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PROPUESTAS DEL BANCO DE MUNDIAL DE LA CEPAL PARA EL

DESARROLLO DE COLOMBIA EN LA MITAD DEL SIGLO XX

Sergio Alejandro Rengifo Niño


Código: 2168664

La noción del desarrollo empezó a tomar mejor forma en el país a partir de mediados del siglo
XX, cuando varios trabajos académicos empezaron a conformar un cuerpo de desarrollo teórico
que permitiera el diseño de políticas y herramientas que pudieran dar respuesta a las difíciles
condiciones de la nación colombiana. Dos de esas visiones que tuvieron mayor aceptación en
los medios de la academia y el Gobierno fueron las de la Comisión Económica Para América
Latina (CEPAL) y la del Banco Mundial.

Las misiones del Banco Mundial vinieron en 1948, encabezadas por dos especialistas que
influyeron decisivamente en los años posteriores. Lauchlin Currie, economista de origen
canadiense, tuvo una mayor influencia sobre las políticas gubernamentales inmediatas,
mientras Albert Hirschman influyó sobre dirigentes liberales y sectores académicos. Currie
promulgaba un impuesto a la tierra, para racionalizar su uso y logra que fuera competitiva, y
aque fuera posible asignarla de mejor manera; consideraba que la productividad del agro era
muy baja en comparación con la cantidad de mano de obra utilizada, y que con poca mano de
obra y mejores condiciones de inversión era posible incrementar la productividad. Consideraba
que el minifundio era más problemático que la gran propiedad y que la agricultura debía
aprovechar las grandes economía de escala y promover la agricultura exportadora. Despoblar la
zona agraria era una necesidad y un deseo para lograr el desarrollo. Por su parte, Albert
Hirschman propulsó una reforma agraria como condición para el desarrollo, y que debía existir
una división entre los terratenientes antiguos y nuevo, producirse un campesinado que tuviera
mejores condiciones de trabajo y producción, que diera un impulso a la democracia incipiente y
ayudara a construir un mercado interno. Su trabajo inspiró la reforma agrari de 1961 e influyó
sobre una parte importante de las medidas del gobierno de Carlos Lleras Restrepo (1966-1970).
Se convirtió en un destacado profesor y consultor luego de regresar a tierras norteamericanas.

La Comisión Económica Para América Latina (CEPAL) fue un organismo creado por la
Organización de las Naciones Unidas (ONU) para diagnosticar, analizar y proponer soluciones
a los problemas de la región latinoamericana. Sus primeros trabajos apuntaron a establecer la
estructura social imperante como la causa de los principales problemas económicas de las
sociedades regionales, de lo cual reconocía que sería difícil implementar los cambios sin las
resistencias de los sectores dominantes. Su principal énfasis lo hizo en lograr el desarrollo, que
éste jalonaría los cambios en las condiciones existentes, por lo que muchos denominaron a esta
posición desarrollismo. Este enfoque en realidad no produce los cambios profundos que se
requerían, sino que en ocasiones atacaba a la superestructura y en otras a la infraestructura de la
sociedad. Se presentan más cambios institucionales que estructurales, aunque los defensores de
la tesis suelan llamarlos de la última forma. La CEPAL promueve las ventajas de la
planificación y la integración como elementos que facilitan y coadyuvan en el proceso de
desarrollo. Sostienen que el desarrollo económico es quien liderará la superación de la pobreza.
Algunos tienden a asociar el desarrollo con el fenómeno cuantitativo creciente de ciertas
variables macroeconómicas, mientras que otros renovaron la visión trayendo indicadores
sociales y culturales a la medición económica tradicional. Esta comisión fue liderada por el
pensamiento del argentino Raúl Prebisch y encontró eco en las iniciativas estadounidenses para
la región, especialmente en la Alianza para el progreso, de comienzos de los años 1960.
La tesis cepalina encontraba herramientas de desarrollo en las reformas estructurales,
particularmente la reforma agraria y la tributaria, la integración regional, conformando bloques
comerciales, y la planificación económica, con departamentos oficiales guiando tal labor.
Promovió un llamado crecimiento hacia adentro, en el cual se privilegiaba la creación de un
mercado interno más que la exportación, y se promovía la sustitución de importaciones, lo cual
creó nuevas necesidades más complejas de importación, debido a los requisitos para iniciar tal
sustitución. La creación del Departamento Nacional de Planeación coincide con esta época de
impulso a la planificación, y que ayudó a orientar las condiciones de desarrollo en Colombia.
El corporativismo que se había establecido en la época de Mariano Ospina y Laureano Gómez
no permitió la consolidación de reformas estructurales, pero sí de cambios concertados con los
gremios, que dio como resultado una convivencia entre intereses agrarios, industriales y
urbanos. Colombia fue uno de los países líderes en la integración regional, siendo parte
fundamental de la OEA, el pacto Andino, la ALADI y otros organismos supranacionales que
tenían como fin tal objetivo. La reforma agraria, que dio algunos pasos interesantes después de
aprobada, fracasó a partir de 1871 con el llamado Pacto de Chicoral.

En general, la CEPAL tenía una versión latinoamericana del keynesianismo aplicada las formas
estructurales en el comercio exterior, la agricultura y la inflación. En el comercio exterior, se
reconocía una desigualdad y un bajo precio de las materias primas, originados en la abundancia
de los bienes primarios, debido un desequilibrio permanente en los términos de intercambio,
donde surgía la propuesta de la industrialización forzada para reducir la oferta de los bienes
primarios y la consolidación de procesos de valor agregado. La agricultura tenía el problema de
ser incapaz de atender la demanda urbana y producir una inflación creciente, para lo cual se
recetaba una reforma agraria profunda, que produjera lo suficiente para atender también la
demanda industrial. En cuanto a la inflación, era considerada algo estructural y se debía
convivir con ella, y se estimularon políticas monetarias expansivas.

El Banco Mundial y la CEPAL coincidían en una mayor planificación del desarrollo y la


actividad económica, predominancia de los criterios técnicos en las políticas gubernamentales,
un equilibrio macroeconómico para tener margen de operación, y un balance entre técnicos y
políticos en los gabinetes de gobierno.

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