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"Echar la Bendición": Un Acto Supremo de Fe, Humildad y Amor.

Uno de los actos más puros y espiritualmente más decisivos en la relación ahijado-
padrino, es el de "echar la bendición". Cuando un ahijado le pide a su padrino o
madrina que "le eche la bendición" o cuando el sacerdote decide "echarle la
bendición" a un ahijado o ahijada en una acción, empresa o gestión a realizar o
para la vida; ahí va un profundo intercambio de espiritualidad entre el referido
sacerdote y su ahijado.

En tal acción va toda una carga positiva que genera el sacerdote y todo lo que él o
ella representa en función del que la solicita. Esta carga no sólo es la espiritualidad
del funcionario religioso sino que, además, es vehículo de las energías positivas
ancestrales que guían y protegen al sacerdote. Si la acción por la que se pide tan
sublime acto, es pura y está encaminada al bien, entonces no hay dudas que el
efecto será absolutamente reconfortante y positivo.

Hay tanto amor en tan sencilla ceremonia de fe, que en ese momento exquisito
surge un fulgor, una irradiación de pureza emanada de los ancestros que vienen a
bendecir al ahijado en su petición. Cuando un sacerdote bendice las acciones y la
vida de un ahijado, esto significa que el Itá se está cumpliendo como lo indicaron
los Oshas y Orishas que asistieron a la Ceremonia de Iniciación pues el sacerdote
es el garante de tal cumplimiento, observador y guía de esta gran responsabilidad
en la vida de su ahijado.

Este acto de fe, realizado con la mayor humildad, procura bienestar y regocijo en el
binomio ahijado-padrino, pues ambos se benefician en su bregar por este plano
tierra. De ahí que insistamos en mantener esta hermosísima tradición entre los
creyentes de Osha-Ifá. Mientras más cerca tengamos a nuestros ancestros, es
decir, a sus espiritualidades, más y mejor irradiados estaremos. Por otra parte es
tan milagroso este acto de fe que una bendición profundamente sentida, de todo
corazón hecha hasta de un menor alcanza su padrino.

¿Cuál es el Rol de la Oyugbona en la Iniciación de Yoko


Osha?
Ernesto Valdés Jane Adé Yerí

En el número anterior tratamos el tema de las relaciones que se establecen entre


padrinos de Osha como consecuencia de la necesidad que pueda tener un ahijado
de recibir un Orisha que su padrino no posee y por tanto no puede recibirlo con él.

En este boletín significaremos el rol que juega la Oyugbona de Osha en la


realización de las ceremonias de iniciación en Osha y la importancia que tiene para
el padrino y el ahijado en la vida religiosa.

En principio, la Oyugbona resulta ser un iniciado de cualquier género-masculino o


femenino- que tiene el consentimiento del Ángel de su Guarda para desempeñar
está función. Es quien se responsabiliza como segundo-a padrino/madrina madrina
de una persona que se va a iniciar en Osha-Ifá y tiene la responsabilidad de guiar el
desarrollo religioso de esa persona bajo la orientación del padrino de Osha.
Oyugbona es el santero-a que el padrino/madrina ha aceptado para que lo
sustituya a él/ella cuando sea necesario en relación a un iniciado. Aquí se ve la
figura venerable de compadre y comadre que nos llegó de la cultura española. Son
personas por las que se siente respeto, admiración y confianza.

Oyugbona debe poseer la absoluta confianza del padrino y del futuro Iyawo que la
aceptó para esta función.
Desde el punto de vista histórico, hubo destacadas casas de santo en Cuba que,
para aproximarse a otras, escogían de Oyugbona a algunos de los santeros
importantes de otras casas de santo, como un acto de reconocimiento, alianza y
amistad.

Oyugbona sirve de guía del futuro Iyawo; es la persona con quien intima el neófito
en sus desconocimientos, en sus dudas, en sus temores, en sus deseos, y se
convierte en un facilitador del Iyawo ante el Padrino, la Madrina, el Oba, el Olúo y
el resto de la comunidad religiosa, en cuanto a todas las situaciones o acciones que
él/ella debe realizar para consumar su Iniciación y llevar a efecto su vida religiosa.

Oyugbona tiene a su cargo preparar para las ceremonias de iniciación todas las Otá
y el caracol de los santos del padrino y del ahijado, organiza todos los enseres en la
habitación de forma práctica; es quien facilita al Oba la ejecución de sus diferentes
desempeños en todas las posiciones rituales y ceremoniales del Igbodun. Oyugbona
también es responsable de velar por la adecuada realización de las ofrendas a los
Orishas dentro del Igbodun. Además es responsable, entre otras funciones, de la
preparación y presentación de los Ashé a los Orishas.

Oyugbona atiende directamente al Iyawó en su alimentación. Es quien le da el


desayuno ritual y se encarga de servirle los alimentos en los diferentes horarios del
día, sobre la estera, que entre otras cosas, simboliza la mesa y la cama del Iyawó.
Además se ocupa personalmente de la higiene del Igbodun y del propio Iyawó
incluyendo la ropa que él/ella usa durante los siete días de la Iniciación.

Oyugbona tiene el deber de mantener al padrino/madrina al corriente de todas las


inquietudes y preocupaciones del futuro iniciado.

Cuando los ritos y ceremonias de una iniciación se han realizado satisfactoriamente,


se puede atribuir ese resultado, en gran medida, a la labor que desempeñó la
Oyugbona y no es posible culminar satisfactoriamente las ceremonias y ritos de una
iniciación con un desempeño negativo de la Oyugbona.

Por tal motivo sería ideal que la persona que se va a desempeñar como Oyugbona
por primera vez tuviera conocimientos de Osha.

Sin embargo, lo que está ocurriendo con frecuencia que es que el iniciado que va a
fungir como Oyugbona por primera vez, no tiene experiencias y tiene que ser
guiado por uno de sus mayores, con amplios conocimientos sobre la función de
Oyugbona en el Igbodun y las reglas de comportamiento dentro del mismo.
Situación que limita la efectiva asistencia o atención de la Oyugbona al Iyawó en
los días que dura la iniciación.

Por la importancia y responsabilidad que tiene la función de Oyugbona, es necesario


que cada vez que se participe en los ritos de iniciación se preste la mayor atención
a todo lo que está ocurriendo y tratar de saber el por qué de las cosas. Todos los
conocimientos e informaciones que puedas adquirir te serán útiles en el desempeño
como Oyugbona en algún momento de tu vida religiosa

¿Cómo se Manifiesta la Relación Padrino-Padrino de


Osha en Osha-Ifá, por Motivo de un Orisha que se va a
Entregar?
Ernesto Valdés Jane Adé Yerí

En el boletín anterior tratamos el tema de las relaciones Padrino-Ahijado en el


caso de cuando el ahijado Olosha por primera vez va iniciar a otra persona en Yoko
Osha. Ya en ese caso vimos las reglas y los comportamientos adecuados por parte
del padrino y del ahijado Olosha que va a enfrentar tan grandes responsabilidades.
En este número veremos las relaciones que se establecen entre padrinos de Osha
como consecuencia de la necesidad que pueda tener un ahijado de recibir un Orisha
que su padrino no posee y por tanto no puede recibirlo, razón por la que se hace
necesario elegir otro padrino para que lo haga.

Con el objetivo de mantener y reforzar las costumbres de las familias religiosas, el


padrino que se vea ante esta situación debe considerar elegibles, en primer
término, al mayor que le hizo Yoko Osha a él, a la Oyugbona de Yoko Osha de su
ahijado-si es de la misma familia-o algunos de los hermanos de él, es decir, sus tíos
de Osha. En segundo término, a alguno de sus propios hermanos de Osha. En
tercer término, al Obá que habitualmente trabaja con la familia y conoce las
tradiciones de la Rama y por último, a un padrino que puede ser alguno de los
compadres o santeros mayores con los cuales se comparten normas y tradiciones
religiosas.

Esa elección se hace teniendo en cuenta la opinión del ahijado y tratando de lograr
un acuerdo por consentimiento con él. Por otra parte, se hace imprescindible tener
en cuenta lo cuidadosa que debe ser esta elección, porque por ella se enfrenta al
hecho de que su ahijado, a partir de ese momento, va a tener la autoridad de otro
padrino sobre él y es sumamente necesario prever que no surjan contradicciones,
ni sustituciones de autoridad religiosa por los comportamientos inadecuados que
ocurren entre los seres humanos.

También, según el Orisha en cuestión, existe la posibilidad real de que sea


imprescindible introducir en la familia religiosa nuevos conocimientos de Osha-Ifá
relativos a las tradiciones y costumbres religiosas asociadas a ese Orisha y a su
origen cultural, todo lo cual es responsabilidad absoluta del padrino que debe
capacitarse para poder asumir la orientación a su ahijado en relación a ese tema.

Lo que ha venido ocurriendo, en el caso de padrinos que no tienen recibido este


Orisha, es que si lo pueden recibir, lo reciben ellos primero para posteriormente
entregárselo a su ahijado. Lo cual no en todos los casos, al final, resulta
satisfactorio porque ellos no saben, de antemano, la conversación de ese Orisha en
su Itá la cual puede ser muy diferente al consentimiento que le haya podido dar el
Ángel de su Guarda.Además, cada sacerdote tiene por Itá, los lineamientos
generales y específicos a seguir en su vida terrenal para alcanzar la armonía y el
balance necesarios. Esto implica que no hace falta poner en riesgo lo alcanzado
hasta ese momento por entregarle tal Orisha al actual ahijado. Si en Itá no se hace
referencia a esa ceremonia, no se debería hacer. Si eso fuera absolutamente
necesario, ahí está la familia religiosa para resolver la cuestión.

Como vez, son sumamente interesantes y complejas las relaciones y los vínculos
que pueden establecerse entre padrinos; pero en todos los casos, ellos tienen sus
reglas que es importantes practicar para alcanzar una verdadera armonía y
equilibrio en nuestra existencia y fortalecer los fundamentos institucionales de
Osha-Ifá.

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