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Manuel Alejandro Prada*

LA CONQUISTA DE SER SUJETO: VOCACIÓN


ONTOLÓGICA, CONCIENCIA CRÍTICA Y PROYECTO**
Resumen
Este artículo propone una lectura del sujeto construida por Paulo Freire a partir de tres ideas: 1) Ser sujeto es una
vocación ontológica a ser más; por ende, no es un destino prefijado, ni una condición innata, sino una lucha por su
conquista. 2) Esa lucha exige un posicionamiento crítico del sujeto en el mundo y en la historia; dicho posicionamiento
supone, para Freire, una construcción epistémica sobre la manera en que pensamos (comprendemos, estudiamos,
criticamos) el mundo y actuamos en él. 3) El posicionamiento crítico del sujeto respecto a su mundo implica una postura
ético–política, una proposición de un mundo en el que sea posible una vida humanizada y humanizadora.

Palabras clave: Sujeto, vocación ontológica, conciencia crítica, proyecto, Paulo Freire.

A conquista de ser sujeito: vocação ontológica, consciência crítica y


projeto

Resumo
Este artigo propõe uma leitura do sujeito construída por Paulo Freire a partir de três idéias: 1) Ser sujeito é uma vo-
cação ontológica a ser mais; então não é um destino prefixado, nem uma condição inata, seno luta pela conquista; 2)
Essa luta exige um posicionamento critico do sujeito no mundo e na historia; dito posicionamento supõe, para Freire,
uma construção epistêmica sobre a maneira como pensamos (compreendemos, estudamos, criticamos) e atuamos
no mundo. e, 3) O posicionamento critico do sujeito implica uma postura ético-política, uma proposição de um mundo
no qual seja possível uma vida humanizada e humanizadora. 

Palavras chaves: Sujeito, vocação ontológica, consciência critica, projeto, Paulo Freire.

The conquest of being individual: ontologic vocation, critical conscience


and project

Abstract
This article proposes a reading of the category individual made up by Paulo Freire from three ideas: 1) Being an indi-
vidual is an ontological vocation to became more; therefore, it is not a preexisting fate, neither an innate condition, but
an struggle for its conquest; 2) That fight demands an individual´s critical positioning in the world and in history; this
positioning supposes, to Freire, an epistemic construction on the way we think (understand, study, criticize) the world
and we act on it. And, 3) the individual’s critical positioning related to his world implies an ethical-political position, a
proposal of a world in which a humanized and humanizing life is possible.

Key words: Individual, critical conscience, project, Paulo Freire.

* Magíster en Filosofía, profesor del Departamento de Ciencias Sociales de la Universidad Pedagógica Nacional.
Correo electrónico:mprada79@yahoo.es.
** Artículo resultado del proyecto de investigación “Configuración de la categoría sujeto en la obra de Paulo Freire” (Universidad Pedagógica
Nacional, Código: DCS 056-07), realizado durante 2007 y 2008. El equipo de trabajo estuvo integrado por: Manuel A. Prada (Coordinador),
Juan Carlos Torres, Rafael Ávila y Camilo Jiménez (coinvestigadores), Sandra M. Fajardo (monitora 2007) y Patricia Franco (monitora
2007-2008).

Artículo recibido el 10 de abril de 2009 y aprobado el 28 de mayo de 2009

Pedagogía y Saberes N.º 30. Universidad Pedagógica Nacional. Facultad de Educación, 2009, pp. 9 -18
La insólita vitalidad de su organismo le impedía la quietud. Percibía el peso
de sus huesos, la elasticidad de sus músculos, el atinado diseño de sus
movimientos; percibía la tierra, el polvo y la humedad en las plantas de sus
pies. No acertaba a decidir si prefería esa nueva conciencia a la levedad
habitual, si prefería la lentitud de su existencia a la determinación y claridad
de propósito que ahora lo conducía al recinto entre las rocas que había
descubierto en una de sus exploraciones. Como nunca antes, sabía lo que
quería, pero el temor le constreñía la exuberancia
(Belli, 2008, p. 48).

Esta escena aparece en una novela Un pensador que no se formule esas Eso es, justamente, lo que pretendemos
que relata los orígenes del ser huma- preguntas pasea por senderos atrac- en este texto.
no según el relato judeocristiano de la tivos, pero no llega a conocer el árbol
creación. Pero va más allá de lo que más hermoso del bosque, aquel por el Nuestra ejecución no es posible sin
cuentan los versículos bíblicos, para cual el cansancio de la caminata valía la partitura, que, como dijimos, ha sido
plantear las preguntas de todo origen pena. Quizás por eso el maestro Freire delineada desde los primeros años de
humano, las cuestiones inquietantes nos convocó a pasear por sus obras, a actividad intelectual del pensador brasi-
de los descubrimientos más profundos. dialogar con su pensamiento –con las leño, y se fue reajustando hasta el final
¿Quién soy yo?, ¿qué lugar ocupo en limitaciones que implica la lectura– y a de sus días. La ejecución que propone-
el mundo?, ¿cómo puedo yo, desde descubrir en él un testimonio de inquie- mos implica un camino de interpretación
mi espacio vital minúsculo, hacer que tud renovada por las preguntas funda- configurante del recorrido freiriano, una
el mundo sea más habitable? ¿Cómo mentales, que siguen encontrando su apuesta por recorrer un sendero que,
aseguro una existencia más plena? síntesis en la cuestión kantiana: ¿qué sabemos, no agota las entradas al autor
¿Cómo me comunico con otros que se es el hombre? (y habrá que decir, como ni al problema, pero que sí espera con-
aparecen ante mí como totales descono- aprendió Freire: ¿qué son el hombre y tribuir a la discusión con otros y otras
cidos? Todas estas preguntas, aunque la mujer?). estudiosos de Freire, así como abrir el
trilladas por el uso, son de un carácter camino de su pensamiento.
fundamental. En el momento en que En esta tonalidad que propone Freire
fuimos expulsados del paraíso –nos lo construimos nuestra ejecución de una Los tres grandes momentos (movimien-
recuerda Belli– comenzaron a resonar partitura. La tonalidad es la pregun- tos) que proponemos son los siguientes:
en nuestras mentes y, sobre todo, a ta por el sujeto, que es una forma de 1) Ser sujeto es una vocación ontológica
arder en nuestras pieles. decir: hombre (y mujer), ser humano; a ser más; por ende, no es un destino
la tonalidad indica también las notas prefijado, ni una condición innata, sino
No importa si nuestra visión del mundo cacofónicas, como aquellas que con- una lucha por su conquista. 2) Esa lucha
se inscribe en otros relatos distintos al sideran que la melodía se construye exige un posicionamiento crítico del su-
del Génesis; quizás eso sea lo menos sobre la línea de la pura conciencia o jeto en el mundo y en la historia; dicho
relevante, si consideramos que hemos del determinismo del mundo y de la posicionamiento supone, para Freire,
planteado otros paraísos para hacer historia, o que prefieren una modulación una construcción epistémica sobre la
frente (¿huir?) a nuestra propia incom- para distraer las injusticias del mundo manera en que pensamos (comprende-
pletitud: ciencias, filosofías, escuelas, que han obligado al sujeto a retraerse y mos, estudiamos, criticamos) el mundo
verdades, iglesias… lo importante es aceptarlas como naturales. La partitura y actuamos en él. 3) El posicionamiento
asirnos a respuestas que nos eviten está escrita desde las primeras obras crítico del sujeto respecto a su mundo
el dolor: del pensador, Educación y actualidad implica una postura ético–política, una
El conocimiento y la libertad son dones
brasileña (2001) o Educación como proposición de un mundo en el que sea
que tú, Eva, usaste por primera vez y práctica de la libertad (2005)1, pues allí posible una vida humanizada y huma-
que tus descendientes tendrán que se trazan las indicaciones generales de nizadora.
aprender a utilizar por sí mismos. A me- su plan de pensamiento, los motivos
nudo te culparán, pero sin esos dones que configuran la pieza. No obstante,
la existencia se les haría intolerable creemos que la composición de Freire LA VOCACIÓN ONTOLÓGICA A
(Belli, 2008, p. 201). permite varias entradas y la asunción SER MÁS
del riesgo de trazar una propia manera
Y en ese uso se ha tejido la historia y en de ver el recorrido (nuestra ejecución). Los seres humanos requerimos de mu-
ella se hila nuestra propia vida. cho tiempo y esfuerzo para obtener por
1 La primera fue escrita en 1959, la se-
nuestros propios medios lo necesario
gunda, en 1969. para la sobrevivencia; aprendemos con

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lentitud a vivir en sociedad y hemos tica entre los condicionamientos y su y creadores de belleza. Tampoco nos
usado diversos instrumentos para asir libertad (1980, pp. 115-116). desanima un contexto deshumanizador,
el mundo circundante; nos demoramos pues éste resalta que la vocación ontoló-
varias centurias desarrollando comple- Todo esto es una perogrullada para los gica constituye un desafío ineludible, en
jas redes de significados para entender hombres y mujeres de nuestro tiempo, el que el hombre capta, al proponerse a
nuestras relaciones con la naturaleza, mucho más cuando la sociedad con- sí mismo como problema, su llamado a
con nosotros mismos y con los otros temporánea parece solazarse en un “ser más”, a humanizarse, a afirmarse
seres humanos, y aún estas redes nos banquete de posibilidades que están como persona, como sujeto de decisión
parecen insuficientes. Es frecuente siempre a la mano. Sin embargo, la in- “en el ansia de libertad, de justicia, de lu-
escuchar, incluso, que los animales completitud humana sigue siendo la evi- cha de los oprimidos por la recuperación
nos llevan cierta ventaja en lo que a dencia más urgente de nuestra manera de su humanidad despojada” (Freire,
adaptación al medio se refiere, pues de existir: siempre cabe la posibilidad de 1980, p. 32).
los recursos necesarios para su sobre- optar, de construir o destruir proyectos
vivencia están inscritos en sus genes; y de vida, de tejer nuevas relaciones y En un permanente movimiento de
más ventajoso es que no padecen los mantener las viejas, de descubrir algo búsqueda, Freire reconoce también
embates de la reflexión sobre sus posi- nuevo en las diversas áreas del saber y la deshumanización presente en la
bilidades y limitaciones. afinar las certezas o desechar los plan- estructura social, que niega la “voca-
teamientos errados, de amar y desamar, ción de los hombres” en la injusticia,
No obstante, es la capacidad de pensar de odiar y perdonar… la explotación, la opresión, la violencia
sobre nosotros mismos y de plantear de los opresores. Pero esta deshu-
caminos posibles de realización lo que Pero, además, la vida de miles de hom- manización, aclara el autor, “aunque
nos hace propiamente humanos. El ani- bres y mujeres en el mundo da testi- sea un hecho concreto en la historia,
mal no puede ejercer sobre su actividad monio de que el pretendido banquete no es, sin embargo, un destino dado,
un acto reflexivo o, como lo recuerda de posibilidades no es abierto a todos, sino resultado de un orden injusto que
Freire: y que sus viandas están diseñadas al genera la violencia de los opresores y
amaño de quienes pueden pagar altos consecuentemente el ser menos” (p.
[…] Carece de capacidad de signi-
precios por ellas. Basta un recorrido por 33). De esta manera, “humanización y
ficación, carece de finalidades que
proponerse y proponer, carece de las calles de nuestras ciudades o escu- deshumanización, dentro de la historia,
decisión, carece de conciencia de sí char un par de horas las noticias para en un contexto real, concreto, objetivo,
y del mundo, no puede objetivarse ni sentir que nuestro mundo no es el más son posibilidades de los hombres como
objetivar su actividad, se constituye halagüeño: en el mismo mundo donde seres inconclusos y conscientes de su
como un “ser cerrado en sí mismo”, todo está por hacer y donde los seres inconclusión” (p. 32).
no puede comprometerse: al no tener humanos gestan su propio horizonte,
un mañana ni un hoy, por vivir en un resuenan los discursos que “niegan la Vale insistir en que la “vocación a ser
presente aplastante, el animal es ahis- humanización” (Cf. Freire, 2006, p. 74), más” no es un a priori histórico, mucho
tórico (1980, p. 114). que sostienen la futilidad de invertir re- menos ontológico. Nada indica que los
cursos para curar enfermedades de los seres humanos, por el solo hecho de
Esa diferencia con los animales no es pobres del tercer mundo, pues estos haber nacido y de habitar el mundo,
genética, biológica o meramente física, están condenados a la miseria y al su- podamos sentarnos a esperar cómo se
ni apunta sólo a la capacidad de sobre- frimiento; se mantiene la explotación de va realizando en nosotros nuestra pro-
vivencia: la fuerza de trabajo del ser humano, se pia humanidad; tampoco es un destino
falsea la verdad, se engaña al incauto, la deshumanización, como lo recuerda
Los hombres, por el contrario, al tener
se golpea al débil y al indefenso, se se- Freire en su Pedagogía de la espe-
conciencia de su actividad y del mundo
pultan el sueño y la utopía (pp. 17-18). ranza: “Ni una ni otra, humanización y
en que se encuentran, al actuar en
función de finalidades que proponen deshumanización, son destino seguro,
y se proponen, al tener el punto de Empero, no nos desanima la incom- dato dado, sino o hado. Por eso una es
decisión de su búsqueda en sí y en pletitud, pues posibilita que los seres vocación y la otra distorsión de la voca-
sus relaciones con el mundo y con humanos inventemos nuestra existen- ción” (1998, p. 94). Y más adelante: “[…]
los otros, al impregnar el mundo de cia a partir de los materiales que la la naturaleza humana, generándose en
su presencia creadora a través de la vida nos ofrece. Y esa invención se da la historia, no tiene inscrito en ella el ser
transformación que en él realizan, en la en un mundo concreto. Ese mundo se más, la humanización, a no ser como
medida en que de él pueden separarse va complejizando, de suerte que ya no vocación de la que su contrario es di-
y separándose pueden quedar con él, es sólo un espacio vacío en el que los storsión en la historia” (p. 95).
los hombres, contrariamente al animal, hombres y mujeres sobrevivimos, sino
no solamente viven, sino que existen y que es el mundo de la vida, donde nos Así pues, la vocación ontológica es ac-
su existencia es histórica […] dado que hacemos cuerpos conscientes, captado- tiva, exige una apropiación de nosotros
son conciencia de sí y así conciencia res, aprehendedores, transformadores mismos como posibilidad de ser y no
del mundo, viven una relación dialéc-

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acepta una renuncia a nuestra autocons- Y nuevamente insiste en su Pedagogía
trucción como seres–en–el–mundo: de la autonomía:
Sería irónico si la conciencia de mi En verdad, desde el punto de vista de
presencia en el mundo no implicara la naturaleza humana, la esperanza no
en sí misma el reconocimiento de la es algo que se yuxtaponga a ella. La
imposibilidad de mi ausencia en la esperanza forma parte de la naturaleza
construcción de mi propia presen- humana. Sería una contradicción si,
cia. No puedo percibirme como una inacabado y consciente del inacaba-
presencia en el mundo y al mismo miento, el ser humano no se sumara o
tiempo explicarla como resultado de estuviera predispuesto a participar en
operaciones absolutamente ajenas a un movimiento de búsqueda constante
mí (Freire, 2006, p. 53). y, segundo, que se buscara sin espe-
ranza. La desesperanza es la negación
Nos vamos haciendo en el tiempo de los de la esperanza. La esperanza es una
hombres y mujeres que nos precedie- especie de ímpetu natural posible y ne-
ron y con aquéllos que comparten con cesario, la desesperanza es el aborto
nosotros la existencia; en ese hacernos de este ímpetu. La esperanza es un
permanente, reconocemos que todo en condimento indispensable de la expe-
riencia histórica (2006, pp. 70-71).
nosotros está por construir y que somos
en el mundo una presencia “que se pien- Cuando Freire se refiere al carácter his-
sa a sí misma, que se sabe presencia, Ahora bien, se trata de una esperanza
tórico de nuestra vocación ontológica a activa, crítica, que se mueve en el mun-
que interviene, que transforma, que ser más, nos advierte contra las posicio-
habla de lo que hace pero también de do de los hombres y de las mujeres y en
nes deterministas, ya sea aquellas que él hace historia; es una esperanza que
lo que sueña, que constata, compara, señalan que no hay nada por hacer, que
evalúa, valora, que decide, que rompe” sueña con la posibilidad de “un mundo
todo está hecho y que no puede ser de menos feo” –como solía decir Freire–,
(Freire, 2006, p. 20). En ese hacernos otra manera o las que, desde otra posi-
permanente reconocemos a otros que, pero que sabe las dificultades del pro-
ción dogmática, ven el futuro como algo ceso de liberación donde esa posibilidad
como nosotros, son presencia en el inexorable, algo que ya está claro en su
mundo y luchan por hacerse; más aún, se hace factible. En tanto activa, requie-
devenir y, por tanto, no debe cuestionar- re la práctica constante de “ruptura de
reconocemos la necesidad de hacernos se. Freire solía afirmar que el pasado
con otros. Pero también reconocemos las amarras reales, concretas, de orden
puede leerse críticamente para explicar económico, político, social, ideológico,
que hay quienes creen tener el derecho cómo somos en el presente y por qué
de prohibirle a sus semejantes ser, que etc., que nos están condenando a la
hemos llegado a ser lo que somos; que deshumanización” (1998, p. 95).
oprimen a otros como individuos, como el presente, con todas sus injusticias y
grupo o como clase. Sabemos que esos contradicciones, es el espacio de posi-
otros están en el mundo, pero nos es- Ese sueño es posible porque los seres
bilidad, de construcción de un mundo humanos no sólo nos adaptamos al
forzamos por abrir el camino de nues- más humano; y que el futuro siempre
tra liberación, la vía de la ruptura con mundo, o simplemente sabemos que
es problemático. estamos en él, sino porque estamos in-
nuestra condición de oprimidos, más la
ruptura de la opresión que ejercen sobre sertos críticamente en él y allí hacemos
Así, pues, la humanidad por hacerse la historia (Cf. 1998, p. 87). Por eso, es
sí mismos los opresores, incapaces de
en la historia tiene su razón de ser en necesario recordar que el sueño, que la
realizar su vocación ontológica.
la esperanza, que es una necesidad invención de utopías en nada se parece
ontológica. Esto hace decir a nuestro a un ejercicio estéril de ensoñación en
El opresor se deshumaniza al deshuma- pedagogo:
nizar al oprimido, no importa que coma el que, desconectados de la realidad,
bien, que vista bien, que duerma bien. […] No entiendo la existencia humana planteamos un mundo al acomodo de
No sería posible deshumanizar sin des- y la necesaria lucha por mejorarla sin nuestros caprichos. Freire sabe que
humanizarse, tal es la radicalidad social la esperanza y sin el sueño. La espe- puede ser malinterpretada su invitación
de la vocación. No soy si tú no eres y, ranza es una necesidad ontológica; a soñar, a imaginar proyectos de mundo,
sobre todo, no soy si te prohíbo ser. la desesperanza es esperanza que, sabe que puede ser tildado de “volun-
Como individuo y como clase, el opre- perdiendo su dirección, se convierte en tarista” o “subjetivista” –de hecho, así
distorsión de la necesidad ontológica lo llamaron algunos de sus críticos–2.
sor no libera ni se libera. Liberándose
[…]. Como programa, la desesperanza Por eso, anota que la esperanza, en
en y por la lucha necesaria y justa, el
nos inmoviliza y nos hace sucumbir al
oprimido, como individuo y como clase,
fatalismo en que no es posible reunir
libera al opresor, por el simple hecho de las fuerzas indispensables para el
impedirle continuar oprimiendo (Freire, 2 Veremos más adelante la relación entre
embate recreador del mundo (1998, objetividad y subjetividad que propone
1998, p. 95). p. 87). Freire.

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cuanto activa, es necesaria, pero no su- palabras de Freire, significa “objetivarla, su primera obra (2001a) algunas posi-
ficiente, que la sola esperanza no basta aprehenderla, como campo de su acción ciones que pueden ser asumidas frente
para cambiar la realidad, que no es un y reflexión. Significa penetrarla, cada a los contextos, en el intento por mostrar
asunto de “buenas intenciones”, sino vez más lúcidamente, para descubrir el proceso de configuración de una con-
que la esperanza se articula a la lucha las interrelaciones verdaderas de los ciencia crítica.
concreta por la liberación de hombres y hechos percibidos” (2004, p. 33). Por
mujeres. Así, pues, si bien la esperanza supuesto, no estamos hablando de un Lo primero que resalta el pedagogo
no basta, sin la esperanza la lucha se mundo abstracto, o del mundo como brasileño es que el ser humano corre el
reduce “exclusivamente a actos calcu- una categoría abarcadora o totalizante. riesgo de vivir centrando su existencia
lados, a la pura cientificidad, es frívola Estamos hablando del mundo–de–la– en las preocupaciones puramente bio-
ilusión” (p. 87). vida concreto de hombres y mujeres lógicas y olvidar su carácter histórico.
igualmente concretos en un tiempo y un Esta situación implica “casi la ausencia
espacio identificables. de compromiso entre el hombre y su
CONCIENCIA CRÍTICA existencia” (2001a, p. 34)3.
Esa toma de distancia tiene su contra-
Como vimos, la problematización de partida en lo que Freire llama, en sus En segundo lugar, Freire señala que uno
sí mismo es un acto existencial, ético; primeras obras, integración u organi- de los obstáculos de concientización
pero también es epistémico, es decir, cidad. Freire habla de la posición que radica en la construcción de respuestas
un acto de construcción de un tipo de ocupa el sujeto en su circunstancia (si- rígidas a las preguntas vitales, lo cual
conocimiento sobre sí, sobre el mundo, tuacionalidad). El ser humano es capaz conlleva una domesticación de la historia,
sobre la historia y sobre el conocimiento de objetivar su realidad, al tiempo que del tiempo en el que hombres y mujeres
mismo, una construcción que acaece en se asume en ella, interactuando con producen su propia existencia. Si todo está
la historia, y que vuelve a ella para darle otros seres humanos y construyendo definido, si el futuro ya está determinado
mayor sentido. En concordancia con la el mundo. por una lectura particular de la historia, en
idea de incompletitud, el ser humano la que se fijan los intereses de un grupo
asume que conocer es un camino en Que el ser humano tenga una relación reducido de “líderes” o “educadores” que
el que, en principio, aparece su propia crítica con su realidad es necesario imponen sus criterios a los demás, allí no
ignorancia, no como un obstáculo abso- para que pueda no sólo comprenderla, hay concientización posible. A este res-
luto, sino como una invitación a conocer sino transformarla y transformarse a sí pecto, el pedagogo señala que muchas
más y mejor. Esa convicción es clara mismo, justamente integrado en relación veces esta rigidez mental se debe a que
cuando Freire afirma en Extensión y orgánica con esa realidad. De ahí que los regímenes, temerosos al cambio, cons-
comunicación: Freire afirme:
[…] No hay absolutización de la ig- […] No es posible realizar siquiera un 3 Notemos cómo, cincuenta años después
norancia, ni absolutización del saber. planteamiento correcto de nuestros de escrita su Educación y actualidad
Nadie sabe todo, así como nadie problemas, con miras a soluciones brasileña, la vida de muchos seres
ignora todo. El saber comienza con la inmediatas o a largo plazo, si no nos humanos en el mundo sigue estando
conciencia de saber poco (en cuanto colocamos en relación de organicidad centrada en la consecución de lo mí-
alguien actúa). Es sabiendo que sabe con nuestro contexto histórico–cultural. nimo para subsistir, sin que medie una
poco, que una persona se prepara para Una relación de organicidad que nos toma de conciencia sobre su propia
saber más. Si tuviésemos un saber sumerja en nuestra realidad y de la que situación, mucho menos una praxis
absoluto, ya no podríamos continuar salgamos críticamente conscientes. crítica de transformación de su mundo
sabiendo, porque éste sería un saber Sólo en la medida en que logremos circundante ni de las condiciones estruc-
que no estaría siendo. Quien todo intimar con nuestros problemas, y turales que los obligan a preocuparse
supiese, ya no podría saber, porque sobre todo con sus causas y efectos únicamente por su sobrevivencia; en
no investigaría. El hombre, como un –que no siempre son iguales a los de otros escenarios, vemos todos los días
ser histórico, inserto en un perma- otros espacios y tiempos, sino por el propagandas que invitan a centrar la
nente movimiento de búsqueda, hace contrario, casi siempre diferentes– po- mirada en la reducción o el aumento
y rehace constantemente su saber dremos proponer soluciones para ellos de alguna parte del cuerpo, o en el in-
(1973, p. 51). (2001a, p. 9). tercambio de información para ampliar
la “red de amigos”… Pero aquí no hay
El punto de partida de este acto epis- Desde sus primeras obras (2001a y compromiso de hombres y mujeres con
témico es la toma de distancia que el 2005), Freire señala que hay un proce- la asunción crítica de su existencia, no
sujeto hace de sí mismo y de su es- so mediante el cual los seres humanos hay compromiso con hacer la historia,
tar en el mundo, y que dispone al ser podemos alcanzar una conciencia crítica con comprender el sistema social,
humano a saber lo que sabe (y lo que de nuestra realidad, lo que siempre va político y económico que permite que
ignora) y a saber más. Esta toma de a implicar una práctica liberadora. Esa mientras unos pueden gastar a manos
distancia es posible por la capacidad preocupación por establecer los esta- llenas su dinero en veleidades, otros se
humana de admirar la realidad, que, en dios del proceso lo lleva a proponer en ven expuestos permanentemente a su
muerte por física escasez de recursos.

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truyen unas “formas nítidas de explicación la comprensión que tengamos de la someto ésta a aquélla, como si la reali-
del mundo”, que llegan al extremo de la conciencia en sus relaciones con el dad fuera constituida por la conciencia.
incuestionabilidad o de la naturalización. mundo […]. Toda conciencia es siem- Así, la transformación de la realidad
Aunque los poderes que construyen estos pre conciencia de algo, aquello que se se da por la transformación de la con-
discursos quieran dar un sentido unívoco busca (2004, p. 84). ciencia. Si me coloco en una posición
al mundo y una explicación inequívoca al mecanicista [valga decir: objetivista,
papel que los sujetos deben ocupar en él, Y continúa: en el sentido expuesto], dicotomizando
y aunque los sujetos mismos se sientan igualmente conciencia y realidad, tomo
La conciencia de sí de los seres hu- la conciencia como un espejo que no
en el puerto seguro de una explicación manos implica la conciencia de las hace más que reflejar la realidad. En
fidedigna, para Freire esta conciencia “es cosas, de la realidad concreta en que ambos casos niego la concientización,
la conciencia del hombre que pierde dolo- se hallan como seres históricos y que que sólo existe cuando no sólo reco-
rosamente el sentido de su dirección. Es el aprehenden a través de su habilidad nozco sino que experimento la dialec-
hombre desarraigado” (2001a, p. 39)4. cognoscitiva. El conocimiento de la ticidad entre objetividad y subjetividad,
realidad es indispensable para el realidad y conciencia, práctica y teoría
En tercer lugar, es imprescindible recor- desarrollo de la conciencia de sí, y (2004, p. 84).
dar que el proceso de concientización éste para el aumento de aquel co-
no puede entenderse al margen de nocimiento. Pero el acto de conocer
Por esto mismo, pensar en la “necesidad
los vínculos entre conciencia y mundo. que, si es auténtico, exige siempre
de conciencia” no es reducir el problema
Freire parte de la idea fenomenológica el desvelamiento de su objeto, no se
de la constitución de sujetos a un esfuer-
de la conciencia como intencionalidad y da en la dicotomía entre objetividad y
subjetividad, acción y reflexión, prác- zo de las individualidades, que dependa
señala que no es posible pensar la con- de su genio, de su capacidad autosufi-
tica y teoría.
ciencia sin una relación con el mundo, cientemente fundada, de las oportunida-
en tanto aquélla siempre es “conciencia De ahí que se vuelve importante, en des de pensar por encima de o a pesar
de…”, un “desplegarse hacia el mundo”. la práctica del desvelamiento de la de las taras históricas y culturales que
Por ello afirma: realidad social, en el proceso con- se oponen al pensamiento mismo y a la
cientizador, que la realidad no sea transformación de la realidad.
La comprensión del proceso de con- aprehendida como algo que es, sino
cientización y su práctica se encuentra, como devenir, como algo que está El radical jamás será un subjetivista.
por tanto, vinculada directamente con siendo. Pero si está siendo, en el juego Para él, el aspecto subjetivo encarna
de la permanencia y el cambio, y si no en una unidad dialéctica con la dimen-
es ella el agente de ese juego, es que sión objetiva de la propia idea, vale
4 De ahí que sean contrarias a la con- éste resulta de la práctica de los seres decir, con los contenidos concretos
cientización y a la praxis liberadora: 1) humanos sobre ella (pp. 84-85). de la realidad sobre la que ejerce el
Las posiciones sectarias de aquellos acto cognoscente. Subjetividad y ob-
que pretenden “detener la historia y jetividad se encuentran, de este modo,
Freire se preocupa por aclarar (sobre
mantener sus privilegios” o “anticipar en aquella unidad dialéctica de la que
todo a sus críticos) que no es posible
la historia, para así “acabar” con los resulta un conocer solidario con el
privilegios, ambos minimizando al
plantear un proceso de concientiza-
actuar y viceversa. Es, precisamente,
hombre, ambos ocasionando, con su ción desde la esfera del idealismo en
esta unidad dialéctica la que genera un
colaboración, la masificación, la dimisión cualquiera de sus manifestaciones, es
pensamiento y una acción correctos en
del hombre brasileño [habrá que decir: decir, si apostamos a la prevalencia de y sobre la realidad para su transforma-
de cualquier ser humano], que apenas la conciencia, entendida como mente, ción (1980, p. 25)5.
iniciaba su admisión a la categoría de ego trascendental, sujeto omnicompren-
pueblo” (2005, p. 49). 2) El asistencialis- sivo, razón desencarnada, o razón que
mo que niega la vocación ontológica de configura per se el mundo. Tampoco se 5 Al leer estos textos, se constata que ya
ser sujeto, pues hace que las personas trata de un objetivismo, visto como la pasó aquel momento inicial en el que
“beneficiadas” asuman un papel pasivo, rendición de la conciencia a una exte- Freire sobrestima la concientización
en el que no es posible participar de su rioridad que aparece en la escena de la como factor autónomo de transforma-
propia recuperación. 3) El fanatismo reflexión, e incluso de la acción humana, ción de la realidad. En “Algunas notas
de las prescripciones que pretenden como un sino trágico o, a lo sumo, como sobre concientización” (2004), el autor
reducir el mundo a una única explica- un condicionamiento acabado ante el se distancia de la manera parcial como
ción salvadora, pues el fanático “[…] cual sólo se debe “obedecer”, ya sea pudo ser planteado el proceso de con-
teme la libertad, aun cuando hable de desde la esfera del conocimiento, ya cientización en Educación como práctica
ella”. Al fanático “le gustan las fórmulas desde la esfera de la práctica (ética, de la libertad, trabajo del que afirma: “Al
generales, las prescripciones, que sigue considerar el proceso de concientiza-
política, estética, etc.). Por ello afirma
como si fuesen opciones suyas. Es un ción, tomé el momento de desvelamiento
nuestro autor:
dirigido. No se dirige a sí mismo. Pierde de la realidad social como si fuese una
la dirección del amor. Perjudica su poder Si me coloco en una posición idealista, especie de motivador psicológico de su
creador. Es objeto y no sujeto” (2005, p. dicotomizando conciencia y realidad, transformación” (2004, p. 86). Ahora, el
57). autor acepta la presencia de cierta dosis

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En concordancia con la dialéctica entre man, 2002, pp. 57-112), puesto que la y apertura es lo propio del sujeto como
conciencia y mundo, Freire plantea que conciencia de lo dado ante el hombre no “cuerpo consciente” e “inédito viable”.
la revelación de la realidad objetiva en la es solamente el reflejo de esos factores Freire no se refiere a un ser hipotético,
que se involucran los sujetos “no es aún en la mente humana. sino a un sujeto concreto, corporal,
suficiente para autenticar la concientiza- viviente. Esa historicidad del sujeto se
ción”, pues ésta “no puede parar en la La consideración afirmativa, en la unidad traslada al sentido del proceso de con-
etapa de revelación de la realidad. Su dialéctica en la que se esclarece la cate- cientización para colocarlo en la trans-
autenticidad se da cuando la práctica goría sujeto, exige la articulación de otra formación cultural de la vida cotidiana.
de la revelación de la realidad consti- categoría: “el inédito viable”. Se trata del
tuye una unidad dinámica y dialéctica reconocimiento en la condición humana
con la práctica de transformación de la de una capacidad, que surge ante la El diálogo: aspecto
realidad” (1998, pp. 98-99). realidad social que somos, cuando, ya constituyente de la
conscientes de ella, nos percibimos blo- concientización
queados y reconocemos sus límites: es
La idea de “cuerpo la capacidad de apertura y de futuridad Queremos dar un paso a otra de las con-
consciente”6 en el presente de lo dado. “El inédito sideraciones centrales en la propuesta
viable” se refiere a un excedente de freireana sobre el proceso de concien-
Veamos cómo Freire, ya desde 1984, conciencia, a una capacidad de intuición tización y, en un marco más amplio, en
luego de diversas discusiones en cír- y reconocimiento de las posibilidades de su planteamiento sobre el sujeto. Se
culos académicos y no académicos, trascendencia respecto a las sujeciones trata del diálogo.
planteó la comprensión del ser humano a que nos somete la realidad, aparen-
como “cuerpo consciente”. Esta expre- temente ajena e irrefutable. Se trata
sión inicialmente aparece en el discurso de una categoría que se afilia con un
como una forma de nombrar al sujeto horizonte de esperanza, pero que nos
que no es reducido desde un objetivis- deja en claro que, definitivamente, los
mo o desde un subjetivismo. Es la con- procesos de concientización y los actos
cepción marxista de “unidad dialéctica” de significación no crean arbitrariamente
la que le permite a Freire construir la la realidad.
categoría “cuerpo consciente”. Esta ex-
presión concreta de manera lingüística Además, para el brasileño, el cultivo de
una forma de comprensión del sujeto en la conciencia crítica es una condición no
cuanto realidad humana determinada solamente para transformar la realidad,
por la historia, en una situación dada, puesto que se convierte, sobre todo,
es decir, por los así llamados “factores en la finalidad de la subjetividad. Esto
objetivos”. El “cuerpo consciente”, en implica una cultura revolucionaria del
consecuencia, hace referencia al hom- sentido de la vida y no solamente de
bre colocado ante la realidad, integrado La concientización, la potenciación de
la revolución social para alcanzar una
como parte del mundo y no solamente la capacidad de criticidad, no llega en
transformación en un corte de tiempo y
en el mundo. Un ser humano que se el aislamiento, en el solipsismo, porque
espacio de las estructuras económicas y
percibe determinado por la realidad, que el mundo es la presencia de los hom-
políticas, porque “el proceso de concien-
ha conquistado la conciencia, corporei- bres en él y no un mundo deshabitado.
tización […] es tan permanente como la
zada e historizada de sus limitaciones, Conocer, entonces, significa dialogar.
revolución verdadera” (2004, p. 81).
pero que no niega el papel gestante o Y dialogar no es “preguntar por pre-
constituyente de su subjetividad (Zemel- guntar” ni “responder por responder”.
Debe aceptarse, por tanto, que el senti-
El conocimiento, por esta razón, es
do del proceso de concientización está
social y dialógico por naturaleza. La
puesto en referencia con el desarrollo de
de entusiasmo idealista en su obra y
situación cognoscitiva contiene, ínsita,
una cultura revolucionaria trascendente,
en su práctica iniciales (años sesenta y una situación dialógica. En virtud de
de un humanismo de potencialidad cre-
setenta), aunque deja en claro que esta esta constatación, debe inferirse que el
ciente y de una utopía de liberación que
autocrítica de ninguna manera significa proceso de concientización para Freire
concierne a la genericidad de lo huma-
“negar el papel de la concientización jamás es algo así como una operación
no, pero que se vivencia, se historiza,
en el proceso revolucionario” (2004, p. mental, cognitiva o neurolingüística. La
en la vida cotidiana. Allí se articulan las
25). concientización hace referencia a una
aparentes polaridades, que tienden a
subjetividad social dialógica, que no se
6 Agradezco al profesor Camilo Jiménez, tensarse en los extremos excluyentes
refiere solamente al sujeto individual,
quien me proporcionó varias notas para de lo psicológico (subjetivismo) y de lo
sino a un sujeto colectivo. Se trata de
redactar este apartado. Por supuesto, estructural social (objetivismo). La his-
una conciencia de nosotros. La “relación
los errores son enteramente del autor toricidad con sentido de inacabamiento
del presente artículo.
dialógica” entre sujetos cognoscentes es

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el “sello” o condición del acto cognosci- El diálogo, entonces, no puede reducirse Asimismo, el diálogo exige el amor, cuyo
tivo que consiste en el desvelamiento a un simple intercambio de ideas con- carácter auténtico implica reciprocidad y
crítico del objeto (2004, p. 82). sumadas, ni a la polémica entre sujetos no una objetivación unilateral; valentía y
interesados solamente en la imposición compromiso del hombre y la mujer con-
El desarrollo de la conciencia implica, de su verdad, ni tampoco al mero acto cretos con el mundo; compromiso con la
necesariamente, la alteridad del mundo de depositar ideas de un sujeto en otro, causa de los seres humanos disminuidos
y de los otros sujetos que, junto conmi- sino que exige comprometerse con la en su derecho de ser y, por tanto, con
go, reclaman para sí su voz y la recu- pronunciación del mundo y con la bús- la causa de su humanización; compro-
peración de su capacidad de injerencia. queda de la verdad. Es, por tanto, un miso con la libertad. La horizontalidad,
Por eso es un contrasentido asumir, acto creador: por su parte, genera confianza, esto es,
desde la educación, la pedagogía, las asunción de que somos compañeros que
La conquista implícita en el diálogo es
ciencias sociales o la acción política, que pronunciamos el mundo.
la del mundo por los sujetos dialógicos,
para la transformación de la sociedad no la del uno por el otro. Conquista
se requiere una especie de “ilustrados del mundo para la liberación de los Es horizontalidad que, en la situación
críticos” que, creyendo haber encon- hombres. Es así como no hay diálogo dialógica entre pares, genera posibilida-
trado la explicación a los problemas, la si no hay un profundo amor al mundo des de construcción, problematización,
quinta-esencia del mundo, conciben a y a los hombres (1980, p. 102). crítica y cambio profundo del mundo
los demás, a los “otros”, como “faltos de común.
luz”, necesitados de quién los tome de Por otro lado, el diálogo, como encuen-
la mano y los conduzca por los caminos tro de los hombres y mujeres para la
insondables de una verdad, una cau- tarea común de saber y actuar, exige PROYECTO
salidad, una comprensión objetiva del humildad7. Y agrega Freire que tampoco
mundo ya predeterminadas, con surcos hay diálogo si no existe una intensa fe Así como iniciamos este escrito con El
allanados que evitan las fatigas propias en los seres humanos, que no es sinó- infinito en la palma de la mano, termine-
del pensar por sí mismos, con otros. nimo de ingenuidad, en tanto sabe que mos en su compañía. Caín mata a Abel
ese poder de dialogar, esa capacidad y allí comienza el fin de la novela. Los
El respeto por el otro que supone el de creación y transformación del mun- humanos no saben de la muerte propia.
diálogo no evita la confrontación de do puede ser alienada y disminuida en Adán, Eva y sus hijos conocían la muerte
perspectivas, ni se asume desde el “todo situaciones concretas: de los animales que cazaban para de-
vale”. El radical opta por ser sujeto crítico fenderse o sobrevivir, pero la de su es-
de su historia, aunque no sea su propie- Si la fe en los hombres es un a priori pecie les era ignorada. Y, sin embargo,
del diálogo, la confianza se instaura en las señales de la muerte de Abel eran
tario. “Reconoce, entonces, que si no
él. La confianza va haciendo que los
puede detener ni anticipar puede y debe, similares a las de la muerte de cualquier
sujetos dialógicos se vayan sintiendo
como sujeto, con otros sujetos, en la me- otra especie, y Adán lo supo apenas vio
cada vez más compañeros en su pro-
dida en que conoce, ayudar y acelerar a su hijo tendido en el suelo. Eva sintió
nunciación del mundo […]. Tampoco
sus transformaciones” (2005, p. 43), y hay diálogo sin esperanza. La espe- un dolor que no conocía, y el llanto le
en este proceso se juega la vida. ranza está en la raíz de la inconclusión fue insuficiente para exorcizarlo. Unas
de los hombres, a partir de la cual se horas más tarde, Adán y Eva parecen
Por esto mismo, desde su Pedagogía mueven éstos en permanente búsque- arrepentirse de haber tomado la decisión
del oprimido, Freire afirmaba que decir da (1980, p. 105). de existir, de decidir sus destinos.
la palabra verdadera “no es privilegio de
algunos hombres, sino derecho de todos Caín es abandonado a la inclemencia
los hombres”. Por ello: de la maldición de un dios que juega
con la vida que ha creado. Adán, por
[…] Decir la palabra, referida al mundo 7 Se opone a esto: 1) Alienar la ignoran- su parte, se resiste a verlo marchar,
que se ha de transformar, implica un cia. 2) El autorreconocimiento de hom-
incapaz de perdonar una violencia que
encuentro de los hombres para esta bres “virtuosos”, diferentes a “ellos (los
transformación. El diálogo es este él mismo había sentido cuando mató a
otros, ignorantes o menos)”, de “hom-
encuentro de los hombres, mediatiza- una osa para vengarse de la muerte de
bres puros y sabios, propietarios de la
dos por el mundo, para pronunciarlo virtud y del saber”. 3) Poner como punto
su perro. Esto hace que Eva se pregunte
no agotándose, por lo tanto, en la de partida la idea de que la pronuncia- si Adán habría sido formado del filo de
mera relación yo–tú […]. Si diciendo ción del mundo “es tarea de hombres una montaña. Eva piensa en su propia
la palabra con que al pronunciar el selectos y que la presencia de las masas situación:
mundo los hombres lo transforman, populares en la historia es señal de su Reconoció que Adán y ella, a pesar
el diálogo se impone como el camino deterioración, la que debo evitar” (1971, del desgarro, guardaban más que
mediante el cual los hombres ganan p. 55). 4) Cerrarse a la contribución del memorias del Paraíso; éste los se-
significación en cuanto tales. Por esto, otro. 5) Temor a ser superado por el otro. guía rondando y flotaba sobre sus
el diálogo es una exigencia existencial 6) Autosuficiencia. vidas. Nunca lo habían perdido. No lo
(1980, p. 101).

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perderían mientras su rastro indeleble entre el discurso, la acción y la utopía, dación, incluso para lucrarse con ella.
siguiera dibujado en el interior de ellos que son las características, según Frei- La acomodación es la expresión del
mismos (Belli, 2008, p. 233). re, de la voluntad transformadora; y ello abandono de la lucha por el cambio. A
se hace más urgente cuando las fuerzas quien se acomoda le falta o en quien
Pero la serpiente vuelve con una sabidu- retrógradas se oponen con tenacidad y se acomoda flaquea la capacidad de
ría renovada y le recuerda a Eva que “el violencia a los cambios que es posible resistir. Para quien ha dejado de resistir
único Paraíso donde es real la existencia realizar. Y la resistencia a las fuerzas o a quien, en algún momento, le fuera
es aquel donde [los seres humanos] que imposibilitan esos cambios parte posible hacerlo, es más fácil acomo-
posean la libertad y el conocimiento” (p. fundamentalmente de la educación de darse a la molicie de la imposibilidad
235). Ni siquiera Elokim, como es nom- la voluntad, de su fortalecimiento: que asumir la lucha permanente y casi
brado Dios en la novela, podrá impedirlo siempre desigual a favor de la justicia y
La búsqueda de la coherencia, que
o provocarlo. De hecho, para la serpien- la ética (2001b, p. 51).
no siempre es fácil de asumir, educa
te, Elokim se marchará si la especie
la voluntad, facultad fundamental para
humana encuentra la armonía: “Pienso moverse por el mundo. Con la voluntad Y puesto que la tarea de la pedagogía
que secretamente –dice la serpiente a debilitada, es difícil decidir; sin deci- crítica es promover la legitimidad del
Eva– desea que le concedan el don del sión, no optamos entre una cosa y la cambio de la superación de la realidad
olvido y lo liberen de la soledad de su otra, no resolvemos (2001b, p. 56). injusta, la lectura del mundo es inheren-
poder. Así podrá marcharse a construir te a la producción de sujeto–proyecto y
otros universos” (p. 235). Pero el “discurso ideológico de la im- del proyecto de mundo, como aspectos
posibilitación” apunta a lograr que o dinamismos que se desatan simultá-
Elokim se ha marchado no porque haya- malogremos y perdamos la voluntad neamente, imbricados en el curso de
mos encontrado la armonía, sino porque transformadora. Este discurso, al igual un mismo proceso de orientación de la
no puede universalizar la fe en un pun- que el del voluntarismo histórico, que capacidad y empeño creadores que te-
to de llegada único para todos. En un presuponía que las transformaciones nemos las mujeres y los hombres.
mundo donde las certezas universales históricas obedecían a leyes predeter-
sobre qué es el ser humano parecen minadas (condiciones objetivas), está La lectura del mundo, por esta razón,
fenecer, la propuesta de Freire cobra centrado en la adaptabilidad a los apa- es gestante, productiva y constituyente
mucho sentido. Hasta aquí, hemos di- rentes automatismos de la realidad. No (por decirlo en palabras de Zemelman).
cho con Freire que el ser humano se es el discurso de la constatación de la Esto significa que contiene una doble
produce como sujeto porque es capaz imposibilidad, que objetiva límites y obs- condición respecto a la realidad: “supo-
de conocer y asumir riegos para cambiar táculos para la transformación necesaria ne, por una parte, su denuncia y, por la
un estado actual de cosas, al que se y posible, sino el reaccionario que niega otra, el anuncio de lo que aún no existe”
había adaptado, a través de un distan- al ser humano como capaz de soñar y (Freire, 2001b, p. 52). Se trata de “una
ciamiento epistémico y una eticización poner en práctica proyectos de mundo. experiencia de la lectura del mundo
del proceso de transformación. Habrá Ante este discurso el sujeto bien puede que lo toma como un texto que haya de
que añadir que comprender el riesgo crí- acomodarse desesperanzado por la ‘leerse’ y ‘reescribirse’ […]” en la cual
ticamente “envuelve” los sueños, lo que asfixia de la necesidad y hay quienes se da una anticipación de la realidad
quiere decir que “elegimos y decidimos”, también lo hacen para obstaculizar el por construir, o construyéndose, y por
que la presencia transformadora no es cambio. esto ya no es simplemente utopía, sino
neutral, sino comprometida, coherente, posibilidad, mundo posible o posibili-
siempre consciente de la finitud de toda El discurso de la imposibilidad de cam- tándose. Y no hay un dios que trace el
apuesta. Es ante todo un asunto de dar biar el mundo es el discurso de quien, camino por nosotros.
testimonio de aquella otra realidad posi- por distintas razones, aceptó la acomo-
ble. Todo esto requiere una coherencia

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