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Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF)


Parque Melitón Porras 350 Miraflores, Lima, Perú
E-mail: lima@unicef.org.pe
Página web: www.unicef.org/peru

Fotos: Unicef Perú, 2005/Sengo Pérez

Los textos de este documento pueden ser copiados total


o parcialmente siempre y cuando se cite la fuente. Favor
enviarnos copia de cualquier documento o artículo que cite
esta publicación.
Las fotografías son de uso exclusivo de UNICEF.

Hecho el depósito legal en la Biblioteca Nacional del Perú


N° 2006-3504.

Impreso en mayo de 2006 en Lima, Perú.

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MINORÍA
Grupo de ciudadanos de reducido número y en
posición no dominante dentro de un Estado, dotado de
características étnicas, religiosas o lingüísticas diferentes
de las de la mayoría de la población, solidarias unas de
otras, y animadas de manera implícita por una voluntad
colectiva de sobrevivencia y de igualdad de hecho y de
derecho con la mayoría.
Sub-Comisión de Naciones Unidas sobre la prevención de la discriminación
y la protección de las minorías. (ONU, 1985).
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AGRADECIMIENTOS
A Guillermo Sundi, enfermero del pueblo Kandozi, por traducir e interpretar
el latido de su propia sangre.

Al pueblo Kandozi y Shapra por transmitir y compartir con nosotros su vida,


su pensamiento y su dolor. Nos ha enseñado mucho.

A la Dirección Nacional de Educación Bilingüe Intercultural (DINEBI) del


Ministerio de Educación, a la Agencia de Cooperación Española (AECI) y
al Programa de Formación de Maestros Bilingües de la Amazonía Peruana
(Formabiap), en la persona de Andrés Chirinos, por habernos cedido los
derechos de imagen para publicar por vez primera los dibujos en tinta china*
que se incluyen en el volumen.

Nuestra profunda gratitud a todos ellos en nombre de la niñez indígena.

* del artista Shawi Samuel Chanchari

El origen del lago Rimachi. Tinta china sobre cartulina. 7


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ÍNDICE

AGRADECIMIENTOS 7

PRESENTACIÓN 13

INTRODUCCIÓN 17

01. SALUD INDÍGENA EN EL ALTO AMAZONAS 21

02. KANDOZI Y SHAPRA: UNA HISTORIA BREVE 27

03. PRESENCIA DE LA HEPATITIS B: NOCIONES,


PERCEPCIONES Y REACCIONES COMUNITARIAS 37

04. TRATAMIENTO Y PREVENCIÓN: EL ENCUENTRO


DE DOS MODELOS TERAPÉUTICOS 47

MANIFIESTO DE AIDESEP 67

ALGUNOS TÉRMINOS DE LA MEDICINA TRADICIONAL


KANDOZI Y SHAPRA 68

REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS 69

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” Existe, según los Candoshi, otra tierra denominada “Kani-
ba”, que está ubicada en el cielo, en un lugar indetermina-
do pero hoy difícilmente accesible. Los relatos míticos ase-
guran que antiguamente se podía volar sobre la espalda
de un ave poderosa. Según estas historias el ave puede
reclamar la vida de una madre a cambio del viaje porque
las posibilidades de llegar allá son muy inciertas. Se dice
que aves como el cóndor, por ejemplo, no han conseguido
alcanzar el lugar. Aún si uno logra llegar hasta el pasaje
entre los dos mundos, es preciso todavía atravesar una
abertura semejante a enormes tijeras que se abren inter-
mitentemente y que resultan fatídicas para los que se vean
atrapados. El colibrí, que puede permanecer suspendido
en el aire y lanzarse rápidamente es uno de los más dota-
dos para atravesar este obstáculo. En cuanto al pasajero,
para cruzar esta puerta no debe en ningún caso mirarla.
En caso contrario, corre el riesgo de quedar atrapado y de


convertirse en ave.
Alexandre Surallés
“Horizontes de Intimidad, Persona, Percepción y Espacio entre los Candoshi”

Dibujo de Samuel Chanchari artista del pueblo Shawi, realizado con base en los
relatos orales del pueblo Kandozi narrados por Fidel Zipina.
Tinta china sobre cartulina. 11
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PRESENTACIÓN
Los Kandozi y Shapra le han dado La situación que me describía era
mucho sentido a mi permanencia realmente alarmante, y el contexto
en el Perú. Por años, su superviven- para iniciar acciones totalmente
cia ha estado amenazada por una desfavorable. Nos encontrábamos
epidemia de hepatitis B que silen- ante una catástrofe que parecía
ciosamente fue acabando con importar poco al resto de peruanos:
familias enteras. Hoy en día, el tan sólo 3000 personas viviendo
Ministerio de Salud con la ayuda en una zona muy lejana del Alto
de UNICEF ha permitido que estos Amazonas estaban en peligro de
pueblos recobren la esperanza de desaparecer de la faz de la tierra.
vivir.
Los relatos de Mario y su empatía
Escuché por primera vez de estos con la situación de estos niños y ni-
grupos étnicos y de su tragedia en ñas totalmente excluidos, me mo-
una de las miles de conversaciones tivaron para impulsar de inmediato
que suelo tener con el Dr. Mario una acción de emergencia que com-
Tavera, Oficial de Salud de UNICEF. prendiera desde la instalación de la

13
cadena de frío hasta la vacunación ños tienen derechos. Esta acción
de todos los niños y niñas durante habría sido relativamente sencilla
las primeras 24 horas de nacidos. y económica si la hubiéramos enfo-
El Director Regional de UNICEF cado en una zona densamente po-
para América Latina, Nils Kastberg, blada como Lima. Se trata de una
quien fue informado de las caracte- zona urbana en la que es posible
rísticas de la emergencia, entendió llegar, sin mayores dificultades, a
rápidamente la gravedad del tema todos los niños y niñas, incluso a los
e inició una serie de gestiones que más pobres. Aplicar una vacuna en
nos permitieron concretar recursos esta ciudad quizás no costaría más
financieros en tiempo récord para de un dólar, teniendo en cuenta que
iniciar el trabajo: la generosidad de existen sistemas de refrigeración
ciudadanos holandeses, españoles adecuados, vías de acceso para
y británicos ha permitido que el llegar a la población infantil y per-
Ministerio de Salud con el apoyo sonal capacitado en los puestos de
de UNICEF hagan la diferencia para salud.
estos peruanos.
Hacer lo mismo en los pueblos
La experiencia de los Kandozi y Kandozi y Shapra, sin embargo, es
Shapra es un vivo ejemplo de lo que otra historia. Llegar a ellos desde
UNICEF, con su enfoque de dere- Lima toma hasta dos días por aire,
chos, puede aportar a países en los tierra y ríos; no existe un sistema de
que miles de niños y niñas viven refrigeración de vacunas y tampoco
en situación de pobreza extrema y hay personal de salud que llegue a
exclusión. En efecto, la vacunación estos niños con la facilidad con que
de emergencia que hemos empren- se llega en las zonas urbanas. La
dido es un ejemplo claro de lo que vacuna que se aplica en Lima por el
significa poner en práctica dicho en- valor de un dólar puede costar hasta
foque en el marco de una interven- US$35 aplicada a un niño o una niña
ción o en el contexto de una política indígena!
pública. Y es su derecho indiscutible.

¿A qué me refiero? Estoy hablan- El enfoque de derechos es costo-


do del reto de hacer realidad un so, dispendioso, complejo, arduo.
concepto simple que con frecuen- Quizás por eso no suele ser atrac-
cia escucho decir: todos los ni- tivo para los políticos que toman de-

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cisiones presupuestales con base
en el simple análisis costo/benefi-
cio (es decir, cuánto cuesta y para
cuántos niños alcanza). Pagar los
US$35 para un niño en el Alto Ama-
zonas cuando hay alternativas más
económicas en el Perú, parecería al-
tamente ineficiente desde el punto
de vista presupuestal. Pero la reali-
dad es que aquí es cuando el pre-
supuesto y la acción del Estado es
verdaderamente eficiente: cuando
se llega a los que nunca se llega,
cuando se da vida a un derecho sin
consideraciones económicas, cuan-
do se interviene por un convenci-
miento ético y no financiero.

Los Kandozi y los Shapra nos han


permitido aprender mucho y les
agradezco que nos hayan abierto
sus puertas para este trabajo. Sin
ellos, sin el compromiso de sus
“Apus” nada sería posible. Hoy en
día hay confianza entre el Estado
y estos grupos étnicos porque se
les ha cumplido. Espero que esta
publicación contribuya a perpetuar
el sueño de la vida entre estos pe-
ruanos maravillosos.

Andrés Franco
Representante de UNICEF Perú
Lima, mayo 2006

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INTRODUCCIÓN
El presente informe se focaliza en de salud autorizado para aplicar un
el universo socio-cultural de las “tratamiento” sobre la base de una
comunidades indígenas Kandozi y verdad validada y reconocida desde
Shapra del Alto Amazonas, en el fuera.
contexto de las acciones comu-
nicativas orientadas a la preven- En efecto. La hipótesis de trabajo
ción y atención de la hepatitis B. que comúnmente se maneja, refiere
que las barreras suscitadas frente
Partiendo de las especificidades a la vacunación y prevención de la
culturales de estos dos pueblos, hepatitis B en los pueblos Kandozi
el estudio enfatiza en la necesidad y Shapra podrían atribuirse a una
de analizar y proponer soluciones relación histórica muy conflictiva
relacionales a los “cuellos de con la sociedad mayor, debido al
botella” producidos en el marco control sobre los recursos natura-
de la interacción histórica entre los les y la explotación y utilización de
diversos actores involucrados en la mano de obra indígena. La antro-
el proceso que aquí se describe: pología de la salud, es sin embargo,
el campo del enfermo y del mal, un campo de interpretación mucho
marcado por el sufrimiento, la más complejo que incorpora la di-
angustia y la esperanza con su mensión subjetiva del enfermo, la
carga simbólica y de preocupación concepción de la persona, la noción
aparentemente alejada de la mirada de cuerpo, de tratamiento y cura-
occidental; y el campo del técnico ción.

17
Todos los grupos humanos manejan sido en gran medida inspiración y
una representación del universo, del provocación para este texto que no
mundo y de su propio entorno que tiene otro propósito que construir
les provee el marco de referencia puentes, significados y sentidos
para su accionar y vivir, reconocer vinculantes entre las restricciones
los límites y restricciones de tales e indicaciones de carácter ritual y
acciones y ubicarse con relación a curativo de la sociedad Kandozi y
los otros. La cotidianidad se confi- Shapra (dieta, nutrición, prácticas
gura, en principio, sobre este mo- de orden espiritual) y los conceptos
delo. Cuanto más fuerte es la adhe- de salud y enfermedad manejados
sión a estos modelos, menor es el desde la perspectiva del Ministerio
grado de libertad pero mayor es la de Salud pensando en que una ade-
certeza con que los individuos se cuada formación intercultural del
manejan a la hora de decidir lo que personal de salud asignado, permiti-
tienen que hacer, pero sobre todo, ría un acercamiento más adecuado
lo que no deben hacer1. Dichas a la realidad de los pueblos indíge-
cosmologías aportan los medios de nas, tanto a nivel de prácticas como
interpretación que permiten inte- de percepción, valoración y manejo
grar los hechos al orden estableci- de los asuntos que les competen
do, al sentir común. La antropología, de manera directa.
deviene así una herramienta de
interpretación, un cuestionamiento En el primer capítulo se presenta un
hipotético acerca de determina- panorama general de la situación de
das manifestaciones y percep- la salud entre los pueblos indígenas
ciones culturales; no se pretende de la Amazonía; el segundo capítulo
pues explicar nada aquí, menos contiene una historia breve de los
aún ofrecer conclusiones o solucio- Kandozi y Shapra hasta la actuali-
nes rotundas al complejo problema dad; el tercer capítulo está dedicado
de la interculturalidad. al surgimiento y presencia de la en-
fermedad en el contexto de la vida
Los límites entre el sujeto y “su” comunitaria de los dos grupos étni-
naturaleza tienen un carácter indiso- cos, sus nociones, percepciones,
luble y son además una constante de y reacciones. Para cerrar el texto,
todas las sociedades. Siguiendo las el cuarto capítulo ofrece una breve
huellas de Durkheim, Mary Douglas gnoseología de la enfermedad (tra-
se centró en este difuso campo; tamiento, síntomas, consecuencias),
sus trabajos de investigación han una breve reseña de las acciones

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de control realizadas por la Micro la relación de ambos pueblos con
red de salud Marañón San Lorenzo los actores que, desde fuera, han
en un esfuerzo por controlar la epi- venido a establecer contacto con
demia y una reflexión donde el acer- ellos. Una vez más, y como bien lo
camiento científico a la enfermedad señalan a lo largo de su texto, ellos
se comparte con el conocimiento y están dispuestos a ser vacunados
la visión que las comunidades loca- e informados siempre y cuando
les manejan al respecto. sus sugerencias y expectativas se
incluyan en la propuesta. En este
Los Kandozi y Shapra por su sentido, son ellos quienes brindan
parte, aún debilitados, siguen en sus aportes. Queda para nosotros
pie. Lamentan lo sucedido pero el reto de transmitirlo de la manera
reivindican su esperanza mostrando más constructiva posible, interpre-
la mejor disposición para asumir tando creativa y solidariamente sus
su responsabilidad en la búsqueda palabras para que puedan ser lleva-
de una salida “negociada”. Esta das a la práctica.
herencia, en la percepción de los
entrevistados, continúa marcando,
1
incluso, las relaciones más positi- AUGÉ, Marc. ¿Por qué vivimos? Por una
antropología de los fines. Editorial Gedisa.
vas entre mestizos y comunidades Barcelona, 2004.
nativas pues la desconfianza y las
dificultades heredadas del pasado
siguen latentes, y se reflejan –a
veces de manera inconsciente–, en
las percepciones que manejan tanto
los pobladores como los técnicos de
salud y el personal de los servicios
del Estado.

Desde la mirada indígena, el mayor


obstáculo para el desarrollo de las
acciones enfocadas en la preven-
ción y mejoramiento de condicio-
nes de vida tanto de los portadores
crónicos, como de la población en
general, proviene de la interacción
que históricamente ha marcado

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01
SALUD
INDÍGENA
EN EL ALTO
AMAZONAS
La situación de los pueblos indígenas amazónicos está
marcada por brotes críticos de enfermedades infecciosas
emergentes y re-emergentes y por altas tasas de mortalidad
materna y morbimortalidad global.

Los avances logrados en el Perú en el último cuarto de siglo


respecto de los indicadores sanitarios, se deben en gran
medida a la urbanización, a la expansión y modernización
de los servicios de salud, así como a las intervenciones
selectivas que se expresan verticalmente. La distribución
de estos indicadores en los ámbitos provinciales, muestra,
sin embargo, grandes inequidades.

21
CUADRO Nº 1
Pueblos Indígenas en la Provincia de Datem del Marañón

Información parcialmente basada en la documentación del Programa de Salud Indígena de AIDESEP


preparado por Juan Reátegui, Fuente: Proyecto PSI 2003.

La región Loreto alberga en su El índice de desarrollo humano es


territorio (368,852 km2) al 75% de uno de los más bajos de la región
la amazonía peruana. La provincia (con bajos indicadores de alfabe-
de Datem del Marañón (Datem, vo- tismo y el más bajo indicador de
cablo local que significa ayahuasca logro educativo).
en idioma awajun), por su parte,
acoge siete pueblos indígenas: Persisten en esta provincia altas
Awajun, Kandozi, Shawi (Chaya- incidencias de enfermedades
huita), Quechua, Wampis o Shuar, respiratorias y diarréicas en la ni-
Shapra y Achuar, que en su conjunto ñez, embarazo en adolescentes
representan unas 37.000 personas. (34%), además de enfermedades

22
transmisibles como la malaria de La pirámide poblacional de los pue-
tipo Vivax y Falciparum, tubercu- blos indígenas presenta una ancha
losis y enfermedades emergen- base debido a los altos niveles de
tes como el dengue, HIV/SIDA y, fecundidad. El 40% de su población
de forma ascendente, la hepatitis tiene menos de 14 años, ligeramente
B. superior al promedio nacional (37%).

Ubicación de los distritos intervenidos

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La edad promedio se encuentra sencia limitada de los servicios y un
por debajo de los 15 años y la espe- deficiente sistema de información,
ranza de vida fluctúa entre los 40 y producto de la enorme distancia y
50 años. de los costosos desplazamientos
para la accesibilidad. La escasez de
La esperanza de vida es menor para personal calificado para enfrentar
la población femenina y el índice de los problemas con una perspectiva
masculinidad, 109 varones por cada intercultural hace que la atención
100 mujeres, están relacionados con brindada a los usuarios (98% de los
una exposición temprana al riesgo cuales pertenecen a los pueblos in-
de embarazo con las consiguientes dígenas amazónicos) sea fracciona-
complicaciones para la salud mater- da y parcialmente exitosa a la hora
no infantil. (INEI/UNICEF 1997). La de responder a las exigencias de la
mortalidad femenina, superior a la demanda.
de los varones –especialmente en
la etapa infantil y durante el período El presente trabajo le otorga mayor
de procreación–, respondería a la tiempo de estudio a los Kandozi
alta mortalidad materna (hemorra- que a los Shapra, por ser los prime-
gias, abortos e infecciones), debido ros una población tres veces más
a las características de su conducta grande, por manifestar una mayor
reproductiva (multiparidad, corto prevalencia de la hepatitis B y, final-
espacio ínter-genésico y gestacio- mente por haber expresado, según
nes en edades extremas). diversas fuentes, incluyéndolos a
ellos mismos, los conflictos mayo-
Los problemas seculares de desnu- res durante el proceso de vacuna-
trición y el escaso acceso a los ser- ción y prevención de la hepatitis B.
vicios de salud, siguen sin resolver.
Los servicios de salud, en general,
presentan severas limitaciones en
su infraestructura, en su capaci-
dad resolutiva y en su organización
(basada en programas verticales);
pese a los esfuerzos desplegados
el manejo intercultural sigue siendo
un desafío pendiente, sobre todo
en las zonas donde hay una pre-

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25
26
02
LOS KANDOZI
Y LOS SHAPRA:
UNA HISTORIA
BREVE
Los Shapra y Kandozi hablan un idioma común, con ligeras
variaciones de dialecto. Su idioma no guarda afinidad
alguna con ninguna otra conocida, lo que es tomado como
señal de la gran antigüedad de su cultura.

27
Es probable que los primeros Shapra der que amasaron y que condujo a
y Kandozi fueran conocidos por los la creciente desconfianza en ellos
españoles hacia el siglo XVII, en tor- y a su eventual expulsión, estuvo
no a la fundación de Borja, próxima anclada en el sistema de encomien-
al pongo de Manseriche. Diego das y haciendas. A la muerte de
Vaca de la Vega refiere la existencia los conversos se sucedían nuevos
en esta zona como de indígenas conversos y nuevas muertes causa-
‘Maynas’, una denominación que das por las epidemias y la violencia.
no permite establecer un vínculo (Golob 1982).
claro con los Shapra y Kandozi, pero
que no evita su agrupación dentro Los Awajun, Wampis, Shuar, Kichwa
de este grupo “mayna”, a falta de y otros pueblos indígenas que inte-
mayor discernimiento en aquel graron estas misiones no lograron,
momento (Corpi 2002). como suele contarse, una estabili-
dad a su interior, que pudiere con-
En este marco inicial, Vaca de la siderarse hoy motivo de orgullo his-
Vega estableció numerosas enco- tórico para la nación (Brack, coord.
miendas, a partir de las cuales se 1999). Por el contrario, fueron vícti-
maltrató a los pobladores de la zona mas y ejecutores a la vez, de agre-
en aras de forzar su colaboración siones y represalias incontables que
y, más específicamente, su mano subsisten parcialmente grabadas
de obra. Ello no se logró fácilmen- en obscuros relatos y documentos,
te y, por el contrario, se sucedieron hoy dispersos en archivos por rin-
numerosas revueltas que no sólo cones diversos de la tierra y, sobre
destruyeron Borja sino que provo- todo, en el inconsciente compartido
caron la entrada y la represalia mili- de aquellos que lograron sobrevivir
tar y, finalmente, el establecimiento y transmitir lo ocurrido.
de los Jesuitas, a partir de donde
se extendió la provincia de Maynas, Las misiones se repoblaban conti-
notorio ámbito de su trabajo. nuamente mediante correrías, con-
tinuando éstas en vigencia plena
Los jesuitas se quedaron en la pro- hasta el momento de su expulsión,
vincia de Maynas hasta casi acaba- pese a las incontables muertes
do el siglo XVIII, cuando fueron ex- que suscitaron (Golob 182; Werlich
pulsados. Sus misiones y su labor 1968). De las 26 lenguas y 127 dia-
son recordadas por la historia oficial lectos distintos que prevalecían en
de manera memorable. El gran po- la región aún en el siglo XVIII, hoy

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no queda rastro de la mayoría (Corpi para los primeros exploradores. A lo
2002). largo de los ríos, algunas haciendas
productoras de panllevar se mantu-
La salida de los misioneros en el vieron en existencia marginal, em-
año 1768 entregó el control de los pleando la mano de obra de algunos
indígenas cristianizados a los colo- remanentes de los grandes pueblos
nos que desarrollaron un modelo indígenas que antes dominaron di-
de expansión centrado en el éxito chos espacios.
personal. Los indígenas entre tan-
to, se quedaron divagando entre el Los Kandozi y Shapra, habían per-
resquebrajamiento de sus propios manecido hasta entonces en una
valores y aquellos que les fueron condición de relativo aislamiento.
impuestos por las reducciones pero Las primeras noticias directas que
que nunca terminaron de internali- se tiene de ellos datan de 1744, a
zar. través del pueblo Andoa. Se piensa
que este último podría haber esta-
La llegada del siglo XIX trajo a su do entonces en medio de un pro-
vez un repliegue relativo. Nunca ceso de traslado hacia el sur desde
más nada volvería a ser igual. Los la frontera con el Ecuador, a raíz de
grandes poderíos indígenas habían presiones ejercidas por el pueblo
sido destruidos al igual que las con- Shuar. Entre 1748 y 1754 rechazan
centraciones de poblados inmensos las primeras expediciones que rea-
cuyos sobrevivientes se replegaron lizan los jesuitas quienes, en 1762,
hacia el “interior”, alejados de los tras capturar a un Murato (Kandozi)
ríos principales donde podían ser y enviar obsequios para su pueblo,
fácilmente contactados; las con- fundan en el río Huasaga una mi-
centraciones de recursos eran me- sión que integra a grupos Jívaro y
nores y la capacidad de carga para algunos Kandozi (Murato).
agrupaciones como las previamen-
te existentes, imposible de recupe- El impacto de la misión fue su-
rar. Ello llevó a un uso extensivo de perficial; así, tan pronto se expul-
los recursos en los poblados, que, sara a los jesuitas de la colonia a
ante el privilegio previo de estar ro- fines del siglo XVIII, los Kandozi
deados por abundantes recursos, volvieron a aislarse. A principios
los habían usado antes de modo del siglo XIX reanudaron su con-
intensivo, amasando reservas que flicto con los Andoa y enfrenta-
fueron muestra de gran sorpresa ron a los comerciantes y explora-

29
dores que transitaban por el río mano de obra y, como tal, la nece-
Pastaza. sidad de cuidar de aquella que se
obtenía (Santos-Granero y Barclay
Tras el cataclismo de la colonia y el 2000).
repliegue relativo de inicios de la era
republicana, emergió un segundo Hacia 1910 el caucho empezó a
ciclo de destrucción con proporción alejarse espacialmente, sobre todo
de holocausto en la región amazó- en la zona de la amazonía norte.
nica. Cuando Goodyear descubre El movimiento mercantil que había
las propiedades del jebe, surge el generado llegó a su ocaso debido
auge económico del caucho que se a la mayor disponibilidad de mano
mantiene desde fines del siglo XIX de obra en el sudeste asiático y a la
hasta la primera década del siglo XX proximidad entre los puertos y las
y cuyo límite central fue el acceso plantaciones de jebe allí desarro-
a la mano de obra necesaria para el lladas, lo que facilitaba y abarataba
proceso de extracción (Santos-Gra- enormemente su comercialización.
nero y Barclay 2000). Los Kandozi, Achuar y algunos otros
grupos habían participado de la eco-
La búsqueda de fuerza de trabajo nomía del caucho tan sólo indirec-
para la recolección del caucho llevó tamente, comercializando ellos mis-
al desarrollo de un segundo ciclo de mos este artículo, pero sin permitir
correrías que culminó, una vez más, nunca el ingreso de extraños a su
con la desaparición de pueblos ín- territorio o la incorporación de sus
tegros sumando a ello la “disloca- pobladores a dicha extracción como
ción” de numerosos otros pueblos fuerza de trabajo.
(es así que hoy se encuentran Asha-
ninka en Brasil, Shipibo y Quechua Con la caída en el precio del cau-
en Madre de Dios, etc.), muertes cho, se inicia un segundo período
por enfermedades y maltratos, pero de repliegue para los sobrevivien-
también la defensa decidida de su tes; algunos se retiran a zonas aleja-
autonomía por algunos pueblos en das, otros se incorporan a caseríos
unos casos y, en otros, la incorpo- y haciendas ribereñas o se insertan
ración como mano de obra de no en el interior de pueblos indígenas
pocos pobladores, mediante meca- que habían adquirido fuerza duran-
nismos diversos –brutales unos y te el proceso anterior, en parte por
cautelosos otros–. En este último su alianza con los extractores con-
caso por la dificultad de encontrar tra grupos enemigos tradicionales

30
(entre éstos, algunos grupos Yiné y principal centro de abastecimiento
Shipibo, entre otros). Es entonces de petróleo para la nación. El pro-
que, hacia 1940, los Kandozi sufren ceso traía consigo la llegada de in-
una epidemia que consigue arrasar genieros, trocheros, prostitutas, ex-
con cientos de ellos. No es claro si plosivos, oleoductos, avionetas, y la
ello afecta simultáneamente a los consecuente contaminación de ríos,
Shapra. quebradas y recursos ictiológicos, el
alejamiento de la fauna, la introduc-
Es en ese contexto que, a mediados ción de enfermedades sexualmente
del siglo XX, las religiones evangé- transmisibles, tuberculosis, malaria
licas ingresan con fuerza a la pro- y, muy especialmente, la hepatitis
vincia de Alto Amazonas iniciando (ver actas).
la lucha por la sumisión espiritual
y cultural de estos pueblos. A par- También el lago Musa Karusha se
tir de ese momento, se genera la fue haciendo cada vez más atrac-
fuerte idea de que lo propio y, muy tivo para las empresas pesqueras
especialmente, los especialistas en que empezaban a depredar hasta
medicina vegetal, los chamanes, donde se los permitían sus lanchas
las visiones, la observación de die- rederas. A partir de la instalación de
tas estrictas –cada una adecuada a las oficinas locales del Ministerio
distintas finalidades– y los sistemas de Pesquería el gobierno declaró al
de alimentación propios de cada lago “Zona Reservada” y prohibió la
pueblo indígena, están asociados pesca para fines comerciales. Para-
a lo “demoníaco”, e incluso con el dójicamente, antes que lograr con-
propio “Satanás”. trolar la depredación de los recursos
ictiológicos, dicho proceso fue por
Posteriormente, ya en el gobierno el contrario exacerbado quedando
de Velasco, se reconocería la exis- el lago en pocos años básicamente
tencia de algunos de estos pueblos, sin recursos. El pueblo Kandozi optó
así como su derecho a una titulación entonces por tomar el control del
comunal, procesos que aún están lago y asumir su protección, desalo-
en curso acoplándose a los espa- jando al personal responsable de la
cios territoriales que mejor reflejan depredación y el incumplimiento de
la tenencia de tierra y el espacio la ley.
vital observados por cada pueblo
indígena. Entre tanto, la amazonía Los propios Kandozi relatan así el
peruana se iba convirtiendo en el hecho:

31
El día 8 de Agosto de 1991, los pueblos de los
Candoshi hemos entrado en la Base del Lago Rimachi
para encargarnos de cuidar el lago.
Ahora queremos que nos entiendan bien para
poder vivir tranquilos. Que nosotros hemos ocupado
para proteger.
Todas estas tierras han sido para Candoshi desde la
antigüedad. Antes que toda la gente. En el lago están
las islas en verano y ahí pueden ver los restos de las
ciudades de los Candoshi. La historia dice que nosotros
hemos vivido cuando todavía no había lago. Este lago
no se llama Rimachi, se llama Musa Karusha, que lleva
el nombre del primer hombre Candoshi. Por eso este
lago es para la vida de nuestros pueblos.
El Gobierno hizo Reserva Nacional porque vieron
que el lago estaba bueno y muchos querían acabarlo.
Para eso se hizo reserva, para proteger el peje. Pero
todo al contrario. Los vigilantes se sacaban su plata.
Eso no es la vigilancia, eso es para su interés. Con
las toneladas de sal, todo lleno con las barbacoas.
Cantidades. Los pejes muertos y todo lleno con mosca,
eso era la vigilancia. Cada día se pagaban a los vigilantes
por abajo y pescaban con redes de banda a banda. No
le importaba a nadie que las crías del paiche y del paco,
gamitanas, zúngaros quedaban sin su madre y se los
comían los fasacos. Puro pescado adulto y también
cualquier clase.
Poco a poco se fueron los paiches y las
gamitanas, el pescado ya no había. Pero para nosotros

32
si hay CONTROL fuerte. Nos quitaban el anzuelo, la
flecha, la sal de nuestra familia. No vivimos tranquilos
y sufriendo porque Musa Karusha ya estaba vaciando.
Pobres nuestras señoras y nuestros hijos. Ya no se
puede.
Por eso ya no. Ya se acabó eso. Ahora vamos a
cuidar nosotros Candoshi. Ahora ya saben todos que
no se puede sacar pescado; solo se puede para comer
o para enfermedad. Nada de paiche o gamitana para
tres años, para que vuelva el peje. Ya empieza a salir
otra vez los paiches contentos y alegres. Nosotros
hacemos cumplir, no necesitamos que nos manipulen
ni paguen por abajo, nada.
Nosotros no somos como mestizo. Cuando entra
a pescar el mestizo parece que no tienen hijos, quieren
llevar todo para acabar. Así pasan como curuvinse que
no quede nada para los demás.
Vamos a demostrar quienes somos los Candoshi.
Pueden venir a comprobar. Ahora si ya es protegido,
no con vigilantes de fuera que no interesan. Pero si
los Candoshi vamos a mostrar como es el peruano
honrado.
Por eso no mezquinamos. No es por eso que
hemos tomado. De aquí es la madre del pescado.
Cuando nosotros cuidamos Musa Karusha todos los
hermanos y los mestizos van a poder comer en los ríos
de abajo y en los ríos de arriba del lago. De aquí sale.
Es beneficio para todos. Nosotros conocemos que es
así, pero otros no saben. ... (Voz Indígena 1982: 2-4).

33
Cuatro años más tarde, el conoci-
do agrónomo y ecólogo alemán,
con largos años de trayectoria en el
campo, Peter Birkenmeier, consta-
taría con sumo agrado el incremen-
to francamente notable de la vida
ictiológica logrado por los Kandozi,
una vez que asumieron el control
del lago (Birkenmeier, 1995). Distin-
ta sería la suerte corrida producto
de la extracción forestal e hidrocar-
burífera.

¿Qué queda de la historia al día de


hoy, luego de estos sucesos? La
respuesta no es homogénea.

Puede afirmarse que los Shapra y


Kandozi resistieron a un alto precio
para formar parte de las reduccio-
nes de los jesuitas y, posteriormen-
te, de las barracas caucheras, alter-
nando una lucha larga y frontal con
otra de carácter más indirecto, ma-
nifiesta en su búsqueda constante
de refugio y aislamiento de todo
agente externo. No obstante, ates-
tiguaron en su entorno incontables
horrores y expresiones de salvajis-
mo, provenientes tanto de blancos
y mestizos, como de hermanos
indígenas.

Si alguien pudiera decir lo que


realmente existe en el inconsciente
colectivo de un pueblo o, explorar
en éste de alguna manera, hallaría

34
quizá una razón poderosa para la biente? es una pregunta abierta. Ya
profunda desconfianza y desdén en 1984, la ONERN (Oficina Nacio-
que generan el blanco y el mestizo, nal de Recursos Naturales de aquel
aún en medio de sus más honradas entonces) consideraba la “cuenca
y generosas ofertas. Comprendería, del Morona y otros ríos de la zona
a su vez, la forma en que fueron norte de Alto Amazonas como una
percibidos los Kandozi y, en parte, de las “zonas ambientales críticas”
los Shapra, con aquella mezcla de la Amazonía.” (AIDESEP/PSI
de horror, rechazo y atribución de 2001: 7). Esta destrucción es, en
mezquindad que redundan aún en cierto modo, secuela de las sucesi-
diversos rincones de la región. vas bonanzas que conoció la zona
en torno a la extracción sin mesu-
Muchos atraviesan hoy su territorio ra de diversos recursos naturales,
deseando que la relación fuera otra: como el caucho, el barbasco, la
más fácil acceso a sus recursos, el madera y el petróleo. Cabe pregun-
petróleo de libre acceso, la conta- tarse si a otro nivel, el rol cumpli-
minación no cuestionada, la pesca do por las iglesias y las epidemias
libre, la entrada del turismo me- consecutivas debilitaron de alguna
diante ganancias unilaterales, y así forma la capacidad de respuesta a
sucesivamente. Pero no es el caso. la destrucción del medio ambiente
De ahí los duros cuestionamientos de la que ya se hablaba en los años
al sector salud y la severa descon- ochenta.
fianza expresada en un principio. La
evolución de los hechos, los logros
obtenidos a través de las acciones
ejecutadas y la idea –ahora compar-
tida–, de que las dificultades no son
obstáculos, sino parte del contexto,
fueron factores contribuyentes de
suma importancia para ir definiendo
el contexto.

¿Hasta qué punto ello ha formado


la otra cara no sólo de un conjunto
de desequilibrios relacionales socio-
culturales sino, también, de relación
entre dichos pueblos y su medio am-

35
36
03
PRESENCIA DE
LA HEPATITIS B:
NOCIONES,
PERCEPCIONES
Y REACCIONES
COMUNITARIAS
Los Kandozi y Shapra viven actualmente en “comunidades”
que se organizan sobre la base de dos familias que han
intercambiado hijos en señal de alianza. El patrón de resi-
dencia suele ser matrilocal, asegurando así la continuidad
y multiplicación de núcleos familiares en torno a la figura
de un varón proveniente de otra comunidad, con lo cual
los lazos de intercambio y consanguinidad se oxigenan y
se extienden, pero no se puede afirmar que éste sea un
patrón generalizado.

37
Son comunidades relativamente reconocido, que comparte
pequeñas –con 50 a 70 miembros en cierta medida el poder
cada una–, y cuando sobrepasan
este número, suelen subdividirse al
con otro jefe: la diarquía es
interior en una suerte de “barrios”, el reflejo de la composición
cada uno análogo a lo que sería una dual de los grupos locales
comunidad de tamaño tradicional. (2002: 100).
La comunidad indígena Shapra de
Pijuayal, por ejemplo, cuenta con Tanto los Kandozi como los Shapra,
unos 250 pobladores, constituidos no obstante, son tradicionalmente
en torno a cuatro grupos familiares: endogámicos, es decir, no suelen
los Tanchima, los Angucho, los To- casarse fuera de su grupo cultural y
tarica y los Shariano. Estas comuni- son, por lo general, bastante cerra-
dades más grandes suelen concen- dos. Esto es especialmente cierto
trarse geográficamente a partir de de los Kandozi, pues en el caso de
la oferta de servicios de educación los Shapra, su significativa reduc-
y especialmente de salud. ción demográfica (actualmente son
aproximadamente 700) los forzó al
El jefe de valor reconocido suele ser intercambio con los grupos veci-
el Primer Apu, pero siendo un siste- nos que habitan las orillas del Mo-
ma diárquico éste debe compartir el rona, especialmente los Wampis o
poder con el Segundo Apu. La orga- Shuar.
nización de los centros poblados
Kandozi y Shapra se resume bien Las reglas del parentesco enseñan
en la publicación de CORPI, cuando que cuánto menor sea el grado de
se señala que: distancia entre personas que se pue-
den casar, menor será la sensación
Los grupos locales Kan- de intercambio entre lo conocido y
doshi, estrictamente exo- lo desconocido y mayor tendencia a
negar el intercambio. En esos casos,
gámicos, provienen de la es predecible un sistema taxonómi-
alianza de dos grupos de co poco permeable a la “anómalo”,
hermanos que intercam- a lo irregular. La existencia de un
biaron sus hermanas. Es- grupo cerrado, revela entonces una
tos grupos locales (aproxi- baja tolerancia al intercambio lo que
madamente 20) están diri- normalmente responde a la necesi-
gidos por un jefe de valor dad de consolidarse estrechamente

38
para su autodefensa, proceso que entre el hombre y lo que no es el
la historia reitera ha sido el caso de hombre constituye una analogía del
los Kandozi, cuya historia es, hasta contraste entre el miembro de la
el momento, mejor conocida que la comunidad humana y el extranjero.
de los Shapra. Un grupo cerrado de En el último conjunto, que es el
autodefensa es ya un claro signo que incluye más categorías, la na-
respecto a la historia de otro grupo turaleza representa al extranjero. La
valorado culturalmente como forá- cantidad de intercambios previstos,
neo. Ambos fenómenos saltan a la sus posibles resultados buenos o
vista en la zona del Rimachi o Musa malos y las reglas que los rigen, se
Karusha en particular. proyectan, todos en el mundo natu-
ral, de modo que si las instituciones
Cuando reflexionamos sobre los permiten intercambios generosos y
relatos de los Kandozi y los Shapra gratificadores con socios más dis-
que se refieren a las interacciones tantes de lo normal, estamos ante
sostenidas con mestizos y foráneos las condiciones que hacen posible
en su territorio, salta a la vista el la existencia de un mediador posi-
tema de los recursos naturales tivo. Por el contrario, si todos los
y las expectativas notoriamente intercambios son sospechosos y
diferentes en torno al tipo de todos los forasteros representan
“consumo” que se les asigna. Más una amenaza, entonces es preciso
que el idioma o la pertenencia a singularizar determinadas partes
una determinada familia lingüística, de la naturaleza para representar
es el patrón de consumo sobre los al intruso abominable que traspasó
recursos naturales y el desarrollo los límites que debieron permane-
sostenible, el elemento con mayor cer intactos2”.
poder movilizador entre los dos
pueblos pero también frente a los Los Kandozi y Shapra tienen razones
foráneos. para ser desconfiados con respecto
a los intercambios y mediaciones
“Si los límites que definen la perte- pues las encrucijadas entre la natu-
nencia al grupo social han dispuesto raleza y la cultura han traído menos
encrucijadas en las que se realizan beneficios y más efectos devasta-
los intercambios utilitarios, enton- dores. Según lo expresan, la hepati-
ces el contraste entre el hombre tis se inicia con el traslado a Yarina-
y la naturaleza recibe la impronta cocha de algunos de sus miembros
de dicho intercambio. El contraste por parte del Instituto Lingüístico

39
de Verano y/o la Misión Suiza. No “había
años después relata que
obstante, el brote generalizado ac- un señor Huambisa casa-
tual es percibido por ambos pueblos do con una Kandoshi que
como producto de la actividad hidro- vivía en la zona Shapra y
carburífera y llama poderosamente
la atención la manera reiterada en
se murió de hepatitis”.
Pero la relación con los Huambisas
que los Kandozi y Shapra asocian
ha sido siempre conflictiva…
el brote masivo de hepatitis con el
petróleo: ¿qué pasa con las aguas
de formación? ¿dónde se depositan Todas estas hipótesis comparten un
las aguas de producción? Si éstas común denominador: el contacto
no son re-inyectadas debido a su simbólico o real con los foráneos
costoso proceso que ha sido sus- se encuentra en el origen del pro-
tituído por pozos o piscinas, ¿qué blema. Intentaremos pues, atender
impacto genera el desborde perió- estos criterios explorando la línea
dico de éstas por efecto de algu- de correspondencia que, desde la
na lluvia torrencial? Se sabe que la estructura social, se conecta con el
contaminación de la zona por efecto sistema de prohibiciones y restric-
de metales pesados en permanen- ciones conocido y aceptado por la
te fermento, puede generar un im- sociedad Kandozi.
pacto especialmente grave sobre el
hígado pero no se sabe si ello está, Mary Douglas le da prioridad a la
efectivamente, ocurriendo. contaminación sexual y a las rela-
ciones entre los sexos. En “Purity
Las versiones acerca del origen de and Danger 3” la antropóloga británi-
la enfermedad señalan que la trans- ca habla por primera vez de las pro-
misión de la hepatitis B se debe: (a) hibiciones rituales centrándose, no
la actividad de las empresas que ex- en la prohibición como tal, sino en
traen hidrocarburos; (b) los despla- la ideología de la transgresión en-
zamientos a Yarinacocha en el mar- tendida como una negatividad “re-
co de la actividad misionera del Ins- lativa”, integrada al universo de las
tituto Lingüístico de Verano/Misión reglas. Si bien la enfermedad no se
Suiza y (c) la presencia de prostitu- puede identificar con la impureza,
tas y las relaciones sexuales entre es posible sí hablar de la impureza
miembros de estas dos etnias con y de la transgresión de lo prohibido
empleados de las empresas petro- como causas (próximas o lejanas)
leras; (d) una versión recogida dos de la enfermedad.

40
Algunos testimonios obtenidos en al interior de los Kandozi y Shapra
la zona afirman que los brujos no como causales de resistencia para
han podido hallar un remedio contra el uso del condón: la primera de
la hepatitis B porque “esa en- ellas se vincula con la inhibición del
fermedad es viral, o sea, placer (pues se suprime el contacto
está en el aire”. “La enfer- entre el semen y la mucosa vaginal);
medad, lejos de ser equivalente a en segundo lugar aparece el mie-
la “suciedad”, sería más que nada do a la extinción (pues suprime la
el significante de un espíritu invisi- función reproductiva); finalmente se
ble (que la causa); un estado entre arguye que el lubricante del condón
la vida y la muerte, una degradación les da asco (lo que simbólicamente
del ser, no una exclusión radical de podría estar expresando el rechazo
la sociedad. La transgresión de la que genera el orden externo).
prohibición, sería entonces el mo-
mento en que se instaura una figura Actualmente, y según lo refieren
simbólica, que expresa la contigüi- los propios moradores de las comu-
dad peligrosa del hombre y lo sa- nidades, la presencia simultánea y
grado. La impureza como procedi- no coincidente de múltiples iglesias
miento metáforico de clasificación e ideologías en el orden de lo es-
instaura una negatividad absoluta piritual, la convivencia no siempre
que separa el orden del desorden, feliz con el Estado y la relación con
lo maléfico de lo benéfico. La pro- las petroleras, han jugado un papel
hibición ritual, en cambio, es una central.
negatividad relativa, integrada al
universo de las reglas”.4 Las primeras han generado una pro-
funda desconfianza interna, el des-
dén y la inseguridad en las bases
Pero la sexualidad no puede llegar más profundas de las comunidades,
a ser nunca una fuente absoluta de y aunque el nuevo fervor religioso
impureza, no puede ser prohibida no ha podido quebrar las raíces más
pues se destruiría el grupo mismo, hondas de la cultura, ha conseguido
pero puede sí restringirse, hacerla sí neutralizar, introducir un “ruido”
incompatible con ciertas prácticas, en la cadena de transmisión cul-
ciertas fechas, o ciertas formas tural acerca del sentido y valor de
rituales e incluso con ciertas muje- sus respectivas identidades pues la
res. Al respecto resulta interesante mayoría de sus integrantes han sido
examinar las razones identificadas convencidos de que estas prácticas

41
son negativas y contraproducentes, diferenciado, negociado. La pérdi-
obra de Satanás, o formas de bruje- da creciente de esta espiritualidad
ría que, como tal, deben desdeñar- es lamentada hoy por los Shapra y
se o extinguirse. La persistencia de Kandozi, lo que completa el círculo
algunos especialistas que siguen de orfandad y rabia que se obser-
utilizando los sistemas tradiciona- va desde fuera y que ellos transmi-
les de salud tradicional –aún media- ten con notoria fuerza. Es evidente
tizados por las interferencias men- que si en la cosmovisión del pueblo
cionadas–, es objeto de grandes está prohibido traspasar los lími-
ambivalencias, valorado y a la vez tes, una teología de la mediación
causa especulativa de las enferme- resulta inaceptable; sus partidarios,
dades y muertes producidas. Esta si existiesen, serían en todo caso
interferencia les ha conducido a una aquellos miembros del grupo que
pérdida de sentido, de direccionali- confían o esperan obtener algún re-
dad, de propósito, para poder “le- sultado positivo de tal intercambio,
vantar” una nueva estructura sobre como sucede con ciertos brujos en
la cual, el presente y el pasado pue- la actualidad. Las iglesias evangéli-
dan ser articulados coherentemente cas han introducido el valor del di-
pues para los Shapra como para los nero, la noción de oferta/demanda
Kandozi resulta impensable disociar y un nuevo sentido del intercambio
el sujeto del objeto. Como se seña- recíproco. La amplia y fervorosa di-
la en la publicación de Corpi: fusión de la nueva ideología, le ha
dado un carácter más elitista y se-
… nada es más extraño lectivo al “trabajo” del brujo quien
que un mundo objeto de puede cobrar actualmente entre
conocimiento separado de S/.300 y S/.700 dependiendo del
grado de la necesidad y la gravedad
un sujeto que permane- del problema de quien demanda sus
ciera ajeno a ese mundo servicios, casi imposibles de pagar
… dirían “se mira con el y por tanto inaccesibles ahora.
corazón…” (2002:100).
Actualmente sólo se reconoce la
Es más: se señala que todo tiene existencia de cuatro curanderos
un alma, desde las personas hasta de formación media y sus repre-
los animales, las plantas, y árboles, sentantes han desaparecido sin
lo que requiere para cada caso es- haber formado a nuevos maestros.
pecífico un acercamiento y manejo Estos están en Puerto Requena,

42
Ihuaquicocha, Huambracocha, Pto.Neiser añade, de mane-
Chingana y Pijuayal. Pero, como
ra lacónica, “si no se dieta,
señala el maestro Shapra, Mariano
Totarica Biso:
se sana en el cementerio;
si no se come (adecuada-
Un problema es que mente), se enferma.”
los han mentalizado de
que existe brujería cuan- UNA ETIOLOGÍA DE
do saben tratar con plan- CARÁCTER EXÓGENO
tas medicinales. Con eso
se empieza a perder, por- Lo que queremos señalar a con-
que la gente empieza a te- tinuación es que toda atribución
ner miedo (de ser acusa- etiológica –sea de carácter natural
da y muerta por brujería) o académico, espontánea o basada
(Comunicación personal, en la teoría–, procede de una osci-
2003). Por ejemplo, la pro- lación entre una causalidad externa
fesora de Pijuayal, Neiser y una causalidad interna. Para ser
Tiko Sumba, tuvo hepati- más exactos: hay dos formas de en-
tender el origen de la enfermedad.
tis y no guarda reparo en El primero incluye las representa-
señalar que ella se curó ciones que consideran que la enfer-
acudiendo a un especia- medad es resultado de un agente
lista del río Morona, con- externo (virus, espíritus patógenos,
sumiendo alimentos tradi- modos malsanos de vida). El segun-
cionales y “dietando”. En do insiste sobre las nociones de
algunos lugares se estima territorio, herencia, temperamento,
que la dieta debe durar predisposición, etc.
ocho meses y en otros Siguiendo esta clasificación podre-
que debe durar tres. Pero mos afirmar que en el caso de los
también hay quienes con- Kandozi y los Shapra el origen de la
sideran que la dieta debe hepatitis reposa sobre factores de
mantenerse mientras per- carácter exógeno: “La enfermedad
sistan los síntomas o in- es un accidente debido a la acción
cluso por el resto de la de un agente externo (real o5simbó-
vida. lico) que ataca desde fuera” .

43
En esta perspectiva –que confiere La hepatitis roja se caracteriza por
una prioridad (relativa o absoluta) fiebres más leves con una marca-
al exterior–, se hallan dos grupos da ictericia. La hepatitis negra, en
de significación: la enfermedad ins- cambio, genera mucha fiebre, hin-
pirada por un poder antropomorfo chazón de hígado, impide caminar,
(o antropoformizado): brujo, diablo, está acompañada por vómito o dia-
espíritu y la enfermedad inspira- rrea negra y, tres o cuatro meses
da en un agente nocivo de origen antes de fallecer se presenta un vó-
“natural” y que es consecuencia mito de sangre roja, fresca. La piel
de las condiciones ecológicas y/o de la persona en este caso se pone
sociales de existencia, como pa- negra, como si fuera “manchar” (al
rece ser el caso entre los Kandozi- decir local) y la persona puede fa-
Shapra. llecer al cabo de unos seis meses
de “contraída” la enfermedad, si es
Para los Shapra y Kandozi existen que no dieta.
dos tipos de hepatitis pero no que-
da claro si ello reflejaría dos clases “Dietar” significa que está permi-
distintas de la enfermedad, dos tido el consumo de peces no car-
grados de evolución distinta de la nívoros, de aves silvestres y de
misma o una combinación y/o con- verduras tradicionales, además de
fusión de síntomas de la hepatitis las medicinas vegetales (guisador,
y la malaria, especialmente cuando huasaí, malva, uña de murciélago,
ambas co-existen en la misma per- escalera de luna, cetico, escalera
sona. Se podría, incluso, pensar en de motelo, berbena, limón y chonta
la presencia de la tuberculosis como de chambira, entre otras). No está
otro detonante de los síntomas ma- permitida la grasa o manteca, el al-
nifiestos, cuando aparece articulada cohol (sea masato o aguardiente de
a una o más de las enfermedades caña) ni animales con “mucha san-
antes mencionadas. El primer tipo gre” como el sajino, la huangana, el
de hepatitis la denominan como venado y la gallina. La dieta implica
“hepatitis roja” y la consideran la además un cierto rito de purifica-
más antigua, introducida indirecta- ción que implica reposo y absten-
mente por el ILV y la Misión Suiza. ción sexual: “pensar bien, armonía,
La segunda la denominan “hepati- fe y confianza en uno mismo, nada
tis negra” y la asocian a la actividad en exceso o malos pensamientos,
hidrocarburífera. sacrificio y ganas de vivir”. Como
en numerosas colectividades, el

44
cuerpo parece ser el espejo de lo
social y el miedo a la “impureza”,
un sistema de protección simbóli-
co. Tales prohibiciones, al oponerse
al contagio de la impureza, protege-
rían la salud moral del cuerpo social
y podrían preservar su unidad.

2
DOUGLAS, Mary. Sobre la Naturaleza de
las Cosas. Editorial Anagrama. Barcelona,
1975.

3
DOUGLAS, Mary. Purity and Danger. An
Analysis of Concepts of Pollution and Taboo.
Londres: Routiedge & Kegan Paul: (Tr. esp.
Pureza y Peligro. Madrid, Siglo XXI. 1996.

4
Testimonio recogido en la comunidad de
Domingo Cocha cuyos miembros confirma-
ron su filiación evangélica.

5
LAPLANTINE, François. Anthropologie de
la maladie. Pág. 76. Bibliothéque Scientique
Payot. Paris, 1992. Op cit. pg. 78.

45
46
04
TRATAMIENTO
Y PREVENCIÓN:
EL ENCUENTRO
DE DOS
MODELOS
TERAPÉUTICOS

47
48
El distrito del Pastaza, poblado aumenta el riesgo de lesión hepá-
por la comunidad indígena Can- tica permanente, cirrosis e incluso
doshi, se ha convertido en el área cáncer de hígado.
del país con más alto riesgo para
el contagio de la Hepatitis B y
Delta.

Los diferentes estudios realiza-


dos muestran … una acelerada
progresión de la enfermedad …

El brote epidémico de Hepatitis


en el distrito de Pastaza está afec-
tando efectivamente a la etnia
Candoshi (92% del total de casos)
y en particular a la que vive en la
zona del Rimachi …

La epidemia se está extendien-


do por las zonas circundantes …
(MINSA / UNICEF 2003).

La hepatitis es una enfermedad de


origen viral que se comporta de di-
versas formas: A, B, C, E y el factor
delta, y aunque todas comparten
algunos signos y síntomas hay dife-
rencias que permiten clasificarlas.
En zonas no endémicas la mayoría
de personas infectadas con el virus
de la hepatitis B consigue curarse
en seis meses, mientras un porcen-
taje cercano al 10% puede desarro-
llar una infección crónica vitalicia. A
estos pacientes se les suele deno-
minar “portadores” porque pueden
transmitir la enfermedad a otros. El
hecho de tener hepatitis B crónica

La creación de Musa-Karusha (1992). Tinta china sobre cartulina. 49


TRANSMISIÓN SÍNTOMAS Y SIGNOS
La hepatitis B se transmite a través La hepatitis aguda manifiesta sus
de los fluidos corporales y la infec- primeros síntomas al cabo de un
ción se puede presentar por: tiempo que puede oscilar entre uno
y seis meses: náuseas, vómitos,
• Relaciones sexuales sin "pre- pérdida del apetito, fatiga, fiebre,
caución” con una persona in- dolores musculares y dolores arti-
fectada. culatorios. Luego aparece la icteri-
cia junto con orina oscura y heces
• Transfusiones de sangre de
blandas. Alrededor de un 1% de los
una persona portadora a una
pacientes infectados con hepatitis
sana.
B muere debido al daño hepático en
• Compartir agujas cuando se esta etapa temprana.
hace uso de drogas.
El riesgo de llegar a infectarse de
• Someterse a tatuajes o acu- manera crónica depende de la edad
puntura con instrumentos en el momento de la infección: más
contaminados. del 90% de los recién nacidos, alre-
dedor del 50% de los niños y me-
• Transmisión vertical de madre nos del 5% de los adultos infecta-
a niño en el momento del par- dos con hepatitis B desarrollan la
to o inmediatamente después hepatitis crónica.
de éste.
La mayor parte del daño causado
• Contacto con sangre en esce- por el virus de la hepatitis B se debe
narios de atención médica, lo a la respuesta del cuerpo contra las
cual pone en riesgo a médi- células hepáticas infectadas (hepa-
cos, enfermeras, odontólogos tocitos), provocando la inflamación
y otros miembros del personal del hígado (hepatitis). Como resul-
de los servicios de salud. tado de esto, las enzimas hepáticas
se filtran del hígado a la sangre, ha-
Las personas que conviven con el ciendo que se eleven los niveles de
paciente y los trabajadores de sa- transaminasa en la sangre. El virus
lud, deben ser vacunados. deteriora la capacidad del hígado
para producir el factor de coagula-
ción protrombina, aumentando el

50
tiempo que requiere la sangre para rigir a mantener una dieta baja en
coagular. El daño hepático también proteínas y líquidos. Sólo en casos
deteriora la capacidad del cuerpo muy raros de insuficiencia hepáti-
para eliminar la bilirrubina (un pro- ca, se necesita internamiento para
ducto de degradación de los glóbu- monitorear al paciente en una uni-
los rojos viejos), causando ictericia dad de cuidados intensivos. El uso
(coloración amarillenta de los ojos y de medicamentos antiretrovirales
el cuerpo) y orina oscura. está recomendado. La enfermedad
aguda generalmente se supera des-
DIAGNÓSTICO pués de dos o tres semanas y el hí-
gado vuelve a su estado normal en
El diagnóstico se inicia con el exa- un período de 16 semanas. Algunas
men clínico y las pruebas que personas infectadas pueden desa-
permiten conocer el estado de la rrollar hepatitis crónica pero se ha
persona dependiendo del tipo de constatado una mayor incidencia de
reactivo usado. Es posible hacer un carcinoma hepatocelular en aque-
diagnóstico más rápido, pero siem- llos que han tenido infección por el
pre es importante la confirmación virus de hepatitis B que en la pobla-
del mismo. ción general.
TRATAMIENTO
PREVENCIÓN
El tratamiento para la hepatitis cró-
nica se orienta hacia la reducción de Resulta complejo trabajar el con-
la inflamación, síntomas e infección cepto de prevención en una socie-
junto con la práctica de hábitos sa- dad marcada por rasgos nómades,
ludables. Tanto el paciente como su determinados a su vez por los perío-
entorno deben ser monitoreados dos de creciente y vaciante del río;
permanentemente para evitar la no obstante, tras un largo proceso
transmisión de la enfermedad en el de conversaciones y reflexiones,
hogar. los Kandozi terminaron por com-
prender que la vacuna no es un tra-
La fase aguda no necesita un tra- tamiento, no es la cura definitiva ni
tamiento específico, sí un cuidado la salvación de la muerte; sí es un
clínico y de laboratorio para vigilar mecanismo de protección y preven-
la evolución de la enfermedad. Los ción fundamental para la sobrevi-
cuidados de la persona se deben di- vencia y continuidad del grupo.

51
La vacunación contra la hepatitis B nitiva protección contra el virus.
es segura, no presenta efectos ad- La vacunación de las personas
versos, y se recomienda a toda la que se encuentran en alto ries-
población administrarla en tres do- go ha tenido sólo un éxito limi-
sis con un intervalo de 1 y 6 meses. tado, por ello se recomienda la
Hay esquemas diferenciados para vacunación universal de todos
zonas endémicas con intervalo de los recién nacidos y adolescen-
un mes cada dosis. tes antes de la pubertad.

Medidas generales • Los bebés nacidos de madres


que padecen la enfermedad o
• Tamizaje a los donantes de san- que hayan tenido la infección
gre (adicionalmente se solicita reciben una serie de inmuniza-
llenar un cuestionario referido ciones especiales para prevenir
a sus actividades sexuales y al la transmisión viral incluyendo
consumo de drogas). Además, la vacuna en las primeras horas
se utilizan pruebas serológicas del nacimiento.
para examinar la sangre recolec-
tada para el virus de la hepatitis
PRESENCIA DE LA
B.
ENFERMEDAD EN LAS
• La notificación obligatoria de POBLACIONES
esta enfermedad permite a los
trabajadores de salud del Estado En el año 1996 empezaron a pre-
hacer un seguimiento a las per- sentarse sucesivos casos de hepa-
sonas que han estado expues- titis B, que llamaron la atención de
tas e inmunizar a los contactos la población y del personal de salud
que aún no han desarrollado la local quienes enviaron el reporte a
enfermedad. nivel nacional. El Instituto Nacional
de Salud (INS) hizo las respectivas
• Se debe evitar el contacto sexual coordinaciones a nivel institucional
con una persona afectada por el y con la AIDESEP (organización que
virus, sea crónico o agudo. El agrupa a las comunidades indíge-
uso consistente y apropiado de nas de la Amazonía) para conocer
condones también puede redu- el número de personas que habían
cir la transmisión a través del contraído el virus. El siguiente cua-
contacto sexual; sin embargo, la dro muestra la acelerada progresión
inmunización es la única y defi- de la enfermedad:

52
CUADRO Nº 2
Prevalencia de hepatitis B y delta
Zona Fecha CC.II Anti- Anti- Anti-
Estudio Estudiadas N° Muestras Hbc HbcIgm Hbsag Delta
Pastaza 1996 03 103 73.7 3.8 18.4 5.8
Pastaza 2000 03 32 68.7 - 28 31.2
Fuente: INS

A partir de 1998 los casos probables dencia de 52.6 por mil habitantes
de hepatitis B se incrementaron en confirmados por laboratorio.
casi tres veces más en relación con
en el período anterior y en 1999 en Las elevadas tasas de incidencia en
cinco veces más. En el año 2000 la población menor de 15 años evi-
se registraron 159 casos, y en el dencian el riesgo de que los infec-
2001 48 casos, cinco de ellos falle- tados se conviertan en portadores
cidos (todas mujeres, entre ellas 4 crónicos del virus y posteriormen-
gestantes). Hasta el 2003 el total te desarrollen formas crónicas de
de defunciones registradas fueron hepatitis que terminen en cirrosis
60. hepática o hepáto-carcinoma, en-
fermedades que conducen inevita-
El brote epidémico de hepatitis en blemente a la muerte.
el distrito de Pastaza ha afectado
especialmente a la etnia Candoshi La presencia de hepatitis B en mu-
(92% del total de casos) y en par- jeres gestantes evidencia por otro
ticular a la que vive en la zona del lado el riesgo de la transmisión ver-
Rimachi de donde proviene el 70% tical al feto o durante los primeros
de los casos con una tasa de inci- días de vida del recién nacido.

CUADRO Nº 3
Prevalencia de hepatitis B y delta según sexo y grupo etáreo
Grupo etáreo Incidencia Hombres Casos en Mujeres Gestantes
15 – 44 106.3 / 1000 37 % 63% 24 %
5 – 14 36.5 / 1000
1–4 26.9 / 1000 100%

Fuente: INS

53
En el año 2000, y con el apoyo del transmisión es, en términos origi-
gobierno español, el Ministerio de narios, atribuida a foráneos, el tema
Salud inicia la vacunación general de del contagio les resulta poco claro.
la población Kandozi casa por casa, Añádase que tanto Kandozi y Sha-
alcanzando coberturas del 100% en pras como especialistas occiden-
la población menor de un año, de tales no han terminado de precisar
99% entre 1 y 4 años, y de 90% en los diversos factores de riesgo “no
la población mayor de 5 años, pero tradicionales” que están en juego
el limitado apoyo para llevar ade- en su transmisión. Se habla de rela-
lante otras acciones masivas man- ciones sexuales y de consumo de
tiene a la población en un estado masato, dos mensajes introducidos
susceptible al desarrollo de formas en años recientes. Pero no se oye
crónicas de la enfermedad. La inter- que estos dos factores hayan deve-
vención concertada entre UNICEF y nido en prácticas preventivas para
el Ministerio de Salud se inicia en la mayoría. Es más: los propios Kan-
el 2003 focalizando su atención en dozi y Shapra oscilan entre su pro-
la vacunación a los recién nacidos pia capacidad para hacerle frente
en el plazo de las primeras 24 ho- a la enfermedad y su dependen-
ras de vida hasta completar las tres cia total de recursos externos. En
dosis reglamentarias antes de los este sentido, su sistema de salud
primeros seis meses. La ejecución está quebrado. Por un lado, como
del proyecto estuvo a cargo de la señalan, han sido “mentalizados”
Unidad Territorial de Salud Yurima- de que es negativo. Por otro lado,
guas y la microrred Alto Marañón la hepatitis B viene de fuera y no
quienes apoyados por los promoto- han podido detenerla con sus cono-
res de salud y líderes de las comu- cimientos y procedimientos. No hay
nidades llevaron a cabo un censo en pues una comprensión actualizada
todas las comunidades, con el pro- de la enfermedad, por parte de ellos
pósito de identificar al 100% de las ni por parte del personal de salud
gestantes. actualmente en el campo, quienes
la equiparan con una sentencia de
Para los Kandozi y Shapra la hepa- muerte segura para todo aquel con
titis B es un problema de primera un síntoma clínico que se le aseme-
importancia, un fenómeno en ex- je, inculcando así un decaimiento
tremo grave y letal, cuyas causas, en ambos pueblos que, sumado a
síntomas, tratamiento y prevención lo anterior, podría estar reforzando
hemos señalado arriba. Si bien su el sentimiento de “abandono” que

54
se expresa en el cuidado de su Para los Kandozi y Shapra el signifi-
salud. cado de las dietas, de la nutrición
y de las visiones así como su po-
La noción más difundida es que la tencial manejo para la hepatitis B
hepatitis no tiene cura e, implícita- ha ido develándose paulatinamente
mente, acabará a la larga con quien tras el proceso de evangelización
la contraiga. Ello genera por un lado, de las últimas décadas que cataloga
un estado de depresión colectiva, de “tabú” todos los conocimientos
pero paralelamente crea la idea de propios en torno a la salud y la enfer-
que se busca la muerte de la perso- medad asociándolos con prácticas
na adulta, dado que el foco de aten- de brujería. Aún cuando la hepatitis
ción está puesto en la niñez. La per- B es nueva e inexistente de forma
cepción generalizada en un marco específica dentro de la “farmaco-
en que el Apu o Curaca es una figu- pea” y el sistema de salud tradicio-
ra central, paternal y de responsabi- nal, los testimonios de personas en-
lidad principal en cada comunidad fermas que han recobrado su fuerza
es que se busca el etnocidio físico y de vida y capacidad de trabajo en
cultural de los dos pueblos a través el marco de prácticas tradicionales
de la muerte de sus dirigentes y lí- constituyen un antecedente impor-
deres. “Un pueblo cuya experiencia tante para muchos respecto a su
del trato con los extranjeros haya potencial para apoyar en el enfren-
sido desastrosa apreciará las cate- tamiento de dicha enfermedad. La
gorías perfectas”6 y rechazará el abstención recomendada por espe-
intercambio y las doctrinas sobre la cialistas Kandozi y Shapra del con-
mediación cualquiera sea su índole: sumo de grasas, alcohol, ejercicio y
técnico de salud, pastor evangélico, la valoración de dietas blandas, por
sacerdote, etc. Cuánto más inapro- ejemplo, son puentes importantes
piadas sean las reglas de comporta- con la medicina occidental:
miento y más extendido su efecto
declarado, más importancia debe- En Puerto Requena, por
remos conceder a las creencias ejemplo, el hijo del Apu
invocadas para apoyarlas. Con ese
principio de selección podemos
ha sido confirmado con
volver a considerar el hecho de que hepatitis delta y, sin em-
unas culturas acepten la posibilidad bargo, lleva una vida nor-
de una mediación favorable entre el mal, fenómeno interpre-
hombre y la naturaleza y otras no. tado como producto de la

55
espiritualidad y la visión de medidas adecuadas y se cuidan de
fuerza que le ha trasmitido no contagiarse de la hepatitis delta.
El énfasis sobre la niñez se explica
su padre (incluso a través porque, de una parte, es la única ma-
del nombre que le dio). nera de cortar la transmisión dentro
del grupo, pero por otro lado, por-
Tales prácticas (nutrición, visión y que el contagio a corta edad tiene
dieta) podrían coadyuvar de manera graves consecuencias a largo plazo.
importante en el manejo de la he- En otras palabras, es probable que
patitis y en el fortalecimiento del el 95% de los niños que contraigan
sistema inmunológico cuyo funcio- la hepatitis, atestigüen su evolución
namiento –de acuerdo a la cosmo- al cabo de diez o veinte años a tra-
visión local–, es análogo a la forma- vés de hepato-carcinomas, cirrosis,
ción de un shaman competente. Es hepatitis delta o hepatitis crónica.
necesario entender que en la per-
cepción de los Kandozi y los Shapra, En la construcción de una respuesta
el técnico de salud representa –en al problema de salud entre los Sha-
términos socio-culturales, antes que pra y Kandozi se ha hablado mucho
personales–, un sector asociado al sobre la importancia de enfrentar su
conflicto por los recursos naturales, “bajo nivel de educación”. El Plan
y en particular al dinero como fuerza de Atención Integral para la hepati-
de vida. El señalamiento fue recu- tis en la zona del Rimachi, que data
rrente en este sentido, arguyendo de noviembre del 2001, ilustra este
que ellos como personas, no son de punto:
interés para nadie, y si alguien lle-
ga, es, finalmente, porque le pagan
para que lo haga. El pueblo Candoshi y,
en general, los pueblos
Sabido es que, una nutrición y una indígenas tienen un bajo
dieta adecuadas, sumadas al forta- nivel de escolaridad lo que
lecimiento del sistema inmunoló-
gico físico y psíquico, son claves,
dificulta las actividades
aún en la óptica de la medicina más educativas por parte de
moderna. Los conocimientos más salud; estas condiciones
recientes indican que el 95% de los ameritan una intervención
adultos que contraen la enferme- adecuada a su realidad
dad pueden sanarse si toman las cultural e idiosincrasia y

56
con material apropiado. acciones con un conjunto de acto-
(MINSA 2001). res foráneos, pero también de su
propio entorno, a través del tiempo.
De ahí la exigencia finisecular de los
Como bien lo señalan los maestros
pueblos indígenas para tomar parte
bilingües de la zona, en la vacu-
en las decisiones que los afectan.
nación y prevención de la hepatitis
B, se debe pensar y actuar con
dos cabezas: una mestiza y otra ¿QUÉ QUIERE DECIR ESTO
indígena. Dicho en términos antro- EN LA PRÁCTICA?
pológicos, una que interpreta desde
los intereses de la salud y otra que El modelo contemporáneo de cul-
interpreta el escenario desde “el tura (que se ubica en la historia des-
mal” o la enfermedad. Los obstácu- de la década de los cuarenta hasta
los vigentes no son, como puede la actualidad) considera que no es
verse, patrimonio exclusivo de los posible pensar la cultura, sino las
Kandozi o los Shapra. Constituyen, culturas, de forma que se insiste en
como todo fenómeno cultural, un que ellas están formadas por con-
proceso construido históricamente juntos heterogéneos, tensionados y
en un marco de relaciones e inter- diversificados de sistemas semióti-

57
cos y práxicos que se entrecruzan bilidad real, jurídica y políticamente
y mezclan7. Los recientes procesos garantizada de afirmar oficialmente
de globalización y reconfiguración la diferencia8.
cultural demuestran que los siste-
mas culturales son esencialmente Visto así la identidad no es una
dinámicos. Categorías como sincre- cuestión de esencia sino de la
tismo, transculturación, difusionis- dinámica cultural, lo que implica
mo, revivalismo, han traído consigo afirmar que hay varios tipos de
una nueva noción de identidad de- identidades en juego como propone
pendiente a la vez de la concien- Ricoeur (personal, comunitaria y so-
cia de sí y del reconocimiento del cietal), que siempre hay pérdidas y
Otro. Tal reconocimiento se nego- ganancias en el contacto entre los
cia no solamente con aquellos que pueblos y que no se puede ganar
comparten los mismos valores y la sobre todos los frentes.
misma visión del mundo sino con el
conjunto de la colectividad en la cual Trasladados al campo de la vacu-
vivimos. Esta negociación implica nación y la prevención, es indis-
ajustes entre las expectativas del pensable reconocer el contexto
sujeto y las del colectivo que está histórico en que se produce la inter-
en capacidad de atribuirle un reco- acción humana que permite llevar a
nocimiento que deviene en obliga- cabo tales acciones. Mientras para
ciones recíprocas: el individuo tiene los Kandozi y Shapra el punto focal
derecho a confiar en los beneficios sea probablemente la enfermedad
que provienen de tal reconocimien- –el mal–, el sector estatal se focali-
to en términos de estima social, por za en la salud: formas determinadas
ejemplo. Por otro lado, el grupo es- y asociadas de actuar, trabajar, orga-
pera que el sujeto actúe conforme nizar y consumir, entre otras varia-
a este reconocimiento, siendo lo bles culturales, que pueden no ser
que pretende ser. Todo ello implica de interés directo, pero que están
no solamente el otorgamiento de en el contexto y habrán de ser inevi-
una libertad –la de ser distinto–, tablemente trastocadas en el curso
sino también según los términos de cualquier intento de cambio o
de Pierre Bourdieu (Bourdieu, 1980. relación nueva.
p. 71) la posibilidad de ser recono-
cido por otro como “legítimamente Sobre este tema, el Estado ha mos-
diferente”. Esto presupone la posi- trado dos posiciones contradictorias

58
y poco claras. La primera, en torno a bles de eso y, consecuentemente
la extracción, de carácter esencial- piensan que no deben “pagar” por
mente negativa, donde osciló entre ello. La experiencia de enfermeda-
la ignorancia y la indiferencia frente des y muertes que se sabe son pro-
al saqueo de recursos en la zona, ducto de una interacción con forá-
permitiendo la destrucción del me- neos y cuya salida implica también
dio al no poner límite alguno en una interacción con los mismos,
términos prácticos. La segunda po- provoca gran frustración. Como
sición, diametralmente opuesta, se dice un Shapra, saben que “no son
ha expresado mediante un conjunto Dios” y aún dotados de un conjun-
de acciones desarticuladas e incluso to muy importante de respuestas
verticales, a la vista de los Kandozi provenientes de su propia tradi-
y Shapra. Es comprensible que las ción requieren simultáneamente de
distancias y los tiempos requeridos especialistas y apoyo externos. El
para atender a los Kandozi y Shapra proyecto MINSA/UNICEF ensaya una
requieran un esfuerzo adicional por respuesta sugerente para los Kan-
parte del Estado. Pero los pueblos dozi y Shapra pero se requieren to-
indígenas de la zona no son culpa- davía algunos ejercicios adicionales:

59
1. Documentar, sistematizar y va- 4. La coordinación con especialis-
lidar sus dietas y sus sistemas de tas de ambos sexos y de diversas
nutrición tradicional pues la infor- edades resulta esencial en vista
mación parcial y fragmentada que de las prácticas de fortalecimiento
se pudo hallar, aún no permite inmunológico tradicional adquiri-
unificar criterios en este campo. das a través de la alimentación, la
dieta y la reflexión, hoy práctica-
2. Articular y fortalecer las prác- mente extintas y tardíamente re-
ticas tradicionales de nutrición, conocidas como de enorme valor
dieta y fortalecimiento del espíri- potencial para el control y mane-
tu de cada persona, y su articu- jo de esta enfermedad.
lación con aquellas reconocidas
por la medicina occidental, en 5. En otro nivel, es necesario
tanto factores protectores y de impulsar la consolidación de un
resiliencia potenciales. marco institucional que acompa-
ñe los procesos que se preten-
3. Las prácticas de salud de la den. Es necesario desarrollar un
mujer y el niño deben ser subra- diálogo que comprometa la vo-
yadas, no sólo para detener la luntad política para hacer cumplir
enfermedad sino para mejorar los derechos económicos, socia-
aspectos puntuales de nutrición les y culturales de la población
e higiene que son coadyuvantes indígena. Este desarrollo institu-
en la prevención/transmisión de cional multicultural debe darse a
la hepatitis B. La posibilidad del partir de la inclusión de profesio-
contagio a través de prácticas nales y técnicos de diversas razas
comunes como compartir utensi- y etnias, de manera que se pueda
lios, escupir en el suelo donde los desarrollar una cultura institucio-
niños no sólo se revuelcan sino, nal fuerte que reconozca estos in-
al parecer, consumen la propia tereses.
tierra en busca probable de mine-
rales, el contacto con los piojos 6. Generar las bases para la cons-
y parásitos de terceros, picadu- trucción de una estrategia concer-
ras de insectos y murciélagos, el tada que facilite la movilización
sexo con parejas infectadas (mo- y la comunicación social para el
nogámicas o no) y algunas de las cambio, en una perspectiva mul-
formas de preparación de masa- ticultural de sano entendimiento
to, entre otros aspectos, deben y mutuo crecimiento.
ser tratados en este marco.

60
Con dichas medidas los Kandozi y
Shapra darían un paso importante
en su constitución de “objetos” a
“sujetos” en su propio proceso de
salud y, en ese marco, en el trata-
miento y manejo de la hepatitis B.
Un segundo paso implica ir más allá
del desarrollo de las medidas an-
tes mencionadas, dirigidas a cada
pueblo indígena e incursionar en
la transformación de determinadas
prácticas percibidas como proble-
mas serios por los Kandozi y Shapra
tanto en el sector salud como en la
ejecución del actual proyecto UNI-
CEF/ Ministerio de Salud.

6
DOUGLAS, Mary. Sobre la Naturaleza de las
Cosas, p. 86. Editorial Anagrama. Barcelona,
1975.

7
SALAS ASTRAÍN, Ricardo. Filosofía inter-
cultural, globalización e identidad. Reflexio-
nes sobre el desarrollo desde América La-
tina. Exposición presentada en el seminario:
Quelle globalisation pour l´Amerique Latine?
Débat autour des identités socio-culturelles,
Louvain-la-Nueve, Seminario de investiga-
ción del Groupe des Recherches Interdisci-
plinaires sur l´Amérique Latine 2003.

8
BORDIEU, Pierre. L’identité et la représen-
tation. Éléments pour une réflexion critique
sur l’idée de région. Actes de la recherche
en sciences sociales, n° 35, novembre 1980,
p. 63-72.

61
62
NUESTROS
ANTEPASADOS
NO MORÍAN

Los antiguos candoshi, cuando mueren jóvenes. Es que aho-


ya eran muy ancianos, andaban ra tienen el cuerpo blando y no
a gatas. Estaban tan envejeci- resisten las enfermedades ni
dos y agotados que no podían las mordeduras de las víboras.
caminar derechos como el res-
to de la gente. Sufrían mucho A pesar de todo, también ve-
y, como les daba vergüenza mos a nuestro alrededor que
andar a gatas como los ani- algunos viven hasta que tienen
males, querían morir, pero no todo el pelo blanco y mueren
podían porque tenían el cuerpo bastante ancianos. Pero son
endurecido. los menos.
Entonces Dios tuvo compa- Así sucede ahora; pero anti-
sión de nuestros antepasados guamente no fue así. Antes
y dijo: nacían y casi de inmediato se
ponían en pie y andaban; sólo
- En adelante vamos a crear los muy viejos se veían obliga-
hombres con cuerpo suave y dos a caminar a gatas. Ahora,
blando. por el contrario, cuando nacen
los niños andan en seguida a
Y así fue. Por esta razón, en la gatas; en cambio, los viejos
actualidad los niños candoshi caminan de pie hasta que les
mueren con frecuencia cuan- llega la muerte.
do todavía son pequeños. A
veces, los mismos hombres Tomado de: Narraciones Amazónicas,
relato candoshi.

63
64
EL PICAFLOR Y EL PÁJARO muy admirado de que un pája-
PAUJIL ro tan pequeño pudiese cantar
tan fuerte. Y le rogó al picaflor
Nos cuentan los ancianos del diciéndole:
caserío que antiguamente el
picaflor cantaba lindas cancio- - Amigo, préstame tu canto. Yo
nes. Su trino era muy sonoro también quiero cantar como tú
y se escuchaba desde muy le- aunque sea sólo una vez.
jos.
Pero el picaflor, que estaba
Cierto día, hace ya mucho tiem- enamorado de su canto, no
po, el picaflor cantaba alegre- quería prestárselo. Por eso, el
mente cerca de un riachuelo paujil se amargó y amenazó
mientras iba y venía chupando con matar al picaflor. Enton-
el néctar de las flores. El pájaro ces éste, por miedo al paujil,
paujil que se encontraba sen- que es un pájaro bien granda-
tado sobre una rama en lo alto zo con un tremendo pico rojo,
de un árbol lejano, al escuchar- le prestó su canto. Y el paujil,
le se preguntó intrigado: agarrando el canto del picaflor,
se marchó volando lejos, muy
¿Qué animal será ese que can- lejos y ya nunca más se lo qui-
ta tan fuerte y tan lindo? Me iré so devolver. El picaflor quedó
a ver quién es. muy triste sin sus lindas can-
ciones.
Y el pájaro paujil se fue volando
en busca del que así cantaba. Es por esto que, desde aque-
Llegó al lugar de donde proce- lla ocasión, el pájaro paujil can-
dían las alegres melodías, pero ta bien fuerte y su estridente
miraba y miraba por todas par- trino se escucha a la distancia.
tes y no conseguía ver a nadie. Mientras que el diminuto pica-
Y es que el picaflor es un ave flor que chupa el néctar de las
bien chiquita. Siguió buscando florecillas de la selva, desde
el paujil hasta que, finalmente, entonces ya no canta más.
lo encontró revoloteando entre
flores multicolores. Y quedó Tomado de: Narraciones Amazónicas.
Relato Shapra.

El origen del huito y el achote. Tinta china sobre cartulina. 65


66
PUEBLOS INDÍGENAS, ORGANIZACIONES INDÍGENAS Y LA LU-
CHA POR LA DEFENSA DE NUESTROS DERECHOS EN EL PERÚ

El pueblo Candozi es uno de los 65 pueblos indígenas de la Amazonía organizado a


través de sus comunidades en la Federación de Comunidades Nativas Candozi del
Pastaza (FECONACADIP); esta federación, a su vez forma parte de la Coordinadora
Regional de Pueblos Indígenas de San Lorenzo (CORPI-SL) y hace parte de la orga-
nización nacional de los pueblos indígenas de la Amazonía peruana en la Asociación
Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana (AIDESEP).

El pueblo Candozi empezó a padecer los efectos de la hepatitis B desde mediados


de la década del noventa. La Federación informó del problema a la Regional y a
través de CORPI iniciamos una campaña para poner en la agenda de las autori-
dades del Estado peruano el peligro en el que se encontraban nuestros hermanos.
AIDESEP nacional desarrolló un conjunto de acciones ante las autoridades de los
ministerios correspondientes, sin tener respuesta positiva.

El movimiento indígena amazónico hizo causa común con los hermanos Candozi,
ante la indolencia de las autoridades de salud, tanto regionales como nacionales.
Recurrimos a los organismos internacionales, demandando que el gobierno de en-
tonces declarara en emergencia la zona. Nunca se firmó ese papel con dos párrafos
que hubiera salvado la vida de cientos de nuestros hermanos y de niños recién
nacidos.

El movimiento indígena amazónico, por esta razón está muy agradecido con orga-
nizaciones internacionales como UNICEF y con las autoridades del MINSA, que han
logrado escuchar nuestras demandas de derecho a la vida y que han emprendido
esta extraordinaria acción que, de no haber sido asumida en los últimos años, tal
vez podríamos estar esperando la desaparición de un pueblo indígena más de la
Amazonía.

Las organizaciones indígenas, desde AIDESEP nacional, CORPI-SL y la federación


Candozi, han jugado un papel importante en este proceso. Nos sentimos orgullosos
también del aporte de Guillermo Sundi, hermano Candozi, licenciado en enfermería
para esta acción concertada de todos los hombres y mujeres que reconocen que la
salud es un derecho y no solamente un servicio; y que los pueblos indígenas somos
la reserva más importante para que el mundo tenga la posibilidad de reencontrarse
con la naturaleza y por tanto con la vida.

Asociación Interétnica de Desarrollo de la Selva Peruana - AIDESEP


Lima, mayo de 2006

67
ALGUNOS TÉRMINOS DE LA MEDICINA
TRADICIONAL KANDOZI Y SHAPRA

Tsapantapata cura con tabaco, soplando


Tapusimayusaria, yasimpani mujer que cura a bebé
Yaramápani el que cura con plantas medicinales
Washumiri, wasuriri shamán
Washumiri yaramapani, wasuri
yamarapani o sólo yamarapan shamán bueno, curandero
Wanini, Kanish, Mangusha, Mankichi corazón
Washumiri shungamapani shamán malo (colérico)
Wazuriri brujo (Shapra)
Mangumama dietar
Arutamam mamama manginpi ir al monte en busca de visión
Irimiya obtiene medicina vegetal
Manginshuche raspa medicina vegetal
Xpukiya seca medicina vegetal
Pzitkiya raspa medicina vegetal
Kpakiya cocina medicina vegetal
Tayamukiya prepara, ‘chapea’ medicina vegetal
Marizpatarta el que dieta
Soropsi, surupshi ayahuasca
Tapzimgamapani tuk ashimatsi huesero
Tatspumpani partero
Zurupshipani maestro (ya no hay)
Tangama toé
Wachina viejo sabio

68
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