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Sin embargo, la escritura, así como sucedió con el habla, se convirtió en una forma de expresar
diversas cuestiones que implican las expresiones más profundas del sentido de lo humano. Las
vicisitudes del hombre y las consideraciones en torno a su sentido, abandona el entorno de la
narración oral, las leyendas y mitos extienden el espectro de su injerencia en fabulas, cuentos, y
en formas propiamente literarias como la poesía, las tragedias y las comedias. La palabra escrita
adquiere entonces el carácter de evidencia de la compresión de lo humano más allá de lo
puramente vivencial. Como parte de esta nueva relación del hombre con un mundo cada vez más
humano, las grandes historias de las hazañas de los héroes, las taxonomías de los dioses,
verdaderos reflejos de los hombres y las mismas relaciones existentes entre dioses y humanos.
En el mismo sentido, el uso de imágenes se propuso como una forma de mediar para alcanzar los
objetivos rituales y religiosos llevando la esencia de las fuerzas de la naturaleza a una imagen que
pudiera dominar. La evolución de las religiones y las múltiples posibilidades prácticas en materia
de comunicación que ofrece la imagen, extendió su alcance hacia el sentido de lo profano y se
convirtió en arte. Siguiendo a Gadamer, la experiencia con la obra de arte es un juego
interpretativo y propositivo en el que la comprensión da lugar a nuevas preguntas e
interpretaciones que amplían el sentido original y proporcionan a los intérpretes gran cantidad de
posibilidades de acercamiento a lo que pueden contemplar.
Las artes asociadas a la imagen y el color (pintura, grabado, ilustración, cine, comic, caricatura),
han sido siempre una forma de proporcionar horizontes de sentido a las personas, especialmente
por su carácter de reflejo de la realidad: los grandes mitos y las leyendas han sido hechos imagen
para que las personas recreen los relatos o tengan una instantánea de la memoria; el cine y el
video permiten el movimiento de la imagen y nacieron como una forma de expresión de lo
humano. Su uso fue artístico y critico desde el principio, sin embargo, se ha convertido también en
una forma de entretenimiento en la cual se amenaza con convertir la realidad precisamente en
aquello que la fantasía ha propuesto al hombre.
Como puede deducirse, las formas de expresión simbólica desarrolladas por las diversas culturas,
se erigen como formas de expresión de lo humano: la definición del hombre, de la cultura, de la
existencia, están presentes en las imágenes y en las construcciones literarias que definieron lo
humano.
El alcance de los medios permite ahora mismo comunicar cualquier cosa casi literalmente a todo la
humanidad: existen personas que son conocidas de uno u otro modo por prácticamente quien
haga uso de un dispositivo electrónico
¿Nuestro modo de comprender al hombre incluye la presencia del hombre en las TIC y en la red?
Si bien se había realizado un uso sistemático de los dispositivos de cómputo con propósitos
estratégicos (como el uso de la maquina enigma, con la que encriptaron las comunicaciones
militares alemanas y después con el uso de un ordenador para romper con este sistema; el uso de
dispositivos de computo capaces de calcular trayectorias de proyectiles, entre otras aplicaciones
prácticas), ingenios que podían hacer una gran cantidad de cálculos a partir de datos. Los
computadores comienzan a ser usados en las humanidades cuando se busca realizar algunas
operaciones o acciones mediante el uso de programación y equipos de computación, como
sucedió con la intención de hacer máquinas de traducción y luego con el acercamiento de
disciplinas como la geografía, la lingüística y otras disciplinas. Con el uso de un dispositivo de
cómputo en la sistematización de la información referente a estudios y obras relacionadas con la
producción intelectual relacionada con Santo Tomás, por parte de Robert Busa en las décadas de
1941-1951. (Vahoutte 2013. págs. 122-127)1
Las bases de datos compuestas para consultar una gran cantidad de elementos y el facilitar el
acceso al conocimiento mediante la conversión a soportes digitales como las imágenes y los
archivos tipo PDF (averiguar un poco esto). El acceso a una gran cantidad de conocimientos y
obras representativas del quehacer humano, implicó un cambio significativo en la posibilidad de
tener acceso a la realidad del sentido del mundo, pues lo que nosotros denominamos
humanidades, tienen que ver con la posibilidad de realizar el quehacer humano, no solo de
manera que se tiene acceso al saber y la difusión del conocimiento científico, técnico y
humanístico, sino que este acceso permite tener acceso a todo tipo de conocimiento en diversos
idiomas y manifestaciones culturales de muchos lugares del mundo. El acceso a las culturas
humanas y sus manifestaciones, implican múltiples posibilidades de acercamiento al sentido del
hombre.
Al parecer las humanidades digitales se orientan hacia la idea de una instrumentalización de las
tecnologías para convertirlos en adaptaciones digitalizadas de los documentos y las producciones
impresas en el papel. ¿Podemos pensar entonces que las humanidades digitales solo se restringen
a la puesta en otro soporte, sin hacerse algún tipo de traducción, o cambio en la concepción de la
obra? Si bien ya tenemos artes que hacen uso de lo audiovisual y de hecho son solo reproducibles
a través de medios mecánicos o electrónicos como la televisión o el cine, ¿tenemos ante nosotros
una obra de carácter humanístico?
Se ha hecho posible el paso del límite en el tiempo y el especio, pero también en los cambios que
pueden ocurrir en la traducción y en la actualización del lenguaje de las grandes obras. La difusión
y preservación de la cultura merece espacial atención, pues el cambio de soporte genera nuevas
alternativas para la transformación de las mismas concepciones de la realidad.
Al acercarnos a lo digital, casi nunca nos preguntamos por las implicaciones que posee el
referirnos a lo digital como la base de una nueva experiencia vital, donde se presentan nuevas
formas de establecer relaciones entre quienes intervienen o hacen uso de esta plataforma.
Respecto de esto, la plataforma hasta el momento la conocemos únicamente en la interacción
multimedia desde las varias posibilidades que permite el medio digital, que hasta ahora se ha
denominado multimedia, por que se hace uso de la combinación de los soportes aclimatados en lo
digital: texto a ser leído como cuando está en una hoja de papel, sonido e imagen estos sí
integrados como recurso audiovisual, pero no integrados al texto y aun impensables de la
posibilidad de una realidad virtual en la que se pueda integrar todas las posibilidades de expresión.
Lo digital se erige como una manera manifestar la realidad de la forma en que puede ser replicada,
tal como sucedió con las posibilidades de expresar las ideas y las percepciones del mundo, ya sea
desde la manera de pintar las palabras y replicar los mundos imaginados y descritos. Sin duda, el
símil de la oralidad nos puede ofrecer la posibilidad de vislumbrar las posibilidades de lo digital
como soporte de lo cultural: la oralidad se propone como la forma primordial de comunicación y
expresión de las inquietudes y prácticas de las personas en el momento propio de las expresiones
del sentir de las personas