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Santiago García-Cazorla Taboada.

(Estudiante de oposición para profesor: historia, geografía y arte)

La España Medieval - Sociedades. Estados. Culturas-

Emilio Mitre.

LA TRANSICIÓN AL MEDIEVO (313-711) –Del Bajo Imperio


Romano, Al fin de la Monarquía Visigoda-
La muerte de Marco Aurelio (180 d.c) se ha tomado como el momento en el que el
Estado Romano empieza a presentar los primeros síntomas de decadencia.

En el S.III se provocan la mayor parte de las crisis políticas, crisis sociales, económicas
y espirituales, constituyendo así a la quiebra del Gran Imperio Romano.

Para comenzar, Emilio Mitre, hace unas observaciones de cómo era la sociedad
medieval en la caída del Imperio: Ruralización profunda, quiebra de la unidad política
en amplias parcelas del mediterráneo, decadencia del latín literario, Papel de la Iglesia
como heredera cultural e incluso política del imperio. La península Ibérica, no estuvo al
margen de este conjunto de transformaciones.

 S.III y IV:

En estos siglos se provocaron anarquías militares que sacudió al Imperio a lo largo del
S.III, además trajo dos consecuencias: la inestabilidad del principio de sucesión a la más
alta magistratura y la indefensión de las fronteras.

La política de defensa de las fronteras mantenida en las dos primeras centurias de la Era
Cristiana, quebró desde el momento que los distintos generales del imperio, empezaron
a luchar por el poder de la capital.

Los pueblos barbaros tendrían, así, el camino libre para realizar profundas incursiones
en el interior del territorio imperial. GODOS EN EL DANUBIO Y FRANCOS EN EL
OCCIDENTE fueron los principales protagonistas.

El imperio resistió a duras penas la ruda prueba del S.III. Desde finales de la centuria y
a lo largo del IV, la labor de una serie de emperadores supuso un serio intento de
enderezamiento, las figuras de DIOLCLECIANO, CONSTANTINO, JULIANO o
TEODOSIO son algunos de los emperadores a destacar.

Actuaron, con algunas medidas de tipo fiscal, monetario, intentos de sujeción del
trabajador a su oficio, defensa eficaz de las fronteras, solución del problema religioso
del Imperio y reorganización administrativa.
Hispania a lo largo de estos años fue una diócesis de la prefectura de las Galias, dividida
en varias provincias: Bética, Cartaginense, Lusitania, Galecia, Tarraconense y
Tingitana.

Las medidas del gobierno imperial se mostraron insuficientes, el sentido dirigista de la


economía no trajo consigo mejoras notorias. La inquietud social a lo largo del S.IV fue
constante. Pequeños propietarios y gentes sin recursos hubieron de buscar su protección
en el latifundista.

El triunfo del cristianismo dio, en teoría, una mayor cohesión espiritual a la población,
pervivieron amplios resabios de paganismo que el concilio de Iliberis (314). También
las corrientes heréticas minaron la solidez de la ortodoxia. En el caso español fue, en
particular la herejía de Prisciliano, síntesis de rigorismo y gnosticismo, de origen
galaico, que pervivió en amplias zonas de la Península después de la ejecución del
fundador en el 385.

A principios del S.V empieza a romperse el equilibrio que se produjo en el IV, se


producen los primeros asentamientos formales de los bárbaros dentro del imperio.

En el 409 llegó a la Península Ibérica: Suevos, Vándalos y Alanos.

 Los Alanos se desperdigaron por las provincias de cartaginense y Lusitania y su


rostro se perderá enseguida.
 Los Suevos acabaron acantonándose en Galecia
 Los vándalos en la Bética. Desde aquí pasarían en el 430 al Norte de África.
 Las autoridades romanas de la Península se limitaron a mantenerse en la
Tarraconense.

El asentamiento de los Visigodos:

Su asentamiento se deberá a una ficción jurídica el “Foedus” con el Estado Romano


suscrito en el 418, eso es una entrega de tierras a cambio de su ayuda para someter a
otros grupos de germanos.

Desde el 507 se puede decir que el elemento godo hace de la Península su definitivo
lugar de asentamiento.

Las principales zonas de asentamientos de las masas de godos, corresponderían a las


actuales provincias de Segovia, Burgos, Soria, Guadalajara, Madrid, Toledo, Ávila,
Valladolid, Cáceres, Palencia.

Los acuerdos suscritos con las autoridades romanas por pueblos germánicos,
autorizaban a estos a tomar una parte de tierras de aquellos propietarios que les hubieran
dado alojamiento. Ahora bien, ¿afectó el reparto solo a los latifundios o también alcanzó
a la pequeña propiedad? Algunos autores, hablan que a los provinciales romanos les
correspondería una tercera parte de las tierras, mientras que a los recién llegados se
apropiarían de las otras dos.

Ramón de Abadal, en el libro de Emilio Mitre, cuando se refiere a las relaciones entre
godos e hispano romanos, que coexistieron 3 estructuras de gobierno:

La visigoda, que sustituyó a la antigua autoridad militar romana; sostuvo el


semidesintegrado aparato civil y administrativo de la población indígena, y la
eclesiástica que tenderá a absorber a la anterior.

Además su influencia será mayor cuando se produzca la conversión del elemento godo
al catolicismo.

En teoría, dirá Mitri, que hasta finales del S.VI se mantuvo el principio de separación
radical entre las dos comunidades étnicas, ello se debió tanto a los preceptos legales
romanos como a los germánicos. Debido por ejemplo a que estaban prohibidos
matrimonios mixtos, aunque eso fue quebrantado, en consecuencia Leovigildo terminó
por derogarlas. La conversión de los godos al catolicismo en los años siguientes obró
poderosamente en la integración de ambas comunidades.

En este tiempo se promulga un código único: EL LIBER JUDICIORUM en el que se


venía a reconocer la unidad de la población hispánica, en la que solo un grupo, los
judíos, se mantenía en situación de aislamiento.

ESTRUCTURAS ECONÓMICAS Y SOCIALES DE LA ESPAÑA ROMANO-


GODA:

 Economía de base Agrícola:

El latifundio fue bajo la monarquía visigoda, la unidad básica de explotación agraria.


Una parte era explotada a beneficio directo del propietario, monarca, miembro de la alta
nobleza o alto clero, mientras que otra era cedida a colonos para su cultivo a cambio de
un canon. Aunque el clero se vio exento de impuestos personales desde el III concilio de
Toledo, los patrimonios de las distintas diócesis eran sumamente desiguales.

La existencia de una pequeña propiedad derivó de los repartos de tierras entre romanos
y godos.

Los mecanismos tributarios siguieron siendo los del Bajo Imperio, aunque degradados,
impuestos directos, recaían sobre la población hispano goda, y algunos sobre aduanas y
transito.

El estado visigodo no tuvo demasiada intervención en la regulación de la vida


económica, el aparato fiscal, se deterioró en esa época.
 El cereal ocupaba un lugar clave en la producción agrícola, algunas
disposiciones legislativas nos hablan de cierta protección de regadío, huertas y
determinadas especies arbóreas, como el olivo, manzano, encina, vid, cuya
destrucción se imponían determinadas multas.
 En el ámbito de la ganadería, actúa como complemento, se habla que había
zonas de Lana en el Norte y noroeste de la Península.
 La Bética cría de Equinos (crías de los caballos).
 El ganado de cerdo constituyó la base principal para el abastecimiento de
carne.

Industria:

 Minería se ha jugado con la idea de una prosecución de la tradición romana


como las arenas auríferas, plomo, salinas…

En la industria la decadencia fue notable, limitándose en una producción para las


necesidades inmediatas, en la transformación de los productos agrícolas, la fabricación
del aceite ocupando, así un destacado lugar.

 De la artesanía del metal los visigodos tenían una amplia tradición, la


legislación que culminará en el Liber Judiciorum, contempla la regulación
laboral en este ramo. La orfebrería –Tesoros de Guarrazar o
torredonjimeno, alcanza un elevado nivel

El tráfico comercial interior, se hacía en las calzadas romanas o en los grandes ríos, en
la península, era muy reducido.

En el exterior, se habla de comerciantes asentados en la península, se habla del


“CATAPLUS” especie de lonja, seria punto de almacenamiento de la Sal, Vino,
Aceite para la exportación y determinados productos de lujo como sedas y joyas.

La presencia de los bizantinos en el Sur de la Península entre el 554 y el 628


contribuiría a mantener esta actividad de tráfico.

Las áreas con las que la España visigoda mantiene su comercio eran: Italia, África del
Norte, -Cartago- Oriente, La Galia franca, y en menor grado las Islas Británicas.

El tráfico monetario, fue muy reducido.

La base del sistema fue el “Tremis”, equivalente a la tercera parte del sueldo de oro,
la moneda bizantina, en los primeros años de la monarquía hispano bizantina, se hacia la
acuñación con la efigie del emperador, a finales del S.VI, Leovigildo rompió con esta
tradición y procedió a poner su nombre en las monedas. Junto a las monedas de oro
siguieron circulando numerosas de plata de origen romano, las “Siliquae”

Estructura social de la España Visigoda.


 Nobleza hispanogoda,= ascendencia goda con la aristocracia senatorial romana.
Solo cuando la monarquía toledana consiga el control de la bética y se produzca
la conversión del elemento germánico al catolicismo, puede hablarse de una
avanzada fusión entre los dos elementos étnicos. Ratificando esos privilegios
como subir a la administración, o tener cargos destacados en la milica, todo ello
es posible tras el XIII concilio de Toledo 683, los godos se desintegran en el 711
tras la invasión musulmana.

En este contexto Emilio Mitre se plantea el desarrollo de determinados mecanismos


prefeudales en la España Visigoda.

Los monarcas Hispano Godos se rodearon de clientelas armadas, los llamados:

 GARDINGOS cuyo significado es domésticos, en principio vivían en palacios


recibiendo el sustento del rey, sin embargo se fue desarrollando otro medio de
recompensar sus servicios, la entrega de beneficios en la figura de propiedades
territoriales cuyo disfrute solo debía ser durante la vida del donante o del
receptor.

Con el tiempo, la formación de estas clientelas seria nefasta para la consolidación del
Estado visigodo:

Los grandes propietarios territoriales acabaron usurpando algunas de las funciones


públicas. Los últimos tiempos de la monarquía visigoda constituyen una claudicación de
la realeza frente a una aristocracia dividida en facciones irreconciliables y que hace de
las áreas donde ejerce su autoridad territorios autónomos.

Las formas prefeudales visigodas hicieron prácticamente imposible la aplicación de


formas de derecho público sobre las que los reyes quisieron asentar su autoridad.

 Por debajo de la aristocracia estaban los libres no privilegiados, podemos


hablar de la población rural, pequeños propietarios libres de ascendencia
goda o romana, y grupos de colonos y encomendados, las grandes dificultades
que atravesaba la España Visigoda, hará que estos se aproximaran a algún señor
poderoso, por esta forma, no solo el monarca hacia sus clientelas, sino que los
nobles también a niveles inferiores. Se llamaban los BUCELARIOS y
SAYONES, recibían tierras a cambio de compromiso de fidelidad y obediencia,
la condición de hombres libres no se perdía, por eso la ruptura del lazo se podía
llevar a cabo en cualquier momento previa devolución del beneficio obtenido
anteriormente. En la práctica, estas relaciones de patrocinio duraban toda la vida
y eran transmitidas a los herederos.
 A diferencia del patrocinado o encomendado, el colono tiene su libertad más
coartada, es un semilibre, por cuanto su sujeción no es solo a la tierra, sino
también a la persona del dueño de esta a quien es devuelto en caso de fuga. Si
bien transmite su condición por herencia, dispone de peculio propio, es decir
dinero a diferencia de los miembros de estratos inferiores.
 Las personas de condición servil en la España visigoda, no constituyeron un
grupo social homogéneo, tiene distintas categorías; trabajadores agrícolas,
siervos de la iglesia.
 El siervo era considerado como una cosa, bajo Recesvinto se prohibió matar o
mutilar a los siervos sin haberse oído públicamente la pena, a demás el LIBER
JUDICIORUM castigó con trescientos azotes la prostitución de esclavas.

Romanos y visigodos constituían la base más importante de la población peninsular,


algunos grupos quedaron al margen y tuvieron su particular status, los vascones no
llegaron a ser sometidos de forma efectiva en ningún momento.

Bajo Sisebuto 612 se promulgaron severas medidas para separar a judíos y católicos y
para que aquellos no pudieran acceder a los cargos públicos. Por último en el XVII
Concilio de Toledo 694 el rey Egica acusa a los judíos de conspirar contra la seguridad
del Estado y dispone la confiscación de sus bienes y su reducción a la servidumbre,
algunos años más tarde, el elemento hebreo tendría que encontrarse entre los
colaboradores de los invasores musulmanes.

 Cultura y vida espiritual en la España visigoda: contracción y


clericalización.

Cuando los visigodos se asentaron definitivamente en Hispania, pretendieron seguir


bajo la misma pauta, el arrianismo (paganismo) era considerado como la “fides gótica”
en la misma medida en que el catolicismo se veía como la “fides romana”. Ahora bien
el aislamiento de ambas comunidades acabó siendo imposible, los contactos
(matrimonios mixtos incluidos) propiciaron un acercamiento religioso en el que los
católicos –mayoritarios y con un clero mucho más capacitado- hubieron de cobrar
ventaja. Destacados personajes de linaje germánico como Másona de Mérida o Juan
Biclarense acabaron yendo a la ortodoxia católica, Leovigildo, propició un dialogo entre
teólogos de ambas confesiones con la finalidad de hacer triunfar las tesis de la “fides
gotica” Hermenegildo, su hijo, se sublevó contra su padre y se pasó al bando católico.

Los vascones permanecieron paganos hasta después de la caída de la monarquía


visigoda, el mundo rural, también siguió siendo pagano.

La iglesia tuvo muchos problemas de escándalos sexuales, ignorancia, opresiones,


corrupciones, vicios, por eso la situación del bajo clero fue penosa, en palabras de Mitri.
En el XVI Concilio de Toledo, Egica hubo de tomar severas medidas para evitar la ruina
de muchas iglesias parroquiales.

En el ámbito de la cristiandad, el monacato, tuvo un amplio florecimiento en la


Península, siendo la abnegación, la pobreza, humildad, trabajo y oración.

La reglamentación de la vida eclesiástica y la discusión de los artículos de fe, se ejercían


a través de los concilios. Solo por orden expresa del rey podía reunirse un concilio; en el
693 se tomó la determinación de que una vez concluido el concilio, cada obispo
reuniese al clero de su diócesis para comunicar las decisiones tomadas en tal concilio.
A partir del III concilio Toledano, estos se transformaron en una institución ya que unía
al estado y a la iglesia aunque no tuvieran capacidad legislativa propiamente dicha.

En referencia a la cultura, las grandes figuras de la iglesia, aceptaron la cultura profana,


en tanto se pusiera al servicio de la ciencia sagrada, pero en ningún caso admitieron una
dualidad de ciencias.

El S.VII peninsular, puede ser considerado como la era ISIDORINA, los centros
culturales experimentan un desplazamiento hacia el interior del país, la superación de
algunas viejas dificultades como las tensiones religiosas, contribuyó a favorecer un
cierto renacimiento cultural. Obispo de Sevilla desde el 599 y consejero de Sisebuto, el
más culto de los reyes godos. Desde el 621, Isidoro dejará, al morir a los 80 años, una
obra poco original, pero la más brillante del momento.

Las ETIMOLOGIAS serán en sus veinte libros, producto de un saber


enciclopédico y un entendimiento profundo de las materias tratadas, desde la
gramática y retorica a la vida de las ciudades, navegación y útiles de labranza.

Los visigodos destacaron en las artes industriales, Jarrones Bautismales, Fibulas,


Armas, Coronas, Votivas, Joyas con piedras engastadas…

LA MONARQUIA VISIGODA, LA BUSQUEDA DE LA UNIDAD


PENINSULAR:

Tolosa fue la primera capital del Estado visigodo en occidente, desde allí, los reyes
visigodos, llevaron a cabo: la expulsión de los vándalos de la península,
arrinconamiento de los suevos en su extremo noroccidental, colaboración con las
autoridades romanas en la detención del peligro huno…

En el 476, el último emperador romano era destronado y empezaba la era visigoda, el


problema viene en el 496 debido al fortalecimiento del Estado Franco de Clodoveo,
fueron expulsados los visigodos en la zona norte del Pirineo. En el 507 Toledo sustituirá
a Tolosa como capital.

Otro de los problemas es que algunas fuerzas políticas mostraron su resistencia a la


labor unitaria.

 Los suevos: las noticias relativas a ellos, dirá Mitre, que son escasas, algunos
reyes fueron importantes, llegaron a extender sus operaciones militares hasta la
cartaginense, aunque fueron derrotados por los visigodos en el 456. El Estado
Suevo finalizó en el 583, debido a que Leovigildo, lo redujo a la categoría de
provincia del Estado godo.
 Los Francos, Beneficiarios de la desaparición de reino de Tolosa, llevarían en
ocasiones a cabo, incursiones a este lado del Pirineo.
 Los Bizantinos, asentados en la Península en el 554, retendrán posiciones entre
la desembocadura del Júcar y la del Guadalquivir, la expulsión definitiva, no se
producirá hasta el año 621.
 Los vascones fueron intentos de entrar en el territorio por parte de los visigodos
y romanos, pero no lo consiguieron.

Los visigodos, dentro de la organización del sistema, pretendían una monarquía


popular, asamblea de hombres libres y romanos, para lograr una estructura político
administrativa. En principio, el monarca visigodo, goza de amplios poderes como jefe
militar, legislador, juez supremo, jefe del aparato administrativo, etc; en la práctica la
monarquía no pudo ser absoluta por varias razones:

 En primer lugar por falta de un sistema sucesorio estable, debido a que la


historia política de la España visigoda es prácticamente una constante pugna
entre los sistemas electivo y hereditario. El predominio de un procedimiento u
otro dependerá de las distintas situaciones históricas. Bajo Leovigildo pareció
triunfar el sistema hereditario, sin embargo solo pudo ser mantenido bajo sus dos
descendientes. En el IV concilio de Toledo en el 633 se estipularon las
condiciones bajo las que un monarca debía ser elegido, dejaban a la nobleza un
amplio margen de maniobra. Pero también dejaban la puerta abierta a la
formación de facciones rivales.

Con Wamba 672-80, se hicieron los últimos intentos de imponer la autoridad


monárquica sobre unas fuerzas, nobleza, y ciertos sectores del clero, que amenazaban
con la disolución del Estado. El destronamiento de este monarca, precipitó la crisis de
una construcción política que treinta años después desaparecía con la irrupción Islámica.

Por otra parte, la influencia de la iglesia, a partir del III Concilio de Toledo, será
decisiva en la configuración de la teoría política visigoda, San Isidoro, será uno de sus
más acabados valedores. Sobre la base de que todo gobernante tiene su poder de Dios,
el obispo de Sevilla, reconoce que incluso los malos gobernantes han de ser obedecidos
puesto que cuando los reyes son buenos, es don de Dios; cuando son malos, la culpa es
del pueblo. Según, Job “Dios hace que reine el hipócrita a causa de los pecados del
pueblo” Ahora bien, continua Mitre, San Isidoro, establece la necesaria diferenciación
entre el rey y el tirano. Cuando un Monarca obra inadecuadamente, pierde su condición
de rey. Es el conocido proverbio “Rex eris, si recte facis, si non facis non eris”.

La iglesia se reserva de esta forma, una especie de rectoría moral sobre el Estado, en los
concilios se establecían la unión de ambos, que aunque como hemos dicho, no era con
base legal, hacían una serie de fijación de normas para la elección de monarcas, los
anatemas contra los usurpadores, la protección moral de la realeza.

Dentro de los mecanismos administrativos de la España visigoda, el cuerpo político,


más importante estaba representado por el Aula Regia, quizá heredada por un Senado
Visigodo, dirá Sánchez Albornoz, debió desparecer en el S.VI.
Como organismo de gobierno, fue utilizado por el rey, para asesorarse en asuntos
políticos y en la elaboración de las leyes. El núcleo fundamental estaba constituido por:
los miembros del Palatium, la corte del monarca y sede de una administración central
que se confundía con los siervos domésticos del rey. Bajo los comités, dirigían el
patrimonio real, el tesoro, la cancillería, la mesa del rey, la guardia del monarca…

La administración territorial visigoda, respetó la creada por el Bajo Imperio,


Provincias de tarraconense, Bética, Cartaginense, Galecia, y la Septimania o
Narbonense. Al frente de cada una de ellas un Dux, o duque, estos gobernantes a veces
tomaban los territorios como trampolín para derrocar monarcas. Con el paso del tiempo,
el papel administrativo de la provincia perdió importancia frente a otras circunstancias
nuevas. Los “Territoria” regidos por un juez o un conde, e incluso los simples
latifundios sobre los que los propietarios ejercían una serie de funciones sustraídas del
Estado.

El municipio estaba arruinado en el S.VI, las funciones de las ciudades se vieron


reducidas a lo espiritual, los impuestos indirectos desaparecieron o perdieron su carácter
público, el ejército no tuvo un cuerpo permanente.

El aparato legislativo de los Estados germánicos se ha considerado en base a una


dualidad de leyes, los romanos se regirían de acuerdo con sus disposiciones legales y los
recién llegados se gobernarían por las suyas. Por consiguiente en la España visigoda, el
elemento visigodo se rigió por el CÓDIGO DE EURICO y los romanos por el
BREVIARIO DE ALARICO. También habría una dualidad de jurisdicciones.

En los años 649-672 se consolidó un único Código legislativo el LIBER


JUDICIORUM, promulgado por RECESVINTO, reuniendo así unas leyes promulgadas
hasta Leovigildo. Aun así no fue suficiente para superar la debilidad del Estado
visigodo.

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