Escolar Documentos
Profissional Documentos
Cultura Documentos
Uno de los actos más puros y espiritualmente más decisivos en la relación ahijado-
padrino, es el de "echar la bendición". Cuando un ahijado le pide a su padrino o
madrina que "le eche la bendición" o cuando el sacerdote decide "echarle la
bendición" a un ahijado o ahijada en una acción, empresa o gestión a realizar o
para la vida; ahí va un profundo intercambio de espiritualidad entre el referido
sacerdote y su ahijado.
En tal acción va toda una carga positiva que genera el sacerdote y todo lo que él o
ella representa en función del que la solicita. Esta carga no sólo es la espiritualidad
del funcionario religioso sino que, además, es vehículo de las energías positivas
ancestrales que guían y protegen al sacerdote. Si la acción por la que se pide tan
sublime acto, es pura y está encaminada al bien, entonces no hay dudas que el
efecto será absolutamente reconfortante y positivo.
Hay tanto amor en tan sencilla ceremonia de fe, que en ese momento exquisito
surge un fulgor, una irradiación de pureza emanada de los ancestros que vienen a
bendecir al ahijado en su petición. Cuando un sacerdote bendice las acciones y la
vida de un ahijado, esto significa que el Itá se está cumpliendo como lo indicaron
los Oshas y Orishas que asistieron a la Ceremonia de Iniciación pues el sacerdote
es el garante de tal cumplimiento, observador y guía de esta gran responsabilidad
en la vida de su ahijado.
Este acto de fe, realizado con la mayor humildad, procura bienestar y regocijo en el
binomio ahijado-padrino, pues ambos se benefician en su bregar por este plano
tierra. De ahí que insistamos en mantener esta hermosísima tradición entre los
creyentes de Osha-Ifá. Mientras más cerca tengamos a nuestros ancestros, es
decir, a sus espiritualidades, más y mejor irradiados estaremos. Por otra parte es
tan milagroso este acto de fe que una bendición profundamente sentida, de todo
corazón hecha hasta de un menor alcanza su padrino.
Oyugbona debe poseer la absoluta confianza del padrino y del futuro Iyawo que la
aceptó para esta función.
Desde el punto de vista histórico, hubo destacadas casas de santo en Cuba que,
para aproximarse a otras, escogían de Oyugbona a algunos de los santeros
importantes de otras casas de santo, como un acto de reconocimiento, alianza y
amistad.
Oyugbona sirve de guía del futuro Iyawo; es la persona con quien intima el neófito
en sus desconocimientos, en sus dudas, en sus temores, en sus deseos, y se
convierte en un facilitador del Iyawo ante el Padrino, la Madrina, el Oba, el Olúo y
el resto de la comunidad religiosa, en cuanto a todas las situaciones o acciones que
él/ella debe realizar para consumar su Iniciación y llevar a efecto su vida religiosa.
Oyugbona tiene a su cargo preparar para las ceremonias de iniciación todas las Otá
y el caracol de los santos del padrino y del ahijado, organiza todos los enseres en la
habitación de forma práctica; es quien facilita al Oba la ejecución de sus diferentes
desempeños en todas las posiciones rituales y ceremoniales del Igbodun. Oyugbona
también es responsable de velar por la adecuada realización de las ofrendas a los
Orishas dentro del Igbodun. Además es responsable, entre otras funciones, de la
preparación y presentación de los Ashé a los Orishas.
Por tal motivo sería ideal que la persona que se va a desempeñar como Oyugbona
por primera vez tuviera conocimientos de Osha.
Sin embargo, lo que está ocurriendo con frecuencia que es que el iniciado que va a
fungir como Oyugbona por primera vez, no tiene experiencias y tiene que ser
guiado por uno de sus mayores, con amplios conocimientos sobre la función de
Oyugbona en el Igbodun y las reglas de comportamiento dentro del mismo.
Situación que limita la efectiva asistencia o atención de la Oyugbona al Iyawó en
los días que dura la iniciación.
Esa elección se hace teniendo en cuenta la opinión del ahijado y tratando de lograr
un acuerdo por consentimiento con él. Por otra parte, se hace imprescindible tener
en cuenta lo cuidadosa que debe ser esta elección, porque por ella se enfrenta al
hecho de que su ahijado, a partir de ese momento, va a tener la autoridad de otro
padrino sobre él y es sumamente necesario prever que no surjan contradicciones,
ni sustituciones de autoridad religiosa por los comportamientos inadecuados que
ocurren entre los seres humanos.
Como vez, son sumamente interesantes y complejas las relaciones y los vínculos
que pueden establecerse entre padrinos; pero en todos los casos, ellos tienen sus
reglas que es importantes practicar para alcanzar una verdadera armonía y
equilibrio en nuestra existencia y fortalecer los fundamentos institucionales de
Osha-Ifá.