El documento describe la experiencia de caminar por un bosque y encontrarse con un "dios desterrado". Al caminar, el narrador descubre heridas en sus pies que reflejan las cicatrices de su alma. Al mirar sus manos, ve escamas y cicatrices que representan sus acciones pasadas. El dios desterrado parece vivir el infierno del narrador y sentir sus manchas. Finalmente, el narrador comprende que él es su propia sombra y pasado, y que debe aceptar sus sombras para reencontrarse con el
El documento describe la experiencia de caminar por un bosque y encontrarse con un "dios desterrado". Al caminar, el narrador descubre heridas en sus pies que reflejan las cicatrices de su alma. Al mirar sus manos, ve escamas y cicatrices que representan sus acciones pasadas. El dios desterrado parece vivir el infierno del narrador y sentir sus manchas. Finalmente, el narrador comprende que él es su propia sombra y pasado, y que debe aceptar sus sombras para reencontrarse con el
Direitos autorais:
Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Formatos disponíveis
Baixe no formato DOC, PDF, TXT ou leia online no Scribd
El documento describe la experiencia de caminar por un bosque y encontrarse con un "dios desterrado". Al caminar, el narrador descubre heridas en sus pies que reflejan las cicatrices de su alma. Al mirar sus manos, ve escamas y cicatrices que representan sus acciones pasadas. El dios desterrado parece vivir el infierno del narrador y sentir sus manchas. Finalmente, el narrador comprende que él es su propia sombra y pasado, y que debe aceptar sus sombras para reencontrarse con el
Direitos autorais:
Attribution Non-Commercial (BY-NC)
Formatos disponíveis
Baixe no formato DOC, PDF, TXT ou leia online no Scribd
Caminando por los bosques de mis ayeres, enfangue mis pies de
horrores escondidos, y en la tenue corona del roble dormido, descanse aturrullado por el llanto imposible de un dios descendido… y en su dramática perdida del todo abarcado, mostraba sus manos inertes, podridas por la limitación del tiempo presente, construido de pasado, lleno del futuro incierto… asomadas las criaturas envidiosas que por tierra arrastran miserias y miradas limitadas hasta la extenuación, un estertor de cruel hiena insensible, nos asalto en las oscuras tienieblas del yo palpitante lleno de pus lacerante, pus de pequeñez negada, pus de prepotencia corrupta y vomitada en las entrañas de nuestra insignificancia….. caminaba y como si insultos de mi ayer cristalizaran en el previsiblemente inocente rocío, fueron abriéndoseme heridas en los pies enfangados, heridas que se reflejaban en los espejos del alma, y con cada insulto, de la profundidad de mis entrañas, nacieron barrotes negruzcos, óxidos horrendos que atrapaban al extinto alito de un alma desgajada….. y vi partir de los ojos de mi alma, sangre pavorosa que de mi corazón manaba… sangre del samskara, sangre de las victimas que fui abandonando sumido en la ceguera y siendo muerto dormido en mis vidas pasadas… y mis manos que alce inocentes, creyéndolas puras, sanas como estaban, fueron transformando su piel en escamas, desgajándose en jirones, mostrando abruptas cicatrices como fechas de pasión, de cruzada, de voluptuosas hogueras quemando carne humana…. El dios desterrado con su mirada helada, me miraba…me miraba.. parecía vivir él mi infierno…sentir en sus manos mis manos… observar en su pecho mi celda, en su alma la sangre brotando de cada víctima de mis acciones pasadas… Me pudo una suerte de miedo, me pudo la negación de lo que fui, mas tan solo pude liberarme cuando al fin comprendí que aquella era mi sombra abrupta, que por fin, toda entera se me presentaba… entonces fue que el dios de su rostro apagado hizo brotar su verdadera cara… vi en el mis ojos, fue espejo de mi alma… y entonces fue que comprendí que yo era mi sombra, que el dios desterrado eran mi ahora, mi ayer, mis vidas pasadas, mi futuro, mi razón de ser, la invitación eterna a seguir caminado a pesar de los insultos propios, de las heridas en los pies, de las manos sucias, impuras, en sangre bañadas…. Aceptando la animalidad de fruto brutal que fui, aceptando mi presente humanidad ... entonces comprendí… entonces comprendí… que soy mi pasado, que soy mi presente.. que soy mi futuro… que soy el dios desterrado que en los bosques de mi universo interior no supe descubrir… ahora debo pacientemente trabajar, para disolver mis sombras, para aceptar la inutilidad de mi yo – encerrado en la pasión desbordada, para encontrarme con el dios que yo un día fui, el uno con el todo, el todo en el uno…. La vida, si me abandono, me llevara al lugar del que un día partí. Kubera 2003