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ACTO DEL DÍA DE LA INDEPENCENCIA

Nos hallamos reunidos el día de hoy para conmemorar una vez más
el Día de la Independencia Argentina.
En un día como hoy, pero poco menos de doscientos años atrás, un
grupo de patriotas se reunieron en Tucumán y, bajo la presidencia del
representante por San Juan, Francisco N. Laprida, el Congreso proclamó
la independencia de las Provincias Unidas de América del Sur,
declarando que era voluntad unánime e indubitable de estas provincias
romper los violentos vínculos que las ligaban a los reyes de España,
recuperar los derechos de que fueron despojados, e independizarse del
rey Fernando VII.
Recordamos también, en el día de hoy, que El 6 de julio de 1573, a
orillas del río Suquía, Jerónimo Luís de Cabrera fundó la ciudad de
Córdoba, a la que llamó "Córdoba de la Nueva Andalucía.

• Orgullosa y altiva entra la bandera de ceremonias, para presenciar


cómo todos recordamos el momento en que fuimos independientes y
libres de toda dominación extranjera. Portada por su
Abanderado/a:............................................................................ y sus
Escoltas:...........................................................y........................................
................

La recibimos con un fuerte aplauso.

• A continuación se entonarán las estrofas del Himno Nacional


Argentino.

• Múltiples sentidos tuvo la palabra Independencia, por ejemplo, una


patria libre de toda dominación extranjera. Pero la palabra fue
cambiando de connotación con el transcurso del tiempo. Acaso la
independencia radique para nosotros, argentinos y latinoamericanos, en
dar a nuestros pueblos más educación y los instrumentos culturales que
les permita distinguir y defender sus derechos.

• Para ayudarnos a reflexionar sobre el significado de la


Independencia …………………………………….. leerá unas palabras
alusivas a la fecha que conmemoramos.

• Se celebra en nuestro país uno de los hechos más importantes de


nuestra historia: "La independencia Argentina", nuestra afirmación como
Nación latinoamericana, la concreción de largos procesos iniciados el 25
de Mayo de 1810, y que se deben ir conquistando y manteniendo
constantemente, como individuos y como pueblo.

• Como cordobeses, con orgullo conmemoramos el día en que


Jerónimo Luís de Cabrera, dejó atrás las órdenes y siguiendo sus propias
convicciones, dio lugar a la fundación de nuestra ciudad, marcando la
historia de Córdoba y su gente para siempre.

• La independencia se manifiesta en numerosos aspectos de nuestra


vida, y si bien implica libertad, también significa responsabilidad. La
responsabilidad de defender el sueño de una Argentina independiente.
Para festejar nuestra independencia, los alumnos
……………………………………y …………………………………... leerán una
Oda escrita en 1966 por Jorge Luís Borges.

Nadie es la patria. Ni siquiera el jinete


Que, alto en el alba de una plaza desierta,
Rige un corcel de bronce por el tiempo,
Ni los otros que miran desde el mármol,
Ni los que prodigaron su bélica ceniza
Por los campos de América
O dejaron un verso o una hazaña
O la memoria de una vida cabal
En el justo ejercicio de los días.
Nadie es la patria. Ni siquiera los símbolos.

Nadie es la patria. Ni siquiera el tiempo


Cargado de batallas, de espadas y de éxodos
Y de la lenta población de regiones
Que lindan con la aurora y el ocaso,
Y de rostros que van envejeciendo
En los espejos que se empañan
Y de sufridas agonías anónimas
Que duran hasta el alba
Y de la telaraña de la lluvia
Sobre negros jardines.

La patria, amigos, es un acto perpetuo


Como el perpetuo mundo. (Si el Eterno
Espectador dejara de soñarnos
Un solo instante, nos fulminaría,
Blanco y brusco relámpago, Su olvido.)
Nadie es la patria, pero todos debemos
Ser dignos del antiguo juramento
Que prestaron aquellos caballeros
De ser lo que ignoraban, argentinos,
De ser lo que serían por el hecho
De haber jurado en esa vieja casa.
Somos el porvenir de esos varones,
La justificación de aquellos muertos;
Nuestro deber es la gloriosa carga
Que a nuestra sombra legan esas sombras
Que debemos salvar.
Nadie es la patria, pero todos lo somos.
Arda en mi pecho y en el vuestro, incesante,
Ese límpido fuego misterioso.

• El 9 de julio es una fecha que nos invita a la reflexión, a la


manifestación de ideales patrióticos que están íntimamente ligados con
ciertos valores que nos acompañan diariamente: libertad, soberanía,
igualdad.

• Con un fuerte aplauso despedimos a la bandera de ceremonias.


Agradecemos la participación de todos y esperamos que hayan
disfrutado de nuestra fiesta patria.

• ¡Felices Vacaciones!
Autoridades, personal docente, personal no docente, alumnos:

Hace poco menos de dos siglos nuestro país comenzaba su


historia como Nación independiente y soberana. A menudo,
cuando nos referimos a los acontecimientos históricos, éstos
suelen parecernos lejanos y distantes, sin embargo, al recordar las
circunstancias que rodearon los sucesos de 1816, tal vez podamos
encontrar un punto en común con nuestra realidad actual.
Recordemos que en 1816, nuestro país no pasaba por un buen
momento ni en lo económico, ni en lo político. Por otra parte,
existía la amenaza permanente de una mayor penetración de
tropas españolas que luchaban por mantener su poder. Güemes
apenas lograba controlar los ejércitos hispanos que avanzaban en
el norte del país.
También existían conflictos internos porque no se llegaba a un
consenso respecto al sistema político que se debería implementar.
Pero sin embargo, pese a los numerosos desacuerdos y a todos los
inconvenientes, los congresistas reunidos en Tucumán optaron por
declarar solemnemente la independencia respecto de España.
La mañana del 9 de julio de l816, cuando Juan José Paso, luego
de leer la proposición dentro de un clima de gran expectativa,
preguntó a los diputados si deseaban que las provincias de la
Unión conformaran una nación libre e independiente de los Reyes
de España, lo congresistas, más allá de los desacuerdos,
respondieron afirmativamente con una aclamación cerrada y
luego, individualmente, ratificaron la aprobación.
Este consenso unánime respecto a la declaración de la
independencia nos hace reflexionar respecto a la valentía que
tuvieron los protagonistas de nuestra historia para hacer frente a
sus diferencias personales y a las dificultades que se les
presentaban.
¿Qué enseñanza nos dejan los hombres que construyeron
nuestro pasado?
Han transcurrido más de 180 años desde que sucedieron estos
acontecimientos y todavía escuchamos decir que somos una
nación joven que intenta constituirse a sí misma.
Lejos estamos de haber alcanzado la madurez necesaria para
que todos los habitantes de nuestro país puedan vivir con dignidad
y de alcanzar el modelo de nación que anhelamos. Pero es fácil
responsabilizar a otros de nuestro destino, pensemos al menos por
un momento que cada uno de nosotros somos responsables y
protagonistas del presente y futuro del país. La historia no la hacen
solamente los próceres sino también las personas comunes, como
cada uno de nosotros.
Aún estamos a tiempo de revisar nuestras actitudes cotidianas y
ser verdaderamente libres. Emulando la valentía de aquellos que
decidieron cortar lazos con España para ser responsables de una
historia independiente, podríamos asumir verdaderamente nuestro
propio destino y construir un país solidario, más honesto, más
responsable y justo. Porque la Patria es algo más que un concepto
abstracto, es algo que creamos día a día, entre todos.
Nadie es la patria. Ni siquiera el jinete
Que, alto en el alba de una plaza desierta,
Rige un corcel de bronce por el tiempo,
Ni los otros que miran desde el mármol,
Ni los que prodigaron su bélica ceniza
Por los campos de América
O dejaron un verso o una hazaña
O la memoria de una vida cabal
En el justo ejercicio de los días.
Nadie es la patria. Ni siquiera los símbolos.

Nadie es la patria. Ni siquiera el tiempo


Cargado de batallas, de espadas y de éxodos
Y de la lenta población de regiones
Que lindan con la aurora y el ocaso,
Y de rostros que van envejeciendo
En los espejos que se empañan
Y de sufridas agonías anónimas
Que duran hasta el alba
Y de la telaraña de la lluvia
Sobre negros jardines.

La patria, amigos, es un acto perpetuo


Como el perpetuo mundo. (Si el Eterno
Espectador dejara de soñarnos
Un solo instante, nos fulminaría,
Blanco y brusco relámpago, Su olvido.)
Nadie es la patria, pero todos debemos
Ser dignos del antiguo juramento
Que prestaron aquellos caballeros
De ser lo que ignoraban, argentinos,
De ser lo que serían por el hecho
De haber jurado en esa vieja casa.
Somos el porvenir de esos varones,
La justificación de aquellos muertos;
Nuestro deber es la gloriosa carga
Que a nuestra sombra legan esas sombras
Que debemos salvar.
Nadie es la patria, pero todos lo somos.
Arda en mi pecho y en el vuestro, incesante,
Ese límpido fuego misterioso.

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