menores de 18 años con fines de
satisfacción sexual ilegal estarán penalizados tras la actualización de una ley de
1928 (la Ley sobre el Tráfico de Mujeres y Niños) incluso cuando los jóvenes
afectados hayan prestado su consentimiento. Un rasgo de las nuevas disposiciones
legales es que la persona objeto de tráfico es reconocida como víctima y no como
culpable. En Sri Lanka, las enmiendas recientes al Código Penal consideran como
delito el tráfico de niños en la sección 360c en términos muy similares a los de la
legislación filipina.

En los países industrializados, la cuestión del tráfico es tratada a menudo en el


contexto de la inmigración. Las adopciones y matrimonios entre ciudadanos de
diferentes países, la entrada de trabajadores extranjeros, implican actividades de
tráfico. El Consejo de Europa ha sugerido Recomendación R(91)11 del Comité de
Ministros que sean supervisadas las actividades de las agencias artísticas,
matrimoniales y de adopción, que las autoridades de inmigración vigilen el viaje al
extranjero de los niños y que se preste asistencia y protección a las víctimas del
tráfico de niños. Cambios recientes introducidos en el Código Penal belga (abril de
1995) consideran como delito el tráfico de seres humanos. La Unión Europea ha
respondido al problema del tráfico mediante la ampliación del mandato de su
Unidad de Estupefacientes (marzo de 1995) con el fin de que dicha Unidad pueda
ejercer funciones de vigilancia del tráfico de seres humanos. El Grupo de Trabajo
Permanente de la INTERPOL ha hecho varias recomendaciones pertinentes relativas
a la protección de los niños objeto de tráfico. Entre ellas se incluye una
recomendación a los países miembros para que impongan una mayor supervisión y
control sobre las adopciones entre países y se establezca una base de datos con un
registro de las personas y organizaciones que han sido descubiertas como
implicadas en el tráfico de niños. Haciéndose eco de las Recomendaciones del
Consejo de Europa, el Grupo de Trabajo de la INTERPOL ha recomendado a su vez
un incremento de la vigilancia por parte de las autoridades de inmigración y de la
asistencia a las víctimas del tráfico.

A.7. Disposiciones procesales y niños testigos

Es generalmente aceptado que existe una considerable dificultad en el


enjuiciamiento de casos con una dimensión internacional. Las diferencias
lingüísticas, en los sistemas legales, en los requisitos procesales, y el costo del
transporte de testigos extranjeros son algunos de los problemas principales. Estas
dificultades han hecho que el Gobierno británico, cuando ha tenido que legislar
sobre la protección de los niños contra la explotación sexual cometida por
ciudadanos británicos en el extranjero, no haya aceptado un proyecto de ley que
concedía a los tribunales británicos jurisdicción extraterritorial contra los delitos
cometidos contra los niños en otros países. Por otro lado, ciertos gobiernos como el
australiano han adoptado respuestas imaginativas para hacer frente a estas
dificultades. Los tribunales australianos están autorizados por la Ley de 1994
(Turismo sexual infantil) a aceptar pruebas obtenidas mediante vídeo e incluso a
juramentos y declaraciones registrados por vídeo.

Las dificultades procesales son endémicas en cualquier caso relacionado con la


explotación sexual de los niños, y no sólo de aquellos que tienen una dimensión
internacional. La reunión del Grupo de Expertos sobre Los Niños en Dificultades
Bajo los auspicios de la Sección sobre Prevención del Delito y Justicia Penal de las
Naciones Unidas., celebrada en Viena en noviembre de 1994, abordó alguna de
estas cuestiones, particularmente las incluidas en la Parte V de su informe,
relacionadas con la explotación de los niños, El Grupo de Expertos instó a la
aplicación de sanciones a los adultos por la explotación sexual de los niños en lugar
de a las víctimas infantiles y abogó porque los niños explotados sexualmente
tengan acceso a los mecanismos de la justicia, tales como la ayuda legal, una
vivienda segura y servicios de apoyo. En Canadá, las reformas de la ley penal han
reconocido que los niños pueden ser unos testigos tan creíbles y fiables como los
adultos; asimismo, el sistema judicial ha reconocido las necesidades especiales de
los niños víctimas-testigos. El retraso en la puesta a disposición de la justicia de un
caso, la falta de apoyo familiar o institucional, la edad del niño o niña y su carencia
de educación pueden ser factores coadyuvantes para deteriorar la calidad del
testimonio facilitado por los niños. La provisión de un custodio ad litem para el niño
testigo podría reducir la carga que pesa sobre el niño o niña y proteger sus
intereses. En Filipinas, de acuerdo con las Regulaciones sobre Denuncias e
Investigación de los casos de Abuso Infantil, el tribunal debe nombrar un custodio
ad litem tan pronto como se haya registrado una queja de abuso infantil.

Está previsto que el Código Procesal de Tailandia experimente algunos cambios


significativos que permitirían reducir la carga de la prueba sobre el niño o niña que
presta testimonio. Los cambios propuestos comprenden la grabación en vídeo de la
declaración de los niños a la policía y la utilización de este vídeo como prueba ante
los tribunales. El careo de los niños sobre el contenido del vídeo será permitido
solamente ante la presencia de un psiquiatra. También se proponen determinadas
disposiciones para las declaraciones previas al juicio por parte de las víctimas que
pueden ser vulnerables al retraso en los trámites procesales, tales como los niños
de la calle. Una vez se han tomado las declaraciones y el presunto delincuente ha
tenido la oportunidad de confrontarse con los testigos, la declaración puede
utilizarse ante el tribunal. Los problemas relacionados con la influencia indebida
sobre los niños y de su detención durante el juicio pueden ser evitados de esta
forma.

En Nueva Zelandia, la Ley sobre la Aportación de Pruebas fue enmendada en 1989


para conceder cierta flexibilidad a los jueces durante el proceso en los casos de
abuso sexual infantil. El juez puede recibir el asesoramiento de personas
especialmente calificadas acerca de los efectos sobre el niño que aporta pruebas, y
puede ordenar la admisión de pruebas grabadas en cintas de vídeo, o la aportación
de pruebas a través de circuitos cerrados de televisión. Otras jurisdicciones cuentan
con disposiciones similares; en general parece aceptado que los niños testigos
necesitan ser protegidos frente al trauma de verse sometidos al proceso judicial y a
la confrontación con las personas que han abusado de ellos. Cuando el niño o niña
objeto de abuso es un niño de la calle o un niño sometido a tráfico, la prueba de su
edad puede ser un problema. La Ley Penal (Turismo Sexual Infantil) australiana de
1994 dispone métodos alternativos para probar la edad de la persona menor de 16
años, tales como la apariencia o la opinión de profesionales médicos.

A.8. Derechos del acusado

Existen dificultades para reconciliar los derechos del acusado con los derechos de
protección del niño. En relación con la fianza, por ejemplo, se ha visto que los
explotadores arrestados bajo jurisdicción extranjera es muy probable que se fuguen
cuando están en libertad bajo fianza; sin embargo la negación de la fianza a estos
supuestos explotadores sería infringir su derecho básico a la presunción de
inocencia hasta que sean considerados culpables. O bien el delito tiene que ser
considerado como suficientemente grave para privar automáticamente al acusado
de la fianza, o bien el juez tiene que denegar la fianza basándose en que el acusado
es extranjero y por tanto es muy probable que pueda abandonar su jurisdicción. En
relación con la prueba del delito, y habida cuenta de la dificultad de descubrir al
criminal en el momento de abusar del niño, parece plausible desplazar la carga de
la prueba cuando la protección del niño es primordial, y elaborar la legislación de tal
forma que sea el acusado quien tenga que justificar por qué está en compañía de
un niño que no es familiar suyo. Así, en Filipinas, de acuerdo con las disposiciones
de la Ley 7610, el mero hecho de encontrarse a solas con un niño que no es
familiar dentro de un hotel o un vehículo u otro lugar constituye un intento de
cometer prostitución, y es un delito según el Artículo III, sección 6. De acuerdo con
la sección 5(a), la mera oferta verbal a un niño con fines de prostitución constituye
un delito de abuso sexual.

B. APLICACIÓN DE LA LEY Y PREVENCIÓN DEL DELITO A NIVEL NACIONAL

La legislación y las medidas procesales no son suficientes por sí mismas para


proteger a los niños frente a la explotación sexual comercial. Las leyes deben
aplicarse. Los principales agentes encargados de su aplicación serán la policía y los
funcionarios de inmigración, y las autoridades procesales y judiciales. El
funcionamiento efectivo de estas autoridades dependerá no sólo de sus recursos
disponibles, sino también del grado de importancia que la sociedad en la cual
desarrollan sus responsabilidades conceda a la protección de los niños. Por ejemplo,
¿Por qué muchos explotadores de los niños viajan a otro país y se sienten inmunes
ante la justicia por actos que tendrían temor de cometer en sus propias
jurisdicciones? ¿Por qué en algunas sociedades existe un alto nivel de tolerancia
respecto a los adultos que obtienen satisfacción sexual con niños? ¿Por qué en
algunos países la policía parece que ni siquiera conoce que existen leyes contra la
explotación sexual de los niños, o no conoce su contenido? En algunos países, los
niños están disponibles para ser explotados por los extranjeros porque son objeto
de abusos en una escala masiva por sus propios ciudadanos. Si la sociedad no
concede un alto valor a sus propios niños y demanda que se aplique la ley en su
propio interés, los funcionarios públicos no serán eficaces.
A continuación se mencionan algunas experiencias de varios países en la aplicación
de la ley para la protección de los niños frente a la explotación sexual, las cuales
apuntan diversas vías de mejoramiento del cumplimiento de la ley.

B.1. Autoridad Central

En Filipinas, existe un Grupo de Tareas interagencial contra el Abuso Infantil que


depende del Ministerio de Justicia con responsabilidades para la persecución de los
casos de abuso infantil. Como resultado de ello, ha habido un número de
enjuiciamientos exitosos, que a su vez ha incrementado la confianza pública en este
departamento y ha aumentado el nivel de denuncias. En Tailandia, se ha
establecido una División de Protección de los Derechos del Niño dentro de la oficina
del Fiscal General para supervisar los casos de abuso sexual infantil.

B.2. Unidades Especiales de Atención Infantil en las Fuerzas de Policía

En el Reino Unido, existe una Unidad especial de Pedofilia en el nuevo Scotland


Yard encargada de la investigación de los delitos contra los niños. Esta unidad tiene
un mandato para ser proactiva en la protección de los niños, lo cual le concede una
considerable flexibilidad en la búsqueda de vías para la prevención del abuso
infantil, en lugar de reaccionar solamente ante la presentación de quejas.
Desafortunadamente, es la única unidad disponible para todo el país.
En este contexto, puede constatarse que las Reglas de Beijing Reglas sobre Normas
Mínimas de las Naciones Unidas para la Administración de Justicia relacionada con
los Jóvenes. Resolución de la Asamblea General 40/33 de 29 de noviembre de
1985. recomendaban la especialización dentro de la policía nacional de oficiales de
policía que trataran frecuente o exclusivamente con los jóvenes, y que el Consejo
Económico Social solicitó al Secretario General de las Naciones Unidas (Res.
1989/66) en mayo de 1989 "garantizar la interacción eficaz de los programas
dentro del sistema de las Naciones Unidas entre la justicia relacionada con los
jóvenes, dentro del marco de las Reglas de Biejing y las situaciones de 'riesgo
social', especialmente... el abuso infantil, la venta y el tráfico de niños, la
prostitución infantil y las niños de la calle".

B.3. Status, Capacitación y Recursos de las Autoridades de Policía

En muchos países las leyes no pueden ser efectivamente aplicadas porque las
fuerzas de policía son corruptas. Las razones de esta situación pueden se debidas
en parte a que la sociedad concede poco valor al respeto de la ley, pero también
esto tiene que ver con la escasa remuneración de la policía, las precarias
condiciones de trabajo y a las estructuras de promoción que no están basadas ni en
el mérito ni en la capacidad. En Sri Lanka, se dice que el acento puesto por el
gobierno sobre el desarrollo económico a través del turismo ha hecho que la policía
sea renuente a la aplicación de la ley contra los abusadores de los niños en la
medida que esto tendría un impacto negativo sobre la economía del país y
debilitaría así sus posibilidades de promoción profesional. En Filipinas, los
abusadores de niños han "escapado" de la custodia de la policía en circunstancias
que indican la existencia de soborno a los funcionarios de policía. Existen
numerosos informes de este tipo sobre muchos países. Los delitos sexuales contra
los niños deben ser considerados delitos graves, y los funcionarios de policía deben
ser reconocidos y recompensados por el descubrimiento de tales delitos de la
misma manera que lo serían por el descubrimiento de cualquier otro delito grave.
La capacitación adecuada de la policía y de los oficiales judiciales es esencial para la
gestión de los casos de abuso sexual infantil. Algunos países industrializados tales
como el Reino Unido, Suecia, Australia y Nueva Zelandia han prestado ayuda a los
países en desarrollo en la capacitación de sus oficiales de policía.
Finalmente, la policía debe disponer de los recursos adecuados en términos de
personal, equipos y servicios de apoyo para permitirles desarrollar su trabajo de
forma efectiva. Los policías no podrán ser estimulados para rescatar a los niños de
los burdeles si no cuentan con lugares adecuados para alojarlos o con medios
suficientes para devolverlos a sus familias; no podrán investigar a los explotadores
a menos que cuenten con los medios adecuados de transporte y de comunicación.

B.4. Registro de Niños Desaparecidos


Los niños desaparecidos no siempre pueden ser identificados como posibles
víctimas de explotación sexual. El papel de la policía ha consistido en el
descubrimiento de tales niños y en la devolución a sus familias. Sin embargo, se
empieza a reconocer que estos niños pueden haber escapado del abuso o la
explotación, y que no deberían ser devueltos sin efectuar una investigación sobre
las razones para su desaparición. El Grupo de Trabajo Permanente de la INTERPOL
ha recomendado el establecimiento de centros especializados en cada país donde
tales niños puedan ser interrogados y atendidos antes de que sea dilucidada la
cuestión de la vuelta a sus familias. El Grupo de Trabajo ha recomendado también
que los niños desaparecidos durante más de seis meses deben ser incluidos en los
Comunicados Internacionales sobre Personas Desaparecidas en la sede de la
INTERPOL.

B.5. Vigilancia Aduanera

Se está produciendo un creciente reconocimiento del valioso papel que pueden


prestar los Servicios Aduaneros en el descubrimiento y prevención de la explotación
infantil. En los casos en que los servicios aduaneros han trabajado conjuntamente
con las fuerzas de la policía para la incautación de material pornográfico
ilegalmente importado, se han logrado importantes hallazgos que han conducido
incluso a la destrucción de redes de pedófilos. En Nueva Zelandia, se estableció en
1992 un Proyecto de Control Aduanero de Material Pornográfico Infantil. El proyecto
comprende la interceptación de pornografía infantil u otros materiales relacionados
con la explotación sexual infantil en el proceso regular de vigilancia aduanera y el
seguimiento de estos hechos en cooperación con la policía. El Servicio de Aduanas
de los Estados Unidos tiene una Unidad de Protección y Control de Pornografía
Infantil que ha operado de manera efectiva durante muchos años. La Unidad de
Pedofilia de la Policía británica trabaja en estrecha cooperación con las autoridades
aduaneras.

B.6. Teléfonos de Ayuda

Los teléfonos de ayuda para los niños están teniendo un creciente reconocimiento
como un medio valioso para que los niños puedan disponer de ayuda contra los
abusos y la explotación sexual. El Grupo de Trabajo Permanente de la INTERPOL ha
recomendado que todos los países miembros instalen teléfonos de ayuda.

B.7. Enfoque interdisciplinario para la aplicación de la ley

No es infrecuente que diversas agencias gubernamentales se vean involucradas en


casos relacionados con la explotación o el abuso infantil. Las autoridades de policía,
bienestar social, educación y salud pueden tener algún tipo de responsabilidad y
por tanto deben mantener relaciones entre ellas. En Gran Bretaña la relación entre
estos organismos es obligatoria. Sin embargo, no es una norma la cooperación
entre los organismos oficiales y las ONG. Tailandia está experimentando este tipo
de cooperación a través de su División de Derechos del Niño en la oficina del Fiscal
General, la cual ha desarrollado una red que incluye representantes de
organizaciones no gubernamentales. En Canadá, los gobiernos
provinciales/territoriales, la policía y las ONG están trabajando en el mejoramiento
del intercambio de información entre las autoridades y las ONG en relación con los
abusos sexuales infantiles. El objetivo principal es capacitar a las ONG y otros
empleadores que contratan a personas encargadas de la atención de los niños para
que puedan identificar a conocidos delincuentes sexuales.

La experiencia ha mostrado que las autoridades estatales no tienen ni los recursos


ni el tiempo necesario para supervisar las situaciones en que pueden desarrollarse
la explotación sexual de los niños. Aunque en ningún caso pueden sustituir a las
autoridades nacionales encargadas de la aplicación de la ley, las ONG dedicadas a
la atención de la infancia son agentes especialmente capacitados no sólo para
atender a los niños que han sido objeto de explotación o abuso sexual, sino
también para detectar los abusos y para reunir pruebas que permitirán perseguir el
delito de manera efectiva. Diversos enjuiciamientos exitosos llevados a cabo en
Filipinas y en Tailandia se han basado en pruebas recopiladas o detectadas por
ONG. Desafortunadamente, en muchos casos, los recursos financieros de las ONG
dedicadas a la atención de los niños explotados sexualmente son totalmente
inadecuados.

La Reunión del Grupo de Expertos de las Naciones Unidas desarrolló una serie de
recomendaciones para combatir la utilización de niños en actividades delictivas y la
explotación de niños, las cuales iban más allá de la aplicación de la ley. Entre estas
recomendaciones se encuentran algunas sugerencias para comprometer a los
medios de comunicación en actividades de promoción de la conciencia pública sobre
estas cuestiones, el desarrollo de programas educativos y de capacitación
multidisciplinaria, de programas de "vigilancia comunitaria", y el compromiso de la
industria turística y del sector empresarial en la protección de los derechos de los
niños. En Australia y Nueva Zelandia, la industria turística ha participado en la
distribución de folletos informativos que advierten a los viajeros que la explotación
sexual de los niños en el extranjero es un delito grave.

C. CASTIGO Y DISUASIÓN

Las penas por abuso y explotación sexual infantil son bastante graves en la mayor
parte de los países. En los casos que implican jurisdicción extraterritorial se plantea
la cuestión de si los delitos deben clasificarse como menores para que puedan ser
perseguidos más eficazmente, o como graves para que sean más susceptibles de la
imposición de una fuerte pena. En Francia, en febrero de l994, se aplicó la
jurisdicción extraterritorial a un delito relacionado con el abuso sexual de una
persona menor de 15 años mediante una enmienda del Código Penal francés; es el
único delito que puede ser juzgado como una falta bajo la jurisdicción
extraterritorial de Francia. Al ser considerado como falta, es más probable que
pueda lograrse un enjuiciamiento exitoso que si el acto fuera clasificado como un
delito grave.

Por otro lado, existe el riesgo de que los delitos cometidos contra niños extranjeros
sean considerados como menos graves que si los mismos fueran cometidos contra
ciudadanos nacionales si las penas son menos severas para un delito cometido en
el extranjero. En Noruega, tres hombres condenados en 1990 por delitos cometidos
contra niños extranjeros recibieron sentencias de reclusión; el Tribunal Supremo de
Noruega rechazó un argumento de la defensa en el sentido de que la pena debería
ser menos grave de la que sería por delitos cometidos contra niños noruegos. En
Suecia, en 1995, un hombre recibió una sentencia de reclusión de tres meses y el
pago de compensaciones al niño de que había abusado; en relación con este caso
se ha alegado que la pena hubiese sido mayor si el niño objeto de abusos sexuales
hubiera sido sueco. En el mismo año, en Tailandia un ciudadano de Guyana
Británica fue sentenciado a un total de 50 años de prisión por delitos cometidos
contra cinco niños tailandeses.

Los daños causados al niño deberían ser normalmente objeto de consideración por
cualquier tribunal a la hora de dictar sentencia contra un delincuente convicto. Pero
en este sentido podemos preguntarnos hasta qué punto un tribunal puede disponer
de pruebas sobre las lesiones físicas o psicológicas causadas al niño víctima, pues
este requisito sería difícil de obtener si el niño es extranjero. ¿Debería considerarse
en su lugar la presunción judicial de que toda explotación sexual resulta perjudicial
para el niño? En el caso de que como resultado de la relación sexual el niño sea
infectado con el virus VIH o el SIDA, ¿debería considerarse entonces este hecho
como una circunstancia agravante adicional que justificaría un incremento de las
penas?. El pago de una compensación financiera a una víctima infantil tiene la
ventaja de permitir al niño un nuevo comienzo de su vida, especialmente si la
pobreza ha conducido al niño a la prostitución.

Existe un serio problema de reincidencia particularmente en relación con los


delincuentes que podrían ser clasificados como pedófilos (i.e. las personas que
prefieren a los niños como compañeros sexuales). A la hora de discutir las penas
correspondientes a tales delincuentes, la cuestión que se plantea es si las penas
deberían continuar tras el cumplimiento de la sentencia y/o el pago de las multas.
El Grupo de Trabajo Permanente de la INTERPOL ha recomendado que los países
consideren si las personas que han sido condenadas por delitos sexuales contra
menores deberían ser sometidas a registro y a la restricción de sus actividades si
éstas les ponen en contacto con los niños. Resulta preocupante que los abusadores
pedófilos a menudo se sitúan en empleos o actividades sociales que les permiten
tener acceso a los niños. En Canadá, las enmiendas introducidas en el Código Penal
(sección 161) en agosto de 1993 permitieron a un tribunal imponer la orden de
prohibición a un delincuente sexual convicto de que asistiera a lugares donde se
reunían niños, o de que buscara empleos que implicaran una posición de confianza
o autoridad respecto de los niños.

En realidad, los pedófilos son bien conocidos por el establecimiento de


organizaciones de "atención infantil" como un frente para sus propias actividades
ilegales. Por consiguiente, es importante que las instituciones encargadas de la
atención de la infancia deban someterse al registro y supervisión de una autoridad
competente. Asimismo, se ha sugerido que las personas que aspiran a empleos en
instituciones responsables de la atención infantil se les exija la presentación de un
expediente policial limpio como parte de su solicitud de empleo. De igual modo, los
voluntarios para trabajar con agencias de atención infantil en los países en
desarrollo deben presentar referencias que puedan ser contrastadas con agencias
nacionales en sus países de origen.

D. APLICACIÓN DE LA LEY Y PREVENCIÓN DEL DELITO MEDIANTE LA


COOPERACIÓN INTERNACIONAL

Habida cuenta de las dimensiones internacionales de la explotación sexual de los


niños en el mundo actual, es de vital importancia la cooperación entre los agentes
encargados de la aplicación de la ley a nivel nacional y los órganos de policía
intergubernamental de la INTERPOL. Tal cooperación debe desarrollar
procedimientos simplificados para que los problemas lingüísticos y de los diferentes
sistemas legales puedan ser minimizados.

D.1. Intercambio de información vía INTERPOL y contactos bilaterales

La INTERPOL mantiene actualmente una base de datos de delincuentes y el Grupo


de Trabajo Permanente ha recomendado el incremento y mejora del intercambio de
información para alimentar la base de datos en relación con los individuos y las
organizaciones implicados en el tráfico de niños, la pornografía infantil y la
explotación sexual de los niños.

Anteriormente nos hemos referido a las cuestiones relacionadas con la legislación


extraterritorial en la cobertura de los casos de delitos sexuales contra los niños
cometidos en otro país. La aplicación efectiva de esta legislación requiere la
cooperación entre las autoridades judiciales respecto a la recopilación y
presentación de pruebas.

Los contactos bilaterales entre las fuerzas de policía y las autoridades aduaneras
han demostrado ya su efectividad en la identificación de redes de pedófilos con
conexiones mundiales.

D.2. Tratados de ayuda mutua

Los tratados de ayuda mutua son un vehículo para lograr métodos más formales de
comunicación. Al disponer de un acuerdo escrito, las reglas por las que se rigen
determinados procedimientos tales como la toma de declaraciones de testigos, la
prohibición de registros y otras pruebas, los servicios de documentación etc, se
garantiza la calidad probatoria de los materiales, y se evitan los retrasos inherentes
a los canales de comunicación diplomática. La Sección de Prevención del Delito y
Justicia Penal de las Naciones Unidas ha elaborado un Tratado Modelo de Ayuda
Mutua que fue adoptado por la Asamblea General en diciembre de 1990 GA 45/117
y que está a disposición de todos los estados. Las leyes nacionales pueden disponer
unilateralmente las condiciones en las que podrá concederse la asistencia mutua a
otros estados en materias penales. La Ley BE 2535 de Tailandia titulada "Ley de
Asistencia Mutua en Materia Penal" establece las condiciones mediante las cuales
puede concederse ayuda a los estados que lo soliciten, incluso sin necesidad de
tratado.
D.3. Extradición

La extradición es otro medio de cooperación internacional en materia penal.


Algunos países preferirían extraditar a los explotadores de niños a los países en los
que se cometió el delito. Se cree generalmente que es necesaria la existencia de un
tratado entre dos países para que un ciudadano nacional pueda ser extraditado de
uno a otro país. Sin embargo, este no es el caso de muchos estados europeos que
disponen de leyes nacionales que determinan las condiciones para que un
ciudadano pueda ser extraditado para hacer frente a los cargos presentados contra
él en otro Estado. La Sección de Prevención del Delito y Justicia Penal de las
Naciones Unidas ha elaborado también un Tratado Modelo sobre Extradición que fue
adoptado por la Asamblea General en diciembre de 1990 GA 45/116 y que está a
disposición de todos los Estados. En Alemania, la extradición a otros Estados con
los que no existe tratado de extradición bilateral está instrumentada mediante el
uso de "acuerdos" que exigen sólo una pequeña parte de los requisitos necesarios
en la negociación de un tratado. Así pues, para cada caso individual sólo se
requiere cumplir los términos del acuerdo establecido.

D.4. Policías de enlace

Un método cooperativo para le prevención o ayuda en el descubrimiento de delitos


de explotación sexual de los niños es el establecimiento de policías de enlace en
terceros países donde los ciudadanos nacionales viajan en gran número. Estos
policías de enlace han sido utilizados durante algún tiempo en la lucha contra el
tráfico de estupefacientes y existe una fuerte demanda del sector no
gubernamental de que tales policías estén disponibles para combatir la explotación
sexual infantil. Existe la opinión de que los policías destinados a combatir la
explotación sexual infantil deben estar especializados para las investigaciones en
este campo, y no deberían dedicarse a combatir el tráfico de estupefacientes u
otros delitos graves. El Servicio de Investigación contra los Delitos Nacionales del
Reino Unido ha indicado que los policías de enlace deben ser destinados en ciertos
países para ocuparse de todas las investigaciones delictivas. Por su parte, el Grupo
de Trabajo Permanente de la INTERPOL ha recomendando, sin embargo, el
nombramiento de policías especializados.

D.5. Ayuda al desarrollo

Ya se ha mencionado el papel de la cooperación internacional a través de la ayuda


al desarrollo para la promoción de la protección de la infancia. Tal ayuda, utilizada
para actividades de formación, puede tener efectos duraderos sobre la capacidad y
comprensión de los funcionarios encargados de la aplicación de la ley en relación
con el combate contra los delitos sexuales infantiles.

E. CONCLUSIONES

Debe tenerse en cuenta que el medio legal es el reflejo del medio político, y que a
menos que el Estado y la sociedad concedan prioridad a la protección de los niños,
las leyes no los protegerán por sí solas. Es preciso contar previamente con la
voluntad de proteger a los niños.

Este informe ha intentado identificar los instrumentos legales que han establecido
las normas de cumplimiento, y ha tratado de presentar una panorámica general de
las medidas legislativas nacionales, teniendo en cuenta los mecanismos disponibles
de aplicación e implementación.

Se espera que los Estados a la hora de formular sus propios planes nacionales
puedan utilizar las experiencias descritas en este informe y encontrar soluciones en
interés tanto de sus propios niños como de todos los niños del mundo.
Con el fin de fomentar la implementación más efectiva de la Convención sobre los
Derechos del Niño en este ámbito, se ofrecen las siguientes propuestas:
Se propone que las obligaciones de información reguladas en el Artículo 44 de la
Convención sobre los Derechos del Niño sean utilizadas por los Estados, no sólo
para cumplir sus obligaciones legales de acuerdo con la Convención, sino como una
oportunidad de realizar un análisis y examen pormenorizados de sus disposiciones
legislativas nacionales para la protección de los niños. Esta tarea debería realizarse
con la participación activa de las organizaciones no gubernamentales dedicadas a la
atención de la infancia, así como con los departamentos estatales que tengan
responsabilidades relacionadas con los niños y aquellos otros que garanticen el
cumplimiento de las obligaciones reguladas en los tratados internacionales.
Mediante este examen interdisciplinario podrán identificarse las brechas legislativas
en materia de protección infantil. De este modo podría prepararse un plan nacional
destinado a atender de modo comprensivo, a través medidas legislativas, las
necesidades de los niños en cada Estado.

En segundo lugar, se propone el establecimiento en cada Estado un Grupo de


Tareas, con la participación de las ONG, del personal encargado de la aplicación de
la ley y de las autoridades responsables de la atención infantil, para identificar o
proponer mecanismos efectivos dentro de la jurisdicción nacional destinados a
vigilar y combatir la explotación sexual de los niños. Las tareas de supervisión de
los niños en riesgo, la atención de los niños objeto de abusos, la recopilación de
pruebas contra los abusadores de niños y la protección de los niños testigos exigen
el diseño de mecanismos de respuesta a los problemas y las necesidades locales.
Por último, se propone que cada Estado cree la institución del Defensor de los
Niños, o cualquier otro organismo que pueda desempeñar funciones similares, con
la responsabilidad no sólo de recibir y tratar las quejas relacionadas con la situación
de los niños sino también que cuente con la atribución de aconsejar al gobierno
sobre los problemas que afectan a los niños en general dentro de la jurisdicción
nacional y de recomendar las soluciones apropiadas.
Existen diversos medios para comenzar a poner en práctica una mejor
implementación de las disposiciones contenidas en la Convención sobre los
Derechos del Niño.

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