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Si los hombres recibieran una capacitación que les permita comprender el lugar que las
mujeres ocupan en su sociedad y convencerse de los enfoques que las dominan a ellas y
también a ellos, es más fácil que “permitan” que las mujeres participen; ello también
ayuda a los hombres a sentirse menos amenazados por los cambios, “Las mujeres son
más que solo víctimas: son poderosos agentes de cambio. Tienen conocimientos y
habilidades únicas, Es indudable que el origen del problema de la violencia de género
estriba en el patrón cultural que sitúa al hombre y a la mujer en papeles diferentes
dentro de la familia, el reparto de tareas dentro de ésta, y la tradicional consideración de
la mujer como una persona de inferior categoría en la vida social, estamos luchando en
concientizar a la sociedad en trato igualitario.
Leidy Karina García
La violencia contra la mujer es una problemática que puede tener sus orígenes de acuerdo a
Bandura en sus aportaciones al conductismo social, en la imitación y aprendizaje vicario de
pautas agresivas. En este sentido vivimos en una sociedad en la que muchas generaciones han
crecido con ideas de lo correcto e incorrecto en cuanto a comportamientos permitidos en las
relaciones interpersonales, durante mucho tiempo la violencia hacia la mujer pasó inadvertida
dado que muchas veces era justificada en las relaciones por la misma víctima, así en el seno de la
familia los hijos varones y las hijas hembras crecen ya sea siguiendo estas pautas agresivas o
permitiéndolas.
De acuerdo a López Zafra (2007) existen dos tipos de agresión, a)la afectiva o colérica y b) la
instrumental, en el primer caso el fin es dañar y en el segundo conseguir un objetivo, en ese orden
de ideas , puede evidenciarse que muchos hombres expresan la agresión colérica ante la
imposibilidad de controlar los comportamientos de las mujeres, muchas veces motivados por los
celos o como ocurre en países del medio oriente en dónde mutilan a las mujeres que han
cometido adulterio como una señal de su “crimen” , para el segundo caso el ejemplo más notorio
de la agresividad para lograr un fin, es el comportamiento violento machista encaminado a lograr
que se cumplan las órdenes y no sean cuestionadas por las mujeres en el hogar, relegándose de
esta manera a la mujer, al simple rol de madre y ama de casa, sin posibilidad de decidir por sí
misma.
3. Referencias bibliográficas