Un docente debe conocer muy bien su disciplina y cómo enseñarla de manera efectiva a los estudiantes. También debe entender las emociones de los estudiantes y adaptar su enseñanza a las necesidades individuales. Un docente continúa aprendiendo sobre su materia a través del estudio constante, actualizando sus conocimientos y desarrollando habilidades para enfrentar los retos de la enseñanza.
Un docente debe conocer muy bien su disciplina y cómo enseñarla de manera efectiva a los estudiantes. También debe entender las emociones de los estudiantes y adaptar su enseñanza a las necesidades individuales. Un docente continúa aprendiendo sobre su materia a través del estudio constante, actualizando sus conocimientos y desarrollando habilidades para enfrentar los retos de la enseñanza.
Un docente debe conocer muy bien su disciplina y cómo enseñarla de manera efectiva a los estudiantes. También debe entender las emociones de los estudiantes y adaptar su enseñanza a las necesidades individuales. Un docente continúa aprendiendo sobre su materia a través del estudio constante, actualizando sus conocimientos y desarrollando habilidades para enfrentar los retos de la enseñanza.
¿Qué debe conocer un docente para realizar una clase
efectiva?
Lo primero que para mí debe conocer un docente es su disciplina y
los medios para lograr su comprensión y aprendizaje, además debe conocer las técnicas adecuadas para saber comunicarse a sus estudiantes, oír de manera activa y respetuosa las diferentes posturas, incluir y valorar las diferencias, así como hacer despertar curiosidad por el conocimiento, de acuerdo con las etapas de desarrollo de cada estudiante. Debe conocer muy bien sus emociones e interpretar la de sus estudiantes y encausarlas de manera asertiva en la búsqueda de los objetivos propios de la educación.
Debe además saber enfrentarse a sus estudiantes y sus
expectativas, sus necesidades algunas tan disimiles como el número de aprendices en el aula, debe además saber comprometerse con las particularidades de cada estudiante. El conocer las diferencias de sus estudiantes es de suma importancia y procurar el aprendizaje de todos y cada uno debe ser su meta. Solo así, partiendo de estas particularidades, los maestros diseñan sus clases y adaptan los materiales de acuerdo con las necesidades y los retos pedagógicos a los que se enfrentan. Todo ello para formar hombres y mujeres con las capacidades y conocimientos necesarios para participar activamente en su sociedad.
¿Cómo conoce un docente la materia que enseña?
Estudiándola cada día, desmenuzando conceptos nuevos, ver su
aplicación e la vida de sus estudiantes y su utilidad para la vida, además el docente está en la obligación de actualizar sus conocimientos en la materia y desarrollar de forma constante habilidades y actitudes que le permitan responder efectivamente a los retos, por medio del desarrollo de lo que sus estudiantes deben saber, saber hacer y ser. El maestro debe además indagar todos los días, si es útil para la vida ciudadana y formación laboral de sus estudiantes; de esta manera el docente conoce lo que enseña porque constantemente se prepara para lograr que su materia sea de agrado para sus estudiantes. Esto es un incentivo para su desarrollo personal, porque el maestro que ama la ciencia, el placer estético de sus explicaciones y la manera como se confrontan las hipótesis y las ideas para su fortalecimiento o refutación, desarrolla pensamiento científico en sus estudiantes. Pero también, promueve ambientes democráticos el maestro que permite el diálogo de saberes, en el que cada cual participa en la construcción de ellos mediante el reconocimiento de buenos argumentos y con capacidad de autocrítica.
¿Cuáles son los saberes científicos de la asignatura en
estudio que se deben convertir en objeto de enseñanza? La pregunta central para responder esta interrogante seria ¿Cómo transformar el conocimiento científico en conocimiento de enseñanza? Y que de esta transformación no solo surja el conocimiento teórico, sino un conocimiento útil para la vida. Para ello es útil el concepto de “Transposición didáctica”, que de acuerdo con Chevallard (1991) “, permite desnaturalizar el saber académico, modificándolo cualitativamente para hacerlo más comprensible para el alumno, pero entonces ¿cuáles son esos saberes?; en primer lugar, colocaría el contexto socio-teórico del saber científico que se desea enseñar y el saber histórico que a través del tiempo ha sido útil para la vida en sociedad y para no volver a cometer los errores del pasado. También sería necesario, convertir en objeto de enseñanza los conceptos de carácter universal y los conocimientos culturales que se transfieren de generación en generación y adaptarlos al contexto actual en el que se vive.
Aparte de lo ya mencionado debe ser objeto de enseñanza
también como lo afirma la CONFERENCIA MUNDIAL DE Educación PARA TODOS ORGANIZADA POR LA UNESCO Y UNICEF (-Jomtien, Tailandia marzo de 1990-) "...comprender los procesos comunicacionales, sociales, tecnológicos y ecológicos; pensar estratégicamente, planificar y responder creativamente a demandas cambiantes; identificar, definir, y resolver problemas al mismo tiempo que formular alternativas, soluciones y evaluar resultados; comprender la información; dominar las habilidades requeridas para la conducción, el trabajo en equipo y la acción colectiva; organizar y planificar la propia formación permanente y sostener una predisposición para adaptarse a los cambios continuos..."